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TAURUS ‘urante Ia segunda mitad del siglo xx estamos aslstlendo a lun auténtico triunfo dela democracia,Los principales re ‘gimenes anticemacraticos ~comunista,fascista, naz han desaparecido, y en todo e! mundo surgen, con mayor © ‘menor pujanza, nuevos gobletnos democrstices.En Lademacraca, Robert A, Dahl uno de los mas destacados tedricos politicos de nuestro tlempe, pore a dispasicién del lector una eguia» accesible yy completa de Ia deiocracia, nla que asclarece su significado, Geterminande la medida do su valor y haciéndonos ver cémo funciona y los retos con que habra de enfrentarse en el futuro Robert Dahl comienza trazando un panorama de los or vorecer ya tiempo, dafiar a la democracie y concluye con un ‘examen de los principales problemes a que habran da enfrentarse Jos paises democriticos en al siglo x4:la craclente complejidad diel orden econdmico ia internacionalizacién la dversidad caltaral Yla dffeukad de alcanzar un nivel adecuado de competence ‘Gudladana, Uniibre que na debe faltar an la bibligteca de ningtn cludadano que se interose minimamente en la politica de su tiempo. «Una imprescindible guia de le democracia que todo etrmundo deberis leer EI mejor Dahl MMICHAELWALZER Institute for Advanced Study UNIVERSIDAD DE CHILES a la een bas a ee Roserr A. DaHL LA DEMOCRACIA UNA GUIA PARA LOS CIUDADANOS Traduccién de Fernando Vallespin Os58s TAURUS: PENSAMIENTO a eo ae “Tito oniginal: On emooiey © 1998, by Yale Unversity © De eu edicida, 1999, Aguiar, Ake Tacs, eases 2860. (1497) Buceos Ames © Sollee S.A. Forreleguina 60 28083, Madi, Epa # Aguiae, Aes, Tones, Aléurayea, SA de CH tas Liniversidad 767, Col el Valle, 5100, Méxica © aliciones SamuTtana 8. Cale $4, 1023, Bogotd. Colombia = Sanailana SA. ‘aed Sun Fetipe 781 -Jeste Marin, Lima, Bors « Biiciones Sunciians $3, Javier de Viana 2350. 11200, Moneevideo, Uraigiay “Aguilar Chilena de Ediviones Lic, Dr Antal Ariaiy 1444, Posidenci, Sentisgy cle Cie, Chie eid snillana de Ediciones S.A. Pe ee ‘Avenid Arce 2438, Barrie de Sfious, La Par Bola E CDMIENZO + Santina SA, Pricer Carlos Angtello 288, Asuncn, Paraguay TE Dondle yeGmose inicis el desarrollo de la demoeracl ‘Uns breve histori, srstesrenernesrniucian TT, Qué queds por delanwe? pene 5 scesitarmos renin ISBN: €505 14825 Bisohe de ewhioree Dep Cais Sonia Sinebion Foingrafie Alonso Zebiag Secunoa Pare DewOCRACTA 1OEAL Hecho el depésit que sndiea la Ley LTE IDEAL Iinpresi en Angensina Pina i Agente Pare Por qué la demacraci pest tue Vi. Por qué ta igualdad politica? I. Igualdad intefnsees VIL. Por qué ta iguatdad potitica? TL, Competencia cisien Thin ndash ‘Tracers PaRre, Toupublecin nope ‘ep fo DENOCRACKA REAL sr negacad enw trams per iene VIL 2Qué instiuciones politicas requiere Spor eng tia et, ‘una democraciaa gran escala? .... Seiya oman leno, wp. IX. Variedades I: Democracia a dlistintas escalas. ua Scrieteae X.Variedades Il: Constituciones....... eee aioe ee XI. Variedaddes If: Partidosy sistemas electorates Bt ‘Cana Pane CCoNDICIONES PAVORAULS YBESFAWORABLES NIT. Qué condiciones de fondo favorecen la democraci XIII. :Por qué el capitalismo de mercado favorece aia lemocracia? XIV. :Por qué el capitalisino de mercado datia lademocracia? je inacabaclo XV.El Apéndice A. Sobre sistemas electoraies Apéndice B, Acomodacién politica en paises divididos cultural y étnicamente Apéndice C, Una relacién de paises: Notas Lecturasadicionales: Reconocimientos indice Carituto I ‘STAMOS REALMENTE UN Pee del siglo xx, el mundo fue testigo de un cambio politico extraordinario y sin preceden- tes. Todas las principales alternativas a la democracia, o bien desaparecieron, o se transformaron en residuos exdticos, 0 8¢ retiraron de la palestra para encerrarse en sus titimos balua tes. En anteriores periodos del sigio, los enemigos premoder- nos de la democracia —la monarquia centralizada, la aristo~ cracia hereditaria, Ja oligarquia apoyada en el sufragio restrictivo o exclusivista— ya habfan perdido su legitimidad a Jos ojos de gran parte de la humanidad. Los principal menes antidemocraticos del siglo el comunismo, fascismo, nazismo— desaparecieron en las ruinas de una guerra cal mitosa 0, come la Union Soviética, colapsaron desde dentro. Las dictaduras militares habfan sido bastante desacreditadas por sus fracasos, particularmente en América Latina; alli don. de consiguieron sobrevivir, adoptaron una fachacla pscudode- mocratica ¢Habfa al fin ganado la democracia la disputa por el apoyo del pueblo a lo largo y ancho del mundo? Dificilmente. Los va- Ioresymovimientosantidemocraticos continuaron existiendo, frecuentemente asociados al nacionalismo fanitico oal funda. mentalismo religioso. Los gobiernos democraticos (con dife- rentes grados de “democracia’) existian en menos de la mitad de los paises del mundo, yabarcaban a menos de la mitad dela poblacién mundial. Un quinto de la poblacién del mundo v+ via en China, que en sus cuatro mil aitos de eminente historia jas habia experimentad: no democratico. En Rasa, que sélo habia hecho la transicién al gobierno democr& fico durante la dltioa décadla cll sigio, Ja democracta era frégil y gozaba de un débil apoyo, Incluso en paises en Tos que la ce mocracia habia sido establecicia hacia tiempo y parecia asegu- ia, algunos observadores pensaron gue esiaba en crisis, al por una disminucion de la con- sus lideres electos, los partidos politicos y los cargos ptiblicos, pudieran combatir adecuada y eficarmente cuestiones como el persistente desempleo, a po- preza, la delincuencia, los programas del bienestar, la inmigra- citi, la politica fiscal yla coreupcion. Supongamos que dividimos los casi doscientos pafses del roundo entre aquellos con gobiernd no democratico, aquellos con gobierno democratico reciente, y aquellos con gobierno democratico antiguo y relativamente bien establecido, Cierta- mente, cada grupo contendré nn conjunto de paises de gran di- versidad. Aun asi, nuestra tiple simplificacién nos permite comprobar cémo vistos desde una perspectiva democratica ca da uno de los grupos alronta un Gescifo diferente. Desde fa perspectiva de ios pafses no democriticos, el desaffo consiste en ser si pueden realizar la transicén a la democracia y c6mo han de hacerlo. Para los nuevos paises democraticos, el reto es ver s y como pueden ser reforzadas fas nuevas instituciones y précti- cas democriticas 0, come dirfan algunos polisélogos. si pueden ser consolidadas, de forma que puedan pasar la praebia del tiers po, el conflicto politico y la crisis. Para las viejas democracias, el reto estriba en perfeccionar y projtmdizaria democracia, En este punto, sin embargo. bien cabria preguntar: Pero, qué es lo que entendemos por democracia? -Qué distingue a un gobierao democratico de otro no democratico? $i un go- bierno no democrético hace la transici6n a la democracia, che cia dindese diige fa transici6n? que ofrecieron oportunidades b de participacién en las d p primitiva, cabe decir, fue reinventada en una forma m zada, Los desarrolios mas cruciales se produjeron en Europa, tres en el Mediterraneo, otros en el norte del continen: iamente a laagricule om isavan- Meprr -ARANEO Fue en la Grecia y Roma clasicas, en torne al aio 50ta.