A LA CARCEL TODO CRISTO!

Narra la historia de o Ambrosio un irlands que lleg de Espaa a Lima, para

realizar la labor de mercachifle, es decir de vendedor. Como a l no le gustaba
este oficio decidi partir para Chile y all lo ayud a conseguir un trabajo mejor, un
mdico irlands. Se present como ingeniero delineador.
A raz de un ataque de los indios araucanos, el Capitn General decide formar
una compaa de voluntarios extranjeros para defenderse de ellos y pone a
Ambrosio OHiggins como jefe de la misma. Logra tan buenos resultados que
empieza a ascender, hasta que es nombrado Virrey del Per. As llega a Lima, don
Ambrosio OHiggins.
Este Virrey tuvo que enfrentar una poca de robos, escndalos y asesinatos.
Para ello decidi promulgar una norma, en donde estableca que toda persona
que fuera encontrada en la calle despus de las 10 de la noche, hora en que
empezaban los laberintos, seria llevado a la crcel. Llam a sus cinco capitanes
para que hicieran cumplir lo que l haba ordenado.
Una noche, OHiggins decidi salir a ver si es que efectivamente se estaba
cumpliendo la ley, se encontr en el camino con dos de sus capitanes que al
reconocerlo lo saludaron y lo dejaron ir, sigui caminando y se encontr con los
otros dos, que tambin lo dejaron ir. Pero a las dos de la madrugada se encontr
con el Capitn Juan Pedro Lostanau. El virrey se identific y el capitn le contest
que en la calle l no conoca a ningn virrey y que la ley era para todos igual. Lo
llev a la crcel de la Pescadera y tuvo que pasar la noche all, como cualquier
otro preso. Al da siguiente los otros cuatro capitanes fueron destituidos por no
haber arrestado al virrey y los que los reemplazaron fueron ms enrgicos y con
eso se pudo acabar con los robos y asesinatos.
El ttulo es debido a que una vez en un pueblito de Andaluca un grupo de
pobladores vestidos con tnica nazarena salieron en procesin llevando al hombro
una pesada cruz de madera y uno de ellos a propsito, empuj a otro. Este ltimo
sac su navaja y comenz a atacar, los dems devotos se olvidaron de lo que
estaban haciendo y se agarraron a cachetadas y pualadas hasta que lleg el
alcalde y los envi a todos a la crcel.