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La vida cotidiana nos da muchos ejemplos de lo que es la espiritual.

En cierta ocasión estaba haciendo fila en un lugar para subir a un bus de transporte local y
cuando el vehículo llego un grupo de personas se abalanzó sobre las puertas y entraron a
empujones, dejándonos a nosotros al final de la fila, apenas logrando subirme. Con el bus
repleto yo estaba cerca de la puerta, el chofer en cada parada preguntaba ¿alguien se
queda aquí?, como nadie respondía, seguía a la siguiente estación, y así por varias
paradas hasta que llegamos a la que yo necesitaba; cuando el conductor volvió a hacer la
misma pregunta yo respondí “yo me quedo”; para mi alegría estaba al pie de la puerta. De
ultimo en subirme, me convertí en el primero en bajarme…
Este ejemplo me sirve para comprender la parábola que hizo Jesús sobre el hombre
dueño de un viñedo que quiso contratar obreros; contrató a unos por un día completo, a
otros los contrato a las horas tercera, sexta, novena y a la undécima; al final el dueño del
viñedo dio instrucción al mayordomo de que se pagara exactamente igual a todos
independientemente del tiempo que hubieran laborado; unos se quejaron, pero el dueño
les respondió que quería ser generoso y que podía hacerlo, para terminar declarando que
“los últimos serán los primeros y los primeros últimos”.

Aunque una multitud se adelante y “te quite el puesto”, o, aunque muchos lleguen antes
que tú por diferentes razones, Dios tiene para todos igual calidad de bendición.
El amor y el favor de Dios es más que suficiente para todos, tanto para los que llegan
temprano como para los que llegan en la ultima hora.

Hacer lo que Dios nos pide puede ser que nos ubique en el ultimo lugar de las cosas
terrenales, pero te pondrá en la primera fila al cielo.
Oro para que te acerques a Dios, cumplas Su Palabra y te ubiques en el lugar de la
obediencia y la bendición

Versículo”: “Así que los últimos serán primeros, y los primeros, últimos” Mateo 20:16
(NVI).

Hacer lo que Dios nos pide puede ser que nos ubique en el último lugar de las cosas
terrenales, pero nos pone en la primera fila al cielo.
Busca, Mateo 20:16
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Buen Dia
Juan C Quintero

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