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Introducción

Es un principio general del derecho que todo aquél que cause un daño a otro debe resarcirlo.
Esta obligación de reparar el daño puede tener distinta naturaleza y sujetos a quienes se debe
reparar dependiendo si se trata de una responsabilidad civil o penal; sin embargo, por la
naturaleza y alcances que tiene el servicio público, la responsabilidad que tienen quienes se
desempeñan en él es de tal envergadura que ha dado lugar a una forma de responsabilidad
distinta a las tradicionales.
Así, la responsabilidad administrativa de los servidores públicos surge como consecuencia del
actuar ilícito de un funcionario, diferenciando esa responsabilidad de las penales y civiles a
que también está sujeto.
Por una parte, la responsabilidad civil del servidor público se traduce en la obligación de
reparar el daño por parte de su causante frente a la persona concretamente perjudicada, a
diferencia de la penal, en la que responde frente a la sociedad representada por el Estado. De
manera que un mismo hecho puede dar lugar a responsabilidad de distinto orden; pero la
responsabilidad penal siempre será subjetiva, como se dice muy comúnmente: delinquen las
personas, no las instituciones, puesto que las personas jurídicas públicas actúan mediante
voluntades humanas que se ponen a su servicio.

ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LA LEY.

El Artículo Primero de la ley tiene por objeto reglamentar el Título Cuarto constitucional en
materia de:
Los sujetos de responsabilidad en el servicio público;
Las obligaciones en el servicio público;
Las responsabilidades y sanciones administrativas en el servicio público, así como las que se
deban resolver mediante Juicio Político;
Las autoridades competentes y los procedimientos, para aplicar dichas sanciones;
Las autoridades competentes y los procedimientos, para declarar la procedencia del
procedimiento penal de los servidores públicos que gozan el fuero, y
El registro patrimonial de los servidores públicos.
Fracción I. El servidor público, puede incurrir en cinco tipos de responsabilidades, a saber:
Administrativa, Laboral, Penal, Política y Civil.

Para el efecto de nuestro estudio, y que es la Administrativa, a fin de saber quiénes son los
sujetos del procedimiento administrativo y dentro del ámbito de aplicación, se señalan los
Sujetos de Responsabilidad Administrativa, y el Artículo 46 de la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos, señalan quienes son los sujetos de la
responsabilidad administrativa y dice que “incurren en responsabilidad administrativa los
servidores públicos a que se refiere el Artículo 2°. de esta Ley”.

El Artículo 2°. de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos nos envía al
Artículo 108 constitucional que en su párrafo Primero y Tercero enumera los servidores
públicos a quienes se enjuiciará conforme al procedimiento administrativo, cuando incurren en
alguna de las hipótesis contenidas en el Artículo 47 de esta Ley.

El Artículo 2°. Señala que “son sujetos de esta Ley, los servidores públicos mencionados en el
Párrafo Primero y Tercero del Artículo 108 Constitucional y todas aquellas personas que
manejan o apliquen recursos económicos federales”.

El Artículo 212 del Código Penal en su Título Décimo de los Delitos Cometidos por Servidores
Públicos, señala que: “Para los efectos de este Título y el subsecuente es servidor público,
toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en la
Administración Pública Federal, centralizada o en la del Distrito Federal, Organismos
Descentralizados, Empresas de participación estatal mayoritaria, Organismos y Sociedades
asimiladas a éstas, fideicomisos públicos, en el Congreso de la Unión, o en el Poder Judicial
Federal y Judicial del Distrito Federal, o que manejen recursos económicos federales. Las
disposiciones contenidas en el presente Título, son aplicables a los Gobernadores de los
Estados, a los Diputados de las legislaturas locales y a los Magistrados de los Tribunales de
Justicia Locales, por la comisión de los delitos previstos en este título, en materia federal.

Se impondrán las mismas sanciones previstas, para el delito de que se trate a cualquier
persona que participe en la perpetración de alguno de los delitos, previstos en este título o el
subsecuente.

Fracción II: Del Artículo 1°. Las obligaciones en el Servicio Público, son las enumeradas en el
Artículo 47 de esta Ley, cuyo incumplimiento trae como consecuencia las sanciones
contempladas en su Artículo 53, que señala:

“LAS SANCIONES POR FALTA ADMINISTRATIVA CONSISTIRÁN EN:

Apercibimiento privado o público;

Amonestación privada o pública;

Suspensión;

Destitución del Puesto;

Sanción económica;

Inhabilitación temporal, para desempeñar empleos, cargos o comisiones en el servicio


público”.
Se debe distinguir de las obligaciones a que se refiere el comentario anterior, las contenidas
en el Artículo 44 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado y las señaladas,
en el Artículo 46 de la misma Ley, las cuales en todo caso darán lugar a la terminación de los
efectos del nombramiento, previa demanda que se presente ante el Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje.

No sucede lo mismo con las infracciones a las obligaciones que impone la Ley de
Responsabilidades, ya que por éstas, como ya quedó expuesto no aplicará el Artículo 53.

Ahora bien, cabe la posibilidad de que una misma sanción, éste considerada tanto en la Ley
Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, como en la Ley de Responsabilidades. En
tal caso, será optativo para el Superior Jerárquico, intentar cualquiera de los dos
procedimientos: el Laboral o el Administrativo, según la gravedad de la falta. Esta queda claro
con el enunciado del Artículo 4°. In fine que dice: “no podrán imponerse dos veces por una
sola conducta sanciones de la misma naturaleza”.

Es claro que para la destitución del empleo, cargo o comisión, siempre que se trate de un
empleado de base, invariablemente se demandará la terminación de los efectos del
nombramiento ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje en los términos del Artículo
46 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado y la Fracción II del Artículo 56
de la Ley de Responsabilidades, que señala: “Para la aplicación de las sanciones a que hace
referencia el Artículo 53, se observarán las siguientes reglas: II. La destitución del empleo,
cargo o comisión de los servidores públicos, se demandará por el Superior Jerárquico, de
acuerdo por los procedimientos consecuentes con la naturaleza de la relación y en los
términos de las leyes respectivas; …..”

