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EXIT BOOK Revista semestral de libros de arte y cultura visual. N° 15. 2011 Spinoza y los afectos JACINTO RIVERA DE ROSALES El hombre es un ser afectivo para Spinoza, Esos afectos no sélo son fuente de alegriao de tristeza, de sentirse y saberse existi, crecer o disminuir en nuestro ser, sino que tambien son medios deconocimiento y de orientacién en a realidad. Los hay que nos sefalan nuestra dependencia respecto del mundo, pero otros, por el contrario, proceden de nuestra accion, Representan la colo- racién emocional con la que se expres nuestra propia realidad © nuestra relacion con los otros, o bien aquella que acompaa nuestra comprensién de la esencia divina y originaria de todos Jos seres. Pero hemos de contar las cosas desde el principio, or ddenadamente, pues és es la forma como Spinoza las presenta y las justificafiosoficamente, con una fuerte voluntad de sistema, El objetivo principal de la reflexign spinozista¢s la I- beracion del hombre de Ia servidumbre a la que nos somete el error y la ignorancia a fin de alcanzar un bien verdadero; a ét- ca u orientacién para la accin se funda en la metafisica, Pero «80 no es posible sino dentro de la comunidad, y de abt su paso a la escritura, pues “a mi felicidad pertenece contribuir a que ‘otros muchos entiendan lo mismo que yo, a fin de que su en tendimiento y su deseo concuerden totalmente con ti enten-, dimiento y con mi deseo". Ese deseo es el objetivo de su re- Alexion filosofica: “me decid, finalmente, a investigar si exstia algo que fuera un bien verdadero y capaz de comuniearse I. que, hallado y posefdo, me hiciera gozar eternamente de una alegria continua y suprema”®, Dicho contento se aleanza fun- damentalmente cuando el hombre comprende el orden de las cosas como expresién de lo divino, de lo cual surge en ultima instancia un amor a todo lo que es en la medida en que es, 0 sea, adecuado a su modo de ser. Pero geul es ese orden y de {qué divinided estamos hablando? sun Dios extrano aquel del que habla Spinoza, En ver dad nadie lo Mamaria Dios, aunque él si fo hace. No es ningu- nha persona, ninggin ente en particular, ni siquira se limita a la EL OBJETIVO PRINCIPAL DE LA REFLEXION SPINOZISTA ES LA LIBERACION DEL HOMBRE DE LA SERVIDUMBRE 38 realidad que conocemos, ala que podemos accede. Dioses toda la realidad, porque toda ella est conectada entre sy forma pro- piamente una sola substancia o ser. No hay nada exterior a ela, todo To que pudiéramos colocar fuera entraria en relacion con ella, formarian amas una unidad substancialy dirtamos entonces que ésa es la substancia 0 Dios; dos substancias constituirian dos mundos totalmente independientes, pero no hay una teali- dlad parcial que pudiera ser independiente pues, al no ocupar la totalidad de lo real, estaria limitada por la otra, dependerta de ella en el ser y en el comprender y dejara de ser substancia, Luego slo hay una substancia y por tanto se expresa siguien- do tnicamente su propia naturaleza; en eso consistiria libertad “Se llama libre a aquellacosa que existe en virtud de la sola ne- cesidad de su naturalezay es determinada por s sola a obrar™. Es infinita porque nada la podria limita, pero tampoco destruit 6 hacer surgi, o sea, es desde si misma (causa sui), y en con- secueneia no puede no expresarse, quedarse en la mera postbi- lidad y en el no ser. Es una realidad por tanto dinamica, que no sélo se manifiesta y despliega su potencia de ser en elementos eternos, de manera que permaneciera siempre inmdvil jay pe- trficada en su plenitud, si eso fuera plenitud, sino que también se manifiesta en realidades temporales, porque (aunque Spino- za no se explica al respecto) podriamos decir que hay posibilida- des que eexcluyen mutuamentey solo pueden pasar ala realidad en diferentes momentos. Como no hay nada que la limite, to- das sus posibilidades son, han sido o legarin a ser. Mas ese des pliegue de Dios no tiene lugar segin una providencia que ac- twara voluntariamente persiguiendo fines, pues entendimiento yy voluntad implican ya una concrecién, un modo conereto de set, que no se puede dar en la totalidad en cuanto totaidad, 0 sea, en la substancia; en consecuencia su expresion se lleva a cabo conforme asu naturaleza, que se despliega siguiendo la ne- cesidad de su esencia, segun la norma de verdad que nos han Ss @ SPINOZA Y LOS AFECTOS Ren cn een rmostrado las matematicas’, Es desde esa totalidad desde la que ddebemos comprender las diferentes realidades, también al hom: bre y sus afectos, Esta substancia, 0 mejor dicho Ia expresién de ella la co- nocemos descle cos perspectivas: como pensamiento (cogitatio) y como extension (extensio). A estos dos aspectos diferentes de ‘st esencla, y por tanto eternos, siempre peesentes, los denomni nna Spinoza “atributos” de la substancia Fllos no guardan entre sivuna relacion dle dependencia, pues para comprender uno no necesitamos del otro, sostiene Spinoza’, Por tanto él no nos pre- senta un materialismo segiin el cual el pensamiento estuviera subordinado a la materia, ni un espiritualismo que pusiera lo extenso en dependencia del espiritu, sino que ambas cosas son dos perspectivas de lo mismo, expresiones de la misma reali- dad o substancia, si bien veremos que la liberacion proceder sustancialmente del recto pensar, de la reforma del enten miento, de modo que de las infinitas cosas que se siguen de Dios solo le interesa a Spinoza