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6276.1) La determinacién fundamental del Estado poii- Goctia unidadsstancal como ideldad de ss momento. Es ela os podees y suns parculaes del Exado ein STinimo emp diucosy conservadon, conservados no porter una jstiicacioa independiente sino slo en a Freda en qu 6a ests determina en la iea del toden que mgen du poder yon ior ebro de aque ess iden simple Aegads, Con ita ideslidad de los momentos oc jue con la vid en el cuerpo onginico: essen cada punto, hay una tol vida en todos los puntos y no hay ninguna resistencia. Sepa tado del todo, cualquier punto muere. Essa es también la ideall- dad de todas las chases, podetesy corporaciones individuals, por iis que también tengan el impulso de subsisir y de ser por sls misma situacign que hs del esoSmago on lo orginies, que también se pone por pero etal mitmo tempo superado y seri feado,y pasa al todo. §.277,9) Los asuntos y actividades particulares del Estado fe ppertencen por ser momentos esenciales suyos yestin ligados ‘ls indivduos que les ejecutan, no por su personalidad inne diata, sino tinicamente por sus cualidades generals y obje sivas y tienen poro tanto wna vinculacién externa y con- tingente con la personalidad particular como tal. Los autos ¥y poderes del Estado no pueden por consiguiente ser una propiedad privads Agri La aida del Esada et igada a individs, pero és no estin autorizados para cumplir estas tareas gracias 280 cua dad natural sno Gnicamente por sus cuaidags abjeivas. La capa- rT ids, la abilidad y el cicterperteneces a particuardad de individuo, que debe see educado y cutivado para una taea par- cular. Por exo un cargo no puede ser vendido mi hetedado. En Francia se podéan comprar puesos en el paslamento;en Ingle rra ain hoy se puéden comprar hata cierto grado cargos de of- cals eel ejécivo;todo constitucin medieval de algunos Estados que va desapareciendo prulainamente § 278. Estas dos determinaciones, que los asantos y los poderes particulates del Estado-no son fijos ¢ indepen- dientes ai por sini en la voluntad particular de los indi- ‘duos, sino que tienen su rairiltima en la unidad del Esta~ do como en su propia identidad simple, constituyen la soberania del Estado, ‘Ofr, Esa es la soberania interior, que tiene también otro aspecto, la soberania exterior, que seri trtado mis adelan- te. En la antigua monarquia feudal el Estado era soberano hacia el exterior, pero en lo que se refiere al interior, no sélo el monarca no era soberano, sino tampoco el Estado, or una parte (cf. § 273), los asuntos y poderes paticulares del Estado y de la sociedad civil estaban a cargo de cor poraciones y comunidades independientes, con lo que el todo era més un agregado que un organismo, Por otra par- te, eran propiedad privada de individuos, de cuya opinién ¥y capricho dependia entonces lo que se debfa hacer en referencia al todo, El idealismo, que constituye la soberanfa, es la misma eterminacién por la cual las Uamadas partes del organismo animal no son en realidad partes, sino miembros, momen~ tos orginicos, cuyo aislamiento y subsistencia por sf en la ms aes enfermedad (vase Encipdie de as cenias lsc, § 298)" {Bs el mismo principio gue se present5,(§ 7) en el concep to absacto de la voluntad (.§ 5 Obs) como la negativi- dd que se refer a sy por tanto como univenlidad que se determina as misma ata ndvidualiad, ena cul toda pax- tiealardady determinacién ex eliminada;es el Sndamento absoluto que se determina a mismo. Para aprehendgtio es neceatio poser el concepto de aquello que constifiye la sastancia la verdadera subjetvidad del concept. El hecho de que la soberania sea la idealidad de toda Jegitimaci6n particular puede evar a que ce la confinda, como de hecho ocuzze con frecuencia, con el mero pod Yel vaio arity que se tomen Jos términossaberaniay despotismo come snénimos. El despotsmno caracterza sin embargo una situacién en la que la ley ests ausente y en la Gee Is volumtad particular como Gara la de un monatca 2s de tn pueblo (oclocrcia)rge como ley, o, mejor dicho en lugar deal La soberania constinye por el contato,en ‘na stuacién legal y constinsconal, el momento del idea Tided de ls esferasy asuntos particulares,o sea, expre— siéa de que ests esferas no son independientes, auténo- rss en sus fines y sus modes de actuary no exin enfiascadas en smismas, sino que estos fines y modos de actuar ein determinados pore: del todo y dependen de él de lo que en general se Tam, coa una expresin mis indeterminada, el bin del Estado) ‘sta ideaidad se manifesta de dos maneras. En a stua- cid de pez las esferas y asuntos pariculaes recorren el 73H. § 371 | : . camino de la sutsfaccin de sus fines particulares,y es, por ‘una parte, la necesidad inconsciente de la cosa lo que tans- forma 3a egoismo en una contribucién a la conservaciéa, ‘muta y a a conservacién del todo (.§ 183), pero por otra parte e: la interendén directa desde arriba lo que los recon- duce permanentemerite a I finalidad del todo ¥ los limita de acuerdo con ella (v, Poder gubernativo, § 289), impo- niendo al mismo tiempo prestaciones directas para su con- servaci6n. Por otro lado, en situaines de emeygencia, sean exte- totes o interiores,e la soberanfa,en cuyo concepto simple conflaye el organismo que subsist en sus particularidades, ala que se confi la salvaci6n del Estado con el sacrificio de Jo que en otros momentos esexrajustficado. Es aqui, pues, donde el idealisme alcanza su realidad propia (v.mis ade- lante § 321), §.279. 