Medios alternativos de comunicación y ética para con la realidad.

Hace ya varios años, desde la selva Lacandón en Chiapas, Méjico; el subcomandante

insurgente marcos, líder del movimiento: Ejercito Zapatista de Liberación Nacional

(EZLN), transmitió un comunicado vía video a la comisión para la democracia Méjico –

USA, en donde centra básicamente su discurso en alertar a los invitados a este evento

pero además a los lectores de la cinta; en el aparentemente exagerado hecho, de la

cuarta guerra mundial. Según marcos, en estos momentos en el mundo, más o menos

desde finales del siglo veinte, con el advenimiento del capitalismo y la globalización,

vivimos una guerra mundial directamente relacionada con los medios de comunicación.

Para el EZLN, los medios de comunicación masiva del mundo son hasta el momento

inútiles en la tarea general que deberían estos tener (informar, educar y entretener), sino

que por el contrario lo único que ejercen es un control alienante sobre las mentes de los

consumidores pasivos de medios; presentándoles a estos una realidad virtual,

completamente alejada de la realidad real (aunque suene absurdo), que se basa en

comentar solamente lo que les sucede como él lo dice a las VIP (very important people) y

no de lo que al pueblo en general, que en muchos casos se dice que son mayoría pero a

fin de cuenta esas mayorías terminan siendo minorías, acontece.

La gente del común, la gente de a pie solo aparece, según la concepción revolucionaria,

en los medios cuando mata o cuando es muerta, ósea que solo existen cuando están o

muertos o encerrados (vaya contradicción).

Así mismo, propone Marcos, tres opciones o caminos que podemos tomar con respecto a

esta inutilidad de los Mass Media. La primera: es ser completamente escépticos y dejar de

consumir esos medios viciados propiedad de los grande (ya no monopolios) oligopolios

económicos transnacionales y llevar una vida domestica confortable y cálida.

La segunda: consiste en consumirlos sin importancia y creer en la virtualidad que los

medios proponen asumiendo, un rol simplista y vacuo, que permita este también continuar

el camino alienante de los medios sobre la población.

Y por último la tercera: que es la posición que concierne a la población activista pero

sobre todo a los comunicadores y responsables de medios, es a la creación paralela de

mini medios o medios alternativos de comunicación que sustituyan y obliguen, poco a

poco a los grandes medios a cumplir de verdad su trabajo.

Ya de esto se había hablado muchos años antes en 1980 en Belgrado cuando la

UNESCO celebro la conferencia “Un solo mundo, voces múltiples: Comunicación e

información en nuestro tiempo”, en donde además de ya concebir la monopolización

mediática y la comercialización de los medios, se propone luego un cambio radical que

consistía en: primero que todo darle un importante papel al espectador, no como un

espectador pasivo sino por el contrario como un hacedor de medios que colabore con el

proceso de creación mediática. Por otro lado, era también un fin para el informe McBride,

la creación de medios alternativos, que remplazaran el espectáculo, por la palabra de los

actores de los hechos. Que no fuesen simples acompañantes de una comunidad sino por

el contrario que participaran directamente en la lucha por otro mundo desde la base que

los medios son creadores de realidad tanto a nivel social como cultural y político. En

pocas palabras, se podría utilizar un concepto que toco Orlando Fals Borda en su

Investigación Acción Participativa (IAP) que es el empoderamiento. Hay que empoderar a

las comunidades para que hagan parte de los procesaos de creación de su propia

realidad a partir de los MMC.

Todo lo anterior, lo vemos englobado en teorías principalmente latinoamericanas que

surgieron gracias a la necesidad de formar, organizar y estructurar comunidades con altos

índices de necesidades. En pocas palabras, de la necesidad, nació la comunicación para

el desarrollo con una base estructurada y firme como lo es la comunicación popular.

Para Luis Ramiro Beltrán por ejemplo, teórico en este campo, la comunicación popular

intenta recuperar la cultura, convirtiéndola en sujeto de información. Todo esto, por medio

de la autogestión y la creación de los ya nombrados medios alternativos de comunicación.