Fracción III. Las Responsabilidades en que puede incurrir todo servidor público, ha quedado
dicho, se derivan del incumplimiento a las obligaciones señaladas en el Artículo 47 de la
presente Ley.

Las Responsabilidades y Procedimiento político, están contenidas del Artículo 5 al 45 de la


presente Ley.

Fracción IV. En el Procedimiento Administrativo, serán autoridades competentes, la


Secretaría de la Contraloría General de la Federación y el Superior Jerárquico, entendiendo
por superior jerárquico, el titular de la Dependencia, de conformidad con la interpretación que
la propia ley hace en el Segundo Párrafo del Artículo 48, que señala en su Párrafo II; “Para
los mismos efectos, se entenderá por superior Jerárquico al Titular de la Dependencia y, en el
caso de las entidades, al coordinador del Sector correspondiente, el cual aplicará las
sanciones cuya imposición se le atribuya a través de la Contraloría Interna de la
Dependencia”. Dicha competencia se desprende del procedimiento para la imposición de las
sanciones previsto en el Artículo 56, que dice:
“Para la aplicación de las sanciones a que hace referencia el Artículo 53, se observarán
las siguientes reglas:

I. El apercibimiento, la amonestación y la suspensión del empleo, cargo o comisión por un


periodo no menor de tres días, ni mayor de tres meses, serán aplicables por su superior
jerárquico;

II. La destitución del empleo, cargo o comisión de los servidores públicos, se demandará por
el superior jerárquico de acuerdo por los procedimientos consecuentes con la naturaleza de la
relación y en los términos de las leyes respectivas;

III. La suspensión del empleo cargo o comisión durante el período al que se refiere la
Fracción I, y la destitución de los servidores públicos de confianza, se aplicarán por el superior
jerárquico;

IV. La Secretaría promoverá los procedimientos a que hacen referencia la Fracción II y III,
demandando la destitución del servidor público responsable o procediendo a la suspensión de
éste cuando el superior jerárquico no lo haga. En este caso, la Secretaría desahogará el
procedimiento y exhibirá las constancias respectivas al superior jerárquico;

V: La inhabilitación para desempeñar un empleo, cargo o comisión en el servicio público, será


aplicable por resolución que dicte la autoridad competente, y;

VI: Las sanciones económicas serán aplicadas, por el superior jerárquico cuando el monto del
lucro obtenido o del daño o perjuicio causado, no exceda de cien veces el salario mínimo
mensual vigente en el Distrito Federal, y por la Secretaría cuando sean superiores a dicho
monto.

Se puede ver en este Artículo que el Superior Jerárquico, juega un papel importante, ya que
se le da a el, la autoridad para decidir sobre la aplicación de faltas y sanciones de todo
servidor público subordinado a este, por lo que consideramos que al otorgarle esta facultad a
un solo individuo éste a su vez, puede caer en muchos vicios para llevar a cabo la aplicación
exacta de los preceptos antes señalados, por lo que consideramos se lleve a cabo una
Reforma al respecto, la cual propondremos más adelante.

En el Juicio Político, las autoridades competentes son la Cámara de Diputados, como órgano
de acusación y la Cámara de Senadores, como órgano de sentencia. Así lo establece el
Artículo 10.

Fracción V. El trámite para el procedimiento penal está Reglamentado en el Artículo 25 y


siguientes, de la L.F.R.S.P., dentro del Capítulo III del Procedimiento, para la declaración de
procedencia.

El Artículo 25 de esta ley señala, que cuando se presente denuncia o querella, por
particulares o requerimientos del Ministerio Público y se cumpla con los requisitos del
procedimiento para el Ejercicio de la Acción Penal, en contra de un servidor público como lo
señala el Artículo 111 de la Constitución, se actuará con forme al procedimiento previsto en el
Capítulo II relativo al Juicio Político y ante la Cámara de Diputados, en donde la sección
instructora realizará todas las diligencias conducentes a establecer la existencia del delito y la
probable responsabilidad, así como la subsistencia del fuero constitucional, cuya remoción se
solicita, en un término de sesenta días hábiles y si es necesario un término mayor a criterio
de la Sección, si después de la imputación fuese improcedente, la sección lo hará saber a la
Cámara para que esta resuelva si lo desecha o continúa.

También del Capítulo III del Procedimiento para la Declaración de Procedencia, los Artículos
26 a 29 hacen referencia, a que una vez presentado el dictamen correspondiente al
Presidente de la Cámara anunciara a está, que debe erigirse en Jurado de Procedencia al día
siguiente y hará saber al inculpado, a su defensor, así como al denunciante o querellante y en
su caso al Ministerio Público. El día fijado el Presidente de la Cámara y este dará a conocer
el dictamen que la asamblea presente y actuara en los mismos términos en materia de Juicio
Político que señala el Artículo 20, si por consiguiente la Cámara de Diputados, señala que a
lugar a proceder en contra del inculpado, esté quedara inmediatamente separado de su
empleo, cargo o comisión y sujeto a la Jurisdicción de los tribunales competentes. En lo que
toca a los Gobernadores, Diputados a las legislaturas locales y Magistrados de los Tribunales
Superiores de Justicia de los Estados, a quienes se les haya atribuido la comisión de delitos
federales, la declaración de procedencia que al efecto dicte la Cámara de Diputados, se
remitirá a la legislatura local respectiva, para que en el ejercicio de sus atribuciones proceda
como corresponda y en su caso ponga al inculpado a disposición del Ministerio Público
Federal o al órgano Jurisdiccional respectivo.

Fracción VI. El registro patrimonial lo establecen los Artículos 79 al 90.


