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Apocalipsis

Capítulo Uno de esta exposición


"La naturaleza y el trasfondo histórico del libro"
1 Introducción:
2 La naturaleza del libro:
3 Se trata de una obra literaria de índole esencialmente profética
mediante la cual se presentan revelaciones inspiradas sobre muchos eventos y
condiciones de la Era Cristiana, como también sobre las acciones y el destino
de varias entidades espirituales y políticos. Entre las profecías, se encuentran
unas cuantas que describen gráficamente el espantoso desenlace final de la
gran Guerra Universal entre los dos poderosos contrincantes Dios y Satanás.
Esta misma Guerra es la que se lucha también en la tierra entre las fuerzas del
Bien y del Mal, entre la iglesia verdadera fundada por Jesucristo y las
organizaciones, tanto las espirituales como las políticas, que se oponen a ella y
a su mensaje. Mediante los siguientes textos inspirados se identifica el
contenido principal de Apocalipsis:
4 El libro de Apocalipsis es "la revelación de Jesucristo... para
manifestar... las cosas que deben suceder" (1:1). El propósito de la
"revelación" es dar a conocer "las cosas que deben suceder". "Deben
suceder", o sea, tienen que suceder, según lo previsto por Dios mismo.
5 "Las palabras de esta profecía" (1:3). Según este versículo, el contenido
de Apocalipsis es primordialmente de "profecía".
6 Para muchos estudiantes de la Biblia, Apocalipsis es un libro
sumamente fascinante y misterioso, en parte por el contenido intrigante de las
profecías, como también en parte por las fuertes y exóticas figuras retóricas
utilizadas para presentarlas.
7 La gran mayoría de los creyentes lo tiene como un libro muy difícil de
entender, casi indescifrable.
8 Para este "Comentario sobre las Profecías de Apocalipsis"
establecemos la meta siguiente: presentar las interpretaciones que, a nuestro
juicio, son las más lógicas por ser las que mejor armonizan entre sí,
concuerdan con las demás Escrituras inspiradas y se ajustan a los eventos ya
transcurridos durante la Era Cristiana, como también a los acontecimientos y
las circunstancias significativas del tiempo presente (la última década del siglo
veinte y la primera del siglo veintiuno).
9 El trasfondo histórico de Apocalipsis.
10 ¿Quién es el autor? El apóstol Juan.
11 Juan mismo afirma haber recibido la revelación:

12 Apocalipsis 1:1. "La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para


manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró
enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan."
13 Apocalipsis 1:4. "Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y
paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus
que están delante de su trono."
14 Apocalipsis 1:9. "Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la
tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla
llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de
Jesucristo."

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15 Apocalipsis 21:2. "Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén,
descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
marido."
16 Apocalipsis 22:8. "Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después
que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me
mostraba estas cosas."
17 Los siguientes escritores del segundo siglo y de la primera parte del
siglo tres de la Era Cristiana atestiguan que el apóstol Juan es el autor de
Apocalipsis: Justino Mártir, Ireneo, Clemente, Origen, Tertuliano e Hipólito.
18 ¿Dónde fue escrito? "En la isla llamada Patmos" (1:9).
19 La localización de Patmos, su tamaño y su topografía: "Unos 100 km. al
suroeste de Éfeso, 16 km. de largo por 12 de ancho, rocosa y sin árboles. Se
informa que Juan fue desterrado allí durante la persecución bajo Domiciano en
el año 95 d.C., suelto y permitido su regreso bajo el emperador siguiente,
Nerva, en el 96 d.C. y que vivió hasta el reinado de Trajano que comenzó en el
98 d.C." (Compendio manual de la Biblia, Henry Haley, 609).
20 La razón por la cual Juan se encontraba en la isla:
21 "Por causa de la palabra de Dios" (1:9).
22 "Y el testimonio de Jesucristo" (1:9).
23 ¿Cuándo fue escrito Apocalipsis?
24 La razón principal para pensar que fuese escrito en el año 95 o el año
96 d.C.: el testimonio de Ireneo quien vivió en el segundo siglo. Ireneo escribió:
"La Revelación fue vista no hace mucho tiempo sino casi durante el tiempo de
nuestra generación hacia el fin del reinado de Domiciano".
25 Domiciano reinó desde el año 81 hasta el año 96 d.C.
26 Ireneo (nacido en el año 130 d.C.) era contemporáneo de Policarpo y
dice que escuchó a este predicar.
27 Policarpo, quien murió en el año 155 d.C., era, a su vez, contemporáneo
del apóstol Juan por más de veintinueve años.
28 Conclusión: Ireneo tuvo amplias oportunidades para obtener, a través
de Policarpo, información fidedigna acerca del apóstol Juan, sus obras y sus
escritos.
29 Objeción a la conclusión. Se alega que el lenguaje de Ireneo en el
idioma original es ambiguo dando lugar a una interpretación diferente, a saber,
que el libro de Apocalipsis como tal (supuestamente ya existente desde antes
del año 69 d.C.) fue visto en el año 95 d.C., o quizás en el año 96, o que Juan
mismo, como persona viva en la tierra, fue visto.
30 Evaluación de la objeción. El contexto de la afirmación de Ireneo
claramente indica que se trata de las visiones de Apocalipsis y no del libro en
sí como objeto. De hecho, el apóstol Juan utiliza el verbo "Vi" por lo menos
treinta y siete veces en el libro y el verbo "Miré" por lo menos doce veces.
Ciertamente, "la Revelación fue vista", tal y como dice Ireneo. Por estas
razones la objeción carece de validez.
31 La frase "no hace mucho tiempo sino casi durante el tiempo de nuestra
generación" la consideramos una evidencia prácticamente contundente de que
Apocalipsis data desde el año 95 d.C. y no desde la década de los sesenta del
primer siglo, pues Ireneo nació, aproximadamente, en el año 130 d.C., y sus
obras literarias principales datan desde más o menos el año 180 d.C. (La
enciclopedia británica, Tomo XII, 633, 1964). El año 95 es más cerca al tiempo
de la generación de Ireneo que el año 65 por el espacio de treinta años. Tome
note: desde el año 65 hasta el año 130 ¿cuántas generaciones pasan? Casi
tres. ¿Y cuántas pasan entre el año 65 y el año 180? ¡Casi seis! Pero, Ireneo

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afirma que la Revelación fue vista "casi durante el tiempo" de su propia
generación.
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Ireneo escribe sobre Apocalipsis.


-Ireneo nació entre el año 120 y el año 140 d.C. Murió en el año 202 d.C.
-Su obra “Contra herejías” fue escrita entre los años 182 y 188 d.C.
-Sus comentarios sobre Apocalipsis y los datos sobre su vida se encuentran en
“Los padres eclesiásticos de la época antes del Concilio de Nicea”, Tomo I,
309-567. Publicado en inglés por Wm. B. Eerdmans Publishing Company,
Grand Rapids, Michigan, USA. Edición de junio de 1975.
-Ireneo escribió una refutación extensa de las herejías de su tiempo en la obra
titulada “Contra herejías”. En cuanto a su interpretación de Apocalipsis, el
lector la analizará objetivamente a la luz del texto de Apocalipsis y de las
explicaciones ofrecidas en este libro. La presentamos aquí porque es
evidencia irrefutable de que, para Ireneo, las profecías apocalípticas del
apóstol Juan NO fueron cumplidas antes del año 69 d.C.
Reiteramos: en cuanto a la fecha para cuando el apóstol Juan recibiera
las profecías de Apocalipsis, Ireneo dice: “La visión apocalíptica... fue vista no
hace mucho tiempo, sino casi en nuestros días, hacia fines del reinado de
Domiciano” (559-560). Alude a “todas las copias antiguas aprobadas” de
Apocalipsis existentes en su tiempo (558). No se trata de dos o tres copias
nuevas sino de “todas las copias antiguas”.
Ireneo afirma que los diez reyes (cuernos) aún no habían venido
(Página 559), que el Imperio Romano (el reino que estaba en el poder cuando
vivía Ireneo) sería dividido entre ellos, que los diez reyes serían los “últimos” y
que el “hombre de perdición” vendría sentado sobre ellos. Dice que los diez
reyes son los diez dedos de la imagen que vio Nabucodonosor y que Cristo es
la piedra pequeña (553-555).
Opinó que el Anticristo se sentaría en un templo en Jerusalén y que su
“tiranía” duraría tres años y medio, durante los cuales los santos serían
perseguidos y vencidos (553-554). Lo identifica como la primera bestia de
Apocalipsis, el capítulo trece.
Con claridad inconfundible, Ireneo indica que, para él, las profecías de
Apocalipsis no se habían cumplido, pues escribe: “Cuando venga el
Anticristo...” (557), y referente a la bestia dice: “Cuando venga...” (558). En
torno a los diez reyes explica que sería necesario esperar su aparición (559).
Para él, se concentran en la bestia “toda suerte de iniquidad y de
engaño... todo poder apóstata” (558).
En cuanto al número 666, Ireneo observa que el valor numérico de
muchos nombres es esa misma cifra. Luego, escribe: “También Lateinos tiene
el número seiscientos sesenta y seis; y es una solución muy probable, siendo
éste el nombre del último reino de los cuatro vistos por Daniel. Pues, quienes
gobiernan en el presente son latinos”. Sugiere como “meritorio” el nombre
“Titán”, el cual se deletrea en griego “Teitan”, dando sus letras la suma de 666.
Añade: “Hay una probabilidad muy fuerte de que se llame Titán el (Anticristo)
que ha de venir. Sin embargo, no tomaremos el riesgo de pronunciar
positivamente al respecto” (559).
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32 A pesar del testimonio fuerte de Ireneo algunos comentaristas insisten
en que Apocalipsis fue escrito antes del año 69 d.C. y presentan las siguientes
razones:
33 Para el año 96, Juan hubiese tenido noventa años de edad, o quizás
más. Se deduce que hubiese sido demasiado viejo y débil para recibir las
extensas y complicadas revelaciones de Apocalipsis. Analizamos el
argumento.
34 Sin lugar a duda, Dios pudiera haber conservado fuerte a Juan
fortaleciéndolo en cuerpo, mente y espíritu para que siguiera activo en el Reino
espiritual a pesar de su edad avanzada. Quizás las palabras de Cristo en Juan
21:22 indiquen tal propósito: "Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué
a tí?" Es decir, "Si quiero que Juan viva largos años, aun a una edad muy
avanzada, tengo potestad y poder lograrlo".
35 Policarpo mismo estuvo activo en la iglesia hasta muy avanzada edad.
Nacido en el año 69 d.C., los enemigos de la Fe le dieron muerte en el año 155
d.C. porque rehusó negar a Cristo. Tenía ochenta y seis años de edad.
36 En el presente, no faltan cristianos de edad avanzada que siguen
aportando sustancialmente a la obra del Señor. Entre ellos figuran quienes
redactan libros y artículos valiosos basados en sus largos años de estudio,
oración, meditación, observación y experiencia.
37 Se observa que no hay alusión alguna en el libro de Apocalipsis a la
destrucción de Jerusalén en el año 69 d.C., "el evento más importante, en
términos religiosos, en dos mil años" (Coffman, Comentario sobre Apocalipsis,
Intro., 5). Se concluye que el libro de Apocalipsis fue escrito antes de referido
evento. Analizamos el argumento.
38 Ciertamente, han transcurrido durante la Era Cristiana eventos más
importantes para nosotros los cristianos que la destrucción de Jerusalén. Por
ejemplo: las persecuciones que sufrió la iglesia verdadera a manos de los
Romanos antes de la conversión de Constantino, el nacimiento y el desarrollo
de la segunda bestia (la "gran apostasía"), las fieras persecuciones de la
"madre iglesia" apóstata contra los cristianos verdaderos, la aparición y la obra
de los "diez cuernos", la iniciación y el desarrollo del Milenio. En términos de su
impacto directo en la iglesia, ¿no tienen estos eventos muchísimo más
importancia que la caída de Jerusalén? La destrucción de Jerusalén tuvo
mucho más importancia para los judíos inconversos que para la iglesia del
Señor.
39 Además, si Apocalipsis fue escrito antes de la destrucción de Jerusalén
en el año 69, se anticiparía la inclusión en el libro de profecías detalladas
sobre el evento. De no haberlas, se deduce que la Revelación fue recibida
después de la destrucción de Jerusalén. De hecho, no hay tales profecías en
Apocalipsis. (En la próxima partida se trae el ejemplo de un comentarista que
aplica muchas de las profecías de Apocalipsis a la destrucción de Jerusalén).
40 En su comentario "El libro de Revelación" (Noble Patterson Publisher-
Distributor, PO. Box 7410, Ft. Worth, TX 76111, 1966), Foy E. Wallace, Jr.
afirma que Apocalipsis fue escrito "temprano en el reinado de Nerón y antes
de la destrucción de Jerusalén" (Página 29). Sostiene que se trata de profecías
sobre "el derrocamiento de la Jerusalén apóstata, la obliteración de la
teocracia judaica con la demolición del templo, la caída calamitosa del
judaísmo y el fin catastrófico del estado de Israel"; que el triunfo de la iglesia
sobre los poderes perseguidores "se simboliza mediante las escenas
triunfantes de una resurrección y una entronización, ambas figurativas; y que...
las visiones del Libro de Revelación fueron cumplidas en las experiencias de

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las iglesias de aquel periodo, no alcanzando el Apocalipsis el tiempo más allá
de la era de las persecuciones romanas contra la iglesia" (27).
41 Aunque el comentarista Wallace asegura que cualquier otra
interpretación es forzada, haciendo violencia al lenguaje del libro (30),
encontramos la suya bastante forzada en muchos aspectos y de aplicación
limitada en extremo, especialmente cuando la enfocamos a la luz del gran
panorama histórico de la Era Cristiana la cual abarca casi dos mil años.
42 Por ejemplo, referente a la profecía de Apocalipsis 13:7, el comentarista
Wallace dice que Satanás obró por medio del emperador romano (en
particular, Nerón) para vencer a los santos por medio de "la destrucción de
Jerusalén, la ciudad sagrada y el templo santo" (292-293). ¿Venció Nerón a los
cristianos? ¡De modo alguno! Mató a algunos, pero la iglesia siguió creciendo.
¿Resultó la destrucción de Jerusalén en la derrota de los santos? ¡Desde
luego que no! Quienes quedaron vencidos eran los judíos incrédulos y no los
santos de la iglesia.
43 El comentarista Wallace dice que la "tierra" (Apocalipsis 13:1) es "la
gente de Palestina" (295), que la segunda bestia es "los perseguidores
gobernantes de Palestina" (296), y ofrece una pequeña explicación enigmática
sobre la "imagen" de la bestia que no armoniza con la descripción dada en el
capítulo trece de Apocalipsis. ¿Ordenaron los gobernantes de Palestina a que
los judíos hicieran una imagen del emperador? ¿Mandaron a los judíos a matar
a los cristianos que no adorasen al emperador? ¿Intervinieron para controlar
absolutamente el comercio en Palestina poniendo una marca en los judíos y en
los cristianos que no rindieran culto al emperador? ¿Cuándo? ¿Cómo?
¿Cuáles son las evidencias?
44 Referente a la "gran ramera", el comentarista Wallace asevera que la
única ciudad que responde a las descripciones simbólicas del capítulo
diecisiete de Apocalipsis es Jerusalén, que ella es la "madre de las rameras y
de las abominaciones de la tierra", y que la "tierra" de la profecía encierra a
Judea y Palestina, nada más (364-365). Traeremos una interpretación más
acorde con los hechos históricos mostrando ampliamente que la Roma
"espiritual" corrupta en doctrina y vida, hace mucho mejor el rol de "madre de
las rameras" que la Jerusalén terrenal del primer siglo.
45 Las profecías detalladas sobre la destrucción de Jerusalén las
encontramos en Mateo 24 y no en Apocalipsis.
46 Se argumenta que los judíos incrédulos seguían persiguiendo a los
cristianos, según las siete cartas dirigidas a las siete iglesias (los capítulos dos
y tres de Apocalipsis), y se afirma que tales persecuciones no se daban
después de la caída de Jerusalén. Se deduce que Apocalipsis fue escrito antes
de la caída de Jerusalén. Analizamos el argumento.
47 ¿Cuáles son las evidencias en las siete cartas de una supuesta
persecución judía? Realmente, no hay casi ninguna. En Apocalipsis 2:9 y 3:9,
la referencia es a quienes decían ser judíos pero no lo eran.
48 En realidad, los judíos incrédulos no desaparecieron de la faz de la
tierra después de la destrucción de Jerusalén en el año 69 d.C. Al contrario,
entre ellos hubo tal resurgimiento después de aquella derrota aplastante que
para el año 135 d.C., lograron montar contra Roma otra tremenda
confrontación sanguinaria. Sin duda, los judíos incrédulos del tiempo entre el
año 69 y el año 135 seguían oponiéndose no solo a Roma sino también a los
cristianos.
49 El significado de "Apocalipsis":

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50 El Diccionario de uso del español, Tomo 1, página 215, dice que
Apocalipsis es el "Último libro del Nuevo Testamento, que se refiere a lo que
ocurrirá al acabarse el mundo".
51 "Lo que ocurrirá al acabarse el mundo" implica que las profecías de
Apocalipsis no cubran los casi veinte siglos ya transcurridos de la Era Cristiana
sino que se limitan solo a los eventos del fin.
52 Este mismo concepto erróneo lo tiene, al parecer, la mayoría de los
creyentes.
53 En el griego, la palabra "Apocalipsis" quiere decir: "Poner al
descubierto". Se trata de "la instrucción acerca de las cosas divinas antes no
conocidas" y en el caso del libro de Apocalipsis se trata de "la revelación de
las cosas futuras relacionadas con la consumación del reino divino" (El léxico
Griego-Inglés de Thayer, 62).
54 En la jerga moderna, "Apocalipsis" y "apocalíptico" se usan para señalar
eventos catastróficos de índole malévola que presagian el colapso total de la
civilización y del fin del mundo. Ejemplo de ello es la película titulada
"¡Apocalipsis!"
55 Para el entendimiento correcto del libro, es importante tener presente el
significado básico de la palabra: "poner al descubierto".
56 En el contexto del libro de Apocalipsis, esto quiere decir: "descubrir a la
luz eventos y condiciones futuras".
57 Veremos que ese "futuro" para la iglesia verdadera comenzó a fines del
primer siglo y no en la última mitad del siglo veinte.
58 ¿Cuánto tiempo cubren las profecías de Apocalipsis?
59 Las distintas teorías:
60 Desde el año 67 d.C. hasta el año 70, o sea, los cuatro años que duró la
guerra romano-judía.
61 Desde el año 69 d.C. hasta la conversión de Constantino en el año 324
d.C.
62 Desde el año 69 d.C. hasta el año 476 cuando un extranjero se sentó
sobre el trono en Roma.
63 Desde el año 95 d.C. hasta el fin del mundo.
64 Con la excepción de las siete cartas, desde más o menos la década de
los sesenta (1960 - 1970) del siglo veinte cuando muchos predicadores
pentecostales y otros líderes religiosos comenzaron a predecir la inminente
venida de Cristo, hasta el fin del mundo.
65 Con la excepción de las siete cartas, desde algún punto en el futuro
cercano hasta la culminación del plan de Dios para la raza humana y el
universo.
66 Con la excepción de las siete cartas, desde más o menos la década de
los sesenta del siglo veinte hasta una supuesta tercera venida de Cristo,
período que abarca, según se alega, la "Gran Tribulación" y el Milenio.
B. Las indicaciones del texto del libro de Apocalipsis sobre el tiempo que
cubren las profecías:
1. "La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus
siervos las cosas que deben suceder pronto" (1:1).
67 ¿Qué quiere decir "pronto"?
68 ¿Qué todas las profecías se cumplirían dentro de un término de tres
meses, de tres años o de tres siglos?
69 Obviamente el adverbio "pronto" es relativo y bastante subjetivo.
70 Entre nosotros los seres humanos, el significado de "pronto" lo
determinan el contexto de la conversación, los gestos y aun el tono de voz.

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71 También influye nuestro concepto del "tiempo" el cual para nosotros es
limitado e incierto.
72 En cambio, para Dios, quien "es el único que tiene inmortalidad" (1
Timoteo 6:16), "pronto" no quiere decir necesariamente "de inmediato" o
"dentro de unas pocas horas o de unos pocos días", ya que para Él "un día es
como mil años, y mil años como un día" (2 Pedro 3:8).
2. "El tiempo está cerca" (1:3; 22:10). Ya que esta frase es usada en el
contexto de profecías, entendemos que significa: "El tiempo para iniciarse el
cumplimiento de las profecías está cerca".
a) Es evidente que el adverbio "cerca" también es relativo.
(1) ¿Cómo debe entenderse este adverbio? ¿"Bien cerca, a punto de
comenzarse", como en la frase "el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo
3:2)? El reino iba a manifestarse dentro de pocos días en la persona de Cristo
y sería establecido entre los hombres dentro de aproximadamente tres años y
medio después del anuncio de Juan el Bautista.
(2) O, ¿quiere decir "quizás después de muchos siglos", como en 1 Pedro
4:7 donde dice: "El fin de todas las cosas se acerca"? Santiago escribe: "La
venida del Señor se acerca" (Santiago 5:8). Es del todo inconcebible que se
refiera en estos textos solo a la destrucción de Jerusalén. Pedro no dice que el
fin de Jerusalén e Israel se acerca sino "el fin de todas las cosas".
73 El verdadero significado de "cerca" solo el contexto de Apocalipsis lo puede
determinar.
3. "Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser
después de estas" (1:19).
a) La frase "Las que han de ser después de estas" indica una secuencia
de tiempo sin que haya un lapso prolongado de tiempo que separe "las que
son" de "las que han de ser después". Primero, "las que son"; enseguida, "las
que han de ser después", sin un intérvalo largo de tiempo que los separe.
b) Entendemos que Cristo está afirmando que los eventos futuros
revelados en Apocalipsis comenzarían a suceder inmediatamente después de
la revelación de "las que son", o poco tiempo después.
74 "Las que has visto." Juan había visto:
75 Un ser "semejante al Hijo del Hombre" (1:13);
76 "Los siete candeleros de oro" (1:12);
77 Las siete estrellas (1:16).
78 "Las que son." No se trata de las cosas que son en nuestro tiempo del
siglo veintiuno sino de las que eran en el tiempo cuando Juan recibió las
revelaciones. Se trata de las circunstancias doctrinales, morales, sociales y
políticas que afectaban a las iglesias del primer siglo, en particular a las siete
iglesias de la provincia de Asia en el Imperio Romano. Las siete cartas revelan
mucho sobre referidas circunstancias.
79 "Las que han de ser." Estas cosas que "han de ser" no son
exclusivamente las que serán después del tiempo presente (la última década
del siglo veinte y principios del siglo veintiuno). La frase "han de ser" abarca
todas las cosas que iban a suceder desde el tiempo cuando las revelaciones
fueron dadas a Juan hasta el tiempo presente, como también algunas cosas
que han de suceder durante el período que cubre desde el presente (el año
1995, cuando este comentario fue escrito; revisado en el 2002) hasta el fin del
mundo.
4. "El ángel que vi en pie sobre el mar... juró... que el tiempo no sería más,
sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la
trompeta, el misterio de Dios se consumará" (Apocalipsis 10:5-7).

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a) En este pasaje, claramente se anuncia el fin del tiempo y, por lo tanto, la
consumación del plan (misterio) de Dios para la raza humana y el universo.
b) Por lo tanto, los eventos profetizados mediante las primeras seis
trompetas ocurren antes del fin del tiempo.
80 En Apocalipsis, hay otras profecías semejantes a esta sobre el fin de
todo.
5. Conclusiones:
a) Los parámetros de tiempo establecidos por la terminología "pronto", "el
tiempo está cerca" y "las cosas que han de ser después" por un lado y, por el
otro extremo, por la que dice "el tiempo no sería más", nos llevan a la fuerte
convicción de que las profecías de Apocalipsis cubren desde los últimos años
del primer siglo después de Cristo hasta el fin del mundo.
b) En adición a los parámetros de tiempo fijados en las frases estudiadas,
servirán para confirmar nuestra conclusión las interpretaciones de las profecías
que ofreceremos en esta obra. Veremos que las profecías realmente cubren el
tiempo desde los últimos años del primer siglo de nuestra Era hasta el fin del
mundo.
c) Todas las demás teorías sobre el tiempo que cubren las profecías
carecen de evidencias y argumentos contundentes.
81 Algunas perspectivas sobre el tiempo ya transcurrido de la Era
Cristiana: desde Pentecostés del año 33 hasta 2002. Mil, novecientos sesenta
y dos años de historia espiritual y secular.
Para el entendimiento correcto de Apocalipsis, es imprescindible ubicarnos a
nosotros mismos en el lugar preciso que ocupamos en la línea del tiempo, fijar
exactamente en nuestra percepción del tiempo la fecha cuando fueron dadas
las profecías del libro y tener conocimiento de los eventos más sobresalientes
que han ocurrido desde aquella fecha hasta el día de hoy. También es de
suma importancia tener amplio conocimiento de las circunstancias especiales
que han afectado marcadamente la condición moral y espiritual de la raza
humana en algunos periodos particulares de nuestra Era, por ejemplo, la
"Edad Medieval".
82 Para conseguir estas perspectivas tan importantes, abordaremos unas
naves bien especiales que se conocen como las "Naves del Tiempo".
83 Estos aparatos curiosos pero muy sofisticados nos pueden llevar a gran
velocidad por la "Dimensión del Tiempo" hacia los lugares y los periodos
temporales que quisiéremos observar.
84 Nos pueden llevar al pasado sin que nos rejuvenezcamos. Nos pueden
llevar a los tiempos antes de nuestra fecha de nacimiento ¡sin que dejemos de
ser!
85 Nos pueden llevar al futuro sin que nos envejezcamos o muramos.
86 Dondequiera que toquemos tierra, se materializarán delante de
nosotros, como por acto de magia, los personajes, las entidades y las
condiciones de la época visitada.
87 Podremos ver ¡sin ser vistos!
88 ¿Está dispuesto usted a viajar en estas "Naves del Tiempo"? Entonces,
¡abordemos!
89 Pero, antes de abordar nuestros "Vehículos del Tiempo", debemos
prepararnos mental y espiritualmente para el viaje.
90 En primer lugar, no empacamos para este viaje ningún prejuicio que
alberguemos contra el estudio de la historia espiritual o secular. Para algunas
personas, el estudio de la historia es fastidioso y aburrido. No lo debe ser para
nosotros los que queremos entender correctamente las profecías de

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Apocalipsis, ya que el conocimiento del pasado nos ayudará grandemente en
la interpretación del libro. Además, por ser verídica y llena de acción ¡la historia
puede ser más excitante que cualquier novela de intriga! No es meramente un
relato seco de lugares, nombres extraños y fechas sino para la persona que
abre su mente y hace uso de la imaginación, la historia es una película de
mucho movimiento, de personajes inolvidables y de conflictos carnales,
morales, intelectuales y espirituales de más impacto que los de "Las guerras
de las estrellas". Pues, dejemos los prejuicios e ideas preconcebidas de toda
clase en un baúl en casa. Emprendamos el viaje con hambre de aprender
habiendo despejado la mente de prejuicios y conceptos que limitan el
entendimiento.
91 En segundo lugar, agucemos la mente y el espíritu para captar y
apreciar los grandes acontecimientos espirituales del pasado, para discernir
las condiciones espirituales que prevalecían en ciertas épocas claves y para
reconocer a los personajes y las entidades cuyas intervenciones en el
escenario del mundo ejercieron una influencia determinante sobre el destino
de multitudes de almas.
92 En tercer lugar, que no se nos olvide llevar la Biblia y una libreta de
apuntes.
93 Después de echar un vistazo al presente, recorreremos en nuestras
"Naves" el tiempo al revés comenzando con el siglo veinte y los inicios del siglo
veintiuno, hasta llegar al siglo primero. Visitaremos unos cuantos lugares y
épocas deteniéndonos en cada parada para recopilar los datos esenciales
para la formación de una perspectiva amplia sobre la historia de nuestra Era.
Esta perspectiva nos servirá como trasfondo para la interpretación de las
profecías de Apocalipsis.
94 Programamos un total de diez paradas.
95 ¿Estamos de acuerdo en cuanto a los preparativos? Entonces, ahora,
sí, podemos dar la voz: "¡Todos abordo!"
96 ¡Estas naves son muy veloces! En un santiamén, ¡pueden cruzar mil
años de tiempo!
97 Ya estamos acomodados en las naves.
98 ¿Cinturón de seguridad abrochado?
99 ¿Espaldar del asiento en su posición vertical?
100 ¡Se prenden los motores y comienza la aventura!
101 La Primera Parada. La fecha del despegue es el 20 de marzo de 1995
(fecha cuando esta conferencia fue presentada por primera vez). En un
instante, nuestras "Naves del Tiempo" se elevan a una gran altura sobre el
hemisferio occidental y se detienen para que observemos las condiciones
morales y espirituales que predominan allá abajo. Esta parada es la primera en
el viaje por la “Dimensión del Tiempo” hacia el primer siglo de esta Era
Cristiana.
102 Para que nos ubiquemos en el lugar exacto que ocupamos en la línea
del tiempo y se nos grabe indeleblemente en nuestra mente la fecha del
presente, aparecen en el horizonte de la tierra los números gigantescos
"1995". Comprendemos que desde la muerte de Cristo hasta el presente, han
transcurrido mil novecientos sesenta y dos (1,962) años. Desde las
revelaciones que recibió el apóstol Juan en la isla de Patmos, han transcurrido
mil novecientos (1,900) años, o sea, 693,500 días.
103 Mirando hacia abajo a los países del Occidente, hacemos las
observaciones y apuntes siguientes:

9
104 Las condiciones para el esparcimiento del evangelio son realmente
óptimas.
105 Se goza de casi total libertad de culto en todos los países, desde las
tierras congeladas de los esquimales de Alaska y del Canadá hasta la Tierra
del Fuego en Sur América.
106 En las constituciones de los gobiernos, se encuentran leyes que
garantizan esta libertad. Las iglesias de toda clase son protegidas por los
gobiernos.
107 Además, vemos que hay varios medios muy sofisticados de
comunicación en masa los cuales facilitan la predicación a grandes multitudes:
el radio, la televisión y la prensa. ¡Mire que aquí arriba, en el alto cielo, pasan
cerca de nosotros satélites de comunicación los cuales, programados a
funcionar en cadena, pueden transmitir mensajes a todos los habitantes del
globo terráqueo! Precisamente, en estos días (Marzo, 1995) un evangelista de
renombre llamado Billy Graham predicó una campaña en el Estadio Hiram
Bithorn, localizado en San Juan, Puerto Rico, y sus mensajes fueron
transmitidos por estos satélites a una audiencia potencial de un billón de
almas.
108 También observamos que hay mucha prosperidad material en algunos
países tales como el Canadá, los Estados Unidos y Puerto Rico. Esta
condición significa que los creyentes pueden contar con grandes recursos
económicos para efectuar la evangelización.
109 Examinamos con más atención el ámbito religioso del Occidente y
vemos que millones de almas están abandonando las religiones paganas y las
sectas tradicionales tales como la Católica Romana, la Presbiteriana, la
Metodista, etcétera, haciéndose miembros de las iglesias evangélicas o
carismáticas. Ciertamente, muchos campos espirituales del Occidente son
fértiles y el tiempo para la cosecha de almas es oportuno.
110 Nos ponemos a observar durante un ratito las actividades de las iglesias
y escuchamos sus mensajes. Vemos que unas cuantas están aprovechando
los medios de comunicación en masa. Pero observamos que la mercadería
que practican supera por mucho la de los judíos a quienes Cristo echó del
templo. Prestamos atención a los mensajes y comprendemos que su contenido
principal gira en torno a la superación personal, la prosperidad, la sanidad y
una vida terrenal libre de tensiones y dolor. En esencia, se trata de un mensaje
existencial que eleva los sentimientos por encima del conocimiento y de la
razón.
¿Qué significa esta circunstancia para el futuro espiritual del Occidente? ¿De
dónde salió este gran número de iglesias que compiten entre sí por los
feligreses y el dinero? ¿Se alude a ellas en el libro de Apocalipsis? Es
preocupante esta situación. Los grandes recursos están siendo utilizados para
esparcir una semilla corrupta.
Más preocupante aún es la situación de la verdadera iglesia de Cristo, pues
vemos que muchos de sus ancianos, diáconos, evangelistas y maestros no
aprecian el tiempo oportuno que viven, que están rezagados en cuanto al uso
de los medios de comunicación en masa, que malversan fondos considerables
en proyectos que producen pocos frutos o ninguno y que fortalecen en poco o
en nada a los miembros. Vemos que les falta visión y entrega. ¿Qué significa
esta circunstancia para el futuro de la iglesia verdadera? ¿Por qué está la
iglesia de Jesucristo cediendo, casi sin pelear, muchos campos a los sectarios
y a los religiosos de toda clase? ¿Acaso están contribuyendo a la decadencia
moral y espiritual de su época porque les falte el valor para proclamar la pura

10
Verdad? ¿Acaso están ayudando, mediante su inacción, a preparar al mundo
para Armagedón, esa última gran batalla entre el bien y el mal?
111 También vemos, con no poca consternación, muchas nubes negras y
espesas por todo el hemisferio. Se trata de la inmoralidad, de los vicios y de la
violencia que aumentan a ritmo vertiginoso. Nos preguntamos: ¿Qué augura
esta situación para el futuro de la humanidad? ¿Tendrá Apocalipsis profecías
sobre lo que estamos viendo?
112 Nuestras "Naves del Tiempo" se deslizan hacia el hemisferio oriental.
Se detienen y desde nuestro observatorio ventajoso alto en los cielos hacemos
las observaciones siguientes:
113 En la mayoría de los países de Europa, Asia y África, también hay
libertad para anunciar el evangelio sin trabas legales o intervenciones
policíacas.
114 Contemplamos a Rusia y los países que formaban, hasta el año 1991, la
gran Unión Soviética. ¡Qué caso más interesante para el estudioso de los
escenarios espirituales de la época y de las profecías de Apocalipsis! Antes de
la desintegración de la Unión Soviética, infinidad de creyentes la identificaban
como la gran Babilonia, una de las "bestias" de Apocalipsis o como uno de los
contrincantes principales en la batalla de Armagedón. Pero, de repente todo el
escenario cambió y ahora pululan por aquellas tierras hordas de evangelistas
de toda estirpe, con el resultado de que muchos rusos y personas de otras
nacionalidades de la ya extinta Unión Soviética se apresuran a entrar en las
iglesias.
115 En cuanto a la China comunista, se informa que hay hasta noventa
millones (90,000,000) de creyentes en Cristo en el país.
116 Pero, hay muy poca libertad de culto en los países musulmanes. Los
mahometanos resisten tenazmente las incursiones de las culturas y de las
religiones del occidente, vehementemente denunciándolas como "satánicas".
¿Qué significa esta circunstancia para el futuro del mundo? ¿Habla
Apocalipsis al respecto?
117 Nuestra mirada enfoca la antigua ciudad de Roma en Italia y se
concentra en un lugar llamado el Vaticano. Dicen que el Vaticano es la entidad
más rica del mundo. Meditamos sobria y largamente sobre el significado de los
"Concordatos" que tiene el Vaticano con varios países; también sobre los más
de 300,000 sacerdotes y oficiales de la Iglesia Católica que son sostenidos, por
lo menos en parte, con los fondos públicos que administran algunos gobiernos
tales como los de Italia y España. (Solo en Italia hay más de 30,000 clérigos
católicos que se benefician de los fondos estatales.) Tomamos nota de los
embajadores que muchos países envían al Vaticano, aun haciéndolo algunas
naciones, tales como los Estados Unidos de América, cuya mayoría es
protestante. También de los emisarios papales que hacen la función de
embajadores a otros países. Nos consta que la renombrada revista "Time"
seleccionó al Papa Juan Pablo II como "El hombre del año" para el año 1995 y
que un millón de filipinos acudieron para escuchar una ponencia del mismo
Papa en Manila. Nos informan que la Iglesia Católica es representada en más
ciudades, pueblos y aldeas del mundo que cualquier otra iglesia o religión.
¿Qué significa para el futuro espiritual del mundo este poderío, este
resurgimiento económico y político de la iglesia Católica? En Apocalipsis, ¿hay
profecías al respecto?
(6) Al contemplar todo el mundo del siglo veinte, pensamos en las dos
grandes guerras mundiales, en la guerra de Corea, en la de Vietnam, en los
holocaustos y en las pestilencias, las plagas, las hambrunas y otros desastres

11
naturales que han segado la vida de incontables millones de seres humanos.
En Apocalipsis, ¿hay profecías al respecto?
6. La segunda parada. Habiendo acabado nuestras observaciones sobre
el "presente", programamos nuestras "Naves del tiempo" para entrar en el
"Túnel del Tiempo" y volar a la época que abarca desde el año 1800 hasta el
año 1860. En un dos por tres llegamos, y comenzamos nuestras
observaciones.
a) En cuanto a las cosas materiales, ¡qué mundo diferente al de 1995!
(1) ¡No hay electricidad! De noche, casi todo el globo está sumido en la
oscuridad.
(2) No hay carros, aviones, teléfonos, radios, televisores ni mucho menos
computadoras.
b) En cuanto al ámbito espiritual, hacemos los apuntes siguientes:
(1) En Norteamérica, con la excepción de México, predominan las sectas
protestantes.
(2) Pero, en algunos países, principalmente en Estados Unidos de América,
vemos una luz mucho más poderosa que la de las sectas protestantes.
(a) Bajamos a la superficie para investigar y vemos que se trata de la luz
fuerte que emana de la iglesia verdadera una vez más restaurada a su propio
lugar elevado de pureza y gloria.
(b) Se materializan delante de nuestros ojos los hombres visionarios, rectos
y esforzados que están al frente de esta magna obra de restauración: Barton
Stone, Tomás y Alexander Campbell, Racoon John Smith, Walter Scott.
(c) Tenemos curiosidad: "¿Cubren las profecías de Apocalipsis esta obra
extraordinaria”?
(3) Retornamos a nuestras "Naves del tiempo" y miramos hacia el sur
donde las tinieblas de las tradiciones y de las supersticiones del catolicismo y
de las religiones de los aborígenes arropan desde México hasta Tierra del
Fuego, encerrando también al Caribe. Para el año 1800, no detectamos en
toda tan inmensa región casi ninguna luz del evangelio verdadero.
(4) Viramos hacia Europa donde discernimos la pálida luz de las sectas
protestantes en los distintos países.
(5) Al mirar hacia el Medio Oriente y Asia, se vuelve cada vez más densa la
oscuridad a causa de las distintas formas de paganismo y de mahometanismo
que predominan.
118 La tercera parada. La aventura sigue. Programamos las computadoras
de nuestras "Naves del tiempo" para cubrir aproximadamente ciento sesenta
años y llegar a la época que abarcan los años desde el 1450 hasta el 1648 de
nuestra era. Volando por el "Túnel del Tiempo", en cuestión de segundos ya
estamos dentro de referidos parámetros temporales y comenzamos
observaciones, concentrando nuestra atención principalmente en Europa.
119 Este continente, desde Grecia hasta Inglaterra y desde Italia hasta
Finlandia, emerge lentamente del feudalismo y de la "Edad del Oscurantismo".
El Renacimiento y la Reforma están en pleno desarrollo.
120 Pero, lo que vemos allá abajo nos llena de náusea y espanto. La sangre
de millones de religiosos corre por muchos pueblos y campos de Alemania,
Francia, Holanda, España e Italia.

