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LA ENCRUCIJADA EUROPEA
Europa se encuentra en un momento importante, en el que debe optar
entre el modelo económico oligárquico bajo el liderazgo de Wall Street
y el modelo de desarrollo socio-económico impulsado por los BRICS.
Para los autores, los líderes políticos deben «desactivar la política de
sanciones contra Rusia e integrar Europa de forma inmediata en el
corredor económico Pekín-Moscú-Berlín». Además, recalcan que deben
«iniciar la negociación de un tratado Unión Europea-BRICS que
clarifique la apuesta de Europa por su tejido productivo, por su
economía real y por el desarrollo social y económico».
Entre otras razones, porque nosotros mismos hemos puesto el reloj en marcha,
a través de la guerra económica contra Rusia a la que nuestros líderes se están
dejando arrastrar y que ha supuesto ya un rápido realineamiento de Rusia hacia
China, India y Latinoamérica y un inmediato reforzamiento del eje China-Rusia.
De esta forma, nosotros mismos estamos poniendo en grave peligro las
estrategias del sector más avanzado de nuestra industria, que suponían también
nuestra mayor oportunidad para salir de la crisis financiera y para apalancar
nuestro desarrollo a medio y largo plazo.
La industria avanzada europea venía apostando por una progresiva integración
con los BRICS, en un contexto de clara complementariedad, en el que Europa -a
la vez que reactiva su capacidad de avance social y económico- asumiría el papel
de aliado tecnológico de un bloque de países comprometido en dar continuidad
a un proceso acelerado de desarrollo.
1
La guerra económica contra Rusia y el Proyecto de Tratado TTIP de libre
comercio con Estados Unidos son los instrumentos fundamentales que la
oligarquía occidental está utilizando para detener este proceso de confluencia
entre Europa y los BRICS que, asentado en el eje Pekín-Moscú-Berlín, amenaza
todavía hoy con derribar el histórico dominio geopolítico del poder financiero
central.
2
La apuesta por los BRICS es también una apuesta en la que Europa debe
recuperar las bases democráticas de su configuración política, identificar,
expulsar o procesar a los representantes de la oligarquía en nuestra clase
política y reactivar nuestra apuesta por posicionar activamente a Europa en el
mundo como un referente de apuesta permanente por la elevación de los
niveles de educación, cultura, formación, tecnología avanzada, civilización y
democracia.