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Escuela de Humanidades

Facultad de Comunicación

Fundamentación teórica del proyecto profesional

PERIODISMO CÍVICO EN EL PROCESO ELECTORAL 2006


UNA EXPERIENCIA DESDE LA ACS CALANDRIA

Presentado por
Julio César Mateus Borea
para optar el título profesional de
Licenciado en Comunicación

Asesora:
Dra. María Teresa Quiroz Velasco

Lima, noviembre de 2007


A mis padres, la inspiración original.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 2


“...hoy día, tras haber engullido a los otros tres,
(el periodismo) es el único poder.”

Óscar Wilde, The Soul of Man Under Socialism

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 3


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 6

1. DESCRIPCIÓN DETALLADA DE LA EXPERIENCIA 8


1.1 Descripción del Proyecto 8

1.1.1 Finalidad 8

1.1.2 Objetivos 9

1.2 Resumen de estrategias desarrolladas 10

1.3 Descripción de actividades por ciudad 13

2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA 20
2.1 Orígenes del Periodismo cívico 20

2.2 Nociones que el Periodismo cívico interpela 22

2.2.1 La objetividad y la construcción de la noticia 23

2.2.2 Protagonistas y fuentes 26

2.2.3 La agenda y la noción de lo público 27

2.3 La propuesta del Periodismo cívico 31

2.3.1 Definición del modelo 31

2.3.2 Objetivos 34

2.3.3 Metodología y fases 38

2.4 El Periodismo cívico en el Perú 40


3. CONCLUSIONES:
42
VISIÓN CRÍTICA DE LA EXPERIENCIA PROFESIONAL
3.1 Análisis personal de la experiencia 42

3.2 Evaluación de los resultados conseguidos en la intervención 44

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3.2.1 A nivel de los ciudadanos (destinatarios) 45

3.2.2 A nivel de las estrategias de comunicación y los materiales empleados 46

3.2.3 A nivel de los logros obtenidos 48

3.3 Dificultades y aprendizajes 50

3.4 Recomendaciones 53

4. REFERENCIAS Y FUENTES 58
4.1 Libros 58

4.2 Artículos 60

4.3 Páginas web 61

5. ANEXOS 63

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INTRODUCCIÓN

Esta fundamentación, elaborada para optar por el título profesional de Licenciado en

Comunicación, presenta mi experiencia como Coordinador del proyecto de periodismo cívico

de la ONG Calandria de enero a julio de 2006. El proyecto en mención fue parte de una

estrategia institucional más grande, liderada por el programa de Comunicación Política al que

pertenecí.

La Asociación de Comunicadores Sociales Calandria es una ONG fundada en 1984. Se

define como “un actor de la sociedad civil con presencia pública, especializado en

comunicación, que elabora, valida y comparte conocimientos, estrategias y productos

comunicativos creativos”. Una de esas estrategias y productos es lo que denomina Periodismo

cívico, corriente nacida en los Estados Unidos en la década pasada y surgida de la

preocupación por la pérdida del interés de los ciudadanos en los temas nacionales y la pérdida

de valor del debate público en los medios de comunicación.

Desde la puesta en marcha del primer proyecto de Periodismo cívico, hace 7 años en

Arequipa, el objetivo planteado por Calandria ha sido “interpelar a los medios de

comunicación para que asuman, desde la producción informativa, su responsabilidad social en

el confirmación de la cultura ciudadana y en la perspectiva de promoción y fomento del

desarrollo del país. Así mismo promover su rol como actor social desde iniciativas de

periodismo cívico, generando agenda ciudadana en la opinión pública”.

A fines de 2005 fui invitado a coordinar el proyecto que iniciaría el siguiente enero, en

su último año de ejecución, en un contexto político de transición y dentro de un panorama

electoral incierto (el candidato Ollanta Humala crecía con una fuerza incontenible, la agenda

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 6


nacional era confusa y el debate polarizado en medio de un clima disperso sazonado por una

veintena de candidaturas). La idea de esta intervención era contribuir a generar un movimiento

nacional innovador de periodistas independientes, preparados y vinculados a sus públicos y a la

sociedad civil, que se comprometan con los problemas sociales y políticos más importantes del

país, conduciendo procesos de deliberación pública ampliamente participativos, que afirmen el

ejercicio de la libertad de expresión de medios, autoridades y ciudadanía como factores

prácticos de su responsabilidad social con la democracia.

En base a lo trabajado anteriormente, hubo que articular una gran red de periodistas de

diversos medios en 8 localidades del país (Ica, Chimbote, Iquitos, Pacasmayo, Trujillo,

Tarapoto, Cusco y Arequipa) que habían participado anteriormente en actividades impulsadas

por Calandria. Luego del diagnóstico, realizado en conjunto con los líderes de los “grupos

impulsores” (que es como se denominan los colectivos de periodistas para el trabajo en este

proyecto), vino la etapa de planificación e implementación de una serie de planes por ciudad,

que damos cuenta en esta fundamentación.

El saldo fue positivo a nivel profesional y personal y se cumplieron muchos de los

objetivos trazados inicialmente. La permanente interrogante de qué es el periodismo y qué

papel tiene en una sociedad que se pretende democrática, lejos de ser absuelta, se ha instalado

en mis motivaciones profesionales. Bien dicen que una buena investigación, como un buen

proyecto, deja más preguntas que respuestas, más dudas que certezas; esta experiencia, como

exponemos a lo largo de estas páginas, son una invitación a repensar el ejercicio del periodismo

desde la incertidumbre, más que una propuesta o una receta en sí misma; esto es lo que, a

nuestro entender, la hace más valiosa.

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1. DESCRIPCIÓN DETALLADA DE LA EXPERIENCIA

1.1 Descripción del Proyecto

El proyecto, denominado “Periodismo para una Democracia Deliberativa 2006”, era una

nueva versión de lo que la Asociación de Comunicadotes Sociales “Calandria” había iniciado

hacía 7 años buscando vincular el Periodismo con la Comunicación para el Desarrollo. Se

planteaba vincular a un promedio de cien periodistas de diversos medios de comunicación en

seis ciudades peruanas alrededor de proyectos de Periodismo cívico que permitieran una

amplia discusión pública en torno a dos temas de interés nacional: las elecciones presidenciales.

Esta vinculación pretendía perdurar más allá de la ejecución de las iniciativas de

Periodismo cívico gracias a la incorporación y participación de los periodistas en una red que

con un intercambio más fluido y útil para la calificación de su rol como comunicadores sociales.

1.1.1 Finalidad

El proyecto tenía como finalidad contribuir a generar un movimiento nacional innovador

de periodistas independientes, preparados y vinculados a sus públicos y a la sociedad civil, que

se comprometan con los problemas sociales y políticos más importantes del país, conduciendo

procesos de deliberación pública ampliamente participativos, que afirmen el ejercicio de la

libertad de expresión de medios, autoridades y ciudadanía como factores prácticos de su

responsabilidad social con la democracia.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 8


1.1.2 Objetivos

1. Promover la discusión pública de temas de impacto nacional comprometiendo a

medios y periodistas, desarrollando experiencias de periodismo cívico que incorporen y

se conecten con instancias del poder nacional y local

2. Generar una red comunicativa de periodistas independientes y comprometidos con la

democracia a partir de los equipos locales de periodistas ya formados, los docentes y/o

estudiantes de periodismo de universidades y los comunicadores de diversas

instituciones de la sociedad civil.

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1.2 Resumen de estrategias desarrolladas

Estrategia 1: Realización de experiencias anuales de periodismo cívico asumiendo problemáticas y coyunturas de


carácter nacional

ACTIVIDAD ZONAS BENEFICIARIOS

Constitución de 8 grupos Trujillo, Chimbote, 120 periodistas


impulsores de Periodismo Cívico Iquitos, Arequipa, Ica,
Elecciones Presidenciales Pacasmayo, Tarapoto,
Cusco

4 Foros organizados por Grupos Arequipa, Chimbote, 617 Líderes sociales,


impulsores de periodismo cívico Ica, Iquitos candidatos
para presentación de Agenda
Ciudadana a autoridades.

4 Producción y difusión de Trujillo, Pacasmayo, 20,000 habitantes


cartillas y folletos informativos Ica, Chimbote,
sobre temas electorales. Tarapoto, Cusco,
Iquitos,
Arequipa

3 Conferencia, Conversatorio y Pacasmayo, Chepén, 76 Periodistas


taller con periodistas Ica

4 Consultas Ciudadanas: realizada Cusco, Chimbote, Ica, 2000 habitantes


y difundidas por 4 grupos Pacasmayo
impulsores de periodismo cívico.

22 Caravanas ciudadanas: Ica y Chimbote 4,400 habitantes


macroánfora, grafichanga y
consulta. Campaña para no botar
tu voto. Plazas y mercados

4 Producción de spots radiales y Ica y Cusco 40,000 habitantes

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televisivos con debates sobre
elecciones

Diseño y difusión del monitoreo Trujillo, Iquitos, 3,000 ciudadanos


de medios y consulta ciudadana Arequipa, Tarapoto, consultados
sobre comportamiento de los Cusco
medios durante el proceso
electoral.

Estrategia 2: Incorporación de criterios del periodismo cívico en las rutinas de producción periodística

Se ha incorporado las consultas Ica, Arequipa, Trujillo, 4 grupos de periodismo


como parte del quehacer de los Tarapoto cívico priorizan las consultas.
medios vinculados a periodismo
cívico.

Se han incorporado los debates Arequipa, Cusco, 3 grupos de periodismo


radiales y foros mediáticos como Iquitos. cívico priorizan los debates.
parte del quehacer de los medios
vinculados a periodismo cívico.

Estrategia 3: Fortalecimiento de una red de periodistas independientes y comprometidos con la ciudadanía y la


democracia ética

3 Talleres con coordinadores: Trujillo, Pacasmayo, 8 coordinadores de


planificación y evaluación de Ica, Chimbote, periodismo cívico
campaña Periodismo para no Tarapoto, Cusco,
botar. Primera y segunda Iquitos,
campaña electoral. Arequipa

7 Ediciones de Ágora electoral Arequipa,. Trujillo, Cobertura de 800


electrónico dirigido a periodistas. Chimbote, Pacasmayo, periodistas

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 11


Abordan problemáticas de Cusco, Tarapoto,
desarrollo pobreza, niñez, Ica, Iquitos
educación, descentralización,
jóvenes, género además de
información sobre el proceso
electoral. Recogía opiniones de
los periodistas.

Elaboración de una base de datos Arequipa,. Trujillo, Cobertura 120 periodistas


de la red de periodistas por el Chimbote, Pacasmayo, coordinados por 4 periodistas
desarrollo y la democracia. Cusco, Tarapoto, y 4 instituciones de
Diseño participativo y uso en Ica, Iquitos comunicación.
cada ciudad de carnets, banners,
chalecos y polos distintivos a los
grupos de periodismo cívico.