121 Se trata de la sangre derramada durante la "Guerra religiosa de los


treinta años" entre los protestantes y los católicos. Esta guerra comenzó en el
1618 y duró hasta el 1648. ¡Hasta un cincuenta porciento de la población de

12
los países afectados murió a consecuencia de esta guerra prolongada!
(Enciclopedia Grolier, 1994, H. G. Koenigsberger).
122 También vemos correr la sangre de los disidentes que la iglesia Católica
marca como "herejes". Estos son torturados y ultimados por la "madre iglesia"
apóstata mediante los oficios de su infame "Santa Inquisición". Horrorizados,
escuchamos los quejidos espeluznantes de los que son torturados
bárbaramente y quemados por orden de los fanáticos Católicos tales como
Tomás de Torquemada. Entre las víctimas de la Inquisición se encuentran
Galileo y Juana de Arco.
123 Aun allá en el Nuevo Mundo recién descubierto por Cristóbal Colón en
el 1492, vemos sangre, la sangre de los indios que rehúsan someterse a la
Iglesia Católica, sangre que mancha las vestimentas de los sacerdotes
católicos quienes se hacen copartícipes en las matanzas.
124 Pero, no todo es guerra y sangre. La fecha es el 31 de octubre de 1517.
En Whitenburgo, Alemania, un sacerdote católico llamado Martín Lutero clava
sus famosas "Noventa y Cinco Tesis" a la puerta de la catedral retando a la
jerarquía católica a poner fin a la corrupción y a los abusos espirituales y
materiales. Se enciende su ira contra la simonía y la venta descarada de
"indulgencias". Pone en tela de juicio muchas doctrinas y tradiciones de la
"madre iglesia".
125 Remontándonos un poco más por los años, llegamos al año 1450
cuando un alemán de apellido Gutenberg inventa la prensa y las tintas que
hacen posible la impresión más rápida y económica de libros. Su invención
cambiará la trayectoria de la historia. Hará posible la impresión rápida de
grandes cantidades de copias de la Biblia en los vernáculos de las naciones,
como también la impresión de los escritos de los reformistas.
126 Nos preguntamos: en el libro de Apocalipsis, ¿hay profecías sobre esta
época tan convulsionada y decisiva en la historia de la Era Cristiana?
127 La cuarta parada. A pesar de las escenas escalofriantes que acabamos
de observar, queremos explorar aún más los tiempos de la Era Cristiana y
escogemos la época que abarca los años desde el 1096 hasta el 1250. En un
abrir y cerrar de ojos, nuestras "Naves del tiempo" nos transportan a dicha
época y empezamos nuestras observaciones.
128 Vemos que las masas están sumidas en la ignorancia, la superstición y
la miseria. Su existencia es ruda, dura y corta. El promedio de vida es de unos
cuarenta y cinco años. Pocas personas saben leer o escribir. Sin duda, nos
encontramos en la "Edad del oscurantismo".
129 Los monasterios y los conventos abundan, pero sus moradores tienen
fama de ser sumamente ociosos y escandalosamente inmorales. No es para
menos ya que la corrupción espiritual es rampante entre todo el clérigo católico
comenzando con el Papa y los cardenales en Roma hasta el oficial más
humilde.
130 Estudiamos más la situación y confirmamos que la jerarquía católica
hace toda suerte de mercadería con los gobiernos. Es más, la misma Iglesia
Católica es dueña de una gran parte de Europa. Obliga a los gobernantes a
oprimir, castigar o aun matar a las personas que se oponen a la doctrina
católica. La "Inquisición" queda instituida formalmente en el año 1231 por el
Papa Gregorio IX quien ordena a las autoridades seculares a apresar y
quemar a los que se oponen a la Iglesia Católica. No hay libertad de culto.
131 Al percatarnos de las cosas vergonzosas que están sucediendo en esta
época, sentimos el fuerte impulso de gritar: ¿Dónde está la verdadera iglesia
de Cristo? ¿Acaso escondida en las cuevas o en algún lugar remoto lejos del

13
clérigo perseguidor? ¿Dónde está la Biblia? ¿Es que nadie tiene una Biblia?
¡Las únicas que vemos están amarradas a los altares de la Iglesia Católica o
guardadas en los monasterios fuera del alcance del populacho! En el libro de
Apocalipsis, ¿encontraremos profecías sobre esta situación sumamente
alarmante y peligrosa para el verdadero pueblo de Dios?
132 Estupefactos y callados por lo que estamos presenciando, nos
quedamos mirando fijamente el continente de Europa y vemos un fenómeno
que ocurre con frecuencia en esta época: grandes compañías de personas con
cruces rojas cosidas en sus túnicas salen de los distintos países y, juntándose,
se enfilan hacia el Medio Oriente para librar a Jerusalén del dominio de los
musulmanes. ¡Conque estas campañas bélicas son las famosas "Cruzadas" de
las masas católicas contra Islam! Una sale en el año 1096, otra en el 1147;
otra en el 1188; otra en el 1202. En el 1212, sale una "Cruzada" compuesta
mayormente de niños, la mayoría de los cuales mueren o son vendidos en
esclavitud. Continúan estas "Cruzadas" hasta el siglo catorce. La pérdida de
vidas es enorme; las victorias pocas y casi siempre efímeras. En cambio, los
"mahometanos", aunque derrotados en ocasiones, se fortalecen aún más,
reconquistan los terrenos perdidos y extienden su imperio desde la India hasta
España. ¿Tiene que ver el libro de Apocalipsis con todos estos escenarios tan
sombríos y violentos y con todas estas almas llevadas locamente a un destino
cruel por poderosas fuerzas siniestras de religiones que entran en combate
carnal y mortal?
133 Habiendo contemplado con asombro las condiciones espirituales de
este periodo espantoso en la historia de nuestra era, ¿aún tenemos el valor de
penetrar todavía más lejos en el "Túnel del Tiempo"? Estamos muy lejos del
mundo de 1995. Aquí en medio de la "Edad del oscurantismo", tenemos la
sensación de que años de luz nos separan de nuestro mundo de 1995 (y del
año 2002) donde hay libertad de culto, centenares de millones de Biblias y
también iglesias en cada esquina. Definitivamente, nuestro tiempo es mejor
que la época de la Edad Medieval. Con corazón pesado, prendemos los
motores de nuestras "Naves del tiempo" y fijamos la trayectoria para el año
800.
134 La quinta parada. El año 800. En un instante llegamos.
135 El ámbito social, moral y espiritual es más o menos el mismo. El
feudalismo es el sistema social, económico y político que prevalece. Hay
monasterios y conventos por doquiera y gran número de frailes, monjes,
monjas, sacerdotes, obispos y otros prelados de la "madre Iglesia Católica".
Esta iglesia y el estado están fuertemente vinculados. ¿Por qué? ¿Es bíblica
esta relación entre el estado secular y la iglesia? ¿Qué dice el libro de
Apocalipsis al respecto? ¿Hay profecías sobre esta situación?
136 En Roma, transcurre un evento que no queremos perder. La fecha es el
25 de diciembre del año 800. Los protagonistas principales son Carlo Magno,
líder máximo de los francos, y el Papa León III de la iglesia Católica. El
poderoso guerrero Carlo Magno entra en la Basílica de San Pedro y camina
hacia el altar donde se arrodilla frente al Papa León III. Este coloca una corona
sobre la cabeza de Carlo nombrándolo el primer emperador del Sacro Imperio
Romano. ¡Esto es realmente impresionante! ¡De manera que la Iglesia Católica
hace y deshace reyes terrenales!
Meditando sobre el significado de este evento, preguntamos: ¿Qué poder
es este? ¿Qué relación es esta entre el poder eclesiástico y el poder político?
¿Acaso estamos presenciando el cumplimiento de profecías apocalípticas?
¿Acaso tenemos delante de nosotros la segunda bestia y la imagen de la

14
bestia? O, ¿será que las profecías de Apocalipsis no tengan nada que ver con
estos eventos y estas circunstancias que afectaron a centenares de millones
de almas a través de muchos siglos, teniendo repercusiones aun en el siglo
veinte y el veintiuno? ¿Cómo llegó el Papa católico a tener tanta influencia y
poder?
137 La clave para descifrar este enigma la hallaremos en los tiempos
previos al año 800. Así que sigamos nuestra jornada por la dimensión del
tiempo hacia el primer siglo de la Era Cristiana.
138 La sexta parada. Programamos las computadoras de nuestras “Naves
del tiempo” para cruzar casi doscientos años y llegar a los años desde el 590
hasta el 606, y al instante llegamos.
139 De nuevo, nos encontramos en la "ciudad eterna", Roma. Nos intriga
ese sobrenombre "ciudad eterna". Roma en el siglo veintiuno con su Vaticano,
centro religioso para un billón de almas. Roma en el centro del escenario
durante casi toda la Edad Medieval. Roma, la capital del Imperio Romano en el
occidente por 800 años. ¡Roma! ¡Roma! "Todos los caminos conducen a
Roma." ¿Figura esta ciudad tan famosa en las profecías de Apocalipsis?
140 En Roma, en el año 606, Bonifacio III es elevado al obispado de la
ciudad. Una vez dueño de semejante escaño, se propone a conseguir más
poder y reclama tener supremacía sobre todas las iglesias en todo el mundo.
Se hace "Obispo Universal", el primer "Papa" de la iglesia Católica, "cabeza"
de la iglesia en la tierra.
141 Un análisis de la situación revela que este líder religioso tiene no solo
enormes poderes espirituales sino también seculares y políticos. Por ejemplo,
Bonifacio III nombra a los gobernadores de las ciudades de Italia. ¿Cómo llegó
a tener tanto poder? Para descifrar el enigma, debemos viajar aún más lejos
por el "Túnel del Tiempo".
142 La séptima parada. Nos detenemos en el período que abarca los años
desde el 410 hasta el 476. Transpiran eventos inauditos en el Imperio
Romano: En el año 410, bajo el mando de su general Alérico, los visigodos
cruzan el Mar Mediterráneo y, durante tres días saquean a la misma ciudad de
Roma. Luego, en el 455, llegan los vándalos y saquean la ciudad durante dos
semanas. En el occidente, el Imperio Romano está sufriendo golpe tras golpe.
El poder militar está controlado por generales que no son romanos de
nacimiento. Para colmo, en el año 476, un extranjero llamado Odoacer sube al
trono de Roma. La "ciudad eterna" ha sido atacada y saqueada una y otra vez
por los vándalos, los visigodos, los unos y otros "bárbaros" del norte de Europa
y de Asia. Sus gobernadores han sido muertos o se han huido; sus ejércitos,
derrotados; sus magníficos edificios, su arte, sus libros y sus escuelas
quemados; su luz casi apagada. Estamos viendo el principio de la "Edad del
oscurantismo". En medio de estas circunstancias tenebrosas, el obispo de la
iglesia en la ciudad es quien sale ahora como representante para ella.
Preparado para tal hora y tal situación por las fuerzas de maldad que forjan la
gran apostasía, el obispo de Roma no tarda en reclamar para sí mismo y para
su iglesia, los poderes tanto seculares como espirituales que harán posible su
eventual elevación al puesto de "Obispo Universal". La gran inestabilidad
política de la época hace aún más fácil su rápido ascenso.
143 ¡El enigma ya no es enigma! El potentado religioso que coronó
emperador a Carlo Magno el 25 de diciembre del año 800 es producto de la
gran apostasía ocurrida en el seno del cristianismo y es producto del vacío
político que se creó en Europa cuando se debilitó el Imperio Romano en el
occidente.

15
144 Meditabundos, nos preguntamos para nuestros adentros: "Y las
profecías de Apocalipsis, ¿se aplican por lo menos algunas de ellas a estos
eventos y circunstancias? ¿A toda esta confabulación de poderes eclesiásticos
corruptos y poderes seculares que afectó a centenares de millones de almas
del pasado y que continúa afectando a multitudes en el siglo veinte (y el
veintiuno)?
145 Pero, vemos allá en el oriente una escena impresionante: se levanta
imperiosa y bellísima la nueva capital de Roma, Constantinopla, y se renueva
el poder del Imperio. ¿Qué significa este acontecimiento? ¿Cuándo cayó el
Imperio Romano? ¿En el siglo cinco, o más tarde? ¿Tienen que ver estos
sucesos con la bestia sanada de Apocalipsis?
146 La octava parada. No todo misterio está resuelto. Por ejemplo, ¿cómo
llegó el cristianismo a tener tanta influencia en el Imperio Romano que un
obispo de la iglesia pudiera salir a recibir a los bárbaros y negociar acuerdos
con ellos? Una de las claves para entender este misterio la encontraremos en
el tiempo de los años 312 a 324 d.C. Así que prosigamos nuestra jornada por
la “Dimensión del Tiempo”. Al llegar al año 312, observamos allá abajo en las
provincias del Imperio Romano unos sucesos portentosos.
147 La fecha es el 12 de octubre de 312 d.C. El general Constantino riñe
con el general Macentius el trono de Roma.
148 Según el relato, en una visión Constantino ve una cruz y oye las
palabras: "Bajo este símbolo vencerás".
149 Derrota a Macentius y atribuye su victoria al Dios de los cristianos. El
día 18 de septiembre de 324, públicamente repudia al paganismo y se declara
"cristiano".
150 Así es que en el lapso de un tiempo muy corto el "cristianismo" se
transforma de "religión perseguida" a "religión oficialmente reconocida y
protegida". Antes del fin del cuarto siglo, fue aceptado como "la religión del
estado", quedándose proscrito el paganismo.
151 He aquí en todos estos acontecimientos el primer matrimonio del
cristianismo con el poder secular.
152 Pero, al examinar de cerca el "cristianismo" que recibió Constantino,
comprendemos que la iglesia que se hace esposa del Señor Poder Secular no
es la esposa espiritual "sin mancha ni arruga" que el Señor Jesucristo
desposó, sino una iglesia apóstata, una mujer espiritual impostora que se hace
pasar por la esposa verdadera del Cordero. ¿Será aquella impostora "la gran
ramera" de las profecías de Apocalipsis? ¡Idea sumamente intrigante!
153 Pues, el asunto está más claro y otro misterio resuelto: el reino espiritual
que prácticamente sustituye al Imperio Romano en el occidente por un tiempo,
no era el Reino verdadero de Cristo, el cual "no es de este mundo", sino el
reino espiritual corrupto que tuvo su origen en las apostasías del primer siglo y
siguió creciendo hasta opacar, virtualmente, al Reino verdadero de Cristo.
154 La novena fase del viaje. No le decimos "parada" sino "fase". pues lo
que queremos hacer es dar vueltas por encima del gran Imperio Romano y
cruzar lentamente la época desde el año 312 para atrás hasta llegar al año 96.
Al hacerlo, nos impactan dramáticamente los eventos y las circunstancias que
observamos.
155 Este Imperio Romano que estamos viendo ahora no es "cristiano" sino
"pagano", y además muy fuerte, dominando desde la India hasta Inglaterra,
desde el Río Danubio hasta el norte de África.
156 De vez en cuando, persigue a la iglesia y no pocos miembros se
convierten en mártires.

16
157 Sin embargo, la iglesia sigue ganando adeptos a ritmo acelerado hasta
contar en su membresía, para el año 315, con el diez porciento de los
ciudadanos del Imperio, o sea, quizás unos veinticinco millones (25,000,000)
de creyentes.
158 Pero, paralelamente con el incremento numérico hay un crecimiento
descomunal de las fuerzas apóstatas, al extremo de que para el año 315 estas
fuerzas siniestras se han adueñado de casi toda la iglesia, efectivamente
pervirtiendo o anulando el poder del evangelio verdadero.
159 Al ir acercándonos ya a nuestro destino, el primer siglo de la Era
Cristiana, nos preguntamos: ¿Hablan las profecías de Apocalipsis sobre estas
persecuciones fieras contra la iglesia? ¿Se identifica en las profecías aquel
Imperio poderoso que quiso aplastar a la iglesia? ¿Se alude a aquellos
valientes cristianos que sufrieron el martirio? ¿Se profetiza sobre aquella gran
apostasía que por poco suplanta a la iglesia verdadera?

160 La décima parada. Con la cabeza llena de estas y muchas otras


preguntas, rebosada la mente y alterados los sentidos por las tantas
impresiones recogidas durante nuestra travesía a través de mil novecientos
años de historia, llegamos de repente al año 96 y a la isla de Patmos.
161 Aterrizamos y bajamos de nuestras naves. Estamos ante la presencia
del apóstol Juan quien acaba de recibir las visiones de Apocalipsis.
162 ¿Qué preguntas queremos hacerle sobre la interpretación de las
profecías que el anciano apóstol acaba de recibir? ¿Qué podría decirnos?
163 Juan murió en el año 96 (o el 98). No vio el cumplimiento de sus
profecías. No vio los lugares ni presenció personalmente los eventos que
hemos visto en nuestro largo viaje a través de la “Dimensión del Tiempo”.
164 En cuanto a la interpretación de las profecías, la ventaja es nuestra,
siempre y cuando tengamos el conocimiento necesario de la historia y de las
Escrituras, por la razón de que pertenecemos a un tiempo mil novecientos
años después de la muerte de Juan. Han transcurrido diecinueve siglos
después de aquellas profecías dadas al apóstol Juan. Han tomado lugar
muchos eventos impactantes en el mundo espiritual. ¿Es lógico que Dios no
diera a su iglesia profecías sobre tan grandes eventos, sobre entidades, tanto
espirituales como seculares, que la afectaran drásticamente en su vida y obra?
El sentido común nos lleva a pensar que, ciertamente, Dios no hubiese pasado
por alto todos estos siglos que hemos recorrido y todos estos acontecimientos
tremendamente importantes para vastas multitudes de almas, dando profecías
solo para el siglo veinte (y el veintiuno) y los tiempos subsiguientes
proyectados por los que pautan un Reino Milenial para después de la segunda
venida de Cristo. ¿Qué? ¿No hay profecías para los mil novecientos años
entre el año 96 d.C. y el presente? ¡Inconcebible! O, ¿se limitan las profecías
solo a la época antes del año 324 d.C. cuando fue convertido Constantino?
¡Increíble! Mediante la conversión de Constantino, se desencadenó una serie
de acontecimientos que resultó en la eventual "coronación" del "hombre de
pecado". Luego, a consecuencia de la elevación de la iglesia (ya apóstata) a
"religión del estado", durante más de mil años acaecieron toda suerte de
conflicto espiritual y aun carnal entre las fuerzas del Bien y del Mal, entre las
de la Verdad y las del engaño, conflictos grandes y pequeños que afectaron a
billones de almas. ¿Cómo pensar que no se diera ninguna profecía en el
Nuevo Testamento para el periodo tan largo y convulsionado que abarca
desde el año 324 hasta el presente, o desde el año 69 d.C. hasta el presente?
¿Qué toda profecía del Nuevo Testamento, en particular, de Apocalipsis fuese

17
limitada a los años antes de 324 d.C., o solo a la década de los años sesenta
del primer siglo? ¿No dio Dios profecías al pueblo de Israel que cubrieran casi
todo el tiempo de su existencia? ¿Por qué habría de dejar a su Pueblo Electo
(la iglesia) sin profecías para casi todo el tiempo de su vida y obra en la tierra?
Nuestra convicción es que el Todopoderoso instruyó proféticamente a su
iglesia para que en todo tiempo los miembros sabios de ella estén preparados
para enfrentarse a las fuerzas que los afectan a lo largo de la Era Cristiana,
hasta la culminación de esta al regresar Cristo en victoria.
15. Abordamos nuestras "Naves del tiempo" y regresamos pronto, sin hacer
escalas, al siglo veinte (veintiuno). Ahora, tenemos delante de nosotros el gran
panorama de la historia de la Era Cristiana desde el año 96 hasta el presente.
Lo tendremos presente siempre como trasfondo indispensable para el
desarrollo de la interpretación correcta de las profecías apocalípticas.

Apocalipsis

Capítulo Dos del comentario


"Las siete profecías sobre el fin del universo
y del tiempo"

165 Introducción:
166 En el primer capítulo, hicimos un viaje por la “Dimensión del Tiempo”,
levantando vuelo, en nuestras “Naves del Tiempo”, para la fecha del año 1995,
y volando hacia atrás hasta llegar al año 95 d.C., con el propósito de
establecer un trasfondo histórico realístico y claro para el estudio de
Apocalipsis.
167 Ahora viramos nuestra mirada hacia el futuro, después del año 2004
(fecha de esta revisión), con el propósito de estudiar algunas de las profecías
de Apocalipsis que enfocan, de acuerdo con las evidencias que ofreceremos,
el fin del mundo y el fin del tiempo.
168 Discernimos siete pasajes proféticos claves en el libro de Apocalipsis
que presentan eventos y circunstancias relacionados con el fin del tiempo.
169 La interpretación acertada de estos pasajes es esencial para la
colocación correcta de las demás profecías en la línea del tiempo. ¿Por qué no
comenzamos en este capítulo la interpretación del primer sello, luego del
segundo, siguiendo la secuencia de las profecías tal y como aparecen en
Apocalipsis? ¿Por qué estudiar primero las profecías sobre el fin del universo y
del tiempo, para entonces volver atrás y estudiar las profecías que descubren
condiciones y eventos antes del fin? Respetado lector, por la razón de que
deseamos establecer, definitivamente, el límite de la “línea apocalíptica del
tiempo” de acuerdo con las indicaciones de las profecías.
a) ¿Llega la “línea apocalíptica del tiempo” solo hasta el año 70 de la Era
Cristiana, o hasta el año 325, o hasta el 476, o hasta el 1985, o hasta el fin del
Milenio, o hasta el fin del tiempo? ¿Hasta cuándo llega?
b) Según nuestro análisis, la “línea apocalíptica del tiempo” llega hasta la
destrucción del planeta Tierra y el fin del tiempo mismo, o sea, para la tierra y

18
sus habitantes llega hasta el punto cuando el tiempo no será más. Una vez
establecido el límite de la “línea”, sabremos no buscar el cumplimiento de las
profecías en el tiempo más allá del límite. Por ejemplo, algunos comentaristas
hacen terminar la “línea” en el año 476. Por consiguiente, se ven obligados a
buscar el cumplimiento de las profecías en el tiempo antes del 476. Al probar
el que escribe que la “línea” se extiende hasta la destrucción de la tierra y el fin
del tiempo, no tendremos que limitar el cumplimiento de todas las profecías al
tiempo antes del año 476. También hay expositores que extiran la “línea” más
allá de la segunda venida de Cristo. Su proyección los lleva a pautar el
cumplimiento de algunas profecías apocalípticas relacionadas con esta tierra,
para el tiempo después de la segunda venida. Según ellos, la tierra sigue
existiendo después de la Segunda Venida. Este error mayúsculo engendra
todavía otro, a saber, programan una Tercera Venida para Cristo,
acontecimiento que el Señor nunca contempla y que los apóstoles tampoco
profetizan o enseñan ni por inferencia.
c) Fijar con exactitud el límite de la “línea” es vital para la interpretación de las
profecías. Por lo tanto, le suplicamos que examine usted, con mucha
paciencia, las evidencias y los argumentos presentados en este capítulo. En el
primer capítulo, establecimos el punto preciso del inicio de la “línea” para el
año 95 d.C. Mediante este capítulo, buscamos y establecemos el otro extremo
de la “línea”, es decir, su punto final. Este capítulo se hace extenso debido a la
abundancia de evidencia y de argumentos traídos para sostener la
interpretación dada a los siete textos. Con todo, quizás no se canse el lector,
pues ¡que excitante y emocionante introducirnos en el peligroso “poco de
tiempo” que precede la llegada del jinete del caballo blanco con sus ejércitos
celestiales! Es posible que le estremezcan de pies a cabeza los escenarios y
las señales, tanto terrenales como celestiales, de aquel tiempo futuro. Se
presentan en los escenarios seres extraños tales como las “tres ranas”,
personajes poderosos tales como “el falso profeta”, naciones engañadas y
reunidas para Armagedón, ciudades que se desploman, granizo que pesa
kilos, voces truendosas, relámpagos y terremotos como jamás visto. ¿Se
atreve usted a trasladarse, juntamente con nosotros, a aquellos tiempos
futuros, a presenciar a través de las profecías los últimos días agónicos de la
tierra y el fin violento de los impenitentes? Seguramente, aprovechará bien su
tiempo. Así que, ¡ánimo, hasta el fin del capítulo!
d) Al descubrir mediante las indagaciones hechas en este capítulo, el otro
extremo de la “línea apocalíptica del tiempo”, en los capítulos subsiguientes
procuraremos colocar correctamente en la “línea” los sellos, las trompetas, las
dos bestias, los diez cuernos, el cuerno pequeño, la gran ramera, los siete
reyes, el octavo rey, la mujer vestida del sol, el Milenio, etcétera. ¡Que
aventuras nos esperan! Para el que escribe, Apocalipsis es un libro lleno de
grandes aventuras, sorprendentes, aleccionadoras. Los escenarios son
variados y espectaculares, abarcando continentes, mares y regiones celestes.
¡No pierda usted ninguna de las aventuras!

170 Una vez demostrado de manera concluyente que siete pasajes


proféticos de Apocalipsis tratan del fin del universo y del tiempo mismo,
quedará plenamente comprobado que no todas las profecías apocalípticas
fueron cumplidas en el primer siglo de la Era Cristiana o durante el tiempo del
Imperio Romano hasta el año 476. De hecho, afirmamos, confiadamente, que
las profecías de Apocalipsis cubren desde fines del primer siglo hasta el fin del
tiempo.

19
3. Para que no se le escape la gran importancia de la frase “fin del tiempo”, le
invitamos a concentrar su atención en ella y tenerla presente desde este punto
en adelante. El ángel que se para “sobre el mar y sobre la tierra” juró “que el
tiempo no sería más” (Apocalipsis 10:5-6). La cesación del tiempo significa la
desaparición de toda cosa temporal, de toda cosa hecha, de toda cosa que se
ve, incluso, la tierra misma (2 Corintios 4:17-18; Hebreos 12:25-29). Significa la
consumación de los designios de Dios para la tierra y sus habitantes
(Apocalipsis 10:6). Al no ser más el tiempo, ¡tampoco será más la tierra! ¿En
que momento dejará de ser el tiempo? Dios nos dice cuándo a través de la
profecías que reveló al apóstol Juan en Apocalipsis. ¿Dejó de ser el tiempo en
el año 70? ¿En el año 476? ¿Después? ¿Cuándo deja de ser el tiempo?
171 A continuación, la identificación inicial de los siete pasajes de
Apocalipsis que presentan las profecías sobre el fin del universo y del tiempo.
172 Apocalipsis 6:12-17; 8:1.
173 Los sellos seis y siete contienen profecías sobre el fin del universo y del
tiempo.
174 El séptimo sello no contiene las revelaciones de las siete trompetas sino
que marca el fin del tiempo, siendo el "silencio en el cielo" el último evento
revelado mediante la serie de los siete sellos.
175 Apocalipsis 10:5-7; 11:15-19.
176 Conforme a la revelación dada en Apocalipsis 10:5-7, el ángel parado
sobre el mar y la tierra anuncia claramente el fin del tiempo fijándolo para
cuando suene la séptima trompeta.
177 Decididamente, las declaraciones que se hacen y los eventos que
ocurren al sonar la séptima trompeta marcan el fin del tiempo y del universo, o
sea, la consumación del "misterio de Dios".
178 Por lo tanto, esta es la segunda vez que las revelaciones de Apocalipsis
nos llevan al fin del mundo.
179 Apocalipsis 14:14-20.
180 La tierra es cegada dos veces, y no una sola vez. Toda la tierra es
cegada y no tan solo una parte, por ejemplo, la Palestina del tiempo del
Imperio Romano.
181 Este pasaje es el tercero que describe eventos que señalan la
consumación de la obra de Dios.
182 Apocalipsis 16:1-21.
183 "Las siete copas de la ira de Dios" son derramadas.
184 Se identifican también como "las siete plagas postreras" mediante las
cuales se consuma "la ira de Dios" (Apocalipsis 15:1).
185 Los acontecimientos espantosos que toman lugar al derramarse la
séptima copa señalan el fin del tiempo.
E. Apocalipsis 18:21-24. Se trata del fin de la gran Babilonia, o sea, de la
gran ramera, la cual personifica la religión (iglesia) apóstata, tambien
representada por la segunda bestia. Además, por “el hombre de pecado” que
es “aquel inicuo”. Su fin ocurre al venir Cristo la segunda vez (2
Tesalonicenses 2:8). Observe muy atentamente el enlace entre los dos
eventos. “Entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con
el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida.” ¿Qué será
el destino del “inicuo”? El señor lo “matará con el espíritu de su boca”.
¿Cuándo? Lo “destruirá con el resplandor de su venida”. Inicuo, gran ramera,
gran Babilonia: son la misma entidad. ¿Triunfó Cristo sobre la gran Babilonia
en el año 70 d.C. cuando Jerusalén fue conquistada (pero no destruida
totalmente para siempre) por los romanos? ¿La destruyó en el año 70? ¿Vino

20
con “resplandor” en el año 70? Por cierto, algunos comentaristias afirman que
lo hizo. Sin embargo, al presentarse, a través de este comentario, muchos
datos históricos, como también al lograr una interpretación armoniosa de las
profecías apocalípticas y de las demás profecías bíblicas relacionadas,
comprenderemos a plenitud que Cristo no pudo haber venido por segunda vez
en el año 70 d.C. Veremos que las muchas profecías que trazan el origen, el
desarrollo, la persecución y la destrucción de la gran Babilonia tienen alcance
global, no siendo limitadas a un rinconcito (Palestina) de la tierra. El Hijo de
Dios “aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los
que le esperan” (Hebreos 9:28). De haberse cumplido esta profecía en el año
70, o siquiera en el 476, ¿cómo explicar todo lo que ha pasado en la tierra
después de aquellos años? De haber sido destruida la gran Babilonia en el año
70, ¿cómo explicar su reaparición y tremendo poder durante la Edad Medieval,
como también su existencia hasta el presente? De cierto, la interpretación de
Apocalipsis desarrollada a través de este comentario constituye una fuerte
refutación de la doctrina según la cual Cristo vino en el año 70 del primer siglo
de la Era Cristiana.
F. Apocalipsis 19:20-21.
1. El jinete (Cristo) del caballo blanco, juntamente con los "ejércitos
celestiales", derrota "a la bestia, a los reyes de la tierra y sus ejércitos", como
también al falso profeta, lanzándolos al lago de fuego.
2. En el libro de Apocalipsis, esta escena es la sexta donde se presenta el
fin del mundo y del tiempo.
G. Apocalipsis 20:7-10.
1. Para después del Milenio, el Espírtu de Dios anuncia un periodo corto
llamado el “poco de tiempo”. Llegado a su fin referido tiempo, el diablo y las
naciones engañadas son lanzados al lago de fuego.
2. Este pasaje es el séptimo de Apocalipsis que nos lleva al fin del mundo
y del tiempo.
186 Conclusiones:
187 Las profecías de Apocalipsis no componen una sola serie de
revelaciones consecutivas comenzando con el primer sello y terminando con el
juicio del "gran trono blanco". No forman una sola cadena de revelaciones
sobre el futuro.
188 Efectivamente, hay siete series de profecías, terminando cada serie con
proclamaciones y eventos que marcan el fin del tiempo y del mundo.
189 A continuación, se desglosan las manifestaciones terrenales y
celestiales que señalan el fin del tiempo y del universo, según los siete pasajes
señalados. Para la confección de esta lista, comparamos el contenido de los
siete textos, añadimos 1 Tesalonicenses 5:1-3 y fijamos las manifestaciones, o
señales, en la línea del tiempo de acuerdo con la secuencia más evidente y
lógica, comenzando con la primera que marca el inicio del “poco de tiempo” y
concluyendo con la que resulta en el fin del tiempo para la tierra y sus
habitantes. Si desea usted cerciorarse de la precisión de esta lista, le
sugerimos que haga el mismo ejercicio con los textos bíblicos citados.
190 Al principio del “poco de tiempo”, "Satanás será suelto de su prisión" y
sale a "engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la
tierra" (20:7-8).
191 Reúne a las naciones engañadas "en el lugar que en hebreo se llama
Armagedón" (16:16).
192 Durante el "poco de tiempo", las naciones engañadas están en paz (1
Tesalonicenses 5:1-3).

21
193 Engañadas y unidas en su oposición a Dios, las naciones suben "sobre
la anchura de la tierra" y rodean a la iglesia verdadera (20:9). Este conflicto se
llama “Armagedón”.
194 A causa de este último gran conflicto entre las fuerzas del Bien y del
Mal, son muertos algunos cristianos, completándose el número de los mártires
(6:9-11).
195 Los cristianos fieles que sobreviven Armagedón son transformados
(14:14-16).
196 En la tierra ocurre "un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás"
(16:18; 6:12;11:19). Las ciudades grandes se desploman.
197 Hay "relámpagos" (11:19; 16:18).
198 Se escuchan "truenos" (11:19; 16:18).
199 Cae "un enorme granizo" (16:21; 11:19).
200 "El sol” se pone “negro como tela de cilicio, y la luna” se vuelve “toda
como sangre" (6:12).
201 Se escuchan “voces" celestiales (16:18; 11:19).
M. Aparece en el cielo el jinete del caballo blanco, con sus ejércitos celestiales
(19:11- 16).
N. Algunos de los enemigos de Dios se vuelven cobardes e intentan huir
(6:15-17).
O. "La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta" (19:20).
P. "Los demás fueron muertos con la espada..." (19:21).
Q. "El cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo
monte y toda isla se removió de su lugar" (6:14; 16:20; 20:11).
202 A nuestro endender, todas las profecías que acabamos de apuntar son
para el "poco de tiempo" entre el Milenio y el fin del tiempo para la tierra y sus
habitantes. Mediante las revelaciones de Apocalipsis, nos trasladamos, a
través de la “Dimensión del Tiempo”, al futuro para conocer el "poco de
tiempo".¡Que privilegio el nuestro! Conocer, aunque sea en parte, lo que le
pasará a nuestro mundo. Andar por el futuro como si ya lo viviéremos.
Observar y aprender. Presenciar los acontecimientos antes de que tomen
lugar. Esta experiencia asombrosa Dios la hace posible a través de sus
profecías, habiéndola planificado para nosotros para que estemos prevenidos
y nos preparemos. No se trata de adivinaciones, ni de un mundo inventado por
la imaginación humana, sino de lo que preve Dios mismo, pues las Escrituras
revelan que Él ha visto, de antemano, el desenlace de su obra; también el
desenlace de las obras de los seres humanos y el de la obra de Satanás.
Imparte su conocimiento de lo que ha de venir a los sabios y entendidos de
corazón. ¡Que privilegio el nuestro! Aprovechémoslo al máximo.
203 El "poco de tiempo" es identificado para nosotros en Apocalipsis 20:3 y
20:7-9.
204 Satanás fue encerrado en el abismo "para que no engañase más a las
naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser
desatado por un poco de tiempo" (20:3).
205 "Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión y
saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra"
(20:7-8). Satanás efectúa esta obra en las naciones después de los mil años
(el Milenio), o sea, durante el "poco de tiempo".
206 La duración del "poco de tiempo". Obviamente, el "poco de tiempo" no
es un tiempo muy breve, por ejemplo, de unos pocos días, sino un periodo lo
suficientemente largo para que Satanás engañe a las naciones reuniéndolas

22
en contra de Dios y de su iglesia para el último gran conflicto entre el Bien y el
Mal.
207 Satanás engañará "a los reyes de la tierra en todo el mundo" (16:14), "a
las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra" (20:8). Subrayamos:
"en todo el mundo"; "en los cuatro ángulos de la tierra", y no en un rinconcito
de la tierra, por ejemplo, solo en la Palestina del tiempo de los apóstoles. No
es probable que una obra diabólica de tal magnitud y alcance se haga de la
noche a la mañana, ni aun contando con las condiciones más favorables para
ella.
208 La yuxtaposición del "poco de tiempo" con los "mil años" indica un
tiempo no extremadamente corto sino quizás de unos pocos años. El "poco"
hace contraste con los "mil años".
209 Conclusión: tales consideraciones nos hacen pensar que el "poco de
tiempo" puede abarcar desde unos meses hasta unos cuantos años.
210 ¿Estamos viviendo el "poco de tiempo" en la actualidad (el año 2002,
fecha de esta revisión)?
211 Las condiciones espirituales, sociales, políticas y económicas que
prevalecen hoy por hoy en casi todo nuestro planeta enseñan que no estamos
viviendo el “poco de tiempo” en la actualidad. Habiéndolas estudiado en el
primer capítulo, en nuestro "viaje por la Dimensión del Tiempo", no volveremos
a presentarlas aquí. Si le hace falta revisarlas para convencerse, favor de
leerlas una vez más en el Capítulo Uno. Nuestra propia convicción es que,
definitivamente, las condiciones que predominan en el presente no reflejan las
que se señalan en Apocalipsis para el periodo del "poco de tiempo",
destacándose la libertad de culto que gozamos y las leyes constitucionales
contra la persecución.
212 Conclusión: para la tierra y sus habitantes, el “poco de tiempo” aún es
futuro. Miremos, pues, hacia el futuro, hacia ese lapso corto de tiempo que
precede, inmediatamente, la segunda venida de Cristo y el fin del universo.
213 ¿Cuán lejos o cuán cerca de nosotros es el "poco de tiempo"?
214 No podemos saberlo con exactitud.
215 Lo que sabemos, sí, es que aun en estos días de paz y libertad para
casi todo el pueblo de Dios, los partidarios de Satanás están obrando abierta y
agresivamente, sembrando las malas semillas del ateísmo y de otras filosofías
opuestas a la religión en general, y al cristianismo en particular, cultivando
asiduamente las enredaderas venenosas que nacen. Crecidas, florecidas y
multiplicadas en gran escala estas nocivas enredaderas, bien pueden sofocar
la planta delicada llamada "Libertad Religiosa", produciendo en el futuro no
muy lejano una "sociedad universal" dominada por el materialismo, el
hedonismo, el ateísmo, el satanismo, las ciencias ocultas, en fin, por lo maligno
en todas sus formas, bien sean llamativas y deseables o repugnantes y
asquerosas.
216 Cuando nos toque explicar las causas que traen el fin del Milenio,
estudiaremos con más detenimiento las maquinaciones malévolas de las
personas del presente que resisten los designios de Dios.
217 Según las siete profecías de Apocalipsis, el periodo del "poco de
tiempo" será un tiempo terrible de severos conflictos espirituales, de plagas y
de catástrofes planetarias. Todo culminará con la intervención espectacular de
los "ejércitos celestiales" de Dios, los cuales derrotarán, de una vez para
siempre, las fuerzas de maldad, consumándose así "el misterio de Dios" (10:7)
y "la ira de Dios" (15:1).