La declaración patrimonial, tiene suma importancia, ya que de hecho representa una prueba
reconstruida, esto es, si por alguna circunstancia el servidor público resultara con un
patrimonio exorbitante, se tendrá que confrontar el patrimonio manifestado con el que
posteriormente resulte.
El Problema se da, en demostrar que el excedente se lo allegó lícitamente, y para el efecto,
tendrá que demostrarse que se cumplió con las obligaciones fiscales inherentes, esto es, el
pago sobre el impuesto sobre la renta, etcétera.
Si no se demostrara satisfactoriamente la forma en que se hizo del patrimonio en polémica, se
establecerá la presunción de que el enriquecimiento fue ilícito.
En consecuencia, si el servidor público, es de los que enumera el Artículo 110 constitucional;
es decir; Senadores y Diputados al Congreso de la Unión; Ministros de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación; Secretario de Despacho; jefes de Departamento Administrativo; jefe del
Departamento del Distrito Federal; Procurador General de la República; Procurador General
de Justicia del Distrito Federal; Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito; Magistrados y
Jueces del Fuero Común del Distrito Federal; Directores Generales o sus equivalentes de los
órganos descentralizados, empresas de participación estatal mayoritaria, sociedades y
asociaciones asimiladas a ésta y fideicomisos públicos, serán sujetos de Juicio Político, según
mi opinión, que además de que sean sujetos a Juicio Político y no por llevar un cargo público
de los antes señalados se les debe eximir de las demás sanciones a que se hacen acreedores
los servidores públicos de niveles inferiores, sino que además de estas, sean sanciones de
mayor peso, ya que por el cargo que tienen se les debe exigir mayor exigibilidad en sus
funciones, aplicando sanciones más estrictas, aboliendo el fuero que se les da y de esta
manera, se lleve a cabo el requisito de procedibilidad de la acción penal, para mantenerlo,
sólo como garantía de libertad parlamentaria, es también importante abolir dentro de la
Constitución Federal el fuero de funcionarios locales, para trasladar todo lo que se refiera a
esto, a las Constituciones particulares de los Estados haciendo una reforma sobre lo señalado
anteriormente, a los servidores públicos que señala el Artículo 110 Constitucional.
Con estos dos preceptos y el concepto de servidor público asentado anteriormente, se da el
principio de igualdad ante la Ley, en virtud de que no se comprende rango, jerarquía, origen o
particularidades del empleo, cargo o comisión desempeñados.
Sin embargo el Titular del Poder Ejecutivo, sólo puede ser acusado de traición a la patria y
delitos graves del orden común, aquí consideramos que se debe precisar con mayor detalle
los delitos en que puede incurrir el Presidente de la República, con enumeración exacta y
completa.
También los Servidores Públicos sujetos al Juicio Político, quedarán excluidos de la
Responsabilidad Administrativa.

Como podemos observar el ámbito de aplicación de esta Ley, es aplicable a todos los
Servidores Públicos, y su sanción y aplicación se determina en base al servidor público que
incurrió en alguna falta, de lo que se determina que no hay una aplicación pareja a todos los
servidores en general, es el caso de que el Titular del Poder Ejecutivo sólo puede ser
acusado, como se vio anteriormente por traición a la Patria y delitos graves del orden común,
y no por todos los delitos o faltas que hace mención esta Ley.

La Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, nos indican las formas por
las cuales un Servidor Público puede ser sujeto de responsabilidad administrativa, cuando
incurre en conductas que van en contra de su manera de proceder en el ejercicio de sus
funciones. El Artículo 47 de la Ley Federal de responsabilidades de los Servidores Públicos,
señala las causas y sanciones en las que puede incurrir un servidor público, y además las
obligaciones de salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia en el
desempeño de sus empleos, cargos o comisiones y cuyo incumplimiento dará lugar al
Procedimiento Administrativo Disciplinario y a las sanciones correspondientes.

Estas obligaciones están contempladas de manera específica en el Artículo 109, Fracción III
de nuestra “Carta Magna” y su afectación por parte de los servidores públicos dan como
resultado aplicación de sanciones administrativas.

Artículo 109, Fracción III, que señala: “Se aplicaran sanciones administrativas a los servidores
públicos por los actos u omisiones que afectan a la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad
y eficiencia que deban observar en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones; los
procedimientos para la aplicación de las sanciones mencionadas se desarrollaran
automáticamente. No podrán imponerse dos veces por una sola conducta sanciones de la
misma naturaleza”.

La Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos no especifica el concepto de


cada uno de estos principios por lo que consideramos, los debería de señalar y aplicar por su
trascendencia en esta Ley, las podemos explicar de la siguiente manera:

Lealtad.- “Es el deber de lealtad un deber supremo comprensivo de los demás deberes. De
cualquier modo que sea, debe ser considerado como el preeminente y en caso de que pudiera
hallarse en oposición con los demás deberes, debe prevalecer”.

A través de tal obligación, se impone a los servidores públicos la obligación Moral y Jurídica
de fidelidad a la Constitución y a las leyes que integran el ordenamiento Jurídico respectivo.

Por ello, la obligación de lealtad, debe ser hacia el Estado y a sus instituciones que el País
libremente se ha dado; y no hacia los Gobernantes o personas que detenten el Poder
Político.

Legalidad.- Por cuanto hace a la obligación de legalidad que deben observar los servidores
públicos en el ejercicio de sus funciones, cabe señalar que ella además de una obligación
viene a constituir un principio Jurídico, que deben observar todos los órganos del Estado en
el ejercicio de sus actividades públicas, lo cual implica, que su actuación debe hacerse de
acuerdo con la Ley, ya que las autoridades sólo pueden actuar de acuerdo con la autorización
que la Ley les otorgue.

Honradez.- Esta obligación es exigida a todos los servidores públicos, pues en el ejercicio de
las funciones públicas que les son encomendadas, es menester que se lleven a cabo con un
proceder recto e integro.

