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1.—CENTRO PERSPECTIVO DE UN RECTANGULO. Todo igual que en perspectiva paralela, sslo que con dos puntos a los que han de fagar las lineas oblicuas. Brecon 22 RTT 2. Divisi6n DE LA PROFUNDIDAD EN PARTES IGUALES. Ninguna dificultad para aplicar lo apren ido en perspectiva paralela, {verdad? Sélo es necesatio proceder como si el plano A estaviera separado del plano B, es decir, repitiendo el proceso en cada plano. LINEA Moniz. VERTICALRRS RT NE ELE IE 5. Divisi6n DE UN ESPACIO DE- TERMINADO EN PARTES IGUALES. También aqui la operacién es por partida doble. El Punto de Medidas se sitta igualmente en la vertical mas proxima a nosotros. La Linea de Medidas se divide a ambos lados de dicha arista 6. Drvisi6N DE UN ESPACIO EN PERIODOS IGUALES. La formula es igual que en perspectiva paralela, con las observaciones hechas en el caso anterior n.° 5. 7 COMO DIBUJAR UN MOSAICO 0 CUADRICULA EN PERSPECTIVA OBLICUA. Afile el lapiz, los dedos, la vista. Va el ejercicio mas divertido —a mi juicio— y quizd més laborioso el dibujo de una cuadricula en perspec tiva oblicua, RF TINEA DE MEDIDAS.Suponga un espacio como el dibujado en la ilustracion anterior y empiece por establecer la ya conocida «Linea de Medidas», adosada al vér- e inferior del plano. En ese mismo vértice inferior calcule a ojo la profundidad _ dimen- y proporcién —_de un cuadrado formado por tres o cuatro baldosas lado, prolongando, al propio tiempo, las lineas A y B a sus correspon- ites puntos de fuga. 3 Prolongue la linea B hasta la «Linea de Medidas» a fin de conseguir la stancia C-D. Veamos ahora, ¢cudntas baldosas pusimos en ese cuadra- de la figura anterior? ¢cuatro? Bien divida la distancia C-D en cuatro s y trace lineas al punto de fuga correspondiente. 5354 PUNTO FUGA DIAGONALES, iAja! Necesitamos establecer seguidamente el «Punto de fuga de diagonales». Facil basta unir el vértice A con el B, prolongando esta diagonal hasta la Iinea de horizonte, Ahi queda el punto ese, ¥ fijese al trazar esa linea diagonal hemos cruzado las lineas que fugan al punto de la izquierda y uno, dos, tres, tenemos los puntos E, F G. iMire que bien nos van esos puntos! Tirando lineas desde el punto de fuga de la derecha y pasando por estos puntos, nos encontramos con unas cuantas baldosas ya terminadas. Vamos por el resto. La baldosa esa que forma el vértice H_ Si, esa crécela de abajo arriba, pa.tiendo precisamente del vértice inferior (J) y siga, siga para arriba, hasta el punto de fuga de diagonales. Ya, ya tenemos otra linea diagonal. y mas puntos a la vista K, L, M.PARA LOS AFICIONADOS A LA GEOMETRIA Dibujar un cuadrado cuadrado en perspectiva, a ojo, tal como ha debido hacerlo al iniciar este mosaico en perspectiva oblicua, ofrece 'ciertamente sus dificultades. Usted ya sabe por propia experiencia que a poco que uno se descuide el tal cuadrado resulta un rectingulo, También sabe, por lo dicho en ocasiones anteriores, que el profesional soluciona este problema... a ojo, a sentimiento, sin més ayuda que el célculo mental dictado por la costumbre de medir y proporcionar a ojo. ¥ asi debe hacerlo usted, demostrando con ello que conoce el oficio. ‘Nunea esta de més, sin embargo, conocer el porqué de las cosas, saber, en este caso, por ejemplo, el sistema que uiiliza el arquitecto o el delineante para obtener un cuadrado de proporciones matematicas, Pues bien; por lo que pueda ser y por si es usted aficionado a la geometria —sin ninguna obligacién de estudiar lo que sigue— he aqui la proyeccién ortografica de un cuadrado, partiendo de una vista en planta y rebatiendo el mismo para obtener una vista en perspectiva: En A, B, C, D, tenemos la vista en planta del cuadrado (en la parte superior del dibujo), y como si viéramos el mismo desde arriba. Abajo (en la parte inferior del dibujo) situamos el “Punto de Vista” o lugar desde donde usted ha de ver el cua- Grado, Partiendo de este ‘iltimo trazamos las lineas punteadas (las delgadas) e, f, g, by Namadas técnicamente rayos visuales y que forman el cono visual, debiendo terminar las mismas en las cuatro aristas del cuadredo en planta. Situamos a continuacién el “Plano del Cuadro visto en planta” (vea en la figura 7, letra B, de la Leccién Gene- ral mimero 4, lo que entendemos por “cuadro” teniendo en’ cuenta que, en este caso, lo vemos en planta, quedando por ello traducido en una simple linea). Partiendo ahora de la interseccién de los rayos visuales con el plano del cuadro (puntos i, j, k, D trazamos las verticales (linees punteadas gruesas) m, n, 0, p, que nos daran, en parte, la situacién de los cuatro vértices del cuadrado visio en perspectiva (vérlices QR. S, 1). Nos falta todavia determinar la situacion de los puntos de fuga, para lo etal haremos lo siguiente: 1°, dibujar las lineas oblicuas U y-V. cuya situacion ha de resultar absolutemente paralelaa los lados del cuiadrado en planta B-C y C-D. Prolongando estas lineas, desde el Punto de vista, hasta cruzarlas con la linea “Plano del cuadro", obtenemos los puntos X, Y Por iltimo, trazando desde estos puntos sendas verticales hacia abajo, obtendremos los PF1 y PF2 (los puntos de fuga) Bas- tara entonces dibujar las lineas de fuga correspondientes, a ambos lados, pasando por los vértices mencionados Q, R, S, T, para dar por terminada la operacién. (La situacién del “Pleno del Cuadro” de la “Linea de horizonte” y la situacién: del propio cuadrado visto en perspectiva, son optativas, es decir, pueden situerse mis arriba o mas abajo, segtin que uno quiera dibujar el cuadrado mas o menos en escorzo, mas grande o més pequefio) wn aEstébamos en que la nuev: los puntos K, L, M. No es nece: ahora. a linea diagonal nos habia proporcionado sario ser albanil para adivinar lo que sigue Guiados por estos puntos trazamos otras tantas lineas oblicuas des- de el punto de fuga de la izquierda. Aparecen més baldosas y nuevos puntos-guia (N, O P) i M i } y y i y a (XK i () ‘i Y termino aqui porque usted ya comprende el resto mas lineas oblicuas, nuevos puntos-guia, mas y mas baldosas. —. El proceso se re- pite a derecha e izquierda, operando unas veces con una linea diagonal, otras con otra, dibujando baldosas cada vez més pequefias, hasta com- | pletar y enladrillar todo el suelo.Una vez estudiado el proceso, la operacién es relativamente facil. Es necesario, eso si, tener un cuidado extremo en el trazado de las lineas oblicuas que fugando a derecha e izquierda van dibujando el mosaico. Han de cruzar precisa y exactamente por los puntos que van facilitando las Iineas diagonales. Le recomiendo que trabaje con un par de alfileres, uno en cada punto de fuga normal, que le permitiran trazar con mayor seguridad —y no di- gamos comodidad— las lineas convergentes. A propésito de ello recuer- de lo dicho en la pagina 31 de esta misma obra. Una cuadricula asi establecida, nos permite dibujar cualquier tipo de mosaico. Nos da, ademas, la oportunidad de establecer relaciones de medidas entre objetos situados encima del plano o espacio cuadriculado. Nos dice, por ejemplo, si el mueble situado al fondo de una habitacién, guarda una relacién de medidas con otro colocado en primer término. Un problema relativamente facil dibujando del natural, pudiendo com- parar directamente unas dimensiones con otras pero verdaderamente dificil dibujando de imaginacién, de memoria, en cuyo caso puede decir- se que el uso de la cuadricula resulta imprescindible. 