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Informe de los claustrales electos ante la Junta Universitaria para la Asamblea de Docentes

de todo el Sistema de la UPR

21 de de mayo 2010, en Cayey, Puerto Rico

Preparado Por Waldemiro Vélez Cardona (RRP)

El reglamento de presupuesto aprobado por la Junta de Síndicos (Cert. # 100, 2005-2006) en su

Art. # 6 establece claramente que el proyecto de presupuesto que el Presidente le somete a la

Junta de síndicos deberá contar “con las recomendaciones de la Junta Universitaria”. Hasta el

momento la administración de la UPR no ha puesto en condición a la JU para hacer ningún tipo

de recomendación. El calendario para la elaboración del presupuesto establece que el Comité de

Presupuesto de la JU se deberá reunir en 9 ocasiones entre septiembre y junio para colaborar en

la planificación y elaboración del presupuesto. En este año académico (2009-2010) la primera

reunión de ese Comité fue en marzo y en ella lo único que ocurrió fue que la Directora de

Presupuesto, Brunilda Pereira, nos mintió, al afirmar que no había ningún documento ni

estimado que compartir con el Comité y al día siguiente le sometió a la Junta de Síndicos en

Pleno la propuesta para recortar 100 millones al presupuesto del próximo año (2010-2011).

Después de eso tuvimos una reunión adicional a finales de marzo en la que la Directora de

Presupuesto nos entregó lo que hacía casi un mes le había entregado a la Junta de Síndicos.

Se supone que en mayo el Presidente le someta su proyecto de presupuesto al Comité de

Presupuesto de la Junta Universitaria y en junio la JU hace las recomendaciones finales a partir

de los informes que ha venido recibiendo del Comité de Presupuesto de la JU.

El Presidente canceló unilateralmente dos reuniones de la Junta Universitaria; una extraordinaria

en la que se discutirían los cambios propuestos al cobro (a los estudiantes) y a la compensación


(a los docentes) por los cursos de verano; y la reunión ordinaria del mes de mayo en la que se

supone que el Comité de Presupuesto informara sobre los avances en la elaboración del

Presupuesto del año 2010-2011. Cosa que no está en condiciones de hacer, porque no ha recibido

la información que se requiere para hacerlo.

Aquí es fundamental resaltar un asunto medular sobre la falta de transparencia presupuestaria. Al

día de hoy no hemos tenido acceso a uno de los documentos más importantes para analizar la

situación económica de la Institución, los Estados Financieros Auditados del año académico

2008-2009. Dicho documento generalmente está terminado entre octubre y noviembre del

siguiente año académico, en este caso 2009-2010. Al día de hoy, 21 de mayo de 2010 se nos ha

dicho que no está terminado. ¿A qué podrá deberse esta anomalía sin precedente? ¿Será que la

empresa Ernst & Young habrá sido incompetente en hacer su trabajo?, o ¿será que la

Administración de la UPR le está escondiendo los datos hasta a los propios auditores externos

que contratan? Tengo que confesar que me inclino por lo segundo.

Quisiera terminar exponiendo algunas de las principales causas de la crítica situación

fiscal que atraviesa la UPR. En primer lugar, nuestra Institución se muestra incapaz de cobrar lo

que se le debe. En el 2004 el 30% de las cuentas por cobrar se declaraban como incobrables. En

el 2008 aumentó al 40%. En estos momentos se estiman en más de $170 millones las cuentas

por cobrar, que aún son cobrables, de los cuales más de $37 millones los deben los planes

médicos privados. En segundo lugar tenemos el impacto de la Ley #7 en los recaudos del Fondo

General, que se estima en cerca de $93 millones (52 millones por el desvío del IVU a COFINA y

41 millones por el desvió de los nuevos recaudos, temporeros y permanentes, de la base de la

que se calcula la fórmula del 9.6%). En tercer lugar, la aprobación de créditos contributivos

erosiona el Fondo General. Así lo señaló la agencia clasificadora Standard & Poor’s en su
informe del 22 de diciembre de 2008, calculando en $200 millones la caída en ingresos al

Fondo General por las nuevas exenciones. Si a esa pérdida de ingresos le aplicamos la fórmula

de 9.6%, la pérdida de ingresos para la UPR asciende a $19.2 millones anuales. En cuarto lugar,

la distribución que se hizo de los fondos ARRA destinados a mitigar los efectos de la crisis

económica en las Universidades Públicas fue sumamente injusta con nuestra institución. De los

$597 millones asignados para educación para un periodo de dos años se le otorgaron $409.9 al

DE y $119.8 a la UPR. Esto solo mitigó muy parcialmente el impacto de la crisis en nuestro

presupuesto. Idealmente deberían conducir a equiparar el presupuesto de la Universidad al del

año anterior. Lo más terrible del asunto es que el DE no gastó todos los fondos asignados en su

primer año, por lo que la UPR hizo una solicitud de re-distribución para el segundo, que fue

denegada por el gobierno central. En su lugar le asignaron el sobrante del DE a la Policía de

Puerto Rico.

En síntesis, el impacto en el presupuesto de la UPR de las medidas mencionadas anteriormente,

rondan los $282 millones, mientras la insuficiencia presupuestaria actual se estima en $240

millones contando con que se concedan los aumentos de sueldo y los ascensos del pasado año y

del actual. Lo dejo aquí y quedo a su disposición para aclarar cualquier duda.

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