quireme, pues que te quiero, que con tu venida espero no tener guerra conmigo. Remedio de alegre vida no lo hay por ningn medio, porque mi grave herida es de tal parte venida qu'eres t sola remedio. Ven aqu, pues, ya que muero; bscame, pues que te sigo; quireme, pues que te quiero, e con tu venida espero no tener vida conmigo.