23
218 La intervención de los “ejércitos celestiales” es literal, y la destrucción
final de los enemigos de Dios y del universo será literal.
219 La intervención de las fuerzas celestiales no es meramente figurativa;
tampoco la destrucción final de los enemigos de Dios y del universo.
220 Este cuadro de un fin violento y literal, por sombrío y espantoso que nos
parezca, concuerda perfectamente con los demás textos proféticos de la Biblia
sobre el fin.
221 2 Pedro 3:7. "Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están
reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y
de la perdición de los hombres impíos." Veremos que su “perdición” no es solo
espiritual sino también física.
222 2 Pedro 3:10. “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche;
en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo
serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas."
223 2 Pedro 3:12. "Los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los
elementos, siendo quemados, se fundirán."
224 Hebreos 12:26-27. "Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra,
sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las
cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles."
225 2 Tesalonicenses 1:7-8. "Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el
cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los
que no conocieron a Dios..."
226 Romanos 2:5-9. "Atesoras para tí mismo ira para el día de la ira y de la
revelación del justo juicio de Dios... ira y enojo a los que son contenciosos y no
obedecen a la verdad... tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace
lo malo."
227 Mateo 24:30. "Entonces, aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el
cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del
Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria."
h) Lucas 21:25-26. “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las
estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del
bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la
expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias
de los cielos serán comovidas.” Lucas 21:35-36. “Porque como un lazo vendrá
sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo
tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas
que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”
i) 2 Tesalonicenses 2:8. “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien
el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su
venida.”
j) Apocalipsis 19:21. “Y los demás fueron muertos con la espada que salía
de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las
carnes de ellos.”
228 Hacemos un alto para preguntar: Estimado lector, ¿concuerda la visión
suya del fin con la que se presenta en estos pasajes y en los textos de
Apocalipsis?
229 ¿Cree usted en un fin violento y literal?
230 ¿Comprende usted por qué el fin ha de ser así?
231 ¿Comprende por qué el Señor viene "en llama de fuego", con gran ira y
enojo, para dar retribución?
232 En la sección “III”, hicimos una lista de las manifestaciones terrenales y
celestiales que señalan el fin del universo y del tiempo. En la sección “IV”,

24
fijamos las manifestaciones para el “poco de tiempo” entre el fin del Milenio y el
fin del mundo. En esta sección, brindamos explicaciones amplias sobre las
manifestaciones. La secuencia de las manifestaciones que seguimos es la que
nos parece más lógica y probable, tomando en cuenta la terminología bíblica
utilizada y los detalles revelados.
233 La primera señal (manifestación, evento): "Satanás será suelto de su
prisión" (20:7). Este acontecimiento notable y clave marca el fin del Milenio y el
comienzo del "poco de tiempo".
234 ¿Qué hará Satanás al quedarse suelto? "Saldrá a engañar a las
naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin
de reunirlos para la batalla" (20:8). "La bestia... los reyes de la tierra y... sus
ejércitos" se presentan como "reunidos para guerrear contra el que montaba
el caballo, y contra su ejército" (19:19).
235 ¿Cómo logra Satanás engañar a los gobernantes de toda la tierra? La
explicación se encuentra en Apocalipsis 16:13-14. Salen "de la boca del
dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus
inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen
señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la
batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso".
236 El "dragón" es Satanás (12:9).
237 La "bestia" representa al poder político en sus distintas manifestaciones
a través de los tiempos, aliado con Satanás. (Para una exposición amplia
sobre las "bestias", estudiar el Capítulo Seis.)
238 El "falso profeta" representa a toda religión falsa. Particularmente, para
la Era Cristiana, el "falso profeta" es lo mismo que la "gran ramera" de
Apocalipsis 17, o la segunda bestia de Apocalipsis 13. O sea, es lo mismo que
la gran "iglesia madre" apóstata. (Para la interpretación de la "gran ramera",
ver el Capítulo Ocho.)
239 Los "tres espíritus inmundos" son "espíritus de demonios".
240 Estos "espíritus" tenían la apariencia de "ranas", criaturas de sangre fría
que suelen vivir en lugares húmedos y tenebrosos. Por inferencia, se entiende
que Dios ve a los espíritus inmundos como ranas. Todo cristiano verdadero
tendrá el mismo concepto de ellos: ¡casi tan repugnantes como la serpiente!
Para los cristianos, los "espíritus inmundos", es decir, los falsos consejeros, los
falsos maestros, son inmundos y repugnantes.
241 Su propósito malévolo se define mediante las palabras siguientes: "Van
a los reyes de la tierra en todo el mundo... para reunirlos a la batalla de aquel
gran día".
242 ¿Cómo se manifiestan estos espíritus engañosos a los gobernantes de
la tierra? Ya que los "tres espíritus inmundos" se presentan como saliendo "de
la boca" del dragón, de la bestia y del falso profeta, pensamos que se trata de
consejeros quienes con su mucha palabrería fina y convincente (lo que sale
"de la boca") ganan la confianza de los que están en el poder. Siendo ateos,
humanistas y hedonistas, estos consejeros de mente y espíritu corruptos,
brindan consejos sobre las innovaciones y las controversias sociales y
espirituales que menoscaban aún más la moral del pueblo y ponen a los
gobernantes en contra de la verdadera religión. Aun en nuestro tiempo (1995)
cuando se goza de libertad de culto, desde hace dos o tres décadas hay
mujeres y hombres poderosos que favorecen y abiertamente aconsejan:
243 El aborto. Algunas consecuencias de la práctica común del aborto son:
Millones de niños sacrificados cada año; millones de madres y padres tan
irresponsables, egoístas y crueles que consienten sin pensarlo dos veces a la

25
matanza de los seres que procrean; el desprecio rampante y vil de la vida
humana.
244 Un tipo de educación sexual en las escuelas que tiende a pervertir a los
niños, quienes a una edad tierna aprenden no sólo cómo se hace el amor
sexual entre el hombre y la mujer sino también sobre la masturbación, el
homosexualismo y el lesbianismo.
245 El concepto de "nuevas familias modernas". (Los malos consejeros
dicen: "La familia tradicional se acabó. Es preciso reconocer y respaldar otros
tipos de familia constituidos de acuerdo con los nuevos estilos de vida de la
gente moderna y libre, por ejemplo: la familia de un solo pariente; la familia de
padres que casi siempre están ausentes; la familia de padres que no están
casados; la familia compuesta de homosexuales o lesbianas, con hijos
adoptivos"). Entre los personajes influyentes que promueven el concepto de
"nuevas familias modernas" se encuentra Hilliary Clinton, la esposa del
presidente Bill Clinton. Según ella, el gobierno y la sociedad deben reconocer y
apoyar moral y económicamente a tales familias. En Nueva York, el Sr. José
Fernández, el exadministrador del Departamento de Educación, aprobó en
clases para párvulos el uso de un librito ilustrado que enseña el
homosexualismo como un "estilo de vida" aceptable y el "hogar con dos padres
varones que duermen juntos" como un hogar "normal".
246 El concepto de "derechos legales de los hijos menores de edad". Según
este paradigma social, "el hijo menor de edad es un ser humano con derechos
sociales y legales propios no sujetos a la voluntad de sus padres. Si el hijo no
está de acuerdo con las normas que sus padres establecen para el hogar,
¡puede rehusar acatarlas! Puede denunciar a sus padres en las cortes si lo
disciplinan físicamente, le prohíben ir a fiestas, clubes nocturnos o conciertos
de "heavy metal" y "rap", o no lo dejan mirar el programa de pornografía
sadística que antoja ver." La organización de asuntos de la familia y de los
derechos humanos que funciona como una de las agencias de las Naciones
Unidas ya formuló y emitió un documento sobre "los derechos legales de los
hijos menores de edad" y muchos gobiernos del mundo lo han endosado.
247 Eliminar toda actividad religiosa de las escuelas, de los lugares de
trabajo y de las recámaras y todas las oficinas del gobierno. Por ejemplo:
248 Oraciones en los salones de clase, en los eventos deportivos, etcétera;
249 Repartir literatura religiosa o evangelizar de cualquier otra manera;
250 Mencionar a Dios o a cualquier "deidad" o religión en el lugar de trabajo;
251 Colocar cuadros o placas con mensajes religiosos en el escritorio o las
paredes del lugar de trabajo.
(e) Si en el tiempo presente abundan los "consejeros" influyentes tan faltos
de sabiduría y moralidad, ¡cuánto más proliferarán en el "poco de tiempo"!
252 Los tres espíritus hacen "señales" para engañar a los gobernantes.
253 En tiempos pasados, los gobernantes solían consultar a "sabios",
magos y hechiceros. La costumbre es evidente en los siguientes tres casos
bíblicos:
254 El Faraón (Éxodo 7:8-12; 8:1-15).
255 Nabucodonozor (Daniel 2:1-2).
256 Sergio Paulo (Hechos 13:4-12).
257 En lo concerniente al tiempo presente:
258 Es bien sabido que aun entre los gobernantes actuales hay quienes
prestan atención a videntes, se dejan influenciar por los signos del zodíaco (El
presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan y su esposa Nancy
provocaron un escándalo al dejarse llevar por esta misma influencia), hacen

26
caso a agüeros, etcétera. A personas de tal mentalidad supersticiosa los
espíritus malos las engañan con suma facilidad con sus "señales" mentirosas.
259 Además, muchos de los gobernantes del mundo evidencian una mente
sumamente materialista, sensual y oportunista, sin ni un asomo de fe
verdadera en el Dios verdadero, pese a sus pretensiones religiosas. Tal mente
ya está condicionada para recibir sin mucha resistencia a los "tres espíritus
inmundos a manera de ranas".
260 Si muchos gobernantes del tiempo presente están propensos a seguir
supersticiones y manifiestan una mentalidad tan susceptible a influencias
dañinas, ¡cuánto más los que estarán frente a las naciones durante el "poco de
tiempo"!
261 ¿Qué tipo de "señal" se proyecta?
262 Las "apariciones" de personas muertas (de María, de los "santos", de
personajes populares).
263 El cumplimiento de adivinaciones sobre las acciones y las decisiones de
los poderosos del mundo.
264 El cumplimiento de pronósticos sobre terremotos, la erupción de
volcanes, la trayectoria de huracanes y otras catástrofes naturales.
265 Las hazañas asombrosas logradas por medio de la manipulación de los
genes. También por medio de todo tipo de tecnología avanzada.
266 ¿Cuán fácil o difícil es "engañar a las naciones" (20:8)?
1). Consideremos algunos ejemplos del siglo veinte:
267 Los "nazis" de Alemania y los "fascistas" de Italia se levantaron en
contra de los preceptos básicos divinos causando la muerte de cincuenta
millones de seres humanos, incluso la muerte de seis millones de judíos.
Centenares de miles de judíos fueron incinerados en los hornos de los infames
campos de concentración.
268 La Unión Soviética, la China, Corea del Norte y otros países comunistas
quisieron erradicar toda clase de religión. En los "campos de concentración" y
los "campos de labor forzada", exterminaron a muchos millones de vidas.
Otros millones murieron en las guerras de China, Corea, Vietnam, Camboya y
Pakistán.
269 Etiopía. Mueren centenares de miles de personas a causa del régimen
político comunista, las rebeliones y el hambre.
270 Sudán. Sucede lo mismo que en el caso del Sudán, otro país africano.
271 Ruanda. En este país mueren más de 500,000 personas a
consecuencia de las rivalidades entre tribus y partidos políticos, y también a
consecuencia del hambre y de las pestilencias causadas por dichos conflictos.
(En 1995, aún continuaban las hostilidades y las matanzas).
2). Si es tan fácil engañar a las naciones en esta época de potencias
democráticas y organizaciones tales como Las Naciones Unidas que luchan
por la paz y los "derechos humanos", ¡cuánto más durante el futuro "poco de
tiempo" cuando imperarán aún más el ateísmo, el materialismo, el sensualismo
y la superstición!
272 ¿Dónde se reúnen los gobernantes engañados con "sus ejércitos" para
"la batalla de aquel gran día"? "Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama
Armagedón" (16:16).
273 El Nuevo diccionario bíblico ilustrado dice, en la página 74:
"Armagedón: Es el nombre en hebreo del lugar donde los reyes de la tierra y
todas las naciones se reunirán para hacer guerra contra el Señor Jesús en el
gran día del Dios Todopoderoso (Apocalipsis 16:16). Parece ser una mención
al gran campo de batalla de Palestina en el Esdraelón y a Megidó

27
mencionados en diversos pasajes de las Escrituras (Jueces. 5:19; 1 Reyes
4:12; 2 Reyes 23:29,30)."
274 "Parece ser" una alusión al valle de Esdraelón, pero lo cierto es que no
se conoce ningún lugar literal en la tierra llamado "Armagedón".
275 Algunos comentaristas dicen que se trata de Roma, de Palestina o de
Megidó y muchos creyentes piensan que se trata de una enorme batalla carnal
entre las naciones engañadas y el ejército de Dios.
276 Sin embargo, juntamente con otros comentaristas, creemos que el uso
de la palabra "Armagedón" es puramente simbólico, que no se trata de un
lugar específico geográfico y que no se trata de una batalla carnal entre las
naciones engañadas y la iglesia o el ejército celestial. Considere:
277 Hay ejércitos y batallas carnales, pero también hay "ejércitos" y
"batallas" en el mundo espiritual (Apocalipsis 12:7).
278 La verdadera "batalla" entre Dios y Satanás no es carnal sino espiritual.
279 De igual manera, nosotros mismos que somos cristianos "no militamos
según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales" (2
Corintios 10:3-4). Nuestra armadura es espiritual, "porque no tenemos lucha
contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes" (Efesios 6:10-20).
280 Por lo tanto, entendemos que los "ejércitos" mencionados en
Apocalipsis 19:19 como "reunidos para guerrear" contra el jinete del caballo
blanco se componen de personas (almas) engañadas al servicio de los
gobernantes engañados: consejeros, oficiales y empleados de toda categoría y
rango de todas las dependencias gubernamentales, ¡todos engañados y al
servicio incondicional de los gobernantes engañados! Desde luego, se incluyen
las fuerzas militares las cuales también están al servicio de los gobernantes.
En casi todo país, los empleados del gobierno constituyen un verdadero
"ejército": entre un diez y un cincuenta por ciento de todas las personas
empleadas. Al recibir este "ejército" órdenes de oponerse a los cristianos,
¡grande será la oposición! Entre las posibles medidas a tomarse, prevemos las
siguientes:
281 Obligan a las iglesias a pagar contribuciones.
282 Rescinden la libertad de culto.
283 Proscriben la evangelización.
284 Encarcelan a los líderes religiosos que resisten. Torturan y matan a
algunos.
285 Cierran los locales de reunión.
286 Los "ejércitos celestiales" (19:14) se componen de seres espirituales, es
decir, de los ángeles que acompañan al Señor.
287 Durante el periodo del "poco de tiempo", estos "ejércitos celestiales" no
se materializan aquí en la tierra delante de los ojos de los gobernantes
engañados, incitándolos a pelear carnalmente.
288 Los "ejércitos celestiales" no se hacen visibles ni hacen acto de
presencia en la tierra hasta el momento de la segunda aparición de Cristo en
gloria.
289 Al verlos venir con todo su poder y esplendor, los engañados de la
tierra, entiéndase: los reyes, los capitanes, los poderosos, los libres y los
esclavos, los grandes y los pequeños, se llenan de terror. Lejos de pelear,
tratan de huir (6:15-17), pero perecen consumidos por el fuego divino que
desciende del cielo (20:9).

28
290 Es del todo inconcebible que las naciones engañadas durante el “poco
de tiempo” montaran una guerra literal utilizando tanques y buques de guerra,
aviones de caza, bombarderos, cohetes, bombas atómicas, rayos láser,
etcétera para pelear contra los "ejércitos celestiales". ¿Un ejército carnal
contra el ejército espiritual de Dios Todopoderoso? ¡La mera noción es ridícula!
291 El poder de Dios es aplastante. ¡Sólo tiene que decir la palabra para
acabar al instante con todos sus enemigos y sus armas carnales!
292 De proyectarse una guerra carnal entre las naciones y el ejército de
Dios, como lo hacen los pentecostales y otros religiosos que interpretan
literalmente estos textos, cabe preguntar: ¿Cuánto tiempo durará? ¿Cuántas
bajas habrá en el ejército de Dios? ¿Cuáles armas carnales serán efectivas
contra Cristo y los ángeles? ¿Es Dios hombre para que baje de su trono y
pelee como hombre carnal? ¿Es tan corto su brazo? Estas interrogantes sirven
para subrayar lo absurdo que es la idea de una batalla carnal entre las
naciones engañadas y los "ejércitos celestiales".
293 "Gog y Magog" (20:8).
294 "Gog" era el nombre del hijo de Semaías, quien era el hijo de Joel,
descendiente de Rubén, el primogénito de Israel (1 Crónicas 5:1-4).
295 "Magog" era el nombre de uno de los hijos de Jafet, hijo de Noé
(Génesis 10:2).
296 En Ezequiel 38 y 39, "Gog" es identificado como el "príncipe soberano
de Mesec y Tubal" (Ezequiel 38:3) y "Magog" como la "tierra" donde reinaba.
Se profetizó que Gog con "muchos" otros pueblos atacarían a Israel.
297 La referencia en Apocalipsis 20:8 es simbólica, siendo "Gog y Magog"
sinónimos de "las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra".
298 "El campamento de los santos y la ciudad amada" (20:9).
299 “Campamento” y “ciudad”: ambos términos son simbólicos.
300 Por las mismas razones dadas arriba en la partida *d*, el "campamento
de los santos" no debe interpretarse como un "campamento militar" donde se
reunieran todos los miembros de la iglesia verdadera para pelear una batalla
carnal contra las naciones engañadas.
301 La iglesia está esparcida por toda la faz de la tierra. No hay por qué
pensar que todos los cristianos que habrá durante el "poco de tiempo" vinieran
de toda la tierra a reunirse en un solo lugar geográfico.
302 Los líderes religiosos del presente que reúnen sus seguidores en
"fincas", "comunas" o "campamentos" no entienden correctamente Apocalipsis
20:9, ni operan bíblicamente, ya que la iglesia verdadera no se aísla del mundo
sino que sigue haciendo resplandecer su luz entre las almas perdidas,
empiece la oposición de los enemigos de la fe.
303 La "ciudad amada" no es la Jerusalén terrenal sino la "Jerusalén de
arriba" (Gálatas 4:26). Es la ciudad espiritual la cual es la iglesia.
304 En cuanto al estado político de las naciones o los reinos existentes
durante el "poco de tiempo", ¿qué implican las frases "reunirlos a la batalla"
(16:14), "los reunió en... Armagedón" (16:16) y "reunidos para guerrear"
(19:19)? Usualmente, no es nada fácil "reunir", ni siquiera unas pocas
naciones, en apoyo de algún propósito particular. Sin embargo, durante el
"poco de tiempo", ¡Satanás logra reunirlas a todas en contra de Dios! ¡A todas!
“De la tierra en todo el mundo” (16:14).
305 Ciertamente, la unidad de todas las naciones durante el "poco de
tiempo" significa que dejarán de pelear entre sí durante referido periodo. ¡Se
unirán!

29
306 Pues, contrario a los escenarios presentados por los pentecostales y
otros religiosos, no habrá ninguna "gran guerra mundial carnal" durante el
"poco de tiempo" antes del fin. Muchos creyentes del presente están
esperando que estalle una "gran guerra global" como señal que compruebe el
acercamiento del fin. No hay texto bíblico que apoye su creencia.
307 Respalda nuestras observaciones y conclusiones la palabra profética de
Pablo en 1 Tesalonicenses 5:1-3. "Cuando digan: Paz y seguridad, entonces
vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta,
y no escaparán."
308 Durante el "poco de tiempo", los inconversos no estarán gritando:
"¡Venganza y guerra!", sino proclamando: "Paz y seguridad". ¿Por qué?
Porque los gobiernos del mundo estarán en paz.
309 En el tiempo presente, hay fuertes movimientos y organizaciones
internacionales cuya meta es eliminar totalmente la guerra como medio para
resolver disputas entre las naciones.
310 También obran fuertes corrientes internacionales de naturaleza
comercial y social que bien pueden resultar en un mercado global, libre de
tarifas, y una sociedad global hecha factible por los sistemas globales de
comunicación. Consideremos:
311 El Mercado Común de Norte América.
312 El Mercado Común de la Cuenca del Pacífico.
313 El Mercado Común Europeo.
(iii) Nuestro mundo se está convirtiendo en una "aldea global" donde se le
anima a todos los habitantes a considerarse vecinos y compañeros que
compartan no sólo el mismo planeta sino también el mismo mercado y más o
menos el mismo tipo de cultura. La "cultura universal" que se vislumbra es la
que presenta la televisión y los demás medios de comunicación en masa: la
cultura del consumismo, del entretenimiento en todas sus formas visuales,
electrónicas y físicas, y del sensualismo sin barreras.
(iv) Sin duda, un "mercado global" y una "sociedad global" servirán para
frenar drásticamente las guerras, conduciendo a la paz universal entre las
naciones.

(b) Estos sucesos y condiciones nos llevan a pensar que ya están en acción
los cambios sociales y comerciales que prepararán el camino para la pronta
entrada de los "tres espíritus inmundos a manera de ranas."

b) Referente a la profecía "Cuando digan: Paz y seguridad", que quede


claro que durante el "poco de tiempo" habrá "paz y seguridad" para las
naciones engañadas pero ¡no para la iglesia! Para la iglesia verdadera, ¡el
"poco de tiempo" se vislumbra como un periodo sumamente difícil!
314 En nuestros días (1995) ¿están reuniéndose todos los gobernantes de
la tierra en contra de Dios y su pueblo verdadero? ¿Celebran reuniones
cumbres para repudiar a Dios, pisotear la Biblia y perseguir a muerte a la
iglesia verdadera? ¿Sufrimos los cristianos verdaderos a manos de los
gobernantes y sus secuaces solo y exclusivamente porque somos cristianos?
315 Es obvio que en nuestros días no hay tal unión diabólica entre las
naciones. En la mayoría de los países la iglesia verdadera no es perseguida.
(Distinguimos entre la "iglesia verdadera" cuyos líderes y miembros se
someten a las autoridades (Tito 3:1) y las sectas llamadas "cristianas" que, sin
causa justificada, provocan a las autoridades, hacen alianzas con partidos o
movimientos políticos, montan campañas contra ciertas ideologías políticas o

30
se identifican con razas, tribus o culturas particulares, sufriendo las
consecuencias de su proceder carnal).
316 Por lo tanto, no estamos todavía en el "poco de tiempo".
317 Es evidente que en nuestros días muchas naciones garantizan libertad
de culto y honran el código moral cristiano en sus constituciones.
318 Por lo tanto, todavía no hemos entrado en el "poco de tiempo".
319 Conclusión: No vivimos tiempos de persecución como en el tiempo del
Imperio Romano o durante la Edad del Oscurantismo, ni tampoco transcurre el
"poco de tiempo". Por lo tanto, se deduce que ¡estamos viviendo el tiempo del
"Milenio"!, los mil años de paz. Paz, por cierto, no para las naciones del
mundo, las cuales siguen con sus fricciones y conflictos, sino para el pueblo de
Dios. (Para el estudio completo sobre el Milenio, ver el Capítulo Diez).
320 Las manifestaciones terrenales y celestiales que señalan el fin del
universo y del tiempo. Número dos: "Subieron sobre la anchura de la tierra, y
rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada" (20:9).
321 Este texto nos enseña que la iglesia permanece en la tierra durante el
“poco de tiempo”.
322 El "campamento de los santos", o sea, la iglesia, se encuentra en la
tierra. Los enemigos de Dios la rodean.
323 La iglesia tiene que soportar esta última "tribulación".

324 La iglesia no es "raptada" antes de esta última tribulación.


325 Sigue en la tierra, siendo el blanco de las naciones engañadas que la
persiguen.
326 La doctrina del "rapto" es falsa.
327 También es falsa la doctrina según la cual la iglesia será librada de la
última gran tribulación.
328 Instigados por los “tres espíritus inmundos a manera de ranas”, los
gobiernos engañados, con sus hordas de súbditos sumidos en el más craso
materialismo e incredulidad, primero se unen en su propósito de resistir a Dios.
Luego, toman el paso sumamente agresivo y amenazante de "rodear" a la
iglesia, es decir, sitiarla.
329 "Rodear" a la iglesia significa agresión violenta con la intención de
conquistar físicamente, incapacitar, aislar o quizás erradicar del todo.
330 Según la profecía de Apocalipsis 20:9, los gobiernos engañados inician
su plan de persecución contra la iglesia, pero el pasaje bíblico no revela ningún
detalle sobre el conflicto.
331 ¿Matan a algunos cristianos? ¿Habrá mártires durante el "poco de
tiempo"?
332 En términos militares, la frase "rodear el campamento" no suele usarse
para identificar la batalla principal sino la acción que se toma en preparación
para la batalla. Esta "acción" de "rodear" o "sitiar" casi siempre produce
escaramuzas entre los contrincantes y algunas bajas. Circunstancias parecidas
pueden darse al iniciarse el último gran conflicto espiritual. O sea, cabe la
posibilidad de que las naciones enemigas de Dios, en el proceso de "rodear el
campamento de los santos" (comenzar a perseguir a la iglesia en toda la
tierra), maten a algunos cristianos, quizás a muchos, antes de que finalice el
"poco de tiempo".
333 Sin lugar a duda, la profecía del quinto sello (6:9-11) tendrá su
cumplimiento en el Armagedón del "poco de tiempo". A los mártires de las
épocas anteriores al "poco de tiempo" de Apocalipsis 20:3, "se les dieron
vestiduras blancas y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo,

31
hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que
también habían de ser muertos como ellos."
334 ¿Cuándo se completa "el número" de los mártires? Parece muy
probable que en el Armagedón del "poco de tiempo".
335 Observamos que los mártires que se encuentran "bajo el altar" de Dios
(6:9) deben descansar "un poco de tiempo" antes de que el Señor vengara su
sangre. ¿Es el "poco de tiempo" de su descanso paralelo con el "poco de
tiempo" antes del fin? Pensamos que sí. Opinamos que el uso de la misma
frase “poco de tiempo” en ambos textos no es mera coincidencia sino indicio
fuerte de que se trata del mismo lapso de tiempo.
336 Estos mártires reinan en el cielo con el Señor durante el Milenio (20:4).
337 Terminado el Milenio, lógicamente dejan de reinar.
338 Reciben "vestiduras blancas" y descansan durante el "poco de tiempo"
durante el cual se completa su número.
339 Al término del "poco de tiempo", su sangre, como también la de todos
los mártires, es vengada cuando los "ejércitos celestiales" liquidan a las
naciones engañadas y toda alma rebelde es condenada en el juicio final.
340 Si esta interpretación es la correcta, algunos cristianos, quizás muchos,
sufrirán el martirio durante el "poco de tiempo".
341 Lo cierto es que todos los gobernantes de la tierra con todos sus
"ejércitos" de gente mala e incrédula, "el número de los cuales es como la
arena del mar" (20:8), habiendo rodeado el "campamento de los santos", es
decir, alineándose agresivamente en contra de la iglesia verdadera en toda la
tierra, haciendo guerra contra ella y matando a no pocos cristianos, de repente
se quedarán atónitos viendo la súbita transformación de los cristianos fieles y,
acto seguido, serán bruscamente sacudidos por acontecimientos
sobrenaturales y la intervención directa de los "ejércitos celestiales".
342 Entendemos que estos últimos eventos pueden transcurrir en cuestión
de horas. Ninguno de ellos requiere mucho tiempo para su realización
completa.
343 En sucesión rápida, resucitan los justos, se transforman los cristianos
fieles en la tierra, ocurre el "gran temblor", caen las ciudades, aparece Cristo
con los "ejércitos celestiales", el fuego que baja del cielo consume a los
enemigos de Dios, la tierra y los cielos desaparecen y toda alma es llamada a
comparecer ante el tribunal celestial.
344 Las manifestaciones terrenales y celestiales que señalan el fin del
universo y del tiempo. Número tres: La súbita transformación de los cristianos
fieles. "Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la
tierra fue segada" (14:16). Aplicamos la profecía de Apocalipsis 14:14-16 a la
transformación de los cristianos fieles vivos en la tierra cuando llegue el
momento en el cual las naciones engañadas serán destruidas por el fuego
divino que desciende del cielo (20:9). (Ver también la exposición, en la última
sección del Capítulo Cuatro, sobre la resurrección de los dos testigos y su
ascensión al cielo, conforme a Apocalipsis 11:11-12).
345 Esta misma transformación es enseñada en 1 Corintios 15:51-52 y 1
Tesalonicenses 4:13-18.
346 La interpretación de Apocalipsis 14:14-16.
347 "He aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al
Hijo del Hombre". El ser "semejante al Hijo del Hombre" es Cristo mismo quien
viene en las nubes (Apocalipsis 1:7; 1 Tesalonicenses 4:17; Mateo 24:30;
Hechos 1:9-11).

32
348 "Que tenía en la cabeza una corona de oro". Cristo es rey del Reino
espiritual (1 Corintios 15:25-28). “Le fue dada una corona, y salió venciendo, y
para vencer” (Apocalipsis 6:2).
349 "Y en la mano una hoz aguda". La hoz es una herramienta que se utiliza
para segar, por ejemplo, granos tales como el trigo o la cebada. Simboliza en
este texto la cosecha de las almas justas vivas en la tierra al llegar el tiempo
del fin. Todo justo comparecerá también ante el tribunal de Dios en el Juicio
Final (2 Corintios 5:10; 1 Pedro 4:17).
350 "La hora de segar ha llegado". Ha llegado la hora de apartar "a los
malos de entre los buenos" (Mateo 13:36-49). Ha llegado la hora para la
transformación de los buenos.
351 "La tierra fue segada."
(1) Se nos enseña claramente que la segunda cosecha de almas, efectuada
cuando “otro ángel, que tenía poder sobre el fuego” arroja su hoz en la tierra y
vendimia los racimos, es la de las almas pecadoras (14:18-20). Pues,
lógicamente, la primera cosecha de almas es la de las justas vivas en la tierra
al regresar Cristo.
(2) “Fue segada.” Es decir, los cristianos fieles en la tierra cuando retorna el
Señor son transformados. “No todos dormiremos; pero todos seremos
transformados” (1 Corintios 15:51). Transformados, sin ver la muerte física: tal
es el destino de las personas justas que aún se encuentran en "el
campamento de los santos y la ciudad amada", es decir, en la iglesia sobre
toda la faz de la tierra, cuando llegue el fin.
(a) Estos cristianos no levantan armas carnales para resistir a las naciones
engañadas. No cuentan con recursos militares carnales. Su única esperanza
descansa en el Señor quien no tarda en librarlas del enemigo por medio de
transformarlos.
(b) De nuevo, se nos enseña que las naciones engañadas no logran acabar
totalmente con la iglesia durante el "poco de tiempo". Aunque trabada y
duramente acosada, la iglesia sigue en la tierra durante referida época. Pero,
el peligro para la iglesia se incrementa de forma alarmante durante los últimos
días del periodo, desembocándose en la muerte violenta de algunos fieles y la
cesación de la obra evangelística de la iglesia. Mueren los dos testigos de
Dios, pero, “después de tres días y medio” ¡son resucitados! (Apocalipsis 11:7-
11). Repentinamente, viene la liberación milagrosa para ellos, como también
para los demás cristianos vivos en la tierra, cuando todos los justos vivos en
aquella hora son transformados "en un momento, en un abrir y cerrar de ojos"
(1 Corintios 15:51-52), siendo "arrebatados... en las nubes para recibir al
Señor en el aire" (1 Tesalonicenses 4:17).
352 Habiendo sido transformados, los cristianos fieles no experimentan en
carne propia las grandes catástrofes que sobrevienen enseguida a los
enemigos de Dios.
353 Ningún texto bíblico enseña que los cristianos fieles tengan que
permanecer en la tierra durante las últimas horas agónicas de la destrucción
final.
354 De quedarse en la tierra durante esas últimas horas catastróficas,
quizás sufrieran muchos el mismo tipo de muerte violenta que los impíos no
arrepentidos, a no ser que Dios los librara milagrosamente del gran terremoto,
el granizo y las demás plagas catastróficas pautadas para el fin. De quedarse,
se verían obligados a presenciar los terribles castigos divinos que caerán
sobre los impíos durante aquellas últimas horas.

33
355 A nuestro entender, los fieles del Señor serán librados de tan
espantosa experiencia siendo transformados antes de que ocurra el "gran
terremoto" y los demás eventos que resultarán en la muerte violenta de todos
los enemigos de Dios y la desintegración total del planeta Tierra y de todo el
universo material. Apoyan esta tesis:
(1) La explicación de la primera siega de la tierra que acabamos de presentar;
(2) El factor de la muerte, la resurrección y la ascensión de los dos testigos
(Ver no solo los comentarios hechos arriba en la partida e), (2) (b), sino
también la exposición más extensa presentada en la última sección del
Capítulo Cuatro).
(3) La profecía y los comentarios de Cristo en Lucas 21:24-36. Observe la
secuencia.
(a) Profecía sobre Jerusalén y los tiempos de los gentiles: “Jerusalén será
hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplen”
(Lucas 21:24). ¿Fue hollada Jerusalén por los gentiles solo por unos pocos
años durante la década de los sesenta del primer siglo de la Era Cristiana? De
cierto, esta profecía del Señor abarca no unos pocos años sino muchos siglos.
¿Se cumplieron los tiempos de los gentiles y regresó Cristo por segunda vez
en el año 70 d.C.? ¡Absurdo! Estas palabras proféticas nos enseñan que Cristo
contemplaba no solo la destrucción de Jerusalén en el primer siglo sino
eventos subsiguientes, incluso algunos relacionados con el fin del tiempo.
(b) Profecías para el “poco de tiempo” (Lucas 21:25-27). El cuadro espantoso
que describe el Señor es el mismo que el Espíritu Santo descubre en
Apocalipsis para el temible “poco de tiempo.”
(c) Alusión a la posibilidad de “escapar de todas estas cosas que vendrán”
(Lucas 21:36). “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por
dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie
delante del Hijo del Hombre.”
(i) Debidamente advertidos por las profecías de Cristo, según Mateo 24:15-22,
los cristianos pudieron huir de la gran tribulación que sobrevino a Jerusalén
cuando los romanos la sitiaron en el año 67 d.C.
(ii) Asimismo, cuando llegue el tiempo de las últimas horas agónicas para la
tierra, los cristianos podrán “escapar de todas estas cosas que vendrán.” La
similitud entre los dos eventos es significante, pero también lo son algunas
diferencias. Mateo 24:15-22 se aplica a la Jerusalén terrenal del primer siglo.
En cambio, Lucas 21:25-36 es para el periodo del “poco de tiempo,” abarcando
toda la tierra. “Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre
la faz de toda la tierra” (Lucas 21:35).
356 Las manifestaciones terrenales y celestiales que señalan el fin del
universo y del tiempo. Número cuatro: "Un gran temblor de tierra, un terremoto
tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la
tierra" (16:18; 6:12; 11:19).
357 Este "terremoto" que acontece al final del "poco de tiempo" es único en
su categoría.
358 Es "tan grande".
359 Es "cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la
tierra".
360 Entendemos que se trata de un terremoto literal.
361 Mediante la frase "cual no lo hubo jamás desde que los hombres han
estado sobre la tierra" se implica que hubiera terremotos anteriores a este
último y se compara este con aquellos. Lógicamente, tanto aquellos anteriores
como este último pertenecen a la misma categoría. De otro modo, la

34
comparación no tendría validez o significado. Por lo tanto, si los terremotos
anteriores eran literales, también lo es este último. Si este último es figurado,
también lo eran los anteriores.
362 Si los terremotos de este pasaje no son literales sino simbólicos, ¿qué
cosa simbolizan? ¿Acaso sólo representen grandes estremecimientos y
cambios en los poderes políticos? Tal interpretación no concuerda con el
cuadro de las condiciones políticas durante el tiempo del fin. Ya lo hemos
estudiado: cuando el mundo se va acercando a sus últimos días, los poderes
políticos no se encuentran batallándose los unos a los otros sino que están en
paz. Además, el destino de las naciones engañadas no es que sean
meramente conmovidas o alteradas sino ¡totalmente destruidas!
363 De todos modos, ya lo hemos comprobado: El fin de toda cosa material
y carnal será abrupto, literal y violento. Un "gran terremoto" literal encaja
perfectamente en este escenario.
364 Quizás nuestra mente resista aceptar que un terremoto literal de tal
magnitud pudiera ocurrir. En tal caso, debemos considerar el fin trágico de la
generación incrédula del tiempo antes del diluvio que rehusaba creer que el
agua pudiera subir y cubrir toda la tierra, hasta la montaña más alta (2 Pedro
3:3-7). Para Dios, ¡no hay nada imposible! Él ha dicho que este universo
material pasará. ¿Cómo pasará? No, de cierto, como la neblina que se esfuma
silenciosamente sino "con grande estruendo" (2 Pedro 3:10), explotando y
ardiendo. Un "gran terremoto" literal presagia la inminente destrucción del
planeta mismo.
365 Para que apreciemos el impacto de tal terremoto, consideremos unos
datos sobre este tipo de fenómeno y los resultados de algunos temblores y
erupciones volcánicas.
366 Datos.
367 Se registran en toda la tierra aproximadamente mil terremotos por día.
368 Un temblor que registra "8" en la escala Richter puede sentirse a mil
setecientos kilómetros de distancia.
369 Las ondas sísmicas tipo "P" viajan a seis kilómetros por segundo y las
de tipo "S" a 1.3 kilómetros por segundo. Significa que la onda sísmica tipo "P"
puede viajar 360 kilómetros en un minuto o aproximadamente 21,600
kilómetros en una hora. En sólo dos horas, o menos, tal onda sísmica puede
afectar a todo el globo terráqueo.
370 Hay una "conexión directa entre terremotos y volcanes" (Enciclopedia
Colliers, Tomo 6, págs. 649-652).
371 Ejemplos: (La siguiente información fue recopilada de la Enciclopedia
Colliers, de los libros de Britannica World Data para los años 1992 y 1993, del
Almanaque Gondal de 1974 y de la Enciclopedia Grolier´s en CD-ROM de
1994. Se presentan muchos ejemplos con el propósito de enseñar que ha
habido grandes terremotos en casi toda la tierra desde tiempos remotos hasta
el presente y que los terremotos han destruido, parcial o completamente,
muchas ciudades. Según Apocalipsis 16:19, caerán las ciudades de las
naciones a consecuencia del último "gran temblor").

372 Antioquía, Siria. 526 d.C.. Se cree que hubo 250,000 muertos.
373 Beirut, Jordania. Destruida en 551 d.C.
374 Corinto, Grecia. 586 d.C. 40,000 víctimas.
375 China. 1038. 23,000 muertos en la provincia de Shansí.
376 China. 1290. En Chihli, 100,000 muertos.
377 Japón. 1293. En Kamakura, 30,000 muertos.