las relativas “al conocimiento del alma Jhumana y de su suprema felicidad (beatitudo)"* Podrian darse mas atributos, segiin él habria infinitos, pero es un hecho que nosotros sélo conocemos esos dos porque en ellos esta enmar cada nuestra existencia humana. En esos dos ambitos 0 pers- pectivas se nos presentan diversas realidades concretas que Spi- rnoza denomina “modos”, modos del pensamiento y modos de Ia extension. De ellos nos interesan los modos finitos, tanto los de la extensién, o sea los cuerpos, como sobre todo los del pen: samiento, asaber, ls ideas y los seres pensantes. Son finitos por- (que su naturaleza no implica necesariamente la existencia (hay ‘un tiempo en el que no existieron y otro en el que no exist ran), y solo en ellos se producen los afectos. Todos son expre- siones inmanentes de Dios o de la substancia", no externos.a ella (en caso contrario la limitarian), y de ahi que el sistema de Spr —40— CUANTO MAS APTO SEA EL CUERPO PARA OBRAR Y EXPERIMENTAR MAS EXCELENTE SERA SU ALMA noza sea un cierto panteismo, aunque la suibstancia no se cit- cunscribe a esos modos 0 entes fnitos existentes, pues Ia po- tencialidad de ésta es infnita e imagotable en atributos y mo- dos. Elser intrinseco de los modos es en consecuencia su ser divino por cuanto que son expresiones inmanentes dela subs- tancia,y por tanto seran “libres y “fetices” en la medida en que logren actuartinicamente segun su propia naturaleza divina Pero ademas de esa realidad o determinacién civinay “ver- tical” (si se me permite utilizar esa metafora que no aparece en eltexto de Spinoza) de “autodeterminacicn’ de los modos fi- nitos (de la substancia en esos entes 0 como tales entes), entre > los que nosotros también estamos, habria otra determinacin “ho- rizontal, lade esos modos entre si, una “hetero-determinacion” de los unos respecto de los otros debido justamente a su fin tud. En efecto, lalimitacion de cada ente o modo no puede pro- |) exder de lo infinito, dela naturaleza de Dios o de los atributos, aque no tienen contrario, sino de otros modo finitos que lo afec- tan', de manera que los modos finitos de un atributo estan re- lacionados entre si, constituyendo una trama de mutta depen- dencia os euerpos respecto de los cuerpos y Ia ideas respecto de las ideas, pero no de los modos de un atributo respecto de los modos de otto atributo. Las ideas sdlo proceden del atribu- to cogitatio y solo deben explicarse desde él, pues son modos Al pensar, y To mismo sucede con los mods de la extension’; no hay relacién causal entre modios de atrbutos diferentes, sino que, cuando parece que eso ocurre (por ejemplo entre nuestra rmente y nuestro cuerpo) lo que sucede es que son expresiones. de una misma realidad vista desde dos perspectivas®. Todo en lanaturaleza es necesario, no hay nada contingente, si algo nos parece contingente es debido a que desconocemos las causas que lo determinan; pero entonces hemos de distinguir esta doble fuente de necesidad, la horizontal y la vertical, y pensarlas como ‘un juego de dos fuerzas: una nos lleva ala dependencia respecto ‘los otros entes (0 modos de la substancia) 0 pasiones y la til. tima hacia Ia libertad y la propia espontaneidad divina o accio- nes, Veremos no obstante que aquella dependencia puede ser postiva 0 negativa, Cada uno de esos ambitos se manifestara a través de sus propios afectos. ae eed | hombre no es una substancia, algo enteramente inde. pendiente, pues no existe necesariamente ni hay solo uno, Por consiguiente es un modo o modificacion o afeccidn de la subs- tancia, es algo finito, inmerso en la necesidad del despliegue de 1a realidad, en parte activo (determinacion vertical) yen parte pasivo (determinacién horizontal), y asi lo serdn tambien sts afectos o expresiones aectivas. En concreto ¢s un modo que se vive desde dos perspeetivas 0 atributos: desde el aributo pen: samiento como alma o mente (mens) y desde el stributo exten- sign en cuanto cuerpo. El alma es una idea, un modo del atti: buto pensamiento, pero entonces no hemos de entender por idea algo asi como una pintura muda y muerta, sino algo vivo y pen= sante, incluso con vohuntad o afirmacién de sf. En cuanto exis- tente en acto, el objeto primero del alma cs nuestro cuerpo exis- tente en acto, tal y como aparecemos en el ambito de la extension. Por consiguiente, las afecciones (affectiones) que experimente el cuerpo a causa de los otros cuerpos apareceran también sin ‘mis como afectos (afecti) del alma’, no porque aquellas cat- sen éstas (por medio de la glandula pineal, pensaba Descartes), sino porque son dos perspectivas de la mista realidad. Y eso riismo sucede con las acciones, Luego cuanto mis apto sea el cuerpo para obrar y experimentar mas excelente serd su alma. [No obstante nuestra salud no vend en tiltima instancia del cuer- po, sino de la sabiduria del alma, Estas afeeciones del cuerpo proporcionan un conoci ‘miento confuso y mutilado tanto del propio cuerpo como de los otros cuerpos y del alma misma, pues (1°) ellas som pro- ducios del cuerpo afectado y del afectante y a este nivel no se sabe qué corresponde a quién, de modo que ahi se confunde {4cilmente lo propio con lo ajeno, Ademds (2") siguen el orden fortuito, azaroso y subjetivo de la presentacion de las cosas ante ri cuerpo singular, y no el orden de la naturaleza, comiin para todos los hombres, que tinicamente se conoce a través de la raz6n. Por eso proporcionan ideas