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TEMA La Construccion y Evolucion Del
TEMA La Construccion y Evolucion Del
1. Evolución política.
El largo reinado de Isabel II lo dividiremos en las siguientes etapas:
La Primera Guerra Carlista fue una guerra civil que se desarrolló en España entre 1833
y 1840 entre los partidarios de Carlos María Isidro de Borbón (carlistas) y los de Isabel II
(cristinos), cuyo gobierno fue originalmente absolutista moderado, y acabó convirtiéndose
en liberal para obtener el apoyo popular.
La guerra comenzó por una cuestión sucesoria, ya que Carlos María de Isidro había sido
el heredero al trono durante el reinado de su hermano Fernando VII, debido a que éste
carecía de descendencia. Sin embargo, el nuevo matrimonio del rey y el embarazo de la
reina abren una nueva posibilidad de sucesión.
El rey publicó la Pragmática Sanción, restableciendo así el derecho sucesorio tradicional
castellano según el cual podían acceder al trono las hijas del rey difunto en caso de morir
el monarca sin hijos varones.
No obstante, Carlos María Isidro, no reconoció a Isabel ni como princesa de Asturias ni
cuando Fernando murió, al ser Isabel fue proclamada reina bajo la regencia de su madre.
Carlos, debido a su tradicionalismo, recibió apoyo mayoritario del campo y las pequeñas
ciudades y de una parte importante del clero, aunque muchos se mantuvieron ambiguos.
En el País Vasco y Navarra obtuvo sus mayores apoyos, así como en zonas de Aragón
y Cataluña. Allí se vio la guerra como una oportunidad de no perder (caso del norte) o
recuperar sus derechos forales, perdidos tras la Guerra de Sucesión (caso de la antigua
Corona de Aragón). El temor a las desamotizaciones fe otra razón importante.
Por otro lado, los liberales y moderados se unieron para apoyar a María Cristina y a su
hija Isabel, ya que vieron en la defensa de los derechos dinásticos de Isabel la posibilidad
del triunfo de sus ideales.
- La segunda etapa abarca los años entre 1836 y 1837 y se caracteriza por su proyección
expedicionaria. A partir de 1835, con la muerte de Zumalacárregui y el levantamiento del
sitio de Bilbao, el predominio carlista se vé reflejado en la realización de expediciones
hacia Castilla y Madrid.
El carlismo ensayó la ruptura de su confinamiento bajo la presión de los liberales y salió
para contactar y consolidar las resistencias de los focos distantes entre sí. Mientras, en
el ejército liberal, Espartero asumió el mando tras el éxito en Bilbao y tuvo que afrontar
esa ofensiva carlista. Se sucedieron numerosas expediciones, entre la que destaca la
expedición real, en 1837, que acampo en las puertas de Madrid, en espera de un
pacto con la regente. Sin embargo, todas estas operaciones fracasaron y los carlistas
no encontraron nuevos respaldos de importancia entre las poblaciones del centro y sur
peninsular.
- La tercera y última fase de la guerra dura desde 1838 a 1840. Viene marcada por la
división interna del carlismo. El bando carlista, desmoralizado y debilitado por los
enfrentamientos internos de sus jefes, sufrió continuas derrotas. Los fracasos militares
provocaron un aumento de las discrepancias que terminaron por dividir a los dirigentes
carlistas en dos facciones opuestas: apostólicos y transaccionales. Esto desembocó en el
Convenio de Vergara, firmado en 1839, entre Espartero y Maroto.
La resistencia se prolongó hastA mediados de 1840 EN EL mAESTRAZGO, pero, en
realidad, la victoria de los liberales era ya definitiva desde la huida de Don Carlos a
Francia y la firma del convenio.
Aún hubo una tercera y última guerra carlista, en el Sexenio Revolucionario y el inicio de
la Restauración.
Una de las peculiaridades del liberalismo español fue la intromisión de los militares en
la política. Las grandes figuras del período fueron militares como Espartero, Narváez,
O´Donnel, Prim o Serrano, por lo que al reinado de Isabel II se le denomina con
frecuencia "el régimen de los generales". El prestigio de los militares isabelinos tras ganar
la guerra carlista les facilitó sin duda su presencia en las altas esferas de gobierno.
Pero, además, los militares recurrieron al pronunciamiento como método de acceder
al gobierno. No actuaban en nombre del Ejército, sino en nombre del partido con el
que se identificaban, que de esa manera accedía al poder, teniendo en cuenta que la
intromisión de la Corona o el fraude en las elecciones eran los otros métodos de acceder
al gobierno en ese momento en España. Como ejemplos de pronunciamientos, el exitoso
de O´Donnell en Vicálvaro (1854) o el fracasado de De León en 1841 (y que acabó con su
fusilamiento).