Espiritualidad significa dejarse conducir por el Espritu Santo, vivir de l y en l. Es
el Espritu el que nos introduce en la verdad de Jess. La Espiritualidad corresponde siempre a una determinada visin de Dios y del hombre. De la misma manera, a una determinada visin de la Iglesia que encuentra su fundamento en el Dios que es comunin trinitaria, el Dios que es Amor. As nos lo ha propuesto el beato Juan Pablo II cuando, hablando de la Espiritualidad de comunin, ha dicho que es la que nos mueve a hacer de la Iglesia casa y escuela de comunin (cf. NMI, 43). Antes de programar iniciativas concretas, pues, nos dice que debemos promover una Espiritualidad de comunin, proponindola como principio educativo. Por eso, una Espiritualidad que nos abre a nuevos caminos de evangelizacin y dilogo. Espiritualidad que es una mirada del corazn hacia el misterio del Dios amor, la Trinidad que nos habita, cuya luz ha de ser reconocida tambin en el rostro de los hermanos que estn a nuestro lado. Espiritualidad que es capacidad de sentir al hermano de fe en la unidad profunda del Cuerpo mstico, y, por tanto, como alguien que me pertenece, para saber compartir sus alegras y sus sufrimientos, para intuir sus deseos y atender sus necesidades, para ofrecerle una verdadera y profunda amistad. Espiritualidad que es capacidad de ver todo lo positivo que hay en el otro para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios: Don para m, adems de ser un don para el hermano que lo ha recibido directamente. Espiritualidad que es saber dar espacio al hermano ayudndose mutuamente a llevar las cargas (Ga 6,2), y rechazando las tentaciones egostas que continuamente nos asedian y generan competitividad, ganas de hacer carrera, desconfianzas y envidias. No nos hagamos ilusiones, dir, sin este camino espiritual, de poco serviran los instrumentos externos de la comunin. Seran medios sin alma, mscaras de comunin en vez de vas de expresin y crecimiento. Ser bueno que en toda previsin de acciones pastorales y siempre lo tengamos presente, ms an en unos momentos en los que podemos hacer una aportacin muy significativa para nuestro tiempo. Sebasti Taltavull Anglada, Obispo auxiliar de Barcelona