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Nuestro líder, Jesús,


los hubiera invitado a comer a su casa. Con risas y
contando historias conmovedoras, Jesús hubiera
partido el pan y tomado el vino con sus nuevos ve-
cinos. Jesús lee el diccionario: conoce muy bien
la diferencia entre aceptación y aprobación

HoMoFoBIA
también vino a morir? abrazo las manos de Jesús. Que puedan sentir en mi actitud,
el amor de Jesús.
Cuando vemos a homosexuales y a lesbianas, ¿Nos da asco?,
¿Nos enojan?, ¿Nos dan lástima?, O nos sentamos a llorar por Nuestros temores y miedos son infundados. La homofobia,
ellos como Jesús hizo por Jerusalén. ¿Lloramos porque nuestros el miedo y rechazo a los homosexuales, no sólo demuestra

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hijos van a crecer en un mundo “tan sucio”?, ¿O lloramos injusticia sino ignorancia.
porque no tenemos la voluntad ni el carácter de levantarnos, ir
El SIDA no es el castigo de Dios para los homosexuales. Hoy
a abrazarlos y decirles que los amamos?
en día, hay más heterosexuales que homosexuales infectados
Cuando no demostramos amor, no demostramos a Jesús. con el VIH. ¿Y qué de todos aquellos que han sido infectados
por Junior Zapata por otra manera que no haya sido transmisión sexual?
Es fácil ser como Jesús con los vendedores en el templo porque
va con nuestro carácter y nuestro ímpetu de líderes cristianos. Los homosexuales no son los que más violan a niños. Las
Pero ser como Jesús al hablar con una mujer a la orilla de un estadísticas demuestran que hay más abuso infantil perpetrado
La homosexualidad es pecado. También lo es la homofobia. Y así como los pozo o al recibir a los leprosos es otra fiesta. por heterosexuales que por homosexuales y no sólo eso: el
homosexuales han pecado de perversidad sexual, los cristianos hemos pecado de Y creo que básicamente ese es nuestro problema en el dilema
agresor es generalmente alguna figura de autoridad (maestro,
líder, papá, tío, padrastro, etc.) en la vida del niño o de la
perversidad moral.

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de los homosexuales en la iglesia. Es más una cuestión del
niña.
“qué dirán”. Jesús no tuvo problema en tener una conversación

La homosexualidad es pecado. También


lo es la homofobia. Y así como los
homosexuales han pecado de perversidad
La situación no es discutir si el homosexualismo es pecado o
no. La situación es preguntarse si la iglesia está siendo iglesia
para los homosexuales y para las lesbianas así como lo fue
íntima con una mujer cuando eso “no era” lo debido. No
tuvo problema en recibir a leprosos cuando ellos, como los
homosexuales hoy en día, eran vistos como las criaturas más
Los homosexuales no viven una vida llena de toda perversidad
sexual. Algunos si, otros no. Es como nosotros; algunos
cristianos mienten, algunos no; algunos roban, algunos no.
sexual, los cristianos hemos pecado de para ti antes de conocer a Jesús. La situación es preguntarse bajas en la cadena alimenticia de la sociedad.
No todos los homosexuales escogen ese camino por deseo
perversidad moral. cómo Jesús los trataría.
Nuestro nombre y nuestra reputación valen más que los sexual. Muchos, buscan compañía, comprensión y aceptación.
Con soltura formal, la iglesia cristiana ha declarado: ¿Les vedaría llegar a la “reunión”? homosexuales. No podemos tomarnos el riesgo de que nos vean Las lesbianas no todas buscan perversión sexual. Muchas
“Odiamos al pecado, pero amamos al pecador”. La situación ¿Se burlaría de ellos y de ellas? con ellos o que los vean en nuestras iglesias y ministerios. Jesús buscan sólo cariño, compañía de vida y comprensión. Por eso
en la realidad es otra a la de esta declaración. Porque a juzgar ¿Tendría una actitud de asco provocado por un colgó desnudo en una cruz, perdió más que su reputación por creo que en la Iglesia y en la organización cristiana hay más
por nuestras actitudes hacia los homosexuales y lesbianas, machismo latinoamericano? todos, incluyéndome a mí, incluyéndote a ti. homosexuales y lesbianas de lo que pensamos; la búsqueda de
pareciera que odiamos al pecado y también al pecador. comprensión y aceptación los lleva cerca de nosotros. Quién
¿Les quitaría derechos básicos civiles por escoger ese Este aspecto de relacionarse con gente “del mundo” lo
sabe, tal vez es el mismo Espíritu Santo que las conduce ahí.
En nuestros círculos cristianos e iglesias existe injusticia que estilo de vida? comprendo yo muy bien.
hay que confesar como pecado. ¿Estaría de acuerdo con que se les tratara como Claro está, los valores que el nuevo estilo de vida de
Yo tengo muchos amigos homosexuales y muchas amigas
ciudadanos de segunda clase? preferencia sexual trae a nuestros países son irreprensibles. Es
Como líderes cristianos que nos jactamos ser, debemos ser lesbianas. Al oír que yo tenía esa clase de “amistades”, un pastor
un verdadero problema social. Eso no está en discusión. Los
brutalmente honestos con nosotros y preguntarnos si en el afán Estas son las preguntas que nos debemos hacer porque el empezó a comentar que yo enseñaba que el homosexualismo
cristianos no sólo fuimos llamados a crear civilización sino a
de señalar un pecado para proteger la santidad de nuestra estilo de vida de la “preferencia sexual” se ha pasado a vivir “estaba bien”. Esto era una mentira total, pero por verme
preservarla y debemos hacer todo lo que está en nuestro poder
iglesia no estaremos cayendo en el pecado de la injusticia a nuestro vecindario y no tiene planes de mudarse. Lo triste con ellos, las personas cristianas asumieron que yo estaba de
para conservar en nuestras sociedades los valores cristianos
y la discriminación al darle la espalda a las lesbianas y los es que ante la llegada de estos nuevos vecinos, nosotros como acuerdo con su estilo de vida.
que fortalecerán el futuro.
homosexuales. Sólo el hecho de que ya los describimos como iglesia, en lugar de ir a visitarlos y darles la bienvenida al barrio Mis amigos y mis amigas saben que no estoy de acuerdo con
“las lesbianas y los homosexuales” refleja que hemos diseñado para ver si nos hacemos amigos y así empezar una conversación El homosexualismo, como pecado, no es “peor” que el adulterio,
su estilo de vida, saben que no comparto la mayor parte de sus
una clase aparte (y generalmente inferior) para ellos. “No, inteligente, buscamos cómo los echamos de la cercanía y los el robo o el orgullo en la Iglesia, pero sus consecuencias sociales
valores, pero eso no hace que no podamos ser amigos y pasar
Junior”—me dicen algunos— “Ellos fueron los que escogieron dejamos sin vivienda. se pueden medir de una forma diferente porque busca afectar
bien un buen tiempo de comida.
ser clase aparte al decidirse por ese estilo de vida de pecado”. el estilo de vida de toda la sociedad.
Eso es cierto, ellos y ellas han tomado una decisión, pero eso no Nuestras actitudes hacia las demás personas dicen mucho Yo soy la única iglesia a la que ellos “van a ir”. Soy la iglesia
de nuestro carácter cristiano. ¿Qué pensará Jesús de nuestras Sin embargo, no se puede hacer un bien haciendo mal.
nos quita la responsabilidad de amarlos, recibirlos, aceptarlos, para ellos. Esto es en el sentido de que, al estar juntos, oro que
y… bueno, de todo lo que Jesús hizo con nosotros. actitudes hacia los homosexuales y hacia las lesbianas? ¿Qué ellos puedan ver en mis ojos la mirada de Jesús. Que puedan Está bien pelear por nuestros valores, pero esa lucha no
pensará cuando rechazamos a personas por las cuáles Él sentir en mi risa, el gozo de Jesús. Que puedan sentir en mi nos puede llevar a cometer el pecado de la injusticia y la

