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OBJETIVO:

•Averiguar cada día qué es lo que


Dios quiere que hagan.
•Hacer frente a las
responsabilidades que tienen para
con el Señor y los demás.
•Orientación práctica sobre cómo
averiguar qué es lo que el Señor les
tiene deparado.
Cuando tienen una decisión
importante que tomar, ¿cómo
la encaran?
Sección 1:
LA VOLUNTAD DE
DIOS PARA TI
Debemos tener deseos de complacer
al Señor
1 Tesalonicenses 4:1 - Por lo
demás, hermanos, os rogamos y
exhortamos en el Señor Jesús,
que de la manera que aprendisteis
de nosotros cómo os conviene
conduciros y agradar a Dios, así
abundéis más y más.4
Juan 14:15 - Si me amáis,
guardad Mis mandamientos.
Juan 14:23a - Respondió
Jesús y le dijo: «El que me
ama, Mi palabra guardará».
A lo largo de estas clases hemos hablado y
aprendido mucho juntos acerca de la
relación estrecha que el Señor quiere tener
con nosotros. Quiere llenar nuestra vida de
satisfacción y alegría. Hablamos también
de los dones que nos ofrece: los dones de
la curación, de la alegría, de escucharlo a
Él, del amor, de la fortaleza, de asistencia
en tiempos de tribulación, de Su presencia
misma.
Hasta no hemos hablado mucho de lo
que Él espera a cambio, además de
nuestra alabanza y nuestro amor por Él,
un amor tan intenso que al estar nuestro
corazón tan rebosante de él, debe
derramarse sobre los demás.
Así que ahora nos gustaría hablar de
darle más de nosotros mismos a fin de
que pueda cumplir Sus designios en
nuestra vida.
¿Qué más hemos aprendido en
los últimos meses acerca de
las expectativas del Señor?
¿Que espera el Señor de
nosotros?
Para tomar decisiones acertadas
¿Sabemos específicamente lo que
Él quiere que haga cada uno de
nosotros?
Cuando se enfrentan a una decisión
•¿Cómo determinan qué es lo que
más complacería al Señor?
Para tomar decisiones acertadas es esencial
tener un buen sentido de la prioridad.
No hay grandes hombre ni mujeres que no
tengan sentido de la prioridad. Si dejamos de
hacer lo más óptimo porque estamos ocupados
con cosas de importancia secundaria, no vamos
a hallar la satisfacción que anhelamos ni vamos
a aprovechar todo el talento del que el Señor
dotó a cada uno.
Hay un adagio muy cierto que reza.
«Vivimos una sola vida que pronto pasará; solo
lo que hayamos hecho por Cristo perdurará».
1 Corintios 3:14 - Si permaneciere
la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa.
2 Corintios 4:18 - No mirando
nosotros las cosas que se ven, sino
las que no se ven; pues las cosas
que se ven son temporales, pero las
que no se ven son eternas.
¿Qué es importante?
Se informó que once millonarios se
ahogaron en el Titanic. El comandante
Peuchen dejó 300.000 dólares en efectivo,
joyas y valores en una caja fuerte de su
camarote. «En ese momento el dinero me
pareció una ridiculez -dijo más tarde-. En
su lugar me llevé tres naranjas».
Dios tiene un designio para ti
Romanos 12:6-8 - (6) De manera que,
teniendo diferentes dones, según la gracia
que nos es dada, si el de profecía, úsese
conforme a la medida de la fe; (7) o si de
servicio, en servir; o el que enseña, en la
enseñanza; (8) el que exhorta, en la
exhortación; el que reparte, con
liberalidad; el que preside, con solicitud; el
que hace misericordia, con alegría.
Dios ha dotado a cada uno de ciertas
cualidades y talentos. Cuando tenemos
que tomar decisiones y averiguar la
voluntad de Dios, debemos
preguntarnos qué estamos haciendo
con los dones que se nos dieron.
¿Los estamos empleando en lo más
importante?
Tomen atención al siguiente pasaje:
«En toda la historia no ha habido ni habrá
otro hombre o mujer como tú. Eres único. No
tienes doble. No hay dos hojas ni dos piedras
preciosas ni dos estrellas ni dos vidas iguales.
Cada vida es una concepción divina
totalmente nueva entregada al mundo. No hay
nadie en todo el mundo capaz de realizar tu
labor tan bien como tú. Hay necesidad de ti.
Dios tiene un designio para ti.
Y si tú no encuentras ni cumples el propósito
que Él ha concebido para tu vida, entonces a
Dios terminaría por faltarle algo. Cada piedra
preciosa reluce con su propio resplandor. Cada
flor destila su propia fragancia. Cada creyente
posee su porción particular de la gloria de Jesús.