8. DIVISION DE LA PROFUNDIDAD EN PERSPECTIVA AEREA. (jPobre perspectiva aérea! Siempre detrds de las otras, como una hermana pequefia, casi todos los métodos que conozco la rehuyen, la pa- san por alto como si fuera algo «tabi». No ocurre, quizds, que por ser poco corriente. Ademis es tan parecida a la perspectiva oblicua. ) ‘A pesar de los tres puntos, la division de espacios en profundidad y en perspectiva aérea, se rige practicamente por las mismas normas estu- diadas en perspectiva oblicua- Cuando se trata de un plano horizontal las baldosas de un patio, por ejemplo, visto desde la terraza de una casa el problema es idéntico al estudiado anteriormente. (En realidad un plano horizontal no puede ser modificado por ese tercer punto carac- teristico de la perspectiva aérea.) Cuando se trata de un plano vertical, hay que recordar que todas las verticales fugan a est famoso tercer pun- fo. y asunto terminado. En un solo caso hay cierta variacin digna de ser estudiada. Cuando tratamos de dividir un espacio determinado en partes iguales determi- nadas caso anterior n° 5). Es necesario tener presente entonces, la si- tuacion algo especial de la «Linea de Medidas». El dibujo que sigue a estas lineas ilustra esta situacién junto al vértice superior A, o al vértice inferior A Asimismo la arista mas proxima ha de prolongarse hasta la linea de horizonte a fin de establecer el «Punto de Medidas». Pero veamos en un momento todo el proceso, siguiendo las indicaciones del dibujo ad- junto. Situamos la «Linea de Medidas» junto al vértice A 0 el inferior A’). Prolongamos la arista mas préxima a nosotros (B) hasta cruzar la linea de horizonte, estableciendo ahi el «Punto de Fuga de diagonales». Traza- mos una diagonal, hacia el punto D_ pasando justamente por el vértice C. Dividimos ahora la distancia A-D de la «Linea de Medidas» en el numero ™de partes que convengan _ en nuestro ejemplo, seis _y a partir de estas divisiones (E, F G H, I) dibujamos sendas diagonales. Estas nos dan los puntos J K, L, M, O, en la arista horizontal del modelo, desde los cuales trazamos lineas de fuga al tercer punto de la perspectiva aérea (abajo), quedando dividido el plano en espacios iguales y en perspectiva. = Punto DE E/Mevipas 5 LINEA DE HORIZONTE D UNEA DE MEDIDAS PR Agra Dentro todavia de la division de es- pacios en profundidad, tratemos ahora de solucionar un problema corriente, dando de paso solucién al hecho de tener que dibujar con los puntos de fuga fuera del tablero. 589. COMO ESTABLECER MECANICAMENTE UNA PAUTA-GUIA, Esta usted en la calle, dibujando del natural un paisaje urbano, sin més tablero que una carpeta de reducidas dimensiones apoyada en su re- gazo. He aqui que sittia cajas y lineas en perspectiva y ve que los puntos de fuga van a parar lejos, fuera de su carpeta. ¢Cémo establecer la incli. nacidn correcta de las lineas que dibujan balcones, ventanas, puertas? Supongamos que este es el tema_la vista de una calle o avenida en la que juegan los dos puntos de la perspectiva oblicua. Vamos a preseindic practicamente de estos dos puntos, llevando a cabo el proceso siguiente A ojo, calculamos di- mensiones y proporcio- nes de las cajas gene- rales del tema, situando los planos mas impor- tantes del modelo (A y B) estableciendo con su- mo cuidado la inclina- cién de las lineas ba- sicas (C, D) que fugan al horizonte.60 ar ) l/ Tomamos la esquina o arista mas alta y la dividimos en un deter- minado numero de par- tes en nuestro ejem- plo, ocho partes —. Nos vamos ahora fue- ra del cuadro, a ambos margenes laterales del dibujo, trazando en ellos sendas verticales que uniran las lineas de fuga C y D. Dividimos entonces cada una de estas verticales en el mismo nimero ante- rior