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Origen del crimen en Colombia

En el país el gobierno puede poner un policía o un soldado en


cada esquina, pero la violencia en los campos y ciudades no
cesará. No es esa la solución. El presidente de la república
esta totalmente despistado y seguirá estándolo mientras no entre
en razón y entienda que las soluciones tienen que ser sociales.
El principal problema del país es el hambre y la miseria de los
colombianos, de ahí nacen los otros. “Los jóvenes están
participando más en los delitos que se cometen en el país,
porque hay más oferta laboral en la vida criminal que en la
legalidad”.La juventud ha perdido el oriente en Colombia. Sus
niveles de esperanza hacia el futuro no son los mejores, “el
deterioro del mercado laboral continuará como consecuencia,
entre otros factores, de la fuerte desaceleración de la economía
nacional”. Políticas reales de empleo o estimulo al empleo por
parte del gobierno no hay, han hábiles salidas públicas del
presidente y algunos de sus ministros para aparentar
preocupación por el problema que dejaron en manos de la empresa
privada, a su voluntad y capricho sin nada que les presione.

El mandatario de los colombianos ha anunciado que nombrará


varios centenares de policías más en ciudades como Cali y
Medellín para acabar con la violencia. Los estudiosos de nuestra
sociedad señalan que eso no solucionará el problema, no se
ataca la raíz. Puede que logren capturar uno que otro
delincuente, pero el problema continuará. Según un antropólogo
forense, ex director de Medicina Legal, Máximo Alberto Duque,
“los jóvenes encuentran hoy mayor oportunidad para delinquir que
hace 50 años. En las Bandas Criminales de narcotráfico,
paramilitares, guerrilla y delincuencia común, los colombianos
localizan una opción para conseguir los recursos que en el
mercado legal. Los jóvenes con baja escolaridad se ven obliga a
vincularse, para sobrevivir, al crimen y adoptar el delito como
una alternativa de vida. Ni siquiera las restricciones al porte
de armas han funcionado para disminuir el ambiente de fechoría,
porque los jóvenes están buscando otras alternativas en las que
no necesiten armas que les pueden aumentar las penas al momento
de ser capturados".
El joven de hoy se ve bombardeado todos los días de noticias en
donde el gobierno no habla sino de lamentaciones y promesas. “La
tasa nacional de desempleo que en octubre subió al 11,5 por
ciento, seguirá en aumento. El número de desocupados sobrepasó
los dos millones 500 mil. La pérdida de trabajo de los jefes de
hogar y la búsqueda de empleo sin lograrlo. El gobierno propone
establecer un salario mínimo diferencial para trabajadores
menores de 22 años (menos sueldo y seguridad). El desempleo en
Colombia sigue imparable, hace un año la desocupación estaba en
el 10,1 por ciento hoy pasa del 12%. El deterioro del mercado
laboral es consecuencia de la profunda desaceleración de la
economía y el deterioro de actividades como la industria y el
comercio, que son intensivas en la generación de empleo.
Actualmente entre formales e informales, están ocupados 19
millones 418 mil ciudadanos colombianos. Las cifras entregadas
por el DANE solo revelan un porcentaje parcial del número real
de desempleados que hay en el país”. No hay una sola frase
falsa, todo es verdad. El gobierno de Uribe y los poderes
económicos son insensatos e irresponsables frente a los
verdaderos problemas del país.

El antropólogo forense indicó que el país se tiene que volcar


con oportunidades para los jóvenes para darles la posibilidad de
elegir y evitar que sigan ingresando cada vez más jóvenes al
mundo del delito. Para que el joven abandone el crimen tiene que
haber cantidad y calidad de nuevos puestos de trabajo que le
permita escoger entre lo que se gana en el delito o se puede
ganar en lo legal. Hay que comenzar por el salario mínimo, por
el que el gobierno lucha todos los años sea incrementado lo más
bajo posible. Si no hay diferencia positiva, indudablemente que
si no entusiasmará ni estimulará los jóvenes para dejar el
crimen, seguirán en él. En contraste con ese ambiente se crimen
e inseguridad en la vida surgen las ganancias exorbitantes del
poder económico como reto a los desocupados. Los bancos son un
ejemplo. Con los mismos empleados y bajísimos salarios de años
anteriores, hace monstruosas ganancias que ya no cuentan por
millones sino billones. Eso gracias a la especulación monetaria
que les permite el Estado. Es el desequilibrio social nacional,
que genera el crimen, pero que no quiere modificar el gobierno
de Uribe, por aquello de que son más importantes las ganancias
monetarias que las sociales. Las oportunidades económicas en
Colombia no son para los colombianos, la mayoría se las levan
los capitales extranjeros que las giran al exterior y que no
repercuten en la realidad nacional.

El crimen en el país no se acaba con más policías o soldados. El


principal paso a dar es creando fuentes de trabajo, por
millones, donde el joven pueda escoger y hallar como frenar la
miseria económica en que vive. El desempleo que genera miseria
es el origen de la criminalidad en el país. El desempleo lo
crean los poderosos. No se puede gobernar para proteger solo
para los fuertes económicamente porque surge el delito como
fuente de trabajo y alternativa para salir de la miseria. Es una
respuesta social obvia y natural. Colombia necesita un gobierno
diferente al de Uribe, un mandatario que sea para proteger ricos
y pobres por igual.

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