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D.R.

© 2007
Fondo Editorial de Nuevo León
D.R. © 2007
Fórum Universal de la Culturas Monterrey 2007
D.R. © 2007
Los autores

ISBN 978-970-9715-35-4
Impreso en México

Cuidado editorial: Dominica Martínez, Rafael García


Diseño editorial: Ángela Palos
Diseño de portada: Florisa Orendain
Traducción: Olivier Tafoiry Paulard
“Europa y la seguridad mundial:entre aspavientos
y subcontratación” de Louis-Michel Martin.

Zaragoza 1300
Edificio Kalos, Nivel A2, Desp. 249 Fundidora y Adolfo Prieto s/n
CP 64000, Monterrey, Nuevo León CP 64010 Monterrey, Nuevo León
(81) 83 44 29 70 y 71 (81)20 33 36 00
www.fondoeditorialnl.gob.mx www.monterreyforum2007.org

Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta
obra, por cualquier medio o procedimiento –incluidos los electrónicos– sin permiso escrito
por parte de los titulares de los derechos.
índice

presentación 9
José Natividad González Parás

INTRODUCCIÓN 11
Zidane Zeraoui

EUROPA Y LA SEGURIDAD MUNDIAL: 15


ENTRE ASPAVIENTOS Y SUBCONTRATACIÓN
Louis-Michel Martin

La nueva geopolítica rusa 41


Pablo Telman Sánchez Ramírez

Asia: una región inestable 57


Gracia Abad

Medio Oriente: 73
la nueva geopolítica regional
Zidane Zeraoui

¿Hacia el fin del conflicto 105


árabe-israelí?
Mario Sznajder

CENTROAMÉRICA 129
ENTRE LA GUERRA Y LA PAZ
Francisco Enríquez Solano

Los problemas para la paz en África 143


Mbuyi Kabunda Badi

LA DIÁSPORA MEXICANA 149


EN LOS ESTADOS UNIDOS:
TRES ESCENARIOS
Joseph Hodara
PRESENTACIÓN

La cultura y el humanismo son, y han sido, elementos cruciales para el


desarrollo integral de las naciones. Por ello, frente a los planteamien-
tos y posicionamientos del siglo XXI, el Fórum Universal de las Culturas
Monterrey 2007 se propuso facilitar una renovación de la conciencia
de nuestro ser colectivo a través de la reflexión y el diálogo.
A lo largo de los ochenta días de duración del Fórum, un número
significativo de ciudadanos del mundo ha analizado, entre otros temas
de igual o mayor importancia, la problemática de la valoración de las
expresiones pluriétnicas, el desarrollo del conocimiento, y los esfuer-
zos hechos hasta ahora por erradicar la incomprensión, la violencia, la
intolerancia y las diferencias lacerantes entre opulencia y miseria.
La colección Diálogos que presentamos tiene como objetivo ge-
nerar, con base en las enriquecedoras sesiones de reflexión habidas,
un intercambio de significados, emociones y contenidos, además de
fomentar la aceptación del otro con dignidad y respeto, y revalorar la
utilización de la palabra como herramienta para explicar y escuchar
los niveles más profundos del razonamiento y la introspección.
Monterrey, la urbe más dinámica del norte de México, asumió el
compromiso de organizar el Fórum Universal de las Culturas como
una oportunidad para honrar la filosofía y los principios convoca-
dos por el encuentro, hecho posible gracias a la suma de esfuerzos
estatales y nacionales, y a la invaluable colaboración de una socie-
dad civil emprendedora que ha sabido innovar en los campos de la
industria, el comercio y las finanzas, y que sostiene un activo papel
protagónico en la vida cultural del país.