ocho. Naturalmen- te, éstas serén partes mas pequefas. Bastard, por ultimo, trazar series de lineas oblicuas, uniendo E con E Fon F’ etc. para obtener una pauta-guia perfecta, s ceptible, ade- mas, de ser mas minuciosa, con la subdivision de uno de los espacios en dos o mas partes. (Vea en la parte inferior uno de los espacios subdivi- didos, para facilitar una mas perfecta inclinacién de determinadas lineas de fuga.)En el caso de existir un solo punto de fuga importante, el pro- blema se reduce a establecer las Iineas de fuga superior e inferior trazando entonces sendas vertica- les a ambos lados del cuadro, y dividiéndolas en partes iguales. En fin, para facilitar la division de las verticales de los margenes trabajando en casa, con la re- gla graduada a mano —, tenga pre- sente la posibilidad de desplazar la linea divisoria marginal, tra- tando de hallar una medida facil de dividir que sea multiple del nuimero de partes sefaladas en la esquina o arista que inicia el pro- ceso. Ejemplo dividimos la ver- tical mds alta en ocho partes. Medimos la vet 1 del margen derecho y nos da 11 centimetros. Si dividimos once entre ocho no obten- dremos un ntimero exacto, nos saldran mitades de milimetro, décimas de milimetro. No, no. vale mas correr la regla graduada hacia la dere- cha, hasta poder trazar una vertical que mida. diez, nueve, ocho, ;claro, ocho centimetros a un centimetro por parte! 10. | PLANOS INCLINADOS EN PERSPECTIVA. La tapa de un estuche a medio abrir la linea ascendente de una es- calera, la inclinacion de un tejado, el declive de un camino o las subidas y bajadas de una calle, son solamente algunos ejemplos de cuerpos o te- mas en los que existen planos inclinados, cuya situacién en perspectiva exige uno o mas puntos de fuga adicionales. Operamos entonces con mas de una linea de horizonte 1a normal, correspondiente a las lineas horizontales que fugan al horizonte y la es- pecial horizontal o vertical para las lineas de los planos inclinados. Estudiemos este interesante aspecto de la perspectiva en las imége- nes de la pagina siguiente. En la figura 15 he dibujado la imagen de una escalera en perspectiva paralela que, aparte su punto de fuga normal (P F 1), tiene arriba un punto de fuga adicional (P F 2) en el que se reunen las lineas inclinadas de los peldarios, barandilla y pasamanos de la escalera. En la figura 16 vemos la perspectiva paralela de una calle que por sus varios desniveles exige trabajar con tres puntos de fuga el normal (P F 1) para reunir las lineas de fuga horizontales y los dos adicionales (P F 2yP F 3)en los que convergen las lineas de los diferentes planos inclinados. Vea por tiltimo dos casos de perspectiva oblicua uno en la inclina- cién de la tapa de un estuche y otro en los planos inclinados de los te- 61jados de varias casas. En ambos casos operamos con esa «Linea de Ho- rizonte Vertical» que usted ya conoce, situando en ella los puntos de fuga adicionales (P F 3 y P F 4). Por lo que respecta a estos puntos de fuga y a las lineas de los planos inclinados, el caso es idéntico al estu- diado anteriormente al tratar la convergencia de lineas diagonales que den la profundidad en perspectiva. De modo que aplique aquellas ensefianzas a estos ejemplos y asunto concluido.64 Perspectiva de las sombras Suponga usted que ha de dibujar una o més figuras debiendo re- presentar en el cuadro las sombras proyectadas de las mismas. ¢Qué dimensiones debera dar a esas sombras? ¢Cuan largas y cuan anchas deberdn ser para que su forma esté en consonancia con la situacién de la luz y la posicién de los modelos respecto a usted? El problema tiene un nombre «Perspectiva de las sombras». La solucién. Vayamos por partes. Estudiemos en primer