35
378 República Dominicana. 1554. Arrasadas las ciudades de La Vega y
Santiago.
379 China. Provincia de Shensí. 1556. Hubo 830,000 muertos.
380 León, Nicaragua. 1609. Destruida por el terremoto y la erupción
simultánea del volcán Momotombo.
381 Lima, Perú. La ciudad fue casi totalmente destruida en 1646 y 1687.
382 Japón. 1703. Murieron 200,000.
383 India. 1737. Ciclón, seguido de un terremoto; destruida la ciudad de
Calcuta. 300,000 muertos.
384 Persia. 7 de junio de 1755. En el norte del país, 40,000 muertos.
385 El terremoto acaecido en Lisboa, Portugal el día 1 de noviembre de
1775 (el "día de todos los santos"). Murió un veinte por ciento de la población.
Veinte tres millones de kilómetros cuadradas fueron afectados.
386 Perú y Ecuador. 1797. En Cuzco y Quito, 41,000 muertos.
387 Caracas, Venezuela. 1812. Terremoto, seguido de incendios. Hubo
12,000 muertos.
388 San Salvador. 1854. La mayoría de los edificios se desplomaron. 1965 y
1986. Miles de muertos. Diez mil en 1986.
389 Mendoza, Argentina. 1861. Murieron 10,000.
390 Ecuador y Perú. 1868. Murieron 70,000.
391 Venezuela y Colombia. 1875. Murieron 16,000.
392 Valparaíso, Chile. 1906. Terremoto e incendio. 1,500 víctimas.
393 Jamaica. 1907. Murieron 1,400.
394 Puerto Rico. Octubre de 1918. Terremoto y marejada. 116 muertos y
grandes daños.
395 China. 16 de diciembre de 1920. Destruidas 10 ciudades en la provincia
de Kansú. 180,000 muertos.
396 El terremoto que ocurrió en Tokío, Japón el día 1 de septiembre de
1923. Casi toda la ciudad fue destruida. Cien mil personas murieron. Hubo
cambios de hasta 278 metros en el suelo del mar.
397 Chillán, Chile. 1939. Entre 30,000 y 40,000 muertos.
398 Perú. 31 de mayo de 1970. Devastada la región montañosa del norte.
66,794 muertos, 200,000 heridos, 400,000 sin hogar.
399 Managua, Nicaragua. 1931. Destruida y reconstruida. 1972. Más de
10,000 murieron. 200,000 sin hogar. El 50% de los establecimientos
comerciales destruidos y el 70% de las viviendas.
400 El terremoto en Guatemala en el 1976. Se deslizaron las laderas de las
montañas. Miles murieron.
401 Costa Rica y Panamá. 1992. Un terremoto de 7.4 en la escala Richter.
Mucha destrucción. 82 muertos.
402 Rusia. 29 de abril de 1992. 17,000 viviendas destruidas. Una avalancha
de fango y piedra sepultó el pueblo de Khakhieti.
403 India. 20 de octubre de 1992. Murieron 1,600.
404 Cairo, Egipto. Mueren 550 el 12 de octubre de 1993. 10,000 heridos.
5,000 viviendas destruidas.
405 Indonesia. 12 de diciembre de 1993. Más de 2,500 murieron.
406 El terremoto en Los Ángeles. Pocos murieron, pero hubo pérdidas
billonarias.
407 El terremoto que azotó a Kobe, Japón. 1995. Hubo aproximadamente
5,000 muertos. Gran parte de la ciudad y el puerto fue destruida.

36
408 El volcán Vesubio en Italia. Destruyó la ciudad de Pompea el día 24 de
agosto de 79 d.C. Dos mil murieron. La ciudad fue enterada bajo 68 metros de
ceniza (el equivalente a un edificio de 20 pisos).
409 El volcán Krakatoa, entre Java y Sumatra, literalmente explotó en el año
1883, arrojando ocho kilómetros cúbicos de material al espacio, parte del cual
alcanzó una altura de 80 kilómetros. La explosión se pudo escuchar a una
distancia de 5,500 kilómetros. Dos tercios de la isla de Krakatoa
desaparecieron. El maremoto que se produjo alcanzó 40 metros (el
equivalente a un edificio de 12 pisos) ocasionando la muerte de 36,000
personas. Tales explosiones volcánicas afectan la atmósfera por grandes
distancias llenándola de humo y cenizas que oscurecen al sol y hacen bajar las
temperaturas.
410 El volcán del Monte Peleé, Martinica, en el oriente del Caribe, explotó en
1902. De 30,000 personas que vivían en las cercanías del volcán y en la
ciudad en la costa, ¡todas murieron menos un sólo prisionero que se encontró
en una celda subterránea! El calor de las cenizas y de la lava era tan intenso
que hizo hervir las aguas de la bahía. Los barcos se volcaron o se quemaron.
411 El volcán Mauna Loa en Hawai es uno de los más activos del mundo.
En términos de masa cúbica, es la montaña más grande del mundo. Mide
4,550 metros de alto; tiene 125 kilómetros de largo y 95 de ancho. ¡Es más
grande que toda la isla de Puerto Rico!
412 "Científicos alemanes y franceses... descubrieron una región volcánica
en el suelo submarino del Pacífico Sur, a 2,000 kilómetros de las costas
chilenas. La expedición... informó del descubrimiento de 37 volcanes cuyas
cimas se encuentran entre los 100 y los 600 metros de profundidad,
calculándose su altura en el mayor de los casos en los 4,000 metros" (El
Diario, Puerto Rico, 11 de mayo del 1995, pág. 26).
413 Filipinas. El volcán Pinatubo echó humo negro y espeso a una altura de
14,900 metros. Las cenizas cubrieron centenares de kilómetros. Casi 800
murieron y centenares de miles se quedaron sin hogar.
414 Los daños devastadores que produce el "gran temblor": "La gran ciudad
fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron" (16:19).
415 Imaginemos el daño que cause un terremoto global que mida 12 en la
escala Richter. El terremoto más fuerte registrado midió sólo 8.5 en dicha
escala. Un terremoto de 12 puntos sería 35 veces más potente. Un terremoto
de 15 puntos sería 65 veces más potente. El "gran temblor" del fin será un
"terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás". La devastación será global.
416 La "gran ciudad" quizás sea una referencia a Roma misma, la "reina" de
las ciudades corruptas de la tierra por ser la sede de la "madre iglesia"
apóstata. "Dividida en tres partes" significa su destrucción total.
417 El "gran temblor" resulta en la destrucción tanto de la "gran ciudad"
como de las demás ciudades de las naciones. ¿Por qué el énfasis sobre "las
ciudades"?
418 Porque cuando ocurre un gran terremoto, "las ciudades" son las obras
del hombre que más daño sufren. Se desploman los rascacielos, los edificios
comerciales, los condominios, los hospitales, las casas, los puentes y los
expresos. Estallan grandes incendios. Los maremotos devastan las ciudades
costaneras.
419 Porque las ciudades, levantadas y promovidas con mucho orgullo
humano, siempre son el foco de toda maldad y de la oposición a Dios. Son
como poderosos imanes que halan hacia sus adentros las masas inmorales y
depravadas, los elementos mafiosos y las personas, los grupos y las

37
organizaciones liberales que promueven el humanismo, el hedonismo, el
materialismo, el escepticismo y el ateísmo. En términos generales, estas
condiciones han distinguido a las ciudades desde Babel, Sodoma, Gomorra,
Babilonia, Atenas y Roma hasta Nueva York, Tokío, Ciudad México, Los
Ángeles, Miami, Moscú, Londres, París, Caracas, Buenos Aires, Sao Paulo,
Hong Kong y San Juan. Entonces, ¡cuánto más sobresaldrán estas mismas
condiciones en las ciudades durante el "poco de tiempo" cuando la maldad
estará en pleno apogeo! El orgullo de todas las personas materialistas e
inmorales que moran en la "gran ciudad" y "las ciudades de las naciones" se
convertirá en espanto y terror cuando la tierra comience a temblar
violentamente, las calles se agrieten y los edificios tambaleen y se desplomen
al sentirse las primeras ondas sísmicas del "gran terremoto". Impactadas por el
"gran temblor" las ciudades de la tierra serán convertidas en escombros y
quemadas.
(3) Los romanos decían: “Las ciudades son dioses.” En el siguiente extracto,
la ciudad aludida es Cartago, de la provincia África del Imperio Romano, y el
tiempo es el siglo cuatro de la Era Cristiana. “La ciudad se veía chabacana y
chillona, siendo su belleza pintada sólo una máscara para todo lo que se
escondía en toda sombra. De repente, todo en derredor suyo hacía que Travis
se sientiera enfermo: la ciudad con su barniz de encanto escabroso que
encubría un pozo muro de maldad y dolor y deseos malos. Travis tenía que
luchar consigo mismo para que el poder de la ciudad no lo conquistara, para
mantenerse independiente, para conservar su individualidad. Pero, a la
verdad, sentía que la ciudad comenzara a meterse para sus adentros,
entretejiéndose con los cordones de su propio espíritu, y sabía que, al
quedarse, él también caería presa, captivado por su cántico incesante de
sirena. Los romanos tenían razón al decir: De cierto, las ciudades son dioses.”
(To the Ends of the Earth –Hasta los puntos más distantes de la tierra. Por T.
Davis Bunn. Thomas Nelson Publishers. Nashville. USA 1996.) De cierto, lo
son para multitudes de personas del tiempo presente
420 ¿Morirán grandes números de los opositores de Dios a causa de este
"gran temblor"? Sin duda alguna, ¡morirán millones y millones! ¡Sin Dios en su
corazón! ¡Sin esperanza!
421 Fenómenos relacionados con el "gran temblor de tierra". Ya que hay
una relación comprobada entre la erupción de volcanes y los temblores,
pensamos que algunos de los fenómenos señalados a continuación,
posiblemente los cause la erupción de volcanes durante el tiempo del fin.
422 "Relámpagos" (11:19; 16:18). Visualizamos los cielos llenos de grandes
"relámpagos" que descargan poderosísimas corrientes de electricidad, quizás
matando a muchos de los hombres malvados que se levantan contra Dios.
423 "Truenos" (11:19; 16:18). Truenos como jamás escuchados. Que
rompen los tímpanos. Que agrietan y hacen caer las viviendas y los edificios.
Que hacen temblar y desplomarse las montañas. Que llenan de terror.
424 "Un enorme granizo como del peso de un talento" (16:21; 11:19).

425 Un "talento": 49,200 gramos. El talento "ático" equivalía


aproximadamente 22 kilos; el talento "judío", a 45 kilos (Comentario sobre
Apocalipsis, Albert Barnes, pág 379).
426 Se trata de bolas gruesas de aproximadamente 50 centímetros
compuestas de hielo y. quizás, de las cenizas arrojadas al espacio por los
volcanes y por los incendios causados por el "gran terremoto".

38
427 Este "enorme granizo", tal cual bolas de destrucción y muerte que caen
del cielo, bombardea la tierra, destruyendo cosechas y viviendas, posiblemente
matando también a no pocos seres humanos.
428 La reacción de los impíos rebeldes: "Y los hombres blasfemaron contra
Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande"
(16:21)
429 ¿Cómo suelen reaccionar las personas incrédulas cuando azotan
desastres naturales tales como inundaciones, tormentas y terremotos.
¡Blasfeman! Maldicen a Dios por las muertes, los heridos, las pérdidas
materiales y los contratiempos. Pocos reflexionan sobre el significado de tales
eventos para el hombre en la tierra, se recapacitan y se humillan al percatarse
de cuán frágil es la vida del ser humano. La mayoría se vuelve todavía más
obstinada y dura de corazón.
430 Asimismo reaccionarán los impíos rebeldes a la "plaga" del granizo que
caerá sobre ellos durante los últimos días del fin .
431 "El sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como
sangre" (6:12).
432 Por la gran cantidad de humo que sube de los enormes incendios
voraces causados en toda la tierra por el "gran temblor".
433 Por la gran cantidad de humo y de ceniza arrojada al espacio por los
volcanes que explotan con furia increíble.
434 Estos fenómenos hacen que el sol se opaque y que la luna adquiera el
color de "sangre".
435 Las manifestaciones terrenales y celestiales que señalan el fin del
universo y del tiempo. Número cinco:"Y hubo...voces" (16:18; 11:19). Estas
"voces" se hacen oír tanto en la tierra como en el cielo.
436 Otros textos que mencionan las "voces" son:
437 "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo" (1 Tesalonicenses 4:16).
438 "Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus
escogidos" (Mateo 24:31).
439 "Y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo
han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo" (Apocalipsis 11:15).
440 Estas "voces" proclaman:
441 El fin de los reinos del mundo (11:15; 19:17-18);
442 El triunfo de Dios sobre el mal (11:17-18);
443 La siega de la iglesia y de la tierra (14:14-20);
444 Que ha venido el tiempo de juzgar a los muertos, de dar el galardón a
los justos y de destruir a los que destruyen la tierra (11:18);
445 "Hecho está" (16:17), claramente señalando el fin.

446 Las manifestaciones terrenales y celestiales que señalan el fin del


universo y del tiempo. Número seis: Los enemigos de Dios se llenan de terror
e intentan huir. Al ver estos acontecimientos sobremanera espantosos, "los
reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo
siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los
montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y
escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira
del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá
sostenerse en pie"? (6:15-17).
447 Más o menos la misma lista de categorías de personas se encuentra en
Apocalipsis 19:18, nuevamente destacándose el paralelismo de estos textos.

39
Las personas señaladas representan los distintos rangos sociales, militares,
políticos, etcétera de la raza humana. Quiere decir que durante el "poco de
tiempo" Satanás logra engañar no sólo a los reyes y los demás gobernadores
sino a personas de toda condición social y económica.
448 Este texto nos traza el cuadro de naciones engañadas que huyen de la
presencia de Dios intentando esconderse. ¿Contradice esta profecía los
pasajes que presentan a las naciones engañadas como soberbias y reunidas
para guerrear contra Dios? Pensamos que no hay contradicción alguna. Si
entendemos correctamente la secuencia de acontecimientos indicada por los
pasajes bíblicos, la aparente contradicción desaparece. Consideremos:
449 Primero, las naciones son engañadas por Satanás y se ponen de
acuerdo para pelear contra el Reino de Dios.
450 Pero, en el instante de ver y experimentar en carne propia las
manifestaciones espectaculares del soberano poder de Dios (tales como la
súbita transformación de los cristianos fieles, el "terremoto tan grande", los
relámpagos, los truenos, el enorme granizo, que el sol se pone negro y que la
luna cambia de color), estas naciones engañadas caen presas de terror
indecible, volviéndose completamente cobardes frente a la grandeza y la
majestad irresistible del Dios Todopoderoso. Intentan huir, pero no hay
escapatoria para ellos. No se arrepintieron a tiempo de su rebeldía contra el
Señor de los cielos y ahora ha llegado su fin triste y terrible.
451 Primero, niegan a Dios, rechazan su autoridad y se rebelan contra sus
normas.
452 Pero al ver su "gran poder y gloria" manifestados en los eventos
catastróficos que señalan el fin, tienen que admitir que el Dios Supremo es real
y que es Señor de todo. "Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios" (Romanos 14:11). Con ojos llenos de
asombro y pavor, ven al "Cordero de Dios" manifestar su autoridad y poder de
manera fulminante y, de repente, comprenden con gran consternación y
espanto que "el gran día de su ira ha llegado" y que nadie "podrá sostenerse
en pie" (Apocalipsis 6:17).
453 Este cuadro armoniza perfectamente con Apocalipsis 1:7. "Todo ojo le
verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación
por él."
454 "Los que le traspasaron", o sea, los incrédulos y todos los pecadores de
toda la tierra que se hacen partícipes, por medio de sus supersticiones,
creencias erróneas y actos impíos, de la crucifixión del Señor.
455 En cuanto al tiempo del fin, "todos los linajes de la tierra" es sinónimo
con las "naciones engañadas" que se levantan contra Dios en la batalla de
Armagedón.

456 También concuerda con Mateo 24:30. "Entonces lamentarán todas las
tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del
cielo, con poder y gran gloria."
457 También con Romamos 14:11. "Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se
doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios."
458 Lamentarán, se humillarán y confesarán que Dios es Dios, pero ¡ya es
demasiado tarde! ¡No pueden escapar de la ira de Dios que se hace
manifestar en "justa retribución" (2 Tesalonicenses 1:5-10).
459 Las manifestaciones terrenales y celestiales que señalan el fin del
universo y del tiempo. Número siete: "La bestia fue apresada, y con ella el
falso profeta" (19:20).

40
460 En los Capítulos Seis y Siete de este estudio, comprobaremos que la
"bestia" representa al poder secular engañado por Satanás. El "falso profeta"
es lo mismo que la "gran ramera" (el Capítulo Ocho de este estudio), siendo la
representación simbólica de la religión engañada, en particular, de la "madre
iglesia" apóstata con todas sus hijas. Al llegar el fin, estos dos entes malévolos
sufren de inmediato el golpe durísimo de la fuerza irresistible del jinete del
caballo blanco y sus ejércitos espirituales. Quedan apresados.
461 ¿Cuál es su destino? "Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un
lago de fuego que arde con azufre" (19:20). Tal es el destino final de todas los
entes seculares y políticos que se oponen a Dios siguiendo a Satanás, como
también lo es de las iglesias y de las demás organizaciones religiosas que no
acatan la voluntad de Dios sino que se adhieren a "doctrinas de demonios" (1
Timoteo 4:1-5), porque "teniendo comezón de oír", se apartan de la verdad,
volviéndose a las fábulas (2 Timoteo 4:1-4).
462 Las manifestaciones terrenales y celestiales que señalan el fin del
universo y del tiempo. Número ocho:"Los demás fueron muertos con la espada
que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron
de las carnes de ellos" (19:21).
463 "Los demás" significa el resto de los rebeldes contra Dios, es decir,
todos los que no ocupaban puestos de gran poder pero que respaldaban a los
gobernantes y a las jerarquías eclesiásticas en su resistencia a Dios.
464 "Fueron muertos" significa que estos rebeldes no serán transformados
sino que verán muerte, la muerte física, una muerte violenta ocasionada por la
intervención directa del jinete del caballo blanco.
465 "La espada que salía de la boca del que montaba el caballo" representa
el medio o los medios que el Señor utiliza para hacer morir físicamente a los
opositores de Dios. Quizás simbolice el poder mismo de la "palabra" del Señor,
ya que con sólo pronunciar las palabras de la "sentencia" sobre ellos, los seres
humanos rebeldes caerán muertos, talados por la misma "palabra" divina que
es poderosa no sólo para crear y sostener sino también para destruir. Todo lo
que hay en el mundo fue creado por el poder de la "palabra" de Dios ("Sea la
luz, y fue la luz"), toda la creación es sustentada de día en día "con la palabra
de su poder" (Hebreos 1:3) y todo será cortado cuando se escuchen las
palabras de "la voz" que conmoverá toda cosa movible (Hebreos 12:26-28).
466 La muerte violenta de los rebeldes contra Dios también es enseñada en
Apocalipsis 14:17-20. "Salió otro ángel del templo que está en el cielo,
teniendo también una hoz aguda. Y salió del altar otro ángel, que tenía poder
sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu
hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están
maduras. El ángel arrojó su hoz en la tierra y vendimió la viña de la tierra, y
echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de
la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil
seiscientos estadios" (14:19-20). La interpretación del pasaje:

467 "Salió otro ángel...teniendo también una hoz aguda." Según Apocalipsis
14:14-16, primero viene Cristo en la "nube blanca", mete su hoz y siega la
iglesia, separando los cristianos fieles de los infieles y glorificando a los fieles.
Después, sale un ángel con otra hoz para segar a los malos de la tierra. Los
cristianos infieles (siervos inútiles) que "sirven de tropiezo" (Mateo 13:41)
figuran entre los "malos" que serán segados para el Infierno. En la visión de
Apocalipsis 14:14-16, hay dos hoces: Una para segar a la iglesia; la otra para
segar a los impíos rebeldes y a los cristianos que lo son sólo de nombre. Para

41
la interpretación correcta de la visión, es preciso tomar en cuanta el hecho de
que la tierra es segada dos veces: la primera vez con el propósito de separar y
transformar a los cristianos fieles; la segunda vez, para castigar corporalmente
a todos los enemigos de Dios, matándolos, para luego resucitarlos y llevarlos,
ya como seres espirituales con cuerpos espirituales (pero no glorificados, pues
los reos del castigo eterno no serán glorificados) al Juicio final.
468 "Salió... otro ángel, que tenía poder sobre el fuego." "El fuego" es para
el castigo de los enemigos de Dios y su mención en conexión con la segunda
hoz confirma que se trata precisamente del acto de segar a los impíos de la
tierra.
469 "Llamó a gran voz." La "gran voz" de este ángel es una de "las voces"
(16:18; 11:19) que se escuchan en el cielo y en la tierra cuando el fin está
llegando a su momento fulminante.
470 "Vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras." La
copa de maldad está rebosando. Ya no hay remedio, y cuando ya no hay
remedio, ¡Dios destruye! "Más ellos hacían escarnio de los mensajeros de
Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que
subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio" (2 Crónicas
36:16). "Racimos de la tierra" significa todos los seres humanos corruptos y
rebeldes de la tierra.
471 "El ángel arrojó su hoz en la tierra y vendimió la viña de la tierra."
472 "Arrojar" en este contexto implica un acto violento de gran ira.
473 La misma idea de "muerte violenta" para los impíos no arrepentidos se
proyecta claramente en las frases "fueron muertos con la espada" (19:21) y
"descendió fuego del cielo, y los consumió" (20:19). Obviamente, no se trata
de la muerte espiritual sino de la muerte física violenta.
474 "Echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios y fue pisado el lagar
fuera de la ciudad."
475 “Las uvas” son los pecadores vivos en la tierra al regresar Cristo.
(b) "El gran lagar": "En el lagar las uvas se pisaban. Las uvas se colocaban en
el lagar, que era un receptáculo del que salía un tubo que llevaba el jugo de
las uvas aplastadas a un receptáculo de al lado" (Nuevo Diccionario Bíblico
Ilustrado, pág. 656).
(i) “El gran lagar” es lenguaje figurativo. Sin embargo, la “ira de Dios” es
real, como también lo es el castigo corporal que recibirán los impíos vivos en la
tierra al manifestarse el Señor con sus ejércitos celestiales.
(ii) “El gran lagar” simboliza la tierra misma, ya estremecida y cuarteada por el
“gran terremoto,” convulsionada y entrando precipitadamente en su etapa
agónica final. Sobre su superficie contorsionada mueren los impíos y sale su
“sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.” Esta
escena escalofriante es semejante a la de “la gran cena de Dios” donde todas
las aves que vuelan en medio del cielo” se congregan para consumir “carnes
de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus
jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes,” pues
“fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el
caballo” (19:17-21).
476 "Fuera de la ciudad." "La ciudad" es la “ciudad amada” (20:9), o sea, la
iglesia. Se infiere que el acto de pisar Dios "el lagar” de su ira no lo
presenciarán las almas justas. Éstas no observarán con sus propios ojos las
tremendas retribuciones que Dios hace caer sobre sus enemigos vivos en la
tierra en el tiempo del fin. Mediante la transformación, los justos ya habrán sido
transportados a un lugar celestial lejos de tales escenas lúgubres.

42
477 "De Dios descendió fuego del cielo, y los consumió" (20:9). Esta
expresión también enseña la muerte violenta de las naciones engañadas que
se rebelan contra Dios hasta el momento de comenzar a ver y experimentar
las manifestaciones aterradoras de su gran poder y gloria.
478 Las manifestaciones terrenales y celestiales que señalan el fin del
universo y del tiempo. Número nueve: "El cielo se desvaneció como un
pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar"
(6:14). "Y toda isla se huyó, y los montes no fueron hallados" (16:20). "Y vi un
gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la
tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos" (20:11).
479 La total destrucción del universo material es profetizada en estos textos.
480 Al acontecer este evento, "el tiempo no será más" (10:6).
J. En adición a estos textos y eventos, hay otros que tienen que ver con el
"poco de tiempo". Los abordaremos en el transcurso de estos estudios
sobre el libro de Apocalipsis.
Apocalipsis
Capítulo Tres de esta exposición
"Los siete sellos"
Capítulo seis de Apocalipsis
Observaciones preliminares: En el Capítulo Dos comprobamos que siete
textos bien definidos de Apocalipsis anuncian y describen el fin del universo, la
consumación del plan de Dios para la humanidad y el fin del tiempo. Dos
“sellos” de “los siete sellos” del libro pertenecen al tiempo del fin. Uno de los
dos, el sexto, ya lo estudiamos en el Capítulo Dos. En el presente capítulo
analizamos los cinco sellos que se anteponen a los últimos dos en la línea del
tiempo, y también el séptimo sello.
481 Introducción (Apocalipsis 6:1-2).
482 "Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro
seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira" (Apocalipsis 6:1).
483 "El Cordero" es Cristo.
484 "Los sellos".
485 El libro que Juan vio en la mano de Dios fue "sellado con siete sellos"
(Apocalipsis 5:1).
486 "Sello. Sortija u objeto cilíndrico que llevaba el nombre de su propietario,
o un diseño, y a veces ambos, grabados en el metal o en la piedra preciosa.
Los sellos rectangulares y ovalados desplazaron totalmente a los cilíndricos en
Palestina a partir de la edad de hierro. Las cartas y otros documentos se
formalizaban mediante un sello" (Nuevo diccionario bíblico ilustrado, Página
1078). De acuerdo con esta información, es probable que los siete sellos
fueran rectangulares u ovalados.
487 Los documentos de gran importancia eran sellados con múltiples sellos.
Ya que se utilizaron siete sellos para sellar el libro que Juan vio, debemos
considerar de suprema importancia su contenido.
488 "Los cuatro seres vivientes" se introducen y se describen en
Apocalipsis 4:6-8.
489 "Decir con voz de trueno", o sea, con gran autoridad.
490 "Ven y mira."
491 Al abrir sucesivamente los sellos, Cristo no lee en voz alta el texto del
libro.
492 A Juan no le es revelado en ningún momento el texto exacto de aquel
misterioso "libro escrito por dentro y por fuera" (Apocalipsis 5:1).
493 ¿Cuál es el mensaje del libro?

43
494 Su contenido se da a conocer solamente por medio de las escenas que
Juan ve.
495 Se trata de algunas profecías y revelaciones que se anuncian mediante
una serie de dramáticos símbolos y visiones.
496 La visión del primer sello. "Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo
montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para
vencer" (Apocalipsis 6:2).
497 "Un caballo blanco."
498 Animal admirado universalmente por su tamaño, fuerza, belleza, coraje y
velocidad, el "caballo" es símbolo de militancia.
499 El personaje que montaba el caballo "salió venciendo, y para vencer".
Estos verbos "venciendo... vencer" también nos hacen pensar en la militancia,
en las confrontaciones violentas, en las batallas, en la guerra.
500 Este "caballo blanco" aparece nuevamente en la visión de Apocalipsis
19:11-21, donde se describe la batalla final entre las fuerzas del bien y del mal.
501 El color "blanco" es símbolo de la pureza, de la santidad, de la verdad y
de la victoria.
502 El "gran trono" de Dios es "blanco" (Apocalipsis 20:11).
503 Las vestiduras dadas a los mártires son "blancas" (Apocalipsis 6:11).
504 La piedrecita con el nombre nuevo es "blanca" (Apocalipsis 2:17).
505 Los redimidos "están vestidos de ropas blancas" (Apocalipsis 7:13).
506 "Los ejércitos celestiales" están "vestidos de lino finísimo, blanco y limpio"
(Apocalipsis 19:14).
507 "Los ejércitos celestiales" montan "caballos blancos" (Apocalipsis
19:14).
508 En la Biblia, el color "blanco" nunca es símbolo de la maldad.
509 "El que lo montaba." ¿Quién es el que montaba el caballo blanco? ¡Es
Cristo! Analicemos las evidencias.
510 El "caballo" de este jinete es "blanco", símbolo de pureza y victoria. Cristo
es santo y también victorioso sobre Satanás, el pecado y la muerte. "Cabalga
sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia" (Salmo 45:4), texto
profético aplicado al Señor, según el contexto de Hebreos 1:8-9. ¿Se percata
del simbolismo fuerte en el Salmo 45:4 asociado con el "caballo"? El "caballo"
de Cristo se llama "Palabra de Verdad", se llama "Humildad", se llama
"Justicia".
511 El jinete "tenía un arco".
512 Valiéndose del arco, el jinete lanza "saetas agudas" que penetran "en el
corazón" de sus enemigos (Salmo 45:5).
513 Las "saetas agudas" son las enseñanzas del Nuevo Testamento que
juzgarán a todo pecador no arrepentido "en el día postrero" (Juan 12:44-50).
514 Cristo es el que tiene el arco y lanza las "saetas agudas".
515 Al jinete "le fue dada una corona".
516 La "corona" que tiene el jinete no se la arrebató a nadie sino que "le fue
dada".
517 Dios el Padre dio a su Hijo Cristo una "corona". El cumplimiento de la
profecía del Salmo 45:6-7 referente a esta corona es confirmado en Hebreos
1:8-9.
518 El Cristo victorioso de Apocalipsis 19:12 luce "en su cabeza muchas
diademas" y su nombre es "Rey de reyes y Señor de señores" (Apocalipsis
19:16).
519 El jinete "salió venciendo, y para vencer".
520 Cristo es el que ha "vencido al mundo" (Juan 16:33).

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521 Los seguidores de Cristo vencemos en su nombre y por medio de las
armas espirituales que él nos provee (Romanos 8:37; Apocalipsis 3:21; 5:5; 2
Corintios 10:3-6; Efesios 6:10-20).
522 ¿Por qué la repetición de los verbos "venciendo, y para vencer"?
523 Quizás para indicar que el jinete es persistente e invencible.
524 Quizás la frase "para vencer" indique que el propósito del Señor es
siempre vencer, o sea, arrebatar a todas las almas para su Reino, pero que no
lo logra en todo corazón, ni en toda época o todo lugar de la tierra.
525 Varias conclusiones sobre la interpretación del primer sello y
observaciones sobre su significado para la iglesia y para el mundo inconverso.
526 Cristo es el jinete que monta el caballo blanco.
527 La "guerra" que el Señor libra no es carnal sino espiritual.
528 Sus armas son espirituales. Él conquista para su Reino a las almas
arrepentidas y consigna a las rebeldes al castigo eterno. Dice: "No he venido
para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al
hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su
suegra" (Mateo 10:34-35).
529 Mediante la visión de este sello recibida a fines del primer siglo, se
proyectó para el resto del tiempo de la Era Cristiana la gloriosa guerra del
Cordero contra las fuerzas malévolas, y su triunfo final sobre Satanás y todos
los seres humanos rebeldes.
530 ¿Qué tiempo cubre la profecía del primer sello?
531 Desde el tiempo en que fue dada hasta la segunda venida de Cristo.
Durante todo este tiempo, el jinete del "caballo blanco" sigue batallando en
defensa de la Verdad y de la Santidad. Sigue peleando en contra de la
mentira, del engaño y de la maldad en todas sus formas.
532 En el tiempo presente, el "caballo blanco" con su jinete valiente corren
libremente por casi toda la tierra porque la mayoría de los gobiernos del mundo
han legislado a favor de la libertad de culto. ¿Por cuánto tiempo más podrán
correr libremente, sin trabas, sin barreras?
533 ¿Qué significa esta visión para la iglesia? ¿Por qué presentar a la iglesia
una visión del Cristo militante y victorioso?
534 Para apreciar su importancia para la iglesia, es preciso que nos
traslademos a la época de tiempo cuando Apocalipsis fue revelado, es decir, a
fines del primer siglo. Para los cristianos de aquel tiempo, la profecía
significaba que Cristo y su iglesia iban a continuar su lucha en la tierra hasta
vencer, de una vez para siempre, a todos los enemigos de Dios y de la
humanidad.
535 Significaba que Cristo y su iglesia iban a proseguir su obra en la tierra a
pesar de las persecuciones de los judíos y de los romanos de aquel tiempo y a
pesar de las persecuciones de los tiempos subsiguientes (de la Edad Medieval
y del "poco de tiempo").
536 Efectivamente, esta revelación servía, y sirve aún, para confirmar la
promesa dada por Cristo a sus seguidores: "He aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20).
537 Su efecto en la iglesia de todos los tiempos es el de animar y estimular.
Los cristianos tenemos grabada y viva en nuestra mente la visión del jinete del
"caballo blanco" que sale "venciendo, y para vencer" y nos sentimos animados
y fortalecidos para seguir luchando.
538 En cumplimiento de la visión, hoy día la iglesia verdadera sigue militante.

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539 Hoy día, nosotros los cristianos verdaderos somos los soldados del
poderoso guerrero del "caballo blanco". Él es nuestro general y nosotros su
ejército espiritual en la tierra.
540 En la gran batalla espiritual que estamos lidiando, cada uno de nosotros
debe estar dispuesto a sufrir "penalidades como buen soldado de Jesucristo"
soportando gustosamente el calor y la fatiga de la batalla (2 Timoteo 2:3-4).
541 Ya que el jinete del "caballo blanco" es invencible, ¡nuestra victoria es
segura! Por lo tanto, no debemos desmayar. ¡La corona es nuestra! ¡No la
soltemos!
542 ¿Qué significa esta visión para los inconversos?
543 Que el único guerrero que saldrá totalmente victorioso de las fieras luchas
espirituales libradas en esta tierra y entre las huestes celestiales es el valiente
e invencible jinete del "caballo blanco".
544 Que resistirle es necio en extremo ya que todo aquel que resista será
derrotado y lanzado en el lago de fuego y azufre juntamente con el rey de los
rebeldes, "el ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en
griego, Apolión" (Apocalipsis 9:11).
545 Que es más sabio ponerse del lado de este poderoso guerrero que monta
el "caballo blanco", sometiéndose a su mando. Él trata con gran compasión a
sus soldados fieles y al final de las batallas coronará a cada uno con la
diadema de la vida eterna haciéndole pasar a morar entre las riquezas
incontables de la "tierra nueva".
546 El segundo sello. "Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser
viviente, que decía: Ven y mira. Y salió otro caballo, bermejo, y al que lo
montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos
a otros; y se le dio una gran espada" (Apocalipsis 6:3-4).
547 "Otro caballo, bermejo."
548 "Bermejo. Rubio o rojo, aplicado al pelo o al color de la piel" (Diccionario
de uso del español, Tomo 1, Página 369).
549 El "caballo" es símbolo de guerra y "rojo" es el color de la sangre.
550 Por lo tanto, el "caballo rojo" simboliza las guerras carnales mediante las
cuales los seres humanos, en sus constantes confrontaciones belicosas,
derraman mucha sangre.
551 El "caballo blanco" simboliza la guerra espiritual. En contraste, el
"caballo rojo" simboliza la guerra carnal.
552 "Al que lo montaba." ¿Quién es el que montaba el "caballo bermejo"?
Quizás uno de los poderosos "ángeles destructores" de Dios.
553 Estos "ángeles destructores" se mencionan en el Salmo 78:49.
554 La destrucción de Sodoma y Gomorra fue encargada a dos ángeles
(Génesis 19:1-13).
555 Los ángeles que recorren la tierra se presentan como cabalgando sobre
"caballos alazanes, overos y blancos" (Zacarías 1:7-12. Compare Daniel 10:4-
13).
556 Los cuatro ángeles de Apocalipsis 7:1-3 tienen poder para "hacer daño
a la tierra y al mar".
557 "Le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos
a otros."
558 A través de los siglos, para algunas naciones ha habido de vez en
cuando "tiempos de paz" durante los cuales sus ciudadanos han podido vivir
"quieta y reposadamente" (1 Timoteo 2:1-2).
559 La "pax romana" comenzó en el año 27 antes de Cristo cuando César
Augusto subió al trono de Roma, y se dice que aquella paz duró dos cientos

46
años. Con todo, era una paz relativa ya que Roma seguía peleando contra las
naciones en sus fronteras.
560 La paz que disfrutan muchas naciones en el tiempo presente. En el siglo
veintiuno, hay naciones cuyas propias fronteras no han sido violadas por más
de cien años. Habrán peleado contra otras naciones, pero preservan la paz
para los ciudadanos residentes en el terruño propio.
561 En el "poco de tiempo" que precede el fin del mundo habrá paz en la
tierra entre las naciones (1 Tesalonicenses 5:1-3).
562 Pero, casi toda Página de la historia de nuestra raza está teñida del
"rojo" de la sangre derramada abundantemente mediante infinidad de guerras
grandes y pequeñas. Ningún "tiempo de paz" ha durado indefinidamente.
563 El apóstol Juan recibió las visiones de Apocalipsis durante la época
conocida históricamente como la "pax romana".
564 Pero, por medio de la visión del "caballo rojo" se profetiza claramente
que aquella "paz" no iba a durar siempre. El jinete del "caballo rojo" iba a
"quitar de la tierra la paz".
565 "Y se le dio una gran espada."
566 La "espada" es un arma cortante de agresión física, símbolo universal
de la guerra y del derramamiento de sangre.
567 El jinete del "caballo bermejo" recibe no una espada cualquiera sino
"una gran espada". El tamaño de la espada quizás signifique que habría gran
matanza en toda la tierra y que ninguno sería capaz de evitarlo.
568 Algunas conclusiones sobre la interpretación de la profecía y
observaciones sobre su significado para la iglesia y para el mundo inconverso.
569 ¿Qué tiempo cubre la profecía del segundo sello?
570 De acuerdo con las interpretaciones y las observaciones dadas arriba,
cubre desde el fin de la "pax romana" hasta el "poco de tiempo" cuando las
naciones de la tierra se unirán (estarán en paz entre sí) bajo el estandarte de
Satanás.
571 Cubre todas las épocas del referido periodo cuando la paz ha sido
quitada en cualquier lugar de la tierra y los seres humanos han comenzado a
matarse los unos a los otros.
572 ¿Ha sido cumplida la profecía? ¡Infinidad de veces! En innumerables
ocasiones la paz ha sido quitada de la tierra durante el periodo señalado que
cubre hasta el presente y durará hasta el "poco de tiempo". La lista de todas
las guerras luchadas durante el periodo es muy largo.
573 Se inicia con las guerras romanas contra los invasores "bárbaros" del
oriente y del norte que amenazaban con devorar el Imperio Romano y también
las guerras civiles que estremecían los fundamentos del imperio.
574 Incluye todas las guerras entre los falsos "cristianos" de la "madre
iglesia" apóstata y los musulmanes, incluso las guerras vergonzosas de las
"cruzadas".
575 Abarca infinidad de guerras peleadas durante la Edad Medieval entre el
"Santo Imperio Romano" y sus enemigos, entre el Imperio Bizantino (el Imperio
Romano Oriental) y sus enemigos, entre el papado y sus enemigos, entre las
naciones nacientes de Europa, la "guerra de los treinta años" y todas las
guerras del "viejo mundo" y del "nuevo mundo" durante los siglos del
descubrimiento y de la explotación de las "tierras nuevas".
576 Continúa con las guerras de liberación mediante las cuales se
independizaron los países del "nuevo mundo".