Entrevistas de sistematización de Trujillo, Pacasmayo, 8 coordinadores de


la experiencia a coordinadores y Ica, Chimbote, periodismo cívico, que
grupos impulsores de Periodismo Tarapoto, Cusco, congrega a 120 periodistas
Cívico, demandan red y dan Iquitos, permanentes y
iniciativas para sostenerla Arequipa aproximadamente 400
mediante PORTAL. asociados.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 12


Estrategia 4: Promoción de la incorporación del periodismo cívico en la formación universitaria-

2 coordinaciones con Lima 12 representantes de las


universidades para incorporar el Arequipa instituciones
enfoque de periodismo cívico:
Ruiz de Montoya en Lima y
UNSA en Arequipa. Se ha
avanzado en una primera alianza.

En Trujillo se dicta un curso de Trujillo 35 periodistas.


especialización sobre Periodismo
Cívico desde la Universidad
Antenor Orrego, dirigido por
periodistas asociados al grupo
impulsor motivado por
Calandria.

1.3 Descripción de actividades por ciudad


PACASMAYO

Nombre de la Elecciones Generales – Primera y Segunda Vuelta


experiencia

Conformación del  11 periodistas son los que forman parte del grupo impulsor.
Grupo Impulsor Ellos pertenecen a medios de comunicación locales
 También participan miembros de otras instituciones como el
Diario Últimas Noticias y la ONG InterQuórum

No. Total de  Directos: 558 personas presentes en las actividades


ciudadanos  Indirectos: Cobertura periodística de las actividades que
participantes en las llegaron a 2615 ciudadanos.
actividades

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Actividades  4 Ediciones de Ágora Electoral electrónico dirigido a
realizadas periodistas (Mar. – Abr.), ciudad de Pacasmayo

 Producción de cartillas y folletos informativos sobre temas


electorales (En. – Abr.), ciudad de Pacasmayo

 Taller de diagnóstico del Valle de Jequetepeque (Feb.), ciudad


de Pacasmayo y Chepén

 Conversatorio con Periodistas (Feb.), ciudad de Pacasmayo y


Chepén

 Consultas Ciudadanas realizadas y difundidas por los Grupos


Impulsores (Feb.), ciudad de Pacasmayo

CHIMBOTE

Nombre de la Elecciones Generales – Primera y Segunda Vuelta


experiencia

Conformación del  16 periodistas son los que forman parte del grupo impulsor.
Grupo Impulsor Ellos pertenecen a medios de comunicación locales
 También participan miembros de otras instituciones como
Universidad Privada San Pedro, Cámara de Comercio y
ATUSPARIA

No. Total de  Directos: 2854 personas presentes en las actividades


ciudadanos  Indirectos: Cobertura periodística de las actividades que
participantes en las llegaron a 2615 ciudadanos.
actividades

Actividades  Foros organizados para la presentación de la Agenda


realizadas Ciudadana a autoridades (May.), ciudad de Chimbote

 4 Ediciones de Ágora electoral electrónico dirigido a


periodistas (Mar. – Abr.), ciudad de Chimbote

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 Producción de cartillas y folletos informativos sobre temas
electorales (Feb.), ciudad de Chimbote

 Consultas Ciudadanas realizadas y difundidas por los grupos


impulsores (Feb.), ciudad de Chimbote

 11 Caravanas Informativas electorales (En. – Jun.), 11 distritos


de la ciudad de Chimbote

ICA

Nombre de la Elecciones Generales – Primera y Segunda Vuelta


experiencia

Conformación del  12 periodistas son los que forman parte del grupo impulsor.
Grupo Impulsor Ellos pertenecen a medios de comunicación locales
 También participan miembros de otras instituciones como
Foro Ciudadano, Radio Continental, Radio Latinoamericana,
Radio Huacachina, Radio La Achirana

No. Total de  Directos: 2882 personas presentes en las actividades


ciudadanos  Indirectos: Cobertura periodística de las actividades que
participantes en las llegaron a 22 615 mil ciudadanos.
actividades

Actividades  Foro organizado para la presentación de la Agenda Ciudadana


realizadas a candidatos (May.), ciudad de Ica

 4 Ediciones de Ágora electoral electrónico dirigido a


periodistas (Mar. - Abr.), ciudad de Ica

 Producción de cartillas y folletos informativos sobr temas


electorales (En. – Abr.), ciudad de Ica

 Consultas Ciudadanas realizadas y difundidas por el Grupo


Impulsor (Feb.), ciudad de Ica

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 11 Caravanas Ciudadanas, Macroánfora, Grafichanga y
Consulta Campaña “Votar para no botar tu voto” en plazas y
mercados (Mar.), ciudad de Ica

 Conferencia de Prensa Campaña “Para no botar tu voto”


(Mar.), ciudad de Ica

 Producción de spots radiales sobre elecciones (Mar.), ciudad


de Ica

AREQUIPA

Nombre de la Elecciones Generales – Primera y Segunda Vuelta


experiencia

Conformación del  40 periodistas son los que forman parte del grupo impulsor.
Grupo Impulsor Ellos pertenecen a medios de comunicación locales
 También participan miembros de otras instituciones como
ONG Humanidad Libre, Municipalidad José Luis Bustamante
Rivero y Municipalidad Provincial de Arequipa.

No. Total de  Directos: 250 personas presentes en las actividades


ciudadanos  Indirectos: Cobertura periodística de las actividades que
participantes en las llegaron a 2615 ciudadanos.
actividades

Actividades  Foro de Presentación de la agenda ciudadana a Autoridades


realizadas (19 may.), Ciudad de Arequipa

 4 Ediciones de Ágora Electoral electrónico dirigido a


periodistas (Mar. – Abr.), ciudad de Arequipa

 Producción de Cartillas y folletos informativos sobre temas


electorales (En. – Abr.), ciudad de Arequipa

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 Reuniones de coordinación con la UNSA para incorporar el
enfoque de Periodismo Civico (Jun.), ciudad de Arequipa

CUSCO

Nombre de la Elecciones Generales – Primera y Segunda Vuelta


experiencia

Conformación del  17 periodistas son los que forman parte del grupo impulsor.
Grupo Impulsor Ellos pertenecen a medios de comunicación locale

No. Total de  Directos: 500 personas presentes en las actividades


ciudadanos  Indirectos: Cobertura periodística de las actividades que
participantes en las llegaron a 22 615 mil ciudadanos.
actividades

Actividades  4 Ediciones de Ágora electoral electrónico dirigido a


realizadas periodistas (Mar. – Abr.), ciudad de Cusco

 Producción de cartillas y folletos informativos sobre temas


electorales (En. – Abr.), ciudad de Cusco

 Consultas Ciudadanas realizada y difundida por el Grupo


Impulsor (Feb.), ciudad de Cusco

 Debate radial, televisivo y consulta (Mar.), ciudad de Cusco

TARAPOTO

Nombre de la Elecciones Generales – Primera y Segunda Vuelta


experiencia

Conformación del  7 periodistas son los que forman parte del grupo impulsor.
Grupo Impulsor Ellos pertenecen a medios de comunicación locales
 También participan miembros de otras instituciones como
CEDRO y Radio San Antonio.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 17


No. Total de  Indirectos: Cobertura periodística de las actividades que
ciudadanos llegaron a 2615 ciudadanos.
participantes en las
actividades

Actividades  4 Ediciones de Ágora electoral electrónico dirigido a


realizadas periodistas (Mar. – Abr.), ciudad de San Martín

 Producción de cartillas y folletos informativos sobre temas


electorales (En. – Abr.), ciudad de San Martín

 Análisis evaluativo del comportamiento de los medios durante


el proceso electoral (En. – Jun.), ciudad de San Martín

TRUJILLO

Nombre de la Elecciones Generales – Primera y Segunda Vuelta


experiencia

Conformación del  6 periodistas son los que forman parte del grupo impulsor.
Grupo Impulsor Ellos pertenecen a medios de comunicación locales
 También participan miembros de otras instituciones como la
Cámara de Comercio.

No. Total de  Indirectos: Cobertura periodística de las actividades que


ciudadanos llegaron a 2615 ciudadanos.
participantes en las
actividades

Actividades  4 Ediciones de Ágora electoral electónico dirigido a


realizadas periodistas (Mar. – Abr.).

 Producción de cartillas y folletos informativos sobre temas


electorales (En. – Abr.).

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IQUITOS

Nombre de la Elecciones Generales – Primera y Segunda Vuelta


experiencia

Conformación del
Grupo Impulsor

No. Total de  Directos: 154 personas presentes en las actividades


ciudadanos  Indirectos: Cobertura periodística de las actividades que
participantes en las llegaron a 2500 ciudadanos.
actividades

Actividades  Foro organizado para la presentación de la Agenda Ciudadana


realizadas a autoridades (May.), ciudad de Iquitos

 Producción de cartillas y folletos informativos sobre temas


electorales (En. – Abr.), ciudad de Iquitos

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 19


2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

2.1 Orígenes del Periodismo cívico

El concepto Periodismo cívico, y sus variantes “Public Journalism” o “Periodismo Ciudadano”,

tienen su partida de nacimiento en los Estados Unidos a finales de la década de los 80 e inicios

de los 90. Fue concebido inicialmente como un ensayo de la prensa por encontrar nuevas

formas de interrelacionarse con el público. Se reconoce como “el primer movimiento generado

conjuntamente desde el propio sistema de medios y desde el mundo académico que pone en

tela de juicio los fundamentos mismos del lugar institucional de la profesión de informar”

(Álvarez, 1999: 8).

Su surgimiento no es gratuito, y es atribuido por Jay Rosen (1996), uno de los

fundadores del Public Journalism, a lo que denominó “las seis grandes crisis de la prensa

estadounidense”. La primera crisis es la de legitimidad y credibilidad, las encuestas arrojaban un

descenso escandaloso en los niveles confianza del público a la información que recibía de los

medios, demostrado en los índices de lectoría y circulación de los principales diarios

norteamericanos, que en 30 años desde 1965 habían descendido a la mitad. En segundo lugar,

la crisis tecnológica, vinculada a la superabundancia de la oferta informativa. Tercero, la crisis

política: la pésima cobertura de los medios de las elecciones presidenciales de 1988 había

ocasionado que la gente pensara en ellos como parte del problema de la política nacional antes

que la solución. La cuarta crisis es la laboral: el nivel de periodistas contratados bajó en

proporciones significativas y el de los que renunciaban o eran despedidos subió; se instalaron

una angustia y ansiedad endémicas en las redacciones porque había llegado “el fin de la era de

la credibilidad absoluta”. En quinto lugar, una crisis espiritual; para Rosen la coyuntura estaba

cuestionando de manera profunda el trabajo “de unos profesionales acomodados en la certeza

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 20


del saber”. Y finalmente, una crisis intelectual: nadie sabía con certeza de qué contexto, de qué

interpretación y de qué análisis se hablaba al referirse a la función periodística.