inadecuadas, conexiones maginativas y fortuitas, que deben ser corregidas o interpre- tadas mediante la reflexion racional, al igual que rectificamos y comprendemos gracias ala fisica matematica la apreciacton sensible-imaginativa dela distancia del Sol y de su movimiento alrededor dela Tierra Hay tes grados de conocimiento, cada uno de eos con sus propios alectos. Las nociones comunes procedentes de la opi nion o dela imaginacion, que generalizan particulatidades sen sibles, confusas, mutiladas y sin orden, son ideas inadecuadas y causas del error y de la falsedad. El segundo grado nos lo pro- porciona la reflexion racional, capaz de obtener noctones co- ‘munes verdaderas, ideas adecuadas de las propiedades y del or- den necesario de las cosas es el propio de la ciencia y el de la reflexion filos6fica correcta, Por altima esté el saber intuitivo (@ SPINOZA Y LOS AFECTOS del ertendimiento; éste no se queda en nociones Zomunes rae cionales, sino que avanza desde abi hacia el conocimiento de Jo real conereto, dela naturaleza individual de cada modo, y com- prende la esencia singular de las cosas en su ser divino, “la fuer za en cuya virtud cada una persevera en la existencia [que] se sigue de la eterna necesidad de la naturaleza de Dios" como expresion individual y directa, inmanente, de la substancay de sus aributos Esa potencia de ser, tanto de los modos de pensamiento como de los de la extension, ese esfuerzo por afirmar su exis- tencia desde su propia naturaleza divina y dinamica, expresiva, por perseverar y aumentar en su ser, es lo que Spinoza denomi- nal conato, yconstituye la esencia o contenido real de cada cosa, También el hombre se esfuerza en perseverar indefinidamente en su ser, pero ademas es consciente de ese esfuerzo suyo y por so se manifiesta en él como deseo (cupiditas). El deseo es por tanto “la esencia misma del hombre", Si tenemos en cuenta que €1es uno de los tes afectos primarios, y en concreto el origen de los afectos activos'*, podremos decir que para Spinoza somos seres esencialmente afectivos, y es en el afecto donde experi- ‘mentamos nuestra naturaleza y existencia, En nuestra alma ese deseo se convierte en voluntad, que no es sino la afirmacion de si como pensamiemto, la tendencia o esfuerzo a pensar desde si. Luego seri tanto mas activa y libre cuantas mds sean sus ideas adecuadas, pues en ese caso ellas son cortectas expresiones de la esencia divina, de su sola potencia divina de pensar. Por el con- trario el alma sera tanto mas pasiva (pasiones), con menos set, cena medida en que tenga mis ideas inadecuadas y confusas, pues en ellas se mezclan los efectos de varias cosas, no logra perc birse cl alma sin los demas modos y ademas lo hace de manera confusa, Bstateoria expresiva de la verdad surge de la teorka ex- Presiva de la substancia y sus atributos. Los afectos son elementos (© ecos emotivos de esa expresividad. De nuestra dependencia (horizontal ylimitadora) con res- pecto alos otros seres del mundo nacen las afectos denomina- dos pasivos 0 pasiones, una cierta calidad afectiva con la que experimentamos nuestro esfuerzo por existir y crecer. Mas en. cconcreto, esos afectos del alma surgen por las afecciones 0 mo- dificaciones que nuestro cuerpo recibe de los otros y que se te- gistran en ideas confusas, mezcladas, y segin un orden subje tivo, 0 sea, en ideas inadecuaclas, enlazadas por la imaginacién, azarosas, que por tanto encierran a cada individuo en su pequeiio ¥ privado mundo afectivo, el de sus propias pasiones. No obs- tante esa afeccion puede no solo perjudicar nuestra potencia de obrar y de ser sino tambien favorecerla, o sea, disminuir au 'mentar nuestro conato. Si ocurre esto tltimo, se produce en no- sotros el afecto de Ia alegra (lata), y si nos vemos perjudica- dos y pasamos a una menor perfeccion el afecto correspondiente sel dela tristeza (tristitia). Alegria, tristeza y deseo son los ues afectos primarios con los que tenemos experiencia de nuestra vida, de su esfuerzo por ser y aummentar, de sus logrosy fraca- sos, Nila substancia, ni los atributos, ni los modos infinitos son sujetos de afectos, s6lo los modbsfinitos, que se encuentran con lalimitacién, o sea, con la variacion en el mas y el menos en su conato o esfuerzo por exist. Fsosafectos nos gutan en la com- prensién y en la accidn, pues valoramos las cosas y los sucesos ‘como buenas 0 malas segun estos afectos, de modo que nos es- forzamos en promoverlo que imaginamos que cumple con mies- to deseo y nos conduce a la alegrfa y por apartar o destruir lo que nos eva a la tristeza. A partir de esos tres, Spinoza expi cay clasfica a todos los demi Dentto de los aectos pasvos, los que proceden de ideas ‘nadecuadas, los mas significativos son el amor (amor) y el odio (oatum), que no consisten sino en la alegriay la tristeza acom- panadas por Ia idea de una causa exterior, a la cual se le profe- sard amor u odio, Entre los afectos pasivos alegres Spinoza des taca el placer (tiilatio) y el regocijo o jovialidad (hilarta), el amor propio o contento de sf (philauta vel acquiescentia in se ipso), la seguridad (securitas)y la satisfaccion o grata sorpresa (gaudium), sobre todo cuando no proceden de un miedo y una esperanza anteriores, la aprobacién o el aprecio (favor) de los ‘buenos actos del oteo, ta benevolencia (benevolentia) en relacion alos semejants y la msericondia (misericora) como amor con- trario a la envidia, el agradecimiento o gratitud (gratia