lugar cémo se comporta la luz artificial, teniendo en cuenta que existe una notable diferencia entre ésta y la luz natural. TRABAJANDO CON LUZ ARTIFICIAL Imaginemos una habitacién, con una bombilla encendida colgando del techo, habiendo colocado en el suelo, manteniéndose de pie, una su- perficie cuadrada que recibe luz lateralmente. Teniendo en cuenta que la luz se propaga en linea recta y en sentido radial, si pudiéramos aislar el haz de rayos que ilumina la superficie cuadrada, veriamos perfecta- mente un dngulo formado por los lados del haz A y B, con vértice en el punto de luz, que al dirigirse a la superficie y ser interrumpido por ésta, proyecta en el suelo la sombra de la misma (Figura 20). Digamos ahora que este angulo sera para nosotros el primer ele- mento de trabajo hablaremos de ¢l muchas veces, Ilamandolo con toda propiedad dngulo de iluminacion Pasemos a la figura siguiente, nimero 21 Analizando la sombra de la superficie cuadrada veremos que dentro del dngulo de iluminacién general —el visto en la figura 20— podemos formar otros angulos de abertura mas reducida, determinando con ellos los salientes y entrantes, la forma, en suma, del objeto iluminado y en consecuencia, de la som-bra proyectada por dicho objeto. En esta figura 21 vemos, en efecto, que gracias al nuevo Angulo C-D transportamos al suelo ef ancho de la superficie cuadrada, la sombra de ese ancho, mejor dicho. Este juego de Angulos y subangulos, todos con vértice en el punto de luz, nos per- mite llegar a una conclusién muy importante. En Ia perspectiva de sombras, el punto de luz se constituye en Punto de Fuga al que convergen los rayos que determinan Ia forma de la sombr: Para nuestros efectos este nuevo Punto de Fuga, especial para la perspectiva de las sombras, sera Ilamado en adelante (Figura 21) PUNTO DE FUGA DE LA LUZ (PFL) Tenemos, pues, en principio, que con sdlo el Punto de Fuga de Luz parece posible proyectar y dibujar la forma exacta de las sombras, que- dando éstas, ademés, situadas en perspectiva. Porque ciertamente si usted comprueba la inclinacién del limite E —en la sombra proyec- tada (Figura 21)— respecto al lado inferior del cuadrado (F) y al su- perior del mismo (G), comprobara que las tres lineas convergen al punto de fuga normal, el de siempre (PF) situado en el horizonte. Pero la pers- pectiva es algo matematico que no deja nada a la improvisacién. Para completar el sistema nos falta un nuevo Punto que permita determinar la posicién y direccién de la sombra en el suelo respecto a la posicién de la luz. Ahi esta en la figura 22, (pagina siguiente), el elemento que nos faltaba Para situar este nuevo y ultimo punto de fuga —jno se apure, que no hay mas, que ya terminamos!— bastara llevar la luz al suelo, es decir trazar una vertical directamente desde el punto de luz al suelo68 en general. Para mejor conocimiento de causa en las figuras 26, 27 y 28, le he dibujado, amplias, las figuras geométricas anteriores. Estudie con aten. cidn lo que ensefian estas figuras. Compruebe una vez mas la combinacion de los Puntos de Fuga (PFL y PFS) permitiendo la proyeccién en perspec- tiva de las sombras correspondientes a cada figura (Figura 25), Fijese. Por ejemplo, en la forma especial adoptada por la sombra del cubo (Fi. gura 26), muy dificil de interpretar sin la ayuda de esos puntos de fuga y reglas estudiadas por usted. Observe en el caso de la figura femenina y del paralelepipedo del fondo (Figuras 25 y 27) que al «quebrarse» Ia sombra por un plano vertical no hacemos otra cosa que «levantarla del suelo», operando con los mismos dngulos de iluminacién, con las formas determinadas por las lineas procedentes del Punto de Fuga de Luz (PF). Estudie lo que ocurre con una