€ donde se establecieron por vez primera sistemas de gobi gue permitieron [a partieipaciém popular de un sustat niimero de ciudadantos sobre bases tan sélidas que, con cam bios ocasionales, pervivieron dv ante siglos Grecia La Grecia Antigua no fae un pais en el sentido moderno del término, un Tugar en el que todos los griegos vivieran deniro de un finico Estado con un gobierno tinico, Por el contrario, Grecia se componia de varios cientos de cividades independientes, eada una con suis tierras circundantes Con- trariamente a los Estados Unidos, Francia, Japén y otros pat ses modernos —Estaclosnacién o Estados nacionales que én Scent e dominado ef mundo moderno—, los Esta- iudades-Estado, La ciudad- Estado més fa > ben épocas posteriores, fue Atenas. En el aio 507 a.C., los atenienses adopzaron un sistema de gobierno popular que perduré due rante casi dos siglos hasta que la ciudad fue sometida por su mis poderoso vecino del norte, Macedonia. (Después del $91 a.C.,el gobierno ateniense fue sobreviviendo a duras pe nas bajo control macedonio durante generaciones; luego la ciudad fie sometida de nuevo, esta vez por los romanos,) Fueron los griegos —probablemente fos atenienses— quienes acufiaron el término democacia, o demakratia, de fas palabras griegas demes, el pueblo. Rratcs, gobierno, Bs inte- resante, por cierto, que mientras que en Atenas la palabra de- mosse Yeferia ustalmente a todo el pueblo ateniense, en oc siones sélo aludia a la gente corriente o inchiso a los pobres. La palabra democracia parece que [ue usilizada @ veces por sus exiticos aristocrdticos como una especie de epiteto, para mos- trar su desprecio por fa gente comiin que habia arrebatado a laaristocracia su anterior control sobre el gobierno, En cttal- quier caso, demokratia se aplic6 especificamente por los ate- nienses y Otros griegos al gobierno de Atenas y tambien de otras muchas ciudades de Grecia! Enve las democracias griegas, la de Atenas fue con mus cho la mas importante, la mis conocida en su época y en ka actalidad, con una incomparable influencia sobre 1a filoso- ca, y con posterioridad ha sido considerada a menu- ejemplo de participacidn civica 0, como algunos di- rian, de democracia participativa. El gobierno de Atenas era complejo, demasiado compte- jo para ser adecuadamente descrito aqui, En su nicleo yala ‘cabeza habia una asamblea en la que podian participar todos los ciudadanos, La asamblea elegia a unos pocos cargos cla- ve —los generales, por ejemplo, por muy extraio que nos pueda parecer—. Pero el principal método de seleccién de los ciudadanos que debian ocupar otros cargos cfvicos fue el sorteo, al que ciudadanos elegibles se sometian pat seleceionados en régimen de igualdad. Segitn algunas 18 maciones, un ciudadano cortiente tenfa una re: sibilidad de ser elegido por sorteo al menos una go de su vida para dencial en € pnable po- alot vir en ef més importante cargo presi gobierno. gas se nos representatives en a s (principalmente dirigidas ns co- mnin), se sabe poco de estos sistemas representatives, Prictt camente no dejaron a as y pricticas democriticas y, desde Inego, ninguna sobre la posterior for- ma de democracia representativa. Tampoco ef sis niense de seleccién de cargos piiblicos por sorteo se convirtié nunca en una akernativa aceptable a las elecciones como for- ma de seleccién de representantes. De este modo, las instituciones polticas de la democracia griega, por muy innovadoras que fueran ent st tiempo, fue- Fon ignoradas o incluso directamente rechazadas durante desarrollo de la democracia representativa macerna inieron para formar snzas, figas y Rois Aproximadamente en ef mismo period en el que el go- bierno popular fuera introducido en Grecia, hizo también su aparicién en la peninsula italiana, en la ciudad de Roma. Los romanos, sin embargo, decidieron designar a su sisterna con el nombre de repiblica, de 2s, que en latin signi asunto. y publics, piblico: relericlo de forma imprecisa, repiiblica cra la cosa que pertenecfa al pueblo. (Luego volve- ré sobre estas palabras, democracia y replica) El derecho a participar en el gobierno de la Repiiblica es- taba restringido en sus comienzos a los patricios o aristécrae 1s. Pero, siguiendo unas pautas que volveremos 2 encontrar nos, tras muchas luchas por parte dela gente comin (a pbs, © plebeyos) éstos ambien consiguieron st integracién en sistema, Aligual que en Atenas, el derecho a participar se res tringié a los hombres, tal y como ocurrid en torkas las cernas democractas y repiblicas hasta el siglo Xx 1s desto, fa Repablica romana se expandio me fe tas fronteras de ia ciudad antigua. Como consecurncia de ello, la Repiblica egé a Gominar sabre toda Hatia y mucho mids alld, Adem’ ja Repiiblica a menudo otargé ka ciudadania romana, que era alos pucblos conquistados, que asi no s6lo He garon a ser mcros sthditos, sino chtcladanos romanos autor zadtos a gor de todos los prisilegios y derechos de la citda- dani. bia y generosa como era esta concesion, si jurgamos a Rorna desde Ia perspective aera, descubrimos sn defecto enorme: Roma mumca adapté adecuadamente ss institucio- nes de gobierno popularal inmenso aumento del niimero de ciudadanos y de las grancles distancias geogréficas de Roma, Visto desce nuestros dias, resulta curioso que las asambleas en las que estaban antorizadosa participar fos ciudadanos ro- manos signieran celebrandose, como en sus origenes, dentro de fa ciudad de Roma —en el mise Foro que, en reinas, t- davfa hoy pueden visirar tos turistas—, Pero para la mayoria de los cindadanos romanos que habitaban en los extensos te rritorios de la Repitbifca, la ciudad estaba demasiado lejar para poder asisti, al menos sin un extraordinario gasto y es fuerza, En consecuencia, a un creciente y en tiltimo termine abrumador mimero de cindadanos les era negada, de hecho, ia oportunidad de participar en las asambleas ciudadanas en efceniro del sistema de gobierno romano, Era como sia ch dadania estadounidense se hubiera otorgado a Tos ciudada- nos de los distintos Estados a medida que el pais iba expan- digndase, pero los pobladores de los nuevos Estados s6i0 pudie-an ejercer su-derecho al voto en las elecciones nacio- nales presenténdose en Washington, D.C. Un pueblo altamente creativo y practico en muchos aspec- tos, los romanos nunca inventaron © adoptaron una solucién que hoy nos parece obvia: un sistema factible de gobierno re prosentativo basado en representantes elagidas demoerdticamente. Antes de que pocamos llegar a la conclusion de que los romanos eran menos creativos © capaces que nosotros, re ritovios mirctn mas nll 20) cordemos que ias innovaciones ¢ Invenctones 2 las 4 mus Hegado a estar acnstumbrados, rmachas veces nos pare cen tan abvias que-con frecuencia nos peg posible que nuestros predecesores no its iaventiran con & tevtoridad, Muchos de nosotros pronto damos por supeesias cosas qne en un tiempo anterior atin tivieron que ser descur Dbiorias. Asi, generacionés posteriores se proguntardn como es posible que nasaimas hubiéramos pasedo por alto algunas innovaciones que ellos darn por sapuestas. Debide ao que tomamos por evidente, ao podria ser que nosclus. come es romanos, scamos instficientemene creatives 2 In bore de scorganizar nuestras instizciones politicas? Aunque la Reptiblica romana duwé considerablemente més que la democraciz aieniense, y durante mas tiempo del que ha perdurado cualquier democracia moderna, aprosimee damente en torno al ato 130.a.C, comenzé a verse afectada por agitaciones chiles, guerras la miitarizaci6n, corrupe yun debilitamiento dei robusto espirine civico que pres mente habia existido entre sis ciudladanos, Lo poco que ha bia quedacio de las au: amas perects con la dictadura de Julio Cesar. Tras su asesinaro en el 4. a.C una reptiblica que antes era dirigida por sus ciudadanos se canvirti6 en un imperio gobernado por sus emperadores, Con la caida de la Repablica, ei gobierno popular desapar recié completamente en el sar de Europa. Excepto en los sis- temas politicos de pequetiasy disperses ribus, se esfund de in superficie de la tierra durante casi un millar de aos, ntasmos Coma €& -agieas préctiens republ Katia Como una especie extinta que resurge después de un car bio climatico