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"La revolución es viejísima...

el populismo ya ustedes lo vivieron"


El escritor colombiano coautor de "Manual del perfecto idiota latinoamericano"

estuvo en Lima para analizar la realidad en la región.

El grupo terrorista ELN de Colombia le envió un sobre-bomba "por sus ideas


neoliberales" (que le estalló y destrozó el brazo a un pobre conserje). Pero contra toda
bestialidad, Plinio Apuleyo Mendoza, el coautor del urticante "Manual del perfecto
idiota latinoamericano" , continúa defendiendo --a diestra y con fogosidad-- su
interpretación liberal de la realidad .
¿Usted sustenta ahora la presencia de un nuevo "perfecto idiota
latinoamericano"? No, es el viejo, pero que regresa con sus mismas ideas. ¿Por qué
somos pobres? Ellos dicen porque nos han colocado en una situación de dependencia,
porque hay políticas neoliberales que han fracasado y que han creado más pobreza,
porque la globalización hace más honda la separación entre ricos y pobres, porque el
FMI nos estrangula con la deuda externa.

¿Y quien encarna al idiota por antonomasia es Hugo Chávez? Si me pongo a


ponerle nombre a los idiotas, ya se vuelve un insulto. Hablo de unas ideas y unas
concepciones, y que la gente interprete.

No hablemos de Chávez entonces, sino de la situación de Venezuela. Yo solo hablo


de unas ideas que son perniciosas, volver a pensar que una revolución nos puede salvar
es una tontería, porque todas fracasaron. La opción revolucionaria es viejísima, tiene 40
años, el populismo ya ustedes lo vivieron...

¿Y el liberalismo es nuevo? Es una lectura de la realidad, sobre cómo países tan pobres
como nosotros llegaron al Primer Mundo, por rigor fiscal, por abrirse al mercado
internacional, buscar ventajas comparativas. Fracasó aquí y en muchas partes, pero no
en Chile, por ejemplo, que es el único que tiene un millón de pobres menos.

¿Pero por qué si Chile representa el modelo neoliberal no ha privatizado su cobre?


¿No es inconsecuente que su Estado guarde el recurso estratégico? Pero de todas
maneras tiene un millón de pobres menos que el año 70, ha duplicado su ingreso per
cápita y el 25% del PBI está representado por el ahorro nacional. Y eso lo coloca como
el primer país latinoamericano que va al Primer Mundo.

¿Hay algún contrasentido que en Chile sea un presidente socialista el que conduzca
todo? Eso demuestra que cuando el sistema es bueno, no hay reverso. Hay dos
izquierdas en América Latina, una jurásica y otra vegetariana. Esta última no impugna
la economía de mercado, tiene una política social que es válida, evoluciona bien y es
una alternativa.

¿Kirchner en Argentina es vegetariano o jurásico? No creo que sea vegetariano.

Lula es vegetariano, ¿no? Aunque usted empezó diciendo que era "un plato
indigesto". Es vegetariano. Yo no sabía que iba a encontrar una vía sensata, sin
impugnar la economía de mercado. La única solución contra la pobreza es el
crecimiento, el desarrollo económico y a eso hay que crearle condiciones propicias. La
izquierda jurásica no las crea, con un Estado que siempre ha tenido cuatro beneficiarios:
los grupos empresariales cercanos, las oligarquías sindicales, los políticos clientelistas y
la burocracia. Estos cuatro grupos corporativos han anulado toda posibilidad de
crecimiento en América Latina.

Pero el mercado sufre de eso mismo de que usted acusa al Estado: transnacionales
convertidas en monopolios, por ejemplo. El mercado no es la panacea que usted
pinta. En la discusión teórica te admito todo lo que tú quieras. Pero la realidad es que si
tratamos de saber cómo países más pobres que los nuestros, como eran Corea, Taiwán,
Singapur o el mismo Chile, han desarrollado, es porque han tenido una política distinta,
que ha permitido que salgan de los viejos esquemas.