Imparcialidad.- Esta obligación impone a los servidores públicos a dar un trato de igualdad a
todas las personas que tengan relación con ellos, con motivo de las funciones que tengan a
su cargo, para no beneficiar a unos en perjuicio de otros; es decir, para no actuar con
preferencias personales.

La imparcialidad además de constituir, una obligación de los servidores públicos, implica para
los particulares un derecho que se traduce en un trato igualitario con respecto a otros
gobernantes, y, por lo tanto también constituye un principio Jurídico regulador del
procedimiento administrativo.

Eficiencia.- Esta obligación se impone a los servidores públicos con respecto a los resultados
materiales que esperan en su actuación. Por ello, con tal obligación, se establecen reglas de
celeridad y prontitud, sencillez o simplicidad y economía, en el desarrollo de la gestión pública.
Por tanto todo Servidor Público en ejercicio de sus funciones, deberá utilizar los recursos
públicos, tanto humanos, materiales, técnicos y financieros, con el mayor cuidado y esmero,
dedicándolos exclusivamente al fin para el que se le proporcionaron, pues su desperdicio o
desvío redunda en perjuicio de la función pública.

Entre las Responsabilidades que tienen los Servidores Públicos de acuerdo al Artículo citado
están las de:

1) Cumplir con la máxima diligencia al servicio que le fue encomendado y abstenerse de


cualquier acto u omisión que cause la suspensión o deficiencia de dicho servicio o implique
abuso o ejercicio indebido de un empleo, cargo o comisión.

2) Observar buena conducta en su empleo, cargo o comisión, tratando con respeto,


diligencia, imparcialidad y rectitud a las personas con las que tenga relación con motivo de
éste.

3) Observar en la dirección de sus inferiores jerárquicos, las debidas reglas al trato y


abstenerse de incurrir en agravio, desviación o abuso de autoridad.

4) Observar respeto y subordinación legítimas con respeto a sus superiores jerárquicos


inmediatos o mediatos, cumpliendo las disposiciones que éstos dicten en el ejercicio de sus
atribuciones.

5) Excusarse de intervenir en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de


asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellos de los
que, puede resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos, hasta el
cuarto grado, por afinidad, o civiles, o para terceros con los que tenga relaciones
profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que el servidor
público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte.

6) Abstenerse durante el ejercicio de sus funciones de solicitar, aceptar o recibir, por sí o por
interpósita persona, dinero, objetos mediante enajenación a su favor en precio notoriamente
inferior del bien de que se trate y que tenga en el mercado ordinario, o cualquier donación,
empleo, cargo o comisión para sí, o para las personas a que se refiere la Fracción XIII y que
procedan de cualquier persona Física o moral, cuyas actividades profesionales, comerciales o
industriales se encuentren directamente vinculadas, reguladas o supervisadas por el servidor
público de que se trate en el desempeño de su empleo, cargo o comisión y que implique
intereses en conflicto. Esta prevención es aplicable hasta un año después de que se haya
retirado del empleo, cargo o comisión.

7) Desempeñar en su empleo, cargo o comisión sin obtener o pretender obtener beneficios


adicionales a las contraprestaciones comprobables que el Estado le otorga por el desempeño
de su función, sean para el su cónyuge o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado, por
afinidad o civiles o terceros con los que tenga relaciones profesionales o de negocios.

8) Presentar con oportunidad y veracidad las declaraciones de Situación Patrimonial, en los


términos establecidos por esta ley.
9) Proporcionar en forma oportuna y veraz, toda la información y datos solicitados por la
institución a la que legalmente le competa la vigilancia y defensa de los derechos humanos.

10) Abstenerse de cualquier acto u omisión que implique incumplimiento de cualquier


disposición Jurídica relacionada con el servicio público.

Dentro de la Responsabilidad de los Funcionarios Públicos estos pueden incurrir también en


conductas ilícitas en materia Penal. La Fracción II del Artículo 109 Constitucional establece
las causas por las que los servidores públicos pueden incurrir en responsabilidad de carácter
penal al establecer que:

“La comisión de delitos, por parte de cualquier servidor público será perseguida y sancionada
en los términos de la legislación penal”, por lo que en los artículos Décimo y Décimo Primero
del Código Penal para el Distrito Federal en materia del fuero común y para toda la República
en materia de fuero federal, que comprende de los artículos 212 al 227, se establecen doce
figuras delictivas en que pueden incurrir los servidores públicos, las cuales consisten en:

1) Ejercicio indebido de servicio público;

2) Abuso de autoridad;

3) Coalición de servidores públicos;

4) Uso indebido de atribuciones y facultades;

5) Concusión;

6) Intimidación;

7) Ejercicio abusivo de funciones;

8) Tráfico de influencias;

9) Cohecho;

10) Peculado;

11) Enriquecimiento ilícito; y

12) Ejercicio indebido del propio derecho.

1) Comete el delito de ejercicio indebido de servicio público, el servidor público que ejerza las
funciones de su empleo, cargo o comisión, sin haber tomado posesión legítima, o sin
satisfacer todos los requisitos legales.

2) Comete el delito de abuso de autoridad, los servidores públicos que para impedir la
ejecución de una Ley, Decreto, Reglamento, el cobro de un impuesto o el cumplimiento de
una resolución judicial, pida auxilio a la fuerza pública, o la emplee con ese objeto.
3) Comete el delito de coalición de servidores públicos, los que teniendo tal carácter se
coaliguen, para tomar medidas contrarias a una ley o reglamento e impedir su ejecución.

4) Comete el delito de uso indebido de atribuciones y facultades, el servidor público que


indebidamente otorgue concesiones de prestación de servicio público o de explotación,
aprovechamiento y uso de bienes de dominio de la Federación, otorgue permisos, licencias o
autorizaciones de contenido económico.