masivo, el gobierno popular comenzé a reapare- cer en muchas de las ciudades det norte de Htalia en cworno at 1100 4.C. Una vez més, el gobierno popular se desarrollé en. ciudadesEstado relathamente pequefias, no en grandes re- giones o paises. Siguiendo una pauta ya familias en Roma y que lnego se repetiria durante la aparicién de los modernos 7 los sistemas de gobierno representativo, la panticipacién er cuerpos gubernamentales de las ciudades-Estado se restringio ‘en principio a los miembros de tas familias de las clases alias nobies, grandes terratenientes y similares. Pero, a su debido tiempo, residentes urbanos de menor nivel socio-econdmico comenzaron a reciamar el derecho a participar. Grupos de lo que hoy llamariamos clases medias —los nuevos ricos, pe _quefios mercaderesy banqueros, artesanos cualificados orga- nizados en gremios, los miembros de la infanterfa bajo el mando de caballeros— no slo eran mas numerosos que los de las clases altas dominantes, sino también capaces de orga- nizarse a si mismos. Atin més, eran capaces de amenazar con rebeliones violentas y, si fuera necesario, Hevarlas a la prict ¢a. Como consecuericia, estos grupos —el popols, coma ave- ces se le denominaba— obtuvieron el derecho de participar enel gobierno de la ciucad, Estas reptiblicas forecieron durante més de dos siglos en. algunas ciudades italianas. Muchas de ells fueron, como Flo- rencia y Venecia, centros de extraordinaria prosperidad, con tuna esinerada artesania, arte y arquitectura soberbias, inst perables disefios urbanos, magnificas miisica y poesia, y par- ticiparon de un entusiasta redescubrimiento del mundo an- tiguo de Grecia y Roma. Lo que las generaciones posteriores Hegaron a denominar como la Edad Media tlegé a su fin, y aparecid el Renacimiento, esa increible explosién de brillan- te creatividad. Pero, desafortunadamente para el desurrotio dle la demo- cracia, a partir mas 0 menos de mediados del siglo xw, el biemo republicano de algunas de las principales citidades comenzé a dar paso a los perennes enemigos del gobierno popular: declive econémico, corrupeién, oligarquia, guerra, conquuista, y toma del poder por parte de gobernantes autori- farios, ya fueran principes, monarcas o jefes militares. Esto no fue todo. Vista desde la perspectiva mas amplia de las ten- dlencias histdricas, la ciudad-Estado estuvo condenada como fandamento del gobierno popular por la emergencia de un rival con fuerzas inmensamente superiores: el Estado-nacion © pais. Las ciuclades y otras poblaciones quedaron destinadas 22 a incorporarse a es iéndose asf, Hoaear A.D entidad mas amplia y pox cho, en unidades subordinad bierno. Glorioss come fue, la civ ado era obsoleta. sobre palabras Como habran vist referido al “gobierno popuiar” en Grecia, Roma e ali, Para designar su gobierno popar lar, los griegos, como vimos, inventaron el término de de mocracia, Los romanos sé apoyaron en su lengua nativa, el latin, para calificar a su gobierno como “replica”, ydes pués, los italianos utilizaron ese mismo término para de- ominar a los gobiernos populares de algunas de sus cit dades Estado. Cabe preguntarse si democracia reptilica se refieren a modelos de sistemas constitucionales esenc mente diferentes, O, por el contrario, si las dos palabras s6lo rellejan diferencias derivadas de las tenguas de ta que originariamente provienen. La respuesta correcta file oscurecida por James Macli- son en 1787 en un influyente escriw que 1edaci6 p seguir apo ala recién propvesta constiwucién estadornie dense. Madison —uno de los principales arquitectos de dicha constiaicién y hombre de Estado excepcionalmente informado en Ia ciencia politica de su tiempo—. dis guid entre “una democracia pura, por Ja que enti tuna sociedad integrada por un reducido néimero de cite dadanos, que se redinen en asamblea y administran perso- nalmente ¢l gobierno”, y una “reptiblica, por la que en- tiendo un gobierno en el que tiene efecto el sistema de la representacion”? Esta distinci6n no tenfa fundamento en la historia ante rior: ni en Roma ni, por ejemplo, en Venecia hubo un “ss: tema de representacion”. De hecho, las primeras repitbli- cas encajan bastante en la definicién de Madison de “democracia”, Attn ms, ambos términos fueron wilizados indlistintamente en los Estados Unidos durante el siglo Svt, ado. 23 sdle go- 1 Las pawns Ladistincién de Madison tampoco se encuentra en ningu na obra de Montesquieu, el conocido fildsofo politico fran- cés.a quien Madison tanto admiraba y tan frecuentemente ensalzaba. Madison mismo debi6 saber que la distincién que proponia no gozaba de wna base hist6rica firme. consecuencia, hemos de conciair que la introdujo para de- sacreditar a los criticos que afirmaban que la constitucién propuesia no era suficientemente democratica Como quiera que fuera (Ia cuestién no esté clara), €1 hecho cierto es que las palabras democracia y repiiblica no designaban —a pesar de Madison— diferencias entre ti- posde gobicrno popular. Lo que reflejaban, al coste de una i confusion, era tina diferencia entre el griego y €l latin, laslenguas de las que provenian. EUROPA DEL. NORTE ‘Ya se Hlamaran democracies o repGblivas, los sinters de gobierno popular en Grecia, Roma e Italia, carecian todos ellos de algunas de las caracteristicas cruciales de los gobier- nos representativos modernos. La Grecia clasica, asi como la Talia medieval y renacentista, se componian de gobiernos populares locales. pero no posefan un gobierno nacional efectivo. Roma sélo tenia, por asf decir, un gobierno local apoyado sobre la participacién popular, pero no un parla- mento popular de representantes electos. Desde la perspectiva de nuestros dias, de estos tres sistemas cestaban visiblemente ausentes tres institaciones politicas basi- as: un parlanento nacienal compuesto de represenianies feta, y _gobiernos locales elegidos por el fuebta que en tiltima instancia esta- ban subordinados al gobierno nacional. Un sistema que com- binara la democracia al nivel local con un parlamento elegido porel pueblo al nivel superior ain tenfa que ser inventado. Esta combinacién de instituciones politicas se originé en Gran Bretafia, Escandinavia, los Paises Bajos, Suiza, y otros Jugaresal norte del Mediterraneo. 24 cho entre estas region se pareceria a algo como lo sigutei des, hombres libres tamente en asamblez sicipar direc: ‘omienzo con los vikingos, no sélo por razones se: sino porque su experiencia es poco conocida, aunque muy relevante, Algunas veces he visitado la granja noraega a unas 80 millas al noreste de Trondheim desde donde emigré mi abuelo paterno (y que, para mi satisfaccién, codavta se de- pomina Dahl Vestre o Baht Oeste). En la cercana ciudad de Steinkjer atin puede verse un anillo hecho con grandes pie- dras y forma de barco conde los hombres libres vikingos reunfan regularmerte desde el 600 al 1.000 4.C. cn una asambiea decisoria que en noruego s¢ Hama Ting. (Por cier- to, la palabra inglesa thing proviene de un antiguo vocabio in- lés que significaba a la vez cosa y asamblea.) En los alsede- lugares similares, algunos incluso dores pueden encontrarse s antiguos. Hacia el afio 900 «.