47
577 Culmina, para las generaciones del siglo veinte, con las dos grandes
"guerras mundiales" y las demás guerras tales como la de Corea, la de
Vietnam y la del Golfo Pérsico.
578 ¿Qué tiene que ver esta profecía con la iglesia? ¿Por qué revelársela?
¿Por qué decir a la iglesia que las guerras no van a cesar?
579 Es como si Dios dijera a los cristianos de aquel tiempo y de todos los
tiempos: "¿Quieren saber lo que viene? ¡Vienen más guerras! Acéptenlo.
Prepárense."
580 Es como si dijera a la iglesia: "Ustedes pertenecen a mi Reino de paz y
proclaman valientemente mi mensaje de paz, pero ustedes, mi pueblo, nunca
lograrán implantar la paz sobre toda la faz de la tierra. Habrá más y más
guerras."
581 Lo cierto es que mediante esta profecía, los cristianos verdaderos de
todos los tiempos debemos comprender que la iglesia por sí sola nunca podrá
imponer la paz en la tierra.
582 Por numerosa que sea su feligresía, ¡no podrá imponer una paz
duradera entre las naciones!
583 ¡No habrá tal cosa como un "Milenio de paz entre las naciones"! Hoy
día, el "caballo bermejo" sigue corriendo por la tierra. La iglesia verdadera no
puede detenerlo. Los "evangélicos" y los "pentecostales" con su teología
equivocada del "rapto" y del "reino milenial de paz en la tierra" no pueden
detenerlo. Los "testigos de Jehová" con su doctrina errada de una "teocracia
terrenal" totalmente "pacífica", no pueden detenerlo.
584 Durante el Milenio, la iglesia verdadera goza de paz y libertad, pero las
naciones siguen su trayectoria de siempre: Su orgullo y sus conflictos
ideológicos, económicos, raciales y culturales las llevan a preferir la guerra
sobre la paz. (Para un análisis más detallado de las condiciones en la tierra
durante el Milenio, ver el Capítulo Diez de este estudio).
d) Inevitablemente, las guerras afectan la iglesia.
(1) En tiempos de guerra se dificulta más la evangelización.
(2) En el caso del Imperio Romano y la iglesia, los paganos del Imperio
solían culpar a los cristianos por las invasiones de los bárbaros y por las
derrotas que sufrían a manos de sus enemigos.
(3) A la iglesia le conviene estar siempre alerta para que esté preparada
sicológica y espiritualmente para lo inevitable: ¡guerras y más guerras! Guerras
hasta el ominoso "poco de tiempo" que precede el fin.
585 ¿Qué lección tiene esta profecía para los inconversos del mundo?
586 Que es casi imposible detener en la tierra al "caballo bermejo" de la
guerra.
587 Que las guerras constituyen una de las consecuencias más diabólicas y
horríficas de la rebeldía contra Dios.
588 Que toda persona que anhela la paz eterna debe aceptar las
condiciones del "pacto de paz" que el Todopoderoso ha ratificado con la
sangre de su Unigénito. Según los términos de este pacto divino, es preciso
creer que Cristo es el Hijo de Dios, arrepentirse de todo pecado, confesar el
nombre de Cristo, sumergirse (bautizarse) en las aguas para el perdón de
pecados y perseverar hasta la muerte (Marcos 16:15-16; Hechos 2:38; Mateo
10:32-33; Apocalipsis 2:10). Las únicas personas a quienes se les concede
admisión al Reino de paz y justicia son las que acatan sinceramente estos
términos.
589 El tercer sello. "Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que
decía: ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba

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tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres
vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada
por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino" (Apocalipsis 6:5-6).
590 "Un caballo negro."
591 En el contexto profético y literario de este pasaje, el color "negro" es
símbolo de la muerte y de la hambruna, la cual también causa la muerte de
muchos seres humanos. Por ende, el color "negro" es símbolo de todas las
fuerzas de maldad que causan la hambruna en la tierra. Entre tales causas
señalamos: la guerra, la holganza de quienes no siembran ni proveen para los
tiempos malos y el despilfarro de los comestibles disponibles.
592 Referente al color "negro" como símbolo de la hambruna, lo acertado
del simbolismo se ve en las víctimas de la desnutrición severa, pues su piel
tiende a volverse pardusca o negra.
593 "El que lo montaba." Quizás otro de los "ángeles destructores".
594 "Tenía una balanza en la mano." La "balanza" es un instrumento para
pesar artículos, tratándose en este caso de los comestibles básicos.
595 "Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un
denario; pero no dañes el aceite ni el vino."
596 En muchos países del mundo, el "trigo" siempre ha sido uno de los
comestibles más básicos.
597 La "cebada" es un grano parecido al trigo, aunque generalmente
considerada inferior a éste y, por lo tanto, de menos valor.
598 "Un denario." "Moneda de plata romana equivalente a la dracma griega;
el salario diario de un jornalero (Mateo 20:2, 9, 13)" (Nuevo diccionario bíblico
ilustrado, Página 247).
599 El "aceite" de oliva se usaba para alimento (2 Crónicas 2:10; 11:11) y
"en las mesas de Europa y de la cuenca del Mediterráneo" el "vino... ha sido
elemento de consumo diario desde hace siglos" (Nuevo diccionario bíblico
ilustrado, Página 1210).
600 Algunas conclusiones sobre la interpretación de esta visión y
observaciones sobre su significado para la iglesia y para el mundo.
601 Sin lugar a dudas, el "caballo negro" es el caballo de la escasez, de la
penuria, de la desnutrición y de la hambruna mortífera.
602 Con el salario de un día, el padre de familia puede comprar solo dos
libras de trigo o seis libras de cebada. No le sobra para comprar vegetales o
carnes. Quizás ni siquiera para comprar aceite o vino. No le sobra para ropa ni
techo.
603 El trigo o la cebada, el aceite y el vino no constituyen una dieta
balanceada. El que consume día tras día cantidades reducidas de estos
comestibles se vuelve desnutrido.
604 ¿Qué tiempo cubre la profecía del tercer sello?
605 Desde el tiempo cuando fue dada hasta el fin del mundo.
606 Cabalga el jinete del "caballo negro" dondequiera que la escasez arrase
y la hambruna mate.
607 ¿Ha sido cumplida la profecía? ¡Infinidad de veces y en muchos lugares
del mundo! Ejemplos:
608 Italia. Para los años 450-451 d.C., "la hambruna más terrible arrasaba
por toda Italia. Los hombres se veían obligados a vender sus propios hijos
para escapar de una muerte inminente ("La edad medieval", National
Geographic, Página 16).

49
609 Irlanda. De 1841 a 1851 d.C. Un millón y medio de personas mueren
cuando una plaga destruye los sembrados de papas, alimento básico para el
irlandés en aquel tiempo.
610 China. En el año 1943, tres millones y medio murieron a causa de una
gran hambruna en el país.
611 Etiopía y el Sudán. Del año 1972 al 1990, más de dos millones murieron
a causa de la gran escasez de alimentos. (La información de las partidas "b, c
y d" fue tomada de la Enciclopedia Groliers, CD-ROM, 1994).
612 Hoy día, en pleno siglo veinte, con toda la tecnología agrícola avanzada
que los ingenieros y los científicos han desarrollado, la Organización de
Naciones Unidas calcula que un billón de los habitantes de la tierra sufre de
desnutrición o hambruna, o sea, una de cada seis personas se ve seriamente
afectada en su salud por la escasez de alimentos.
613 ¿Qué lección tiene esta visión para la iglesia verdadera? ¿Por qué
informar a la iglesia que la escasez y la hambruna van a seguir haciendo
estragos en la tierra?
614 Es como si Dios quisiera decir a la iglesia: "No tengan vanas ilusiones y
falsas esperanzas. La predicación del evangelio no dará por resultado la
creación de una utopía en la tierra. La maldición sobre la tierra a causa del
pecado va a seguir. La presencia de la iglesia en la tierra no anulará esta
maldición."
615 Mediante esta visión, la iglesia de todos los tiempos debe comprender
plenamente que la tierra sigue bajo maldición a causa del pecado y que esta
condición no cambiará nunca, desembocando por fin en la destrucción total del
planeta cuando Cristo vuelva.
616 La iglesia de todos los tiempos no debe albergar jamás la falsa
esperanza de "un Milenio de perfecta paz y de gran abundancia en la tierra
donde ninguno padezca hambre o desnutrición". El único lugar donde jamás
padeceremos de hambre o de sed es la "tierra nueva", mundo perfecto que
Dios está preparando para los justos que aman la Verdad y honran a su
Creador (Apocalipsis 7:15-17).
617 Los cristianos verdaderos de todas las épocas y de todos los lugares
debemos entender que no estamos exentos a pasar escasez o hambre y que
más nos vale estar armados siempre del espíritu de sacrificio y de resistencia
(1 Pedro 4:1; 2 Corintios 6:4; 11:27).
618 A la vez, entendemos por la visión que el jinete del "caballo negro" no
acabará con toda la humanidad por medio de la hambruna porque está
limitado en su acción conforme a la frase "no dañes el aceite ni el vino".
619 ¿Qué lección tiene esta visión para el mundo inconverso?
620 Que la tierra está bajo maldición a causa de las almas perversas que
persisten en pecar.
621 Que esta condición para la tierra no va a cambiar. (De hecho, todo
intento de establecer "comunas", o sea, utopías permanentes, libres de los
males que suelen afligir globalmente a la sociedad humana, ha fracasado).
622 Que, por lo tanto, los que quisieran tener una vida libre de peligro
material y espiritual deben volver su cara hacia Dios, arrepentirse y hacer los
preparativos necesarios para ser aceptados en la "tierra nueva" donde jamás
correrá el "caballo negro".
623 Que los desastres naturales que causan la escasez de los artículos de
primera necesidad sirven como recordatorio providencial de lo frágil y de lo
pasajero que es la existencia material de todo ser humano y, por ende,

50
resaltan la importancia de buscar aquella "patria... mejor" libre de tantos
peligros (Hebreos 11:9-16).
624 El cuarto sello. "Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser
viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo
montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada
potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con
hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra" (Apocalipsis 6:7-8).
625 "Un caballo amarillo."
626 El "amarrillo" no es un color fuerte o subido y, por consiguiente, se asocia
con lo débil o con lo que debilita.
627 Se asocia con ciertas enfermedades y condiciones físicas que producen
un color amarillento en la piel, entre ellas, la hepatitis, el cáncer, la desnutrición
severa y la lepra (Levítico 13:29-30). "Se aplica al color, falto de la rojez que
da la afluencia de la sangre, de las personas enfermas" (Diccionario de uso del
español, Tomo 1, Página 158).
628 Además, ¡se asocia con la muerte misma! Tal es su significado simbólico
obvio en el cuarto sello, pues el que monta el "caballo amarrillo" se llama
"Muerte".
629 "El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía."
630 El jinete del "caballo amarrillo" se llama "Muerte".
631 Se llama "Muerte" porque tiene "potestad... para matar" la "cuarta parte"
de los seres humanos.
632 El nombre es simbólico de la acción principal de este jinete la cual es
¡matar!
633 El "Hades" es el lugar adonde van las almas de las personas que mueren.
Por lo tanto, en esta visión sombría y espantosa del cuarto sello, ¡el "Hades"
sigue a la "Muerte"!
634 Por inferencia, vemos en el cuadro al "Hades" como jinete montado sobre
otro caballo. El "Hades" pisa los talones del "caballo amarrillo" recogiendo las
almas segadas por "Muerte".
635 Este detalle concuerda perfectamente con los demás textos del Nuevo
Testamento donde se trazan los temas de la "Muerte" y del "Hades" (Lucas
16:19-31; Hechos 2:27, etcétera).
636 El "Hades" se compone de dos partes: el "Paraíso" para los que "mueren
en el Señor" y el "Tártaro" ("lugar de castigo") para los que mueren fuera del
Señor.
637 ¿A cuál parte van las almas segadas por el jinete del "caballo amarrillo"?
No hay ninguna revelación al respecto en la visión del cuarto sello.
638 Las personas ultimadas por el jinete de esta visión sufren una muerta
violenta. Sin embargo, si están en Cristo en virtud de haber obedecido el
evangelio, ¡su destino espiritual será el Paraíso! De lo contrario, ¡será el
Tártaro!
639 El hecho de que el Hades sigue, según esta visión, a la Muerte prueba
que el Hades no dejó de existir cuando Cristo resucitó. Los textos siguientes
también sostienen esta conclusión:

640 Según Apocalipsis 1:18, el Cristo resucitado y glorificado aún tiene las
"llaves de la muerte y del Hades". Claramente, se implica que el Hades sigue
existiendo después de la glorificación de Cristo. Si el Hades no existe, ¿por
qué andar con las llaves?
641 Según Apocalipsis 20:13, el Hades no entrega sus muertos hasta el
tiempo de la segunda venida de Cristo.

51
642 Según Apocalipsis 20:14, el Hades deja de ser cuando es lanzado al lago
de fuego, evento que ocurre después de la segunda venida de Cristo.
643 "La cuarta parte de la tierra."
644 La "potestad... para matar" que tiene el jinete del "caballo amarrillo" es
limitada al 25% de los habitantes de la tierra.
645 "La cuarta parte" es simbólico y representa una "parte" sustancial de los
seres humanos pero no una mayoría.
646 Abundantes evidencias del pasado y del presente confirman que más o
menos el 25% de los seres humanos mueren por las causas señaladas en el
cuarto sello.
647 "De la tierra." De toda la tierra, es decir, de toda la población del
planeta, y no de un lugar limitado tal como Israel o el Imperio Romano.
648 "Para matar con espada."
649 Por medio de toda clase de crimen, motín, escaramuza y conflicto.
650 Al jinete del "caballo bermejo" le fue dada "una gran espada"
(Apocalipsis 6:4). El jinete del "caballo amarrillo" también recibe una espada,
pero la suya no se describe como "grande".
651 "Para matar... con hambre." Por medio de la escasez, la hambruna y
todas las enfermedades que producen estas condiciones.
652 "Para matar... con mortandad."

653 "Mortandad. Gran número de muertes, ocasionadas, por ejemplo, por


una epidemia o en una batalla" (Diccionario de uso del español, Tomo 2,
Página 459).
654 Se trata de todas las plagas a causa de las cuales han muerto millones
y millones de personas en toda época de la historia, y que siguen brotando aun
en el presente, a pesar de los adelantos científicos. Ejemplos:
655 En el siglo seis de la Era Cristiana, la "peste bubónica" causó cien
millones de muertes en Europa, el Medio Oriente y Asia.
656 En el siglo catorce, el mismo tipo de plaga dejó un saldo de
aproximadamente setenta y cinco millones de muertos en Europa.
657 A través de los siglos hasta el descubrimiento de una vacuna, la viruela
causó más muertes que todas las demás plagas. (La información de las
partidas "a", "b" y "c" tomada de la Enciclopedia Groliers, CD-ROM, 1994).
658 Hoy día, el "SIDA", una plaga para la cual no hay cura, está segando
centenares de miles de vidas.
659 "Para matar... con las fieras de la tierra." Las "fieras" son todas las
criaturas salvajes, desde el león y el oso hasta las culebras y los mosquitos.
660 Desde la creación, al hombre le fue dado señorío sobre los peces, las
aves y "todas las bestias que se mueven sobre la tierra" (Génesis 1:28).
661 Sin embargo, incontables seres humanos han perdido la vida a causa
de los ataques de "las fieras de la tierra", particularmente en las épocas
cuando se dependía de la caza para sustento y cuando no había vacunas para
combatir las terribles enfermedades y plagas causadas por algunos insectos y
roedores tales como el ratón.
662 El ser humano depravado puede convertirse en la peor "fiera" de la
tierra. Sin embargo, dudamos que la frase "fieras de la tierra" se refiera al
hombre criminalmente agresivo, belicoso y destructor por la razón de que
"espada", "hambre", y "mortandad" se interpretan literalmente. En el caso de
"fieras", no discernimos ninguna razón de peso para cambiar de lo literal a lo
figurado.

52
663 ¿Qué es el tiempo que cubre la profecía del cuarto sello? Desde el
tiempo cuando fue dada hasta la segunda venida de Cristo. A través de los
siglos de la Era Cristiana, el "caballo amarrillo" viene a todo galope. Hoy día,
continua segando las vidas de multitudes y el Hades, como siempre, lo sigue
recogiendo las almas.
664 Las lecciones que tiene este sello para la iglesia y para los inconversos
son las mismas que se enseñan mediante los sellos dos y tres (Ver la partida
II, E, 3 y 4 y la partida III, E, 4 y 5).
665 El quinto sello. "Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de
los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el
testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo,
señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que
moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que
descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número
de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como
ellos" (Apocalipsis 6:9-11). El quinto sello nos traslada desde la tierra hasta el
cielo. Visualicemos las almas "bajo el altar".
666 "Bajo el altar."
667 Sin duda, se trata de "el altar de oro que estaba delante del trono"
(Apocalipsis 8:3), o como dice Apocalipsis 9:13, "delante de Dios".
668 Sobre este altar de incienso se ofrecían "las oraciones de todos los
santos" (Apocalipsis 8:3).
669 Este altar es el lugar donde se escenifican varios ángeles y otros seres
celestiales para llevar a cabo sus papeles dramáticos en las visiones de
Apocalipsis. Por ejemplo:
670 El ángel que ofrece el incienso y luego llena un incensario del "fuego del
altar" arrojándolo a la tierra (Apocalipsis 8:3-5).
671 "De entre los cuatro cuernos" de este altar se escucha la "voz" que
habla con el ángel de la sexta trompeta (Apocalipsis 9:13).
672 Sale de este altar el ángel que tenía "poder sobre el fuego" (Apocalipsis
14:18).
673 Desde este altar uno de los ángeles declara: "Ciertamente, Señor Dios
Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos" (Apocalipsis 16:7).
674 "Las almas" bajo el altar.
675 Mediante la visión del quinto sello se nos ofrece prueba irrefutable de
que el alma sobrevive la muerte del cuerpo físico. Juan ve...
676 Cuerpos físicos no, sino "almas".
677 Seres muertos no, sino las "almas de los que habían sido muertos".
678 Seres inconscientes o dormidos no, sino "almas" conscientes.
679 El hecho de estar "bajo el altar" de incienso que está "delante de Dios"
significa que están en un lugar totalmente seguro y privilegiado.
680 Están cerca de Dios.
681 No están en el trono de Cristo (Apocalipsis 3:21; 20:4) sino "bajo el
altar". Por lo tanto, deducimos que este "retrato" de ellas no fue tomado
durante el tiempo del Milenio cuando los mártires reinan con Cristo
(Apocalipsis 20:4) sino en otro momento de su tiempo de "descanso".
682 ¿Quiénes son estas "almas"? No son las almas de todos los que
"mueren en el Señor" (Apocalipsis 14:13) sino las almas de los mártires.
683 Específicamente, son "las almas de los que habían sido muertos por
causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían".
684 La frase calificativa no es "de los que murieron" sino "de los que habían
sido muertos".

53
685 Obsérvese la diferencia entre los modos "murieron" y "habían sido
muertos" del verbo "morir".
686 "Murieron" es el modo pretérito indefinido de "morir".
687 "Habían sido muertos" es el modo pretérito pluscuamperfecto de "morir".
(b) El modo del verbo "morir" en Apocalipsis 6:9 no es el "pretérito
indefinido", o sea, "murieron".
(i) De haberse utilizado el verbo "murieron", podríamos entender que se
trata de todos los que han muerto en el Señor.
(ii) Además, "murieron" no específica ni por implicación la naturaleza de la
muerte sufrida. "Murieron" puede abarcar tanto las muertes por causas
naturales como las muertes violentas.
(c) El modo del verbo "morir" en Apocalipsis 6:9 es el "pretérito
pluscuamperfecto", o sea, "habían sido muertos".
(i) Mediante este modo del verbo, claramente se eliminan las muertes por
causas naturales.
(ii) Mediante este modo del verbo, claramente se implica una muerte
precipitada ocasionada por fuerzas externas de violencia.
(d) Por sí solo, este argumento basado en el "modo" y las "implicaciones"
del verbo compuesto "habían sido muertos", constituye prueba irrefutable de
que se trata de un grupo particular de "muertos", específicamente de los
"mártires" del Señor.
688 ¿Por qué "habían sido muertos"?
689 "Por causa de la palabra de Dios." Es decir, por creerla, obedecerla,
promulgarla, defenderla y rehusar denegarla públicamente.
690 "Por el testimonio que tenían." ¿Qué cosas daban "testimonio" al hecho
de que estos que "habían sido muertos" eran seguidores de Cristo? Su
conducta cristiana, sus obras cristianas y su buena reputación entre las
personas que los conocían.
691 Cuando un cristiano muere de causas naturales (algún accidente no
relacionado con la fe, alguna enfermedad o la vejez), a nadie se le ocurre decir
que "murió por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenía". Esta
terminología se emplea cuando se quiere decir que la muerte del creyente fue
prematura y violenta y que el fenecido cristiano fue muerto por su convicción.
Por consiguiente, esta misma clase de fraseología en Apocalipsis 6:9 también
constituye prueba irrefutable de que se trata de un grupo particular de muertos
en Cristo, a saber: los mártires.
692 Estas almas exclaman: "¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no
juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?" La expresión
altamente emotiva "vengas nuestra sangre" también es prueba que se trata
específicamente de los mártires de Jesús y no de los cristianos que mueren
por causas naturales.
693 Los cristianos que mueren de causas naturales jamás tendrían
justificación para preguntar: "¿Hasta cuándo, Señor,... no vengas nuestra
sangre?" por la sencilla razón de que no derramaron su sangre "por la
palabra". No tuvieron que resistir "hasta sangre, combatiendo contra el
pecado" (Hebreos 12:4).
694 Vengar "nuestra sangre" ciertamente implica una muerte injusta y
violenta infligida por algún enemigo.
695 No se reclama "venganza" cuando la persona muere de causas
naturales.
696 Cuando un miembro fiel de la iglesia muere de causas naturales, ¡a
nadie se le ocurre pedir "venganza"! Rayaría en lo absurdo quien lo hiciera.

54
697 Estos mártires de Jesús piden juicio y venganza "para los que moran en
la tierra", es decir, para los fieros y desalmados enemigos de Dios que
persiguen y matan a los verdaderos cristianos.
698 Sus ásperos sentimientos al respecto no son "indignos", como alegan
algunos comentaristas, de su elevado estado de "almas... bajo el altar... que
está delante de Dios" sino que armonizan con los mismos sentimientos del
Todopoderoso y de su Hijo.
699 La justicia de Dios exige el castigo de los enemigos de Cristo y de su
pueblo santo. Se hará justicia y esta "justicia" envuelve "venganza".
700 "¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y
noche? ¿Se tardará en responderles?" (Lucas 18:7). El paralelo con
Apocalipsis 6:10 es obvio. Estos "escogidos" claman por justicia. Las almas del
quinto sello piden justicia y venganza.
701 "No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la
ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor"
(Romanos 12:19).
702 "Eso es demostración del justo juicio de Dios,... Porque es justo delante
de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan" (2
Tesalonicenses 1:5-10).
703 "Porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran
ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la
sangre de sus siervos de la mano de ella" (Apocalipsis 19:2). Las almas "bajo
el altar" piden venganza. El texto de Apocalipsis 19:2 enseña que su petición
es cumplida a plenitud cuando "la gran ramera" es juzgada, es decir, es
vencida y echada al fuego eterno.
704 "Que descansasen... hasta que se completara el número de sus
consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos."
705 En adición a los que ya "habían sido muertos", otros cristianos "habían
de ser muertos como ellos".
706 Los mismos argumentos basados en los "modos" del verbo "morir"
dados arriba son válidos y aplicables en el caso del verbo compuesto "habían
de ser muertos". No hay lugar a dudas: en ambos casos se trata de la muerta
violenta de los cristianos que resisten "hasta la sangre, combatiendo contra el
pecado" (Hebreos 12:4).
707 "Muertos como ellos." "Como ellos" significa "de la misma manera", es
decir, por violencia.
708 Esta expresión "muertos como ellos" jamás se usa para los que mueren
por causas naturales.
709 Considere las dos afirmaciones siguientes:
710 Primera afirmación: "Los cristianos fieles del presente que mueren por
causas naturales mueren como aquellos fieles de tiempos pasados que
también murieron por causas naturales. Otros morirán de la misma manera." Al
escuchar esta afirmación, replicamos: "Y, ¿qué? ¿Qué hay de nuevo? ¡Esto no
es noticia! ¡Lo natural, lo común, lo ordinario es que así sea!"
711 Segunda afirmación: "En el pasado, muchos cristianos fueron muertos
por la fe y otros serán muertos como ellos antes de que finalice la Era
Cristiana y se manifieste la justa venganza de Dios." ¡Esto, sí, es noticia! ¡Esto
nos impacta! Se trata de una profecía significante sobre el futuro del pueblo de
Dios.
712 "Hasta que se completara el número."
713 "El número", cualquiera que sea.

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714 Se quiere decir: "Muchos consiervos y hermanos ya han sido muertos,
pero el número de los mártires aún no es completo: otros cristianos serán
muertos de la misma manera."
715 ¿Ha prefijado Dios un "número exacto" de mártires? No hay revelación
alguna en todo el texto sagrado que nos obligue a pensar que Jehová prefijara
antes de la fundación de la tierra un número específico de mártires.
716 ¿Cuándo será completado el número de los mártires? Todo indica que
durante el "poco de tiempo" que precede el fin (Ver el Capítulo Dos, partida V,
B, 4, a) (2).
717 A estas almas "bajo el altar... se les dieron vestiduras blancas, y se les
dijo que descansasen todavía un poco de tiempo."
718 "Se les dieron vestiduras blancas."
719 Para consolarlas.
720 En recompensa parcial por sus sufrimientos.
721 Como garantía del eventual cumplimiento total de todas las promesas
de Dios.
722 ¿Quiénes se las dieron?
723 Pensamos que los ángeles de Dios ya que estos son "espíritus
ministradores" (Hebreos 1:14).
724 Guiados por las revelaciones de este pasaje, visualizamos a los ángeles
de Dios entregando las "vestiduras blancas" a los miles de mártires que
ocupan unas grandes recámaras bellamente adornadas "bajo el altar... delante
de Dios" donde descansan esperando el desenlace final de los designios de
Dios para la creación.
725 El hecho de recibir "vestiduras blancas" quizás implique que estos
mártires ya habían recibido sus cuerpos celestiales (2 Corintios 5:1-9).
Teniendo cuerpos espirituales (1 Corintios 15:42-58; 1 Juan 3:2; Filipenses
3:20-21), podían vestirse con aquellas "vestiduras blancas", regalo
extraordinario dado por Dios mismo. ¿Cuándo recibieron estas almas sus
cuerpos espirituales? Al principio del Milenio por medio de la "primera
resurrección" (Apocalipsis 20:4-6). (Ver el Capítulo Diez de esta obra para un
estudio detallado sobre la "primera resurrección").
726 "Se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo."
727 El adverbio "todavía" claramente indica que los mártires ya habían
estado descansando antes del momento de su petición por justicia y venganza.
728 Su pregunta "¿Hasta cuándo...?" (Apocalipsis 6:10) indica que estaban
conscientes del factor "tiempo".
729 "¿Hasta cuándo...?" implica que ya habían pasado bastante tiempo en
espera de que se les hiciera justicia.
730 Al dar a conocer su petición, se les dice que descansen "todavía un
poco de tiempo".
731 "Un poco de tiempo" implica que ya está para consumarse la obra de
Dios.
732 Este "poco de tiempo" que deben esperar los mártires quizás sea más o
menos paralelo con el "poco de tiempo" (Apocalipsis 20:3) entre el fin del
Milenio y la segunda venida de Cristo.
733 A la luz del argumento que acabamos de presentar, es patentemente
errónea la afirmación según la cual el "poco de tiempo" de Apocalipsis 6:11
"abarca todo el tiempo de la Era Cristiana desde Pentecostés del año 33 hasta
el fin del mundo". Viola las normas de la lógica sana. Observemos la secuencia
de los "tiempos" que viven los mártires, con los acontecimientos y las
situaciones correspondientes.

56
734 "Tiempo en la tierra en sus cuerpos de carne y sangre." Antes de ser
muertos por los enemigos de la fe, estas personas pasan un tiempo
indeterminado en la tierra como miembros de la iglesia.
735 "Tiempo en el Paraíso." Al sufrir el martirio, sus almas van al Paraíso
donde descansan (Lucas 16:19-31).
736 "Tiempo del Milenio." Al principio del Milenio, participan en la primera
resurrección para luego reinar durante todo el Milenio con Cristo (Apocalipsis
20:4-6).
737 "Tiempo bajo el altar." Al finalizarse el Milenio, pasan a morar "bajo el
altar... delante de Dios". Estando en dicho lugar, presentan su petición por
justicia y venganza. Se les dice que descansen "todavía un poco de tiempo".
738 Claramente, este "poco de tiempo" es posterior a los "tiempos" que lo
preceden. Por lo tanto, la conclusión irrefutable es que el "poco de tiempo" no
cubre toda la Era Cristiana.
739 Observaciones sobre los mártires y su relación a los demás cristianos.
Algunos comentaristas aseguran que Dios no hace ninguna distinción entre los
cristianos que sufren una muerte violenta por la fe y los demás cristianos que
mueren "en el Señor" por causas naturales.
740 Afirman que la visión del quinto sello abarca a todos los que mueren en
el Señor, fuera cual fuera la causa de su muerte. Respetuosamente,
replicamos: tal interpretación del sello es deficiente y errónea porque ya hemos
probado contundentemente que se trata solo de los mártires. Si se trata solo
de los mártires, ¡definitivamente no se trata de todos los cristianos!
741 Señalan que todos los muertos en Cristo reciben "vestiduras blancas".
De acuerdo, pero los mártires "bajo el altar" reciben las suyas ANTES de que
se complete su número durante el "poco de tiempo" y ANTES del juicio final
cuando todos los justos recibirán recompensa. Por lo tanto, ¡se hace una clara
distinción entre los mártires y los demás cristianos aun en el asunto de la
entrega de las "vestimentas blancas"!
742 Alegan que el martirio no es un sacrificio mayor que el de soportar
largos años de arduo trabajo y duras pruebas en la iglesia, para luego morir de
causas naturales. Pensamos que emiten semejante opinión solo aquellos que
nunca han tenido que resistir "hasta sangre", que nunca se han visto en peligro
de ser crucificados, entregados a las llamas ardientes, echados a las bestias
salvajes, traspasados de espada o torturados hasta expirar. El martirio es el
sacrificio supremo. Es la prueba más dura. Obviamente, Dios lo reconoce
como tal y recompensa de una forma especial a los cristianos que pagan con
sus vidas por la fe que profesan. El que escribe admira profundamente a los
mártires de Cristo y aplaude el reconocimiento que Dios los confiere,
concediéndoles el honor de reinar con su Hijo durante el Milenio y de pasar el
"poco de tiempo" en el lugar sacrosanto identificado como "bajo el altar". Es del
todo inconcebible que les envidiemos sus privilegios, dichas y honores
especiales.
743 Algunas observaciones sobre los "lugares", los "objetos" y los seres
vistos en el "cielo" según las visiones de Apocalipsis. Por ejemplo, el "altar de
oro... delante del trono", el "incensario de oro", el "fuego del altar", las
"vestiduras blancas" y las "almas... bajo el altar".
744 Aceptamos que parte del lenguaje es simbólico.
745 Aceptamos que aquel "mundo" donde mora Dios no es de la misma
naturaleza material que el mundo que ocupamos nosotros por el presente.
746 Pero creemos que aquellos lugares celestiales, por ejemplo, el lugar
"bajo el altar", son reales y que los objetos tales como el "altar de oro" pueden

57
existir en realidad, aunque tengan esencias, formas, dimensiones y
apariencias totalmente diferentes a todo lo que nuestra imaginación pueda
visualizar.
747 Quienquiera que diga: "Todo es total y exclusivamente simbólico. En el
cielo no existe ninguna clase de trono o altar", afirma lo que no puede probar
porque aún no ha subido al "cielo" para "ver" con sus propios ojos.
748 Quienes albergan y exponen tal opinión reducen todos los lugares y los
objetos celestiales a meras "ideas" y "revelaciones" abstractas. Desvestidos
así de toda realidad, para nosotros pierden gran parte de su misterio
impresionante, su atractivo, su colorido y, por ende, su impacto.
d) Creemos que el "cuerpo espiritual" que reciben los mártires resucitados
es real, es decir, que tiene forma y sustancia, aunque totalmente diferentes a
las formas y las sustancias materiales que conocemos nosotros, y creemos,
además, que ocupa espacio. El "cuerpo espiritual" no es meramente una idea
abstracta, una simple proyección imaginaria de la mente de Dios. ¡Existe! Es la
nueva "habitación celestial", "la casa no hecha de manos, eterna, en los cielos"
(2 Corintios 5:1-3).
e) Creemos que las cosas vistas por Juan en las visiones que se
relacionan con el "cielo" corresponden de alguna manera a lo que realmente
hay allá. Nuestra convicción es que las escenas no son inventadas, ficticias,
totalmente simbólicas o puramente abstractas. Los "ángeles" y las "almas"
realmente existen y participan en la obra de Dios. Por ejemplo, la revelación de
"las almas... bajo el altar" no es una mera proyección imaginaria sino el
"retrato" de la realidad. Las "almas" no son imaginarias. El lugar donde se
encuentran no es imaginario. El evento que se presenta no es imaginario. Las
circunstancias no son imaginarias.
f) Pablo "fue arrebatado hasta el tercer cielo", "al paraíso, donde oyó
palabras inefables que no le es dado al hombre expresar" (2 Corintios 12:2-4).
Su experiencia fue real. Visitó el "paraíso". Ese lugar existe en alguna
dimensión de las creaciones de Dios. Asimismo, lo que ve Juan es real. Aun lo
"simbólico" en las visiones representa de alguna forma lo que es real.
749 Observaciones sobre las referencias a "tiempos" en el libro de
Apocalipsis. Por ejemplo, el "poco de tiempo", los "mil años", los "mil
doscientos sesenta días", los "cinco meses", etcétera.
750 Algunos comentaristas aplican estos términos a "toda la Era Cristiana".
Para ellos, el "poco de tiempo" es toda la Era Cristiana; los "mil doscientos
sesenta días" abarcan toda la Era Cristiana; el Milenio es toda la Era Cristiana.
Ya hemos probado mediante el análisis del "poco de tiempo" del quinto sello y
el "poco de tiempo" de Apocalipsis 20:3 que tal concepto no se ajusta al
lenguaje y las enseñanzas del libro.
751 Las profecías de Apocalipsis fueron reveladas en el año 95 d.C. Para
aquella fecha, ya habían transcurridos sesenta y dos años de la Era Cristiana.
En términos generales, mediante una profecía se revela el futuro después del
tiempo cuando primero se da a conocer la profecía en cuestión. ¿Hay tal cosa
como una "profecía retroactiva", es decir, una profecía que cubra un tiempo
anterior a la fecha de su proclamación original? ¡No se profetiza sobre lo que
ocurrió ya! No se profetiza sobre los acontecimientos de los tiempos ya
pasados sino que se habla o se escribe de ellos como eventos ya ocurridos
que pertenecen a la historia. Si las profecías de Apocalipsis no cubren los
primeros sesenta y dos años de la Era Cristiana, se deduce que es incorrecto
afirmar que los periodos de tiempo que figuran en las profecías cubran desde
Cristo hasta el fin del mundo. No cubren desde Cristo hasta el fin del mundo si

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no cubren los primeros sesenta y dos años de nuestra Era. De cierto, no los
cubren. Por consiguiente, es erróneo afirmar que los "tiempos" de Apocalipsis
cubran toda la Era Cristiana.
752 Se puede discernir claramente en el libro de Apocalipsis una "línea de
tiempo" a lo largo de la cual se sitúan las situaciones y los eventos
profetizados. Tomar en cuenta esta "línea de tiempo" es esencial para el
entendimiento correcto de algunas porciones del libro.
753 ¿Por qué limitar estas profecías a tres o cuatro años del primer siglo (el
tiempo de la guerra romano-judía) o a tres o cuatro siglos (el tiempo del
Imperio Romano hasta la "herida de muerte") de la Era Cristiana?
754 En el texto de Apocalipsis 6:1-8, ¡no hay siquiera una sola "cláusula de
tiempo" que especifique periodos o eras!
755 Sin embargo, en el primer sello discernimos por inferencia un factor de
suma importancia referente al "tiempo" que cubren las profecías:
756 Obviamente, el jinete del caballo blanco es activo no solo durante el
tiempo de Israel y Roma sino durante toda la Era Cristiana, ya que se
proclama el evangelio durante toda la Era Cristiana y no solo durante los
primeros tres siglos.
757 Por implicación se entiende que los jinetes de los caballos bermejo,
negro y amarrillo también pueden ser activos durante toda la Era Cristiana y no
solo durante los primeros tres siglos.
758 Además, durante toda la Era Cristiana a la iglesia y al mundo les hace
falta las lecciones importantes de estas profecías. ¿Con qué razón privar a la
iglesia de los tiempos después del Imperio Romano de la orientación y del
consuelo que traen estas visiones? ¿Con qué lógica rendir ineficaces para el
mundo inconverso después del Imperio Romano las advertencias implícitas en
estas visiones? (En cuanto al significado de las frases "deben suceder pronto"
y "el tiempo está cerca" (Apocalipsis 1:1-3), considere las explicaciones dadas
en el Capítulo Uno. Los comentaristas que limitan las profecías de Apocalipsis
a los primeros tres siglos de la Era Cristiana también enseñan que el Imperio
Romano llegó a su fin en el año 476 d.C. En el Capítulo Seis de esta obra,
ofrecemos muchas pruebas que desmienten su conclusión).
759 El sexto sello (Apocalipsis 6:12-17; 7:1-17). Los versículos del doce al
diecisiete de Apoca-lipsis 6 ya los analizamos en el Capítulo Dos. Procedemos
al análisis de Apocalipsis 7.
760 El séptimo sello (Apocalipsis 8:1). "Cuando abrió el séptimo sello, se hizo
silencio en el cielo como por media hora."
761 El "silencio en el cielo como por media hora".
762 Cuando se abre el séptimo sello, de nuevo Juan ve el "cielo", pero ahora
todo es pacífico. No se escuchan "voces". Todo es tranquilo, callado. Reina el
"silencio".
763 ¿Por qué el "silencio en el cielo"?
764 Porque ha terminado la "gran batalla", obteniendo Cristo una victoria
aplastante y eterna sobre todos los enemigos de Dios.
765 Porque todos los enemigos de Dios, tanto en el cielo como en la tierra,
han sido vencidos de una vez para siempre.
766 Porque se ha consumado el "misterio de Dios" (Apocalipsis 10:7).
767 Porque es tiempo para reflexionar sobre la gran guerra entre las fuerzas
del mal y las fuerzas del bien que ha sido larga, dura y costosa.
768 Porque, después de tanta lucha, es tiempo para descansar "media
hora" antes del juicio final.

