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Navidad
Navidad
Navidad
Emmanuel: Dios con nosotros. Es esa la noticia
asombrosa que funde dos horizontes que parecan
irremediablemente distanciados: el del cielo y el de
la tierra. Y el Dios de quien Jeremas haba reivindicado
el derecho a ser un Dios de lejos, se inclina
ahora definitivamente para ser un Dios de cerca, y
en la persona de Jess se "incardina" para siempre
en una humanidad de la que ha comenzado a formar
parte. Era algo que estaba ya presente en la
intuicin del Deuteronomio cuando desenmascaraba
con irona los pretextos de Israel: "El precepto
que yo te mando hoy no es cosa que te exceda ni
inalcanzable, no est en el cielo y no vale decir:
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Quin de nosotros subir al cielo y nos lo traer
y nos lo proclamar para que los cumplamos? Ni
est ms all del mar y no vale decir: Quin de
nosotros cruzar el mar y nos lo traer y nos lo
proclamar para que los cumplamos? Mira, el mandamiento
est a tu alcance: en tu corazn y en tu
boca. Cmplelo"(Dt 30,11-13).
El nombre de Emmanuel va ms all del Deuteronomio:
ahora no se anuncia la cercana del
"precepto de Dios", sino la de Dios mismo. Ahora
es Alguien que camina a nuestro lado, que conoce
en su propia carne nuestras alegras, nuestras
frustraciones y sufrimientos, Alguien ms intimo a
nosotros que nuestra propia intimidad. Se nos acabaron
las evasivas cultuales, la divisin del mundo
en sagrado y profano, las artimaas para mantener
la esfera de nuestros negocios, actividades y
relaciones al margen de su presencia. Ha decidido
negarse (bien lo saban los profetas) a ser un Dios a
quien se visita en momentos puntuales, a quien se
honra, canta e inciensa durante un tiempo determinado,
para salir despus a un mbito del que l est
ausente y desentendido.
"Con qu me postrar delante del Seor?" se
preguntaba Israel, calculando el precio de las ofrendas
que supuestamente le iba a pedir su Dios, pero
la contestacin que reciba era muy distinta de la
que esperaba: "Se te ha declarado, hombre, lo que
el Seor reclama de ti (...), que camines humilde
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