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TEMA:
TEOLOGÍA EN LA ECONOMÍA: MORALIDAD Y DINERO, ¿ESTÁN
RELACIONADOS?
ASIGNATURA:
INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA.
PROFESOR:
PABLO TORRES SALMERÓN.
FECHA:
5 DE MAYO DEL 2010.
INTRODUCCIÓN.
El presente documento tiene como propósito fundamental poner en claro la
relación, si es que existe alguna, que la Teología tiene con la Economía. En la
actualidad esta relación parece ser nula, no existe a primera vista ningún elemento que
vincule estas dos ramas.
Estos son los temas que consideramos suficientes para clarificar que tanto están
relacionadas la Teología y la Economía, para al final proponer una teoría acerca de
cómo se estructura una sociedad donde los valores de justicia imperen.
Al final de cada tema se dan conclusiones parciales, anexamos también conclusiones
generales al final de este trabajo.
El lector debe entender que al hablar de teología se está implícitamente hablando de
cuestiones éticas y es por eso que a lo largo de este documento se tocan temas
estrictamente éticos como lo es la justicia.
I. IMPLICACIONES ÉTICAS DE LA MICROECONOMÍA.
Comenzaremos hablando de asuntos de ética en la economía porque es una
manera de acercarnos a las relaciones teológicas y económicas. Veremos las
implicaciones que tiene la toma de decisiones en la economía.
Es importante ver que vía más adecuada para articular la microeconomía y la ética
requiere dos operaciones teóricas:
El Papa nos muestra uno de los principales retos de la teología moral ante la economía;
el de determinar las posibilidades y límites de la economía de mercado ante las
necesidades de la sociedad. Debido a esto nos parece que desde la perspectiva moral
el problema de la economía no se debe plantear como la alternativa entre asumir el
mercado o prescindir del mismo, pues de hecho los mercados son una realidad cultural
presente en la inmensa mayoría de las sociedades humanas. En la actualidad, la
tendencia mundial a la globalización y a la homogeneización de las culturas, según los
patrones occidentales, hacen inevitable la aceptación del mercado como condición
imprescindible, al menos en el corto y mediano plazo, para una reflexión ética que
incida en la vida real.
Parece ser que el gran dilema de los países con economías más débiles es el rescate
de lo que el Papa Juan Pablo II ha llamado “la subjetividad de la sociedad”: dejarse
arrastrar por la dinámica económica mundial que tiende a homogeneizar los modos de
vida, a través de la información, la tecnología y el consumo, o intentar preservar las
identidades culturales con el riesgo de ser aislados de la escena mundial.
“Márgenes de libertad y valores implicados en la microeconomía”.
En éste apartado nos interesa entender la lógica del pensamiento económico actual
para acercarnos a la vida económica real desde la perspectiva ético-teológica. Para ello
trataremos de detectar si en el marco de la teoría económica existen márgenes de
libertad que permitan fundamentar la moralidad de las decisiones económicas, así
como los valores morales implicados.
La instancia articuladora de la microeconomía y la ética no puede ser otra que la
decisión económica, en primera instancia, la de los agentes particulares que actúan en
un mercado. En la historia del pensamiento teológico moral un eje fundamental ha sido
el análisis del acto humano que permita determinar las fuentes de su moralidad.
En economía la decisión se refiere a una acción por la que se resuelve un problema, en
este caso de escasez/maximización, a través de una elección entre alternativas, para lo
cual la teoría económica propone un modelo de racionalidad, la decisión económica nos
lleva a distinguir en la misma cuatro componentes constitutivos: la racionalidad, el
agente, los bienes y los efectos.
“Haz a los demás lo que te gustaría que ellos te hicieran a ti, pero sólo en la medida en
que ellos actúen de la misma forma”.
A. Teoría Económica.
La teoría económica se ha desarrollado a lo largo de los siglos XVIII al XIX, esta teoría
no es fija, va evolucionando, se le va añadiendo ideas que van perfeccionándola.
Lo que queremos lograr es ver que camino ha seguido la teoría económica, es decir,
veremos este desarrollo de la teoría económica enfocándonos en la tendencia que esta
ha tenido, tendencia a liberar la teoría económica de cualquier aspecto ético.