José Natividad González Parás


Gobernador Constitucional del Estado de Nuevo León
INTRODUCCIÓN
La paz necesaria

Zidane Zeraoui

El mundo de la posguerra fría está más convulsionado que durante la épo-


ca de la bipolaridad: Asia es un continente inestable, Rusia se debate entre
su viejo papel hegemónico perdido y su necesidad de una zona de influen-
cia y el Medio Oriente se ha convertido en el espacio geográfico más volátil
del planeta. Asimismo, el problema de las migraciones en América Latina
es uno de los fenómenos más importantes del continente.
Durante la bipolaridad, las leyes de conducta impuestas por las dos su-
perpotencias permitían un cierto grado de control político de las distintas re-
giones, aunque a veces con la necesidad de recurrir a invasiones, como muy
a menudo ocurrió. A pesar del equilibrio del terror, de la posible destrucción
mutua asegurada, las relaciones entre los rivales estaban sometidas a reglas
de conducta muy claras. Se trataba de un mundo bajo la amenaza nuclear,
pero predecible y con una orientación ideológica implacable.
El fin de la guerra fría, lejos de conducir a un nuevo orden internacio-
nal más equitativo con el triunfo del derecho internacional, como lo había
enunciado en 1991 el entonces presidente estadounidense George Bush, se
ha convertido en un espacio de pugna permanente. La Organización de las
Naciones Unidas, que durante más de cuarenta años de guerra fría, entre
1946 y 1988, había intervenido en el mundo solamente trece veces, desde el
derrumbe del bloque socialista organizó más de 25 operaciones de manteni-
miento de la paz en menos de veinte años, no siempre con el mismo éxito.
Si bien esta obra que el Fórum ofrece a sus lectores recoge la experien-
cia de ocho regiones: Europa, Rusia, Asia, Medio Oriente, Tierra Santa, Áfri-
ca, Centroamérica y América Latina, no podemos dejar de pensar también
en otras zonas del mundo castigadas por los conflictos de poder e interétni-
cos, por las hambrunas y los genocidios y por las enfermedades endémicas.
África es el caso más dramático. En efecto, el continente sufrió un retroceso

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Z idane Z eraoui

en las últimas décadas que hicieron caer la esperanza de vida de casi cin-
cuenta años a menos de cuarenta. Además, es la región en donde se dan los
mayores desplazamientos humanos tanto por razones de conflictos, como
en Darfur y Ruanda, como por la hambruna. Los Balcanes también cono-
cieron su hora negra con las limpiezas étnicas en una parte del mundo que
se estimaba ya evolucionada, la ex Yugoslavia. Pueblos que habían convivi-
do casi ochenta años, se convirtieron en sus respectivos verdugos.
Los ensayos que presentamos nos permiten entender la dinámica po-
lítica de varios centros neurálgicos del mundo actual: “Europa y la se-
guridad mundial: entre aspavientos y subcontratación” por Louis-Michel
Martin, “La nueva geopolítica rusa” por Pablo Telman Sánchez Ramírez,
“Asia: una región inestable” por Gracia Abad, “Medio Oriente: la nueva
geopolítica regional” por Zidane Zeraoui, “¿Hacia el fin del conflicto ára-
be-israelí?” por Mario Sznajder, “Centroamérica: entre la guerra y la paz”
por Francisco Enríquez Solano, “Los problemas para la paz en África” por
Mbuyi Kabunda Badi y “La diáspora mexicana en Estados Unidos: tres es-
cenarios” por Joseph Hodara,
En Rusia, la subida al poder de Putin a finales de la década pasada
cambió drásticamente la orientación anterior de Yeltsin. Retomando el
papel de potencia, ahora solamente regional, Rusia busca consolidar su
presencia en el llamado “extranjero cercano”, es decir, en las ex repúblicas
de la Unión Soviética, hoy países independientes.
El nuevo líder del Kremlin logró consolidar un régimen autoritario res-
catando los esquemas de la extinta URSS, pero enfocados a reinstalar el
poderío ruso, particularmente en sus fronteras. Esta posición del presi-
dente ruso se cristalizó en su rechazo al avance de la Organización del
Tratado del Atlántico del Norte (OTAN). La inserción en la OTAN de varios
países vecinos de Moscú causó una profunda inquietud en las esferas ru-
sas, siempre preocupadas por el cerco militar alrededor de sus fronteras.
Los viejos temores rusos resurgen con mayor fuerza para evitar un nuevo
“cordón sanitario”.
En Asia, los cambios son bastante profundos, aunque los problemas
añejos aún son los polos centrales de las crisis regionales: la pugna entre
la India y Pakistán por Cachemira y la rivalidad entre Beijing y Nueva Delhi
constituyen los dos puntos cruciales de los conflictos asiáticos. Sin embar-
go, con la invasión aliada a Afganistán la frontera afgano-paquistaní se ha
convertido en un centro potencial explosivo no solamente para Islamabad
o Kabul, sino también para el mundo occidental. Lejos de eliminar el te-