€., las asambleas de vikings libres no lo se reunfan en la regi6n de Trondheim, sino también en otros muchos lugares de Escandinavia, Como en Steinkjes, et Ting se celebraba habitualmente en un campo abierto mar- cado por grandes piedras verticales. En las reuniones del Ting, los hombres libres dirimfan disputas; discutian, acepta- ban y rechazaban leyes; adoptaban 0 rehusaban propuestas de cambio de religion (como hicieron cuando adoptaron el cristianismo en lugar de la vieja religién noruega); ¢ inel clegian o daban su consentimiento a un rey —a quien se ha- cia jurar fidelidad a las leyes aprobadas por el Ting, Los vikingos sabfan poco 0 nada, ni iampoco les Jo mas minimo, de las précticas politicas democraticas @ re- sort publicanas habidas mil afiosantes en Grecia y Roma, Partien- Go de ia légica de la igualdad que aplicaban a los hombres li- bres, parece que crearon asambleas por iniciativa propia. Que la idea de igualdad estaba viva y segura entre 108 hoi bres libres vikingos lo atestigua la respuesta dada por algunos vikingos daneses cuando, mientras viajaban rio arriba en Francia, fiieron preguntados desde la orilla por tun mensaje ro, “;cémo se Hama vuestro sefior?”. “No tiene nombre”, res. jondieron, “somos todos igual Pero debemos resistir la tentacion de exagerar. La igual- dad de la que presumian los vikingos s6lo se aplicaba a los hombres libres, ¢ incluso éstos diferfan en riqueza y cond- cién. Por debajo de los hombres libres estaban los esciavos, Al igual que los griegos y romanos, o incluso los europe estadounidenses siglos después, los vikingos posei vos: enemigos capturados en la batalla, o las desdichadas vic- timas de ataques por sorpresa sobre pueblos vecinos, 0 sim. plemente personas compradas en el antiguo y omipresente mercado de esclavos. ¥, contrariamente a los hombres libres, cuando los esclavos eran liberados permanecfan en relacién, de dependencia respecto a stt antiguo propietario. Si los es clavos constituian una casta por debajo de tos hombres li bres, por encima se encontraba una aristocracia de familias con riquezas, generalmente en tierras, y condicién heredita- ria, En el vértice habia un rey cuyo poder estaba limitad por su eleccién, su obligacién de obedecer las leyes, y por la ne- cesiclac de mantener la lealtad de los nobles yel apoyo de los hombres libres, A pesar de estos severos limites a la igualdad, la clase de Jos hombres libres campesinos auténomos, minifundistas, granjeros— era Jo suficientemente grande como para impo- ner una perdurable influencia democratica sobre las institu: ciones politicas y las radiciones, En algunas otras partes de Europa, las condiciones locales también favorecieron a veces la aparicién de la participac popular en el gobierno, Los valles de alta montaita de los AF pes, por ejemplo, dotaron de un cierto nivel de proteccién y autonomiaa los hombres libres dedicados a actividades gana usta: A Da deras, Asi describe Raetia (uego canton suiza de Graubiin- den) en torno al 800 d.C un escritor actnal: “Los campesinos libres... se encontraron en una situacién igualitaria tnica Unidos por su coméin condicién... y por su com: de uso sobre los pastos ce montaia, desarrotlaron de la igualdad completamente opuesto al itapulso jer consciente de los rangos, del feudalismo medieval. Este es ritu distiativo acabarfa dominando la posterior aparicién de la clemocracia en la Repitblica de Raetia”™ De las ascmbteas a los paviamentes Cuando los vikingos se aventuraron hacia el oeste y Hega- ron a Islandia, trasplantaron sus practicas politicasy on diver sas localidades recrearon un Ting, Pero hicieron algo mis: anticiparon [a posterior aparicién de los parlamentos nacio- nales en otros lugares; en ¢1 930 d.C. crearon wna especie de supra-Ting, el Althing o Asamblea Nacional, que durante tres sigios siguis siendo la fuente det derecho islandés hasta que ios islandeses fueron finalmente subyugados por Noruega’. Entre tanto se desarrollaron asambleas regionales en No- ruega, Dinamarca y Svecia y después, como en Isiandia, asam- bieas nacionales, Aunque el crecimiento subsiguiente del poder del rey'y de las burocracias centralizadas bajo st con trol redujo In imporiancia de estas asemblezs nacionales, de- jaron su huella sobre desarrolos posteriores, En Suecia, por ejemplo, la tradicién de participacién po- pular en las asambleas cel periodo vikingo condujo en el si glo xva un precursor del parlamento representativo moderne cuando el rey comenz6 a convocar reuniones de represenitarr tes de los dilerentes sectores de la sociedad sueca: nobleza, clero, habikantes de los burgos y gente comin. bleas se convertirfan eventualmente en el Riksdaysueco 6 p lamento’. En el ambiente radicalmente dlistinto de os Paises Bajos Flandes, fa expansion de Ja manufactura, ef comercio y las fr nanzas consribuy6 a crear clases medias urbanas compuestas i | | | por personas que controiaban considerabies peesrsos eco micns. Los gobernantes, perpetuamente hambrientos de in- gresos, no podian ignorar este rico filén, ni gravario sin con- tar con el consentimiento de sus poseedores, Para obtener cl consentimiento, fos gobernantes convocaron asmbleas de representantes provenientes de las chudlades y de las clases Giales inds importantes. Aunque ‘dan aportar sohiciones convincentes a los problemas talyco- mo los acabo de presentar, la prudencia y won exigen, & jicio, que rechacemos s: posibilidad. Al rechazar bilidad de la tuteta conchuimes, en efecto, lo siguiente: Enise adultos, ninguna persona esté tan definitioamente mejor cualifica- da que otras pare gobernar comm pera dota a cualquiera de elias de eutovidad completa y fire! sobre el gobierno del Estado, Pero, si no debemos ser gobernados por tutores, quign hemos de sergobernados? Par nosotros mismos. Sobre la mayorfa de los asuntos tendemos a pensar que, a menos que pueda presentarse un caso altamente convincen- te, toda persona adulta debe poder enjuiciar lo que sea me- jor para su propio bien ¢ imerés. Esta presuncisn a favor de la attonomia personal Gnicanente la aplicamos, sin embar- 0, @ Jos aclultos, no a los niios, Por experiencia asumimos, por el contrario, que fos padres deben actuar como tures ‘por FF para proteger los intereses de sus hijos, Silos padres no to hae cen, otros, qutizé el gobierno, deberin hacerlo. ‘Algunas veces récharamos también la presuncion aplica- ble a personas de edad adulia, a las que se juzga carentes de una capacidad normal para ocupatse de si mismas. Como los nos, pueden precisar también de tutores, Pero, contrariar mente a aquéllos, para quienes la presuncién ha sido invali- dada por I2 ley y la convencién, com los adultos ta presuncién no puede ser anuladaa ia ligera. El potencial para el abuso es demasiado obvio. Consecuentemente, exigimos una indaga- cin independiente, un proceso judicial de algiin po. Si asumimos que, con pocas excepciones, los adultos de- ben ser dotados del derecho de tomar decisiones personales sobre aquello que se correspond a st mejor interés, epor qué hemos de rechazar esta perspectiva en el gobierno del Estado? Aqui la cuestién central ya no es si los adultos son _generalmente competentes para tomar las decisiones perso- nales a las que han de enfrentarse todos los dias. Ahora la cuestién consiste en si la mayorfa de los adultos son suficien- temente competentes como pare participar en et gobiemno del Estado, zLo son? Para llegar a una respuesta, consideremos una vez mas al ganas de las conclusiones a las que hemos llegado en algu nos de los iitimos capftulos. La democracia confiere muchas ventajas a sus ciudada- nos. Los ciudadanos estin fuertemente protegidos frente a gobernantes despéticos: poscen derechos politicos funda- meniales; ademas, disfrutan también de una esfera mas am- pplia de libertad; en tanto que ciucacianos, adquieren medios para proteger y avanzar suis intereses personales mas impor antes; asimismo pueden participar en Ia decisién sobre las, Jeyes bajo las que han de vivir; pueden ejercitar una amplia dimensién de autenomia moral; y poseen inusuales oportur nidades para el desarrollo personal. ‘Si conchiimos que la democracia proporciona estas venta- {jas sobre los sistemas de gobierno no democraticos, se susci tan algunas cuestiones fandamentales: Por qué deben res- tringirse fas ventajas de la democracia a unas personas