5) Comete el delito de concusión, el servidor público que con el carácter de tal y a título de
impuesto o contribución, recargo, renta, rédito, salario o emolumento, exija, por sí o por medio
de otro, dinero, valores, servicios o cualquier otra cosa que sepa no ser debida, o en mayor
cantidad que la señalada por la Ley.

6) Comete el delito de intimidación, el servidor público, que por sí o por interpósita persona,
utilizando la violencia física o moral, inhiba o intimide a cualquier persona para evitar que ésta
o un tercero denuncie, formule querella o porte información relativa a la presunta comisión de
una conducta sancionada por la legislación penal o por la Ley Federal de Responsabilidades
de los Servidores Públicos.

7) Comete el delito de ejercicio abusivo de funciones, el servidor público que en el desempeño


de su empleo, cargo o comisión, indebidamente otorgue por sí o por interpósita persona,
contratos, concesiones, permisos, licencias, autorizaciones, franquicias, exenciones, efectúe
compras o ventas o realice cualquier acto Jurídico, que produzca beneficios económicos al
propio servidor público.

8) Comete el delito de tráfico de influencia, el servidor público que por sí o por interpósita
persona, promueva o gestione la tramitación o resolución ilícita de negocios públicos ajenos a
las responsabilidades inherentes a su empleo, cargo o comisión.

9) Comete el delito de cohecho, el servidor público que por sí o por interpósita persona,
solicite o reciba indebidamente para sí o para otra, dinero o cualquier otra dádiva, o acepte
una promesa, para hacer o dejar de hacer algo justo o injusto relacionado con sus funciones.

10) Comete el delito de peculado, todo servidor público que para usos propios o ajenos
distraiga de su objeto dinero, valores, fincas o cualquier otra cosa perteneciente al Estado, al
organismo descentralizado o a un particular, si por razón de su cargo los hubiere recibido en
administración, en depósito o por otra causa.

11) Comete el delito de enriquecimiento ilícito, el servidor público que con motivo de su
empleo, cargo o comisión en el servicio público, haya incurrido en enriquecimiento ilícito.
Existe enriquecimiento ilícito, cuando el servidor público no pudiere acreditar el legítimo
aumento de su patrimonio o legítima procedencia de los bienes a su nombre o de aquellos
respecto de los cuales se conduzca como dueño en los términos de la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos.
12) Comete el delito de ejercicio indebido del propio derecho, el servidor público, que para
hacer efectivo un derecho o pretendido derecho que deba ejercitar, empleare violencia. (Esta
figura no está comprendida dentro del Código Penal vigente).

Independientemente de los delitos que el Código Penal agrupa en sus Títulos Décimo
Primero como “Delitos cometidos por el servidores públicos” y “Delitos cometidos contra la
Administración de Justicia”, respectivamente, el Maestro Rafael Martínez Morales, considera
que “los servidores públicos pueden incurrir en los siguientes delitos dada su naturaleza:

1) Traición a la Patria;

2) Espionaje;

3) Sabotaje;

4) Violación de inmunidad y de neutralidad;

5) Evasión de presos;

6) Violación de correspondencia;

7) Ultraje a las insignias nacionales;

8) Revelación de secretos;

9) Falsificación de documentos en general;

10) Variación del nombre o del domicilio

11) Uso indebido de condecoraciones, uniformes, jerarquías, grados, divisas, insignias y


siglas;

12) Contra el consumo y la riqueza natural;

13) Violaciones de garantías constitucionales; y

14) Fraude “.

1) Comete el delito de traición a la Patria, el mexicano que realice actos contra la


independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana, con la finalidad de someterla a
persona, grupo o gobierno extranjero.

2) Comete el delito de espionaje, el extranjero que en tiempo de paz, con objeto de guiar a
una posible invasión del Territorio Nacional o de alterar la paz interior, tenga relación o
inteligencia con persona, grupo o Gobierno extranjeros o le de instrucciones, información o
consejos.
3) Comete el delito de sabotaje, el que dañe, destruya o ilícitamente entorpezca vías de
comunicación, servicios públicos, funciones de las Dependencias del Estado, organismos
públicos descentralizados, empresas de participación estatal o sus instalaciones; plantas
siderúrgicas, eléctricas o de las industrias básicas, centros de producción o distribución de
artículos de consumo necesario, de armas, municiones o implementos bélicos con el fin de
trastornar la vida económica del país o afectar su capacidad de defensa.

4) Comete el delito de violación de inmunidad y de neutralidad, la persona que viole de


cualquier inmunidad diplomática, real o personal, de un soberano extranjero, o del
representante de otra Nación, sea que residan en la República o que estén de paso a ella; así
como la violación de los deberes de neutralidad que corresponden a la Nación Mexicana,
cuando se hagan consciente.

5) Comete el delito de evasión de presos, al que favoreciere la evasión de algún detenido,


procesado o condenado.

6) Comete el delito de violación de correspondencia, al que abra indebidamente una


comunicación escrita que no esté dirigida a él.

7) Comete el delito de ultraje a las insignias nacionales, al que ultraje el escudo de la


República o el pabellón nacional, ya sea de palabra o de obra.

8) Comete el delito de revelación de secretos, al que sin justa causa, con perjuicio de alguien
y sin consentimiento del que pueda resultar perjudicado revele algún secreto o comunicación
reservada, que conoce o ha recibido con motivo de su empleo, cargo o puesto.

9) Comete el delito de falsificación de documentos en general, la persona que ponga una


firma o rúbrica falsa, aunque sea imaginaria, o alterando una verdadera, altere el contexto de
un documento verdadero después de concluido y firmado.

10) Comete el delito de variación del nombre o del domicilio, al que oculte su nombre o
apellido y tome otro imaginario o el de otra persona, al declarar ante la autoridad judicial; el
funcionario o empleado público que, en los actos propios de su cargo atribuya a una persona
titulo o nombre a sabiendas de que no le pertenece.

