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“Solo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud”

“Si la única oración que dijera toda la vida fuera ¡Gracias!, ¿bastaría?”

Padre Fabricio Alaña, rector de la Unidad Educativa Cristo Rey, personal administrativo y de
servicio, compañeros.

Cuando se me propuso decir estas palabras, fueron muchos los pensamientos, vivencias y
anécdotas que se me pasaron por la mente, tantos y tan variados, que creía no tendría papel
suficiente, ni tiempo en este acto para compartirlo con todos ustedes.

Se trata de 6 años de nuestras vidas dedicadas a la formación académica, que aunque vienen
precedidos de otros casi 7 años persiguiendo el mismo objetivo, el de la formación
intelectual, no es lo mismo, aquí hemos recibido, al menos casi siempre, aquello que hemos
venido a buscar voluntariamente, porque nos atraía, porque nos resultaba interesante y nos
debía guiar hacia una vida profesional llena de éxito: conocimientos en Química, Física o
Sociales pero también amistad, madurez y sobre todas las cosas a ser personas sensibles a la
realidad que nos rodea, a imagen de Jesús, quien se identifico con los más pobres y
marginados, en definitiva a tener un desarrollo personal e intelectual que nos ha preparado,
eso espero y deseo, para enfrentarnos al otro mundo, al de ahí fuera, a esa selva que es
mercado laboral para el cual nuestro ciclo colegial nos ha encaminado.

Creo que hemos pasado una de las mejores etapas de nuestra vida, quizás es pronto, porque
después de estos 6 años de estudio, tensión, nervios (sobre todo en época de exámenes),
todos estamos un poco deseando que llegara este momento, el de la graduación y así poner
fin a nuestra etapa en el colegio. Una cosa está clara y no podemos obviarlo, algunos
momentos malos se pasan, pero con una rápida mirada retrospectiva se llega a la conclusión
que los momentos buenos han sido más y mejores.

El transcurrir el día a día que en mi caso han sido 13 años de mi vida, en esta institución a la
cual respeto y considero mi segundo hogar por haberme acogido y permitido construir una
familia ampliada que son todos ustedes señores presentes, en la cual aprendí de la
diversidad, creatividad y de la jocosidad particular con quienes me relacioné. Aprendí con
usted padre Fabricio a asumir desafíos los cuales se constituirán en proyectos de vida
personal y estudiantil con proyección a lo profesional, al cuerpo de docente llevo mi gratitud
por transferir y construir aprendizajes significativos que hoy se transforman en la meta
cumplida y haciendo un desglose de ellos son: procesos metodológicos, dinamismo,
creatividad, principios, valores y juicio crítico. Al personal administrativo y de servicio me
llevo gratos recuerdos por la predisposición y atención permanente en cuanto a la
satisfacción de los requerimientos que demandan el quehacer educativo, brindando un
servicio eficaz y eficiente desde mi perspectiva.
Gracias por los servicios técnicos, sociales, financieros y económicos que dinamizan como
ente útiles a la sociedad y en especial a la familia manabita.

Con respeto y mucha nostalgia se me acerca decirle un hasta luego a mi querida institución
pero no antes sin decirles inclinada y reverente gracias por todos estos años. A quienes me
acompañaron en este camino a transitar, lo que hoy, con cierto dolor miro detrás de mí…
desde mi meta, llena de esperanza y más confiada en mí misma, como mis compañeros, y
ahora todos podemos continuar el camino de intentar ser mejores para ser parte del cambio.

Con estas palabras y el corazón lleno de emoción mi agradecimiento profundo… GRACIAS.

Génesis Anas Chávez


Tercer Año de Bachillerato Sociales. 

Unidad Educativa 
Cristo Rey 
Portoviejo – Manabí ‐ Ecuador

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