Esta suma dio como resultado los primeros proyectos de Periodismo cívico

reconocidos como tales: “Your Vote Counts”, lanzado durante las elecciones 1990 por el diario

Wichita Eagle, en Kansas, que permitió elaborar con la participación de los lectores una agenda

ciudadana sobre temas que debían ser discutidos por los candidatos; y “We the people”, proyecto

concertado por el principal diario y la televisora pública de Wisconsin para cubrir las elecciones

primarias entre Bill Clinton y Jerry Brown en 1992. Rápidamente, un grupo de medios públicos

y privados formaron redes y alianzas para seguir estas iniciativas, mientras que periodistas,

activistas y académicos se reunían a lo largo del país para fundar organizaciones que puedan

reflexionar y sistematizar estas prácticas (principalmente con el respaldo de algunas

universidades). Dos que han logrado mantenerse y crecer hasta hoy son: The Pew Center for Civic

Journalism (Pew Center), definido como una “incubadora para experimentos de Periodismo

cívico que permita a nuevas organizaciones crear y afinar nuevas formas de incorporar a la

gente en la vida pública”; The Public Journalism Network (PJNet), “una asociación profesional de

periodistas y educadores, de carácter global, cuyos miembros comparten el mismo interés en

explorar y fortalecer las relaciones entre el periodismo y la democracia.”

Queda claro el sentido fundacional de esta corriente, que desde sus orígenes apuesta

por abandonar la idea de que los periodistas y sus públicos son espectadores de los procesos

sociales y políticos. Como señala la Declaración de Principios del PJNet, se logrará cambiar el

sentido al “conectar realmente la teoría y la práctica del periodismo con la teoría y la práctica

de la democracia”, como veremos con más detalle en la parte 2.3 de esta fundamentación.

2.2 Nociones que el Periodismo cívico interpela

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 21


El Periodismo atraviesa serias crisis de definición conceptual. No termina de reconocerse

profesión y se siente cada vez menos oficio. Esto no ha impedido, sin embargo, construir a lo

largo de 50 años de presencia académica, un corpus teórico basado, en buena medida, en la

sistematización de su práctica de campo y la articulación de la misma con referente

epistemológicos provenientes de otras ciencias, preferentemente sociales. Existen numerosos

manuales, textos, ensayos sobre sus géneros y formatos, conceptos y herramientas –cada vez

con fronteras menos marcadas producto de las tendencias sinérgicas- e incluso intensos

debates sobre su acción en los marcos de la Democracia y la Ética (Cfr. Gargurevich, 2002).

Sin ánimo de ahondar en los detalles curriculares o pedagógicos, podemos partir del

reconocimiento del Periodismo como un producto más cultural y menos científico. Esto

constituye, por cierto, un reto que involucra procesos educativos –profesionales o técnicos-

con otros económicos, políticos, culturales y sociales (Faundes, 1997: 405-418).

Así como el Periodismo, es complejo encontrar una definición clara sobre el periodista

-más allá de “aquel que ejerce el periodismo”-, o incluso de quiénes lo ejercen. Es ilustrativo

leer las 2 acepciones que ofrece el Diccionario de la Real Academia Española “1. Persona

legalmente autorizada para ejercer el periodismo y 2. Persona profesionalmente dedicada en un

periódico o en un medio audiovisual a tareas literarias o gráficas de información o de creación

de opinión”. En efecto, los periodistas provienen, casi en su mitad, de campos profesionales

diversos y algunos ajenos a la teoría periodística, como el Derecho, la Economía, la Literatura o

las Ciencias Sociales en general, cuando no, cada vez menos, autodidactas formados en la

práctica misma. Las relaciones entre el mercado y la formación, como las de oferta y demanda,

configuran una tensión continua y dificultan el desarrollo de percepciones más avanzadas

sobre la relación del Periodismo con la sociedad. (Sociedad Interamericana de Prensa, 1997;

World Journalism Education Congress, 2007)

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 22


No obstante, algunos teóricos (De Aguinaga, 2001: 243) interpretan el Periodismo

como “un sistema de clasificación de la realidad que trata de proporcionarnos una imago mundi”.

Por consiguiente,

“por el acto periodístico (...) se responde a la pregunta ¿qué pasa por el mundo? con un
conjunto de noticias e informaciones que realmente no refieren todo lo que pasa por el
mundo, sino lo más importante de lo que pasa por el mundo, en la actualidad (...) En el
continente periodístico se acomodan sistemáticamente los hechos conceptuados como
más importantes mediante dos operaciones matrices del Periodismo, que son las
operaciones de selección y valoración”.

La teoría periodística a la que nos hemos referido y la práctica periodística tradicional a la que

haremos mención, no están basadas en una idea única y final, sino en la suma de nociones que

presenta alguna literatura especializada. Recoger conceptos e ideas servirán para contrastarlas

luego (parte 2.2.2) con la fórmula del Periodismo cívico, lo que ayudará a comprender mejor su

razón de ser. Vamos a centrarnos en tres ejes: 1) los protagonistas y las fuentes; 2) la

objetividad y la construcción de la noticia; y 3) la agenda y la noción de lo público.

2.2.1 La objetividad y la construcción de la noticia

La teoría periodística reconoce la objetividad como su paradigma central. Probablemente junto

con la neutralidad y la independencia. En esencia, esta idea se convirtió en una doctrina que

apunta al distanciamiento del periodista de la realidad, del “yo enunciador”, y sugiere que es

posible, así, lograr un discurso aséptico y libre de cualquier subjetividad. La procura de este

ideal ha devenido, según la prédica del Periodismo cívico, en el surgimiento de un periodismo

“notarial” que da cuenta de la realidad como si fuera la realidad misma (el dogma informativo

de la noticia como “espejo de la realidad”), poniéndola al margen de cualquier contaminación

opinativa y otorgándole un rango de verdad absoluta.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 23


Algunos entendidos (Rodríguez Borges, 1998; Bastenier, 2001) conciben la objetividad

como una mitificación que pone al periodista en el papel de “humilde mensajero”. Dicho mito

se asienta, para Rodríguez Borges (Íbid), en dos presupuestos:

“1) El periodista puede y debe hacer una presentación estrictamente objetiva de la


realidad y 2) de acuerdo con lo anterior, es posible separar la exposición de los hechos
de su evaluación crítica. En su versión atenuada, la defensa de la objetividad se ha
presentado como un desideratum ético: un ideal noble que debe guiar la labor del
periodista, pero difícil de alcanzar. En su presentación más radical, la objetividad en los
relatos y la separación entre hechos y opiniones es un objetivo exigible en la práctica
profesional de cada día.”

Miguel Ángel Bastenier, profesor de la Escuela de Periodismo del diario español El País,

es tajante cuando señala que “la objetividad no existe y no hace ninguna falta que exista,

porque si fuera así todos los diarios, al menos los que cumplieran con sus objetivos

profesionales, darían prácticamente la misma versión de los hechos, todo habría ocurrido de

forma inapelable, al margen de que luego se editorializara de la forma que fuese.” (2001: 25)

En la otra orilla, Javier Darío Restrepo (2001), que fue Defensor del lector en el diario

El Colombiano de Bogotá, recoge algo de su experiencia y presenta algunas conclusiones sobre

la relación entre el periódico y lectores, demostrando fundamentalmente: 1) que no es creíble el

periodista que hace gala de no creer en nada; en cambio, aporta razones de credibilidad el que

manifiesta honestamente en qué cree; 2) que la objetividad mecánica sólo produce esa

información simplista que reproduce los dos puntos de vista enfrentados, y se lava las manos

diciendo que las conclusiones corren por cuenta del lector; 3) esa objetividad es la que impide

ir más allá de la superficie de los hechos, para acometer su interpretación y análisis; y, en

conclusión, 4) que el énfasis en la objetividad interfiere con el conocimiento de la audiencia.

Asimismo, la construcción de la noticia está basada en un esquema que moldea la

realidad y la encorseta en un mecanismo limitado y limitante. La consecuencia más letal es la

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 24


estandarización: toda ruptura o conflicto, que es por definición noticiable, hasta el más

sanguinario son presentados en formatos semejantes.

“Estructurada en el modelo montado sobre los seis interrogantes, qué, quién, dónde,
cuándo, cómo, por qué, conocidos como las 6 W, muy pronto quedaron aun más
recortadas al qué, dónde y quiénes. El cómo y sus posibilidades narrativas y explicativas
sobre los sucesos fueron aplazados, bien sea porque realmente no interesaba o por la
falta de suficiente cultura en los periodistas para dotar a su trabajo de los componentes
que lo harían más profundo, aunque quizá menos objetivo” (Miralles, 2002: 38).

Sin perjuicio de lo anterior, es inevitable mencionar que existen “esquemas”, como el

que plantea el periodismo de investigación y la crónica periodística, que ayudan a generar más

equilibrio informativo porque utilizan una variedad mayor de fuentes, una estructura menos

rígida y porque a fin de menos pueden seguir temas más profundos, pero estos formatos son

los menos, sin duda.

Para el Periodismo cívico es preciso reconocer que las noticias, lejos de constituirse en

reportes objetivos de la realidad, son verdaderas reconstrucciones de ésta a través de procesos

sociales complejos basados en diversos aspectos como la institucionalización de las prácticas

mediante consensos generados ante la necesidad de abatir la incertidumbre de definir lo que es

noticia y lo que no, en el contexto cotidiano del periodista (De León: 2003).

En consecuencia, y de acuerdo con Victoria Camps, citada por Restrepo (Íbid), “lo que

el buen informador debe proponerse, no es tanto ser objetivo cuanto creíble. Habida cuenta

que la credibilidad supone un esfuerzo sostenido: no se consigue confianza ni el prestigio, de

un día para otro. Esa construcción de la credibilidad resulta más exigente que el viejo

imperativo de la objetividad porque demanda un esfuerzo sin pausa para buscar y obtener la

verdad de los hechos, al mismo tiempo que un control de las intencionalidades”.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 25


2.2.2 Protagonistas y fuentes

Para el Periodismo tradicional un acontecimiento noticiable contiene sólo dos versiones

polares (a favor y en contra), cuando en realidad puede haber tantas como sujetos directa o

indirectamente involucrados tenga el suceso. Esta bipolaridad está expresada en la presencia

regular de una parte y una contraparte, un agresor y un agredido, uno que golpea y otro que se

defiende, en términos maniqueos hollywoodenses, un bueno y un malo.

Las fuentes privilegiadas son los representantes de los poderes político y económico y

los técnicos que configuran una élite mediática. La prensa tiene su perito en narcotráfico, su

experto en Educación, su consultor en temas jurídicos. Martini (2006) sustenta este privilegio

que remite al nivel de la autoridad de la fuente en tanto constituye una instancia legitimadora

de una información controversial.

Como sostiene Martini (2006: 63) respecto a la elegibilidad de las fuentes, “la primera

premisa es que la fuente sea confiable, y esté legitimada como creíble, por su lugar en el espacio

público, y se la mas adecuada para informar sobre el hecho.(...) lo que vale es la proximidad al

poder o al lugar donde se producen los hechos sobre los que hay que informar”. Resulta obvio,

sin embargo, el solo reconocimiento social del que goza una persona pública no es suficiente

para convertirla en fuente: existen, además y de modo principal, criterios comerciales y

políticos supeditados a la relación del medio de comunicación con círculos de poder.