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769 Porque, consumado el "misterio de Dios", no habrá más visiones o
revelaciones al respecto.
770 Durante el tiempo de la ejecución del "misterio de Dios", los cuatro seres
vivientes no cesan "día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios
todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir" (Apocalipsis 4:8), los
veinticuatro ancianos "adoran al que vive por los siglos" (Apocalipsis 4:10), los
"escogidos" claman por justicia y se escuchan "grandes voces en el cielo"
(Apocalipsis 11:15) cuando está llegando el fin. Pero, cuando la bestia, el falso
profeta, la gran ramera y el diablo son "lanzados vivos dentro de un lago de
fuego que arde con azufre" (Apocalipsis 19:20; 20:10), cuando estalla todo el
universo material en llamas y desaparece para siempre (2 Pedro 3:10-12;
Hebreos 1:10-12), cuando ocurren todos los eventos espantosos revelados en
el sexto sello, ¡todos los seres en el cielo se callan! ¡No pronuncia palabra
alguna ni siquiera el ángel más poderoso! ¡Hay silencio! Un silencio más
elocuente que cualquier otra manifestación.
771 Quizás su "silencio" evidencie intenso asombro y reverencia absoluta
hacia el Ser Supremo sentado sobre el "trono blanco" quien acaba de
demostrar el alcance de su poder grandioso al efectuar semejantes obras. Se
quedan todos estupefactos.
772 El algunas situaciones, el silencio es más elocuente que el mejor orador.
Consumada la obra de Dios por medio de actos tan gloriosos como terribles,
¿quién se atreve a hablar? No hay palabras adecuadas para la ocasión. ¡Mejor
callarse todo ser!
773 Después del "silencio como por media hora", se celebrará el juicio.
774 Después del juicio se celebran las "bodas del Cordero" cuando todos los
salvos, juntamente con "todos los ángeles,... los ancianos y... los cuatro seres
vivientes" (Apocalipsis 7:11-12), clamarán "a gran voz" y alabarán a Dios
(Apocalipsis 7:9-17; 19:1-8).
775 "Como por media hora" es un lapso de tiempo de duración relativa. En
el contexto de los "mil doscientos sesenta días" (Apocalipsis 11:3) o los "mil
años" (Apocalipsis 20:2), la "media hora" se entiende como un tiempo corto.
776 A nuestro parecer, el "silencio en el cielo como por media hora" es la
única revelación del séptimo sello.
777 "Los siete ángeles que tenían las siete trompetas" (Apocalipsis 8:2-6) no
figuran en el séptimo sello. Recalcamos: ¡NO FIGURAN EN EL SÉPTIMO
SELLO! Las "siete trompetas" no pertenecen al séptimo sello.
778 Hecho el "silencio en el cielo", se cierra la serie de revelaciones de los
siete sellos que nos llevan desde el tiempo cuando las visiones de Apocalipsis
fueron dadas hasta el fin del mundo, inclusive hasta el tiempo "como de media
hora" que precede el juicio.
779 Por medio de la oración "Y vi a los siete ángeles que estaban en pie
ante Dios; y se les dieron siete trompetas" (Apocalipsis 8:2) se introduce una
nueva serie de visiones.
780 En la "línea del tiempo" según Apocalipsis, los siete ángeles no tocan
las siete trompetas después del "silencio como de media hora".
781 Comprobaremos que las revelaciones de las trompetas del uno al seis
se cumplen en el planeta Tierra.
782 Pero la tierra y los cielos desaparecen durante el tiempo del sexto sello.
783 Por lo tanto, las trompetas uno al seis se tocan ANTES del tiempo que
cubre el sexto sello y ANTES del "silencio como de media hora" del séptimo
sello. Este punto es clave y determinante para la colocación correcta de las
profecías de las siete trompetas en la línea del tiempo.

60
784 Conclusión:
785 Los siete sellos y las siete trompetas no son consecutivos, o sea, en la
línea del tiempo, las profecías de las siete trompetas no siguen las profecías
de los siete sellos. Veremos que tampoco son exactamente paralelas las dos
series de profecías.
786 Las dos series de profecías no representan catorce situaciones o
eventos consecutivos.
787 Las siete trompetas no son una continuación de los siete sellos. Lo
expresamos de distintas maneras y hacemos hincapié en este punto porque es
sumamente importante para la interpretación correcta de las profecías
reveladas mediante las siete trompetas.
(4) Según esta conclusión, el primer versículo del capítulo ocho debiera ser el
último versículo del capítulo siete.
Apocalipsis
Capítulo Cuatro de esta exposición
"Las siete trompetas"
Capítulos ocho, nueve, diez y once de Apocalipsis

788 Introducción para este capítulo:


A. La introducción inspirada, es decir, dada por el Espíritu Santo mismo, para
las siete trompetas se encuentra en los versículos del dos al cinco del capítulo
ocho de Apocalipsis.
1. “Los siete ángeles que estaban en pie ante Dios” reciben las “siete
trompetas”. (Apocalipsis 8:2).
2. Al escenario celestial entra “otro ángel”. Que conste, no uno de los siete
sino “otro ángel”.
a. Este octavo ángel “se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le
dio mucho incienso para añadir a las oraciones de todos los santos, sobre el
altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la
presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos”
(Apocalipsis 8:3-4).
(1) El contexto nos lleva a inferir que hay alguna relación entre “las oraciones
de los santos” y las siete trompetas.
(2) ¿Por qué hacer subir “a la presencia de Dios... las oraciones de los
santos” justamente antes de que los siete ángeles comiencen a tocar las siete
trompetas?
(a) Quizás para que Dios tuviera presente la condición de los cristianos vivos
en la tierra durante el tiempo del cumplimiento de las profecías anunciadas por
las trompetas, brindándoles socorro o protección providencial.
(b) Quizás para que Dios fortaleciera al espíritu de los cristianos a fin de que
soportaran “varonilmente” las pruebas que les sobrevendrían a causa de las
siete trompetas, pues los castigos para la tierra afectarían no solo a los que
resisten a Dios sino también a los que lo aman, obedeciéndole.
(c) Quizás para que los cristianos recibieran de parte de Dios entendimiento y
sabiduría para la interpretación de los mensajes de las siete trompetas, no
alarmándose, debilitándose o dudando al transcurrirse lo profetizado.
b. Este octavo ángel “tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo
arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto”
(Apocalipsis 8:5).
(1) La acción de arrojar “fuego del altar” en el cielo “a la tierra” significa que las
siete trompetas no anunciarían bendiciones o victoria para la tierra y sus
habitantes sino maldiciones, castigos, sufrimiento y destrucción. “Truenos, y

61
voces, y relámpagos, y un terremoto” es casi idéntico a la terminología de
Apocalipsis 11:19, donde “relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande
granizo” ocurren cuando llega el fin de la tierra. Efectivamente, la secuencia de
las siete trompetas culmina en la destrucción de todo lo material. Lo parecido
del lenguaje confirma el enlace entre el octavo ángel y los siete ángeles que
reciben las trompetas.
(2) El lugar donde se escenificaría el cumplimiento de las profecías
anunciadas a través de las trompetas es “la tierra”. Al cumplirse el sexto sello
(sello, y trompeta no) se finaliza el plan de Dios para la tierra, quedándose
destruida la tierra. Por lo tanto, las primeras seis trompetas se cumplen antes
del cumplimiento del sexto sello y no después, pues se cumplen durante la
existencia del planeta Tierra. Ya que el “fuego” de las trompetas es arrojado “a
la tierra”, se deduce que la tierra permanece durante el tiempo del
cumplimiento de las profecías de las primeras seis trompetas.
B. Al sonar la séptima trompeta, la cual anuncia la consumación del “misterio
de Dios” (Apocalipsis 10:7), los veinticuatro ancianos dicen: “Ha venido... el
tiempo... de destruir a los que destruyen la tierra” (Apocalipsis 11:18).
Entendemos que la frase “los que destruyen la tierra” es una pista, una clave,
para la interpretación acertada de las trompetas. Sin duda, por lo menos
algunas de las trompetas tienen que ver con los seres humanos que
“destruyen la tierra”. Al analizar las trompetas, tengamos presente esta clave
interpretativa dada por el Espíritu Santo mismo.
C. "Las siete trompetas."
789 En las facilidades, los campos o las maniobras militares, el sonido
penetrante y claro de la trompeta sirve para advertir peligros o señala que las
tropas deben prepararse, avanzar o retirarse a toda prisa. (1 Corintios 14:8;
Nehemías 4:20)
790 Estas siete trompetas de Apocalipsis anuncian peligros para la tierra y
sus habitantes quienes deben tomar en serio las advertencias, preparándose
espiritualmente para la inevitable ejecución de las órdenes y los juicios de
Dios.
D. La clasificación de las siete trompetas. Al examinar las revelaciones
proféticas, notamos que...
791 Las primeras cuatro trompetas tienen que ver con el universo material.
792 La primera, con la tierra habitable.
793 La segunda, con el mar.
794 La tercera, con el agua dulce.
795 La cuarta, con los cuerpos celestiales.
796 Las trompetas cinco, seis y siete anuncian "ayes" específicamente para
los seres humanos "que moran en la tierra" (Apocalipsis 8:13).
797 La primera trompeta. "El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y
fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera
parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde" (Apocalipsis
8:7).
798 La advertencia de la primera trompeta enfoca "la tierra" misma, es decir,
se trata literalmente de los continentes y de las islas donde crecen los árboles
y la hierba verde.
799 La profecía es para toda la tierra y no tan solo para la tierra de Palestina
o para las tierras del Imperio Romano.
800 La profecía tiene su cumplimiento en todos los lugares y en todos los
tiempos de la Era Cristiana donde se manifiestan los fenómenos anunciados
en el texto.

62
801 En el versículo, no hay términos que limiten el cumplimiento de la
profecía a cierto lugar de la tierra o a cierto tiempo específico de la Era
Cristiana.
B. "Se quemó."
1. Esta expresión significa destrucción.
2. No es preciso concluir que el fuego fuera la única causa de la
destrucción de los árboles y de la hierba verde. El "granizo" y los vientos
huracanados también destruyen. De hecho, después del paso de un huracán
fuerte los campos se ven como "quemados". Aun la hierba pierde su color
verde volviéndose de color marrón claro.
C. "La tercera parte."
1. La destrucción de los árboles y de la hierba verde se limita al 33%, una
parte sustancial pero no abrumadora.
2. Notamos este mismo tipo de "limitación" en el cuarto sello (Apocalipsis
6:8), como también en las trompetas dos, tres y cuatro.
3. El significado de esta "limitación": que el planeta Tierra, morada
preparada específicamente para el ser humano (Hechos 17:26), sigue
sufriendo la maldición pronunciada en el huerto del Edén (Génesis 3:17-19),
pero no será destruido del todo hasta la segunda venida de Cristo.
D. El valor inmenso de estos dos recursos: los árboles y la hierba verde.
1. El valor incalculable de los árboles.
802 Para la producción de oxígeno.
803 Para el control de la erosión.
804 Como cobija para infinidad de aves, animales e insectos.
805 Como fuente de frutas y nueces.
806 Como fuente de material para la construcción de viviendas y edificios
comerciales.
807 Para cocinar. En algunos países subdesarrollados, enormes cantidades
de árboles se convierten en leña y carbón para cocinar.
808 Para calefacción en los climas fríos.
809 Como fuente de medicinas.
810 Para amortiguar los efectos de los rayos solares, proveyendo sombra y
frescura.
811 Para embellecer la tierra.
2. El valor grande de la hierba verde. Entendemos que esta categoría
abarca no solo las hierbas silvestres sino también las que cultivan los hombres
para su propio consumo y también para alimentar a los animales domésticos,
por ejemplo: el trigo, la cebada, la avena, el heno, la alfalfa, etcétera.
a) Como alimento para multitudes de seres humanos, animales, aves e
insectos.
b) Para el control de la erosión.
c) Para embellecer la tierra.
3. Para cualquier pueblo de cualquier época de la historia, la pérdida de
una tercera parte de estos recursos es una tragedia que produce mucho
sufrimiento y muchas muertes.
E. Las causas que producen la destrucción de una tercera parte de los
árboles y de la hierba verde.
1. El "granizo."
a) En algunas regiones de la tierra, particularmente en donde los
agricultores siembran grandes extensiones de trigo, cebada, avena, heno, más
otros cereales y hierbas, las tormentas de granizo ocurren con frecuencia,
alcanzando el granizo un espesor de diez centímetros o más.

63
b) Por sí solo, el granizo puede causar mucho daño a los árboles,
especialmente a los frutales, como también puede causar mucho daño a los
sembrados y los pastos.
c) Con todo, en esta profecía es posible que el "granizo" represente todos
los fenómenos metereológicos que hacen estragos en los árboles y la hierba
verde. El granizo lo producen las tormentas fuertes. Este tipo de tormenta
suele producir no solo el granizo sino muchos rayos, vientos recios, lluvias
torrenciales y aun tornados.
812 Los rayos rajan los árboles, encienden bosques y también pastos.
813 Los vientos huracanados y las lluvias torrenciales derrumban muchos
árboles y destruyen muchos pastos y sembrados.
814 Cada año, en casi todo el globo estos fenómenos destruyen miles y
centenares de miles de kilómetros cuadrados de bosques, pastos y
sembrados.
2. El "fuego".
a) Los fuegos encendidos en los bosques y los pastos por el relámpago.
b) Los fuegos encendidos por volcanes.
c) Los fuegos causados por incendiarios maliciosos.
d) Los fuegos causados por descuidos y accidentes.
e) Los fuegos encendidos por los agricultores con el propósito de preparar
campos para la siembra. En muchos países de Asia, África, el Caribe, Centro y
Sur América se sigue hasta el día de hoy esta práctica por medio de la cual se
destruyen grandes extensiones de bosques y pastos.
f) Los fuegos encendidos por las compañías madereras con el propósito
de librar de escombros los suelos donde trabajan.
g) Los fuegos encendidos por los ejércitos en tiempo de guerra para dejar
libre los campos. En algunas guerras, se ha utilizado la táctica de "quemar
todo al paso", no solo viviendas y edificios sino toda cosa combustible, incluso
árboles, pastos y sembrados (en inglés, esta táctica se conoce como
"scorched earth policy"), táctica que convierte los campos en desiertos.
h) Cada año, el fuego consume grandes cantidades de árboles y pastos.
3. "Mezclados con sangre."
a) Las fuerzas que destruyen los árboles y la hierba verde son los
fenómenos metereológicos y el fuego. La sangre se mezcla con ellos.
b) La sangre de:
(1) Las personas que pierden la vida a causa de los rayos, los vientos, las
inundaciones, el granizo y el fuego;
(2) Los animales que pierden la vida por las mismas causas.
F. Esta interpretación de la profecía es confirmada por la "plaga de
granizo" que cayó sobre Egipto. (Éxodo 9:13-26)
1. El granizo de la plaga era "muy pesado." (Éxodo 9:18)
2. La granizada fue acompañada por truenos y el "fuego" de relámpagos.
(Éxodo 9:23)
3. El granizo fue mezclado con sangre ya que tanto los hombres como las
bestias cayeron heridos o muertos a causa del granizo. También la hierba y los
árboles fueron destrozados. "Aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto
todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo destrozó
el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país"
(Éxodo 9:25). El lenguaje de este versículo sirve como confirmación
asombrosa de todo lo que hemos comentado sobre el daño que puede causar
el granizo y los fenómenos metereológicos relacionados.

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G. Los lugares y los tiempos que cubre esta profecía: Durante la Era
Cristiana, la profecía ha sido cumplida dondequiera que grandes cantidades de
árboles, sembrados y pastos hayan sido destruidos. Según los datos, en
nuestros tiempos (el siglo veinte y principios del siglo veintiuno) este tipo de
destrucción está afectando enormes extensiones de la tierra, de hecho, mucho
más que en cualquier otra época de la Era Cristiana. Esta situación se debe en
parte a que hay más campos que nunca sembrados para alimentar al número
creciente de seres humanos (seis billones) y de animales (billones y billones)
que llenan la tierra. También se debe a las actividades de las empresas
comerciales que explotan los recursos de la tierra, destruyendo, al paso,
muchos de ellos. Y también se debe a que hay gran número de personas
descuidadas o maliciosas que hacen daño a los árboles y los sembrados.
1. El contexto de la profecía.
a) En el tiempo del apóstol Juan, casi toda la tierra estaba cubierta de
grandes bosques vírgenes (los de Asia, Europa, África, Norte y Sur América) y
de vastos pastos (las llanuras de Rusia, África, Norte América y Argentina).
b) Esta condición fue característica de la mayor parte de la tierra durante
toda la Era Cristiana hasta el siglo diecinueve.
c) Por tanto, a las personas de los primeros dieciocho siglos de la Era
Cristiana quizás les pareciera sumamente extraña esta profecía según la cual
se destruiría una tercera parte de tan grandes bosques y pastos.
2. El cumplimiento de la profecía.
a) Hoy día, el mundo presencia el cumplimiento de la profecía.
(1) Los bosques principales de la tierra han sido eliminados o reducidos
drásticamente en tamaño.
(2) Rusia conserva solo el 20% de sus enormes bosques.
(3) Los Estados Unidos conserva solo el 5% de sus bosques vírgenes.
(Estos datos fueron divulgados en la revista "Time", edición del 4 de
septiembre de 1995.)
(4) Los haitianos han desnudado toda su tierra de los bosques vírgenes
exponiendo los campos a la erosión devastadora.
(5) A ritmo alarmante, la gran selva amazónica, el "pulmón" principal del
hemisferio occidental, está siendo destruida.
(6) En algunos lugares tales como el norte de África, las llanuras, cubiertas de
vegetación no hace mucho tiempo, se están convirtiendo en puro desierto.
b) Al considerar el continuo crecimiento poblacional del mundo, lo cual
significa mayor demanda por los recursos naturales, como también la
eliminación de cada vez más bosques y tierras cultivables, se puede vaticinar
el cumplimiento aún más amplio de esta profecía para el futuro cercano.
c) El cumplimiento de la profecía afecta adversamente el medio ambiente
en que se desenvuelven muchos millones de seres humanos, augurando
condiciones aún peores para el futuro.
d) Nuestra generación (2001) está presenciando el cumplimiento de esta
profecía. En el libro de Apocalipsis, hay profecías para los siglos veinte y
veintiuno, entre ellas, la de la "primera trompeta". El cumplimiento de esta
profecía ante nuestros ojos comprueba la inspiración del libro de Apocalipsis.
815 La segunda trompeta. "El segundo ángel tocó la trompeta, y como una
gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte
del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de los seres vivientes
que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida"
(Apocalipsis 8:8-9).
816 "Una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar."

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817 "Una gran montaña."
818 En el lenguaje simbólico de la Biblia, "montes" o "montañas"
representan reinos. (Isaías 2:1-4)
819 Es posible que la "gran montaña" de la segunda trompeta represente los
grandes imperios navales de la Era Cristiana. A continuación, ampliamos esta
línea de interpretación, con la salvedad de que quizás el mundo no haya
presenciado aún el cumplimiento a plenitud de esta profecía.
820 "Ardiendo en fuego."
821 En algunos textos, el "fuego" simboliza violencia, guerra y destrucción.
822 Los poderosos imperios navales representados por "una gran montaña"
arden con el fuego de la guerra. Están al rojo vivo. De sus entrañas vomitan
llamas y humo en gran cantidad.
823 "Precipitada en el mar."
824 "Precipitada" quiere decir arrojada con violencia.
825 "En el mar."
826 La profecía de la segunda trompeta tiene que ver, específicamente, con
"el mar".
827 No con un solo mar, por ejemplo, el mar Mediterráneo, sino con todos
los mares donde los imperios navales pelean.
828 En este pasaje, "mar" no puede simbolizar "pueblos, muchedumbres,
naciones y lenguas", como en Apocalipsis 17:15, porque en el texto que
presenta la segunda trompeta no solo se trata del "mar" sino también de "los
seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves".
"Seres... en el mar" y "naves" son incompatibles con la interpretación de "mar"
como símbolo de la raza humana.
829 "La tercera parte del mar se convirtió en sangre."
830 "La tercera parte del mar."
831 "La tercera parte" es un término simbólico que significa una parte
sustancial pero no la mayor parte.
832 La frase indica que la destrucción causada por los imperios navales en
guerra, aunque bastante, no sería total, sino limitada.
833 "Se convirtió en sangre."
834 Las aguas de los mares donde pelean los imperios navales se tiñen de
rojo.
835 El "rojo" de la sangre de gran número de combatientes muertos o
heridos.
836 El "rojo" de la sangre de millones de peces y de animales marinos que
mueren a causa de las batallas.
837 El lenguaje es simbólico de la pérdida de muchas vidas.
838 No hay por qué interpretarlo literalmente como si Dios cambiara la
misma naturaleza del agua de los mares convirtiéndola en sangre literal.
839 La profundidad promedio de los mares del mundo es de
aproximadamente cinco mil metros. Ya que los mares ocupan el 73% de la
superficie del globo, ¡convertir en sangre literal la tercera parte de tanta agua
daría por resultado la creación de una condición sobremanera asombrosa y
fatal en gran escala, tanto para la vida marina como para la mayoría de los
seres humanos, si bien no de todos!
840 "Murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la
tercera parte de las naves fue destruida."
841 Las dos consecuencias de las grandes guerras navales son:
842 La muerte de la tercera parte de los seres vivientes en el mar;
843 La destrucción de la tercera parte de las naves.

66
844 Muere la "tercera parte de los seres vivientes en el mar".
845 Posiblemente, la categoría "seres vivientes" abarque tanto a los seres
humanos, quienes se identifican como seres vivientes en Génesis 2:7 y 1
Corintios 15:45, como también a los animales marinos, los peces y los
crustáceos que viven en el mar.
(1) A resultado del ataque de Japón contra la base naval de Estados Unidos
en Hawai el 7 de diciembre de 1941, murieron dos mil siete marineros
estadounidenses cuando fueron hundidos o averiados dieciocho grandes
barcos de guerra. Los japoneses perdieron veintinueve aviones, un submarino
grande y cinco pequeños. (Enciclopedia Colliers, Tomo XV, Páginas 491-492.)
(2) Centenares de miles, quizás millones, de marineros murieron en las
numerosas fieras batallas navales del siglo veinte. También murieron muchos
tripulantes de aviones navales destacados en portaviones o en bases navales
en tierra cuando sus aparatos fueron derribados y cayeron en el mar.
(3) Gran número de submarinos fue destruido en las profundidades de los
mares.
(4) La sangre de tantos seres humanos muertos teñía las aguas de los mares.
(5) Para que se aprecie el terrible número de bajas causadas por las guerras y
la magnitud de la destrucción, anotamos los siguientes datos sobre la Primera
Guerra Mundial:
-Sesenta y cinco millones (65,000,000) de soldados fueron movilizados.
-Ocho millones (8,000,000) fueron muertos.
-Veintiun millones (21,000,000) fueron heridos.
-El valor de las propiedades destruidas se calculó en doscientos dieciséis mil
millones de dólares americanos, de acuerdo con el valor del dólar durante la
segunda década del siglo veinte ($216,000,000,000). Se calculó que la guerra
costaba solo a Inglaterra un millón ($1,000,000) de dólares por hora.
(Enciclopedia Colleiers. Tomo XIX. Páginas 564-565.)
846 En las batallas navales, las mismas causas que producen muchas
muertes y heridas entre los seres humanos, también resultan en la muerte de
los seres marinos. Entre tales causas señalamos:
847 El estallido de balas, bombas y torpedos de toda clase. En el caso de
los seres marinos, no solo matan los artefactos mencionados sino también las
fuertes ondas sonoras que produce, por ejemplo, el zambombazo de minas y
de bombas antisubmarinas.
(a) Durante la Primera Guerra Mundial, los alemanes colocaron cuarenta y
tres mil minas (43,000) en los mares, mientras los estadounidenses colocaron
cincuenta y seis mil (56,000) y los ingleses, ciento veintiocho mil (128,000).
(b) Grandes cantidades de minas mucho más sofisticadas fueron colocadas
en los mares durante la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, en su ofensiva
contra los japoneses, los estadounidenses pusieron veintidós mil (22,000)
minas en las aguas del Pacífico. Estas minas causaron estragos a novecientos
sesenta y un (961) barcos japoneses, de los cuales cuatrocientos ochenta y
cuatro, pesando un total de seiscientos cincuenta mil (650,000) toneladas,
fueron hundidos. (Enciclopedia Colliers, Tomo XIV, Páginas 416-417.)
848 La explosión o el hundimiento de barcos y submarinos. Solo durante la
Segunda Guerra Mundial miles de barcos fueron hundidos.
849 El estallido o el derrumbamiento de aviones que caen al mar. Miles de
aviones cayeron en los mares durante la Segunda Guerra Mundial.
850 La gasolina, el aceite y otros químicos derramados en las aguas al
estallarse las naves y hundirse o quedarse gravemente averiados.
851 La contaminación de toda clase que producen las guerras navales.

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852 Queda destruida la "tercera parte de las naves".
853 La destrucción de una tercera parte de las naves constituye prueba
convincente de que la profecía de la segunda trompeta tiene que ver con
batallas navales.
854 Entendemos que la categoría "naves" abarca no solo barcos de guerra
sino también los barcos de todo tipo y de todo tamaño utilizados para
transportar soldados, equipo, comestibles y combustibles, incluso los
cargueros y los cruceros que nada tienen que ver con la guerra pero que caen
víctimas de la agresión de las partes enemistadas.
c) Para que se aprecie el gran tamaño de muchos barcos fabricados durante
el siglo veinte se presentan los siguientes ejemplos.
1) Los barcos de guerra tipo “Iowa”, fabricados por los Estados Unidos de
América, median doscientos setenta y tres metros de largo, cincuenta y tres
metros de ancho y pesaban cuarenta y cinco mil (45,000) toneladas. Japón
construyó dos barcos de Guerra, el “Yamato” y el “Musashi”, que pesaban
sesenta y cuatro mil toneladas (64,000) cada uno. Los dos fueron hundidos por
torpedos y bombas.
2) Los portaviones tipo “Roosevelt” miden quinientos tres metros (503) de
largo y pesan cuarenta y cinco mil (45,000) toneladas. Llevan una tripulación
de dos mil setecientos.
3) El submarino nuclear tipo “Tritón” mide ciento treinta y siete metros de
largo. Los submarinos nucleares pueden navegar sumergidos por hasta dos
meses sin tener que volver a puerto. (Datos tomados de la Enciclopedia
Grolliers, Tomos XIV, XVII y XVIII.)
855 Algunos imperios navales de la Era Cristiana representados por la "gran
montaña ardiendo en fuego" son:
856 Durante los primeros tres siglos de la Era Cristiana: el Imperio Romano;
857 Durante la Edad Medieval: el Imperio Bizantino, el Santo Imperio
Romano, los visigodos, los vándalos y los vikingos;
858 Durante el Renacimiento y el tiempo del descubrimiento: España,
Portugal, Inglaterra, Holanda y Francia;
859 En tiempos modernos: Alemania, Rusia, Estados Unidos de América,
Inglaterra, Japón, Francia, Italia, España, Australia, Canadá, Suecia, Noriega,
Argentina, Brasil, India, Corea, China, Vietnam, etcétera.
860 El contexto de la profecía lo hace sumamente interesante para nosotros.
861 En aquel tiempo del primer siglo, no se vislumbraban las grandes
potencias navales de los tiempos subsiguientes, particularmente, no se tenía
ninguna visión de las enormes armadas de las superpotencias del siglo veinte
y del veintiuno. Colóquese usted, respetado lector, en el primer siglo y mire a
través de los siglos hacia el tiempo presente. ¿Qué persona de aquel tiempo
pudiera haber tenido siquiera una pequeña visión de las poderosas naciones
navales del siglo diecinueve, del siglo veinte y del siglo veintiuno? ¿De los
gigantescos barcos de guerra hechos de acero e impulsados por poderosos
motores? ¿De los grandes submarinos de acero? ¿De las armas sumamente
mortíferas? ¿De bombas y mísiles? ¿De los aviones de caza y de bombardeo
que se despegan de los portaviones? ¡Cuán fantástico e increíble es todo esto
comparado con los barcos de vela o de remo que conocían los hombres del
primero siglo, armados los combatientes de aquel tiempo solo con espadas,
cuchillos y lanzas! ¿Qué muchas aguas se volvieran como de sangre? ¿Qué
tantos seres humanos y tantos seres marinos murieran a causa de las guerras
navales? ¡Inconcebible! Sin embargo, las profecías de la segunda trompeta
anunciaban para el futuro lejano tales acontecimientos.

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862 ¿Cuánta sangre fue derramada en los mares del mundo solo durante la
Primera Guerra Mundial y la Segunda? Ni los más astutos pensadores y
analistas del mundo de Juan el apóstol pudieran haber previsto tanta pérdida
de vida en los mares. Sin embargo, la profecía ha sido cumplida al pie de la
letra. El cumplimiento de esta profecía confirma que el libro de Apocalipsis fue
revelado por medio de inspiración divina.
3. Los que contaminan los mares y destruyen la vida marina se cuentan entre
aquellos que “destruyen la tierra”.
863 La tercera trompeta: "El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo
una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte
de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es
Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos
hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas"
(Apocalipsis 8:10-11).
864 Mediante esta tercera profecía se predice la contaminación de la tercera
parte del agua dulce de la tierra y la muerte de muchos seres humanos a
consecuencia de esta condición de las aguas. La segunda trompeta trata de
los mares, o sea, del agua salada del planeta. En cambio, la tercera trata del
agua dulce.
865 "Una gran estrella" cae sobre "los ríos, y sobre las fuentes de las
aguas."
866 "Los ríos... las fuentes de las aguas."
867 Se trata de todas las aguas dulces de la tierra: los ríos, los lagos de
agua dulce y las fuentes de agua dulce.
868 No se trata simbólicamente de los seres humanos. El lenguaje "ríos" y
"fuentes de las aguas" no se presta para representar figurativamente a los
seres humanos.
869 El contexto de las siete trompetas indica que debemos entender
literalmente las referencias a los "ríos" y las "fuentes de las aguas".
870 La primera trompeta advierte la destrucción de los bosques, los
sembrados y los pastos.
871 La segunda trompeta advierte la destrucción causada en el mar por los
conflictos navales.
872 La tercera trompeta advierte la contaminación de las aguas dulces y la
muerte de "mucho hombres... a causa de esas aguas." Si las primeras dos
trompetas tienen que ver con lo literal, lógicamente la tercera también debiera
aplicarse literalmente, y no simbólicamente.
873 "Una gran estrella" cae sobre las aguas dulces de la tierra.
874 "El nombre de la estrella es Ajenjo."
875 "Ajenjo. Planta compuesta, amarga y aromática, que se emplea en
medicina." (Diccionario de uso del español, Tomo 1, Página 105.)
876 En algunos textos bíblicos, el "ajenjo" se asocia con todo lo que pudiera
"amargar" nuestra existencia, por ejemplo: la seducción de la mujer extraña
(Proverbios 5:4) o el engaño que obran los falsos maestros (Jeremías 23:15).
877 En el contexto de las siete trompetas, la estrella llamada "Ajenjo"
simboliza la contaminación que "amarga" las aguas potables causando
enfermedades y muerte.
878 "Cayó del cielo... ardiendo como una antorcha."
879 El lenguaje es retórico y simbólico.
880 Al meditarlo, visualizamos un gran meteoro que cae del cielo.

69
881 Al introducirse el meteoro en la atmósfera de la tierra, comienza a arder
"como una antorcha." Luego, explota, esparciéndose los pedazos por la tierra y
cayendo en los ríos, las fuentes y los lagos, contaminándolos.

882 Aunque retórico el lenguaje, no es menos cierto que muchas de las


aguas dulces de la tierra se vuelven amargas por los contaminantes que
literalmente caen "del cielo". Por ejemplo:
883 La "lluvia ácida" que ha devastado las áreas cercanas a ciertos tipos de
fábricas y refinerías que lanzan enormes cantidades de gases dañinos a la
atmósfera.
884 Las partículas radioactivas sueltas en la atmósfera por bombas
atómicas e hidrógenas, accidentes y descuidos industriales en las plantas que
emplean materias radioactivas, desperdicios radioactivos no protegidos,
etcétera. Estas partículas son llevadas por los vientos y depositadas en las
aguas dulces contaminándolas. Caen "del cielo."
885 "La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres
murieron."
886 El contexto de la profecía.
887 Cuando esta profecía fue revelada en el primer siglo, los suministros de
agua dulce en la tierra eran más abundantes que en el día de hoy. Tampoco
existían en aquel tiempo las causas principales de contaminación que dañan el
agua dulce hoy día.
888 Estas mismas condiciones prevalecían hasta la introducción de la
"Época Industrial" a fines del siglo dieciocho.
889 Por lo tanto, esta profecía según la cual la tercera parte del agua dulce
de la tierra se convertiría en "ajenjo" habrá sorprendido grandemente a las
personas de aquellos tiempos antes de la "Época Industrial" dejándolas
perplejas en cuanto a cómo y cuándo se cumpliera.
890 El cumplimiento de la profecía.
891 Las generaciones de la Época Industrial y de la Época Postindustrial (la
nuestra) literalmente presencian el cumplimiento de la profecía de la tercera
trompeta.
892 Hoy por hoy, incontables ríos y lagos están envenenados por las
enormes cantidades de desperdicios y contaminantes industriales y las
increíbles cantidades de basura producida por seis billones de seres humanos.
La industrialización y la sobre población son las dos causas principales de la
contaminación del agua dulce.
893 En los países subdesarrollados, gran número de seres humanos muere
a causa de estas aguas "amargas.”
894 Aun en los países industrializados, decenas de millones de personas
compran el agua purificada o utilizan purificadores de agua porque el agua
suplida por acueductos trae demasiada contaminación.
895 Hace mil novecientos años, se preveía mediante la profecía de la
tercera trompeta, la contaminación de gran parte del agua dulce del mundo y
las consecuencias que resultan de esta condición. ¡Las profecías de Dios no
fallan!
f) De nuevo, resaltamos la relación entre las primeras cuatro trompetas y la
frase “los que destruyen la tierra”. ¿Quiénes destruyen la tierra? Entre los que
lo hacen figuran todos aquellos que contaminan o destruyen las aguas dulces
de la tierra.
896 La cuarta trompeta: "El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la
tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las

70
estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en
la tercera parte del día, y asimismo de la noche" (Apocalipsis 8:12).
897 La aplicación literal de las primeras tres trompetas a la tierra nos lleva a
concluir que la profecía de la cuarta trompeta es una advertencia referente a
los cuerpos celestiales literales.
898 Las primeras tres trompetas anuncian grandes cambios que afectarían
los árboles y la hierba verde, el mar y el agua dulce del planeta Tierra.
899 En cuanto a los cuerpos celestiales de la cuarta trompeta, la lógica nos
obliga a no cambiar el tipo de interpretación de "literal" a "simbólico" o
"espiritual". Si los "árboles y la hierba verde," "el mar," "los ríos" y "las fuentes
de las aguas" son literales, lógicamente también lo son el sol, la luna y las
estrellas de la cuarta trompeta.
900 El sol, la luna y las estrellas de la cuarta trompeta no simbolizan a los
líderes políticos de las naciones ni tampoco a los líderes espirituales "de
maldad en las regiones celestes" (Efesios 6:12).
901 Es cierto que en algunos textos bíblicos (por ejemplo, Joel 2:30-31) los
cuerpos celestiales representan simbólicamente a los reyes, los príncipes y los
demás gobernantes.
902 Sin embargo, el análisis cuidadoso de las profecías de las primeras tres
trompetas indica que tienen que ver con el universo material. Es lógico concluir
que la profecía de la cuarta trompeta siga el mismo tipo de proyección,
enfocando también el universo material, como también a “los que destruyen la
tierra”.
903 Además, observamos que solo la tercera parte del sol, de la luna y de
las estrellas se oscurecen. Aplicado simbólicamente el lenguaje a los
gobernantes, significaría que solo la tercera parte de ellos pierden su luz
sumiéndose en las tinieblas. Pero bien se sabe que tarde o temprano todos los
gobiernos de la tierra se opacan y caen.
904 En adición, notamos que en términos simbólicos la "luz" que ilumina el
corazón del ser humano no emana de los gobernantes sino de Dios. Por lo
tanto, se deduce que la "luz" mencionada en la profecía de la cuarta trompeta
tampoco es "simbólica" sino "literal" ya que tiene su origen en el sol, la luna y
las estrellas del universo material.
905 El contexto de la profecía.
906 En aquel tiempo del primero siglo de la Era Cristiana cuando la profecía
fue revelada el sol, la luna y las estrellas hacían su función en el universo literal
conforme al designio de Dios.
907 Pero, según la profecía, vendrían tiempos cuando esa función se vería
afectada notablemente, o sea, en una "tercera parte".
908 El cumplimiento de la profecía.
909 Desde el inicio de la Época Industrial durante el siglo dieciocho, en
muchos lugares del planeta la función normal de los cuerpos celestiales ha
sido seriamente afectada, particularmente en las ciudades grandes y las zonas
industriales. Algunas de las causas que "hieren" a los cuerpos celestiales
entorpeciendo su funcionamiento normal son:
910 La contaminación atmosférica la cual literalmente opaca en parte ("la
tercera parte") la luz que emiten el sol, la luna y las estrellas.
911 El humo y los gases de las fábricas, de los talleres y de las refinerías de
toda clase.
912 Las emisiones tóxicas de los billones de carros, camiones, autobuses,
barcos, aviones, cohetes, trasbordadores, tractores, podadoras y demás
máquinas motorizadas.

71
913 En Ciudad México, Los Ángeles, San Salvador, Lima y otras ciudades y
áreas industriales del mundo, el "smog" (una mixtura de gases dañinos)
alcanza niveles peligrosos opacando de día y de noche la luz del sol, de la luna
y de las estrellas.
914 Tanto es así, que las autoridades se ven obligadas a formular e imponer
leyes para el control del medio ambiente, el cual se vuelve cada vez más
nocivo para los seres humanos quienes sufren infinidad de enfermedades a
consecuencia de dicha condición, muriendo no pocos.
915 Anualmente, los gobiernos y las empresas gastan muchos billones de
dólares en el esfuerzo de controlar la contaminación de la atmósfera.
916 Durante los primeros diecisiete siglos de la Era Cristiana, el problema de
la contaminación ambiental global ¡simplemente no existía! Párese en la línea
del tiempo en el año 1800 d.C. Desde ese punto para atrás, la contaminación
ambiental casi no existía.
917 La contaminación atmosférica causada por la gran cantidad de polvo
que levantan los vientos y las tormentas ("tormentas de polvo") en los
desiertos y donde los hombres han desnudado las tierras de los árboles y de la
vegetación natural. En algunos lugares del planeta, a menudo las "nubes de
polvo" literalmente oscurecen en una "tercera parte" el sol, la luna y las
estrellas.
918 La contaminación atmosférica que resulta cuando se encienden
bosques, pastos, cañaverales, basureros, factorías, pozos o yacimientos
petroleros, depósitos químicos, etcétera.
919 La quema de los cañaverales en preparación para la zafra llena los
cielos de humo y de otros contaminantes.
920 Los enormes basureros de las grandes ciudades emiten gases
venenosos y a menudo arden en llamas hasta por meses, día y noche,
lanzando millones de toneladas de contaminantes al aire.
921 En la guerra del Golfo Pérsico, los iraquíes prendieron fuego a los pozos
y los tanques de petróleo en Kuwait. El humo y los demás contaminantes
producidos por los fuegos afectaron grandemente al medio ambiente de
muchos países.
922 De cierto, la luz de los cuerpos celestiales penetra con dificultad la
contaminación de un globo envuelto en nubes de gases, humo y polvo.
923 Con todo, es posible que estemos presenciando solo el principio del
cumplimiento de la profecía de la cuarta trompeta.
924 El continuo incremento poblacional del mundo, más la industrialización
que sigue al paso, augura condiciones atmosféricas cada vez más pésimas
para el planeta.
925 En el futuro, ¿desminuirá aún más la potencia del sol? De alguna
manera, ¿será "herida," es decir, literalmente cambiado en su funcionamiento?
De producirse semejante cambio, ¡el sol alumbraría menos! Para la tierra y los
seres humanos, las consecuencias de siquiera un pequeño cambio en el
funcionamiento del sol podrían ser devastadoras, trayendo cambios drásticos
climatológicos que afectarían, entre otras cosas, la producción de alimentos.
926 Hace casi dos mil años, mediante la profecía de la cuarta trompeta se
previeron para los tiempos modernos las condiciones atmosféricas actuales
que obstaculizan parcialmente la luz del sol, de la luna y de las estrellas.
927 En aquel tiempo, ni los hombres más perspicaces pudieran haber
vislumbrado el mundo altamente poblado e industrializado en que vivimos hoy
día.