Expondremos a Adam Smith, David Ricardo, los Marginalistas y a Vilfredo Pareto a
quienes consideramos suficientes para logar el objetivo que nos planteamos (ver la
tendencia de desarrollo de la teoría económica).
Adam Smith.
A pesar de ser considerado por muchos “padre” de la economía moderna,
Smith no fue un economista en el sentido actual del término, sino un filósofo moral
preocupado por entender la conducta humana y sus repercusiones en la vida social.
Esta preocupación le llevó a tratar de entender y explicar las causas del progreso
económico de las naciones y para lograr este objetivo hizo teoría económica. La
relación tan estrecha entre el pensamiento económico y el pensamiento moral de los
clásicos es muy evidente en la mayoría de estos autores, pero sobresale el caso de
Smith. Con su concepto de “La mano invisible”, es interesante constatar que las dos
veces que Smith usa tal expresión, una es en su obra moral y la otra en su obra
económica. En la primera, lo hace a propósito de cómo los ricos a pesar de su
“egoísmo” son conducidos por una mano invisible para lograr aproximadamente la
misma distribución de las cosas necesarias de la vida que se habría realizado si la tierra
hubiera sido dividida en proporciones iguales entre todos sus habitantes. En la
segunda, utiliza la expresión en el contexto de la explicación de por qué las
restricciones a la importación o al uso del capital privado son innecesarias; esto se debe
a que, sin intentarlo y sin saberlo, cada individuo empleando lo mejor posible su capital
en beneficio de su propio interés es conducido por una mano invisible para promover un
fin (hacer crecer lo más posible el ingreso anual de la sociedad) que no formaba parte
de su intención.
Aquí lo importante es señalar que se trata de una misma idea en dos vertientes: la
vertiente moral y la vertiente económica, lo cual nos permite afirmar que no es
conveniente disociar estos aspectos cuando se estudia la economía.
David Ricardo.
El pensamiento de David Ricardo, constituye una desviación con respecto al
pensamiento de Smith, en cuanto que su tendencia a la abstracción y a la
simplificación, que son consecuencia de su pretensión cientificista de que los problemas
de la economía están en “la determinación de las leyes” que regulan la distribución. Así
David Ricardo inicia un nuevo método de análisis económico más deductivo y
sistemático.
Su afán de hacer la economía más técnica puede estar fundamentado en que su
formación académica fue elemental pero desde muy joven se inició en la práctica
bursátil, que era la profesión de su padre, lo que le permitió acumular una gran fortuna y
dedicarse a la vida intelectual y política. Se trata entonces de un “financiero” que se
convierte en teórico de la economía.
Los Marginalistas.
Con estos autores el pensamiento económico se orienta más al perfeccionamiento
de los instrumentos analíticos de la economía, principalmente las matemáticas, con el
propósito de hacer de ésta una ciencia con las características requeridas por el
pensamiento científico de la época. Su postulado es que los fenómenos económicos
sociales no son la expresión de alguna fuerza social sino resultado de la conducta de
los individuos y por lo tanto el punto de vista “atomístico” es una necesidad
metodológica sin implicaciones éticas.
Vilfredo Pareto.
Las aportaciones teóricas de Pareto están estrechamente vinculadas a su interés
por las matemáticas. En su pensamiento económico, esta tendencia lo lleva a intentar
hacer de la teoría económica un pensamiento puramente formal, que haga abstracción
de las relaciones causales de los fenómenos económicos, esto es, que postule
simplemente la interdependencia matemática de los mismos.
Conclusión:
Existe una tendencia del hombre a volver cada vez más técnicas los aspectos de
su vida, al inicio vemos a un filosofo haciendo teoría económica (Smith) ocupado en
estudiar la conducta humana y ver en qué consiste la riqueza, después a David Ricardo
haciendo más sistemática la economía, para luego llegar a los marginalistas y Pareto y
omitir por completo el contexto social.
En esta tecnificación de la economía se pasan por alto cuestiones fundamentales que
podrían ayudar a los economistas contemporáneos a entender el fondo de los
problemas, ver más allá de los números y plantear soluciones integrales.
En concreto, lo que quisimos hacer notar, es que a la teología se le fue separando de la
economía en el momento en el que los economistas quisieron hacer de la economía
una ciencia “exacta” como las matemáticas.