Lo que cuestiona el Periodismo cívico aquí es que “los ciudadanos rara vez salen como

protagonistas y en su lugar se convierte al poder en espectáculo, en algo para ser observado

como una realidad distante cuyas funciones competen a otros. Solamente los líderes de opinión

tienen un espacio y desarrollan una relación simbiótica con los medios: suministran el material

atractivo para el consumo de masas” (Miralles, 2002: 24). Como señala Alfaro (2006: 250), “en

la vida política y social el ciudadano está oculto y sólo emerge con visibilidad cuando es un

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 26


agresor o una víctima que genera conmiseración. Así no participa con críticas ni opiniones,

menos con propuestas. Pertenece al mundo de la pasividad como un espectador que no cuenta,

excepto numéricamente a través de encuestas”.

En tal sentido, los medios crean una ciudadanía invisible que ocupa, más regularmente,

el papel de víctima o victimario, restringiéndole un papel activo, deliberativo y –a fin de

cuentas- ciudadano. “Sigue atribuyéndoseles mayor relevancia a las noticias que surgen de

fuentes oficiales o de especial notoriedad y, entre tanto, se subestima la verdad generada por lo

individuos anónimos o por los que no buscan notoriedad”. (García Posada, 2000: 106)

No se encuentra con facilidad en la práctica periodística tradicional, un reconocimiento

a otros saberes que también son parte de la vida pública. Como señala García Posada (Íbid), el

periodismo tradicional olvida que “no sólo son importantes y trascendentes los grandes

eventos de la vida social. También lo son los microeventos y episodios de la cotidianidad, que

dejan constancia del aquí y ahora de la gente”.

2.2.3 La agenda y la noción de lo público

Según la Teoría de la agenda-setting, el término “agenda” se acuña en un sentido metafórico para

expresar cómo temas considerados relevantes por los medios ocupan el mismo lugar en las

agendas de la audiencia. Desde la popularización de esta teoría en el ámbito académico, se ha

axiomatizado en el criterio común la infalibilidad de los medios de comunicación para crear

agendas, pero además, “las personas no sólo reciben información a través de los medios sobre

determinados temas o asuntos que ocurren en el mundo y son considerados prioritarios, sino

que también aprenden de ellos la importancia y el énfasis que les deben dar.” (Rodríguez Díaz,

2004: 15)

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 27


Como señala Cohen, citado por Bregman (1992: 212), “la prensa puede no ser exitosa la mayor

parte del tiempo para decirle a la gente qué pensar, pero es sorprendentemente exitosa para

decirle a sus lectores acerca de qué pensar”. Miralles (2002: 40), a partir de ahí, concluye que

“1) la agenda no orienta particularmente la intensidad de las actitudes de las audiencias hacia

los temas seleccionados del acontecer, y 2) la preocupación central son los efectos que produce

la selección del espectro de temas posibles sobre la mente de la audiencias”.

Muchos medios de comunicación han incorporado a su práctica cotidiana, y con más

auge desde la aparición de Internet, distintos mecanismos para relacionarse con sus audiencias,

entendidas no como ciudadanos, sino como receptores que complementan el espacio llenado

por otras técnicas de investigación cuantitativas (sondeos, encuestas, cuestionarios). Así, las

versiones digitales de los medios de comunicación, sobre todo desde la masificación de

Internet en ciertos ámbitos de la sociedad, presentan espacios a través de los cuales establecen

una “conexión directa con sus consumidores” 1. Pero el interés común o la agenda pública

como conceptos son más complejos como para depender exclusivamente de encuestas o

sondeos de opinión virtuales. Para Camps (1996: 151), “el interés común no posee un

contenido previamente fijado y definido con precisión. Es la actividad política, el

reconocimiento de los problemas sociales, el consenso sobre unos presupuestos, lo que va

determinando el contenido del interés común”. En el mismo sentido, Pepi Patrón (2005: 262)

sostiene que los “espacios públicos” son el puente entre el cliente y el ciudadano: son

“instancias que permiten la participación ciudadana en términos discursivos, como ámbitos

1 El “Periodismo 3.0” es un concepto creado para dar cuenta del fenómeno tecnológico y su relación con el

Periodismo cívico. Está basado en la premisa de que se rompen las barreras físicas que hacían pensar a los
inspiradores del Periodismo cívico que la verdadera democracia sólo sería real en las comunidades locales. El
“Periodismo 3.0” propugna la socialización de la información periodística a través de una conversación virtual en
la que los participantes intervienen en el propio mensaje a través de blogs, foros de opinión, chats, wikis y demás
herramientas de Internet. (En línea) http://periodistas21.blogspot.com/2004/08/periodismo-3.html o Cfr. Meso,
2005

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 28


que hacen posible un debate racional sobre cuestiones de interés general y que permitan la

transformación de opiniones personales –a través de la deliberación- en una genuina opinión

pública”.

En esta premisa se basa el Periodismo cívico que, a su vez, critica la falta del

reconocimiento de una filosofía pública por parte de quienes la construyen:

“No deja de resultar paradójico el hecho de que el periodismo, al ocuparse de lo que en


la categoría de casi eslogan se ha llamado “interés público informativo”, al mismo
tiempo insista en negar que ese concepto es y debe ser construido desde un modelo
político de sociedad, que allí no entra en juego la “objetividad”, que por sí solos los
hechos como materia prima del modelo informativo no son asépticos y que en
términos de ética pública justamente se trata de hacer visibles los actores que inciden,
las razones desde las cuales se construye y los modos en que se manifiesta ese interés
público”. (Miralles, 2001: 11)

Contrariamente, se cree que la producción de noticias y contenidos informativos es un

proceso normado y legitimado. Como señala Martini, “para sistematizar los diferentes criterios

que operan en la noticiabilidad se puede recurrir a dos variables básicas, el efecto del

acontecimiento sobre la sociedad y sobre otros medios en términos de transformaciones, y la

cualidad del acontecimiento en términos de trabajo periodístico y de percepción por los sujetos

sociales.” (2000: 89)

Para Miralles (1998), en el periodismo liberal (o “tradicional”, como hemos

denominado en esta fundamentación):

“siempre han predominado tres visiones de lo público: lo publicable, lo público como


lo estatal y la identificación del espacio público físico como lo público en el ámbito
urbano. Las tres ideas hacen más referencia a lo formal. El sentido de lo público
restringido a lo publicable es el punto nodal de la crítica del Periodismo cívico al
periodismo liberal. No es solo que en la selección de las noticias entren en juego lo que
Champagne y Bourdieu denominan las ‘categorías de percepción de los periodistas’,
sino que la actividad de los medios está pensada para este tipo de selección”.

Como propone De León luego de investigar por algunos meses la rutina periodística de

algunos diarios mexicanos:

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 29


“problematizar la noticia, como una reconstrucción social de la realidad,
necesariamente dirige la atención a entender qué tipo de acciones sociales constituidas
en prácticas periodísticas llevan a cabo los informadores en la elaboración noticiosa a
partir de las cuales la realidad, sea cual sea, puede ser significada, recopilada, procesada
(seleccionada y jerarquizada) y, finalmente, publicada”. (2003: 150).

En consecuencia, la visión del mundo y las representaciones acerca de la realidad son el

resultado de la institucionalización y la rutinización de las prácticas periodísticas al interior de la

organización noticiosa. El Periodismo cívico pone en cuestión estos criterios, en tanto son

influidos por una serie de factores asociados, como ya hemos visto (relaciones comerciales,

culturales, económicas y políticas, en suma, de relación con el poder), y repara en la posición

de los periodistas como decisores últimos de lo publicable o noticiable.

No terminamos sin compartir una cita que encaja como síntesis perfecta para

confirmar la presencia –antagónica, diría de lo que a lo largo de esta sección hemos llamado

tan fácilmente la práctica periodística liberal o tradicional, y que no es más que el cúmulo de

nociones fuertemente adheridas al discurso y acción de muchos periodistas. Esta vez, en la

pluma de Miguel Ángel Bastenier, periodista y docente español presentando su curso de

Periodismo:

“En las antípodas de la visión de un periodismo salvacionista propio de presuntos


pedagogos y agentes del bienestar ciudadano, este libro sostiene que nuestra profesión
no puede ser una extensión del ministerio de Obras Sociales, ni el brazo más o menos
armado de la obra del Padre Pío. La misión de procurar que la sociedad se conozca a sí
misma y, quizá, por ese camino, como cuestión de hecho pero no como objetivo
superior, contribuir al bienestar de todos ya es un esfuerzo suficientemente gigantesco
como para que no haya necesidad de añadirle el pastoreo de las almas, la alfabetización
del que no sabe, el socorro al que no tiene y demás tareas propiamente apostólicas,
pero en absoluto periodísticas”. (2001: 29)

Esto no hace sino confirmar que el Periodismo cívico no es una fórmula lírica luchando contra

molinos de viento, sino una provocación a la práctica anquilosada de producir información

como si se tratara de una mercancía. Es pertinente, entonces, compartir las preguntas que se

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 30


hacía Pepi Patrón (2005: 262) en un foro sobre el asunto: “¿Qué queda del ideal democrático

en este desplazamiento del ciudadano hacia el consumidor? ¿Qué quedará de la democracia si

los gobernantes reemplazan la comunicación por la propaganda, los programas de gobierno

por “marketing político” y la atención a las necesidades y valores por la lectura de las

encuestas?”. Y añadiríamos: ¿Qué queda si el periodismo no asume una filosofía política

dentro de la sociedad donde cumple una función pública y se deja llevar por los designios del

mercado?

2.3 La propuesta del Periodismo cívico

2.3.1 Definición del modelo

El Periodismo cívico puede definirse, más que como un modelo, una práctica profesional o

una corriente ideológica, como una sugestiva invitación a traspasar las fronteras del periodismo

tradicional y a involucrarse en la esfera de la deliberación pública, en vez de quedarse en el

registro de los hechos que otros producen. Como señala Jay Rosen (1996: 83), uno de los

fundadores de esta corriente, “ya tenemos información, ahora lo que nos hace falta es

democracia”. Rosen hace una pregunta clave: “¿para qué nos ocupamos de informar a un

público que quizás ni siquiera existe?”. Lo primero que se debe hacer, sostiene, es construir ese

público. El periodismo liberal o tradicional presupone la existencia de una esfera pública

funcionando, en la cual los asuntos comunes son continuamente reconocidos y discutidos. Por

ello se piensa que es suficiente con presentar noticias, añadir algunos testimonios, publicar

editoriales y hacer entrevistas a los funcionarios.

El Periodismo cívico aparece para superar la anacrónica visión difusionista de los

medios que ubicaba al receptor como un ente pasivo dispuesto a absorber cualquiera

información. Ciertamente este modelo fue desarmado hace muchos años –entre otros, por los

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 31


estudiosos de la Escuela de Frankfurt- pero al Periodismo –como industria y como práctica- le

cuesta alejarse de ese paradigma instrumentalista. Desde fines de los 80, en Latinoamérica,

Martín-Barbero (1987) y otros teóricos, acusaron nuevos valores y sentidos que podían

construir los medios de comunicación como elementos democratizadores de las sociedades

modernas. Armand y Michelle Mattelart (1990: 15) reflexionan al respecto de este cambio

cuando sostienen que “en el horizonte se perfila otro paradigma, el del reconocimiento del

sujeto y la pertinencia de una teoría que parte de las percepciones de aquel, de su subjetividad,

que acoja las oscilaciones de sentido, que capte la comunicación como un proceso dialogante

donde la verdad, que nunca más será única, se desprende de la intersubjetividad”.