seu gra- titudo), la risa y la broma (risus et jocus, Ene los afectos triste estaian sobre todo laenvidia (in vidia), tambien el dolor (dolor), la melancolia (melancholia), el hastfo y la repugnancia (fastdium et taedium) cuando nos har ‘amos del objeto amado, el miedo (metus) el temor (timor), la desesperacion (desperati), la insatisfccion (conscientiae), ai Aignacion (indignati) w odio hacia aquel que ha hecho mal a otro, los celos (zeletypia), la frustracién o la ahoranza (deside- rium) por la ausencia de lo que amamos, la ira (ira), la venganza (indict), la erueldad (crudeitas) haciendo mal por odio, am- bien la humildad (humilitas) porque es “tristeza acompatada de nuestra debilidad”, la conmiseracién o compasién (commise- ratio) dado que es “una tristeza surgida del dano de otro" y ademas inconstante, el arrepentimiento (poenitentia) pues “el due se arrepiente de 1o que ha hecho es dos veces miserable © impotente™™, y la esperanza (spes) ya que aqui la alegria es in- constante, llena de dudas y de miedos, Desde la ignorancia, un objeto puede provocarnos asombro (adbiratio), veneracién (ve- rneratio) 0 incluso devocidn (devotio), consternacion (constr ‘atio) sie tememos, y horror (horror) si nos asombramos de las malas pasiones de alguien; bien despreco (contempt), ir- sion (irisia) y desden (dedignatio). También pertenecen a este 2 ] i PARA SPINOZA SOMOS SERES ESENCIALMENTE AFECTIVOS, Y ES EN EL AFECTO DONDE EXPERIMENTAMOS NUESTRA NATURALEZA Y EXISTENCIA Jan Cornelis Vermeyen ‘Saint Jerome en méditation, S.XVi. Musée da Lowe, Pans grupo la soberbia (superba), fuente de muchos otros afectos ne~ sativos, y la sobreestimacisn (exstimato), asf como el menos- precio (despectus) y la abyeceion (abjectio), pues abi no no se valora ast mismo oa otro segin lo que seria justo y racional Ente los afectos pasivos del deseo se destacan la emu lacion (aemulatio) 0 desea lo que otros desean la gloria (go ria), la husmanidad 0 modestia (humanitas sew modestia) que es desco moderado de agradar al otro, Ia alabanza (las) en cuan- to alegra por la accion deb ovo. Enire ls tristes contariamos Ja ambicion (ambitio) 0 desco inmoderado de gloria, la vans gloria fama) que se sustentaen la opinion del vulgo voluble inconstant,e vituperio(vituperium)o tristeza por la accion del otto, y la vergienza(pudor) iabria otros muchos afectos, surgios tambien de la com binacion de los anteriores, de los que nos fltan vocabos, pues Tos nombres de los afectos han sido inventados mas bien segin su uso vulgar que segin su cuidadoso conocimiento”®, Ademas| hhemos de tener en cuenta las leyes de la imagination, que ha cen que ls afectos de amor y odio eobren mas fuerza ante un objeto que parece se ibre que ante tro que es considerado ne- cesario, o cuando la causa est presente, o mis cercana en el tem- —8- ‘po, o nos la imaginamos mas perentoriae inevitable, Y otras le yes de asociacidn, segiin las cuales dos afectos cualesquiera puc- den permanecer unidos en la imaginacién si han aparecido uni- dos alguna vez ante un mismo objeto, porlo cual, en ese universo imaginativo, puede afectarnos algo ausente como si estuviera pre sente, y cualquier cosa es capaz de convertise, por accidente 0 semejanza, en causa de alegria, de tristeza o de deseo. Estos afectos pasivos o pasiones nos llevan a la servi dumbre porque son consecuencias de ideas inadecuadas pro- ccedentes dela imaginacion individual y de sus mecanismos, que ro saben valorar Ia realidad y confunden el ser y el no ser. So bre todos estos afectos pasivos se puede decir en general que “cada cual se esfterza cuanto puede en que todos amen lo que Lama y odien lo que él odia” y que vivan como el, “y como to~ ds apetecen lo mismo, se estorban los unos a los otros y, que riendo todos ser arnados o alabados por todos, resulta que se dian entre si”, Entonces gqué hacer bajo la guia de la razén (ratio) ante este universo imaginativo de los afectos pasivos? {como pueden sus ideas adecuadas orientary liberamos? En pri- ‘mer lugar hay que ser conscientes de que, si bien la razén no ces impotente en este terreno, esos afectos son en alguna medi (@ SPINOZA LOS AFECTOS Rafael Joven que leva a hombros aun viejo, ca. 1514 Albertina, Viena EL OPTIMISMO ONTOLOGICO DE SPINOZA SE SITUA EN LAS ANTIPODAS DEL PESIMISMO SCHOPENHAUERIANO 0 DEL IMPULSO DE MUERTE DEL ULTIMO FREUD da inevitables, y por tanto aqut nos moveremos entee el mas y 1 menos, Eso es asi debido a nuestra imtrinseca fnitud, por la cual no podemos entendernos enteramente a partis de nosotros rmismos, comprendemos inicamente desde la dterminacin di vina vertical: “Es imposible que el hombre no sea una parte de Ja naturaleza, y que no pueda sutir otros cambios que los in- {eligibles en vid de su sola naturaleza, y de los cuales sea cau- sa adecuada"™ Las ideas inadecuadas ni siquiera desaparecen enteramente con la presencia de lo verdadero, de las ideas #3- cionales, de igual modo que seguimos viendo al Sol ascender y bajar y una distancia no muy lejana o percibimos el palo que- brado cuando lo introducimos oblicuamente en el agua, aun que tengamos a idea racional correcta, pues dicha percepcion sigue su propasleys naturales. Eso mismo sucede con los fee tos. Lo que st podemos hacer es ir disminuyendo o incluso el- rminando unas afectos mediante los otros, que abrin de ser mas Intenso y fueres.