No hay duda de que una de las cosas que menos nos gustan es
esperar en fila. Llegamos a la cita del mdico a tiempo o un poco
antes, para no tener que esperar. Vamos al supermercado para comprar apenas unas cosas, y nos quedamos anclados en una fila interminable en la caja. Y todos hemos tenido la experiencia de esperar en el vehculo para usar un cajero automtico del banco. Cuando llevamos algo al Seor en oracin, tambin traemos con nosotros nuestra impaciencia. Normalmente hacemos una peticin, y esperamos la respuesta al instante. Si Dios no se pone en accin de inmediato, muchas personas comienzan a pensar: Bien, trat de orar, pero el Seor simplemente no hizo nada. En realidad, la oracin no funciona. Qu trgico! Comparemos esa actitud con la del rey David. Cuando l tena apenas 16 aos de edad, Dios envi al profeta Samuel a ungirlo como el rey. Pasaran diecisis aos ms para que esa promesa se cumpliera. Qu hizo David durante ese tiempo? Se quejaba exigindole su reino? De ningn modo. David entenda que Dios era fiel. Tambin saba que su Padre celestial no solo era el Dios del quin y el qu, sino tambin del cundo y el cmo. David quera tener el reinado solamente cuando el Seor estuviera dispuesto a drselo. Por tanto, esper. Hay algo en su vida por lo cual le resulta difcil mantenerse paciente? Esperar en el Seor como uno espera en el banco, o al igual que el rey David confiar en el tiempo de Dios? El Padre celestial conoce cada faceta de su situacin, y su demora es, porque l quiere, en realidad, lo mejor para usted. Salmo 62.1, 2