El modelo tradicional del periodismo se ve interpelado y puesto en cuestión desde las

miradas críticas de disciplinas como la Ciencia Política o la Sociología, que no habían

reflexionado de manera orgánica, salvo algunas excepciones, en el papel institucional de los

medios y en particular del Periodismo como actores políticos que inciden en la vida pública.

Sin entrar de lleno en el debate complejo del cómo se da esta incidencia, hoy existe un

consenso en torno al papel de los medios de comunicación en las democracias. Casi recrean

una relación de interdependencia (nadie hoy imagina política sin medios o viceversa).

Giovanni Sartori afirma que en las democracias actuales el papel principal en la

formación de la opinión pública lo desempeñan los medios de comunicación: “todo el edificio

de la democracia se apoya, en último término, sobre la opinión pública y sobre una opinión

que sea verdaderamente del público, que realmente nazca en el seno de los que la expresan”

(2003: 88). Roncagliolo, sin embargo, habla de un proceso de “desdemocratización” que da pie

a una paradoja contemporánea: nunca la democracia estuvo más extendida y a la vez, nunca

fue menos intensa: “vivimos tiempos en los que la democracia (política y electoral) crece en

extensión geográfica, pero disminuye en términos de la calidad de vida de los ciudadanos”.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 32


Aquí es donde el ciudadano pasa a ser consumidor y el tipo de relaciones predominantes son

las mediáticas (2005: 8). En este terreno se instala el debate en torno al rol de los medios de

comunicación en general y el ejercicio del periodismo en concreto, más que la influencia que

tiene sobre los públicos.

A decir de Christopher Lasch (1995: 81), “la democracia requiere debate público, no

información. La información, generalmente preconcebida como la precondición de todo

debate, no es –sin embargo- sino su resultado (...) Si la información no se genera en el debate

público, gran parte de esa misma información será irrelevante –o en el mejor de los casos- o

manipuladora en el peor”. Suponiendo entonces que algunos medios han conseguido erigir un

modelo informativo plural y democrático, si este no supone la participación directa de los

ciudadanos, no habrá cumplido su cometido a cabalidad. Es bajo estas premisas que el

Periodismo cívico se entiende como un compromiso necesario.

En la Declaración suscrita por los miembros de la Red de Periodismo Público, el 2003

en Georgia, Estados Unidos, se señala:

“(Los periodistas) Creemos que nuestra meta es articular claramente una filosofía
pública para el periodismo, que ayude a los periodistas a profundizar su trabajo en las
comunidades a las que sirven y que incentive a esos ciudadanos a cooperar más
dinámicamente con los periodistas. (...) Creemos que la democracia se beneficia cuando
los periodistas escuchan a los ciudadanos”.

En la misma línea, The Pew Center for Civic Journalism define el Periodismo cívico como:

“…both a philosophy and a set of values supported by some evolving techniques to


reflect both of those in your journalism. At its heart is a belief that journalism has an
obligation to public life - an obligation that goes beyond just telling the news or
unloading lots of facts. The way we do our journalism affects the way public life goes.
Journalism can help empower a community or it can help disable it”.

Tomando como punto de partida esta concepción (el qué), el Periodismo cívico propone

algunos objetivos (el cómo). Es importante insistir, a efectos de comprender mejor estas ideas,

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 33


que el Periodismo cívico plantea fundamentos conceptuales que provienen principalmente de

la filosofía política y no de los libros de redacción periodística (Miralles, 2000: 44).

2.3.2 Objetivos

El primero de sus objetivos es fortalecer el espacio público para mejorar la calidad de vida

de la ciudad. Esta idea está íntimamente ligada de la consagración de la democracia

participativa como el sello ideológico que hegemoniza sus acciones. Esto es, como el

reconocimiento explícito de que la democracia es el modelo que garantiza el desarrollo.

Ya el Informe dirigido por Sean MacBride, publicado hace más de 25 años, hacía

énfasis en la democratización de la información como una exigencia y un deber ciudadano. La

definía como un proceso en que el individuo pasa a ser elemento activo y no un simple objeto

de la comunicación, que aumenta la variedad de mensajes intercambiados así como el grado de

representación social en la comunicación. (UNESCO, 1980: 289). El Informe advertía que “se

requiere de una gran variedad de fuentes de información y de opinión para que el ciudadano

pueda documentar juiciosamente sus decisiones en los asuntos públicos. Esta diversidad

constituye uno de los pilares de todo el sistema de comunicación en una sociedad democrática,

y es tan necesario en el plano internacional como en el nacional (Íbid: 51).

Como para no perder vigencia, el último Informe del Programa de las Naciones Unidas

para el Desarrollo (2004: 156), redunda en la necesidad de ampliar y promover la participación

de los ciudadanos en los temas públicos y comprometerlos con su entorno. El mismo

documento señala que coexisten varios poderes fácticos en la sociedad, pero son la empresa y

los medios y los medios de comunicación los más importantes para garantizar su desarrollo.

Según la percepción general, “los medios son caracterizados como un control sin control, que

cumple funciones que exceden el derecho a la información” (PNUD, 2004: 165). Fuera de

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 34


cualquier discusión sobre el grado de influencia que ejercen los medios en la sociedad, lo cierto

es que nadie desconoce como un poder que sostiene la gobernabilidad del país, capaz de

desestabilizar política, cultural y económicamente al Estado. En ese sentido, la propuesta del

Periodismo cívico tiene alguna vinculación con lo que hoy conocemos como “responsabilidad

social”, sucesora de los conceptos “conciencia social” (que implicaba un reconocimiento

voluntario por parte de los medios de su rol dentro de la comunidad) y “compromiso social”

(aparentemente ligado a la creación voluntaria de formas que coadyuven al desarrollo del país).

De ese voluntarismo pasamos a una instancia de deber.

Otros de los grandes objetivos es alentar ciudadanos comprometidos con su

entorno. El Periodismo cívico aspira a convertirse en una estrategia para hacer de los

ciudadanos lo que Ignacio Ramonet reclama como el “quinto poder”. Un poder que lleve a

cabo una “ecología de la información”, un proceso democratizador que rompa con los

monopolios informativos de los grandes conglomerados multimedia e imponga estándares de

calidad informativa. Como señala, “la libertad de los medios de comunicación no es más que

una extensión de la libertad colectiva de expresión, fundamento de la democracia. Como tal,

implica una ‘responsabilidad social’ y su ejercicio está por lo tanto sujeto en última instancia al

control responsable de la sociedad” (2005: 256). Carlos Camacho, al respecto, reclama la

necesidad de crear lo que llama “ciudadanías comunicativas” mediante un modelo de

producción y consumo de información periodística que incorpore la formación de opinión

pública, la participación ciudadana, el control social y la deliberación pública, en el marco de

gestación de espacios públicos democráticos.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 35


Otro de los objetivos es mejorar la deteriorada relación entre los medios de

comunicación, los periodistas y los públicos-ciudadanos, creando un acercamiento

sostenido2. Este objetivo, como explica Alfaro,

“tiene que ver con la búsqueda de un despertar de sensibilidades desde los medios,
conociendo y comprendiendo mejor a la ciudadanía como su público. Y a la vez se
emprende la gran tarea olvidad de contribuir a gestar lo que nos une o desune, aquello
que concierne a todos y que requiere del ejercicio deliberativo para llegar a consensos,
sin olvidar que las diferencias existen y que hay que entenderlas y aceptarlas. En estos
pilares se erige esta línea de incidencia para hacer del periodismo una presión que
convierta al desarrollo en un tema imprescindible de la agenda pública”. (Alfaro 2006:
250).

Esto plantea, de consuno, un cambio de actitud en el periodista, que renuncia a ser testigo

lejano de la historia “para convertirse en un compañero del ciudadano en la construcción de la

esfera pública, la aclaración del interés público y el reconocimiento de las diversas expresiones

de la democracia en esos espacios para lo público que se han ido convirtiendo los medios de

comunicación y que este modo de hacer y pensar el periodismo, quiere fortalecer (Miralles,

2000: 218)

Así, el Periodismo cívico apela a la calificación de la opinión pública con el

reconocimiento de las diferentes opiniones, realidades, percepciones y saberes que conviven en

la sociedad, e inicia el compromiso de crear agendas recurriendo a los niveles más básicos de la

ciudadanía democrática. Esto supone un cambio profundo en las prácticas periodísticas, como

señala McMillan: “Existe una relevancia de las historias generadas en la vida local (en oposición

a los servicios de agencias o sindicatos de información); la información gráfica se orienta a

llamar la atención sobre los contenidos que hacen alusión a la vida pública; y el enfoque se

orienta especialmente a los procesos, más que a los acontecimientos.” (1998: 171).

2Desde hace algunos años, algunos medios de comunicación latinoamericanos han iniciado esfuerzos en este
sentido a través de la publicación de Códigos de Ética, la creación de la figura del Defensor del Lector y del
Televidente, etc. (Cfr. Restrepo, 2003)

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 36


Finalmente, y como hemos venido arguyendo en estas páginas, el Periodismo cívico y

sus objetivos giran en torno a la idea de reconectar a los ciudadanos a la vida pública, yendo

más allá de la limitada misión de contar noticias y registrar hechos, sino propiciando un espacio

amplio e intenso de deliberación entre quienes debieran ser los actores de cualquier democracia.

Es, en suma, una herramienta política de acción frente a la pasividad a que el sistema de

consumo nos está llevando.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 37


2.3.3 Metodología y fases

La sistematización de las experiencias de Periodismo cívico (cfr. Miralles, 2000; Zavala, 2003;

Alfaro, 2006) ha permitido establecer una metodologías y fases para las intervenciones. Cada

experiencia ha encontrado un matiz particular, dependiendo del tema y de la población o la

cantidad de periodistas con que se trabaje. No obstante, tomaremos las fases que nos presenta

Prada Penagos (2000: 76) para ayudarnos a entender mejor en qué consiste un proyecto:

o Fase 1: Identificación del problema. Se plantea cuál es el problema que afecta a una

comunidad en particular y cuáles son las primeras fuentes de consulta..

o Fase 2: Voces ciudadanas. Primer trabajo de campo. Se escucha a la comunidad

sobre sus inquietudes, reclamos, necesidades y pensamientos en torno al problema en

cuestión. Se consultan fuentes y documentación.

o Fase 3: Agenda ciudadana. Se definen las aristas del problema y las posibles

soluciones. Se proyectan actividades para iniciar el diálogo con la ciudadanía tales como

foros, talleres, entrevistas, encuestas, llamadas telefónicas, debates públicos.

o Fase 4: Diálogo público. Se realizan los primeros contactos con la ciudadanía,

autoridades y funcionarios que tengan responsabilidades frente al problema.

o Fase 5: Socialización del problema. Esta fase, en realidad, estará presente en todas

las demás, es decir, a lo largo de la experiencia. Se trata de mantener informada a la

comunidad en general sobre el trabajo que se adelanta.

o Fase 6: Deliberación ciudadana. En un nuevo contacto con los actores involucrados

en el problema se definen las acciones que pueden llevar a una solución. Se asignan

responsabilidades.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 38


o Fase 7: Agenda de compromisos. Una vez definidas las líneas de acción se fijan sus

momentos de realización y sus actores o responsables.

o Fase 8: Seguimiento. Desde el medio de hace un seguimiento sobre la forma como se

concretan las soluciones.