2) La soberanfa, que en un primer momento es sélo el pensamiento universal de esa idealidad, existe Gnicamente como la subjetidad que tiene certeza de si misma, y como Ja autodeterminacén abstracta de la voluntad ~en esa medida carente de fimdamento-, en la que reside la decision i~ ‘ma, Eso individual del Bsudo como tal, que sélo entonces ‘sno, Pero la subjetividad esti en su verdad s6lo como suje- '0,1a personalidad sélo como persona, y en la constitucién aque ha alcanzado la racionalidad real, cada uno de los tres ‘momentos del concepto tiene una configuracién separads, fectivamente ral por si, Este momento del todo que tiene Ia absoluta decisién, no es por lo tanto la individuatidad en general sino un individuo, el monarc is. El desarrollo inmanente de una ciencia, la deduaén de la tonalidad de su contenido a parti del conepto simple (de 424: \ 25 nose no mace porlo ment elie de incl fl fic) meta a peered de gue 0 smo con ‘ep enone ca a volunad queen cominzo~pec- Tent pore el eomiengo~ ex bts conser fsmo denpo produce por smimo ss determinacionsy fp de ee modo an contenido corto Ae momen Eovdonena dela pesonaia, que env pineig ene Gerechn iment ea oda bate ba seule feds dele dines formas de sbjeriad 7290 oe Gerth ds, en ol Esa en ceva peers oncrets dela ante penton del Bad sr te des mone Es el lemento io, qe elimina toda ria en el singles ito,y que temarpe a pox Sern dele ro y cota ete or qe ola indeinida- spent onsen dee oie a toda ain Yodel Th pesonadd yen gener a sabia, en cuanto innit rfrze 2 miso, so ene vera san veda! pbs enmedis,come peo come sje coaente por lo que exe or des ecoanamente Ti penonadad dl Baad sl x fecinente rel como tnt psn, 2 mona. peroniad expen el concep te como ta pemona ene al mmo depo a eid Sel concept, que nicamente con ea deteminacin e en ea Un mada persona mr a soa com tidus ania por may concreta qu sensei, 8e- te personalidad slo como moment séle de ua modo Temntoio hascaaaco en lain verdad dss oxstencia Ergo o en cambio ea toad en agi lor momen tos del concept han Lega a ead set so popia verdad Tos ets deternacions yu han io analiza por sy en sus configaraciones, alo largo de este watado, pew se ls repite aqui porque se las admit ficlmente en ss onfiguaciones patictlaes, pero no se as econoce ¥spre- bende jastamente cuando aparecen en su verdadero lugar, zo aldadas sino segdn sa verdad, como momentos de la idea. El concepto de monaica es el més dificil pan el raciocinio abstract, es decir, para la considerscia reflekiva del enten- dimiento, porque permanece en as determinacionesaisha- das y slo conoce, por lo tanto, azones, puntos de visa fini- cosy la dducn 2 pat de razones En consecuencia expone Ja dignidad del monatca como algo deduaid, no s6lo segin su forma, sino también segin su determinacién misma Pero st concepto, lejos de ser deducido, esl gue comienza cholutament 4 pant d sf ima, Por lo tanto, se hala mis proximo ala verdad considerar que el derecho del monar- {2 se basa en a autoridad divina, pues esto implica su ca ‘dcterincondiciomado, Son conocido sin eabargo Tos exx0- res que se vinculan-con esta concepcién, y la tara de la cousideracion Sloséfca es, por ota parte, precisamente con cxbir o divine Se puede hablar de soberani de un pueblo para expresar aque respecto del exterior es un pueblo independiente y cons tiuye tn Estado, al como ocuzte con el pueblo de Gran Bretaia, mientras que, por sjemplo, os pueblos de Inghte- sa, Ecocia Iranda Venecia, Génova o Ceilin, no son ya pueblos soberanos, dee el momento en que han dejado de {ener ptincipes propios o gobiernos superozes paras Tam- bien se puede decir de la sean intera que reside en el ‘pueblo cuando se habla en general, en el mismo sentido en Ge antes se seial6 (6§ 277, 278) que la soberana corres ponde al Estado, Pero el sentido mis usual en el que se ha 463 421 comenzado 2 hablar en los itimos tiempos de soberanfa del pueblo, sel que Is apone ala sberania existent en el momar ‘a. Tomada en esta conttaposicion, la soberania del pueblo ‘es uno de los tantos conceptos confusos que se basan en wna ‘cabticarepresentacién del pueblo. El pueblo, omado sin sus ‘monarcas y sin la ariulcin del todo que se vinculla nece- fara ¢ inmediatamente com ells, es una masa carente de for- ta que no constituye ya un Estado y aa que no Te Forres ponde ninguna de lt determinaciones que Ginicamente texisea en un todo formado-y organizado:soberanta, gobier~ tno eibunales, autoridades, cases, etoétera. Al surgir en un. pueblo el momento que corresponde a una organizacién, ila vida del Estado, aquél deja de ser ia indeverminada abs- tmcciba que se denomina con la palabra spacblov en a epee sentacion meramente genera. Si se entiende por soberania Gel pueblo la fortus de Ia vepéblica,y de modo mis deter tninado la democracia (pues por repdblica se entiende una ‘multud de mezclas empiricas que no tienen nada que ver con una consideraciéa flos6fica), ya se ha dicho antetior~ ‘mente lo necestio (6 273) ¥, por otra part, ante la idea desa~ frollada no puede ya hablaese de semejante representacion, En un pueblo que no se represente como wn clan patriarcal, tise encuentre en a sinacién no desarrollada en la que son posibles ls formas de la democracia 0 de la aristocracia {@§ 273), ni en ninguna otra situacion arbitearia ¢ inorgi nica sino que se piense como una verdadera totaldad orgi- nica, desarollada en si misma, la soberanta existe como pet~ sonalided del todo, y sta, em lz realidad que corresponde a su concepto, como la persona del momar En el etadio antes seialado,en el que se hace la divi- sin de las constituciones en democracia, aristocracis y monarquta,¢s decir, en el puinto de vista de la unidad sus- ‘ancial que permanece atin en siy no ha legado todavia a se infnita dferenciacién y profnndizacion en sf misma, el ‘momento de la dessién dltima dela voluntad que se deten ‘ast misma no sarge por 4 como momento orginico del Esta- do en su realidad prop Incluso en esas configuraciones no desarolladss del Estado es necesario que haya una cima indi- vidal, ya sea que exista por sf como en las monarguias que pertenecen a este nivel, o que, como en lis aristocracis y ‘specialmente en las democracias,surja de un modo con- tingente de l necesidad particular de las creunstancis, encar nindose en los hombres de Estado y los generales. Toda acci6a y toda realidad efectiva tienen, en efecto,su comien~ zo su consumacién en la unidad decisiva de un jefe. Pero, inmersa en la firme y permanente confasi6n de los pode- res, tal subjetividad de la decisi6n tiene que surgir de un modo contingente y ser necesariamente subordinada. Unica- mente mis alls de tales cimas condicionadss, en ua destino aque determina desde el exterior, podria encontrarse la deci- sién pura y sin mezcla. Como momento de la idea tensa que Iegar a la existencia, pero sélo podfa hacerlo hundiendo