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Libertad y orden

Ministerio del interior y de Justicia


República de Colombia

COMUNICADO

El Gobierno Nacional, a través del Ministro del Interior y de


Justicia quien preside el Comité de Reglamentación y Evaluación
de Riesgos –CRER-, se permite informar a la opinión pública:
1. Como resultado de la política de seguridad democrática, en
los ocho años de la Administración del Presidente Uribe, se
han logrado avances significativos en aspectos tan
importantes como, la reducción de homicidios en un 45%, la
reducción de secuestros en el 93% y la de acciones
terroristas del 81%. No obstante estos avances en la
seguridad nacional para todos los colombianos, se ha
otorgado una especial protección individual y colectiva a 16
poblaciones vulnerables, entre las que se destacan
sindicalistas, periodistas, defensores de derechos humanos,
población indígena, afrocolombianos, dirigentes políticos,
concejales, entre otros.

2. En el 2002 este programa dio protección a 4.900 personas,


mientras que en el 2009 fueron protegidas 11.179, de las
cuales 171 son periodistas. Mientras en 2002 fueron
asesinados 11 periodistas, en 2009 esta cifra se redujo a
uno, sin embargo la meta sigue siendo de cero homicidios. En
términos presupuestales el Gobierno Nacional ha destinado
388 mil millones de pesos al programa de protección a
personas en los últimos ocho años.

3. Con el liderazgo del Departamento Nacional de Planeación y


la participación de la Policía Nacional y las carteras del Interior
y de Justica, y Hacienda y Crédito Público, a finales de
diciembre de 2009 se inició el estudio y análisis de los
programas de protección desarrollados tanto por el Ministerio
del Interior y de Justicia, como por la Policía Nacional, con el
propósito de definir las competencias y las poblaciones a ser
atendidas por cada uno de los mencionados programas,
estableciendo los lineamientos de la política de protección de
personas que se encuentren en situación de riesgo
extraordinario o extremo, como consecuencia directa y en
razón del ejercicio de sus actividades o funciones políticas,
públicas, sociales o humanitarias.

4. Este proceso dio como fruto la expedición del Decreto 1740


del 19 de Mayo de 2010, que en relación con la participación
de los representantes de las poblaciones objeto, respetó la
concertación que se hizo entre el Gobierno Nacional y dichos
representantes cuando fue expedido el Decreto 2788 del 2 de
Octubre de 2003, por el cual se unificó y reglamentó el CRER,
Comité de Reglamentación y Evaluación de Riesgos de los
Programas de Protección de la Dirección de Derechos
Humanos del Ministerio del Interior y de Justicia.

5. El nuevo Decreto conserva y respeta los esquemas y los


niveles de riesgo con los que actualmente están siendo
beneficiadas las personas cubiertas por los programas de
protección. Dichos esquemas y niveles de riesgo solo podrán
ser modificados por nuevas evaluaciones que se hagan bajo
las nuevas regulaciones.