El grado de incidencia que se logre al final estará supeditado a los factores ya mencionados

(cantidad de periodistas y/o medios involucrados), pero también a cómo las autoridades

políticas decidan atender y utilizar estas propuestas, habida cuenta que su razón de ser no son

solamente la publicidad mediática que se les brinde, sino su utilización política. Como anota

Germán Rey, “aunque aún existe un uso funcional de la comunicación, se está pasando a su

consideración como una dimensión central de la democracia y un elemento nuclear de la

gestión pública. (…) La construcción de la agenda pública es sin duda uno de esos escenarios

en que se encuentran la democracia y la comunicación”. (2005: 30)

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 39


2.4 El Periodismo cívico en el Perú

Luego de algunas experiencias impulsadas por la Pontificia Universidad Bolivariana de

Medellín y lideradas por Ana María Miralles (Cfr. 2000 y 2001) en Colombia, la idea fue

recogida en el Perú por Rosa María Alfaro (Cfr. 2006) y el entonces Programa de Sociedad

Civil (hoy Comunicación Política) de la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria. La

primera experiencia peruana de un proyecto de Periodismo cívico vio la luz en la ciudad de

Arequipa el primer mes del 2002 y se llamó “Ponle seguro al Taxi”, enfocado en el problema

de inseguridad urbana de asaltos en taxis de la ciudad, que afectaba tanto a los usuarios cuanto

a los propios taxistas. Como expone su coordinador, “la iniciativa fue presentada a los

comunicadores como una oportunidad para explorar juntos en la necesaria renovación del

periodismo peruano, al brindarle nuevos elementos para acercarse a la población en un

intercambio cualitativamente diferente del que propone el “periodismo liberal” y al ejerecer la

profesión con un sentido de responsabilidad social más acentuado. (Zavala, 2003: 6)

Posteriormente, se han realizado en el país más de 25 experiencias (sistematizadas pero

no todas publicadas, con excepción de Zavala, 2003 y Consorcio de Universidades, 2005)

sobre temas diversos como: Seguridad ciudadana, limpieza pública, transporte,

descentralización, procesos electorales y salud. Los balances de los proyectos son variados y

están supeditados principalmente a tres factores: 1) el grado de cohesión y compromiso

logrado en los grupos impulsores (grupos de periodistas profesionales convocados en las

distintas ciudades donde se realizan los eventos y que trabajan articuladamente para la

planificación, ejecución y seguimiento de las campañas de Periodismo cívico), “se ha dado

casos donde los medios no tenían interés en participar pero sus periodistas si se

comprometieron, ya sea presionando a sus gerentes y editores o desde su trabajo individual

situado en el medio”; 2) el nivel de participación ciudadana e incidencia política que se logre:

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 40


“el problema radica en que cada intervención consigue efectos sobre la agenda pública y

resultados precisos de cambio, pero no logra transformar la dinámica de producción

informativa del medio”; y 3) el liderazgo de alguna organización de la sociedad civil o medio de

comunicación, lo que incluye su capacidad de convocatoria y los recursos con los que cuente

para hacer sostenible los proyectos e intervenciones. (Alfaro, 2006: 253) Revisaremos algunas

conclusiones en la parte 3 de esta fundamentación.

“Lo que sí queda es la certeza de que es posible desde esta estrategia contribuir al
compromiso de los medios y sus periodistas con el montaje de lo público mediante la
deliberación, especialmente la desarrollada en los ámbitos locales y regionales. Así se
forman nuevas sensibilidades que posteriormente se pueden recuperar”. (Íbid.)

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 41


3. CONCLUSIONES:
VISIÓN CRÍTICA DE LA EXPERIENCIA PROFESIONAL

Los analistas culturales insisten en que los testimonios deben iniciarse reconociendo desde

dónde se escriben. No hacen referencia al espacio físico ni al tiempo cronológico, sino al

contexto en que surgen las ideas. Toca decir, entonces, que escribimos estas conclusiones a

más de un año de haber terminado nuestra participación en el proyecto de Periodismo cívico,

releyendo los documentos e informes que en algún momento elaboramos y reflexionando

sobre la validez de un movimiento tan polémico como necesario. Partiré de cuatro ejes para

ensayar las conclusiones:

Análisis personal de la experiencia

Hemos comprobado in situ que coordinar un proyecto demanda habilidades extra académicas

(administrativas, políticas, de relaciones públicas, de liderazgo, etc.). Todo resultó un constante

y rico aprendizaje, más aún cuando la acción no se concentró en Lima, de donde conocemos o

inferimos algunas dinámicas periodísticas, sino en regiones distintas y disímiles del país, de las

que no hablaron los textos universitarios o no se mencionaron en las clases de periodismo.

Fue interesante comprobar, por ejemplo, el inmenso –y subestimado- impacto que

tienen los medios de comunicación pequeños, muchos de ellos sin licencia de funcionamiento.

Coexisten en este nivel los medios que buscan ejercer un periodismo más responsable y

aquellos que alquilan sus espacios a cualquier postor: nos tocó escuchar “programas

periodísticos” donde “periodistas” despotricaban al más bajo nivel imaginado sobre cuestiones

tan irrelevantes para la función pública como la sexualidad de un candidato (trayéndonos a la

mente al personaje “El Sinchi”, de la celebrada obra de Vargas Llosa, “Pantaleón y las

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 42


Visitadoras”). Debemos precisar que en muchas provincias y localidades pequeñas, medios

como la radio son puestos con altoparlantes en plazas y mercados, sirviendo como púlpitos

incuestionables y cumpliendo funciones distintas a las que las teorías contemporáneas de los

medios proponen. Falta, en ese sentido, que los periodistas formados profesionalmente,

conozcamos y nos aproximemos a este tipo de experiencias, que transfiguran el concepto que

uno adquiere de los “medios de comunicación” como una entidad única y monocorde.

Otra de las cuestiones que nos tocó ver fue cómo algunos periodistas de medios de

comunicación durante los períodos electorales son contratados por candidatos, sin duda

confiados en su capacidad de incidir en las agendas periodísticas y “hacerlos aparecer” en

dichos espacios. Esta práctica, de uso muy extendido, genera una disyuntiva, incluso moral,

sobre si estos periodistas deben o no seguir laborando en los medios luego de que participan

como asesores de prensa de determinados candidatos durante la campaña: ¿cómo actuar en

estos casos?, ¿qué es, finalmente, la credibilidad de un medio sino el ejercicio independiente de

sus periodistas y propietarios?, ¿puede ser la información una mercancía?, ¿qué es lo público?

Emergieron, en el contacto diario con los periodistas, tres perfiles periodísticos

diferenciados en los hombres y mujeres de prensa: a) los líderes periodísticos con interés

político, b) los periodistas comprometidos con problemas sociales concretos de su zona y c)

los que desde lo masivo definen sus posiciones e intereses políticos particulares. Todos en

contacto de una o varias maneras con la ciudadanía. Es definitivo que aquellos que han

participado de las convocatorias hechas desde Calandria para participar en los proyectos de

Periodismo cívico son los que sienten un déficit tanto en su formación cuanto en su desarrollo

personal: “nadie nos enseña a llegar y relacionarnos a la gente”, comentó un periodista iqueño

en una reunión de evaluación. Además, el trabajo no sólo se dio con periodistas en todos lo

casos: a veces los responsables eran profesores universitarios o comunicadores sociales

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 43


diplomados o empíricos, hechos en el campo. La heterogeneidad de los grupos fue a la vez

defecto y virtud.

Finalmente, nos queda claro cómo la agenda nacional de los medios es la que marcan los

medios limeños (que se ufanan de alcanzar todo territorio nacional cuando ello corrobora la

idea de centralismo tan marcada). Los medios locales, dentro de sus limitaciones, son igual de

desiguales: hay quienes se esfuerzan por desarrollar temas propios y generar, a su manera, una

industria periodística que vive de auspicios en lugares muy pequeños y eso es un germen

constantemente irrigado para la corrupción y las prebendas. Existen también medios

autogestionados por comunidades rurales de fines varios y diferentes.

Evaluación de los resultados conseguidos en la intervención

Muchas de las actividades y eventos mencionados en la presentación de esta fundamentación

(parte 1) fueron detallados de manera cuantitativa, como corresponde a los informes de

resultados. Es necesario, sin embargo, complementar esa información con algunas ideas más

profundas y a tres niveles distintos: al de los ciudadanos que tomaron parte del proyecto

(destinatarios); a nivel de las estrategias de comunicación utilizadas y los materiales empleados

y a nivel de los logros obtenidos.

A nivel de los ciudadanos (destinatarios)

En cuanto a los lugares de intervención, se trabajó con más zonas rurales por iniciativa de cada

grupo impulsor, especialmente en Arequipa, Chimbote, Pacasmayo e Ica, comprometiendo a

periodistas de emisoras o canales “pequeños”, pero de notable relevancia en las esferas de

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 44


opinión locales (a diferencia de los grandes centros urbanos, la comunicación en pequeños

distritos rurales suele ser directa, el medio se convierte un fin en sí mismo).

La experiencia de Periodismo cívico ha servido para cultivar una relación de cercanía y

credibilidad del periodismo con la ciudadanía. En los talleres de evaluación se cree que gracias

a las campañas de Periodismo cívico, la ciudadanía se involucra más en la solución de los

problemas de la ciudad. Es interesante, por ejemplo, compartir lo ocurrido en Pacasmayo,

donde existe un indicador directo de este aumento de la participación ciudadana: la creación

del Comité de Emergencia de la Sociedad Civil, en el que participan muchas de las personas

involucradas en Periodismo Cívico. Este comité prueba que el proyecto ha fortalecido el tejido

social de la ciudad de Pacasmayo.