sus, raices fuera de la libertad humana y de su circulo, represen tado por el Estado, En esto radica el origen de la necesidad deira buscar la deisién dlkima sobre los grandes asuntos cen Jos momentos importantes del Estado, en los ondclos, en. cl daimon (en Sécrates), en las visceras de los animales, cena comida yen el vuclo de los pfjaros,etcétera. Los hom bres, que no habfan aprehendido aim la profiandidad de la sautoconciencia y no habian slide de la solidez de la unidad sustancial para alcanzar ese ser por si, no podian todavia ver esa decisén en el interior del ser humano mismo. En el 28 daimon de SScrates (cf. § 138) se puede ver el comienzo del proceso por el cual la voluntad que se habia easadado més alld, vuelve sobre sy se reconoce en st interior el comien- 129 de la libertad que se sabe y es pot lo tanto verdadera. Esta bertad zeal dela idea, puesto que consiste precisamente en. dara cada momento de la racionalidad su realidad propia, presente y autoconscent,es la que atigna a una conciencia la funcién de ser la certezadsima que se determina a mis- ‘ma,certeza que constituye la cima del concepto de Yolun- tad. Esta sutodeterminacién dltima séle puede recaer, sin embargo, en la esfera dela Hbertad humana si ocupa la posi- cién de tna cima que se distngue por oy se eleva por encima de oda partculardad y condi, Sélo aes efectivamente real segin su concepto. Aprgado En cuanto ala oxganizacién del Estado es decir 29 1a monarguiaconsticucional, no hay que tener en cuenta mis que la necesdad propia de la ides todos los otros puntos de vst tie~ ren que desaparecerE] Estado debe considerrse como un grin ediicio arquitectonico, como un jeroglifice de a rzén, que se expone en la realidad, Todo lo que se refere meramente aa uti lidad a la esterioridad,etoeer, iene que ser excido del trata- mientoflosbtico. La representaciOn concibe ficilmence que el Enado es la voluntad perfectamente soberana que se determina asi misma, y que a élle compete la decisén dima; lo dificil es aprehender ese «yo quero» como persona. Esto no quiere decie ‘que el monarca pueda acre arbitrviamente, pues esti necesa- lament ligado al contenido concreto de los consejos, y la cons- situcién es sides Rimcin ve redace con frecuencia 2 asentar sa ficma, Peto este nombre que € agrega es impor sll de La cual no ve puede ie Se podkia decir que una articulaciba ‘eal cima mis 429 ca exis ys en ba bella democracia de Atenas, per iame- iatamente observamos que los griegos tomaban sus deciiones Akimas de fenémenos totalmente exteriores—de los oréclos, de Jas viscera de los animales de sacrificio, del vuelo de Tos péjaos— yy quese comporeabanfiente als naturalera como fene un poder gue es vaticinaba qué era eno parm eThombre. La astoconciencis ‘no habia a alcanzado en esa Epoca la abscraccién de la subjec- vid, todavia no habia concebido que sobre aquello que bay que ecidir debe pronuncia el hombre mismo un «yo quiero. Ese ‘70 quierov constiaye la gran diferencia entre el mundo antiguo 'y moderno, y debe por lo tanto tener su exstencia propia en el gran edifcio del Estado. Desgraciadamente esta determinacin se considera exterior y caprichoss {§ 280.3) Esta Giltima idemtidad de l vohuntad del Estado esti ‘en su abstracci6n simple y es por lo tanto indvidualidad inme- data. En su concepto mismo reside pues la determinacién de la natralidad, Por consiguiente, el monarca es esencial- ‘mente este individuo, abstraido de todo otro contenido, ‘esti destinado a la dignidad de monarca de un modo inme- iatamente natural por el nadimienta, (bs, Bate tinsito del concepto de la autodeterminacién pura ala inmediatez del ser y por lo tanto la naturalidad, 5 de naturaleza especulativa y su conocimiento pertenece por consiguiente a la flosofia logics. Por otra parte es en {ineas generales el mismo trinsto que se reconoci6 como la zaturaleza de la voluntad y que consiste en el proceso de twadadar un contenido de la subjetividad (como fin repre- sentado) a la existencia (§ 8). Pero la forma peculiar de la idea y del tensito que aqui se considera es la conven inme- diata de la autoconciencia pura dela voluntad en un vests, 430, en una existencia natural, sin a mediacién de un conteni- 4 patcla (un fin en la accion). En la lamada prucba onto- pen delaexttencia de Dive se produce la misma conver al concepto absoluto en el ser, lo cual ha constituido en 1a €poca moderna la profundidad de la idea, que en los dli- mos tiempos e ha declarado sin embargo incncebible, Pues- to quell verdad consise tinicamente en la unidad del con- cepto yh exstencia (§ 23) esto ha tenido como consechencia renunciar al conocimiento de la vedad. La conciencl det entendimiento no tiene en si misma esta unidad y per rece en la separacién de ambos momentos-de la verdad, por Jo cual silo puede admitir a ovenciaen esa unidad. Sise adu- ce que h repeesentacin del monarca resulea totalmente fami~ liar para la conciencia comin, el entendimiento persistici con mayor ahinco en su separaciOn y en las consecuencias aque se desprenden de ella pata a habiidad diceursva.y nega i que la decisin Gltima esté ligada en el Estado en y por sf (es deci, en el concepto racional) con la naturalidad inme— diata.A parti de alli se afirmari la contingencia de esa unin, yspuesto que se considerari que lo racional esa distincién albsoluta de aquellos momentos, se seguirs incluso su irra- cionalidad, con la que postetiormente se enlazan las dems consecuencias que aniquilan la idea del Estado, Agrgads. Se afima con fecuencia conte los monatcas que con co lo que ocurre en el Extado depende de la casualidad, por- _que el monatea pod carecer de tna buena instruccin 0 no valet le suficiente como para estar en lt cims, pot lo que seia absurd sficmat ls ricionaldad de ta stuacién, Peco el eror de esto estt cen que se presapone que se depende de a particuridad del caréc~ ter. En una organizacién perfeccionads,sélo deben tomarse en 431 la cambre decsionesformales, y lo tiica que se necesita es un hombre que digas» y ponga el punto sobre Ii, pues la ctma debe feta constituidi de manera tal que la particularidad del caicrer ‘no sea sigificativa, Mis al de esta decsi im, lo demas que corresponile