Primero debemos observar y aceptar que el tema de Dios está presente de forma
implícita o explícita en toda actividad de interacción humana, para ello les pedimos a los
lectores de este trabajo que abran su mente y antes de ser críticos, o no concuerden
con las ideas, sean dóciles, después de terminar el texto completo podrán darse cuenta
que muchas de las cosas aquí mencionadas tienen cierta lógica.
El ascenso de las mentalidades del Hombre en su historia puede concebirse en una
correlación entre la organización social del trabajo y la producción respecto a la historia
de las creencias y cosmovisiones, para demostrarlo nos apoyaremos de un cuadro en
el cual podemos ver tal acenso mental a lo largo de la historia, y veremos la paridad con
que han ido avanzando tanto la mentalidad del hombre como su postura teológica y
económica:
Salvajismo Ateo
Barbarismo Animista/Totemista
Esclavismo Politeísmo
Feudalismo Monoteísmo
Capitalismo Monoteísmo
Socialismo Ateo
Salvajismo.
El salvajismo, es un concepto antropológico que define un estadio de la
evolución cultural de las sociedades humanas anterior a la barbarie y a la civilización;
bien sabemos que su pensamiento era instintivo, irracional y cruel. Durante esta época
del salvajismo el Hombre es ateo, o bien agnóstico de toda creencia teológica.
Barbarismo.
Se conoce a esta época como la época de las Invasiones bárbaras, o Período
de las Grandes Migraciones, al conjunto de migraciones masivas que se desarrollaron
aproximadamente entre el siglo III y siglo VIII de nuestra era marcando la transición
entre la Historia Antigua y la Edad Media que se conoce con el nombre de Antigüedad
tardía.
Era una época de culturas nómadas, se establecían pero no por largos periodos de
tiempo La ideología de estas invasiones en general era el de poder someter a otros
pueblos, se decían ser superiores y por lo tanto merecían reclamar lo que les
pertenecía, imponían su propio mercado extendían sus terrenos y con ellos la
capacidad de poder obtener nuevas tecnologías, artesanías, etc. Hubo un gran auge en
el intercambio de productos agrícolas.
Esclavismo.
El modo de producción esclavista es propio de un nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas netamente preindustrial. Tierra y trabajo son las fuerzas productivas
fundamentales, el hombre entra en una concepción teológica en la que implica tener
dioses, y tener una inclinación politeísta, a diferencia del barbarismo, el hombre en el
esclavismo ya es sedentario, ya se establece de forma definitiva, la tierra vista como la
fuente de vida, el aire el fuego y agua, eran alabados de diferentes maneras.
Feudalismo.
Durante el feudalismo, la relación servil entre el señor feudal y su siervo se
sostiene bajo el sistema de creencia monoteísta, donde las relaciones putativas son
encomiendas de un Dios, el señor feudal era el asignado para poder evangelizar a su
serviles, quienes habían nacido para servir, se decía que los serviles eran personas
ajenas al conocimiento brindado por dios, conocimiento que los señores feudales
habían adquirido con el paso de las generaciones con la iluminación de su dios.
Capitalismo.
Podemos observar que en el capitalismo influyen escritos como los hechos por
Adam Smith. Adam Smith carga de especial carácter teológico su principal obra literaria
La riqueza de las naciones. Su tan nombrada mano invisible no es mas que una sutil
referencia al orden natural de inspiración divina que para el significa el capitalismo. La
creencia en Dios es inevitable en la derivación del pensamiento económico en cuanto al
Hombre como objeto económico: le considera un ser racional, moral, sabio y con
libertad de elegir: el homo económicus.
Socialismo.
Por último podemos ver que en el socialismo el hombre es ateo pero a diferencia
del salvajismo es ateo por convicción no por ignorancia, su pensamiento ha alcanzado
un nivel científico
La economía es una ciencia que no escapa del sello que imprime la inspiración
espiritual humana y la sublimación de los distintos estilos de vida y bases de
subsistencia humana.
Analicemos ahora tres políticas económicas no porque sean las más importantes si no
porque se prestan para el propósito del este texto.
LIBERALISMO.
Durante la época del auge del liberalismo se crea una polémica entre los
anarquistas quienes concebían que solo Dios podía ordenar las cosas y hacer justicia,
por lo que no debiera haber gobierno entre los Hombres (Estado); y los institucionalistas
quienes pensaban que Dios reina mas no gobierna, por lo que debe haber gobierno
entre los Hombres para hacer justicia a los hombres justos.
