Está en la página 1de 1

Para alguien que estudia los mitos en su funcionamiento cultural

(arqueologa de la psicologa, como alguien los denomin), no debe


resultar extrao apologizar el caos frente a la obsesiva atencin imperante
por el orden. La sabidura instintiva fue asociada, en su momento, con el
descontrol (el dionisismo culpable que tiene que ser desterrado por la
moral). La negacin de tal fuerza dionisaca, sin embargo, ha hecho que la
directriz apolnea presente en nuestra cultura haya creado tambin
alienacin. La embriaguez clsica debera considerarse una fuerza
complementaria (su expresin es una diferente forma del ser). Propia del
caos es la fuerza de autorregulacin (su negacin-represin fructifica en
infelicidad). Su ideal de autenticidad, atendida en determinadas tradiciones,
como la taosta (conciencia reprimida freudiana) nos hara partcipes de los
ritmos naturales, que no son propios de la educacin, ni de las regulaciones
moralistas, sino del Ser mismo. No siempre la represin o la norma
impuesta (prohibiciones y obligatoriedades por doquier) dan buenos
resultados como reguladores sociales. La obsesin por el control
mecanizante de los paradigmas oficiales y sus causalidades eficientes ha
cercenado (o limitado) la expresin de creatividad. Por tal motivo,
apuntara que el caos puede ser de ayuda. Hasta algunos proyectos
educativos empiezan a valorarlo (por ejemplo a travs del arte). En la
experiencia de internet, por ejemplo, confluyen variables de un sistema
abierto, catico y creativo (que se organiza a s mismo a travs de la ley de
la creatividad, de la autorrealizacin y de la renovacin grupal y sus
acciones estimulantes) y, por tanto, se mantiene a s mismo. Es decir, el
caos se renueva permanentemente a travs de su funcionamiento, y gracias
a la complementariedad, observacin y cooperacin, que son dinmicas
propiamente humanas. As, entonces, el cambio que puede propiciar el caos
depender de las personas (no de las estructuras de poder). Y es que ya se
sabe, Dios cre al mundo pero el demonio lo institucionaliz

También podría gustarte