al monara es algo que pertnece als patticulatidad, de a cual no se debe depends, Pueden existe por supuesto ci cunstancias en las que surge eta paricularidad, peto el Estado no esentonces un Esado perfectamente desartollado y no esti bien consruide.En una monargula coreectamente organitada el aspec- to objesive corresponde exchusvament ala ey. la el el monar- casélo tiene que agregace el subjetivo so quiero» § 281. Los dos momentos en su inseparable unidad la iden tidad dlkima y carente de fandamento, como determinacién entregada ala natwalezo-, eta idea de algo incommovibe para el arbitrio, consttaye la majesiad del monarea. En ests vmi~ dad reside la unidad rel del Estado, que s6lo por esta inme- diatez interior y exterior es sustraida a la posibilidad de ser rebajada ala esfera de la partalaridad, al arbitio, alos fines '¥ propésitos que reinan en ella,a ls hacha de las facciones por el trono,y al debilitamiento y destraccién del poder del Estado, (Obs, El derecho de nacimiento y el derecho heredita- rio constituyen el fundamento de la Ipitimidad, no sélo en tun derecho meramente postivo, sino ea la idea misma. Ya hace tiempo se ha hecho vale: con justia en favor del eardc- ter hereditario del trono el hecho de que con una suce- sion fjamente determinada, es decir, con una sucesién nata- ral, se previene la lucha de facciones en el momento de tener {que ocuparlo. Este aspecto es sin embargo slo una conse- ‘cuencia, si es convertido en fisdamenta se degrada la majes- 924 r 233 tad: la esfra de los raciocinios, haciendo que ella, cuyo caricter es esa inmediater carente de fimndamento y exe it~ ‘mo penetzar dentro de si se base, no en la idea del Estado aque le es intmanente, sino en algo exterior a ella, en un pen samiento diferente, como, por ejemplo cl bienestar del Est doo del pueblo, A partic de estas determinaciones se puede por cierto conchuir el cazicter hereditario del trono sir~ viéndose de vérminos medios, pero puesto que otros termi- nos medios son igualmente admisibles,se pueden tashbién deducir otras consecuencias,y es demasiado conocido qué consecuencias se han extsaido de ese bienestar del pueblo (salut du peuple). Por eso, silo la flosofia debe considerar Ia majestad de un modo pensante, porque todo otro modo de investigacién que no sea el modo especulativo de la idea infnia, fondada en si misona, elimina en y por sila nate Jezs dela majestad, El reno elective pazece ser la representa cién mds natura, es deci, la unis proxima a la superticalidad del pensamiento, Puesto que el monarca tiene que oct parse de los asuntos y de los intereses del pueblo, habria que dejar entonces a éste la eleceién sobre a quién encomen- darie la atencign de su bienestar; s6lo de este mandato su gira el derecho de gobernur. Esta posicion, asi como la del ‘monarca como funcionario supremo del Estado o la de wna relacién contractual entre él y su pueblo, proceden de lz comprensién de la voluntad como capricho, opinién y a%bi- trio de la mulitud, Esta determinacién, como ya se ha con- siderado,rige de un modo fundamental en la sociedad civil, 6 mis bien quiere hacerse valer en ela, pero no es el pri cipio de la mila ni maucho menos del Estado, y se opone ala idea de la eticidad. Que €l teino electivo es por el con- ttario la peor de las intitaciones se desprende inclu F cl raciocinio absteacto de sis conseaiencias, que pars él serin silo posbles © probabes, pero que en realidad residen esen- cialmente en esi institacién. En un reino electivo, la natu- raleza de a situacin porla que la voluntad particular se con- verte, en Gltima instancia, en lo decisivo, transforma la constituciOn en tna capitulacin electoral, es decir, en una entroga del poder del Estado la dscrecién de la voluntad particular, de la que surge la tansformacién de los poderes particulates del Estado en propiedad privada, el debilita- ‘miento y la péedida de la soberania del Estado, y por con- siguiente la disoluci6n interior ye! aniguilamiento externo. Agrgada Sis quiere speehender la idea del monarea,n0 hay que ‘confarmane con decir que Dios lo ha nombrado, porgue Dios ha hecho toda, incluso lo més malo.Tampoco se lega mis lejos desde el punto de visa de Is urlidad,y, por otra pare, sems pueden sefialare inconvenientes. Tampoco sirve considerar al rmonarea como derecho postive. Que yo tenga propiedad es nece- sario, pero exa posesién paticula es consingenteslo mismo ocu- sre con el derecho de que algsien ocupe un gar supremo, cuan- do es consderido de una manera absractay postiva Ese derecho, cen cambio, existe en y por sf como wna necesidad sens y como necesidad dela cost, Los monarcasno se distinguen por su fuer za corporal ni por el espititu.y sin embargo millones se dejan dominar por ellos, Ahora bien es absurdo decir que los hombres se dejan gobernar contra sus intereses fines y propéstos, pues ro son tan tonto es ss propia necesdad, es el poder incerno Jn idea lo que los obliga, incloso conta su conciencia aparent,y Jos mantiene en esta stuacién. Asi, pues, sel monatca ta como cumbre y parte de la consi a, hay que declarer que sun pueblo conguistado no ene en la consttacin su identidad $4 r on 4 principe. Una sublevaciéa en una provincia conguitads es algo disino un evantumients en un Esado coregamenteomga- nidhdo, Los conguistdos no e sublevan conta sis principe, no cometen ningin deli de Estado, pues no estin con ss sores en la conesin que eaablece ls idea, no se mantenen con ellos en 4a necesidad interna dela constitacién;lo que existe ee xélo un contrato ¥ no un nexo politica sfene sus pas votre prin, f sis votre matter, respondié Napoleén als diputados de Erfurt § 282. De la soberanta del monarca se desprende el deerho de graciaa los delincuentes, porque s6lo 2 ella le corresponde la realizacién del poder del espiritu, por el que lo sucedido se convierte en no sucedido y el deito se aniguila en el per- don y en el olvido. Obs. El derecho de gracia es uno de los mayores reco- nocimientos de la majestad del espicitu. Este derecho per= tenece por ota parte ala aplicaciones o relejos de las deter~ rminaciones de tna esfera superior en una precedente, Tales aplicaciones corresponden sin embargo a