¿Y las desigualdades que nos carcomen? Tienen que ver con lo que hemos tenido, no
son imputables al mercado, son menos marcadas en Chile. Las desigualdades se
eliminan con el desarrollo y con la modernidad, hay que buscar soluciones en este
sentido, pero yo no creo en el Estado ni en el viejo mundo político; es decir, volver atrás
jamás. Las políticas neoliberales no fracasaron en Chile porque había un Estado limpio,
partidos políticos buenos...

¿No han pasado ustedes del realismo socialista al realismo neoliberal, a imponer
un capitalismo salvaje como de "buen salvaje"? Hasta el papa Juan Pablo II lo
criticó. ¿Qué es el capitalismo salvaje?

¿Las transnacionales, por ejemplo, son morales de por sí? Aquí hubo algunas que
negociaron con el poder, una tuvo su 'vladivideo', otra no pagó impuestos... Si
tienes un Estado corrupto, las multinacionales entran en la corrupción. Si tienes un
Estado limpio, puedes establecer relaciones honestas con ellas. No hay moral con ellas,
pero esta la establece el Estado, el país que recibe esas inversiones.

¿Qué está pasando en Bolivia: la de Santa Cruz que dicen que es moderna, y la de
La Paz, caótica?¿Usted es partidiario de que se desintegre el país? No, pero los de
Santa Cruz están inquietos con lo que está ocurriendo, el indigenismo es muy peligroso,
es una máscara que ha adoptado el marxismo leninismo para reciclarse otra vez y
comienzan a provocar lo que Bolívar llamaba "la guerra de colores". Si los indígenas
comienzan a postular un Estado de ellos contra los otros, con razones de tipo racial y
étnico, no aceptando que todos somos café con leche, mestizos, rompemos la unidad
nacional, eso no puede ser.

¿Qué pasa con Ecuador, hay un proceso caótico igual? Es un país muy
desorganizado, anárquico, donde hay una cantidad de pequeños partidos, y es que creo
que la democracia está en crisis, por el clientelismo, por la corrupción, la clase política
es mal vista, la justicia, el Congreso provocan un gran descrédito. Me preocupa mucho
esa desconfianza. La realidad es que hay que crear las bases de una verdadera
democracia que requiere partidos limpios, bien sintonizados con la sociedad.

¿Partidos como el Apra deben desaparecer? El Apra, el Partido Liberal colombiano


Acción Democrática de Venezuela, cumplieron un papel en un momento dado, pero hoy
día están de capa caída. Ya están desapareciendo.
¿Puede existir un sistema neoliberal perfecto en la vida real?... Si hasta Estados
Unidos tiene medidas proteccionistas. Hay uno perfecto en Nueva Zelandia, y es
curiosamente laborista. Pero de todas maneras los países que han prosperado no son con
el modelo proteccionista, sino con el liberal, porque finalmente el Estado funcionó a
favor de la economía de mercado, no a favor de la planificación ni en un control estatal,
en Singapur, Corea del Sur y Taiwán.

Pero esos países lo lograron con gobiernos autoritarios. ¿No le duele eso? Aquí las
reformas liberales se lograron con Fujimori. Y en Chile con Pinochet .
Efectivamente así fue en el punto de partida, pero la libertad económica lleva a la
libertad política. Aunque me inquieta. En los tiempos de Allende, para despedir a un
empleado se necesitaba que hubiera agarrado un revólver y matado al patrón. Llega una
reforma laboral bajo la dictadura y bastan 30 días de preaviso y pueden despedir a quien
sea. Eso parece terriblemente impopular, en una democracia salen los sindicatos a la
calle, es imposible que se aplique. Pero consigues que se baje el desempleo al 4%, que
era el más bajo nivel de América Latina. ¿O sea, que un demócrata que quiere aplicar
reformas liberales debe relativizar la democracia? No, para nada, no soy amigo de
ninguna dictadura, por Dios, simplemente hago una terrible lectura de la realidad.