£Y cuales son es0s? Aqui, en este imbito de lo imaginativo, Spinoza nos pro- pone que lo racional es apastar por una ética de la alegrta, dado que ella fortalece nuestro conato, es decir, aumenta o favorece ‘nuestra potencia de obrar, mientras que la tristeza Ia disminuye 6 reprime: “La alegria nunca es directamente mala, sino buena; en cambio la tristeza es directamente mala", Buenos son por tanto Tos afects y las pasiones que surgen o incluyen la alegria yyademas guardan el equilibro de las partes del cuerpo y lo con servan, malos los que implican tristeza o mera ignorancia; ya he- 1mos sehalado Tos mas significativos segun Spinoza, Enel medio se encuentran no obstanteel placer, el amor ye deseo, ast como Ja risa y la broma, que han de guardarcierta moderacion, pies pueden caer en el exceso, ser unilaterles y obsesivos, y secon vierten entonces en perjuliciales®. Pero como los hombres rara vez se guian por la razén, algunos afectos testes como la hs rida, el arepentimiento, la verguenza, la esperanza, el mi do, incluso ef dolor, pueden resulta ies para frenar su violencia y hacer que esos hombres vivan mas fcilmente en sociedad, de mera que hacen su servicio y seria peor no tenerls, Pero el hombre que vive bao la gua de la razon trata de cambiar 0 dis rinuir las pasiones tristes por medio de ls alegre, primero re: Pitiéndose reglas rcionales de conducta para afecta ala imag nacién por medio de la memoria y aplicarlaa los diferentes casos ¥, segundo, poniendo la atencidn en los aspects postivos dela realidad, en el ser mis queen el no se, un no ser que surge de ta comparacion imaginativa entre varias cosas sin ener en cuen tal orden necesario de la nan habri de procu- rar ademas armoniza los distntosaectos y deseos para que no se contradigan, y evitar su unilateralidad w obsesién mediante ‘otros afectosalegres mds fuertes. Contamos tambien con que “el deseo que surge de la alegra, en igualdad de circunstancias, es me mds fuerte que el deseo que brota de la tristeza", porque la mis- ma alegra lo favorece y aumenta®. Habremos de atender igual- ‘mente a la importancia de la educacion en el surgimiento € in- tensidad de los afectos. Pero sobre todo la labor de la razon consistra en descubrir mediante ideas adecuadas la esencia de cada afecto, lo que acabamos de ver que leva a cabo Spinoza en su Etica, su naturaleza y origen, su fuerza y sus variaciones, sus conexiones y ramilicaciones, sus asociaciones y desplazamnien- tos, y mostrar ast cuales son realmente alegres y cuales tists, pues en esto su veredicto no coincide muchas veces con la va- loracién imaginativa de los mismos, dado que desde el primer grado de conocimiento uno no sabe lo que realmente quiere, es decir, lo que realmente es. Por ejemplo, el que obtiene su ven- ganza puede experimentar imaginativamente una gran alegria y satisfaccion, pero nosotros sabemos que en verdad se perjudica, de igual modo que comprendemos la gran distancia que hay “en- ute el gozo (gaudium) que domina a un ebrio y el gozo del que «es duefio un filbsofo™. Esto por lo que se refiere alos afectos pasvos. Pero feliz- ‘mente contamos también con alectos actives: “Ademas de aque- Ia alegria y aquel deseo que son pasiones, hay otros afectos de alegriay de deseo que se refieen a nosotros en cuanto cbramos"”, es deci, en cuanto tenemos ideas adecuadas, de donde brotan las Domus Artium 2002 DA2 somes PUBLICACIONES Roland Fischer Barrrocos y Erraratie acciones del alma en virtud del solo dictamen de la razon, y en donde ella y el conocimiento verdadero se convierten ellos mis- ros en un afecto*, En virtud de estos afectos activos experi- ‘mentamos y cobramos también conciencia de nosotros mismos ‘en cuanto potencia de obrar desde si, lo cual nos alegra y nos re- fuerza en nuestro conato o deseo. En este ambito del obrar no cabe por tanto el afecto dela tristeza, aquello que disminuye 0 reprime la potencia de pensar del alma, Aqui siti Spinoza fun damentalmente el afecto de la fortaleza (ortiudo) en las acco nes, que se divide a su vez en firmeza (animesitas) en e] propio ‘conato y en generosidad (generosias) para “ayudar a los demas hombres y unirse a ellos meelante la amistad (amicita) [..] La templanza, la sobriedad y la presencia de dnimo en los peligros {temperania, sobrieta, nimi in periulis praesenta) etc. son cla- ses de firmeza; a modestia, la clemencia (modest, clement), ee son clases de generosidad™, asi como tambien la piedad o mo. ralidad (pietas), un deseo racional de hacer el bien a los otros, y la honradez w honestidad (honestas) o deseo racional de unirse por amistad alos demas", todos ellos fundamentos también det Estado (fundamentacivitatis). Pero otros afectos de alegria vistos anteriormente pueden concordar asimismo con la razon ¢ incu- so surgi de ella, como por ejemplo a aprobacién ante la buena accion del otro (indeperidientemente de la simpatia antipatia DAZ, Domus Artium 2002 ‘Avenida de Aldeela S/N. 37003 Salamanca Jel 923180916 Fax, PD18SD35 ‘emai: dadocivdaddecutur.xg Pedidos: pobbicacionesticludaddecuiturs.org Distribuye: Catactismo Mare By Ree eek vn In case you didn feet ‘ase, Poo. arson, Pay Ite shonin. (od eta ou atin titrtonet death ery (@ SPINOZA Y LOS AFECTOS 4quesintamos por €),0 el contento de sf procedente dela potencia de obrar, Ese contento desi que nace dele razon es el mayor que puede darse, una afirmacion afectiva y amorosa de muestra natu- raleza divina y vertical, que al ser mera potencia de si sélo pue- de proporcionar luz, razon y alegra de set, sin ninguna