Para ellos la intervención estatal en la economía no es más que una torpe intromisión
de los Hombres en la obra de Dios, la que solo viene a entorpecerla. Es por ello que
sugieren la nula intervención del Estado en la economía. Para ellos el papel económico
del Estado debe resumirse a ser un juez que emite las leyes, un policía que supervisa el
apego al orden y cumplimiento de las leyes, y un gendarme que resguarda a la nación
de invasiones o atentados a la soberanía de la nación por una potencia extranjera.
EL NEOLIBERALISMO.
En el neoliberalismo no se aborda de forma directa el tema de Dios, se admite
como algo ya resuelto, como un tema subyacente y donde la existencia de Dios no se
cuestiona.
En el neoliberalismo se admite implícitamente que Dios es un componente sustancial
para legitimar la moral de los negocios y las transacciones económicas de corte
capitalista.
Es interesante admitir que no existe ninguna tesis sociológica ni económica que pueda
desligarse del tema teológico, no por casualidad la filosofía, madre de todas las ciencias
tiene dos principales directrices: la teología y la ontología.
La ontología que se preocupa por las razones de la existencia, mientras que la teología
por las idealidades del Hombre sobre entidades divinas. Finalmente esto se patenta en
las tesis económicas donde la subsistencia humana (economía) debe tener una misión
y una visión que le dé sentido a la existencia del sistema (teología), algo que
necesariamente tiene un carácter subliminal.
Conclusión.
La economía no puede dejar como tema aparte la teología. De hecho le es sustancial y
de la postura ante la existencia de Dios se deriva el tipo de sistema económico que se
tiene.
La economía explica la pobreza como una mala distribución de la riqueza, lo que origina
que en una sociedad haya individuos que subsisten solo con lo básico.
Desde el punto de vista teológico el empobrecimiento de grandes masas de la
población mundial es resultado de la perversión de la espiritualidad operada por las
fuerzas contrarias a la vida, concretamente “el sistema mundial de mercado” y sus
ideólogos (economistas, filósofos y comunicadores neoliberales). Al carácter necrófilo
del sistema, hay que oponer la producción social de la vida humana real y concreta
como fuente de criterios económicos y políticos. Se trata por lo tanto de un
enfrentamiento entre dioses, los dioses necrófilos y el Dios de la Vida, o de “una
confrontación de espiritualidades”, la espiritualidad perversa del sistema y la
espiritualidad liberadora de la vida.
Pero, ¿Qué pasa con aquellos que cierran las puertas a un orden económico justo por
considerarlo imposible?
Lo que pasa, es que están olvidando que el Dios liberador es siempre un Dios que
trasciende la imposibilidad humana, es siempre el Dios de la esperanza contra toda
esperanza, es siempre el Dios que no tolera el miedo y la alienación que el opresor
interioriza en el pueblo oprimido. Esta trascendencia de Dios se manifiesta en el
hombre, que tiene esperanza contra toda esperanza.
En esta religión económica que la teología propone aspirar a lo que está fuera, más allá
del sistema, significa caos y muerte, permanecer dentro significa orden y vida. Por eso
el pecado capital contra el sistema económico es el de crear “desorden” en las
relaciones económicas.
Conclusión:
La Teología propone toda una religión económica, nos dice las características de los
dioses que imperan en la realidad económica, el pecado de los individuos en la
economía y el pensamiento religioso-económico.
Podemos darnos cuenta que la teología busca articular criterios económicos con los
propios teológicos y que esta articulación está encaminada a la afirmación de la vida,
no solo para la subsistencia de los empobrecidos sino también como una fraternidad
humana donde las acciones de los demás afectan a la sociedad completa. Esta
propuesta la vemos encaminada a la reivindicación de las cuestiones espirituales del
ser humano frente a lo económico que como ya hemos visto en apartados anteriores de
este texto, se ha ido perdiendo a lo largo del desarrollo teórico de la economía.
1) Utilitarista. Considera que habrá justicia cuando los intereses de todos sean
iguales.
2) Libertario. Considera que habrá justicia cuando los derechos de todos sean
iguales.
3) Contractualista. Considera que habrá justicia cuando el status moral de todos
sea igual con respecto al contrato social.