las ciencias par- ticulares, que tienen que mangjar su objeto en su circuns- tancia empirica (cf. § 270). Entre tales aplicaciones figura también el que las lesiones al Estado en general 0 a a sobe~ sania, majestad y personalidad del principe se subsuman bajo el concepto de delito que ha side tratado previamente (6 95 2 102),y que sean incluso sefialadas como los mayores delitos y que se extablezcan procedimientes especiales en greg. La graca ex ol perdi del castigo que no elimina sin embargo el derecho Ese por el contro permaneee,y el dln coente sigue siéadol igual que antes. La graca no significa que 435 no se hays cometido un dling. Eta eliminacién de le pera pue~ de ener lugat en ls eligin, pues el espriea puede en el espe coavertr lo nicedido en no sucedido. Pero si ha sucedido ea'el mundo tiene su lugar Gnicamente en la majestad y s6lo puede incumbirl ala decsin inmotvada § 283. El segundo elemento contenido en el poder del p cipe es el momento de la partiauaridad o del contenido deter- ‘minado y su subsuncin alo univers En cuanto recibe wna cexistencia particular, son individuos y cuerpos consultivos superiores quienes presentan a la decisién del monarca el contenido de los asuntos de Estado y de las disposiciones legales que resulten precisas a partic de las mecesidades exis- tentes, con su aspecto objetivo, es decir, con las razones para la decisibn, a leyes que se refieran 2 ellos, las circunstancias, ctcétera. La elecci6m de las personas que realizan esta tareas, Jo mismo que su remocién, coreesponde al slimitado atbi- trio del monarca, puesto que estén en relaci6n con su per- sona inmediana § 284, Puesto que lo objetivo de la decision ~el conocimiento del contenido y de ls circunstanciss, los fundamentos legales yy de oto tipo es lo tinico susceptible de responsabilidad, cs decir, de aftontar una prueba objetiva, y puede por lo tanto corresponder a una instancia atesora diferente de la voluntad personal del monarca, estos individuos y consejos consultivos son los tinicos que estin sometidos ala respon~ sabilidad. La majestad propia del monarca,en cuanto subje- tividad que decide en iltima instanca, esté en cambio por encima de toda responsabilidad por los actos de gobierno, — 4285. Bl tecer momento del poder del principe concierne 4 universal en y por si, que en el aspecto subjetivo existe Gra conentia del monarcay en el objetivo en la totlidad de Ia constitu y en las lees. El poder del principe supone por fo tanto los ores momentos lo mismo que los otros lo supo- neta dl § 286.La ganontia objtos del poder del principe, de I suce- ‘on legitima por la herencia del trono, etcétera, xes aque esta esfera tiene una realidad separada de los otros, ‘momentos determinados por la raz6n, los cuales también tienen a su vez los derechos y deberes que corresponden a sa fuscin, Cada miembco, al conservarse por si, precist» ‘mente por es conserva alos dems en su peculiaridad den- ‘no del organismo racional. ‘Obs. La constitacién mondzquica que ha evolucionado hhsta alcanzar la sucesin hereditaria del ono por orden de primogeninara, etorna as al principio patrarel del que ha urgido histéricamente,pero en una determinacién mis le- “ada, como cumbie abgoluta de un Estado dessrollado orgi- nicamente. Este es uno de los mis tardios resultados de la histori, de suma importancia para la libertad patlica y Ja constitacién racional, unque, como ya se ha sefalado, si bien elo respeta se Jo comprende en cambio muy poco, as antiguas monarquias feudales y los despotismos mzes- ‘gan en ha bitoria una sucesion de sublevaciones,violencias parparte de los pxincipes, querrs interiores, derrocamien- tos de reyes y dinastias, con la consiguiente desolacién y des- truccién general, tanto interior como exterior, porque en eas condiciones I divisi6n de los asuntos del Estado, cuyas partes son adjudicadas 2 vasallos bajas, tcéter es slo meci- 87 nica y no consiste eh una diferencia de la determinacién y 1a forma, sino simplemente de mayor o menor poder. Por 50,al conservarse, cada parte se conserva y produce silo as ‘misma, y no al mismo tiempo alas otras, Cada una de elas siene en sf misma todos los momentos y se convierte en. auténoma e independiente. En la relacién orginica,en la aque lo que se relaciona no fon partes sino miembros, cade ‘uno de ellos conserva a los otros al cumplir su fimcién en su propia esfera; la conservaci6n de los oto: miembros es un fin sustancial para la propia conservacién, que es al miso tiempo un producto de aguélla Las garantat que se recla~ ‘man para la esabilidad de la sucesién y en general del poder del principe, para ia jusicia, la libertad pablica etcérea, ls proporcionan las institucones. Como garantis subjetivs pue- den considerarse el amor del pueblo, el carictr, el juramento, el poder, etcétera; pero si se habla de constituién, de lo Gni- ‘co de que se trata es de garantias objetias, es decir, de las ins- ‘nuciones, los momentos que se limitan y condicionan de ‘un modo orginico, La ibertad pablica y el caricter here se ili eee en odo Fogo Pen ene la Been = ee ona fe ebro por Napa Y fa Fle a cambios open ct db en ens gece 2 pee En Ed Me es eon once gender Base compan coma cane subset we an be or ce sab 8 a eee ene come ea eck 41 fuerza del Estado Fl gobierno se encuchtri aqui con intereses que deben ser rexpetidoey en la medida en que la administracin slo puede promovedos, pero al mimo tempo tene que tenerosnect sariamente en cuenta, lindviduo encuentra cl apoyo parse ejet= cicio de sas derechos, y une a su interés particular ala conser ‘cin del tod, Desde hace alin dempo la organizacion se fetta siempre desde ariba, y ésa es la preocupacin principal, pero lo ‘de mis sbajo,lo que en el todo tiene caricter de masa, ha sido facidmentesbundonado. Es sin embargo de la mayor importncia aque 2 vuelva algo orginico, pues sélo as es fuerza y poder; de Jo contrario no es mis que uns multiad, una cantidad de toms esintegrados. El poder legtimo sélo se encuentra en la condi cin onginica de bs esfeas parculares, {§ 291. Las tareas de gobierno son de naturaleza objet, ya decidida por si segtn su sustancia (§ 287), deben ser rea- Tizadas por individuos. No hay entze