Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
entre lo que Dios nos pide realmente y lo que nosotros imaginamos que nos
pide, suele haber una enorme diferencia.
Dios da lo que ordena. Cuando nos inspira hacer algo (si realmente es l la
fuente de esta inspiracin), concede al mismo tiempo la capacidad para
hacerlo, incluso si nos supera o nos asusta en un primer momento.
cada fidelidad a una inspiracin est recompensada con gracias ms
abundantes, en especial con unas inspiraciones ms frecuentes y ms
poderosas, y aparece tambin como un impulso del alma hacia una mayor
fidelidad a Dios
Cuando se aprovecha bien una inspiracin que el Seor nos da, nos
concede otra, y as Nuestro Seor contina otorgando sus gracias a medida
que se aprovechan
La prctica de la virtud me resulta dulce y natural; al principio, mi rostro
sola traslucir el combate, pero poco a poco desapareci esa impresin y se
me hizo fcil la renuncia desde el primer momento. Jess lo dijo: Al que
tiene, se le dar y abundar.
normalmente, la obediencia al Espritu nos cuesta en un primer momento,
porque choca con nuestros temores, con nuestros apegos, etc., pero a fin de
cuentas, esta obediencia siempre lleva consigo una efusin de gracia que
ensancha el corazn, y hace que el alma se sienta libre y feliz al caminar
por los caminos del Seor: Correr por el camino de tus mandamientos,
pues t ensanchars mi corazn (Sal 119, 32).
estas llamadas del Espritu que nos iluminan y nos empujan a obrar, vierten
en nuestro corazn, adems de luz y fuerza, una especie de blsamo de
descanso y de paz que con frecuencia nos colma de consuelo.
una gotita del blsamo del Espritu Santo puede llenar nuestro corazn de
un contento mayor que todos los bienes de la tierra, porque participa de la
infinitud de Dios.
importante ley de la vida espiritual: lo que es capaz de satisfacer a nuestros
corazones, no son tanto los bienes que recibimos, sino el bien inspirado por
Dios que practicamos. Hay ms felicidad en dar que en recibir.