La noche era de oro, los astros nos miraban y el viento nos traa la esencia del galn. El cielo azul tena cambiantes de topacio, la tierra oscura cabello de blsamo sutil; tus ojos ms destellos que todo aquel espacio, tu juventud ms mbar que todo aquel abril. Aquella era la hora solemne en que me inspiro, en que del alma brota el cntico nupcial, el cntico inefable del beso y del suspiro, el cntico ms dulce, del idilio triunfal. De sbito atrado quiz por una estrella, volviste al ter puro tu rostro soador...