ambas cosas ninguna ‘unién natural inmediata, por lo que los individuos no extn destinados a estas taess por su personalidad natural o el naci- siento, Para su designacién, el momento objetivo lo cons- ‘ituye el conocimiento y la prueba de su capacidad, prae~ ‘ba que asegura al Enado el cumplimiento de sus necesidade, ‘yal mismo tempo, por sera tinica condicion, segura a todo chudadano a posibiidad de integrar la clase universal. {§ 292. En la eleccién, nombramiento para un cargo ¥ auto- rizacién para conducir las funciones piblicas de este indi- ‘viduo entre muchos otros, hay siempre un aspecto subjeti- ‘vo, puesto que aqui, y2 que lo objetivo no reside en la sgenialidad (como, por ejemplo, en el arte), hay necesaia € indeterrninadamente muchos, entre los cuales la prioridad no 440 483 ¢s absolutamente determinable, Esta unién del individuo y del cargo, por tratarse de dos aspectos que munca estin liga ds de un modo necesirio, corresponden al poder del prin- cipe en cuanto poder saberano y decisvo. § 298, Las fciones particulaes del Estado que la monar- (gia confia a as autoridades consttuyen una parte del aspec- to objetivo de la soberanta inherente al monarca. Su difren- cia determinads esti dada por la natualeza de la cosa, y domo la actividad de las autoridades es el cumplimiento de un deber, su funcién es también un derecho-que se sustrae a Ja contingencia, §.294.E] individuo que por medio de un acto soberano (§ 202) esti ligado a una funcién pablica tiene como con dicién de fa unién en que se halla el camplimiento de su deber, de lo sustancial de au relacion. En esta unin balla 4,como conseavencia de eta relacién sustancial, su rigueza y luna segura satisfacci6n de su particularidad (§ 264),y I ibe reién de oa situacién exterior y de su actividad oficial de toda otra dependencia o influencia subjtiva ‘Ole. EI Estado no cuenta con prestaciones asbitrarias y caprichosas (tal como, por ejemplo, la justicia que adminis- tzabaa los cablleros andantes),precisamiente porque son arbi- ‘earls y caprichosas y hacen depender su gjecucion de cri~ terios y fines subjetivos. El extremo opuesto al caballero andante respecto del servicio del Estado serfa el del servidor ue estuvieraligado a su furncién meramente por necesidad, sin ua verdadero debere igualmente sin derecho. El servicio el Estado exige, por el contrat, el sacrificio de la arbitra- tia y personal stisficcién de fines subjetivos, y da justamen te por ello el derecho de encontraza en el cumplimiento del deber, pero sélo en él.En esto reside, desde esta perspecti- va, aunién del interés general y particular que constitaye la solidez interna del Estado (§ 260). La situacion del funcio- aario no constituye una relacién contractual (§ 75), aunque cesta una doble confotmidad y una prestacion de ambas par- tes. Quien presta el servicio no es nombrado para una pres taciéa singular y contingente, como el mandatario, sino que greg. Ente las falas concepciones del Estado esti la geter= ‘ion de excuir alos miembros del gobierno de los cuerpo eg Jatvos como lo hizo a Conveneién Consttuyente. En Inghtera Jos ministos tienen que ser miembros del parlamento lo cual es correct en ls medida en que quienes partcipan en el gobiemo tina consigo en la libertad, es de un modo igualimente esen- cial er-porst, que ha recogido on sila diferencia existente y & por lo tanto excluyente.En esta determinacién el Estado te- ne individualidad, que existe esencialmente como individuo y-esen el soberazo un individuo inmediato y real (§ 279) 19322, La individuatidad, en cuanto exclayente ser-pors, apa rece como relacén con otos Estados, cada uno de los cuales es auténomo fente a los dems. Puesto que en esta auto~ noma tiene ou existencia el se-por-st del espiritu efectiva mente real, ella es a primers liberad y Ia honra mis eleva ch de un pueblo. ‘Obs Aquellos que expresan el deseo de que una colee ‘ividad que consticuye un Estado mis 0 menos auténomo y 415 tiene un ceo propio abundone ete nile ys toon 2a para frmit con ota una nueva toca, ben poco de a nature de una clecvdad y del ong i oe ze un publ porsuindependencia Hl primer pode pel cual os Esadossurgenhistrcaments es steno, aungue se totalmente abracta no tenga ning des. roll interior. Pr eso coreponde a te fenmeno pe tmario que un indiduo ean ent un panera ee de un clan, etcétera. » “ § 323.Ba a vit pee a eta reacin negatin o- Sig del Esado come relaion de ow con oe, com 10 nega fes algo entero. La exitenca de en ele cién egativa tee, orl nto a forma det ceder Yun entelszae con acontecinienossecidewees ee Provienen delete Peo en ela 2 propo ie eno rome tnt come eds ee Wo fio contenido en 2s el apecto por el cali tani, en cuanto poder soto ente oo To nd dual y pia, fete ala vid ia propiedad soe dere. chos como fete ls demi clon eleva mad de toss Ts exieia ya concienca, § 324, Esta determinacién, con la cual el interés y el dere= cho del individuo es puesto como un momento que des parece, ¢s al mismo tiempo lo posit, es decir, la indivi- ualidad que no es contingente y mutable, sino que existe fn y por sf, Esta stuacion y su reconocimiento es, ps lo tan to, el deber sustancial del individuo,el deber de mantener, con el peligro y el serifcio de ss propiedad y de su vida, de su opiniéa y de todo aquello que esi naruralmente com- 46: reno en clio de a vida ct individual su are independency sobeani del Estado, Se gehen cflealoequivecado cuando al exigi exe elfen te bace eferencia al Estado slo en elsenido Sr itndad coe consider como a Gs la - sede day de popild de os iniduo, pus rad no pede leanzane con ol ecco de agclo seep er pum, sino mis en fod lo conta al gusta de nda ide momen ich de tag, sus no debe coms como un mal absoito weer os mer contingenci exterior que ene sn vaeryescontngeate- en culgue com,en pasion de Jor poderosos o de los pueblos, en ls injusticas,y em gene- = raljen lo que no debe ser. Por lo que respecta a la natura~ Teza de lo contingente, hay que sefalar que lo contingente se encuentra con To contingente ¥ que en este destino radi- a precisamente la necesidad; por otra parte l concepto Y ta Blosofia hacen desapazecer la contingencia y reconocen tenella, rebajada a