sombra interceptada por otra forma cual. Quiera —caso del cilindro (Figura 28)—, comprobando que no por esta interrupcién la sombra es més alargada, viendo que la sombra del cilin- dro «monta» sobre la forma del paralelepipedo alargado, manteniéndose aquélla en su perspectiva, «acomodandose al accidente» producido por la interferencia, sin mas. Vea y estudie, asimismo, la formula basica para solucionar el perfil sombreado de un circulo —en el cilindro— o de una esfera (Figura 29), considerando que elproblema se reduce a encajar el circulo o Ia esfera dentro de un cuadrado, proyectando este cuadrado al suelo y dibujando dentro de él, con la correspondiente perspectiva, la sombra proyectada por el modelo. Tenga presente que esta formula es aplicable al dibujo de sombras en perspectiva de cabezas y en general, de cualquier modelo de forma curvada o irregular Observe, por ultimo, el estudio grafico dibujado en la figura 30, ex Plicando el sistema para «centrar» la sombra de una esfera, viendo que el truco consiste en determinar la posicién del rayo de luz central A, que a su vez nos da el eje perspectico de la esfera, permitiendo hallar el punto B o centro perspectivo de la sombra, a partir del cual dibujamos el con- torno de la misma y con él la sombra definitiva,66 © superficie en que se halle el objeto iluminado. Observe en esa figura 22 la misién de este Punto de Fuga de Sombra, permitiendo el trazado de las lineas oblicuas H, I hacia los vertices del cuadrado J. K, prolongan- dose después, mientras dibujan los limites laterales de la sombra, hasta cruzarse con los dngulos de iluminacién y determinando en combinacién con éstos la forma exacta, matematica y en perspectiva de la sombra dibujada. éY esto es todo? Pues, casi. Falta un solo detalle el nivel a que debe situarse el Punto de Fuga de Sombras (PFS) detalle cuya solu- cién viene dada por un sencillo calculo de perspectiva, «trasladando» al suelo —proyectando, ésta es la palabra técnica— la situacién de la luz colgada en el techo. En la fifura 23 vemos un ejemplo de esta sencilla Pproyecci6n, operando con perspectiva paralela. En la figura 24, el mismo calculo operando con perspectiva oblicua. En esta figura 24 se compren- de muy bien, ademas, el juego conjunto de todos los puntos de fuga que usted necesita ahora para dibujar y sombrear en perspectiva. ¢Quiere repasarlos, por favor? Tenemos en esta imagen el PF1” 0 punto de fuga numero 1 un punto de fuga normal, el de siempre, que no tiene relacion directa con las sombras, situado, como siempre, en el horizonte y al que convergen las aristas de la habitacién y los lados superior e in- ferior del cuadrado iluminado, ademés del limite A de la sombra pro- yectada. Tenemos después el PF2, otro punto de fuga normal al que convergen las aristas horizontales B y C de la pared del fondo. Y tene- mos, por otra parte, los puntos de fuga especiales para el dibujo de las sombras el Punto de Fuga de Luz (PFL), situado en la misma luz, del que parten las Iineas 0 rayos (los Angulos de iluminacidn), que deter- minan en parte la forma de la sombra proyectada_y el Punto de Fuga de Sombras (PFS), que, desde el suelo, directamente debajo de la luz, completa la forma y la perspectiva de la sombra dibujada. eee ee nen en en eee eee)Vea ahora los ejemplos siguientes que le permitiran afirmar y prac- ticar estos conocimientos. En la figura 25 he dibujado un planteamien- to general y completo sobre perspectiva de las sombras trabajando con luz artificial. Hay en esta imagen dos figuras, un paralelepipedo, un cubo y un cilindro: Las sombras de la figura femenina y del paralelepi- pedo se proyectan en el suelo y contintian en las paredes respectivas, Prreviendo un problema