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Introducción

rrorismo, la salida de los talibanes del poder en Afganistán ha diseminado


sus fuerzas en toda la región. Esto constituye una amenaza incluso para el
Gobierno paquistaní, el cual tuvo que negociar con las tribus rebeldes del
Waziristán, que apoyan a los fundamentalistas afganos, y dejar una zona
autónoma que sirve de retaguardia a la guerrilla.
En Europa, la necesaria elaboración de un programa colectivo de segu-
ridad se enfrenta a la hegemonía norteamericana y a las divisiones de los
Estados del viejo continente.
En el conflicto palestino-israelí, las elecciones del 2006, tanto palestinas
como israelíes, han creado nuevas condiciones regionales. Pero aún existe
un tema central para llegar a un entendimiento en Tierra Santa: judíos y
palestinos tienen una profunda herida que constituye un punto central de la
acción de las dos naciones: el Holocausto y la Naqba (la tragedia de 1948 que
resultó en la partición del país al crearse el Estado israelí). Sin entender es-
tos problemas, ni Israel podrá acceder a un a paz duradera, ni los palestinos
podrán entender la cuestión de la seguridad del Estado israelí.
Es en el Medio Oriente donde los cambios fueron los más drásticos. La
caída del poder de Saddam Hussein en Bagdad, lejos de causar una pacifi-
cación regional, rompió el frágil equilibrio meso-oriental, lo cual ha permi-
tido a Irán convertirse en un árbitro central de los cambios de la región.
Irak, que servía como contrapeso a Teherán, desapareció como poten-
cia regional, y al contrario, se ha convertido en un foco de diseminación
del terrorismo en la zona. Además, la alianza abierta entre los chiitas ira-
quíes e Irán permite a los ayatolás imponerse como la principal fuerza de
equilibrio del Medio Oriente. Después del ensayo atómico de Corea del
Norte, la búsqueda por parte de Teherán de convertirse en una nueva po-
tencia nuclear –conjuntamente con India, Pakistán e Israel, los tres países
asiáticos con bombas atómicas– ha presionado a otras naciones, como
Egipto, para buscar restablecer un equilibrio de poder en Medio Oriente.
Con el empantanamiento iraquí la atención se traslada al conflicto pa-
lestino-israelí, el cual es un barril de pólvora frente a la crisis, que se agu-
diza con el involucramiento libanés a través de la guerrilla del Hezbolá. La
guerra entre este último e Israel durante el verano del 2006 constituyó una
prueba de fuerza entre Tel Aviv y Teherán.
El profesor Mbuyi Kabunda Badi nos introduce a los problemas, tan
complejos, de África, continente convulsionado por los conflictos y las
guerras civiles y étnicas. De las operaciones de mantenimiento de la paz
que la ONU ha llevado a cabo desde 1948, la mitad se ha dirigido a esta re-

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Z idane Z eraoui

gión. El sida, la hambruna, los golpes de Estado y los conflictos de distinta


índole, han marcado al continente más pauperizado del planeta.
Por su parte, Francisco Enríquez Solano, nos lleva a la reconstrucción
centroamericana. La región más pobre de América Latina, fue también la
más afectada por las guerrillas y los regímenes dictatoriales. Pero desde
finales de la década de los ochenta, la región ha recobrado paulatinamente
su proceso democrático, todavía imperfecto, pero encaminado al diálogo y
a la convivencia, y no al enfrentamiento armado.
También en el continente americano, la migración se ha convertido en
un fenómeno dramático por el gran movimiento humano existente en la
frontera entre México y los Estados Unidos.
Frente a todos estos conflictos, ¿por qué realizar una semana de Paz
y Espiritualidad en el seno del Fórum Universal de las Culturas Monterrey
2007? Si bien es cierto que los conflictos se han multiplicado en las últimas
dos décadas, los procesos de paz también han avanzado, más por la presión
de la sociedad civil que por la labor gubernamental. La nueva conciencia de
los pueblos permite poner más obstáculos a los conflictos o, por lo menos,
hacerlos aún más impopulares. Por otra parte, el énfasis puesto a la espi-
ritualidad nos abre no solamente las mentes, sino también los corazones,
para entender nuestro mundo y ser actores en el cambio que requiere.
Un foro como el de Monterrey es una voz más, pero de miles de ciuda-
danos del mundo que se suman al grito de la paz, para hacer de la tierra
un mundo mejor para vivir.
No es un sueño, sino una necesidad ineluctable para la generación
actual, pero sobre todo, para las futuras.

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