Resulta obvio que el nivel de participación ciudadana depende en gran medida de la

elección de un tema que verdaderamente preocupe y motive a la población a participar de su

solución. Así, es más fácil trabajar una campaña de seguridad ciudadana o de limpieza, temas

que involucran a las mayorías, que temas electorales dada la desilusión y apatía generalizada de

la población hacia sus políticos. Esto se asemeja al caso colombiano (Miralles, 2001) donde los

temas trabajados fueron relacionados a la ciudad y marca más distancia del caso

norteamericano, donde precisamente el surgimiento del Periodismo cívico se dio luego de una

sesgada actuación de los medios de comunicación en un proceso electoral. Aún así, esto genera

una gran contradicción habida cuenta de la insatisfacción masiva de los ciudadanos con los

medios en cuanto a la información política que reciben (GOP-ULima, 2007). Como si el hecho

de recibir información insuficiente o mala por parte de los medios fuera un hecho de la

costumbre que no admite cambios, una resignación al status quo.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 45


A nivel de las estrategias de comunicación y los materiales empleados

A nivel metodológico, las intervenciones de Calandria (Zavala, 2003; Alfaro, 2006), a diferencia

de las ocurridas en Estados Unidos (Pew Center; Rosen 1996) o en Colombia (Miralles 2000 y

2001), incorporan dinámicas novedosas: algunas propias de ejercicios de sensibilización ligadas

a la comunicación popular con elementos lúdicos: “macroánforas”, que son unas ánforas

grandes y llamativas donde los ciudadanos pueden colocar sus ideas sobre los temas

requeridos; “grafichangas”, que son paredes dispuestas en espacios de gran afluencia para que

escriban sobre ellas lo que sienten sobre determinados asuntos; “consultas ciudadanas”;

“electoclaun”, uso de personajes (mimos y clauns) para llamar la atención; ferias populares,

caravanas y juegos.

Por un lado, estas fórmulas pueden resultar atractivas y concitar la atención de muchos

ciudadanos y de algunos medios al comienzo, pero la repetición de metodologías crea hastío en

la población y diminuye su participación. En aquellas ciudades en las que se han realizado

actividades novedosas, como es el caso de Arequipa, en que organizó un gran mitin de cierre

de campaña en que los candidatos ocupaban el lugar del público y viceversa, se ha conseguido

una mayor participación de la población. Por ello, el proyecto requiere de nuevas metodologías,

más populares y lúdicas que motiven a la ciudadanía a participar. Adicionalmente, cuando no

existe una organización detrás –con tiempo y dinero para invertir en la preparación de estas

actividades- las estrategias resultan improbables de organizar. Si ya para los medios de

comunicación y periodistas es un esfuerzo participar de estos proyectos, más difícil les resultará

organizarlos por sí mismos incorporando estos mecanismos, aún cuando puedan haber

adquirido el know how y reconozcan su utilidad. Es necesario, por tanto, que cada grupo de

periodistas (llamados grupos impulsores por Calandria) desarrollen sus propias estrategias.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 46


Aunque las ferias, foros y caravanas aseguran la participación ciudadana en muchos caos,

esta metodología no permite llegar a la “gran masa”, debido al escaso compromiso de los

medios de comunicación y a la centralización de las actividades en el centro de las ciudades. Es

necesario descentralizar las actividades, llegando a zonas urbano - marginales y distritos de la

provincia.

Es de relevar dentro de los materiales elaborados (ver ANEXOS) la producción y

difusión de cartillas informativas así como de 5 ediciones del boletín “Ágora Electoral”, que

tuvieron un uso importante por los medios nacionales de Lima y de regiones. Estas

herramientas recogieron la diversidad de esfuerzos electorales, pero también orientaron sobre

temas y enfoques durante la intervención.

Es evidente la avidez y entusiasmo con que periodistas reciben –y demandan- material

informativo. El Internet, que es una herramienta periodística vital, es de muy difícil acceso para

muchos periodistas locales de provincias y regiones (por temas de conectividad, pero sobre

todo de tiempo para buscar información), por lo que las cartillas informativas fueron

instrumentos importantes para poner en agenda temas distintos a los tratados en los grandes

medios masivos (educación, seguridad interna, etc.).

A nivel de los logros obtenidos

En materia de resultados específicos y de acuerdo al plan trazado, la intervención logró

promover el debate político en algunos espacios localizados con participación ciudadana,

superando en muchos casos el compromiso centrado sólo en problemas o temas sociales. En

varios casos, se logró generar un escenario amplio de discusión. En relación a anteriores

intervenciones (según los informes consultados), hubo una tendencia de los medios a

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 47


comprometerse, aunque sobre todo fueron los periodistas de manera personal los que

participaron con mayor entusiasmo.

Podríamos concluir que algunos sectores del periodismo (en los niveles locales en que

se desarrolló la acción) han ejercido mayor liderazgo en la convocatoria y puesta en público del

debate electoral con participación ciudadana, como discurso masivo de respuesta a la demanda

de la gente. No obstante, el discurso del Periodismo cívico sigue siendo aún concebido como

un proyecto de una ONG (con todos los prejuicios, positivos y negativos, que ello significa) y

no como un movimiento auténticamente periodístico. El reto está en proponer un discurso

que sea asumido como propio no sólo por los periodistas que transitan en sus proyectos a

título personal, sino por las propias organizaciones como herramientas en su quehacer

cotidiano. Así como es inevitable tener presencia en la red (un portal, una página web o un

blog), también los medios deberían considerar la organización de discusiones internas donde se

ponga en cuestión asuntos éticos, filosóficos y prácticos sobre los problemas y oportunidades

que encuentran en su ejercicio diario. En definitiva, lograr que lo urgente no quite espacio a lo

importante, y lo importante para cualquier medio de comunicación social es tener una idea más

profunda de lo que hace: un telos, una misión, una visión, unos valores, unos principios que

sean permanentemente discutidos y difundidos, de modo que el contrato con sus lectores sea

más coherente. Formar una filosofía propia, como lo proponían los precursores del

movimiento (Rosen, 1996; Miralles, 2000).

Si bien existe poco interés en los periodistas por formar parte de los grupos impulsores.

Entre las causas señaladas en los talleres de evaluación, figura la falta de tiempo por la

sobrecarga de trabajo y los intereses económicos de los propios periodistas, que han

convertido prácticas antiéticas en “normales” para la profesión periodística. Aún así, todos los

grupos impulsores coinciden en afirmar que gracias a las campañas de Periodismo cívico se ha

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 48


acabado con la noción “chata” de que el periodista sólo debe informar. La experiencia ha

servido para sensibilizar a los periodistas sobre otra forma de hacer periodismo,

independientemente de que la repliquen o no.

Es interesante resaltar que en el caso de Trujillo, la Universidad Nacional de Trujillo y la

Universidad César Vallejo, a pesar no participar formalmente en las campañas, han incluido

Periodismo cívico como una materia que se imparte en el programa académico. Además,

ONG´s de la ciudad han comenzado proyectos de comunicación para el desarrollo inspirados

en el Periodismo cívico.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 49


3.3 Dificultades y aprendizajes

Podemos enumerar algunas dificultades que encontramos durante la ejecución del proyecto:

o En la generalidad de las intervenciones se produjo más una interlocución con el

ciudadano que con los medios, es decir, el periodista participante se sensibiliza y

cambia, pero no impacta en la estructura del medio sino en el programa o espacio que

está a su cargo.

o Asimismo, si bien se logró incidir en algunos candidatos sobre temas puntuales, faltó

darle mayor profundidad; en parte por la baja calidad de los candidatos y por otra,

porque al periodismo le falta formación política.

o La relación con medios de Lima se limita a la cobertura del tema electoral (extraer y

“voltear” o reproducir noticias). La demanda de información y asesoría para la

intervención desde las localidades fue mayor que la que pudimos dar, especialmente en

algunas ciudades que demandan mayor interlocución y herramientas para el trabajo con

la gente.

o No se tuvo claro qué hacer y cómo actuar cuando hay candidatos que fueron o son

periodistas (algunos participantes de los grupos de Periodismo cívico), o cuando los

periodistas toman una opción política. El discurso del Periodismo cívico debería

incorporar estos dilemas cotidianos para reflexionar al respecto.

Del mismo modo, rescatamos algunos aprendizajes importantes:

o El periodismo cívico suele ser más eficaz cuando hay dilemas y lucha política. La

polarización previa ayuda a colocar argumentos y agendas más precisas definiendo

mejor la intervención. En ese sentido podemos afirmar que es muy importante conocer

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 50


el contexto de cada lugar (cultural, económico, social, político) y comprometerlo desde

el momento del diseño y en todo su proceso. No es posible articular proyectos para

regiones desde Lima.

o Es importante promover el liderazgo del periodismo en esta estrategia, por su

capacidad de convocatoria a medios, instituciones del Estado y a la sociedad civil

(ciudadana y organizada). Muchos periodistas asimilan mucho del discurso del

Periodismo cívico para su reflexión cotidiana, pero en la práctica pueden sentir que es

más una actividad concreta que una filosofía. Sin embargo, se dio una interesante

fusión entre las metodologías que Calandria vino aplicando en pasadas intervenciones y

las costumbres de la zona, jugando a favor de una mejor participación: de caravanas a

ferias.

o Las alianzas y articulaciones enriquecen la labor y eficacia del Periodismo cívico

especialmente en temáticas políticas y sociales al hacerlas públicas, la articulación con

redes sociales ha sido productiva. Sin embargo cuando intervienen varias instituciones

de Lima sin articularse previamente se tiende a sobreponer las propuestas. Hay

hambres de notoriedad y liderazgo tanto en las organizaciones periodísticas cuanto en

las ONG o cooperantes que están detrás. El reto es forjar un movimiento autónomo.

o Los talleres de periodistas conducidos por periodistas y en función al proceso político

local generan mejores condiciones de interlocución y valoración, intercambiando

aprendizajes con otros periodistas líderes de opinión.

o La propuesta de Periodismo cívico debe trascender lo que la gente dice, identificando

los contextos y dilemas claves. La metodología desde la demanda ciudadana

exclusivamente es insuficiente políticamente y termina reproduciendo lo que el

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 51


periodismo cívico critica de los medios tradicionales. Si bien no hay que perder la

perspectiva ciudadana, debe vincularse al escenario político existente.

o La ciudadanía juzga la decisión política electoral desde otras categorías más bien

sociales y éticas. Es necesario orientar mejora las acciones de educación ciudadana.

o Algunas veces la masividad que buscamos para incrementar el impacto de las acciones

puede generar pasividad en la gente (se pierde en el espectáculo) y eso reduce y

empobrece el debate político.

o Requerimos trabajar más materiales dirigidos específicamente a periodistas, con

preguntas y dilemas claves que lo orienten desde la información, la orientación y la

interpelación a los políticos.

o Hay más expectativas ciudadanas sobre elecciones locales que en las nacionales en

cuanto al uso de Periodismo cívico: los temas que interesan en las regiones no son los

“temas-país”, sino los asuntos puntuales de cada distrito.

o La cantidad de candidatos (más de una veintena) dispersó el debate y la oferta electoral

se empobrecía cuando los candidatos no daban propuestas precisas de cambio

asumiendo un clima más publicitario, mientras que en contrapartida los medios

demandaban más información y hojas de vida.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 52


3.4 Recomendaciones

Antes de cualquier recomendación, es necesario hacer un deslinde. La mirada de Calandria, si

bien es inspirada en el Periodismo cívico como movimiento, tiene claros matices propios que

la diferencian. Para empezar, se trata –como hemos repetido en esta parte- de una ONG que

promueve una idea de periodismo, no un grupo de periodistas preocupados, sino un grupo de

la sociedad civil. Consideramos que es una primera diferencia de “entrada”, y que genera una

distancia entre el movimiento genuinamente endógeno (periodistas preocupados por el

periodismo) y este, más “desde afuera”. Recordemos que Álvarez (1999:8) lo definía como “el

primer movimiento generado conjuntamente desde el propio sistema de medios y desde el

mundo académico que pone en tela de juicio los fundamentos mismos del lugar institucional

de la profesión de informar”. Aquí la figura es inversa.