¿Te dotó Dios de una personalidad distinta? Él
creó también un círculo particular de individuos
a los que solamente les puede llegar y conmover
esa personalidad. Tú eres capaz de hacerlo como
ninguna otra persona del mundo».
El primer paso para saber la voluntad de Dios
es someterse a Él.
La decisión de hacer la voluntad de Dios debe
provenir de un corazón dispuesto. Dios quiere
voluntarios, no reclutas.
2 Corintios 9:7 - Cada uno dé como propuso en su
corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque
Dios ama al dador alegre.
1 Crónicas 28:9a - Y tú, Salomón, hijo mío,
reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón
perfecto y con ánimo voluntario; porque el Señor
escudriña los corazones de todos, y entiende todo
intento de los pensamientos.
En Sus manos
Una joven dialogaba con un evangelista acerca
de la consagración.
-No me atrevo a consagrarme de lleno al Señor
-decía ella- por temor a que me envíe a la China.
El religioso le dijo:
Si una mañana fría y de nieve llegara un pajarillo
medio congelado a picotear los cristales de tu
ventana, y dejara que lo tomaras en tus manos y lo
alimentaras, poniéndose de esa forma por completo
en tus manos, ¿qué harías? ¿Lo estrujarías en tus
manos hasta matarlo? ¿O le darías abrigo, calor,
alimento y atención?
Una nueva luz iluminó la mirada de la
joven, que exclamó:
-¡Ah...ya veo, ya veo! -y se
marchó, con el rostro resplandeciente.
Dos años después volvió a
encontrarse con el religioso y le recordó
aquella conversación. Con la cara
iluminada por un gozo inefable, le dijo:
-Pues verá, ¡me voy a la China!
Sigue al Guía
Salmo 143:10 - Enséñame a hacer Tu voluntad,
porque Tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a
tierra de rectitud.
Un guía con muchos años de experiencia en las
junglas del África dijo en cierta ocasión: «Es difícil
guiar a las personas obstinadas. Es muy
complicado dirigirlas. No confían en el guía,
siempre quieren seguir su propio camino. En mis
años de exploración vi a muchas personas que se
metieron en situaciones peligrosas o sufrieron
accidentes graves porque no querían seguir al
guía».
La voluntad de Dios para nosotros y para
nuestros recursos
Administradores de lo que poseemos
Hace años, un par de ganaderos del sur, al
pasar frente a la casa de un granjero de
color, vieron una vaca lechera de buena
raza pastando en la parte trasera. Uno de
ellos le gritó:
-Oye, moreno, nos interesaría comprar esa
vaca. ¿Es tuya?
El viejo negro replicó:
-No hefe. No e' mi vaca. E' del Señó'. Yo se
la aministro.
Aquel anciano había percibido
acertadamente en qué consiste ser administrador.
En realidad nada nos pertenece. Todo lo que
parece nuestro es apenas un préstamo temporal,
pues «del Señor es la tierra, y su plenitud»
(Salmo 24:1).
El auténtico deber del creyente dar
apoyo económico a la obra de Dios
Gálatas 6:10 - Así que, según tengamos
oportunidad, hagamos bien a todos, y
mayormente a los de la familia de la fe.
Romanos 15:27 - Pues les pareció bueno, y
son deudores a ellos; porque si los gentiles
han sido hechos participantes de sus bienes
espirituales, deben también ellos
ministrarles de los materiales.
1 Corintios 9:6-11 - (6) ¿O sólo yo y
Bernabé no tenemos derecho de no
trabajar? (7) ¿Quién fue jamás soldado a
sus propias expensas? ¿Quién planta
viña y no come de su fruto? ¿O quién
apacienta el rebaño y no toma de la
leche del rebaño? (8) ¿Digo esto sólo
como hombre? ¿No dice esto también la
ley? (9) Porque en la ley de Moisés está
escrito:
«No pondrás bozal al buey que trilla».
¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, (10)
o lo dice enteramente por nosotros?
Pues por nosotros se escribió; porque
con esperanza debe arar el que ara, y el
que trilla, con esperanza de recibir del
fruto. (11) Si nosotros sembramos entre
vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si
segáremos de vosotros lo material?
Cualquiera sea nuestra situación
económica, a los creyentes se les exhorta a
dar
Marcos 12:41-44 -- (41) Estando
Jesús sentado delante del arca de la
ofrenda, miraba cómo el pueblo
echaba dinero en el arca; y muchos
ricos echaban mucho. (42) Y vino una
viuda pobre, y echó dos blancas, o sea
un cuadrante. (43)
Entonces llamando a Sus discípulos,
les dijo: «De cierto os digo que esta
viuda pobre echó más que todos los
que han echado en el arca; (44)
porque todos han echado de lo que
les sobra; pero ésta, de su pobreza
echó todo lo que tenía, todo su
sustento».