¿Qué le parece Alejandro Toledo? Creo que ha obtenido buenos resultados


macroeconómicos, pero la campaña que hizo estaba poblada de muchas ofertas. Lo que
es terrible en América Latina es que hay progresiones macroeconómicas que se no
reflejan de inmediato en beneficios.

LA FICHA
Nombre: Plinio Apuleyo Mendoza. Edad: 73 años. Obras: En literatura: Dos novelas
"Años de fuga" (1979) y "Cinco días en la isla" (1997), además de una colección de
cuentos "El Desertor" (1979). Sobresalen en periodismo: "El olor de la guayaba" (1982)
y "Aquellos años con Gabo", sobre su gran amigo, Gabriel García Márquez. En el
ensayo: "Manual del perfecto idiota latinoamericano" (1996) y "Fabricantes de miseria"
(1998).

"Afortunadamente poseemos humor"

¿Su querido amigo Julio Cortázar murió como un idiota latinoamericano,


apoyando a Cuba? Ay, Julio, yo lo quería tanto, Gabo decía que era un viejito verde de
la política. Julio era un niño grande, un día me dijo con esa erre belga con tono
argentino: "Imagínate con todos los problemas que ha tenido Cuba, esta mañana fui a
llevar a la embajada cubana una ropita, una máquina vieja y no me la aceptaron". Era
tan ingenuo.

¿Cómo hace con su compadre Gabo, que quiere morir apoyando a Fidel Castro?
Yo lo quiero mucho, aunque sea amigo de Fidel. Juntos hemos sacado poetas, sacamos
a Raúl Riveros, el que estaba condenado a 20 años. Sabes cómo fue, me escriben los
hijos, y yo llamo a Gabo y él se fue a sacarlo. También sacamos a Heberto Padilla y a
Norberto Fuentes. Con Gabo hemos sacado como a 500 personas de las cárceles, ¡y
nadie lo reconoce!

¿Y eso se lo ha contado a Mario Vargas Llosa, su otro gran amigo? Él lo sabe, pero
Mario es muy vertical y no acepta este tipo de cosas y a lo mejor tiene razón. Pero por
qué me voy a pelear con Gabo, con él nos reímos de nuestras contradicciones, en
América Latina afortunadamente existe el humor.

Pero Vargas Llosa carece de ese humor, ¿no? Es fundamentalista. Lo respeto, porque
tiene sus principios y verticalidad, pero le falta ese elemento de humor. Con Gabo nos
fuimos a los países socialistas, cuando yo todavía era izquierda. Me metí por la carretera
en un Renault para ir a Alemania del este y entramos en un mundo siniestro. Eran países
tristes. Paré el automóvil y nos pusimos a dormir, y el Gabo se despertó de pronto.
"Oye, compadre", me dijo, "soñé una cosa terrible". ¿Qué soñaste, Gabo? "Que el
socialismo no funciona". Ja ja ja. Y nos quedamos locos, es que creíamos en un mundo
dicotómico como los vaqueros.

¿Usted sería amigo de Eduardo Galeano, el autor de "Las venas abiertas de


América Latina"? Lo leo. Y a su libro lo llamo la biblia del idiota. Dice que América
Latina está condenada a ser la sirvienta, vendiendo sus productos a bajo precio. Qué
bajo precio, el petróleo está altísimo, el carbón también, es ridículo, la idea de la
dependencia, de que somos pobres porque estamos condenados es para exonerar la
culpa que tenemos, porque la culpa no la tienen ellos, sino nosotros, nuestros gobiernos
corruptos.

¿Por qué la mayoría de intelectuales en todo el mundo tiende a ser de izquierda?


La izquierda maneja los bonitos sentimientos, el esquema ideológico hermoso, pero la
realidad demuestra lo contrario.

Miguel Ángel Cárdemas

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