6. De acuerdo con los parágrafos primero y segundo del artículo


primero del Decreto 2788 de 2003, al CRER concurrían, sólo
con derecho a voz, representantes de la Procuraduría General
de la Nación, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría General
de la República, y participaban como invitados especiales y
permanentes, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos y cuatro (4)
representantes de cada una de las poblaciones objeto de los
Programas de Protección a cargo de la Dirección de Derechos
Humanos del Ministerio del Interior y de Justicia, situación que
no fue modificada en manera alguna por el recientemente
expedido Decreto 1740 de 2010.
7. Resulta indispensable observar que el Decreto 1592 de 2000,
dejó de tener vigencia para efectos de la conformación del
CRER, desde la expedición misma del Decreto 2788 del 2 de
Octubre de 2003, el cual derogó las disposiciones anteriores
que le eran contrarias.
8. Esto quiere decir que hace más de seis años y medio el
CRER ha venido trabajando de manera armónica, eficiente y
concertada, con una conformación en la cual se ha contado
siempre, con la participación activa de las organizaciones que
representan tanto a los periodistas y comunicadores sociales,
como a las demás poblaciones protegidas, situación que de
ninguna manera se verá alterada con la entrada en vigencia
del nuevo Decreto.
9. Con respecto a la eliminación de la medida del “apoyo de
transporte terrestre” y el ajuste del ”apoyo de reubicación
temporal”, los cuales venían otorgándose desde Agosto de
2006, estos cambios se produjeron para todas las poblaciones
objeto del programa de protección y no solamente para los
periodistas y comunicadores sociales, en el mejor ánimo de
optimizar los mecanismos de protección. En este espíritu,
durante la discusión y estudio del nuevo Decreto, se valoró
especialmente la necesidad de fortalecer la política de
protección del programa, privilegiando el fortalecimiento de las
medidas duras a personas con riesgo extraordinario o
extremo, por encima de la medidas blandas consideradas en
el Decreto anterior, entre las cuales se incluían los apoyos de
transporte terrestre.
10. Adicionalmente, sobre este particular, debe mencionarse que
en la evaluación que bajo la administración del Procurador
Edgardo José Maya Villazón, en Octubre de 2008, hizo la
Procuraduría General de la Nación a las políticas públicas en
materia de protección a las víctimas y testigos del conflicto
armado, dicha entidad consideró que “Todas las entidades
del Estado, con excepción de algunas posturas aisladas de
las que conforman el Ministerio Público, mostraron su
desacuerdo frente a que las medidas de protección tengan un
horizonte temporal indefinido, por que son insostenibles en
términos financieros y de recursos humanos. No se puede
permitir que las medidas de protección que se decretaron para
una coyuntura de seguridad, se desfiguren y se conviertan en
medidas de carácter asistencialista, sin límite en el tiempo.
Como por ejemplo, citan que en muchos casos la ayuda de
transporte y de comunicaciones se siguen prestando, aun
cuando los niveles de riesgo han dejado de ser
extraordinarios”.
11.Con respecto al tema específico del “Apoyo de Reubicación
Temporal”, la misma evaluación de la Procuraduría afirma que
“varios de los entrevistados consideraron que las
reubicaciones, como medida de protección, no responden a
las necesidades de los beneficiarios y que incluso fomentan el
desplazamiento forzado. Por esta razón, algunos líderes
sociales han visto gravemente afectados sus derechos
fundamentales y los de la comunidad a la que pertenecen.” En
este contexto, al ajustar el monto de los apoyos de
reubicación temporal, se busca reducir el efecto negativo que
con respecto a la reubicación fue visibilizado por la
Procuraduría General de la Nación.

12. Finalmente, con respecto a las preocupaciones expresadas


en relación con las causales para la suspensión de las
medidas de protección establecidas por el nuevo Decreto,
debe decirse que de ninguna manera el espíritu de las
mismas está orientado a limitar la libertad con que los
periodistas ejercen su profesión, ni menos aun, a poner en
riesgo la identidad o la integridad de sus fuentes.

13. Por el contrario, siendo respetuosos de los lineamientos de la


Corte Constitucional en relación con la protección de
periodistas, el Decreto prevé una especial protección a esta
población, considerando las particularidades de su ejercicio.
En este contexto, como parte de los compromisos
establecidos en el numeral 12 del artículo 34, se exhorta a los
beneficiarios a “colaborar con la autoridad que haya asignado
la medida de protección, para la verificación del debido uso
de las mismas”, en este sentido, será el beneficiario el que
tendrá que comunicar su decisión de usar un esquema de
protección especial, distinto al asignado, caso en el cual el
CRER, siguiendo los procedimientos establecidos en el mismo
Decreto, definirá lo que corresponda, sin que de suyo
implique necesariamente la suspensión de la medida.

14. El espíritu del Gobierno Nacional, siempre ha sido y será el


de respetar el diálogo y la concertación con todas las
poblaciones objeto de los programas de protección. Especial
cuidado y atención se seguirá dando a los periodistas y
comunicadores sociales, quienes en un gesto que
agradecemos, han reconocido las bondades del programa al
afirmar que “las organizaciones de periodistas y medios de
comunicación reconocemos la importancia que el programa
de protección, más allá de algunas deficiencias puntuales, y
reconocemos el beneficio que le ha traído a la seguridad de
los periodistas y a la defensa de la libertad de expresión.”

Bogotá, Mayo 27 de 2010

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