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Cruz Cruz I.

06- marzo-10

CULTURA DE LA INFORMACIÓN
INTRODUCCIÓN

En los años ochenta, la esperanza de que las nuevas tecnologías informáticas y


de telecomunicaciones mejora
rían el rendimiento industrial y la productividad económica en los países
industrializados estaba fuertemente arraigada entre líderes de los países en vías
de desarrollo. En consecuencia, la idea general era que las TIC iban a permitir a
sus economías nacionales dar un salto directo a economías de sociedades post-
industriales.

Los países comenzaron a introducir políticas y programas para asegurarse su


participación en las comunicaciones internacionales vía satélite y en las redes de
información transnacionales. Y, sin embargo, al mismo tiempo muchos países
empezaron a preocuparse por los riesgos sociales importantes vinculados a las
TIC, como un posible imperialismo cultural, la sustitución de puestos de trabajo por
máquinas y la erosión de la intimidad individual y de la soberanía nacional.

Hacia el final de los ochenta, esos miedos parecían superados. En los años
noventa comienza una nueva fase, caracterizada por el fuerte temor a quedarse
atrás y por tanto fuera del sistema emergente de las autopistas digitales
mundiales. La creencia general parecía ser que, sin un acceso adecuado al
sistema, los países no podían esperar llegar a ser económicamente competitivos
en el comercio mundial. En muchos países en desarrollo se desencadena una
“fiebre digital” para asegurarse la conexión con las redes electrónicas de comercio,
finanzas, transportes y ciencia. Este fenómeno ha sido inspirado por los obvios
beneficios que las tecnologías digitales de la comunicación y la información
parecen ofrecer, al menos en principio. Las posibilidades en el campo de la
educación pueden mejorar a través de la enseñanza a distancia y del acceso en
línea a las bibliotecas.

SOSTENIBILIDAD

Una importante inquietud ha surgido en relación con la posible proliferación de


tecnologías digitales en los países en desarrollo, y es la de si las TIC se pueden
utilizar de modo que no se produzcan daños en el medio ambiente. El uso
mundial de las TIC podría incrementar las emisiones de dióxido de carbono (de las
impresoras, copiadoras, ordenadores y demás) hasta niveles insostenibles para el
medio ambiente.

La propia UNESCO pretende crear un portal para la información mundial de


domino público digitalizada (“cyber commons”) y aplicaciones en su propia página
Web, y periódicamente organiza actividades para promover la creatividad y la
diversidad en Internet, como el Premio Web de UNESCO anual, para las mejores
páginas Web en las áreas de educación, ciencia, cultura y comunicación.

Existen algunas paradojas inherentes al crecimiento experimentado en el uso de


las TIC. Por una parte, el acceso a la información y a la comunicación es cada
vez más fácil y los PC son mejores, más rápidos y más baratos. Estos factores
pueden considerarse como una tendencia hacia la democratización. Por otra
parte, el desarrollo de la tecnología, del software y del proceso de datos requiere
cada vez inversiones más importantes y esto nos está llevando a monopolios
mundiales de fabricantes y distribuidores.
CONCLUSIÓN

Los avances en las tecnologías de la información y la comunicación prometen y


proporcionan nuevas oportunidades para el intercambio de ideas y el acceso a la
información. Además de las ventajas añadidas que estas tecnologías aportan a la
vida cotidiana, pueden mejorar significativamente los procesos democráticos al
promover la libertad de expresión, la interacción y la posesión común de la
información.

Las soluciones a nivel nacional, regional e internacional apuntan hacia modelos


de control autorregulados que permitan flexibilidad para acomodar los cambios
en el espacio virtual y mantengan, al tiempo, su naturaleza democrática.

BIBLIOGRAFÍA

M. Tawfik. B. C. (1999-2000). Informe mundial sobre la comunicación y la


información, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, 7, Place de Fronterioy, 75352 París 075P (Francia).

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