Que respeten la doble vía del proceso comunicativo y tengan a su vez como base 7

preceptos fundamentales:

1. La oportunidad.

2. La emotividad.

3. La rareza.

4. La descentralización.

5. La dimensión Social.

6. La caracterización interpretativa.

7. La capacidad de informar.

Dese esta base, recordamos lo antes dicho por el Subcomandante Marcos, viendo como

concuerdan claramente los fines comunicacionales que según estas dos corrientes:

Revolucionaria y teórica solicitan.

¿Donde esta entonces el papel del comunicador?

Aunque parezca claro y obvio, después de lo que se ha afirmado, el papel del

comunicador social en este proceso, es difícil ver como no es efectuado de manera

correcta este rol asignado en pro de desarrollo.

No es fácil, definitivamente, luchar contra un sistema impuesto que nos vuelve

consumidores básicos de bienes, servicios y productos que antes no lo eran, como la

cultura, que ahora esta mercantilizada (En el 2005 la industrial cultural gano 450.000
millones de dólares). No es fácil empecinarse en contra del orden actual de las cosas y

luchar en pro del cambio por que el mismo sistema que antes acogió, al ver el mas

mínimo intento de rebelión y desalienación, expulsa y luego evita completamente para

después carcomer.

En este orden de ideas, se hace difícil para un comunicador, que por supuesto es

conocedor de estas realidades, asumir un papel verdaderamente responsable para con la

realidad y su profesión y tomar una posición en pro del cambio. Ya que en muchos casos

la misma mercantilización de todos los bienes, derechos y hasta deberes, consume a tal

punto que el mismo sistema impide por medio de trabas, desligarse de este de una

manera sana y amigable.

Pero aunque parezca tétrico el camino, no podemos olvidar experiencias tan

enriquecedoras como las radios comunitarias o ahora en estos momentos de la avanzada

tecnología, radio zapote y radio chango, que antes siendo cadenas radiales básicas y

comunitarias manejadas por los indígenas mejicanos. Ahora son grandes movimientos

mediáticos y sociales que se mueven a través de la red de la internet con gran facilidad y

con un público seguidor interesado en conocer el mundo como es real.

Porque es papel del comunicador el defender la historia. Defender el presente que luego

será historia y registrarlo para no tener en el futuro una historia malversada y escrita por el

poder con un interés económico a inmediato pero también largo plazo.

Ya nos hablaba Kant de la razón práctica y su relación con las leyes y la voluntad que se

desprende de un conocimiento universal del bien. Este comportamiento moral,

directamente relacionado con la voluntad y la razón práctica, deberá ser entonces la base

de un accionar claro, conciso y desinteresado de fines ulteriores sino por el contrario tener

la razón y la ley como fin supremo en un modo puro.

Debe ser para los comunicadores como para todos los seres racionales, como l explicaba

Kant, un fin la humanidad misma y guiados por los imperativos categóricos propuestos,

que restringen la razón práctica actuar por la buena voluntad y la ley en si mismas como

valor moral por el deber.

Advenimiento de la cuarta guerra mundial.

Con todo lo dicho anteriormente, y con el papel claro y el actuar ético dilucidado en cuanto

a la profesión del comunicador, no está exagerando quizá el subcomandante Marcos

cuando afirma que estamos viviendo una cuarta guerra mundial en donde la alienación es

el fin y el medio para aquello y la base del proceso son los medios masivos de

información y su propuesta de esa realidad virtual viciada por la mentira y el espectáculo

como centro.

Y es allí, en donde juega el importante papel de los medios alternativos de comunicación

y la ética del comunicador que actuando bajo el imperativo de la razón práctica, debe

trabajar por el desarrollo comunitario y mundial y “en contra” de esos oligopolios

mediáticos que venden la realidad falseada que ya conocemos.

Dándole así, como afirma el informe Mc Bride: “Voz a los que no tienen voz”.

Juan Pablo Sánchez Celi.