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Bogotá D.C.

, Mayo 19 de 2010

Qué nos pasa? Dónde se escondió nuestra sensibilidad?

Es un hecho que el Doctor Álvaro Uribe Vélez, a pesar de ser el mejor


Presidente que ha tenido Colombia en el último siglo, le ha fallado a la Fuerza
Pública, al igual que todos los Políticos de nuestro País, en su fiebre por
protagonismo y en su afán de satisfacer, primero su imagen en el exterior que su
esperada lealtad con los hombres y mujeres que han respaldado el éxito de su
gestión, mediante la entrega completa e incondicional a la Seguridad
democrática, durante veinticuatro horas ininterrumpidas cada día de su mandato
presidencial, para crear condiciones favorables al bienestar y desarrollo
Nacional.

Nada tan sabio como los dichos populares, uno de ellos, más menos dice: Tanto
rueda el Cántaro hasta que se rompe. Pues bien, esto es lo que parece ha pasado;
a la Familia de la Fuerza Pública se le ha colmado su paciencia, su resignación
ante tanto abandono y deterioro de su bienestar y seguridad social, ante tanto
desconocimiento de sus derechos Constitucionales, ante el Incumplimiento del
Régimen Salarial y prestacional del Sector Defensa dentro del trazo de la Ley 4
de 1992, ante las Campañas de debilitamiento de la Fuerza Pública, ante el
vergonzoso y despectivo aumento salarial a la Fuerza Pública, que ya se torna
sistemático por debajo de todos los índices referenciales, etc., etc.

Como resultado de su frustrado sentimiento, la Familia de la Reserva Activa de


la Fuerza Pública, que no son de la corte celestial, sino humanos de carne y
hueso con necesidades, se han privado nuevamente de la presencia de algunas
cabezas de su hogar, mandándolas a reclamar, a hacer ver a las privilegiadas
castas políticas y a recabar las obligaciones que el Estado tiene con éstos
servidores incondicionales de la Patria.

Así fue como evolucionó la situación y ayer, martes 18 de Mayo, que sepa yo,
se inició la primera manifestación histórica, por los Derechos de la Fuerza
Pública, gracias a ANALVET, con representaciones de todas las regiones del
país. Éste tipo de manifestación de inconformidad por la conducta injusta y
direccionada del Estado contra los servidores de la Fuerza Pública, aunque se
está dando patriótica y heroicamente por algunos veteranos militares y policías
de avanzada que hasta hace poco oficiaban en el Estado, después de treinta y
más años de servicio, y que vuelven hoy a darnos ejemplo de consagración,
entereza y lealtad, lo están haciendo a nombre de toda la Reserva Activa de la
Nación.
Vivencialmente, lo que pude apreciar me emocionó y me motiva de una parte a
felicitar y reconocer el denodado y ejemplar sacrificio de las delegaciones
regionales de ANALVET organizadas y lideradas por el Capitán de Fragata
(RA) Luis Alfonso Fierro Manrique, para quienes pido al Gran Dios de los
Ejércitos su guía y protección.

De otra parte, estimo que es un llamado claro y abierto a otros líderes diferentes
de la Reserva Activa, que hoy permanecen en el anonimato, algunos solo
haciendo la ingesta y disfrutando de sus cargos, para que nos unamos bajo una
sola bandera, por la reivindicación de nuestros justos derechos.

También, éste hecho debe entenderse como un llamado a la UNIDAD, invitando


a abandonar el anonimato que es tan perjudicial y a salir a la luz pública en
apoyo integral de la Reserva Activa, como verdaderos Líderes que piensan
prioritariamente en toda la base Organizacional Social, antes de pensar en el
beneficio propio.

Ésta singular experiencia, no solo me producen las anteriores reflexiones, sino


que necesariamente me conducen a varios interrogantes, entre otros los
siguientes:
• Cómo es que, en un evento tan justo y trascendente no se exhiben
pancartas y participan delegaciones, sino de ANALVET?
• Si se trata de un evento tan justo y de interés de toda la Reserva Activa,
dónde están las otras Organizaciones Simbólicas?
• Si se trata de un evento tan importante para el gremio, porqué la
indiferencia de las demás Asociaciones de militares retirados?
• Será que no podemos unirnos ni para recordar, reclamar y recibir nuestros
derechos?

Mejor para no extenderme inoficiosamente, me pregunto: Cuál es el liderazgo


que pregonamos? Qué nos pasa? Dónde se escondió nuestra sensibilidad?.

Cordialmente,

Maríno Ríos Restrepo

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