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Como se observa, los chacales, la lechuza, los buitres y la serpiente se retoman como imgenes
del mal. Aunque tambin se incluyen otros animales, aumentando el campo semntico de seres
negativos: el macho cabro, los buitres y los gatos monteses. La tradicin oral impresa en el
Talmud, menciona a Lilith de manera ms definida e intencionada como parte del constructo
falocentrista, se perfila como la mujer trasgresora que no se someti a los parmetros masculinos
que se proponan como modelo tico y social.
En el Siglo XII y XIII la re-significacin de Lilith adquiere mayor relevancia con la propagacin de
la Cbala: su imagen se materializa y las narrativas textuales se proliferan marcando un discurso
El amuleto anterior representa a Lilith encadenada y con la boca abierta, mostrando sus dientes
peligrosos y rodeada de nombres sagrados. Este amuleto sola colocarse, ya sea sobre la cuna del
recin nacido, o sobre el mismo nio, prendido con un alfiler. La relevancia de la boca dentada en
la imagen alude al miedo de ser devorados por la mujer. En este sentido, es un reflejo que la
mentalidad patriarcal encausa en la imagen femenina.
El siglo XVI y XVII estaba inmerso en la magia, no obstante tambin se avanzaba a la
modernidad bajo la mirada racionalista-aristotlica. As, ambas posturas conformaban una
compleja lectura mgico-espiritual del universo. El deseo del hombre por dominar la naturaleza,
lo motivaba a construir un relato de misterio en el que la historia ya estaba escrita y haba que
descifrar las claves y cdigos que llevaban al conocimiento. La Cbala, desde la perspectiva juda,
resurgi como respuesta al pensamiento de la poca, por ello podemos afirmar que el auge
cabalstico tuvo lugar entre los aos 1500 y 1750.
No obstante la Tor implica el nivel oficial del judasmo, la perspectiva popular o domstica (en
el plano de lo cotidiano e inmediato) aporta modalidades de prcticas y creencias que se
interpretan segn las circunstancias. Un ejemplo que evidencia las representaciones populares se
rescata de un fragmento de un canto sefarad oriental, no obstante se crea que la mera mencin
del nombre implicaba, atraer las fuerzas del mal:
y de culebras y alacranes
Y yo vez de la madre,