11) Comete el delito de uso indebido de condecoraciones uniformes, jerarquías, grados,


divisas, insignias y siglas, al que las usare sin que tenga derecho.

12) Comete el delito contra el consumo y la riqueza nacionales, las personas que realizan
actos u omisiones que afectan gravemente el consumo nacional; acaparen, oculten materias
primas necesarias para la venta, con el objeto de obtener una alza de precios o afectar el
abasto a los consumidores.
13) Comete el delito de violación de garantías constitucionales, al que obligue a otro a
prestarle trabajos o servicios personales sin la retribución debida, ya sea empleando violencia
física o moral o valiéndose del engaño, de la intimidación o de cualquier otro medio.

14) Comete el delito de fraude, el que engañando a uno o aprovechándose del error en que
éste se halla se hace ilícitamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido.

Se estima que si bien es cierto que los delitos citados anteriormente los puede cometer un
servidor público siendo estos los más comunes, que se cometen dentro de la Administración
Pública Federal, también lo es que los Servidores Públicos pueden cometer otro tipo de
delitos aunque no muy eventuales y que tampoco se encuentran previstos en los Títulos
Décimo y Décimo Primero del Código Penal, pues la voluntad del legislador fue el de tratar de
definir delitos específicos que únicamente cometen servidores públicos, aunque el artículo 212
del citado ordenamiento Jurídico dispone en su parte final que “Se impondrán las mismas
sanciones previstas, para el delito que se trata, a cualquier persona que participe en la
perpetuación de alguno de los delitos previstos en el Título (Décimo) o el subsecuente
(Décimo Primero)”, cuyas figuras delictivas quedaron descritas anteriormente.

Así pues, como en la hipótesis de los artículos Décimo y Décimo Primero pueden incurrir en
ilícitos, personas que no tengan el carácter de servidores públicos, también en los delitos
previstos por el Código Penal pueden directamente cometerlos o participar servidores
públicos.

Sanciones Administrativas.

La sanción administrativa es una clase de acto administrativo que consiste en una privación
de derechos como consecuencia de una conducta ilícita del administrado.

La facultad sancionadora de la Administración Pública constituye una facultad y esencial para


la existencia de la función administrativa, en cuanto que a sin ella no sería posible que los
órganos administrativos ejercieran sus atribuciones, pues carecerían de los medios coercitivos
para que los gobernados cumplan con las disposiciones legales y con los mandatos de los
actos administrativos.

La potestad sancionadora de la Administración Pública tiene su apoyo en uno de los medios


de la policía administrativa, como es la coacción, que puede consistir en castigar las
conductas infractoras de las disposiciones legales respectivas, o bien, hacer efectivo por la vía
forzosa el cumplimiento de un acto administrativo. Esta policía tiene su fundamento en
preceptos constitucionales, que aluden a los reglamentos de policía y en aquellos en que se
contempla la restricción de los derechos individuales, previstos en los ordenamientos
resultando incuestionable la facultad sancionadora de la Administración Pública derivada de
los mismos.

El artículo 21 Constitucional señala:

“… La imposición de las penas es propia y exclusiva de la autoridad judicial. La persecución


de los delitos incumbe al Ministerio Público y a la Policía Judicial, la cual estará bajo la
autoridad y mando aquél. Compete a la autoridad administrativa la aplicación de sanciones
por las infracciones a los reglamentos gubernativos y de policía…”.

De acuerdo con este artículo, las autoridades administrativas, sólo tendrían facultades para
aplicar sanciones administrativas, las cuales únicamente podrían consistir en multa o arresto
hasta por 36 horas, lo cual implicaría que no están facultados para imponer otro tipo de
sanciones, como la clausura, suspensiones o cancelaciones de actos favorables a los
gobernados, decomisos, etc., previstas en los distintos ordenamientos legales.

La facultad sancionadora comprende la correctiva y la disciplinaria.

La correctiva se refiere a la facultad que tiene la Administración para sancionar el


incumplimiento de los deberes genéricos que los individuos tienen frente al Estado, por su
sola condición de gobernados, es decir, por su situación general de sumisión.

La disciplinaria es la facultad sancionadora que se ejerce sobre aquellos individuos que se


encuentran sometidos a una relación especial de sumisión, como lo son: los servidores
públicos, los alumnos de un establecimiento público docente o los profesionistas agrupados
corporativamente a un colegio gremial (abogados, médicos, contadores, etc.)

Infracción Administrativa.

Infracción administrativa es la conducta imputable a un gobernado, por acción u omisión, que


constituye una violación o transgresión a una norma jurídico-administrativa y que resulta
antijurídica, la cual podrá ser reprimida por la autoridad administrativa, a través de sanciones
de la misma naturaleza, que al efecto establezca el ordenamiento jurídico.

La infracción puede ser de dos tipos:

1. Contravencional: Aquella que puede cometer cualquier gobernado, por dejar de cumplir un
deber jurídico-administrativo, o cumplirlo en forma irregular o deficiente.

2. Disciplinaria: Surge por la violación o transgresión a las normas jurídicas que regulan las
relaciones de empleo o la función pública, entre el Estado y sus servidores públicos.

En los términos del artículo 109-III Constitucional, la infracción a la disciplina en el servicio


público debe manifestarse mediante un acto u omisión en el desempeño del empleo, cargo o
comisión, de cualquier naturaleza, que afecte la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y
eficiencia, que debe caracterizar la función pública.
ELEMENTOS PARA LA IMPOSICIÓN DE SANCIONES ADMINISTRATIVAs.

Los elementos de la infracción administrativa, tanto de la cotravencional, como de la


disciplinaria son tres:

1. Sujeto Activo: Es la persona que realiza la conducta contraria a lo que la norma


administrativa ordena, o la que ejecuta lo que ella prohibe a quien por ello se le reputa como
autor de la violación.