negati- vidad; éste es el optimismo ontoldgico de Spinoca, que se site cn las antipodas del pesimnismo schopenhaueriano o del impul- so de muerte del ilkimo Freud”, El contento de st“es, en eali- dad, lo més alto que podemos esperar [tanto en el mbito de Ia imaginacion como en el de la razén}, pues nadie se esfuerza por conservar su ser con visas a algin fin, y por otra part, como este comtento es alentado y fortficado cada vez mas por la alaban 2, |] es la gloria, entonces, la que nos gufa sobre todo, y so _mos précticamente incapaces de sobrellevar una vid de oprobio". ‘Como la raz6n no exige nada que sea contrarioa lana turaleza [a nuestra naturaleza divina, la que se expresa en las ideas adecuadas, no a lade las leyes imaginativas de los efectos pasivas tistes|,exige, por consiguiente, que cada cual se ame si mismo, busque su utiidad propia, lo que realmente le sea unil™, aquello que es aitil segtin Ia razén, no segin la imagi- naci6n, y se esfuerce por conservar y potenciar su ser. En eso consiste la virtud(irtus) en ese esfuerzo y esa potencia de obra, en “actuar segtn las leyes de la propia naturaleza”, la divina y vertical, la expresada en el conato, y en eso reside asimismo la felicidad (flicitas), de manera que la virtud es apetecida por si misma, porque en ella nos va él sero el no ser, o el ser mas 0 menos y su afecto correspondiente, Desde el smbito de la ra 26n Spinoza nos propane entonces una ética de la utlidad (uti- Ttas), la bisqueda de aquello que es util (utile) o mas wil para la afirmacion y acrecentamiento de nuestro conato o naturale- za divina, Dado que vivimos en un mundo indiferente hacia los hombres, que no se cuida de nosotros, que no estd configura: do por un Dios Padre providente, sino por una realidad que se cexprese de manera ciega y necesaria, y por tanto sufrimos una determinacidn horizontal, con los otros modos, que puede has- ta destruimos, hemos de procurar creams con muestras capa- cidades un “nicho ecologico”, las mejores y mas tiles condi- ciones para afirmar nuestro ser y acrecentarlo* Y¥ aque es util para el hombre? Fundamentalmente el co- nocimiento verdadero, en donde se realiza directamente la esen. cia del alma y se produce su liberacion de toda servidumbre: “Con certeza sélo sabemos que es bueno o malo aquetlo que condu. ce realmente al conocimiento, o aquello que puede impedir que conozcamos” y que tengamos ideas adecuadas, pues “el alma, fen cuanto que raciocina, no apetece otra cosa que conocer, Y ro juzga aril nada mas que lo que la lleva al conocimniento™”, Pero en cuanto modos finitos no podemos prescindir de todo To externo, incluso para la propia perfeccion del alma. En ese sentido, witiles son muchos objetos del mundo, los cuales po: ‘demos usar para nuestro provecho, y tenemos derecho a ello de- Dido a nuestra propia potencia divina de ser, Peto sobre todo nos son tiles los ottos hombres, pues “sin ayuda mutua los hom bres viven necesariamente en la miseria y sin poder cultivar la razon", Aht de nuevo tiene amplio campo la moral, asi como cl derecho y a politica, porque resulta que los otros son utiles sélo si se conducen de manera racional, mediante ideas verda- eras, pues tinicamente entonces buscan la wtlidad comin, te- ‘nen una naturaleza semejante y concuerdtan entre si, y no si se dejan conducir por los afectos privados, conflictives y contra dictorios de su imaginacién. Esto nos obliga a disefiar un Esta- do racional, que sepa compaginar la libertad del individuo con la seguridad publica, tema al que Spinoza dedicé no solo algu nas paginas de la Etca®, sino también otros libros®. El poder del Estado y de sus leyes han de hacer posible la convivencia y colaboracién entre hombres que raras veces viven segin la guia de la razén, lo cual es necesario pues “los hombres se procuran con mucha mayor facilidad lo que necesitan mediante la ayuda ‘muta, y sélo uniendo sus fuereas pueden evitar los peligros que Js amenazan por todas partes, tanto los peligros del mundo ‘como los procedentes de los otros hombres violentos y pasio- rales, Pero tanto o més que el Estado, lo que ayuda a un hom- bre libre y racional es la amistad (afecto racional procedente de Ia generosidad, como hemos visto) con otros seres también Ii- bres, que se esfuerzan asimismo por cultivar I raz6n, por com partir y progresar en el conocimiento de la verdad, “Todas las acciones correctas que pudiramos hacer de- terminados por un afecto pasivo ¢ ideas inadecuadas podemos Mevarlas a cabo determinados por la r2z6n, por ideas adecua das yaectosactvos,y entonces actuariamos en virtud de ap pia naturaleza divina, vertical, “considerada en si sola". Aun- que, debido a nuestra finisud, nunca llegaremos a esa perleccion, acercarse a ello es el ideal del hombre libre. El deseo de ést aque nace de la raz6n, no puede tener exceso, pues expresa st propia esencia divina, ni experimentar fluctaacién en sus afee tos, dado que se esfuerza por lograr el verdadero conocimien- to de las cosas desde la perspectiva de la eternidad y de la ne- cesidad. Compensa y vence con amor y generosidad el odio, la ira o el desprecio que recibe de los otros para transformatlos en afectos alegres y positivos en si mismo y en el otro, No se deja Nevar por el miedo ni por otro afecto triste, no piensa en la muer te sino en la vida, hace un célculo acertado de bienes y males en situaciones conflictivas, procura ser prudente con los hom- bres ignorantes y amigo