2 Corintios 8:1-4 - (1) Asimismo,
hermanos, os hacemos saber la gracia
de Dios que se ha dado a las iglesias
de Macedonia; (2) que en grande
prueba de tribulación, la abundancia
de su gozo y su profunda pobreza
abundaron en riquezas de su
generosidad.
(3) Pues doy testimonio de que con
agrado han dado conforme a sus fuerzas,
y aun más allá de sus fuerzas, (4)
pidiéndonos con muchos ruegos que les
concediésemos el privilegio de participar
en este servicio para los santos.
Hacer la voluntad de Dios no siempre
resulta fácil
Sin embargo, cumplir con lo que el Señor quiere
que hagamos no siempre resulta fácil. Puede que
nos enfrentemos al desaliento o pasemos por
otro tipo de pruebas. Y hablamos de esto en la
clase «Tres pasos para vencer».
Un reto al que tal vez nos enfrentemos al
optar por hacer la voluntad de Dios es que no
necesariamente nos va a acarrear popularidad y
puede que en algunos casos hasta nos ocasione
conflictos con quienes nos rodean.
Gálatas 1:10b - Pues si todavía agradara
a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Juan 15:18-20 - (18) Si el mundo os
aborrece, sabed que a Mí me ha
aborrecido antes que a vosotros. (19) Si
fuerais del mundo, el mundo amaría lo
suyo; pero porque no sois del mundo,
antes Yo os elegí del mundo, por eso el
mundo os aborrece.
Dios nos recompensa por hacer Su
voluntad
Las promesas y recompensas por hacer
la voluntad de Dios son numerosas.
Juan 15:14 - Vosotros sois Mis amigos,
si hacéis lo que Yo os mando.
Hebreos 10:36 - porque os es necesaria
la paciencia, para que habiendo hecho la
voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Juan 2:17 - Y el mundo pasa, y sus
deseos; pero el que hace la voluntad
de Dios permanece para siempre.
Rut 2:12 - El Señor recompense tu
obra, y tu remuneración sea cumplida
de parte del Señor Dios de Israel,
bajo cuyas alas has venido a
refugiarte.
1 Corintios 3:8b - Cada uno recibirá su
recompensa conforme a su labor.
Hebreos 6:10 - Porque Dios no es
injusto para olvidar vuestra obra y el
trabajo de amor que habéis mostrado
hacia su nombre, habiendo servido a los
santos y sirviéndoles aún.
Sección 2:
SIETE MANERAS DE CONOCER
LA VOLUNTAD DE DIOS
¿Como podemos saber cuál es la
voluntad de Dios específicamente
para cada uno de nosotros?
A continuación damos cuenta de
siete formas:
(1) La Palabra
El primer lugar donde debemos buscar la
voluntad de Dios es en la Palabra de
Dios. Esa es la voluntad de Dios
conocida, segura, absoluta y revelada.
2 Timoteo 3:16 - Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia.
(2) La voz de la Palabra
Puede suceder que estás leyendo un pasaje de
las Escrituras y de golpe un versículo o frase, o
incluso una sola palabra cobra vida y te da justo
entre los ojos. «Ese soy Yo. Ésa es la
respuesta». De modo que la primera forma de
saber la voluntad de Dios es por medio de Su
Palabra, la Biblia. Luego está la voz de la
Palabra, un versículo, frase o pasaje específico
de la Biblia que nos habla personalmente.
(3) Las revelaciones
¿Cuál creen que sería la siguiente
indicación más segura de la voluntad de
Dios? Una profecía directa: una profecía,
sueño o visión.
1 Corintios 14:31 - Porque podéis
profetizar todos uno por uno, para que
todos aprendan, y todos sean
exhortados.
Dios en ocasiones nos revela Su
voluntad por medio de sueños:
Job 33:15,16 - Por sueño, en visión
nocturna, cuando el sueño cae sobre
los hombres, cuando se adormecen
sobre el lecho, Entonces revela al
oído de los hombres, y les señala su
consejo.
A veces Dios nos revela Su voluntad
por medio de visiones. Una visión se da
cuando Dios nos proyecta una escena o
imagen mental:
Números 12:6 - Y él les dijo: Oíd ahora
mis palabras. Cuando haya entre
vosotros profeta del Señor, le apareceré
en visión, en sueños hablaré con él.