En las infracciones contravencionales el sujeto activo puede ser cualquier persona física o
moral; en cambio, en las disciplinarias el sujeto activo recae necesariamente en personas
físicas, dado que sólo ellas pueden tener la calidad requerida para este tipo de infracciones
(servidor público).

2. Sujeto Pasivo: Lo constituye el titular del bien jurídico lesionado. Tratándose de


infracciones contravencionales, lo constituye la sociedad, en virtud de que resulta perjudicada
por la violación a las normas jurídicas, establecidas para satisfacer el interés público.

En las disciplinarias, el sujeto pasivo es la Administración Pública, en cuanto a que la


infracción a las normas disciplinarias afecta la autoridad moral de los poderes públicos.

3. Conducta: Es el proceder contrario a lo que establece la norma jurídica; su contenido es


una voluntad y un hacer algo (acción), o una voluntad y un no hacer algo (omisión).

• Voluntad puede ser dolosa o culposa. Es dolosa cuando el infractor conoce y quiere la
concreción de la infracción. Es culposa cuando el infractor no quiere infringir la norma, sin
embargo no provee el cuidado adecuado para no producirla, cometiendo así la infracción.

El artículo 73-II de la Ley Federal de Procedimiento administrativo establece que la autoridad


administrativa al imponer sanciones deberá fundar y motivar su resolución, considerando el
carácter intencional o no de la acción u omisión constitutiva de la infracción.

El artículo 54-IV de la Ley Federal de Responsabilidad de los Servidores Públicos, establece


que las sanciones administrativas disciplinarias se impondrán tomando en cuenta, entre otros
elementos, los medios de ejecución, dentro de los cuales se encuentran el dolo y la culpa.

• Actividad causal es un elemento de la acción y se define en los términos establecidos en la


norma jurídica respectiva, se trata de un hacer algo típico, es decir, realizar la conducta
expresa y concreta prohibida por la norma jurídica.

• Omisión implica dejar de hacer algo descrito por la norma jurídica, es un no realizar la
actividad concreta previamente determinada en la norma jurídica.

Se puede afirmar que el fin perseguido con la imposición de sanciones es:


a) Mantener la observancia de las normas, en cuyo caso se obliga al infractor a cumplir con el
mandato legal en contra de su voluntad, lo que constituye el cumplimiento forzoso.

b) Cuando no es posible lograr de manera coactiva la realización de la conducta que ordena


la norma, la sanción puede consistir en obtener del infractor una prestación económicamente
equivalente a la obligación incumplida, en cuyo caso se está ante la reparación del daño o
indemnización.

c) Cuando el daño causado sea irreparable o, siéndolo, es necesario restablecer el orden


jurídico, la sanción consistirá en un castigo que restrinja la esfera de derechos del infractor
como es la destitución, revocación o cancelación de actos que otorgan derechos,
inhabilitación, el decomiso o la privación de la libertad.

Características de las Sanciones.

De las infracciones contravencionales, son impuestas a todos los gobernados, sean o no


servidores públicos, que hayan violado las normas jurídicas que regulan las relaciones entre la
administración y los administrados, también el hecho de que han sido expedidas para
promover la consecución de los fines estatales; son externas al ámbito de la Administración
en tanto que trascienden a la esfera de la administración, puesto que se imponen a todos los
particulares, sin excepciones.

De las sanciones disciplinarias, se manifiestan en razón de sus elementos, contenidos y fines


particulares. Estas sanciones sólo se aplican a las personas que poseen la investidura de
servidor público, que haya violado las normas jurídicas que regulan el ejercicio de la función
pública, para preservar la vigencia de los valores fundamentales de legalidad, honradez,
lealtad, imparcialidad y eficiencia; son internas al ámbito de la administración, únicamente se
imponen a sus servidores públicos.

REGLAS PARA LA APLICACIÓN DE SANCIONES.

Las sanciones administrativas pueden ser de diversos tipos, desde el apercibimiento, la


amonestación, suspensión, inhabilitación, destitución, cancelación, clausura, decomiso, multa
y arresto hasta por 36 horas.

El artículo 70 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, las sanciones


administrativas deberás estar previstas en las leyes respectivas y podrán consistir en:

a. Amonestación con apercibimiento.

b. Multa.

c. Multa adicional por cada día que persista la infracción.

d. Arresto hasta por 36 horas.


e. Clausura temporal o permanente, parcial o total.

f. Las demás que señalen las leyes y reglamentos.

El artículo 53 de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, determina


que las sanciones disciplinarias consistirán en:

a. Apercibimiento público o privado.

b. Amonestación pública o privada.

c. Suspensión.

d. Destitución del puesto.

e. Sanción económica.

f. Inhabilitación temporal para desempeñar empleo, cargos o comisiones en el servicio.

Apercibimiento y Amonestación.

“El apercibimiento consiste en la conminación que el juez hace a una persona, cuando ha
delinquido y se teme con fundamento que está en disposición de cometer un nuevo delito, ya
sea por actitud o por amenazas, de que en caso de cometer éste, será considerado como
reincidente”.

El apercibimiento es una llamada de atención a quien ha incurrido en falta, para que no la


vuelva a cometer.

La amonestación es identificada también como una llamada de atención, como una


advertencia o prevención ante la comisión de un ilícito. Esta sanción tiene su origen ene le
Derecho Canónico, que la identifica como un remedio penal de índole preventiva a quien se
halla próximo a cometer un delito o se sospecha lo cometió.

En esencia se trata de dos medidas correctivas diferentes, ya que en la amonestación se trata


de prevenir la comisión del ilícito, por lo que, aunque sea una medida de corrección
disciplinaria, estrictamente no debería ser considerada una sanción, a diferencia del
apercibimiento, que sí es una sanción que se impone cuando previamente ya se había hecho
una advertencia o amonestación.