de los sabios. Siempre obra de buena fe, sabe vivir libre en el Estado, no odia a nadie, no se irita con- tra nadie, a nadie envidia ni desprecia, contra nadie se indigne, pues tiene en cuenta que todas las cosas se siguen de la nece- Gabriel Orozco, My Hands Are My Heart, 1991, Cortsia del artista sidad de la naturaleza divina y que todo lo que le parece malo procede de su concepcién mutilada y confusa de la realidad; por eso tampoco experimenta la menor Soberbia, desea para los de- mas el bien que apetece para si mismo, y se esfuerza por obrat bien y estar alegre". Mientras que el ignorante solo se siemte vi- vir si experimenta pasiones, el sabio nunca deja de ser y de es tar contento a partir de si mismo™. La potencia del alma se define por la sola capacidad de. y dado que nuestro cuerpo no es sino la perspectiva, de nosotros mismos en el atributo extensidn si cambiamos nues- tras ideas sera distinta tambien la percepcién de las afecciones| y de los afectos, se modificara nuestro mundo. Luego aqut la primera regla bisica de la beracion (aungue no la denomina textualmente ast el propio Spinoza) es esforzarse, por el coma- to del alma o mente, en formarse ideas adecuadas. Asi, com prender gue todas las cosas sueden por la necesidad de lana turaleza mitiga todo afecto violemto, que aumenta si se considera que su objeto es un se libre (nos enfadamos menos ars contra tn rayo que mata aun amigo que contra un asesino, pues a éste lo consideramos libre), Ademas hemos de separar la emo- cidn del animo de las causas exteriores y asociar los afectos a Ideas adecuadas, a nuestra potencia, o sa, conocerlos desde la rellexidn racional, haciéndonos de ellos un concepto claro y dis tinto, tanto en su esencia general como en nuestro caso con: creto®. Contamos también con la mayor constancia y univer salidad de los afectos que brotan de la razon y de sus ideas comunes, que atafien a mas cosas, lo que le puede proporcio- nar una fuerza mayor que la que tienen los afectos basados en tuna imaginacion, mas particular e inconstante Pero la segunda regla basica racional para la liberacion propia del sabio es remitirlo todo a Dios, tambien las aleccio nes del cuerpo y las imagenes de las cosas, sirviendose asitis- ro de la imaginacion, Dios es la idea racional més adecuada y universal, fundamento y horizonte tiltimo de todo otro cono: cimiento y comprensién de lo real, desde el cual podemos or ddenar los afectos y liberarnos de las estrechuras y particular (@ SPINOZA ¥ Los AFECTOS dades, En eso “consiste nuestra mas ata felicidad o beatitud, a saber, en el solo conocimiento de Dios, por el cual somos in. ducidos a hacer tan solo aquello que el amor y la piedad o mo- ralldad (pietas) nos aconsejan [...] siendo ast que la virtud y el servicio de Dios son ellos mismos la felicidad y la suprema li bertad”'*. Comenzamos asf, partiendo de la razén, el ascenso al tercer grado ce conocimiento, el del entendimiento intuitivo, Alremititlo todo a la potencia divi- nna, nos hacemos conscientes de la naturaleza entera como expresion de Ja substancia, y de esa reflexi6n ra ional surge el ultima afecto activo, el mas clevado: cl amora Dios (amor erga Deum), que no es sino afirma: cin afeetiva y rellexiva de a reali dad, Es afecto debido a nuestra fi- niitud (el afecto no se da en la substancia: Dios no ama), pero es un afecto activo dado que Dios nos es tambien inmanente y surge de una ‘dea adecuada, 0 ea, de nuestra na- toraleza divina, y por tanto es ade- ims un afecto alegre, de todo nues- tro ser, tanto de las potencias del ‘cuerpo como del alma, Con esto en- tramos en la tercera propuesta de Spinoza: la ética del amor. Ese amor 4 Dios debe ocupar y potenciar al alma en maximo grado, no tiene afecto contrario ni contiene tristeza alguna, ni fluctuaciones ni parcial dades, por tanto “es el mas constante de todos los afectos™”, el mis po- deroso frente a las pasiones, sumamente comunicativo pues no «es envidioso ni celoso, “sino que se fomenta tanto mas cuantos ms hombres imaginamos unidos a Dios por el mismo vinculo del amor. Este amora Dios es el supremo bien que poslemos ape- tecer, segin el dictamen de la razon" Pero atin nos queda un ultimo paso. El alma sola, en su mera potencia activa de pensar, esta vez sin relacion al eu po y sus afecciones, sin referencia a la sensibilidad, al tiem. po nia la imaginacion”, puede avanzar atin mas por esa via del amor, piensa Spinoza, en virtud de su sola esencia 0 rea- lidad, capaz de concebir las cosas y a si misma como mera ex- presion de la substancia, de lo originariamente Maria Lass al, Enton- ces “sentimos y experimentamos que somos eternos™®, participes de la naturaleza divina, aunque seamos mortales, ‘modos finitos, Esta seria la conciencia plena de lo que he lla- Adare wn Eva mit Apfel, 2003. Cortesia de Ia acista mado la determinacion vertical, 0 sea, en cuanto concebimos las cosas singulares contenidas en Dios, procediendo direc- tamente de su naturaleza, siendo en la inmanencia de su ser 6 esencia, Esa facultad del alma es "la inteligencia (inteli- sgentia), o sea, la parte mejor de nosotros™®, el tercer grado de conocimiento, gracias al cual ya no nos quedamos solo en las ideas comunes de la raz6n, sino que logramos la intelec cidn adecuada de laesencia de cada vez mas cosas singulares como afecciones o mods de los atribu- tos de Dios, dirgiendo tambien ha- cia alli, hacia esa singularidad di- vina de todas elas, nuestra