Cualquiera sea el medio por el
que recibas tu revelación -ya sea
que se trate de una profecía, un
sueño o una visión- tienes que
cotejarla con la Palabra.
Cerciórate de que la revelación
directa no contradiga la Palabra
de Dios.
(4) Consejeros y asesores
Proverbios 11:14 - Donde no hay dirección
sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de
consejeros hay seguridad.
¿A quién debemos pedir consejo? Si queremos
aprender a tocar el piano, no vamos a la
Facultad de Ciencias Empresariales, si
necesitan asesoramiento espiritual para hallar
la voluntad de Dios, pídanselo a alguien que
ame al Señor, cuya vida ponga de manifiesto el
buen fruto de vivir en estrecha comunión con
Él
(5) Circunstancias y condiciones
2 Corintios 2:12 - Cuando llegué a Troas para
predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió
puerta en el Señor,
1 Corintios 16:9 - porque se me ha abierto puerta
grande y eficaz, y muchos son los adversarios.
Si algo es la voluntad de Dios para ti, Él abre
camino para que lo puedas hacer. Propicia las
condiciones y hace que todo fluya. Abre las puertas
para que entres y te indica claramente por medio de
las circunstancias materiales que estás haciendo lo
correcto y que tu decisión es acertada.
Ese es el principio de hallar la
voluntad de Dios basándose en
«puertas abiertas y cerradas». A veces
lleva un rato saber la voluntad de Dios
y exige probar diversas posibilidades.
Por otra parte, hay casos en que las
circunstancias indican obviamente la
dirección en que Dios nos quiere
llevar.
(6) Deseos personales
Salmo 37:4 - Deléitate asimismo en el Señor, y
Él te concederá los deseos de tu corazón.
En ciertos casos en que sentimos un deseo
intenso o anhelo de hacer algo, ir a cierto lugar
o ver a cierta persona, puede que sea el Señor
quien nos hay puesto ese deseo en el corazón.
Cuando complacemos al Señor, Él suele darnos
deseos de hacer lo que nos hace felices, tanto a
nosotros como a Él. Está dispuesto a hacer
realidad nuestros deseos como parte de Su
designio para nosotros.
(7) «Vellones»
A veces, para saber la voluntad de Dios puedes
pedirle que te dé una señal o indicación específica.
Es lo que llamamos un «vellón», término que
tomamos de la historia de Gedeón, del Antiguo
Testamento.
Gedeón fue uno de los líderes más destacados
de los hijos de Israel en el período que siguió a su
conquista de Canaán. Cuando Dios lo llamó para
cumplir una misión, discutió con el ángel que Dios
le había mandado, porque no consideraba que era
la persona indicada para aquella labor.
A la larga accedió, pero a fin de asegurarse de
era Dios quien le hablaba, le pidió una señal.
Tomó un vellón de una oveja esquilada y dijo:
«Señor, voy a poner este vellón afuera en el
suelo esta noche. Si cuando vuelva mañana
encuentro rocío en el vellón y el suelo de
alrededor está seco, tendré por cierto que Tú
me has hablado». Dejó el vellón de lana afuera
durante la noche y a la mañana encontró que
estaba mojado con el rocío y el suelo estaba
seco.
Pero como aún no se convencía, le pidió al
Señor una nueva confirmación. «Señor, esta
vez voy a poner dejar el vellón afuera
durante la noche, y si por la mañana está
seco y el suelo mojado, te creeré». Al
levantarse a la mañana siguiente, encontró
el vellón seco y el suelo mojado.
El Señor no siempre nos da señales como
hizo con Gedeón, pero a veces se vale de
ellas para darnos la inyección de ánimo que
necesitamos.
Reseña de las formas de saber la
voluntad de Dios

1) La Palabra
2) La voz de la Palabra
3) Revelaciones
4) Consejeros y asesores
5) Circunstancias y condiciones
6) Deseos personales
7) «Vellones»
Cómo nos revela Dios Su voluntad
Dios no sigue ningún orden
determinado al revelarnos Su voluntad
por estos medios.
•A veces queremos saber cuál no es la
voluntad de Dios.
Se aplican los mismos principios.
•No se encuentra la voluntad de Dios
quedándose sentando sin hacer nada.
•Hay que tener en cuenta también
que a veces la voluntad y los planes
de Dios pueden ser condicionales.
•En muchas ocasiones Dios da a Sus
hijos a escoger entre varias
alternativas.
¡Hagámosla!
Que Dios nos ayude a todos no
solo a saber Su voluntad, sino a
hacerla.

Juan 13:17 - Si sabéis estas


cosas, bienaventurados seréis si
las hiciereis.

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