ynoa BB no debe: otras? Por qu losachthos? Siun gobierno debe ctorgar igual consideracién al bien de cada persona, zno deberian todos los adultos tener el de recho de participar en la decisi6n Jeyes y politicas permitirfan alcanzar mejor Jos fines que buscan, tanto si sus fines se restringen estrechamente a su propio bien como si ncluyen el bienestar de todos? Siningona persona esta tan definitivemente mejor cualiti catla para gobernar como para serle encomendadi la miori+ dad completa y final sobre el gobierno cel Estado, quién es t& entonces mejor cualificado pare participar que todos ios adultos que se someten a fas ley De las conclusiones que se extraen de estas observacio- nies, surge otra que yo formularia de la siguiente manera: Ex: cepto dnya una convincente demasiracién e conivavia, an circurs- encias singulares, todo adullo, jrotegido por et derecho, qe este sometido alas ese del Estado, debe ser considerado lo safcientomen te bien cwalificado como para pasticipar en el proceso democritco te gibierns del Estado, an estar a Ja disposicion de todos FCO: LA INCLUSION IN QUINTO CRITERIO DEMO? Laconclusién a la que ahora apunta el argumento de ext capitulo es que si se nos priva de wna vor igual en ef gobier- no del Estadio, hay posibitidadles muy alias de que no se dote de la misma atencién a nuestros intereses que a los de ague- Hos que sf tienen vox, Sino tengo vox, gquiéa vaa hablar por mi? :Quién defenderd mis intereses si yo no puedo hacerlo? Y no s6lo mis intereses como individuo. $i resultara ser e] miembro de un grupo entero exchtido de la participacion, zcémo podrian protegerse los intereses findamentates de dicho grupo? La respuesta es clara. Los intereses fundamentales de los adultos @ los que se niege la oportunidad de participar en ¢} ierno no estaran adlecuadamente protegidos y promovi- «dos por aquellos que gobiernan. La evidencia bistérica al res: 88 | nuestro breve ands 's nobles y burgueses en umadora. Como vimos in de In democvacia, scontentos con la forma arbitwaria con la que e cargas sin su consentimiento, exigieron ho de participar en el gobierno. Siglos fun Inglaterca, d monarea les impont yconsiguieron el de: s medias, orados, demandaron y obiuvieron a su ver ese derecho. A ares, la continua exclusion, le galo ffctica, de mujeres, esclavos, pobres y trabajadores me nuales entre otros, dejé a tos miembros de estos grupos esce ente protegidos frente a la explotacion y el abuso incluso 's como Gran Bretaia y los Estados Unidos, donde el ‘no, por lo dems, era amptiamente democratico. En 1861, John Stuart Mill angumenté que, dado que a las clases trabajadoras se les negaba el derecho de sufragio, na- die en el gobierno hablaba a favor de sus intereses, A pesaz de que manifestara no creer que quienes participaban en el bierno buscaran deliberacamente sacrificar los intereses de las clases trabajadoras a faver de los styos propins, se hizo, Ja pregunta siguiente: “;Acaso el parlamento, oalguno de los miembros que lo componen, s¢ detiene por un instante a contemplar cualquier cuestion con los ojos de un wabaye- dor? Cuando se discute un asunto en l que los trabajadores comw tales poseen un interés, zes visto acaso desde cualquier perspectiva que no sea fa de fos patronos?”, La misma cues tin pouia haberse suscitado respecto de los esclavos en Jas repablicas antiguas y modernas; respecte de muchas perso- nas forinalmente libres, pero privadas de hecho de derechos democraticos, tales come los negros en los Estados surefios de Jos Estados Unidos hasta los afios sesenta y en Sudafrica hhasta los afios noventa, y en otras par Si, algunas veces individuos y gropos pueden estar equivo- cados respectoa cual sea su propio bien, Ciertamente, algunas veces pileden no percibir cndles sean sus auténticos intereses. Pero el grueso de la experiencia humana nes informa que nin- gin grupo de adultos puede aportar garantiasa los otros sobre el poder de que disponen para gobernar sabre ellos. Esto nes conduce a una conclusidn de importancia crucial después, las cl mentales eran ig 90 Recordaremos 4 mocracia en el ca aslo IV, pospase una discusién sobre et Jos adultos (6 4 cer dicho criterio, Pet Ef enerpo el gobierno de mitanme fort dle ka ctuckadanier de un Es! lira todas tes oy transeintesy a ngueltas g larlo de esta manera: Inclusi ado gohernado democvitican an demestrado ser ineapaces de uk PROBLEMAS NO RESCEETOS Rechazar el argumenio de le adoprar ke igualdad po- Iftica como ideal atin deja ablertas algunas cuestinnes dificiles. d adadanos y los cargos pitblicos ayuda de fos expertos? {Claro que si! La importancia de los expertos y de} conoeimiento especializado para que ¢t go- bierno democratico funcione bien es innegabl politicas piiblicas son a veees tan comptejas (9 81 com plejidad quiva vaya en aumento}, que pingiin gobierno podria adoptar decisiones sasisfactorias sin la ayuda de especial modo que todos nososros neces mos a veces recurrir a expertos en nuestras decisiones perso- rales para que nos asesoren y debernos delegar siones importantes, asf ocucre también con los gobieritos, incluso con los gobierios democraticos. Como satistsce Jor los crizerios democraticos, mantener un actecuado nivel de ‘gualdad politica, yaun asi apoyarse en expertosy en el conock miento especializado a ka hora de tomar decisiones pitblicas representa un problema sevio que seria insensawo ignorar por parte de los defensores del gobierno democratico. Pero ten- dré que ignorarlo aqui, Si los ciudadanos han de ser competentes, zno precisaréa, dle instituciones sociales y potfticas que les transmitan esas ca- pacidades? Indudablemente. Las oportunidades para obte- aT ner una compre: usirada suibre las cues no solo forman parte de fa definicién de democracta, Cor ruyen un requisite de Ix demvocracis. Nada de canto he dicho implica que una mayoria de los cindadanos no pueda cometer errores, Puede eometertos y Jos comete. Esto es precisamente por lo que los defensores de ia democradia han dorado de un alto valor ala educacién. Y¥ laeducaciéin civica no séle reqniere una escolarizacién i ino discusion, deliberaci6n, debate conirovetsia pi ttucionesde waa sociedad libre, Pero supongamos que las instituciones para desurroliar ciudadanes competentes son débiles, yque muchos ciudad nos no saben io suficionte como para proteger sus valores € intereses fundamrentales. 2Qné hemos de haces? Para buscar ma respuesta puede ser tail resumir las conclusiones a tas que hemos legado hasta aqu Hemos adopiado ef principio de ta igvaldad intrinseca: Debemos contempiar el bien de cada ser humsano como in- riusecainente igual af de caaiquier ou. Hemos aplicado ese principio al gobierno de un Estado: Al adopiar las decisiones, od gobierno debe dotar de igual consideacisn al bien ya los intereses de cualquier persona vincwlada por sus decisiones. Hemos rechazado ta ttela como una forma satisfactor de aplicar el principio: Entre adultos, nadie esta tan deli vamente mejor cualificado que otvos para gobernar como para que deba confidrscle Ja autoridad completa y final sobre cigobierno del Estado, En stt lugar, hemos aceptadlo la inclusién plena: el cuerpo de la ciudadanfa de un Estado goberaado democraticamen- te debe inciuira todas las personas sujetasa las leyes de dicho Estado, excepto a los transedimtes y a aquellas que se han de- mostrado ineapaces de cuidar de si mismas. En consecuericta, si las instituciones encargadas dle promo- ver la educacién civica son débiles, sélo queda una tinica sola Gi6n satisfactoria, Beben ser fortalecidas. Quienes creemos en tos fines demnocraticas estainos obligados 1 buscar Koemuias 02 para que los chedadass precisan, Las instinuciones que se creaon e2 Ios patios a iquivir ta comperencia que