Lejos de invalidar lo propuesta, sin embargo, lo que Calandria hace es proponer nuevos

enfoque más ligados a su quehacer como actor de la sociedad civil: el Periodismo cívico se

convierte, en sí mismo, medio para generar incidencia política sobre temas de agenda. Mientras

a la gente parece no preocuparle la calidad del Periodismo, Calandria propone una doble

intención: llamar la atención de la gente (consumidores del producto informativo) sobre su rol

ciudadano (de exigir calidad en ese producto) y llamar a la reflexión de los medios de

comunicación sobre el rol que juegan en la sociedad (desde luego la propuesta de Calandria es

mucho menos simple de lo que la describimos e incluye otros proyectos como el de la

elaboración de Códigos de Ética participativos, por ejemplo). Por un lado, entonces, calificar a

los medios, y por el otro, calificar a la ciudadanía, son una tarea mayúscula en un contexto,

además, más caótico que aquél donde toda esta movida se inicio, hacia fines de los 80.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 53


Podemos decir que las experiencias de Periodismo cívico tienen referentes

organizativos y sociales que les permiten continuar más allá del proyecto de Calandria, en ese

sentido podemos identificar 3 grupos:

o Grupos avanzados (como el de Arequipa), con una estructura de trabajo, un

coordinador eficiente y perspectivas de alianzas institucionales que le dan autonomía.

Son grupos consolidados con participación de medios de comunicación importantes y

periodistas representativos, lo que les asegura presencia pública.

o Grupos intermedios (como Iquitos, Chimbote o Ica), que no cuentan con un grado de

organicidad como los avanzados, pero tienen mucha potencialidad porque están

liderados por instituciones locales de comunicación (ONG e Iglesias, por ejemplo). En

perspectiva, deben ampliar el grupo a nivel regional y darle una perspectiva más

orgánica.

o Y grupos más débiles, como Trujillo (incluido Pacasmayo, donde trabajamos) y

Tarapoto; que requieren reforzar capacidades comunicativas e incorporar a nuevos

integrantes de periodismo y medios de comunicación. Tienen buena articulación con

grupos de sociedad civil y eso le da legitimidad al grupo.

En conclusión, los grupos convocados por Calandria para las campañas realizadas en estos

años son reconocidos en sus zonas y gozan de prestigio por su pluralidad e independencia.

Resulta urgente y necesario pensar en articular este grupo más allá de campañas específicas,

sino como una Red permanente, que podría denominarse Red Peruana de Periodismo cívico.

Ello va a potenciar las capacidades ya instaladas por el proyecto ejecutado hasta el momento y

contemplarlos en otros proyectos institucionales de mayor envergadura y mayor engranaje

entre las regiones, que es algo que demandan los periodistas de provincias: requieren un

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 54


espacio donde compartir sus dilemas, reflexionar los casos, aprender, informarse y compartir.

En ese sentido es inevitable la creación de un portal web que, en primer lugar, otorgue un

reconocimiento público de aquellos periodistas y medios que participan. Allí deben publicar,

como la una Declaración de principios, que de cuenta de sus valores, filosofía y razón de ser.

Además, el espacio debe poner al servicio de la Red información relevante sobre experiencias

similares, foros de discusión, contacto con redes semejantes de otros países y un archivo de

todos los proyectos trabajados en el Perú.

Adicionalmente, será importante realizar un encuentro anual en alguna región del país,

donde, al tiempo de discutir los temas de organización, se invite a ponentes internacionales que

puedan reinyectar nuevas visiones al quehacer del Periodismo cívico. Los asistentes al taller en

la mayoría de las ciudades ven necesarios encuentros regionales para intercambiar experiencias

(oriente: Tarapoto e Iquitos; sur: Ica, Arequipa y Cusco; y norte: Chimbote, Pacasmayo y

Trujillo). Tras estos encuentros regionales, consideran necesario un gran encuentro nacional de

periodistas cívicos, con alguna de las ciudades participantes como anfitriona, para diseñar

estrategias de intervención y articulación a nivel nacional.

En esta perspectiva, una de las demandas de los periodistas que han participado de

estos proyectos es no trabajar por redes temáticas (además impuestas por la organización como

“seguridad ciudadana” o “mejorar el nivel de la educación”) sino en función a objetivos de

incidencia política alrededor de procesos como descentralización, políticas sociales,

autorregulación de los medios, etc., donde la temática sea un insumo pero no el eje. Ello

significa trabajar con planes específicos para cada zona y a nivel nacional definiendo bien su

ruta política, definir qué tipo de cambio se pretende lograr: entregar una propuesta de ley al

Congreso, presionar al alcalde para que realice reuniones de rendición de cuentas, etc.. En

suma, sincerar y clarificar los objetivos políticos de cada intervención.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 55


Diseñar y emprender acciones de seguimiento y asesoría a los grupos impulsores o de

periodistas en cada lugar para trabajar con ellos una vigilancia de los procesos elegidos desde

una mirada y acción periodística. Esta es una oportunidad también para que los grupos más

consolidados capaciten a sus pares y puedan interactuar dentro del mismo circuito. Además,

será de beneficio para todos socializar la sistematización de las experiencias de Periodismo

cívico para visibilizar los resultados y promover con ellos su replicabilidad en otros procesos

en curso y estrategias de instituciones vinculadas al desarrollo y la democracia.

Otra estrategia interesante será crear incentivos como concursos, talleres, y producir

información ad hoc, al tiempo que se trabaja por incorporar cursos en las universidades que

incluyan el know-how del Periodismo cívico (como ya sucede en la Universidad César Vallejo,

por ejemplo; sería conveniente estudiar de qué forma esta perspectiva ha variado o no la visión

de los alumnos de Periodismo sobre su profesión).

Generar una corriente y articular una red en base a ella son una tarea grande, pero no

imposible. No se empieza desde cero. Hay un capital ganado que es necesario utilizar en varios

niveles: al nivel de la incidencia política, al nivel más académico, al nivel empresarial (de los

medios de comunicación y anunciantes, en instancias como el Consejo de la Prensa Peruana,

los Colegios de Periodistas e incluso la Asociación Nacional de Anunciantes). Todos los

esfuerzos deben confluir en reconocer la existencia de un movimiento de Periodismo cívico,

trabajado desde la experiencia concreta y adaptado en buena medida para las realidades locales

y regionales. Como hemos repetido algunas veces, para que el Periodismo cívico sea un

movimiento de periodistas, son ellos quienes deben no sólo apropiarse del discurso, sino

plantear sus demandas en torno a cómo esta estrategia puede ayudar a mejorar su producción y

la relación con los ciudadanos, desde una perspectiva dialógica y de construcción conjunta con

ellos.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 56


No se trata, sin embargo, de concebir esta filosofía de la información como un

apostolado imperfectible. Su propagación debe ser, sobre todo, una excusa para repensar social

y políticamente el uso de los medios de comunicación en el Perú desde la academia, desde los

ciudadanos y, más especialmente, desde el periodismo.

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 57


4. REFERENCIAS Y FUENTES

4.1 Libros

o Alfaro Moreno, Rosa María (2006). Otra brújula. Innovaciones en Comunicación y


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o Álvarez Teijeiro, Carlos (1999). Fundamentos teóricos del Public Journalism. Facultad de
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o Bastenier, Miguel Ángel (2001). El blanco móvil, curso de Periodismo. Grupo Santillana de
Ediciones, Madrid.

o Bregman, Dorine (1992). “La función de agenda: una problemática en transformación”,


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o De León Vásquez, Salvador (2003). La construcción del acontecer: análisis de las prácticas
periodísticas. Universidad Autónoma de Aguascalientes, México D.F.

o Faundes, Juan Jorge (1997). “Retos que el Periodismo plantea a su investigación y


enseñanza en las universidades”. En: Entel, Alicia (comp.). Periodistas: entre el
protagonismo y el riesgo. Paidós, Buenos Aires.

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o Miralles, Ana María (ed.) (2000) Voces ciudadanas. Una idea de periodismo público. Editorial
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o Rosen, Jay (1996). Getting the connections right: Public Journalism and the troubles in the Press.
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o UNESCO (1980) Un solo mundo, voces múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo.
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o Zavala Gianella, Claudio (2003) Ponle seguro al Taxi. Una experiencia de periodismo cívico.
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4.2 Artículos

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mensaje periodístico Nª 7. Universidad Complutense de Madrid.

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o Mattelart, Armand y Michelle (1991) “La recepción: el retorno al sujeto” En: Diálogos de
la comunicación Nº. 30, Felafacs, Lima.

o Meso Ayerdi, Koldo (2005) “Periodismo ciudadano: voces paralelas a la profesión


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o Miralles, Ana María (1998) “¿Qué es el Periodismo Cívico?” En: Revista Foro Nª 35,
Santafé de Bogotá.

o Restrepo, Javier Darío (2001). “La objetividad periodística: utopía y realidad”. En:
Chasqui Nº74. CIESPAL, Quito.

o Restrepo, Javier Darío (2003) “En defensa del derecho a la información” En: Sala de
Prensa Nº 53 Año V, Vol. 2 (En línea) http://www.saladeprensa.org/art427.htm

o Rodríguez Borges, Rodrigo (1998). “La objetividad periodística, un mito persistente”.


En: Revista Latina de Comunicación Social. Universidad de La Laguna (Tenerife), Nº 2 -
febrero de 1998.

4.3 Páginas web

o Asociación de Comunicadores Sociales Calandria (En línea) www.calandria.org

o Congreso Mundial de Educación en Periodismo (2007). Declaration of Principles of


Journalism Education. (En línea) http://www.amic-wjec.org/WJC%20Declaration.pdf

o The Civic Practices Network (En línea) http://www.cpn.org/

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o The Pew Center for Civic Journalism (En línea) http://www.pewcenter.org/

o The Public Journalism Network (En línea) http://pjnet.org/

Fundamentación teórica: Periodismo cívico en el proceso electoral 2006 62


5. ANEXOS

5.1 Material producido desde la oficina de Calandria para el proyecto.

o Cartilla informativa “¿Quién quiere ser presidente?”. Información simplificada de las


hojas de vida de los candidatos y sus principales propuestas electorales.
o Cartilla informativa “¿Qué es el Congreso?”. Información sobre las funciones y
responsabilidades de los congresistas así como del Parlamento Andino.
o Ágora Electoral. Boletín con información producida para las campañas de Periodismo
cívico durante el mes de marzo
o Cartilla informativa de educación electoral “¿Quién dice qué?”. Cuadro comparativo de
las propuestas de los candidatos que disputaron la segunda vuelta electoral.

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