tipico de proyeccién en dos planos la sombra del cilindro es interrumpida por un paralelepipedo alargado, dispuesto en sentido transversal, como caso también tipico de estudio de sombras ‘an it68 en general. Para mejor conocimiento de causa en las figuras 26, 27 y 28, le he dibujado, amplias, las figuras geométricas anteriores, Estudie con aten. cidn lo que ensefian estas figuras. Compruebe una vez mas la combinacion de los Puntos de Fuga (PFL y PFS) permitiendo la proyeccién en Perspec- tiva de las sombras correspondientes a cada figura (Figura 25). Fijese, por ejemplo, en la forma especial adoptada por la sombra del cubo (Fi- gura 26), muy dificil de interpretar sin la ayuda de esos puntos de fuga y reglas estudiadas por usted. Observe en el caso de Ja figura femenina y del paralelepipedo del fondo (Figuras 25 y 27) que al «quebrarse» la sombra por un plano vertical no hacemos otra cosa que «levantarla del suelo», operando con los mismos Angulos de iluminacién, con las formas determinadas por las lineas procedentes del Punto de Fuga de Luz (PFL). Estudie lo que ocurre con una sombra interceptada por otra forma cual- quiera —caso del cilindro (Figura 28)—, -omprobando que no por esta interrupcion la sombra es ms alargada, viendo que la sombra del cilin- dro «monta» sobre la forma del paralelepipedo alargado, manteniéndose aquélla en su perspectiva, «acomodandose al accidente» producido por la interferencia, sin mas. Vea y estudie, asimismo, la formula basica para solucionar el perfil sombreado de un circulo —en el cilindro— o de una esfera (Figura 29), considerando que el ‘problema se reduce a encajar el circulo o la esfera dentro de un cuadrado, proyectando este cuadrado al suelo y dibujando dentro de él, con la correspondiente perspectiva, la sombra proyectada por el modelo. Tenga presente que esta formula es aplicable al dibujo de sombras en perspectiva de cabezas y en general, de cualquier modelo de forma curvada o irregular Observe, por ultimo, el estudio grafico dibujado en la figura 30, ex- plicando el sistema para «centrar» la sombra de una esfera, viendo que el truco consiste en determinar la posicion del rayo de luz central A, que a su vez nos da el eje perspectico de la esfera, permitiendo hallar el punto B o centro perspectivo de la sombra, a partir del cual dibujamos e] con- torno de la misma y con él la sombra definitiva,PERSPECTIVA DE LAS SOMBRAS TRABAJANDO CON LUZ NATURAL. La luz del Sol o luz natural, al igual que la Juz artificial, se propaga en linea recta y en sentido radial, ya se lo he dicho, Pero el Sol es infinita- mente mayor que la Tierra, e! Sol se halla a millones de kilémetros de la Tierra, a diferencia de la luz artificial situada a escasos metros del mode- lo. Ese descomunal tamafio del Sol y esa enorme distancia entre el Sol y la Tierra, eliminan practicamente la propagacién en sentido radial, pudiendo afirmar entonces que, para nuestros efectos. 69soL i // ™~. TIERRA FIG.31 RAVOS PEL sot, RACTICAMENTE PARALELOS, mientras que, como queda dicho anteriormente La luz artificial se propaga en sentido radial Las figuras 32 y 33 nos muestran las diferencias existentes entre una luz y otra. Estas figuras nos dan a comprender por otra parte, un hecho importante en relacién con la luz natural, a saber Operando con perspectiva aérea las sombras Producidas por la luz natural carecen Précticamente de perspecti (gNo le parece légico? Claro que si_la sombra producida por cual- quier objeto no es mas que una mancha sobre el plano en que se encuen- tra aquél la sombra no tiene cuerpo. Vista en perspectiva aérea y de- bido al factor propagacién paralela no puede ofrecer ninguna perspecti- va. Fijese, en cambio, con lo que sucede con Ia luz