mocriticas Gebers complerar lasantiguas. COMENTARIOS INALIS Y ANH Hemos explorade cerca de Ta mitad del territorio pre tado ca el cuadro § (p. 38). Pere apenas nos hemos asnatiads a Ja ofra mitac: fas instituciones bésicas que son necerari para promover tos fines de la democracia ¥ fas con sociales, econdmicas ye otro tipo, que favoreee Hoy cf mantenimiento de estas instituciones politicas demo- erfticas, Estas las explorarcmnosen les capitulos siguientes, Pasamos, puies, cle los fines las realidlades concretas, DEMOCRACIA REAL © CapituLo VII : QUE INSTITUCIONES POLITICAS REQUIERE UNA DEMOCRACIA A GRAN ESCALA? iné significa decir que un pats esta gobernado demo- chati@imente? En este capitulo nos centraremos sobre las instituciones polfticas de la demoevacta a gram esealn, es act. tas institnicto- nes politicas necesarias para un pais demacrdticn No nos preocupard aqui, entonces, qué es io que pueda requerir Is democracia en un grupo muy pequeio. como un comit Debemos conservar también en mente nuestra re advertencia: toda democracia real no ha aleanzado nanca los criterios democriiticos descritos en a parte IL y recog dos eo el cuadra 4 (p. 48). Finalmente, deberiamos ser conscientes, en esie caphutlo ¥ a fo largo de todo ol libro, que en e! Lenguaje corriente utitizamos Is palabra demorre- cia para referimos tanto @ ut ideal como a una realidad efectiva, que s6to es uns realizacién parcial del objetive. Por ahora, pues, cuento con el lector a la hora de hacer tas necesarias distinciones cuando utilice palabras como demo eracia, demacriticamente, gobierna democratica, pais demariticn, yotras. Si un paisha de gobernarse democriticamente, gqeté se- ria necesario? Como minimo, deberia poseer ciertos arre- alos, practicas ¢ instiiciones politicas, que significaran wn Emportante avance, aunque no completo, hacia la conseew Gién de ios criterios democratices ideates. Palabras sobre pated Anvegles politicos suena @ algo mas bien provisional, que bien podrian darse en un pais quie acaba de abanclonar ef gobierno no democratico. Fendemos a pensar en las précti ‘aascomo algo mis habineal y, por tanto, més duradero. Ge- | neralmente pensamos en las tastiftciones como algo que se | ha asentado después un largo itinerario, que pasan de una generacién a la oua, Cuando un pais avanza desde un go- dierno no democratico a otro democratico, los tempranos arreglos democraticos se convierten gradualmente en pric: dieas, que a St debido tiempo desembocan en instnuciones asentadas. A pesar de lo duiles que pueden ser estas distin- ciones, a nuestros efectos sera mas conveniente, sin embar- go, dejarlas de lado y decidirmos por el término instifuciones (OM6 PODEMOS SABER? _Cémo podemos determinar razonablemente qué institu ciones son necesarias para una democracia a gran escala? Po- demos examinar fa historia de los paises que han cambiado sus instituciones politicas en respuesta, al menos en parte, demands en favor de una mayor inclusién popular y partici- pacién efectiva cn el gobierno y a vida politica, Aunque aque- Ios que en tiempos anteriores buscaron alcanzar la inclusion y Ja perticipacién no estuvieran necesariamente inspirados por ideas democriticas, aproximadamente desde el siglo xvut enadelante, tendievon a justificar sus objetivos apelando a de- mands democriticas y republicanas. -Qué instituciones poli- ticas perseguian, y cules fueron efectivamente adoptadas en esos palses? ‘Alternativamente, podriamos examinar pafses cuyo go- bierno es considerado generalmente como democratico pot la mayorfa de su poblacién, por muchas personas de otros paises, y por estudiosos, periodistas y gente similar. En otras 98 palabras, en el lenguaje corriente y en ta discusidn academe ca, dicho paises caificado de democracia En tercer lugar, podrfamos reflexionar sobre «an pais espe- cifico, 0 sobre un grupo de paises, © guizd inclaso sobre un pais hiporético, pars imaginar, fo mas realistamente posible, qué instituciones potiticas se precisurian para alcanvar los & nes democriticos hasta un nive! sustancial. Emprenderiamos, por asi decirlo, un experimento mental, en el que rellexiona- riamos cuidadosemente sobre tas experiencias, tendencias, posibilidades y limitaciones humanas, y disediariamos wr con- junto de instituciones politicas que serian necesarias para quie pudiera existir una democracia a gran escala y aun asi fuera factible y realizable dentro de los limites de fas capacitiades human: Afortunadamente, estos tres mézodos convexgen sobre el nismo conjunto de instiwuciones politicas democriticas. Es tas constituyen, pues, los requerimientos minimos para un pais democrético (curadro 6} prey atone neces vices neteeen TE ectioncs bres. impale frowns . Feentersitemads de informe 2 5 Libertad despre 5, Antonomia dele asoeiseiones 6, Giéulana inchs Las INSTITUCIONES POLIICAS [DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA MODERNA Esquensiticamente, las instituciones politicas de! gobier no democritico representative moderno son fas siguientes 9 L S Cages prions reels, Bi control de las decisiones politi coudminisirativas guberoamensales esta investido en cargos piiblicos eleyidas por los ciudadanos. Los go biernos democriticus modernos a gran escala son, asi, representatives. Eleeciones Br, inperciales frecuentes, Los cargos pibli- cos son elegidos en eleeciones frecuentes conducidas con imparcialidad en fas que, en términos comparat- os, hay poca coercién. Libertad dle exjresiin, Los chudadanos tienen derecho a expresurse, sin peligro aun castigo severa, sobre asun= 108 polisiens, definidos en sentido amplio, inchiyendo lacritica de los cargos ptiblicos, el gobierno, el régimen politica, el orden socio-cconémico, y la ideologfa pre- valeciente, Acceso a fuentes alternativas de informociin, Los céudada- nnos tienen el derecho de soticitar fuentes de informa cidn alvernativas e independientesde otros ciudadanos, expertos, peridilicns, rexistas, bios, telecomunicacio nesy similares. Ademés, existen efectivamente fuentes Ge informacién alternativas que no estin bajo et con- «rol dei gobierno ni de cualquier oxo grupo politico in- dividual que intente inffuir sobre los valores y as actite- des politicas pitblicas, y estas foentes alternativas estén efecticamente protegiclas por la tey Anionomda ie las asoriaciones, Para alcanzar sus distintos derechos, inchayendo aquellos requericios para fa efec- tiva operacién de las instiniciones politicas democrat «as, los ciudadanos tienen también cl derecho de cons- tiwir asociaciones uw organizaciones relativameme inclependlientes, incluyencio partidos politicos y grupos die interés independientes, Giudedenia inchssiva. A ningén adulto que resida per- _manentemente en e! pais y esté sujero a sus leyes le pue- den ser negades los derechos de que disfruren otros ¥ ge sean necesarios para estas cinco instituciones pol ticas que acabamos de preseniar. Estos incluyen el dere- 10 no de sulragios a concurris & exegos elects; a la Fiber aad de expresion: a formar y participar en organizacion nes politicas independientes; a tener acceso a fuentes independientes de informacidm: + derechos a otras > hertides ¥ oportunidades que pnedan ser necesarias para cl funcionamiento elective de las instiniciones po Titicas de ia democracia x gran eseala Las NSHTTECIONES POLTICAS EN PERSPECTINA, Generalmente, estas instituciones no aparecen de golpe en un pals, Como simos ep nuestra breve historia de fa dhe mocracia (cap. Tf), las dos Ghimas son claramente iardias. Hasta el sigio XX, se neg cl sufragio universal, ante en Ja tec fa como en la pricctica cel gobierno democratice » repub! cano, Mas que cualquier otra rasgo individual, ¢} sufragio universal distingue a la democracia represeniatva moderna