qpariencia, a esenca:Ta necesidad. Es nee- Sario que lo finito ~posesion y vida sea puesto como con~ tingente, porque ée ex precismente cl concepto de lo fini- to. Esta necesidad tiene por una parte la figura dela fterza taural; segin ella todo lo Gnito es mutable y perecedero, En i entidad ética,en cambio, en el Estado, este poder le es sustraido 2 la naturaleza y Ia necesidad convertida en un tSbea dela Iiberead y elevada a un nivel érico.Aquela muta~ tilidad deviene una transformacién queriday la negaividad subyacente se convierte en la individualidad sustancial pro- pia de la entidad ética ‘La guerra es la situacién en la que se toma en serio la vvanidad de los bienes y de las cosas temporal, que en ott 17 circunstancias no es més que un discurso edificamte,y ¢s por ello el momento en que laidealidad de lo perticulr adguie- te. deh y deviene realidad, Tiene la suprema sgnitica- cién de que, por sa intermedio tal como le he expresado en otto lado, dla silud ética de los pueblos es mantenida indi- ferente frente a la solidificacién de las determinaciones fini- tas, asi como el viento preerva al mar de la pereza ea que ‘aetia con una permanente quietad, lo mismo que los pue= ‘los con una paz permanente o mis ain eterna,” Nie ade- late se veri que esta idea as slo filos6fica, o como se se~ ‘Ye expresar, es una justificacién de la providencia, y que las guerzas reales necesitan ain otta justiicacién, (Que Ia ideatidad que aparece en la guerra como una relacién casual hacia el exterior y la idealidad segin la cual 10s poderes internos de Estado son momentos orginicos del todo, son tna y la misma, se muestra hstéricamente entre comas costs en el hecho de que guerra favorables han impe- dio dsturbios interioresy consolidado el poder interno del Estado. El hecho de que pueblos que temian 0 no podisn soportar la soberania interna hayan sido sojurgados por ots, ¥ que cuanto menor el éxito y el honor con que supieran luchar por su independencia, menores fueran sus posibili- ddades para llegar en el Smbito interior ala institucién del poder del Estado (su ibertad habia muerto en sa temor por ‘morit)el que Estados cuya garantia de independencia no se ‘basa en el poder de las armas, sino en otros respectos (como 16. Ole ews Berne Netra ‘modos de tratamiento cientifico del derecho natural}. Ea. des ‘Sr Rehiptbop on ocry we owls dal decd Lak ‘son, 1923, p. 369. cea | i ‘| 518 Jos Estados desproporcionadamenté mis pequefios que sus vvecinos),puedan exisie con una constitucion que no garan tiza la seguridad ni interna ni externa, etoétera, son fen menos que se relacionan com lo anterior Agreed En épocas de paz we etienden os mites del vida civil Yala lag exo tiene como consecuenca que ls hombres eh dan envi Surprise wen aver mil day osfcadas. Pero pars a slud es necesariaTaunidad del ds po ycundo ls miembros se endurecen yest presente a verte ‘La pez perpentaha sido preventada con frecuencia como an ideal al que los hombres deberan tender. Kant proputo en ese sentido 1a federacin de prncipes que ejecieralafanci6n de bio en las desavencncias entre lot Esrados,y Ia Sant Alianza tents apr>- stimademente es finalidad, Pero el Estado es individu y en la individaaidad est contend etencalmente ls negacién, Por lo fese constitu una fala con dversos Estados, eta in, en cuanto individualida, ended una nueva oporicin y cengendraré un enentiga De las guerns os pueblos no s6loslen fortalecidos, sino que también naciones que en sf aismas son incompatiblesconquisan con ls guerra exterior la pa intern. La {goers tae insegurdad ala propiedad, pero esta insegucidad veal fo ends que el movimiento necessro, Desde el ppt se habla ‘mucho de la vandad,inseguridad inesabiidad de as cosas ex pores, pero por mis conmiovido ques ext todo el mundo en Suen conserva lo saje-Y si eta inseguridad se aparece reaimen- te en la forma de hisates con recientes sabes, ya cosa xe vuelve seria, el esprta canmovido y edificante, que mucho hablabs de antemang, se vuelve en maldiciones conta los conquistadores 'A pear de ello as gueras ienen lugar cuando corresponden 2 lz ‘naturaleza de la cosa misma. Los camps welven a orecer y Iss 419 babladurias enmudecen ante laseriedad dela epeticiones de ba §,925. El sacrificio por la individualidad del Estado es a con icin sustancial de todos y por lo tanto un deer general pero al mismo tiempo, en cuanto consttuye el lado de la ideal dd fente al realidad de la existencia particular, deviene él ‘también una relacién particular, ala que se consagra tna cla- se determinadala clase del velor militar § 326. Las desavenencias ente los Estados pueden tener como objeto algin aspecto partauar de su relacién; para estis dese venencias esti findamentalmente destinado el sector part- ular del Estado dedicado 2 su defensa.Si,en cambio, ei en peligro el Estado en cuanto ta, su independencia, el deber cconvoce a su defensa a todos sus ciudadanios. Cuando la tota- lidad es asi convertida en fuerza, arrancada de su vida inte rior y proyectada hacia el exterior, la guerra de defensa se ‘wansforma en guerra de conquisa (Obs, La necesidad de que ha fuerza armada del Estado wan efnito permanente y su destinacién a la tarea particular de la defensa del Estado conformen una clase especifca, es Ja misma necesidad que hace que los dems momentor,inte- reses y funciones se unan y den lugay a las clases politica, comercial, industrial, eteStera. Fl rzzonamiento abstracto, que flactéa siempre entre una razén y ot, se pierde en con: sideraciones acerca de las ventajas 0 desventajas de la intro ucci6n de un ejrcito permanente, y la opinign se decide ficilmente por lo timo, porque el concepro de la cosa es ns dificil de aprehender que los aepectos exteriores y sin- gulares. Ademis, los intereses ¥ los fines de la particulari- dad (Jos costos, con su consecuencia, mayores impuestos, ‘eteétera) son mis estimados en la conciencia de la socie~ dad divil que lo en y por sf necesario, que vale asi sélo éomo ‘un medio para aquellos, §.327.El valor es por si una virtud formal porque consiste cena suprema abstraccién que hace la Iibertad de a vida y de todo fin, posesion y goz0 particular. Pero esta negac\s acontece de una