Reflexión:
Hacemos un análisis del velo de la ignorancia. En la realidad social existen ricos y
pobres, estos poseen información sobre lo que les ocurrirá a futuro (aunque no tienen
asegurado que sus condiciones futuras serán las mismas), y en este caso los ricos no
decidirán por una posición de igualdad ya que esperan que en el futuro sigan siendo
ricos, pensamos que esto es parte de la naturaleza de algunos de los individuos de la
sociedad algo como: “si no tengo que me den y si tengo que no me quiten”.
A partir de esta teoría contractual surgen dos principios que deben caracterizar a una
sociedad justa, basándose en la posición original según la cual los individuos bajo un
velo de la ignorancia elegirían los principios de la justicia.
1) Cada persona debe tener un derecho igualitario a la más amplia libertad básica,
compatible con una libertad similar para los otros (Principio de libertades).
Reflexión:
Nótese que el principio de diferencia da preferencia por los pobres o en palabras de
Rawls los “menos aventajados”.
Aquí hacemos la reflexión acerca de las condiciones en las que los menos aventajados
pudieran estar en la realidad social. Supongamos un individuo con posibilidades de
trabajar pero sin intención de hacerlo, este individuo al no trabajar entraría dentro del
conjunto de las personas “menos aventajadas” que enuncia Rawls y entonces obtendría
una ventaja que consideramos injusta, dado que al no cooperar con la sociedad no
debería tener derecho a recibir las ventajas que enuncia el principio.
Analizamos también el caso del individuo que sí trabaja, sin embargo gasta su dinero
sin medirse a tal grado que dice “nunca tiene dinero” y esto lo hace entrar también al
conjunto de personas menos aventajadas y llegamos a un caso parecido al anterior.
En otro caso, el que los menos aventajados extraigan mayores beneficios que los mejor
posicionados, da motivos a estos últimos para rehusarse de la cooperación que se
impone en el principio de diferencia, ya que en cierta forma el principio frena su
desarrollo individual.
Por estos motivos, a nuestra consideración, la teoría tiene puntos débiles a la hora de
llevarse a cabo en la realidad.
Lo razonable
Lo racional.
Lo racional tiene que ver con la capacidad para tener una concepción del bien y al
ciudadano lo constituye como un individuo , también se aplica a la elección de medios
adecuados a fines, también abarca el balance terminal de fines y su significado para un
plan de vida global, así como la manera en que se ajustan tales fines.
Reflexión:
Siendo lo razonable y lo racional ideas distintas en el trasfondo se complementan,
aunque consideramos que una puede tener un mayor valor que la otra.
Si analizamos los dos conceptos vemos que lo racional nos proporcionara conocimiento
del bien, de mis intereses, pero conforme a lo que se está planteando, una sociedad
justa, a lo razonable le damos un mayor valor, ya que nos permitirá discernir entre lo
justo y lo injusto, y formar parte del tipo de sociedad que plantea Rawls.
El tipo de sociedad que concibe Rawls es un sistema justo de cooperación, pero
entendamos que es la cooperación.
La cooperación que es concebida por Rawls está guiada por reglas y procedimientos,
además implica la idea de reciprocidad ésta última ubicada entre la idea de
imparcialidad y la idea de la ventaja mutua, y la cooperación social requiere de la idea
de ventaja racional de cada participante.
Reflexión:
En un principio se considera una situación ideal en donde los individuos tienen
intereses comunes y al cooperar harán el mismo esfuerzo, pero nos cuestionamos lo
siguiente: ¿Todos tenemos los mismos intereses?
Llegamos a una conclusión de que no, los intereses de unos son diferentes a los de
otros y viendo a la cooperación como la forma de obtener una meta, algunos individuos
podrán aprovecharse para lograr sus propios intereses con un mínimo de esfuerzo,
resultando una situación de parcialidad.
IV.CONCLUSIONES GENERALES.
El desarrollo teórico de la economía provocó que esta se fuese separando de los
problemas morales y acercándose cada vez más a problemas abstractos, esto con
el afán de hacer de la economía una ciencia, donde sus procedimientos son
sistemáticos y totalmente deslindados de la realidad social.
Las inclinaciones morales de las personas influyen en las decisiones que toman, y
si estas decisiones son de carácter económico, entonces, influyen también en los
resultados económicos.