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La invasin de lo imperceptible

Por que estas corriendo?, quien te apura? no te diste cuenta que vas sin rumbo, estas
perdido o crees que sabes adonde vas? Alocados vamos como luces en el encanto mismo del
espacio,

la velocidad es extrema, no hay

slowdown. Llegamos, nos vamos, volvemos,

miramos, seguimos. Donde esta la vida? O a caso es esto? , nunca pensar! solo hacer,
hacer y hacer , hasta que pierde el sentido todo lo realizado. Nos desconcierta el hoy por que
ya estamos cavilando en el maana, el pasado fue un chispazo al viento que se apago con su
simple caricia.
Las direcciones tomadas se pierden en el sudor de la mano, la inconmensurabilidad del gen
nos precipita al vaco existencial, hay poca fuerza para parar este aventn continuo que nos
inunda y nos lleva mas all, a donde no sabemos si queremos ir.
De a poco, en tiempo casi imperceptible en esta era del desencanto donde se renuncia a las
utopas, desaparecen las grandes figuras carismticas, y surgen infinidad de pequeos dolos
que duran hasta que surge algo ms novedoso y atrayente. Nosotros en este ataque de
desimportancia colectiva, no somos simplemente no existimos en la sociedad, nuestro
paso, como un rayo que cae del cielo desaparece en segundos, somos invisibles a todos, menos
para el sol que nos calienta y nos hace acordar con un golpe de energa que estamos aqu abajo,
caminando, corriendo, volando.
Y as vamos del vaco a la nada, dando tumbos, sin parar a mirar el suelo que estamos pisando,
si es realmente que pisamos algo en algn momento, por que a veces da la impresin que
pasamos planeando y vemos todo desde arriba, bien chiquito, como hormiguitas en la tierra. Si
fue tan fcil caer en la tentacin misma del sin sentido existencial, y nos contentamos con
muchas cosas, que llenan poco, habr que cambiar los parmetros y empezar a ELEGIR de una
buena vez!
La gula nos invade, comer sin saborear es el precio, el precio de un vaco que llena lugares en
todo el espacio que nos rodea, se nos adentra en lo profundo de nuestro corazn y se
transforma en nuestra quimera. El gran problema es que nosotros no elegimos el men de esta
gran glotonera consumista, donde se pierde la intimidad y la vida de los dems se convierte en
un show, un show sin fin, todo es efmero, aparece y desaparece como un neblina matutina.

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