de-todas las demas formas anteriores de democrucia. El momento de aparicién y fa secuencia en que las insti ciones than introduciéndose ha variado tremendament aqqtelios paises, Jas democracias “mnds antiguas", en los que el conjunto completo de instituciones hizo su aparicién con anterioridad y ha perdurado hasta el presente, emergen cle- mentos de «na penta cn comin. Las elecciones a un cxerpo legislative aparecieron bastante pronto —en Inglaterra, ya desde el siglo xin, on los Estados Unidos durante su perfodo colonial en los sigios xvi y SVIb. La prictica de etegir a fos {08 cargos encatgados de dictar las leves fue seguida de w expansion gradual de los derechos de las chudadanos a ex- presarse sobre asuntos politicos ¢ intercambiarse informa. Gin, El derecho de formar asociaciones con objetivos poiiti- cos explicitos tendié a producirse mas arletante. "Facciones” politicas y organizaciones partidistas se consideraran, por lo general, peligrosas, susceptibles de generar divisiones, de subvertir ef orden y fa estabilidad politicas, y de aientar c tra el bienestar pitblico. Con todo, daclo que las axociaciones polftieas no podian suprimirse sin un grado de coerciin que fOr » ¢influyente tun grupo de ciudadanos cada ver mis numei hubiera considerado inaceptable, consiguieron subst jensido come asociaciones més o menosclandestinas— bas. ta que lograron salir de las som xz del a jos cuerpos legislativos, lo gue en st dia fueran “facciones” se convittieron en partidos politicos. Los de “dentro”, quienes servian en el gobierno del momento, se diferenciaron de los de “fuera”, alos que en C ase calificé co Oposicidn de Sis Majestad, En el siglo svt britfico, fa fa ion que apoyaba al monarca y la facci6n opuesta, sostenida por gran parte de Ia gentry en el mundo rural, fueron trans formandose gr Durante ese mnismo siglo, en Suecia, de manera un tanto burlesca, se Hae ind a los dos adversaries partidistas en el parlamento sombre rosy gorras! Durante los afios finales del siglo xvii, en fa vecién consti ‘atid reptiblica de los Estados Unidas, Tomas Jefferson. el vit cepresidente, y James Madison, el lider de la Camara de Re resentantes, organizaron a sus seguidores en el Congreso para oponerse a las politicas del Presidente federalist. john Kdlams, y de sa scerexario det Tesoro, Alexander Hamilton. Para tener éxito en st oposiciéa, percibieron en seguida que tendiian que hacer algo mas que enlrentarse a los federalis- tas en el Congreso y el gobierno: tendsfan que desplazar a sus opanentes del poder. Para ello debian ganar las eleccio- nesnacionales, y para ganar las clecciones nacionales debian a sus seguiidores a lo largo yancho del pats, En me hos de una década, Jefferson, Madison, y otros que simpati- Zaban con sus ideas crearon un partido politico que estaba as a ls pl [a gmoyse conrespondia originariamente a kx pequetia nobler, genera} mente de exteacciGn rural, aunque ¢l ténmino acbé por absorber kann fuc cl ealifcativo que originariamente se dioa Ge la Corona en aa lucha contra el Parlamen bien a taal burguesta Tos defensores de fap to, que con el pasa del iempo comenz6 a wWemisiear también al partido conseredor: Whigalude, por los piste. dios reales favorable a a soberanta plena de Paslzmento; en el igho xx ig origen a partido liberal. (Need) 302 hasta fas mis pequefias cireuns- cripciones, diswitos y municipatidades electorates, u cin qque debia reforzar la leaitad de sus seguidores due ire las campatias electoralesy debia asegur dieran a las elecciones. S le seguida bautizacla de nuevo como Democratic: después como Democraticc p mide apoyo popular det mundo. Como sItado, unta de kas instituciones ydeci- sivas de Ja democracia moderna, el partido politico, habia irrumpido mis alld de sus confines en pa legisla turas para orgunizar a los propios ciudadanos y movilizat seguidores de} partido en las elecciones nacio apoyo de to ‘Cuando el joven avistécrata francés Alexis de Tocqueville visit6 los Estados Unidos en los aos treinta del siglo pasado, ya habfan apareciclo en este pais las cinco primeras institt ciones democriticas descritas arriba. Estas instituciones le parecieron tan profundamente implantadas y ormnipresen- tes, que no Tuvo ninguna duda en referirse a los Estaclos Ua dos como mocracia. En ese pais, dijo, el pu yperano, la “sociedad se gobierna a si misma por si misma” el poder de la mayoria erailimitado®, Se asomr6 de la raul plicidad de asociaciones en las que se organizaban dounidenses, parecia que para cualquier proposito. Yentre estas asociaciones sobresalian los dos princip idos politicos. A Tocqueville le parecié que en los Estados Unidos Ta democracia era ya casi tan completa como cabia inx se alguna ver pudiera llegar 8 ser: Durante el sigio siguiente, las cinco instituciones demo- eviticas basicas que Tocqueville observara durante su viaje a América, se consolidaron en mas de una docena de paises distintos. Muchos observadores en Europa y en los Estados Unidos Hegaron a la conclusién de que cualquier pais que as- pirara a ser civilizado y progresista necesariamente hitbria de adoptar una forma de gobierno democratica. Con todo, en todos ellos faltaba la sexta instiuucién funda mental —la ciudadania inclusiva—. Aunque Tocqueville afir- estas 10 mara que “el Estado de Maryland, que habia sido fisndade por hombres de rango, fue el primero en proclamar ef sulra- gio universal”, como casi todos los otros hombres (y muchas mujeres) de su tiempo, asumis ticitamente que “universal” no inchuia a las mujeres*, Ni. desde htego, a algimos hombres. E} “sufragio universal” de Maryland resaké que también ex: clufaa la mayorfa de los afroamericanos, En otros lugares, en ‘palses que en otras aspecios eran mas @ menos democra Cos, la mitad de todos los adultos fe, al igual que en Amé ca, completamente excluidz de la vicla politica nacional sim: plements por su condicién de mujeres: ademés, a grandes grupos de hombres se Tes cenegé cl sulragio porque no po- ‘lian satisfacer los requisitos de la alfabetizacion © de fa pro- piedad, una exclusi6n que fae apoyacia por muchas personas que se consideraban defensaras del gobierno democratico 0 republicano. A pesar de que Nueva Zelanda extendié el de~ recho de sufragio a las mujeres en 1893 y Australia en 19038, en otros paises democraticos las mujeres no alcanzaron el de~ recho a voto en las elecciones nacionales hasta 1920 aproxi- madamente: en Bélgica, Francia y Suiza, paises que la mayo- #fa de las personas calificarfa como altamente democraticos, las mujeres no pudieron votar hasta después de la TI Guerra ‘Mundial, Dadlo que para muchos es dificil comprender qué signifi- caba “ia democracia” para nuestros predecesores, permitan- me volver a subrayar la diferencia: en todas las democracias y reptiblicas a fo largo de veinticinco siglos, el derecho de par ticipar plenamente en Javica politica se restringié a una mi- noria de adultos. Gobierno “democratic” equivalia aun go- bierno jercide tinicamente por los hombres —y no por todos elios—. No fue hasta el siglo XX que, tanto en la teoria como en la practica, In democracia vino a exigir que el dere- cho a participar plenamente en la vida politica debia ser ex- tendido, si acaso con unas pocas excepciones, a toda Ja po blacién aculta que residfa permaneniemente cn un pais. ‘Tomadas en st conjunto, entonces, estas seis instituciones politicas no slo constituyen un nuevo ipo de sistema politi- co, sino una nueva forma de gobierno popular, un tipo de que nunca exist durunte los veinticinco sh los de experiencia desde la aparicitin de la democracia en Atenas y de una “repitblica” en Roma, Dado que les institu cones de! gobierno cemacratico representatny moderno. tomaclas en st conjunto. son hist6ricaménte