Multa: Sanción pecuniaria, lo cual implica que el sancionado se convierte en deudor con
relación a su importe. La imposición de las multas se encuentra sujeta al cumplimiento del
artículo 22 Constitucional, el cual proscribe la multa excesiva.

La finalidad que persigue este tipo de sanciones es, además de intimidatoria, la de evitar la
reincidencia de los infractores, mas no la de terminar con sus patrimonios, a lo cual
inevitablemente se llegaría, de aceptarse la imposición de multas que rebasen su capacidad
económica.

Para considerar que una multa impuesta a un particular cumple con lo establecido por los
artículos 16 y 22 Constitucionales, debe satisfacer los siguientes requisitos:

a. Que su imposición esté debidamente fundada, es decir, que se exprese con precisión el
precepto legal aplicable al caso.

b. Que se encuentre debidamente motivada, al señalar con precisión las circunstancias


especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración
para la imposición de la multa, debiendo existir adecuación entre los motivos aducidos y las
normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configure la hipótesis normativa.

c. Que para evitar que la multa sea excesiva, se tome en cuenta la gravedad de la
infracción, esto es, el acto u omisión que haya motivado su imposición, así como, la gravedad
de los perjuicios ocasionados a la colectividad, las reincidencias y la capacidad económica del
sujeto sancionado.

d. Tratándose de multas en las que la sanción pueda variar entre un mínimo y un máximo,
se invoquen las circunstancias y razones por las que se considere aplicable al caso concreto
el mínimo, el máximo o cierto monto inmediato entre los dos.

La Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos establece las sanciones


económicas (multas), pero en esta materia tienen características propias y de acuerdo al
artículo 13 Constitucional estas sanciones “… Deberán establecerse de acuerdo con los
beneficios económicos obtenidos por el responsable y con los daños y perjuicios patrimoniales
causados por sus actos u omisiones, a que se refiere el artículo 109-III, pero no podaran
exceder de 3 tantos de los beneficios obtenidos o de los daños y perjuicios causados”.

Arresto: Corta privación de la libertad del infractor, ésta no puede ser superior a 36 horas y
debe realizarse en un lugar distinto de aquél destinado para el cumplimiento de las sanciones
penales privativas de libertad.

Clausura: Implica la cesación o suspensión del ejercicio de una actividad, ya sea comercial o
industrial, o bien el ejercicio de derechos, como lo es el de propiedad o posesión, tratándose
de un clausura de obra de construcción puede ser provisional o definitiva.

Por regla general, este tipo de sanción es de carácter accesoria o conjunta, en virtud de que
viene aparejada a otro tipo de sanciones.

Suspensión del empleo, cargo o comisión: Es una sanción de carácter disciplinario. En


diversos artículos de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos se hace
referencia a la suspensión como una sanción por la comisión de infracciones, y a la
suspensión provisional, como medida procedimental para facilitar el desarrollo de los
procedimientos sancionatorios.

Conforme al artículo 53-III y al 56-I de la Ley Federal de Responsabilidad de los Servidores


Públicos, la suspensión es una sanción por la comisión de faltas administrativas, las cual se
impondrá por el superior jerárquico del infractor, por un periodo no menor de 3 días, ni mayor
de 3 meses, en tanto que la suspensión temporal se menciona como una medida dentro del
procedimiento sancionador, cuando a juicio de la autoridad sea conveniente para la
conducción o continuación de las investigaciones, pero se de éstas resulta la inocencia del
servidor público, se deberá restituir en el goce de sus derechos y se le cubrirán las cantidades
que dejó de percibir por la medida impuesta.

Destitución del puesto: Sanción de carácter disciplinario. Conforme el artículo 56-II y IV de la


Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, la destitución de los servidores
públicos se demandará por el superior jerárquico de acuerdo con los procedimientos
consecuentes con la naturaleza de la relación y en los términos de las leyes respectivas, la
Secretaría promoverá los procedimientos demandando la destitución del responsable.

Inhabilitación temporal: De acuerdo con lo previsto en el artículo 53 de la Ley Federal de


Responsabilidades de los Servidores Públicos, ésta tendrá una duración de 1 hasta 10 años,
como consecuencia de un acto u omisión que implique lucro o cause daños o perjuicios, si el
monto de aquéllos no excede de 200 veces el salario mínimo vigente mensual del D.F., o de
10 a 20 años si excede de dicho límite; de igual forma será aplicable por conductas graves de
los servidores públicos, independientemente del contenido económico de la infracción.

Medidas de Apremio: Son sanciones de tipo especial, también llamadas penas ejecutivas. Son
recursos que la autoridad utiliza para hacer cumplir sus determinaciones; son medios de
coacción para obligar a los gobernados a observar los requerimientos que le hace la
autoridad. Su imposición exige una actuación previa de autoridad y el incumplimiento por
parte del gobernado.

CONCLUSIONES

El servidor público, es humano, y de la misma forma que nosotros, se equivoca, la perfección


no es un don de nuestra especie, y a decir verdad, la opinión general seria, que está aún más
ausente en los servidores públicos. Así que llega el momento en que esto afecta la esfera
jurídica de alguna otra persona, y nuestro funcionario incurre en una responsabilidad. Hasta
aquí, todo procede como en derecho estaríamos acostumbrados a resolver un conflicto entre
particulares, pero, este funcionario no está actuando en esos momentos como particular, si
no, como una representación física del Estado, y como tal, necesita una regulación especial,
pues, en caso de que el funcionario no pueda responder, sin embargo es obligación del
estado mediante su representante, responder por el error de una de sus partes humanas.
Y por supuesto que estas regulaciones son de suma importancia de lo contrario, el particular
no tendría una seguridad jurídica al momento de interactuar con los órganos del estado, y se
vería desprotegido en sus derechos, ante un funcionario que se escondería tras sus función.

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