72
928 Sin embargo, el Espíritu de Dios lo vio y predijo las consecuencias
dañinas para el medio ambiente y para la raza humana.
929 No solo se predijo el gran daño que está sufriendo en la actualidad
nuestro planeta sino también se advirtió un castigo fuerte para los culpables.
Los veinticuatro ancianos pronuncian la sentencia, diciendo: "Ha venido... el
tiempo... de destruir a los que destruyen la tierra." (Apocalipsis 11:16-18)
930 El cumplimiento de esta profecía constituye una prueba más para
deducir que el libro de Apocalipsis fue inspirado por Dios. Debe llevarnos a la
convicción de que las demás profecías del libro, por extrañas e irreales que
parezcan, también se cumplen tarde o temprano.
931 La quinta trompeta (Apocalipsis 9:1-11), también identificada como el
"primer ay" (Apocalipsis 8:13; 9:12), nos presenta la profecía de "langostas
sobre la tierra" (Apocalipsis 9:3).
932 Proyectamos el cumplimiento principal de esta profecía para el "poco de
tiempo" entre el fin del Milenio y la segunda venida de Cristo.
933 La profecía enfoca:
934 La mentalidad y las acciones de los gobernantes que repudian a Dios y
toda religión, dejándose llevar por un lema semejante al siguiente: “La religión
es el opio del pueblo”. O sea, para los tales la religión, cualquier religión,
endroga, envenena y pone estupefacto al pueblo. Hasta donde sepamos, los
emperadores y los demás gobernantes del Imperio Romano no eran ateos sino
idólatras. Por lo tanto, no incluimos al Imperio Romano entre los gobiernos
abarcados por el “primer ay”. De hecho, el Imperio Romano ya no existe, ni
existirá de nuevo durante el “poco de tiempo”. Por consiguiente, no pertenece
al tiempo cuando se cumple el “primer ay”.
935 El sufrimiento de los inconversos a manos de los gobernantes ateístas.
Recalcamos: se trata de los INCONVERSOS y no de los seguidores
verdaderos de Dios. Esta revelación es sorprendente y muy significativa para
la identificación de las víctimas de las “langostas”.
936 La interpretación de la profecía de la quinta trompeta (el "primer ay").
937 "Vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo
del abismo. Y abrió el pozo del abismo..." (Apocalipsis 9:1).
938 En el escenario de la quinta trompeta, el papel que desempeña el ser
representado por la "estrella" indica que la "estrella" es uno de los ángeles al
servicio de Dios.
939 Este "ser" recibe la "llave del pozo del abismo".
940 Este "ser" abre el "pozo del abismo".
941 El "pozo del abismo" es la morada de todos los demonios, es decir, de
los ángeles caídos (2 Pedro 2:4; Lucas 8:28-31).
942 Es lo mismo que la "prisión" donde Satanás es atado durante el Milenio
(Apocalipsis 20:1-7). En el contexto del pasaje sobre el Milenio, "abismo" en
Apocalipsis 20:1 y 3 es sinónimo de "prisión" en Apocalipsis 20:7.
943 Obviamente, ¡Satanás no recibe "la llave" de su propia "prisión"! Por lo
tanto, deducimos que la "estrella" no puede ser Satanás. Es inconcebible que
él reciba la llave del pozo o que abra él mismo el "pozo del abismo".
944 Otros datos y circunstancias que indican que la "estrella" es un ángel al
servicio de Dios.
945 La "estrella" cae del cielo a la tierra durante el "poco de tiempo" después
del Milenio. En cambio, Satanás cayó del cielo, no como una "estrella" sino
"como un rayo" (Lucas 10:18), cuando Cristo triunfó sobre él y se sentó a la
diestra de Jehová en el trono del Reino (Apocalipsis 12:5-17). "Fue lanzado
fuera... fue arrojado a la tierra" (Apocalipsis 12:9). Por lo tanto, la "estrella" no

73
puede ser Satanás ya que este había sido lanzado fuera del cielo mucho antes
del acontecimiento visto por Juan en la quinta trompeta. (Ver el Capítulo Cinco
de esta obra para una explicación más amplia referente a la cuestión de
cuándo Satanás "fue lanzado fuera".)
946 Además, si un ángel de Dios tiene "la llave del abismo", utilizándola para
encerrar a Satanás en la "prisión" al principio del Milenio (Apocalipsis 20:1-3),
es lógico que también un ángel de Dios utilizara la misma "llave del abismo"
para abrir la "prisión", o sea, el "abismo" al final del Milenio.
947 La estrella "cayó del cielo a la tierra", pero no por eso debemos
identificarla como una "estrella caída".
948 En términos espirituales, "estrella caída" identifica a un ser que ha
"caído" en el pecado.
949 Pero la afirmación de Apocalipsis 9:1 no es que la "estrella" cayera en
pecado sino que pasó del cielo a la tierra con el propósito de efectuar una
tarea específica, a saber, abrir "el pozo del abismo".
950 "Abrió el pozo del abismo."
951 ¿Por qué abre el "pozo del abismo"? Obviamente, para que salga el
"humo del pozo".
952 Sin lugar a duda, una parte del lenguaje es simbólico.
953 El "abismo" identifica el lugar espiritual donde los "ángeles que no
guardaron su dignidad" están guardados "bajo oscuridad, en prisiones eternas,
para el juicio del gran día" (Judas 6; 2 Pedro 2:4).
954 El ángel que recibe la llave del pozo no abre literalmente el "pozo del
abismo" para dejar salir a los ángeles caídos ya que estos están "reservados"
en dicho lugar hasta el juicio, sino que lo "abre" figurativamente para dejar
subir el "humo", siendo también simbólico el “humo”.
955 "Y subió humo del pozo como humo de un gran horno" (Apocalipsis 9:2).
956 El "humo" simboliza: "filosofías perversas, teorías falsas, decepciones
satánicas, imaginaciones vanas, asunciones humanistas, sistemas religiosos
pervertidos, patrones malos de lógica" (Coffman, "Comentario sobre
Apocalipsis, Página 188, ACU Press, Abiliene, Texas, 1979). Podemos añadir
que simboliza todo argumento, todo pensamiento "y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios" (2 Corintios 10:5).
957 "Como humo de un gran horno" significa que durante el "poco de
tiempo" ¡gran cantidad de "humo", es decir, de enseñanzas y creencias
sumamente falsas y dañinas, será suelta sobre la tierra! No un poquito de
"humo" de un horno pequeño sino muchísimo "humo de un gran horno".
958 "Y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo" (Apocalipsis 9:2).
959 El "humo" oscurece, sofoca, envenena y mata.
960 Toda creencia y enseñanza que tiene su origen en las tinieblas del
"pozo del abismo", o sea, en la mente y el corazón de Satanás y sus agentes,
oscurece, sofoca, envenena y mata.
961 El "sol" representa la luz de la Verdad divina que alumbra la mente de
los seres humanos. El "humo del pozo" oscurece y oculta la luz de la Verdad.
962 El "aire" representa el ámbito moral y espiritual en que se desenvuelve
el ser humano. Dondequiera que llegue o penetre el "humo del pozo", el
ámbito moral y espiritual se llena de tinieblas que oscurecen y envenenan.
963 "Y del humo salieron langostas sobre la tierra" (Apocalipsis 9:3).
964 ¿Qué son estas "langostas"?
965 No se trata del insecto llamado "langosta", ni tampoco del crustáceo
marino del mismo nombre, sino de seres humanos.

74
966 Estas "langostas" simbolizan a todos los hombres y las mujeres que
gobiernan o ejecutan la voluntad de los gobiernos durante el "poco de tiempo"
cuando las naciones, habiendo sido engañadas, estarán bajo el dominio de
influencias satánicas.
967 Estos gobernantes de las naciones engañadas del mundo, juntamente
con todos los demás seres humanos a su servicio, son como una gran plaga
de langostas que hace terrible daño y causa sufrimiento indecible.
968 Entre estas "langostas" (hombres y mujeres engañados) que salen
"sobre la tierra" durante el "poco de tiempo" se cuentan:
969 Todos los consejeros, los profesores, los maestros, los filósofos, los
sicólogos, los sociólogos y los demás eruditos y profesionales que promueven
y defienden las creencias malvadas prevalecientes en aquellos días sombríos
antes del fin.
970 Todos los que confeccionan y esparcen la propaganda de los gobiernos
engañados contra los cristianos.
971 Todos los secuaces de los gobiernos engañados: los que integran las
agencias secretas, la policía, las guardias nacionales, los ejércitos, etcétera.
972 Entendemos que estas "langostas" infernales trabajan hombro a hombro
con los "espíritus de demonios" mencionados en Apocalipsis 16:13-14.
973 Las profecías en ambos pasajes tienen que ver con lo que ocurrirá
durante el "poco de tiempo".
974 Los símbolos utilizados para comunicar las profecías son diferentes,
pero las profecías tienen que ver con el mismo tipo de obra satánica.
975 Observamos que en ambos textos se trata de la obra satánica en toda
la tierra. La frase en Apocalipsis 9:3 es "sobre la tierra," o sea, sobre toda la
tierra, mientras en Apocalipsis 16:14 la expresión paralela es "la tierra en todo
el mundo".
976 La profecía de la quinta trompeta contiene mucho más información
sobre las actividades satánicas durante el "poco de tiempo" que la profecía
corta de los "tres espíritus inmundos a manera de ranas" (Apocalipsis 16:13-
14).
977 ¿De dónde salen estas "langostas"? Salen del "humo del pozo".
978 Durante el "poco de tiempo", sin duda habrá escuelas, universidades y
muchas otras instituciones u organizaciones educativas tal como las que
existen hoy día. Pero Satanás estará "suelto" durante referido periodo. Si él
ejerce tanta influencia en los sistemas educativos del presente, ¡cuánto más
cuando pueda moverse prácticamente sin trabas! Por lo tanto, se vislumbran
para la época del "poco de tiempo" instituciones educativas, desde la primaria
en adelante, aún más liberales y moralmente más corruptas, con currículos
desarrollados en su totalidad por ateos o personas sin valores espirituales. De
tales instituciones llenas del "humo del pozo" saldrán las "langostas" de la
quinta trompeta. Saldrán por toda la tierra causando mucho sufrimiento. Luis
Buñuel (1900-1983), director de cine español, manifestó la mentalidad de las
“langostas” al exclamar con espíritu burlador: “Gracias a Dios, ¡todavía soy
ateo!”
979 En términos literales, ¿cómo afecta el humo al ser humano? Lo
desorienta, ciega, envenena y sofoca. En términos intelectuales, morales y
espirituales ¡lo mismo sucede en el caso de los que "salen" del "humo del
pozo". Salen desorientados, con visión borrosa, entendimiento completamente
entenebrecido y espíritu envenenado. Por lo tanto, no podemos esperar que
actúen sanamente sino necia, carnal y violentamente. De hecho, conforme al
resto de la profecía, ¡asimismo actuarán las personas en el poder durante el

75
"poco de tiempo"! ¡"Ay de los que moran en la tierra!" (Apocalipsis 8:13) a
causa de estas "langostas" (hombres y mujeres) desorientadas, ciegas,
envenenadas y enloquecidas por el "humo del pozo".
980 El "poder" que tienen las "langostas" y sus acciones durante el "poco de
tiempo".
981 Su "poder" es semejante al "poder" que tienen los "escorpiones de la
tierra": envenena pero no mata (Apocalipsis 9:3 y 10).
982 Su "poder" no incluye el derecho de dañar la "hierba de la tierra, ni a
cosa verde alguna, ni a ningún árbol" (Apocalipsis 9:4). Es decir, a estas
"langostas" no les es permitido dañar los recursos naturales de la tierra. Su
misión malévola es otra muy distinta: ¡hacer mucho daño a los seres humanos!
983 Pueden dañar "solamente a los hombres que no tuviesen el sello de
Dios en sus frentes".
984 El "sello de Dios" es lo mismo que el sello del Espíritu Santo (Efesios
1:13-14), o sea, es la aprobación de Dios que se consigue por medio de la
obediencia a los mandatos divinos.
985 Las "langostas" pueden dañar "solamente" a los que NO TIENEN el
sello de Dios. Por lo tanto, esta profecía no es para los cristianos sino solo
para los inconversos de la época del "poco de tiempo".
986 ¿Quiénes son estos "inconversos" del "poco de tiempo"?
987 Obviamente, se trata de los habitantes del mundo que no son cristianos
pero que tampoco son "langostas", pues las “langostas” los persiguen. Para la
época del "poco de tiempo", discernimos en las profecías de Apocalipsis por lo
menos tres clases de seres humanos:
988 Los opresores (las "langostas"). Estos son los gobernantes engañados,
juntamente con todos los demás seres humanos que ejecutan la voluntad de
los gobiernos engañados;
989 Los oprimidos. Estos son el resto de los habitantes del mundo que no
tienen el "sello de Dios". Reiteramos: se trata de quienes no tienen el sello de
Dios.
990 Los perseguidos. Estos son los cristianos verdaderos. Los gobiernos
engañados se oponen a los cristianos verdaderos pero no pueden tratarlos
como tratan a los que no tienen el "sello de Dios," hasta no llegar el momento
prefijado por Dios para que cese el testimonio de la iglesia verdadera (tema
que estudiaremos al escudriñar el texto sobre los "dos testigos" de Apocalipsis
11).
991 ¿Por qué no figuran los cristianos en la escena de la quinta rompeta?
Quizás porque Dios deseara enfocar exclusivamente la condición triste de los
inconversos oprimidos, no complicando la profecía con detalles relevantes a la
condición de los cristianos.
992 Como quiera que sea, intelectual y espiritualmente los cristianos
verdaderos no serán presa fácil para las "langostas" con su veneno de
"escorpiones" porque los cristianos siempre tienen el entendimiento alumbrado
por la luz del sol de la Verdad pura. Perciben pronto el “humo” del pozo,
entienden de lo que se trata, distinguen sagazmente entre el “humo” y la
claridad de la Verdad y toman las medidas necesarias para que el “humo” no
los entonte o mate.
993 ¿Cómo tratan las "langostas" a los demás inconversos? Curiosamente, no
los matan sino que los atormentan (Apocalipsis 9:5).
994 ¿Por qué los atormentan?
995 Quizás porque, a pesar de no tener el "sello de Dios", estos inconversos
oprimidos no apoyen la doctrina ateísta de los gobiernos engañados que se

76
ponen de acuerdo para combatir la creencia en Dios, como también la
participación en cualquier clase de religión. Aun en los pueblos más corruptos
suele haber personas decentes que, no obstante su indiferencia hacia Dios, el
evangelio y la iglesia, o no obstante su incredulidad, deploran el maltrato, la
intolerancia, la persecución y todo tipo de violencia. ¿No había tales personas
en la Alemania de los Nazis o en la Rusia de Stalin?
996 Quizás porque los consideren una clase inferior de seres humanos no
aptos para pertenecer a la élite de las "langostas".
(iii) Quizás porque algunos de ellos aprovechen el ambiente de sublevación
contra Dios para sembrar el caos social al extremo de socavar aun a los
fundamentos de los gobiernos y del orden civil, exponiendo a las naciones al
peligro de la anarquía.
997 ¿Cuáles son los medios utilizados por las "langostas" para atormentar a
los demás inconversos? Cualesquiera que sean, se representan
simbólicamente por los "aguijones" que tienen las colas de los escorpiones
(Apocalipsis 9:3, 5 y 10). Podemos especular que se trata de:
998 El veneno de la fuerte propaganda contra Dios que riegan las "langostas"
en todo el mundo, empeñados en convencer a todo ser humano que debiera
aliarse pública y oficialmente con el estado, brindándole su apoyo económico y
moral, y pronunciándose a favor de las posiciones ateístas de los que están en
el poder.
999 La presión sicológica que ejercen las "langostas" en su empeño infernal
de convencer a todos los habitantes de la tierra a aceptar y apoyar
activamente la doctrina oficial de los gobiernos engañados: que Dios no existe,
que la Biblia es una fábula humana, que las iglesias que siguen la Biblia (la
Católica no la sigue) perjudican al estado, incluso denuncias en las tribunas
públicas para todo aquel que no apoye activamente al estado, denegación de
privilegios y libertades, asignación a puestos y trabajos no acordes con su
preparación académica, represalias económicas, amenazas contra sus
familias, etcétera.
1000 El castigo corporal: trabajos forzados, torturas, encarcelamiento,
etcétera.
1001 ¿Cómo reaccionan los "inconversos" al "tormento" de las "langostas"?
"En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y
ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos" (Apocalipsis 9:6).
1002 "Los hombres." No se trata de los cristianos sino solo de los que no
tienen el "sello de Dios".
1003 "Buscarán la muerte... ansiarán morir." El acoso de las "langostas" es
tan fuerte que la muerte sería preferible a su "tormento".
1004 "No la hallarán... la muerte huirá de ellos." Aunque quisieran suicidarse,
¡no podrán! ¿Por qué?
1005 Los medios no están a mano.
1006 Las "langostas" los vigilan día y noche.
1007 Si intentan suicidarse o se suicidan, sus seres queridos sufrirán
tormentos aún peores.
1008 Un caso particular del siglo veinte que ilustra, en ciertos aspectos, el tipo
de cumplimiento que se proyecta para esta profecía: Rusia, bajo Stalin.
1009 Durante las décadas cuando Stalin gobernaba (1927 – 1953), el
gobierno de Rusia era ateo, total y duramente contra toda religión,
intransigente, intolerante y perseguidor.
1010 Los millones de hombres y de mujeres que hacían la voluntad de Salín
(el nombre Salín significa "hombre de acero") eran como una horda de

77
"langostas" malvadas que "volaban" por toda la tierra de Rusia ejecutando las
órdenes del gobierno. Se trata de: los soldados, la policía, la KGB (la policía
secreta), los empleados de las dependencias gubernamentales, en fin, de
todos los miembros activos del partido oficial.
1011 Con su propaganda, amenazas y castigos, "atormentaban" a los
ciudadanos que no pertenecían al partido oficial. En las cárceles y los campos
de labor forzada (por ejemplo, en Siberia), millones de estos ciudadanos
"inferiores" fueron atormentados sicológica y físicamente a tal grado que
hubiesen preferido la "muerte", pero no podían ni siquiera suicidarse porque no
tenían los medios a mano o porque eran vigilados de día y de noche. De
acuerdo con lo que se sabe sobre ellos, estos ciudadanos no tenían el "sello
de Dios". Con todo, fueron oprimidos y explotados bárbaramente por las
"langostas" del gobierno ateo ruso. Para que aprecie usted, estimado lector, lo
que pasó, recomendamos que lea los libros escritos por el ruso Alexander
Solzhenitsyn, especialmente la serie intitulada "El Archipiélago Gulag".
(d) Pensamos que el caso de Rusia bajo Stalin presagie lo que puede pasar
en escala mayor cuando todos los gobiernos del mundo estén bajo el dominio
de Satanás durante el terrible “poco de tiempo” que precede el fin.
1012 El "aspecto de las langostas" (Apocalipsis 9:7-10). Tengamos presente
el hecho de que las "langostas" son seres humanos al servicio de los
gobiernos engañados. En la profecía de la quinta trompeta, se emplea el
lenguaje figurado para identificar las características sobresalientes de las
"langostas".
1013 "Caballos preparados para la guerra."
1014 Se trata de los seres humanos fuertes de espíritu y agresivos,
completamente adiestrados y equipados para efectuar la voluntad de los
gobiernos engañados.
1015 "La guerra" no es una guerra carnal entre las naciones, ya que estas
estarán en paz durante el "poco de tiempo", ni tampoco la visualizamos como
una "guerra militar" contra los ciudadanos considerados inferiores que no
tienen el "sello de Dios", ya que estos no serán muertos sino atormentados. La
"guerra" a la cual se alude quizás sea la de "Armagedón", la última gran
"guerra" espiritual que los obstinados inconversos librarán contra Dios y su
pueblo. Preparadas las temibles “langostas” para Armagedón, ¡están más que
preparados para atormentar a los ciudadanos que no tienen el sello de Dios.
1016 "En las cabezas tenían como coronas de oro." Es decir, actúan con
autoridad. Son emisarios de su rey Abadón (Apocalipsis 9:11), quien les ha
dado toda autoridad para actuar en contra de los ciudadanos considerados
inferiores o peligrosos para el estado.
1017 "Sus caras eran como caras humanas." Son seres humanos y en sus
caras reflejan la inteligencia superior que es característica de nuestra especie.
Sin embargo, por ser personas carentes de espiritualidad y valores morales, en
sus caras no se detectan ningún rasgo de compasión, de afecto natural, de
tolerancia o de sabiduría divina.
1018 "Tenían cabello como cabello de mujer."
1019 ¿Se trata de hombres "langostas" que dejan crecer el cabello?
Posiblemente. Es notable que el cabello largo en el hombre es casi siempre
evidencia de rebeldía contra la "naturaleza misma" (1 Corintios 11:14), o sea,
contra Dios. En el presente, no pocos hombres tienen "cabello como cabello
de mujer". En el "poco de tiempo", al parecer ¡todos los que ejecutan la
voluntad de los gobiernos engañados tendrán el cabello "como cabello de
mujer"!

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1020 ¿Se trata también de mujeres "langostas"? Sin duda, ya que estas
figuran juntamente con los hombres entre las hordas de personas que se
oponen a Dios durante el "poco de tiempo".
1021 ¿Quiere decir la profecía que mujeres "langostas" estarán al mando de
los gobiernos engañados o que tendrán puestos importantes de mucho poder?
Posiblemente. De hecho, el empeño de muchas "feministas" del presente es
tener la voz cantante en toda esfera social y política con la meta de imponer su
propio criterio en el mundo. En el presente, entre las mujeres que encabezan
la "liberación femenina" hay famosas ateas y lesbianas. No pocas mujeres de
las que integran el movimiento abogan tenazmente por la "nueva familia" no
tradicional (parejas que conviven sin casarse, "familias" de un solo pariente,
matrimonios compuestos de homosexuales), el aborto, derechos especiales
para los homosexuales, etcétera. Al poder imponer su voluntad, ¿qué clase de
sociedad se vislumbra? “Durante una discusión en el año 1975, la famosa
feminista francesa Simone de Beauvoir se atrevió a afirmar que (citadas sus
palabras): Ninguna mujer debe contar con la autoridad de quedarse en su
casa para criar a sus hijos... Las mujeres no deben tener tal opción,
precisamente porque al tener tal opción, demasiadas la tomarán” (The Broken
Hearth –El hogar quebrantado. Por William J. Bennett. Doubleday. Octubre,
2001. Página 25). ¡Prohibir a las madres quedarse en sus hogares para criar a
sus propios hijos! Semejante mentalidad anormal y malvada es la de las
“langostas” que atormentan.
1022 "Sus dientes eran como de leones." Las "langostas" vienen
completamente preparadas para agarrar sus presas, triturarlas y devorarlas.
Se imponen. Dominan. Son como leones de la jungla.
1023 "Tenían corazas como corazas de hierro." La coraza protege. Estas
"langostas" cuentan con la fuerte protección del estado ateo. Son
prácticamente invencibles.
1024 "El ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de
caballos corriendo a la batalla."
1025 El "ruido de sus alas" representa todos sus movimientos por la tierra en
la persecución de sus objetivos diabólicos. Representa toda su maquinaria
propagandista. Representa todos sus convocaciones y todas sus demás
actividades frenéticas a favor del "nuevo orden de gobierno universal" bajo el
estandarte del ateísmo. Representa todos los medios que utilizarán para
subvertir la mente y el alma de las masas, inclusive todos los medios de
comunicación electrónica tales como satélites, redes mundiales de
computadores (por ejemplo, el Internet) y quizás tecnologías nuevas que ni
aún soñamos en el presente.
1026 La "batalla" para la cual se preparan a toda prisa es la de "Armagedón".
1027 "Tenían colas como de escorpiones, y también aguijones." Estudiamos
ya el significado de estas características.
1028 El tiempo que dura la obra de las "langostas": "Cinco meses"
(Apocalipsis 9:5 y 10).
1029 "Cinco meses", o sea, aproximadamente ciento cincuenta días, es un
tiempo relativo. Quizás podamos formar alguna idea de su duración
comparándolo con los mil doscientos sesenta días (Apocalipsis 11:3), el
Milenio (Apocalipsis 20:1-10), "una hora" (Apocalipsis 17:12) y la media hora
de "silencio" en el cielo (Apocalipsis 8:1).
1030 Deducimos que se trata de un lapso de tiempo mucho más corto que el
Milenio.

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1031 Quizás sea más o menos equivalente a la duración del "poco de
tiempo". Pero también es posible que no cubra todos los años del "poco de
tiempo". ¿Cuándo abre el ángel el "pozo del abismo" para que salga el humo y
del humo salgan las "langostas"? ¿Al principio del "poco de tiempo" o después
del comienzo de dicho periodo? El texto bíblico no arroja luz sobre este
particular.
1032 El "rey" sobre las "langostas" es el "ángel del abismo, cuyo nombre en
hebreo es Abadón, y en griego, Apolión" (Apocalipsis 9:11).
1033 El "ángel del abismo" es Satanás.
1034 Tanto "Abadón" como "Apolión" quieren decir "destructor".
1035 La sexta trompeta (Apocalipsis 9:13 - 11:14), también identificada como
el segundo "ay" (Apocalipsis 11:14).
1036 Los temas principales de la sexta trompeta:
1037 Muere "la tercera parte de los hombres" a causa de las tres plagas que
traen los cuatro ángeles "preparados para la hora, día, mes y año" (Apocalipsis
9:14-19).
1038 Los hombres que sobreviven estas plagas no se arrepienten de sus
pecados (Apocalipsis 9:20-21).
1039 La visión del "ángel fuerte" con el librito abierto que endulza, luego
amarga (Apocalipsis 10:1-4, 8-11).
1040 La proclamación del "ángel fuerte" sobre el fin del tiempo (Apocalipsis
10:5-7).
1041 El orden de medir al templo espiritual (Apocalipsis 11:1-2).
1042 Los dos testigos: su poder, testimonio, muerte y resurrección
(Apocalipsis 11:3-14).
1043 Proyectamos el cumplimiento de las profecías de la sexta trompeta para
fines del "poco de tiempo" por las razones siguientes:
1044 Entendemos que la revelación de la sexta trompeta (el segundo "ay")
termina con la transformación de los santos (Apocalipsis 11:11-14). De ser así,
lo lógico sería anticipar el cumplimiento de las demás profecías de la sexta
trompeta en la época particular que precede de inmediato referido evento.
Según la enseñanza de Apocalipsis 20:1-10, dicha época es el "poco de
tiempo".
1045 Discernimos cierto paralelismo entre la sexta trompeta y la sexta copa.
La sexta copa pertenece al tiempo cuando se consume la ira de Dios
(Apocalipsis 15:1). Por lo tanto, hay justificación, apoyada en el paralelismo,
para concluir que la sexta trompeta también pertenece, con toda probabilidad,
a dicho tiempo.
1046 Observamos que el "gran río Éufrates" figura tanto en la sexta trompeta
(Apocalipsis 9:14) como en la sexta copa de la ira de Dios (Apocalipsis 16:12).
Opinamos que no se trata de una mera coincidencia sin significado sino de un
enlace real entre las dos profecías.
1047 También observamos que ciertas "plagas" figuran en ambas profecías
(Apocalipsis 9:18; 15:1; 16:9).
1048 La interpretación del primer tema principal de la sexta trompeta: la
muerte de "la tercera parte de los hombres" a causa de "las tres plagas"
(Apocalipsis 9:14-19).
1049 "Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río
Éufrates" (Apocalipsis 9:14).
1050 "Los cuatro ángeles" pertenecen a la categoría de los ángeles que están
al servicio de Dios para efectuar sus juicios y castigos sobre los seres
humanos rebeldes (Apocalipsis 7:1-2).

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1051 "Están atados."
1052 "Atados" figurativamente. Significa que están restringidos en cuanto al
tiempo de iniciar su misión, y no que estén atados literalmente.
1053 El mismo tipo de restricción se nota en el caso de los "cuatro ángeles en
pie sobre los cuatro ángulos de la tierra" a quienes se les ordenó: "No hagáis
daño a la tierra... hasta que..." (Apocalipsis 7:1-3).
1054 Estos cuatro ángeles no están "atados" en el infierno sino "junto al gran
río Éufrates".
1055 Estos ángeles no son demonios atados en el infierno sino seres
celestiales al servicio de Dios.
1056 ¿Por qué es necesario restringirlos, o sea, aguantarlos o controlarlos?
1057 Quizás para que no actúen prematuramente. Es evidente que los
ángeles de Dios no son autómatas sino seres pensantes con voluntad propia,
pues eligieron seguir no a Satanás sino a Dios.
1058 Estos cuatro son "ángeles destructores" preparados para aplicar la
justicia de Dios a los hombres impíos y rebeldes.
1059 En cuanto a castigar a los pecadores, en ocasiones los siervos de Dios
son demasiado precipitados. Tal era el caso de Jacobo y Juan, apellidados
"Boanerges, esto es, Hijos del trueno" (Marcos 3:17), quienes dijeron, cuando
los samaritanos no quisieron recibir a Cristo: "Señor, ¿quieres que mandemos
que descienda fuego del cielo... y los consuma?" (Lucas 9:51-56)
1060 Al contemplar los cuatro ángeles la intransigencia moral y espiritual de
los hombres malvados del "poco de tiempo", quizás sientan el impulso fuerte
de tomar, de inmediato, venganza contra ellos.
1061 Pero, están "preparados para la hora, día, mes y año". Por lo tanto, es
preciso controlarlos (atarlos) para que actúen en el momento indicado, según
el plan de Dios.
1062 "Junto al gran río Éufrates." ¿Por qué "junto al gran río Éufrates"?
Porque, al parecer, "las tres plagas" tendrán su origen en el Oriente.
1063 En términos literales, históricamente, muchas plagas se han originado
en los países del oriente y del medio oriente.
1064 En términos espirituales, ¡ha sucedido lo mismo! Muchas "plagas" de
religiones falsas y filosofías mentirosas han tenido su origen en aquella área
de la tierra: el budismo, el hinduismo, el zoroastrianismo, el mahometanismo y
toda suerte de cristianismo falso.
1065 Además, la antigua Babilonia (Caldea, Sumeria) donde los hombres
intentaron levantar la torre de Babel, fue la cuna de la idolatría, en particular,
del culto a la "diosa madre", tema que estudiaremos a fondo en la
interpretación de la "gran ramera."
1066 Es notable que también vendrán "los reyes del oriente" para reunirse
con los demás reyes engañados de la tierra cuando el sexto ángel derrama la
sexta copa de ira (Apocalipsis 16:12). Observamos que el Oriente figura en
ambas profecías, ocupando las dos profecías la posición número seis en cada
serie de profecías.
1067 Conclusión: tal como sucedió en el pasado, asimismo en el futuro el
Oriente figurará de manera prominente en el desenvolvimiento de los asuntos
terrenales y espirituales de la raza humana, como también en la realización
oportuna del plan programado por Dios para la tierra y sus habitantes.
1068 ”Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la
hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres"
(Apocalipsis 9:15).
1069 "Preparados para la hora, día, mes y año."

81
1070 Mediante estas palabras, claramente se evidencia que Dios tiene un
plan detallado y preciso para el hombre y la tierra. Esta fraseología es
semejante a: "Cuando vino el cumplimiento del tiempo" (Gálatas 4:4); "hasta
que haya entrado la plenitud de los gentiles" (Romanos 11:25) y "les ha
prefijado el orden de los tiempos" (Hechos 17:26).
1071 El tiempo prefijado por Dios para estos cuatro ángeles es exacto hasta
el día y la hora.
1072 ¿Podemos discernir con precisión el periodo de tiempo de que se trata?
Quizás no con la exactitud que quisiéramos. Sin embargo, todo el contexto de
los tres ayes nos indica que se trata de eventos que transcurrirán,
probablemente, durante la última parte del "poco de tiempo" que precede el fin.
1073 "A fin de matar a la tercera parte de los hombres."
1074 "Matar."
1075 ¿Cuál muerte se contempla: la física o la simbólica?
1076 Entendemos que se proyecta la muerte física de "la tercera parte de los
hombres".
1077 Según Apocalipsis 9:20-21, el propósito de "matar a la tercera parte de
los hombres" es hacer que los sobrevivientes se arrepientan.
1078 Pero, no se lograría semejante propósito si se trata solo de la muerte
figurativa, es decir, de morir espiritual y moralmente la tercera parte de los
hombres. De hecho, ¡ya están muertos moral y espiritualmente! En cambio, la
muerte física de una porción sustancial de los hombres quizás produjera el
arrepentimiento en algunos de los sobrevivientes.
1079 "La tercera parte."
1080 Una parte sustancial, pero no la mayor parte.
1081 Más que suficiente para amedrentar y hacer reflexionar a cualquier
persona sensata.
1082 Para el presente, la tercera parte de la población de la tierra equivale a
aproximadamente dos billones (2,000,000,000 –dos mil millones) de seres
humanos.
1083 Si “la tercera parte” nos asombra o nos hace dudar de la autenticidad de
esta profecía, consideremos el siguiente dato: se calcula que hasta un 70%
(setenta porciento) de los seres humanos murió a causa de la plaga de la
peste bubónica que azotó a Europa durante la Edad Medieval.
1084 "Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo
oí su número."
1085 "Los ejércitos de los jinetes." ¿Quiénes son estos "jinetes"? ¿A quién
obedecen estos "ejércitos"? Pensamos que no se trata simbólicamente de
ejércitos terrenales bajo el mando de hombres endemoniados ni tampoco de
los "ejércitos" de Satanás sino de "los ejércitos celestiales" guiados por los
cuatro ángeles en cumplimiento de la voluntad de Dios (Apocalipsis 19:14). A
continuación, presentamos las razones que sostienen nuestra conclusión:
1086 Los jinetes obedecen a los cuatro ángeles. ¿Qué enlace hay entre "los
cuatro ángeles" del versículo quince y "los ejércitos de los jinetes" del versículo
dieciséis? En el texto apocalíptico, se pasa de la afirmación sobre los "cuatro
ángeles" a la de los doscientos millones de jinetes sin que se explique la
relación entre ellos. Sin embargo, la conexión debe ser obvia: los doscientos
millones de jinetes siguen y obedecen a los cuatro ángeles. Ahora bien, en
términos literales, los ángeles al servicio de Dios no están al mando de
ejércitos terrenales sino de ejércitos celestiales. Por lo tanto, deducimos que
los doscientos millones de jinetes componen el ejército espiritual de Dios.

82
1087 Las "corazas" de los jinetes sirven para identificarlos como siervos de
Dios. Sus corazas son de "fuego, de zafiro y de azufre." (Apocalipsis 9:17)
1088 El "fuego" aparece a menudo en las manifestaciones de la presencia y
de los poderes de Dios, particularmente del poder para destruir.
1089 Moisés encontró una zarza que ardía en fuego (Éxodo 3:2-5).
1090 En su visión de escenas celestiales, Ezequiel ve "apariencia de fuego"
en la "figura del trono" (Ezequiel 1:1-28).
1091 El trono del "Anciano de días" es como "llama de fuego, y las ruedas del
mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él"
(Daniel 7:9-10).
1092 Hay fuego en el altar en el cielo (Apocalipsis 8:3-5).
1093 Babilonia es "quemada con fuego" (Apocalipsis 18:8).
1094 La bestia y el falso profeta son lanzados en "el lago de fuego y azufre"
(Apocalipsis 20:10).
1095 Conclusión: los doscientos millones de jinetes disponen de corazas de
fuego porque sirven a Dios quien concede a ellos el poder para destruir "la
tercera parte de los hombres". ¡Ni las personas malvadas ni los demonios
mismos son dueños de corazas tan impresionantes!
1096 El "zafiro" es una piedra preciosa de color azul que también figura en
visiones de lo celestial.
1097 "Se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro" (Ezequiel
1:26; 10:1).
1098 El segundo cimiento del muro de la ciudad celestial es adornado de
"zafiro" (Apocalipsis 21:19).
1099 Conclusión: Esta "piedra preciosa" también nos lleva a relacionar los
jinetes con lo celestial, y no con lo terrenal o lo infernal. De cierto, ¡ni las
personas malvadas ni los demonios mismos son dueños de corazas tan
gloriosas!
1100 El "azufre." "Elemento... de color amarillo, fácilmente electrizable por
frotación, que arde con llama azul produciendo un humo de olor acre
característico" (Diccionario de uso del español, Tomo I. Página 323). En su
estado natural, el azufre es un sólido. Es uno de los elementos empleados por
Dios para castigar (Apocalipsis 19:20; 20:10). A los jinetes Dios les da el poder
de castigar, valiéndose no solo del fuego sino también del azufre.
1101 Tengamos presente el hecho de que las naciones engañadas se unirán
durante el "poco de tiempo" y que antes de la segunda venida de Cristo los
hombres estarán proclamando "paz y seguridad" (1 Tesalonicenses 5:1-3). Tal
y como se unieron las sectas judías con los elementos criminales de la nación
para denunciar y crucificar al Cristo, asimismo se unirán las naciones en su
oposición al Dios verdadero y su pueblo. Se quiere decir que las naciones
engañadas no estarán en guerra durante el "poco de tiempo". Por lo tanto, los
"ejércitos" de la sexta trompeta que salen a matar "la tercera parte de los
hombres" no son ejércitos terrenales enfrascados en batalles carnales.
1102 "Doscientos millones."
1103 Se calcula que toda la población del gran Imperio Romano alcanzaba,
para el primer siglo de la Era Cristiana, más o menos doscientos millones. Así
es que para el apóstol Juan y sus contemporáneos, el número "doscientos
millones" era sumamente grande.
1104 Este número grande también nos hace pensar en los siervos de Dios
que suman "millones de millones".
1105 En cuanto al "Anciano de días" "millares de millares le servían, y
millones de millones asistían delante de él" (Daniel 7:10).