tinicas, e con veniente doiarlas de un nombre propio. Este Spo de gobie a veres democracia no democritico moderne se denomtin poliareal. Palairas sobre palabras Poliergufa se deriva de las patabras griegas que significan “muchos” y “gobierno”; se distingue asi el “gobierno de Jos muchos” del gobierno de uno o monargutia, o dei go- hierna de los pocos, aristocracia 1 aligarqita, A pesar de gue dicho término apenas habia sido usedo. wn colega y yo lo intradufimes en 1958 como una adecuracla forma para referitnos a una democracia representativa rode ha con sufragio universal. A partir de ahora lo uslicaxé en, este sentido. Mis especiticamente, una democracia po- liarquica es un sistema politica dotado de las seis instito- ciones clemocraticas contenidas en la lista de arriba. L democracia polidrquica es, pues, distinta de fa democra- cia represontativa con sufragio restringido, como la det | gio xix. Es también diferente a las democracies y repéibl || cas mas antiguas, que no solo tenfan sulragio resiringido. sino que carecian de muchas de las otras caracteristices cruciales de la democracia poliarquica, tales como parti dos politicos, derecho 2 formar organizaciones politicas para influir en w oponersea los gobiernos exisientes, grt pos de interés organizados, etcétera. Es también distinta Ge las practicas democraticas propias de unidades tan pe quefias que permiten el establecimiento de una asamblea directa de sus miembros y st decision (o recomenda cién) directa de las politicas o leyes. (Volveré sobre esta diferencia en wn momento.) \ i La prspenenn “Aunque a mensdo operalan otros Factores, las sols insti ciones politicas le Ia democracia poliftrquica se deben, en parte fal menos, fas demanidas a favor de Ta inchusion y la partieip: ‘Gin en fa vida politica, En aquellos pafses que hoy habisal- mente se consideran democriticos, existen estas seis instin ciones. Pero bien eabria pregimtarse: ¢Acaso no son algunas die estas instiniciones el producto de luchas historicas? ;Siguen siendo necesarias para el gobierne democritico? ¥st son nece- s todavia para el gobierno democratico, gpor qué 10 son? FACTOR DEL-CAMASO Antes de contestar a estas cnestiones, debo Hamar ia aten ci6n sobre una importante cualificacién. Como ya adverti al comienzo de este capfutlo, estamos considerando las instinw ciones necesarias para el gobierno de un pais democratico. Por qué “pais”? Ponyue todas las institciones necesartas para wt (pais democritica no siempn serén precisas en wnidades mecha mas spequetias que un pat, Consideremos ¢l gobierno democratic de un comité, 0 un club, 0 una ciudad muy pequefa, Aunque la igualdad de voto puede parecer necesaria, unidades pequefias como és tas pueden operar sin la necesidad cle muchos cargos elect vos: basta quiza con un moderador que presica has reunio- nes, un secretario-tesorero que levante actas y atienda a fas cuentas. Los mismos participantes podrian decidir practica- mente todo durante sus reuniones, dejando los detalles at se cretario-tesorero. Los gobiernos de pequetias organizacic- nes no necesitarian ser gobiernos representesivas en toda Ie extension del término, en los que los ciudadanos eligen a los representantes encargados de dictar tas leyes y les politicas. Pero estos gobiernos podrian ser democraticos, puede que alamente democriticos. Quiz, también, aunque carecieran de partidos politicos o de otras asociaciones politieas inde- pendiemtes, podrian ser sumamente democriticos. De he- cho, podemos coincidir con el punto de vista democratico iva republicana en que, en asociaciones, CUADROF PORQUE SON NCESARIAS LAS INSTEFLICHONES auntie ees pn i srl de npn tzsntacionesenoc in is para sttavs lon guicntce sevsamenelecies Parsiipa 2. ectones hes Iguikind demo eats recuentee Contents agen Pamcipan ect Gimpremsign usin ontalde lagen 5. Libera le expres Paripacd eee Compress lserate Canseolde Tagen 4 tniorsacin stern. 1 Ansonia ain Ptivipacn efesea CComprensé stra Court delaagenda FH Gindadanainstases Soca plena pequeitas, las "facciones” organizadas no sblo son innecesse rias, sino directamente daflinas. En vez de conflictos exacer- bbados por el faccionalismo, los comités, los partidos politicos y otros, podemos preferir Ia unidad, el consenso, el acuerdo dalcanzacio mediante la discusi6n y el respeto matuo. Las instiruciones politicas estrictamente requeridlas para el gobierno democratico dependen, por tanto, del ramaio de la unidad. Las seis insticaciones enumeradas arriba se de- sarrollaron porque eran necesarias para gobernar pases, no ‘unidades mas pequesias. La democracia polidrquica es go- dierno democritico a eseala del Estado-naciéa o pais. Por volver a nuestra pregunta: ‘Son realmente necesarias las instituciones politicas de la democracia poliéequica para Ia democracia bajo la amplia escala de un pais? Siesasi, epor 107 Para comes a esas pregun ein proceso deme os, recontemess tien (cnadeo 7) or logue req PORQUE (7OU.ANDO) FX RRDRESENTANYHS #4 EGTOS? S mEMOCRAGA Cnando latencies sobre el gobierno democratico xe tas ladé a unidaces @ gran escaia, tales como naciones 0 pales. se suscit6 la siguiente progunts: carente de dria ser que las elecciones Josrepres legislative seria de- masiado frecuente, y todo lo que excediers los cinco altos se- ia demasiado largo. Obsiamente, sip embargo, los demécra- tas pueden tener un desacuerdo razonable sobre e! inzervalo especifico y sobre como haya de variar en fancién de tos dis tintos cargos y las diferentes practicas tradicionales. La cues- tin es que sin elecciones frecuentes, los ciudadtanos perde- rian un sustancial grado de control sobre sus cargos electos. ‘Pérmino inwwadueible que proviene de Ta erga de ss carreras ee eb Jos. Hr castellano equivaléria a alge ast como “el primero gana”, Téent be el nombre de sistema mayoritario # a. (Nat) ! Lanse 2POR QUE REQUIERE IA DEMOCRAGLS LA LIBERTAD DE ENPRESION? La libertad de expresién se req ya que fos citstadanos puedan participar efeecivamente en la vida politica. gCémo pueden los ciudadanas hacer que sus dis- ‘intas perspectivas sean conocidas y persuadir a sus conciuda- anos y asus representantes de que las adopten si no pueden cexpresasse libremente sobre todas las cxestiones que afectan ata direccién del gobierno? Ysi han de tomar en considers idm los puntos de vista de fos otros. deben estar en condicio- nes de escuchar lo que oiros tengan que deci. La libertad de expresion no sélo significa que alguien tenga el derecho a ser ido. Presupone también que algui char lo que otros tengan que decir Adquirir una comprensién ilustrada de tas acciones y politi cas gubernamentales posibles también exige la libertad de cexpresion. Para acceder a la competencia civica, los eiudada- nos precisan ce oporninidades para expresar sus propios puntos de vista; para aprender unos de otros: para entablar Giscusiones y deliberaciones; para Teer, escuchar e Inguirir a los expertos. a os candidatos politicos ya las personas en cu 30 juicio confian; y para aprender por otros medios que se sustentan sobre la libertad cle expresié Finalmente, sin la libertad de expresién los ciudadanos on seguida acabarian perdiendo su capacidad de infiuir en la egendaade las decisiones politicas. Los ciucladanos silenctosos pueden ser sithditos perfectos le um gobernante autoritario; ‘an un desastre para la democracia, POR QUE REQUIFRE LA DENOGRACLA LA PISPONIDILIDAD DE FUENTES DE INFORMACION ALTERNATIVAS F INDEPENDIENTES? Al igual que la libertad de expresién, la disponibilidad de ientes de informacién alternativas ¢ independientes es exig- TT Remar A. Dew bie por algunos de los criterios democriticos bésicas: tome- mos fa necesidad de fa crmprensin thustrada.

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