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discriminación, aún cuando las personas mismas tengan un estilo de vida


o una preferencia sexual diferente a la establecida por nuestra manera de
interpretar la Biblia.
No podemos usar la Palabra de Dios para discriminar y abandonar a las
personas a las que la sociedad ya trata como indeseables porque para ellas
también existe la Palabra de Dios. La Biblia no está para probar que los
cristianos tenemos razón, todo lo contrario; la Biblia está para demostrar
que estamos equivocados y que cada día tenemos que corregir nuestro
camino.
Si quieres respuestas a “¿Qué del homosexualismo en la Iglesia?”,
prepárate para una sobrecarga total porque las opiniones son tantas como
el número de iglesias en el continente.
La palabra importante en esta pregunta no es “homosexualismo”, sino
“Iglesia”. Porque el problema no son los homosexuales ni las lesbianas,
el problema somos la Iglesia que no queremos amarlos y demostrarles
ese amor. No los queremos en la Iglesia ni cerca de nosotros. Entonces
pregunto: Si no los queremos cerca de nosotros, ¿cómo queremos que estén
cerca de Jesús?
La pregunta no es acerca de los homosexuales y las lesbianas; es acerca
de nosotros, es acerca de la Iglesia.
Antes de tomar Romanos 1 y arremeter con él contra los homosexuales,
debemos comparar nuestra vida personal, nuestra vida de liderazgo y
nuestra vida de iglesia a lo que Pablo dice ahí acerca de la injusticia y a lo
que Jesús vivió acerca de la discriminación.
Mis hijos no van a crecer como ladrones porque vieron gente robar, van a
crecer como ladrones si yo no les enseño la verdad acerca del robo. Lo mismo
es con las preferencias sexuales. Yo sé que no queremos que “nuestros niños
y jóvenes vean ESO en la Iglesia”, pero esto es risible. Nuestros niños y
jóvenes igual lo van a ver en la calle, en el centro comercial, en la TV. Lo que
necesitamos es predicar y enseñar la verdad acerca de la preferencia sexual
sin caer en juicio pecaminoso, burla hiriente y discriminación inmoral.
Lo que nuestros niños y jóvenes tienen que ver es a Jesús en nuestras
actitudes. El día viene cuando líderes juveniles darán un ejemplo del
carácter de Jesús; recibirán en su casa a comer a los amigos homosexuales
de los chicos de su iglesia. Saldrán de paseo con las amigas lesbianas de
las chicas de su iglesia. Y así, comiendo, riendo, caminando y hablando,
los homosexuales y las lesbianas conocerán otro estilo de vida porque hubo
alguien con el suficiente amor de modelárselo.
El problema de mi relación con mis amigos homosexuales y mis amigas
lesbianas, no es el hecho de que ellos son homosexuales y lesbianas; el
problema soy yo, el problema es que soy cristiano, porque el que primero
tiene que entender cómo Dios los ama soy yo. El que tiene que entender
que Dios no los rechaza soy yo. Yo soy el que los tengo que ver a través de
la gracia de Dios, pero al ver por ese lente, del otro lado miro el ojo de Dios
viéndome a mí con la misma compasión que a ellos. A ellos y a ellas no sé
por qué los ve así, tal vez sea por su preferencia sexual; a mí, estoy seguro
que es por mi ignorancia.

Junior Zapata es Director de educación


cristiana del Colegio América Latina, una de
las instituciones educativas más grandes de
Latinoamérica. Orador especialista en nuevas
estrategias de educación y liderazgo. Autor.

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