atencién y nuestros afectos, Eso engencira el creciente deseo de entenderlas se- gun esa *perspectiva de la eterni dad”, pues de ella nace el mayor conocimiento, virtud y “contento acquiescentia) del alma", “la su- prema perfeccion humana” y “una alegria suprema’ consciente de si, de su potencia divina®, "De ese ter- cer genero de conocimiento surge necesariamente un amor intelectual de Dios (amor Dei intellectualis) pues de él nace una alegefa que va acompatiada por la idea de Dios como causa linmanente] suya™™. Es por tanto tambien un afecto, y en concreto una segunda version 0 po: tenciacion del amor racional a Dios, del amor erga Deum. En ese amor intelectual de Dios consiste nuestra salvacion (salus), nuestra beatitud o felicidad (beat tudo), nuestra libertad (libertas), nuestra gloria (gloria) y et verdadero contento del énimo (animi acquiescentia)". Ese amor como un canto ala existencia de todas las cosas, una afi. macion afectiva y reflexiva que surge y da a conocer la real dad o esencia tiltima en ellas, plenifica la idea mas verdade ray adecuada, pues es un afecto activo al tratarse de un Dios inmanente y por consiguiente esa la vez el amor que Dios tie ne (el tinico que puede tener) a todo lo real, a todas las co- sas ya sf mismo, el s{en forma de afecto que el ser se daa si mistno alli donde es posible ese eco consciente y amoroso en la unidad y la pluratidad de sus singularidades”, Nada de eso seria ni podriamos comprender ni vivir sin el afecto™. ‘Jaci Rivera de Rosales #d Pla ener Nain de Eiatcon a Ds VED —8— é i Spa tad deaf edi, 14 Aan Ma, 12K, p. 80. 2Grect uni 73 Ouacortnn sea erscaocase ys ndeames que? pats una ena rman lon a pt. EL deh np slo Bes cua le (EPIC, p. TO Ea Pane |, Popes ‘on Xi, cova pagina 7 den tradcion dea Pea, tor ae ‘Sonat Mai 105. "A gts Apene”"EBSoHo De “Bet Cp Caps" 4. pec eq oar nes sid “ent de qu vera perane ‘Gre nano pat neo humao staan ge wes Sh ones na saa ses enc propiedad dea gts, 22 [tse moe slo hombres oa noms de verdad (1p. 98) Ot ‘open dl nds eteiranar sn ves de sail dea promt, ‘otras oo, por egmplo rai cme Sete, ol no aol de ses oe come Hee ‘cadet dene abt dee concn prs (E 110, p38, (Bsn p10. S eanas ey, canes Ses loguc concer a fin mata des pes ec ea xp ‘cones cles and var nro. weir 1. and poe dfn sets (E30) ca die ete or os tanto ‘aeaeciones pts 0 mpaba) oeele ecurp come esque sma iene ee alectone Pero com ssa propane re Say deine see cre “ana an por age a pan a ‘por eveyone lal pa ra meno eee Som apiitsp 1), meets» lee Beso 26 Wesmiey Pe IS ESSE p 5, [HCE RPD2 p30) Ello yori asia ome ha de parr de slo ‘htanen dean ps qc dg ot counterion ac cos “stage caps sepiee yl alerts mo dri len oqo es bueno {Es Cr qu agel ques eva porlarzon por efecto de ‘comers aya so ee rina (SPO, Apa aon ime supre uc ocladsde m prr en orseromptenc Icha coe ye qe sea irs omen E sACpIT.» 340) “Quen ecompreni camente qe ads ls cos sgen end ea et ‘add ar vn) qu se prodacen sp yes eis eros Sc tuts, edad aa queen cio dod, rio ds pei, tenance dead sme ose erat, tao VE {edbuouns le gee en acer leh ao se hey en esas Ceatsoe, p35, ears pole ESISZE p 238, 20° APS, 14215. ona ou ceando ar ames ap aga ee on ears. 2. E404,p 272 “Patecems en rien gue om a prt de natu gue pode concebine pra nas deminer 4P2 271 meget 308 2. “Tler ely an open min, Ning edi, ale gue no Teron, puede deli con impotence ens nga ln soloed ts nas or ees Sn sete dean ing pene. My alexa caam mates ae {pig no let, ato mayors a peeceion ala que psi et, ‘She ae proyinsneceramente Sls arin dens Ap, 2 ‘a ele ose das encase pnb (no Baa sed, {Tee age. ps oo nos dels) erp deo home abi [1 ones cra eee cm ales tea abs, oad oho {ein como gua depres eats debs Poa ede, ‘om, binanca ke jue que sien come qemsae fies, tao semi de os acon” (E18, 78 Notas ‘ras cos or st, qe tds pede seins pec weno Pa {Tepe hen en pe Pers rsd ta ata {ecomtnument pce sinnnure ys, fe ute ‘Sts iment spruces se puede Segue des ate ‘Sry continents go tm tm er gules 4a sconce ume erpe mri cns”(EPE, p31, 2A “Aloka so pensaichs cine, ebm im frac 0 gee “dn con tee Ge oem pr dene mod deter sempre a! Sheva denen deep 5P0E p36) 2s.esnis pm 26 E3037 p24 Tr een pat 39 "elle deen sere on pin” 48.7. 290 Soca: p22 Sean S38 o26 p30 Se ear 3. Yeumio bo extent axon por dtl, eon Da UE at se, usa en cnr ue near $8CP,P. 83). Rho elope meer unsorted Maes Spins, cao srewanp mr 38 nade loge pl 1619), Aare, Made 1966.33, Se vene Esra, 10. Merce lor cine asa 1629 delat ep at, or pic co 170 Pad ti, ue Ss coe. 4 earn po {2 Eara. 304 Haye Spins eo al eal {B.EaecB Ve umbed andeE 2P8E {5 head maylopal pcan de eames spc Seemann ie {3 Estat. 371 May Usui sf det 3. done Spa enue en uo oc wha dota “ap esnlyse kau pskoos ve gorse romp ch nest caso el paras ent os mos abt sony lx odo et ibutpeame, Yau SP thas a predomins equ smos de pesmi. so.esmit pe SLemcps Sh Se pps. 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Un proton comers bead Spins. por anata gut hemes Suv stlendo tbo por pene Macher ton # que de Sor Uri 195108, volte) Un eee toca sme Sehnert eBoy Spot, Mee Som ondones acdc ane ber REVISTA SEMESTRAL DE LIBROS DE ARTE Y CULTURA VISUAL * N° 15 * 2011 * 20 EUROS Un mundo de afectos Textos de: Simon O'Sullivan - Brian Massumi - Juan Martin Prada - Jacinto Rivera de Rosales Susan Best - Maria José Belbel Buliejos - Eloy Fernandez Porta - Yaiza Hernandez Velazquez

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