manera real-xtcrar y puesto que st. ae rorizacién, en cuanto gfecuién,no es en si misma de nata- raleza espiritual el sentimiento interior puede tener diver- 40s fundamentos y sx resultado teal puede no ser pars, sino slo para otros. Agrgado. La case militar esa case de la universaidad, af que comresponde la defenss del Enado,y que tiene el debe de levar Iajdeaidad en misma as existences deci seeiicase El valor 1 por cierto muy diveso.El core de animal o del bandolero,¢l ‘lor teferido al honot el valor de los cablleros, no son todavia ss formas verdaderas, El verdadero valor de los pueblos civilza- os reside en Is disposcin a sariicase al servicio del Estado, ‘como que el individuo s6lo es uno entre muchos. Lo importan- te no es ag la alenia personal, sino la imtegraen en lo uni vera En a Indi quinentos hombres venciron svete mil que ‘no eran cobards, pero que no tenian la disposicién de actae en ‘ezrechaunidad com los demis {§ 328. El contenido del valor, en cuanto sentimiento,resi- de en el verdadero y absoluto fin Gltimo, en la soberai del Estado, La efectiva realidad de este fin como obta del valor se obtiene por mediaci6n de la entrega de la realidad per- > a 481 sonal Esta figura contiené por tanto le dea de las con tzaposciones mis clevadas a engoucién misma, pero como estes de a bertadla suprema astonorna del ser por aya existencia esta mismo tempo integada en el meci- sismo del sewicioy de un orden extra; la obediencia total yyla renuncia la opini6ay el riiocinio propios, I auen- t,porlo tant, del propio esprit, junto con la mis inten siva y abarcadora presencia momentinea del esprita y de Ja resoluciénsel comportamiento més host y personal con- tra los individuos, que coexist con un sentimiento total rente indifereate, ¢ incluso bondadoso, ante ellos como individuos, (Obs Arricsgar la vida es por cietto algo mis que sim plementetemer la muerte pero es mismo tempo lo men- riente negatvo y n0 tiene por lo tant por ninguna dete- sminacin ni ningin valor Lo posvo, el fin y contenido, to que daa esa valentia su sigaiicacion. Ladrones,asesnos ~cuyo fines el dalton, aventureros que tienen wa fin cons truido por su propia opinié, ecétea, embiéa tienen ls valentin de arriesgarla vids El principio del mundo moder- nel pesamient lo nivel, ba proporcionado al valor la figura mis elevada por la que su exteriorizacién parece ser ‘mecinica y no la accibn de una persona en cuanto perso- 1a parti, sino en cuanto mionbw de un todo. Del mismo ‘modo, el valor no se dirige contra una persona individual, sino contra un todo hosti,con lo que a valentia personal no aparece como algo personal. Por ello ee prinipio a inventado el arma de uggo,y noha sido su descubeimiento casual lo que h Hevado de tna forma personal del valor a su configuracién abstract 481: 45329, El Esado tiene una direcciér hacia el exterior por e hecho de que es un sueto individual Su relcién con los ottos Estados recae, por lo tanto, en el poder del prisipe; a lle coresponde inmediata y exclusivamente comandat lis fuerza armadss, mantener relacones con otros Estados por ‘medio de emnbajadores, concertar la paz, declan la guerra yy eelebrar otros tratados sos tn pei ponent ual poder del principe el que ve ncaa dea eacionesexe- rioes, Donde hay consiacions representatives puede suri a cust des no conrsponde as sambles decid a gues o 1a paz en todo cso conservarin su inuencia,em expecta en to que se refer os mediosrancers En Inger por cem- ‘lo, no puede mantenerse ninguna guerra impopule. Peo se ‘isn quelospracpesy los pines tin omens pao- es en aor media ques cima. se besa, porlo ant deer cen manos deus nas la deci sobre a gue yap, debe recotduse que con Secuencia naviones en su eoajunto se han consiamdo yan sid vedas de ss pions mis que su pi ips. En Inghtera,en mis de un cas a wotaidad del pueblo ka instado a a guera, y los minstos se han visto de ciewta manera cbligadosemprendera La popuaidad de Pi provio de que supe enconzalo quel nacién queria nese momenta Sto es pués sung el eniamiento de la concienia que considers que Ja guerra era inl innecesi.y que hab sid emprendia sin calelarlor medio de que se dispons. Adem, stad et en relaciéa no so con tne, sno con muchos Esados, ye dest rrllo dees reacions ean dicado gue slo puede ser mane- jad dete ls cumbre tt in ata eali 483 B, DERECHO POLITICO EXTERNO 5 330.El derecho politico extemo surge de las relaines entre Estados aut6nomos. Por consiguiente, lo que es en y por si recibe en &l la forma del deter se; porque depende de dife- rentes voluntades sobravias que sea efectivamente real Agra Los Estados no son pesons prvads sno toaiades tas indepedicnesy pero eli noe porlo nto una tneredacin mono de derecho prvadoFecuertemente se ha querdo considera os Estados de ete Gkimo modo, peo debe sefalane qu bs penoas prvadas enen por encima tn tibunal ‘aya fancia es ealizr lo que es ens de derecho, siaacion que ose presenta cnt los distintos Esades. a eft ls elicio res ene Estados deben ser justas,y lo que eens debe tener poder en elémbio mundial Pero puesto que no exit wn poder 4e oe tipo que pueda decd fen a los Estados qué 0 jus ro yhacer complicit decisin ce permanece necesriacnene ea cl deber ser La relacibn ent Estados 6 na elas ent ele= ‘mentor independienes que esiplan ene s.peco al mimo Gem- po ein por encima del exipalado, {§ 331. Fl pacblo es, en cuanto Estado cl espirtu en su raco- nalidad sustancialy en su realidad inmediata, y por lo tan- 10 el poder absolut sobre la tena. Como consecuencia de cllo un Estado tiene frente a ot una autonomia sobera- na, Seren cuanto tal pare ls ote, es decir, ser econeide por cellos es su primera y absoluta legtimacin. Pero al mismo tiempo est legitimacién es sélo formal, la exigencia de reconocimiento del Estado simplemente porgue es un Esta- does abstracta, De su contenido, su constitucién, de I situa i o ye i ci6n en ques halls, depende que fea ono italmente un cxnente en y porsi el econocimiento en cuanto ne una idenidad de ambos, ve bas pues trbién en sony la vlontad el ot ‘Ob St como el ndviduo no es una person rel sia la relacin con ots persona (§ 71 y oo), a tampec

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