artificial aun viendo Ia imagen en perspectiva aérea (Figura 33), las sombras son afectadas por el Punto de Fuga de las Sombras (PFS) debido al factor propagacion radial comprende, ¢verdad?) pid Operando con perspectiva paralela o perspectiva oblicua, viendo la imagen desde un plano normal, la cosa cambia la perspectiva de las sombras es tan visible y efectiva como trabajando con luz artificial. Jue- gan incluso los mismos elementos, esto es, el angulo de iluminacién y los Puntos de Fuga de Luz y de Sombra. Hay sin embargo, una diferencia notable Trabajando con luz natural, el Punto de Fuga de Sombras (PFS) ha de ser situado en el horizonte (Figura 34)Para comprender y justificar el traslado de este punto al horizonte hemos de ver que la luz del Sol no ilumina precisamente la zona en que se encuentra el modelo (como ocurre con la luz artificial), sino que ilumi- na la mitad de la esfera terrestre (Figura 31), una enorme extensi6n, por tanto, cuyo centro perspectivo ha de ser situado en el horizonte. UNA FORMULA ESPECIAL PARA LA ILUMINACION FRONTAL Esta misma raz6n de la distancia nos obliga, por ultimo, a establecer una férmula especial cuando el modelo recibe la luz del Sol frontal o frontal lateral. FIG. 34 @ bee HORIZONTEb) EL PUNTO DE FUGA DE SOMBRA, situado en el suelo, directa- mente debajo de la bombilla o lampara eléctrica, del que nacerd Ja radiacién perspectiva de las sombras. Trabajando con luz natural: Deberé distinguir entre los tres casos siguientes 4.—Imdgenes vistas en perspectiva aérea (Figuras 32 y 36). Debido al factor propagacién paralela, practicamente no ofreceran Perspectiva alguna. 2.—Imagenes en perspectiva paralela u oblicua, iluminadas a con- traluz, semicontraluz y luz lateral (Figuras 34, 37 y 38). Deberd operar con dos puntos de fuga a) EL PUNTO DE FUGA DE LUZ, situado en el mismo Sol. b) EL PUNTO DE FUGA DE SOMBRAS, situado en el horizonte, directamente debajo del Sol.74 3.—Imdgenes en perspectiva paralela u oblicua, con luz frontal o frontal lateral (Figuras 35 y 39). Debera operar también, con dos puntos de fuga a) EL PUNTO DE FUGA DE LUZ, situado debajo del Punto de Fuga de Sombras, en el mismo nivel vertical, teniendo en cuenta la incidencia del angulo de iluminacién en el modelo. 6b) EL PUNTO DE FUGA DE SOMBRAS, situado en el horizonte, directamente debajo del Sol.Algo mas? No, en definitiva, usted y yo hemos de ser capaces de ver estas y todas las normas de la perspectiva en el modelo mismo. Di- bujando de memoria o dibujando del natural el sentido de la perspectiva ha de actuar en usted de una manera instintiva. Pero permitame que desarrolle esta idea en el parrafo siguiente, el ultimo de esta leccién. Cuando se comprende el sentido de las cosas, éstas quedan, su re- cuerdo permanece, podemos hacer uso de ellas en el momento oportuno. Para comprender en necesario estudiar y practicar ¢Hasta qué punto en este caso de la perspectiva? Yo diria «Hasta que el sentido de la perspectiva acttie en usted como algo instintivo de manera que le sea imposible dibujar algo fuera de perspectiva, establecer una division de profundidad errénea, dibujar una sombra fuera de lugar Usted podra entonces dibujar y pintar cuadros sin necesidad incluso de establecer lineas de horizonte ni puntos de fuga. ; Los vera de todas formas! Forma- ran parte de su manera de ver como algo que lleva usted mismo. ; Ah, pero. ! No piense que esto es posible sin el esfuerzo de comprender estu- diar practicar Qué otra cosa puedo decirle? —iNada mds, nada mas! ;Esté muy bien asi! Comprendo que era necesario y hasta le diré que lo encuentro divertido, pero. no le parece horroroso imaginar a Velazquez «situan- do un punto de fuga»? —jPues lo situaba, lo situaba!