83
1106 "Millones de millones" de ángeles se encuentran "alrededor del trono"
de Dios (Apocalipsis 5:11).
1107 Hay una "gran multitud en el cielo" (Apocalipsis 19:1).
1108 Los "caballos" de los jinetes.
1109 La apariencia de los caballos:
1110 Tienen cabezas "como cabezas de leones. (Apocalipsis 9:17).
1111 El "rey de la selva" (el león) es fuerte, tiene la boca grande y colmillos
afilados. Es capaz de hacer mucho daño.
1112 Los doscientos millones de caballos son capaces de hacer mucho daño.
Su misión declarada es "dañar".
1113 "De su boca salían fuego, humo y azufre" (Apocalipsis 9:17). El fuego, el
humo y el azufre son "tres plagas" (Apocalipsis 9:18).
1114 Tienen colas y sus "colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y
con ellas dañaban" (Apocalipsis 9:19).
1115 "Dañar" es el trabajo asignado a los doscientos millones de jinetes
montados sobre doscientos millones de caballos.
1116 "Colas... semejantes a serpientes." La serpiente infunde pavor. La
mordida de la serpiente venenosa pueda causar la muerte repentina. Los
caballos de los jinetes siembran pavor y muerte.
1117 Entendemos que estos caballos representan los medios utilizados por
Dios para introducir y diseminar o esparcir las "tres plagas" que resultan en la
muerte de "la tercera parte de los hombres".
1118 Los caballos son veloces y doscientos millones podrían correr pronto
por toda la tierra. Esto significa que las "tres plagas" se esparcirán pronto por
toda la tierra causando pánico y muchísimas muertes.
1119 Las personas desobedientes que viven la época de la sexta trompeta no
verán literalmente a los doscientos millones de jinetes montados sobre
doscientos millones de caballos furiosos, pues se trata de seres espirituales al
servicio de Dios. Pero, sentirán la furia de los castigos de Dios a través de las
"tres plagas", las cuales sobrevendrán a aquellos impíos como millones de
caballos enfurecidos, de cuyas bocas salen fuego, humo y azufre y cuyas colas
lastiman y matan.
1120 Según Números 21:4-9, "Jehová envió entre el pueblo (de Israel)
serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel".
Asimismo, las colas de los caballos, "semejantes a serpientes", dañan a las
personas rebeldes del "poco de tiempo".
1121 Las "tres plagas" de "fuego, humo y azufre" (Apocalipsis 9:18).
1122 Estas "tres plagas" que causan la muerte de la "tercera parte de los
hombres" están programadas para el "poco de tiempo," quizás para la última
parte de referido periodo. Otros textos corroboran esta conclusión.
1123 Los dos testigos tienen poder para "herir la tierra con toda plaga,
cuantas veces quieran" durante el "poco de tiempo" (Apocalipsis 11:6).
1124 Las siete copas de la ira de Dios son "las siete plagas postreras; porque
en ellas se consumaba la ira de Dios" (Apocalipsis 15:1, 7-8). “¡Postreras!”
“Postrero: último en orden” (Microsoft Bookshelf en Español. CDROM). Se
deduce que las "siete plagas postreras" son para el tiempo cuando se
consuma la ira de Dios, es decir, son para los últimos días que preceden el fin.
1125 "Fuego, humo y azufre."
1126 ¿Serán las "tres plagas" literalmente de "fuego, humo y azufre"? Es
posible.
1127 Dios tiene el poder para azotar y castigar al mundo incrédulo con
voraces incendios incontrolables, por ejemplo, en las grandes ciudades donde

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se aglomeran los impíos. Aun los fenómenos naturales tales como los
terremotos, los rayos y la erupción de volcanes pueden causar grandes fuegos
y bien se sabe que Dios tiene potestad sobre referidos fenómenos.
1128 Incendios tales como los aludidos contaminarían la atmósfera con gran
cantidad de humo y azufre, condición que también podría resultar en la muerte
de muchos seres humanos.
1129 El castigo es para los que no tienen el "sello de Dios." Referente a los
cristianos vivos en la época de estas tres plagas, Dios tiene el poder para
protegerlos, como lo hizo en el caso de los israelitas en Egipto durante el
tiempo de las diez plagas y como lo hizo él en caso del "justo Lot" cuando
Sodoma y Gomorra fueron destruidas.
1130 ¿Simbolizan el fuego, el humo y el azufre "plagas" que tendrán, en
realidad, otra naturaleza? Es posible.
1131 Es posible que simbolicen nuevas plagas desconocidas hasta el
presente, que brotarían como caballos salvajes durante los últimos días del
"poco de tiempo".
1132 Es posible que se contemplen plagas que afecten en particular la piel y
los pulmones.

(c) El "fuego" y el "azufre" queman la piel y causan cáncer. Se encuentra


cierta confirmación para esta interpretación en la cuarta plaga de las siete
postreras, según la cual "los hombres se quemaron con el gran calor, y
blasfemaron el nombre de Dios" (Apocalipsis 16:8-9).
(d) El "humo" afecta las vías respiratorias y los pulmones, asfixia y causa
cáncer. Es posible que el "humo" simbolice "plagas" que hagan lo mismo.

1133 Cualquiera que sea la naturaleza de estas "tres plagas", el que tiene
"poder" sobre ellas es Dios y no Satanás.
1134 Satanás no trae estas plagas.
1135 El hombre perverso no tiene poder sobre estas plagas.
1136 "Dios... tiene poder sobre estas plagas" (Apocalipsis 16:9).
1137 La interpretación del segundo tema principal de la sexta trompeta: los
hombres que sobreviven las tres plagas no se arrepienten de sus pecados
(Apocalipsis 9:20-21).
1138 "Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun
así se arrepintieron de las obras de sus manos" (Apocalipsis 9:20). Las
palabras "ni aun así se arrepintieron" claramente revelan el propósito de Dios
al traer Él estas plagas sobre los hombres.
1139 Su acción no es arbitraria.
1140 Su propósito es lograr que los hombres impíos se arrepientan.
1141 Pero, su propósito queda completamente frustrado.
1142 Durante los últimos días del "poco de tiempo", aun los hombres que
sobreviven las tres plagas seguirán practicando los pecados más viles. Su
incredulidad y obstinación son tan profundas que no reconocen la mano de
Dios en las plagas devastadoras ni entienden el por qué de las plagas. Su
mente llena del "humo" de las tinieblas satánicas es totalmente carnal.
1143 Siguen adorando "a los demonios".
1144 Siguen adorando "a las imágenes".
1145 Siguen cometiendo "homicidios".
1146 Siguen con "sus hechicerías".
1147 Siguen con "su fornicación" y "sus hurtos".

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1148 La interpretación del tercer tema principal de la sexta trompeta: la visión
del "ángel fuerte" con el librito abierto que endulza, luego amarga (Apocalipsis
10:1-4, 8-11). Para este estudio, seleccionamos de los ocho versículos solo las
frases que analizamos a continuación.
1149 "Cuando hubo clamado" (El que clama es el "ángel fuerte, envuelto en
una nube, con el arco iris sobre su cabeza"), siete truenos emitieron sus
voces" (Apocalipsis 10:3).
1150 "Las cosas" que dijeron los siete truenos no son divulgadas. "Sella las
cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas" (Apocalipsis 10:4).
1151 ¿Por qué presentar "los siete truenos" si no hay la intención de revelar
lo que dicen? Quizás la voz fuerte de los truenos sea aún más significativa que
lo que dicen.
1152 El relámpago produce truenos. Donde hay relámpagos y truenos, hay
¡tempestades!
1153 El sonido estruendoso de las voces de los siete truenos celestiales,
dentro del contexto de la sexta trompeta, puede interpretarse como una fuerte
señal de grandes "tempestades" morales y espirituales para el mundo y la
iglesia durante el corto tiempo que transcurre entre "las tres plagas" que traen
los doscientos millones de jinetes, y la consumación de la ira de Dios,
¡"tempestades" quizás aún peores que las de las épocas anteriores! De hecho,
esta interpretación concuerda perfectamente con otras profecías apocalípticas
sobre las condiciones aterradoras durante los últimos días que preceden la
segunda venida de Cristo.
1154 El "librito abierto" que endulza, luego amarga. "Entonces tomé el librito
de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero
cuando lo hube comido, amargó mi vientre" (Apocalipsis 10:10).
1155 El consenso de los estudiosos de Apocalipsis es que el "librito abierto"
es la Biblia, en particular, el Nuevo Testamento, "la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre" (1 Pedro 1:23-25).
1156 El perdón y la esperanza de vida eterna que ofrece la Biblia son dulces
"como la miel".
1157 Pero la entrega total al Señor causa sufrimiento en las entrañas del
espíritu. "La cruz" no falta en la vida de todo siervo de Dios enteramente
consagrado a las obras del Reino espiritual.
1158 También es posible que el "librito abierto" simbolice el libro mismo de
Apocalipsis.
1159 La Biblia completa no es precisamente un "librito" sino un libro grande.
Aun el Nuevo Testamento, con sus veintisiete libros, se considera un tomo
bastante grande.
1160 En cambio, las profecías reveladas a Juan componen un "librito".
1161 En este "librito" llamado Apocalipsis, las siete bienaventuranzas y las
profecías que aseguran el triunfo final de Cristo y la iglesia son dulces "como
la miel," pero las revelaciones sobre las plagas, las bestias, la gran ramera,
Babilonia la grande, etcétera amargan el vientre de todo cristiano sensible a
las consecuencias trágicas que sufren los pecadores empedernidos. Estas
revelaciones causan tremenda "indigestión" en las entrañas del espíritu.
1162 El conocimiento del futuro que proporciona el libro de Apocalipsis
"endulza" el entendimiento, pero el cumplimiento de las profecías que
anuncian destrucción y muerte produce una fuerte "indigestión" en las entrañas
del alma. No se trata del tipo de "amargura" que es pecaminosa por ser un
atributo desaprobado por Dios, sino del sufrimiento emocional y espiritual que

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experimenta el cristiano al observar el desenlace triste y violento de las
muchedumbres desobedientes y rebeldes.
1163 "Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones,
lenguas y reyes" (Apocalipsis 10:11).
1164 Mediante la frase "muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes" se nos
indica el alcance global de las profecías de Apocalipsis.
1165 Juan no profetiza para un solo pueblo, por ejemplo, Israel.
1166 No profetiza para una sola nación, por ejemplo, el Imperio Romano.
1167 No pronuncia profecías sobre un solo rey, por ejemplo, Nerón.
1168 Profetiza "sobre MUCHOS pueblos, naciones, lenguas y reyes".
1169 Efectivamente, esta afirmación desmiente las teorías según las cuales
las profecías de Apocalipsis fueron dadas solo para Israel y Roma. Se puede
argumentar que Roma se componía de "muchos pueblos, naciones, lenguas y
reyes". Sin embargo, políticamente, el Imperio Romano era una sola entidad
entre muchas otras (Persia, Mongolia, China, Japón, India, los reinos de África,
los Aztecas, los reinos de los aborígenes en el hemisferio occidental) y, sin
duda, muchos ciudadanos del mundo de aquel entonces lo conceptuaban
como tal. En cambio, el lenguaje de Apocalipsis 10:11 indica que se trata de
"muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes" independientes, cada uno con su
propia identidad y soberanía.
1170 Fortalece nuestra conclusión la misión del "ángel" que "tenía el
evangelio para predicarlo" (Apocalipsis 14:6). ¿Predicarlo dónde? "A los
moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo." El "evangelio
eterno" era preciso predicárselo a todos los moradores de la tierra y no tan
solo a los israelitas y los romanos.
1171 "Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos,
muchedumbres, naciones y lenguas" (Apocalipsis 17:15). Mediante el estudio
sobre la "gran ramera" veremos que ella se sienta no solo sobre el Imperio
Romano sino sobre otros reinos y pueblos. Este hecho también apoya nuestra
conclusión: las profecías de Apocalipsis no se limitan a Israel y al Imperio
Romano.
1172 Mediante la misma frase, también podemos apreciar el enfoque de las
profecías apocalípticas. Se trata principalmente de profecías sobre "pueblos,
naciones, lenguas y reyes", es decir, sobre entidades políticas, y la interacción
entre estas entidades seculares por un lado, y por el otro, las potestades
satánicas, particularmente la religión apóstata (la "gran ramera").
1173 "Que profetices otra vez" significa que Juan ya había anunciado
profecías sobre las naciones.
1174 De cierto, de acuerdo con todo lo estudiado, ha de ser obvio que los
sellos y las trompetas tienen que ver principalmente con las naciones
inconversas.
1175 En cuanto a profetizar "otra vez", la palabra del ángel se cumple
enseguida cuando Juan profetiza sobre los gentiles que "hollarán la santa
ciudad" (Apocalipsis 11:2) y sobre "los pueblos, tribus, lenguas y naciones" que
matan a los dos profetas, ni siquiera permitiendo que sean sepultados
(Apocalipsis 11:7-13).
1176 La interpretación del cuarto tema principal de la sexta trompeta: La
proclamación del "ángel fuerte" sobre el fin del tiempo (Apocalipsis 10:5-7).
1177 "El ángel...juró... que el tiempo no sería más, sino que en los días de la
voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de
Dios se consumará."

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1178 En la serie de siete trompetas, estas palabras claras del ángel fijan con
precisión el fin del tiempo, específicamente: "En los días de la voz del séptimo
ángel, cuando él comience a tocar la trompeta".
1179 La frase "el tiempo no sería más" es sinónima de la frase "el misterio de
Dios se consumará."
1180 Según esta profecía, ¡"el tiempo" mismo acabará!
1181 "El tiempo" será absorbido por "lo eterno, la eternidad".
1182 "El tiempo" solo existe en relación con las cosas "temporales", las
cuales se ven (2 Corintios 4:18).
1183 La tierra misma pertenece a la categoría de cosas que se ven. Por lo
tanto, es temporal. Cuando acaba el tiempo, también desaparecerá la tierra.
Cuando el séptimo ángel "comience a tocar la trompeta," la tierra llegará a su
fin. Esta enseñanza rinde nulas para siempre las porfías de los Testigos de
Jehová sobre una tierra literal eterna.
1184 La interpretación del quinto tema principal de la sexta trompeta: La
orden de medir al templo espiritual (Apocalipsis 11:1-2).
1185 "Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se
me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en
él" (Apocalipsis 11:1).
1186 La "caña semejante a una vara de medir" simboliza el Nuevo
Testamento, el pacto que está en vigor para la iglesia de Cristo.
1187 Las instituciones espirituales que pertenecen a la Era Cristiana no se
miden con la "vara de medir" del Antiguo Testamento, o sea, la "ley mosaica",
pues la ley de Moisés fue abrogada en la cruz (Colosenses 2:13-17; Hebreos
7:12; 8:6-13).
1188 Lógicamente, la "vara de medir" no es el catecismo católico ni cualquier
otro manual o disciplina desarrollada y autorizada por entidades religiosas
creadas por las sectas humanas. Todas estas "varas de medir"
confeccionadas por religiosos atrevidos que sustituyen sus teologías por la
pura Verdad del Nuevo Testamento, son falsas dando medidas erróneas que
solo se ajustan a los criterios humanos.
1189 "Levántate, y mide."
1190 En sentido espiritual y figurado, Dios siempre está tomando la "medida"
de su obra espiritual en la tierra.
1191 La orden "levántate, y mide" es para el apóstol Juan, un siervo del
Señor.
1192 Todos los obreros del Señor que edificamos sobre el "fundamento... el
cual es Jesucristo" debemos "medir" constantemente la obra espiritual que
estamos realizando para asegurar que el "edificio de Dios" (1 Corintios 3:9-15)
siempre tenga las medidas especificadas por el Gran Arquitecto.
1193 Si no utilizamos frecuentemente la "vara de medir", el edificio espiritual
nos puede salir descuadrado, para eterno bochorno y vergüenza nuestra.
1194 En su congregación, ¿se aplica con frecuencia la "vara de medir"? ¡Más
sabio es "medir" la congregación ahora para encontrar y corregir sus defectos
que esperar hasta el fin cuando ya no será posible remediar!
1195 "El templo de Dios."
1196 Para la Era Cristiana, la iglesia es el "templo de Dios".
1197 "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque
el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es" (1 Corintios 3:16-17).
1198 "En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un
templo santo en el Señor" (Efesios 2:21).

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1199 El "templo de Dios" de este pasaje no es el templo judío.
1200 El templo judío en Jerusalén fue destruido por los romanos en los años
67 - 70 d. C., conforme a la profecía de Mateo 24.
1201 Aunque reedifiquen el templo en Jerusalén, tal hecho no cambiaria el
sentido espiritual de "templo de Dios" en Apocalipsis 11:1, pues Dios ya "no
habita en templos hechos por manos humanas" (Hechos 17:24).
1202 Carece de apoyo bíblico la teoría según la cual será reedificado el
templo en Jerusalén antes de la segunda venida de Cristo o durante el Milenio.
1203 Para que pase inspección en todo momento, la verdadera iglesia de
Cristo, la cual es el verdadero "templo de Dios" en la tierra, debe tener las
"medidas" exactas prefijadas por el Gran Arquitecto.
1204 Su organización debe ajustarse al modelo divino.
1205 Sus obras deben concordar con el plan maestro.
1206 "Y el altar."
1207 El "altar" es símbolo de los sacrificios espirituales, o sea, del culto a
Dios. Pues, ¡también "se mide" la adoración de los santos en la iglesia!
1208 El culto de la iglesia ha de conformarse a las reglas divinas las cuales
se hallan en el Nuevo Testamento y no en el Antiguo. Debe ser "en espíritu y
en verdad." (Juan 4:24)
1209 En su congregación, ¿suelen los maestros y las maestras aplicar a
menudo la "vara de medir" al culto?
1210 Conviene "medir" a menudo los cultos y toda actividad de la
congregación.
1211 Es sabio "tomar la medida" espiritual de cada nueva idea propuesta que
afecte la forma de alabar a Dios.
1212 Cambios en el "formato" de los cultos pueden aumentar la calidad de la
adoración. También pueden disminuirla.
1213 Cambios que alteren la naturaleza fundamental de los actos del culto
han de ser rechazados porque violan las "medidas" establecidas por Dios.
1214 "Y a los que adoran en él."
1215 Se toma la medida espiritual de cada adorador en el "templo de Dios".
(a) Se mide su conocimiento de la Biblia.
(b) Se mide su santidad.
(c) Se mide su sinceridad.
(d) Se mide su fidelidad.
1216 En su congregación, ¿se miden con la "vara de medir" el conocimiento,
la santidad, la sinceridad y la fidelidad de los adoradores?
1217 En sentido general, la orden: "Levántate, y mide", puede y debe ser
acatada durante toda la Era Cristiana. Pero, en el contexto de la sexta
trompeta, la orden es dada específicamente al apóstol Juan después de las
revelaciones sobre las "tres plagas" y el "librito abierto". ¿Es correcto concluir
que la orden se emite para que se cumpla precisamente en el tiempo después
de las primeras revelaciones de la sexta trompeta pero antes de las últimas
que nos llevan casi al punto de la consumación del misterio de Dios?
Opinamos que sí, sencillamente por la razón de que no hay por qué aislar esta
orden del resto del texto que cubre la sexta trompeta, el cual comienza en
Apocalipsis 9:14 y termina en Apocalipsis 11:14. El apóstol Juan escucha las
palabras: "Es necesario que profetices otra vez..." (Apocalipsis 10:11), y
enseguida recibe la "caña semejante a una vara de medir" (Apocalipsis 11:1).
1218 En las profecías de los tres "ayes" (las últimas tres trompetas) que
hemos analizado, se puede discernir claramente una secuencia en términos
del tiempo.

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1219 El tiempo cuando se abre "el pozo del abismo" y sale el "humo del
pozo" (Apocalipsis 9:1-3).
1220 Los "cinco meses" de las "langostas" (Apocalipsis 9:5 y 10).
1221 "La hora, día, mes y año" en que serían desatados los cuatro ángeles
(Apocalipsis 9:15).
1222 La aparición del "ángel fuerte" que anuncia el fin del tiempo para cuando
comience el séptimo ángel a tocar la séptima trompeta (Apocalipsis 10:5-7).
1223 No nos parece lógico obviar esta secuencia evidente al considerar el
significado y la aplicación de la orden: "Levántate, y mide el templo de Dios, y
el altar, y a los que adoran en él".
1224 ¿Por qué medir la iglesia, el culto y los adoradores justamente en el
tiempo después de las tres plagas? Pensamos que para determinar su
verdadera condición espiritual, es decir, el grado real de su conocimiento
espiritual, pureza, fidelidad, lealtad y valentía.
1225 ¿Por qué la importancia de esta evaluación en el momento indicado?
Lógicamente, porque la iglesia está para entrar en la etapa quizás más difícil
de toda su larga historia: ¡los últimos años de la Era Cristiana, cuando las
naciones engañadas intentarán eliminarla!
1226 En anticipación de cualquier batalla decisiva, el ejército "mide," es decir,
evalúa su estado: su condición general, sus recursos, el ánimo de las tropas.
1227 En anticipación de "Armagedón", ¡es preciso que la iglesia haga lo
mismo!
1228 ¿Qué clase de iglesia podrá resistir los embates de aquellos últimos
años y las pruebas severas de "Armagedón"? Solo la que se ajusta en
doctrina, práctica, lealtad y valentía a las medidas exactas trazadas por Dios
para su pueblo.
1229 "Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas,
porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa
cuarenta y dos meses" (Apocalipsis 11:2).
1230 "El patio que está fuera del templo" es donde pululan las masas de
incrédulos (los ateos, los escépticos, los paganos, los idólatras, los religiosos
de toda estirpe, los adoradores de demonios y todos los demás pecadores).
1231 En nuestro mundo, hay solo dos lugares espirituales: el templo y el
patio.
1232 El "templo" es la iglesia y el "patio" es el conjunto total de los incrédulos,
pecadores y religiosos engañados.
1233 "Déjalo aparte, y no lo mida." No hay por qué medirlo. Se trata de la
totalidad de los enemigos pequeños y grandes de Dios. Se sobreentiende que
ellos no tienen las "medidas" necesarias para agradar al Arquitecto del
universo. Medirlos sería echar a perder el tiempo.
1234 "Ha sido entregado a los gentiles".
1235 En el lenguaje espiritual, "gentiles" significa "incrédulos" (1 Pedro 4:3).
Se trata de los ateos, de los idólatras y de los que adoran a los demonios
(Apocalipsis 9:20). El término contrario es el "Israel de Dios", o sea, la iglesia
verdadera (Gálatas 6:16).
1236 "Ha sido entregado a los gentiles" significa que los "incrédulos" tendrán
dominio absoluto sobre el mundo.
1237 En el presente (principios del siglo veintiuno), la gran mayoría de los
gobernantes del mundo profesan fe en el Dios de la Biblia. La ética cristiana
influye de manera impresionante en las constituciones y las leyes de la
mayoría de los países.

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1238 En cambio, durante el tiempo del fin, la condición inversa predominará:
¡los gobernantes del mundo serán ateos o personas sin valores morales
("gentiles") y las normas cristianas habrán sido diluidas, olvidadas o
descartadas como anticuadas, imprácticas, contraproducentes, contra el bien
público, contra el deseo común del populacho, contra la voluntad de los
gobernantes y de las cortes!
1239 Hay perfecta concordancia entre esta interpretación y las demás
profecías sobre el "poco de tiempo" que hemos analizado.
1240 "Ellos hollarán la ciudad santa."
1241 "Ellos" son los incrédulos obstinados que carecen de valores cristianos.
1242 La "ciudad santa" es la iglesia verdadera, la "Jerusalén de arriba"
(Gálatas 4:26), la "ciudad amada" (Apocalipsis 20:9).
1243 En este versículo, "templo de Dios" y "ciudad santa" son sinónimos.
1244 La "ciudad santa" no corresponde a "la Jerusalén actual" ubicada en el
medio oriente, pues ésta ¡ni es santa ni es libre! (Gálatas 4:25)
1245 "Hollarán."
1246 "Hollarán" es la traducción del verbo griego "patéo". "Patesoudin" es la
forma del verbo en Apocalipsis 11:2. Según el lexicógrafo Henry Thayer
(Página 494), en Apocalipsis 11:2 la palabra puede significar: "Pisar debajo de
los pies, pisotear, es decir, tratar con afrenta y desacatamiento: desacrar la
ciudad santa con devastación y ultraje". El Diccionario de uso del español
define "hollar" como sigue: "Pisar. Maltratar, estropear o profanar un sitio,
entrando en él y pisándolo. También, aplicado a sentimientos, significando
despreciar o humillar" (Tomo II. Página 56).
1247 De acuerdo con estas definiciones, "hollarán" no significa,
necesariamente, "daño corporal". Los "gentiles" (incrédulos) pueden hollar a la
iglesia verdadera de muchas formas sin llegar al extremo de agredir
físicamente a los miembros. Pueden tratarla "con afrenta y desacatamiento",
despreciarla, humillarla y aun destruir sus propiedades sin llegar al extremo de
herir corporalmente a los miembros o matarlos. Estas consideraciones son
importantes para la interpretación del versículo cinco.
1248 "Cuarenta y dos meses." Entendemos que estos "cuarenta y dos
meses" transcurren cuando ya está al punto de consumarse el "misterio de
Dios".
1249 La secuencia de los acontecimientos revelados por la quinta trompeta y
la sexta trompeta nos lleva a la conclusión que acabamos de expresar.
1250 Primero, aparecen las "langostas" quienes atormentan por cinco meses
a los que no tienen el "sello de Dios".
1251 Luego, muere la "tercera parte de los hombres" a causa de las "tres
plagas".
1252 Entonces, se emite la orden de medir la iglesia verdadera.
1253 Enseguida, se revela que la iglesia será hollada por los incrédulos
durante cuarenta y dos meses.
1254 Sacar la profecía sobre los "cuarenta y dos meses" de su posición
natural en el contexto de la sexta trompeta es hacerle violencia al pasaje.
Aislarla del contexto de los dos "ayes" que anteceden el fin del tiempo (el
tercer ay), para luego aplicarla a la Edad Medieval, nos parece injustificable.
1255 Esta profecía sobre los "cuarenta y dos meses" pertenece a la sexta
trompeta.
1256 La sexta trompeta contiene profecías para el tiempo inmediatamente
previo a la séptima trompeta, cuya voz señala el fin del tiempo.

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1257 La sexta trompeta no anuncia profecías para el Milenio ni tampoco para
la época que antecede el Milenio.
1258 Por lo tanto, la profecía sobre los "cuarenta y dos meses" no es
aplicable a la Edad Medieval o al tiempo del Imperio Romano.
1259 En adición, conviene tener presente el hecho de que durante la Edad
Medieval la iglesia verdadera fue "hollada" no por ateos (incrédulos) sino por
creyentes falsos encabezados por el papado y los gobiernos "cristianos"
dominados por la gran "iglesia madre" apóstata. En cambio, durante los
"cuarenta y dos meses" mencionados en Apocalipsis 11:2, la iglesia verdadera
será hollada por gobernantes ateos (“gentiles,” o sea, incrédulos).
1260 En virtud de todas estas consideraciones, no interpretamos los
"cuarenta y dos meses" como mil doscientos sesenta "años". Más bien, a
nuestro parecer se trata de un tiempo corto que precede de inmediato la voz
de la séptima trompeta. Los tiempos apocalípticos se interpretan de acuerdo
con el contexto donde aparece cada uno. El contexto de los “cuarenta y dos
meses” es el de la sexta trompeta.
1261 La interpretación del sexto tema principal de la sexta trompeta: los dos
testigos, su poder, testimonio, muerte y resurrección (Apocalipsis 11:3-14).
1262 La identidad de los "dos testigo". "Y daré a mis dos testigos que
profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio" (Apocalipsis
11:3).
1263 Todo lo que se afirma en el pasaje acerca de la identidad de los "dos
testigos", su obra, poder, muerte y resurrección nos lleva a concluir que se
trata de:
1264 Cristo, representado en la tierra por la iglesia, en particular, por los
ministros (evangelistas, predicadores, maestros, maestras, obispos y
diáconos) fieles y competentes de la iglesia que proclaman las profecías del
Nuevo Testamento y dan "testimonio" de lo que Dios ha hecho mediante Cristo
para salvar a la humanidad.
1265 El Espíritu Santo, representado en la tierra por la Palabra inspirada. El
Espíritu Santo aún testifica en la tierra a través de los que aceptan y siguen la
Palabra divina que él reveló en el primer siglo de la Era Cristiana, en particular,
a través de los ministros fieles y competentes del Nuevo Testamento.
1266 En Apocalipsis 1:5, Jesucristo es identificado claramente como "el
testigo fiel". En Apocalipsis 3:14, él mismo se identifica como "el testigo fiel y
verdadero".
1267 En la tierra, los ministros de iglesia de Jesucristo se ocupan en la tarea
espiritual de dar "testimonio" al mundo acerca de la obra redentora de Dios (2
Timoteo 1:8; Apocalipsis 20:4).
1268 El Espíritu Santo da "testimonio" tanto en la tierra como en el cielo. "Y el
Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad" (1 Juan 5:6-8).
1269 El Espíritu Santo testifica en la tierra a través de los cristianos, en
particular, por medio de los ministros fieles y competentes que proclaman toda
la verdad.
1270 Al seguir el análisis de Apocalipsis 11:2-14, encontraremos más datos
en apoyo de esta identificación de los dos testigos.
1271 "Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie
delante del Dios de la tierra" (Apocalipsis 11:4).
1272 Los "dos olivos".
1273 El "olivo" es un árbol que puede durar más de dos mil años. Simboliza
perfectamente a Cristo, la iglesia, el Espíritu Santo y la Palabra inspirada los
cuales duran siglo tras siglo, hasta el fin del tiempo.

92
1274 En sus visiones, el profeta Zacarías también vio "dos olivos." El ángel
que hablaba con Zacarías los identificó como "los dos ungidos que están
delante del Señor de la tierra" (Zacarías 4:1-14).
1275 Cristo es el "ungido de Dios" (Lucas 2:26; 4:18; Hebreos 1:9).
1276 También Dios "ungió" al Espíritu Santo para que este, a su vez, sea la
"unción" para los cristianos (1 Juan 2:20-27).
1277 En sentido espiritual, todo "buen ministro de Jesucristo" (1 Timoteo 4:6)
es "ungido", es decir, apartado (Hechos 13:1-3) para los ministerios del Reino,
los cuales incluyen proclamar las profecías y dar "testimonio" de Jesucristo.
1278 Los "dos candeleros".
1279 En sus visiones, Zacarías vio "un candelero todo en oro, con un
depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro". Pregunta al
ángel: "¿Qué es esto, señor mío?" El ángel responde: "Esta es palabra de
Jehová... que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha
dicho Jehová de los ejércitos" (Zacarías 4:2-6).
1280 El ángel explica que el "candelero" simboliza la "palabra de Jehová". La
"palabra de Jehová" es la "verdad" (Juan 17:17).
1281 Cristo mismo se identifica como el "Verbo" (Juan 1:1) y "la Verdad0"
(Juan 14:6). El apóstol Juan dice que "el Espíritu es la verdad" (1 Juan 5:6).
Por lo tanto, concluimos que los "dos candeleros" representan a Cristo y al
Espíritu Santo.
1282 Las palabras que oyó Zacarías, "No con ejército, ni con fuerza, sino con
mi Espíritu", son aplicables también durante toda la Era Cristiana, incluso
durante el "poco de tiempo" cuando las naciones engañadas intentarán acabar
con la Palabra y la iglesia verdadera. El Espíritu de Dios se identifica con la
Palabra de Dios. Los cristianos venceremos por medio de esta Palabra
poderosa del Espíritu, no "con ejército, ni con fuerza" carnal.
1283 En el versículo diez, los dos testigos se identifican como "dos profetas".
Desde luego, tanto el Espíritu Santo como Cristo son profetas, pues los dos
nos han dado toda profecía inspirada. La Palabra y la iglesia verdadera son los
vehículos que utilizan Cristo y el Espíritu Santo para anunciar al mundo sus
profecías.
1284 "Están en pie delante del Dios de la tierra."
1285 Mediante la iglesia con sus ministros fieles y la Palabra de verdad,
Cristo y el Espíritu Santo están "en pie" de lucha en la tierra. No han sido
derrotados.
1286 Siguen "en pie" aun durante los años difíciles del "poco de tiempo" hasta
el momento cuando acaban su testimonio.
1287 El tiempo durante el cual los dos testigos profetizan "vestidos de cilicio":
"Mil doscientos sesenta días" (Apocalipsis 11:3).
1288 ¿Cuándo transcurren estos "mil doscientos sesenta días"? Durante el
periodo de comparativamente poca duración que precede de inmediato la voz
de la séptima trompeta, la cual señala que el tiempo no será más.
1289 Esta es la posición que ocupan los "mil doscientos sesenta días" en la
secuencia de profecías proclamadas por la sexta trompeta.
1290 El análisis de las condiciones prevalecientes durante los "mil doscientos
sesenta días" y de los acontecimientos profetizados para dicho periodo
confirmarán esta interpretación.
1291 El tiempo de "mil doscientos sesenta días" es igual a "cuarenta y dos
meses".
1292 Los "gentiles... hollarán la santa ciudad cuarenta y dos meses"
(Apocalipsis 11:2).

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1293 Los dos testigos profetizan por "mil doscientos sesenta días".
1294 Creemos que los dos tiempos transcurren simultáneamente y que se
trata del periodo de poca duración que precede de inmediato la voz de la
séptima trompeta.
1295 ¿Por qué profetizan los dos testigos "vestidos de cilicio", o sea, con
profunda tristeza y lamentaciones amargas?
1296 Porque durante los "mil doscientos sesenta días," o sea, los "cuarenta y
dos meses" que preceden la muerte de los dos testigos fieles, los "gentiles"
(incrédulos) dominan completamente los gobiernos y las naciones de la tierra.
Los gentiles (incrédulos) hollan la "ciudad santa" (la iglesia), efectivamente
trabando la obra de Cristo y el Espíritu Santo. Esta situación penosa hace que
los dos testigos se vistan de "cilicio".
1297 Durante el Milenio de paz y libertad para la iglesia, con regocijo los dos
testigos dan su testimonio en la tierra mediante la Palabra y la iglesia
verdadera, con sus ministros fieles. No son perseguidos ni trabados en su
obra.
1298 Pero, llegada la época de los gobernantes engañados, de los "tres
espíritus inmundos a manera de ranas", de las "langostas" que atormentan a
los que no tienen el "sello de Dios", época sombría cuando acaban la paz y la
libertad para la iglesia, los dos testigos se visten de luto. Figurativamente, los
ministros fieles del Señor se visten de "cilicio" para continuar su obra aun en
los tiempos más difíciles.
1299 Durante la Edad del Oscurantismo, la voz de los dos testigos es casi
inaudible, callada por las fuerzas religiosas apóstatas las cuales, unidas por
convenios diabólicos a los poderes seculares engañados, se arremeten con
violencia contra los dos testigos. Pocos son los ministros valientes del Señor
que proclaman las profecías dadas para el tiempo de la gran "apostasía" (2
Tesalonicenses 2:1-12). En contraste, durante los "mil doscientos sesenta
días", los incrédulos escucharán claramente el "testimonio" de los dos testigos
(de la iglesia con sus ministros fieles llenos del Espíritu) al extremo de sentirse
atormentados por las profecías que anuncian persistentemente estos dos
siervos "en pie delante de Dios" (Apocalipsis 11:10).
(5) De nuevo, afirmamos que la profecía sobre los “dos testigos” no es
aplicable al tiempo largo de la Edad Medieval. Considere los hechos. La
Reforma y el Renacimiento ponen fin a la Edad Medieval, efectivamente
librando a la iglesia verdadera, con sus ministros fieles de la persecución de la
segunda bestia. Librados los dos testigos, con gozo inician una magna obra de
restauración que continúa durante el Milenio. En contraste, conforme a la
profecía de Apocalipsis 11, la obra de los dos testigos durante los “mil
doscientos sesenta días” ¡termina con su muerte! Definitivamente, los “mil
doscientos sesenta días” no son sinónimos de la Edad Medieval ni transcurren
durante referida Edad.
1300 La obra de los dos testigos.
1301 Profetizar. "Daré a mis dos testigos que profeticen" (Apocalipsis 11:3 y
10). ¿Cuáles son las profecías que traen para el periodo de los "mil doscientos
sesenta días"?
1302 Sin duda, las profecías de Apocalipsis y de otros textos proféticos
neotestamentarios, por ejemplo, 2 Tesalonicenses 2; 2 Timoteo 3:1-5; 2 Pedro
3:1-7, etcétera, aplicables al periodo: las profecías de tormento para los que no
tienen el "sello de Dios", de las "plagas" de los últimos días, de los juicios
severos de Dios que vendrán sobre los rebeldes, de Armagedón, de la derrota
final de los que resisten a Dios, del lago de fuego y azufre, etcétera. Este tipo

94
de profecía atormentará grandemente a los incrédulos, incitándolos a unirse
para guerrear contra Dios.
1303 No se anticipan "nuevas profecías" para el periodo de los "mil
doscientos sesenta días", pues nadie debe añadir o quitar "de las palabras del
libro de esta profecía" (Apocalipsis 22:18-19), es decir, del libro de Apocalipsis,
el cual, de cierto, contiene abundancia de profecías sobre el periodo bajo
consideración.
1304 Dar testimonio. "Cuando hayan acabado su testimonio" (Apocalipsis
11:7).
1305 Dan testimonio a favor de Dios, su plan ("misterio") y su iglesia.
1306 Dan testimonio en contra de los que se oponen a Dios, su plan y su
iglesia.
1307 El poder de los dos testigos.
1308 "Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a
sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma
manera" (Apocalipsis 11:5).

1309 El texto se compone de un paralelismo retórico, es decir, la segunda


afirmación es una repetición de la primera, variando solo algunas palabras que
no cambian el sentido fundamental.
1310 Cristo está con el Padre en el cielo. Pero, se manifiesta en el mundo a
través de la iglesia verdadera con sus ministros fieles. Por lo tanto, sus
enemigos pueden tratar de hacerle daño, atacando a la iglesia, en particular, a
los portavoces de la iglesia, es decir, a los ministros que llevan la Palabra. Lo
mismo sucede en el caso del Espíritu Santo.
1311 "Quiere hacerles daño" significa intentar agredir corporalmente o matar
a los miembros de la iglesia verdadera.
1312 Los dos testigos matan a los incrédulos que lo intentan. "Sale fuego de
la boca de ellos, y devora a sus enemigos." "Debe morir él de la misma
manera".
1313 Entendemos que, durante los "mil doscientos sesenta días", Cristo y el
Espíritu Santo intervienen providencialmente para proteger a los siervos fieles
del Señor de la agresión física o de la muerte violenta a manos de los
incrédulos. Estos pueden "hollar" la "ciudad santa". Pueden hacer afrenta a los
cristianos verdaderos, despreciarlos, humillarlos, denegarles privilegios y
libertades, aun cerrar o destruir sus lugares de reunión. Pero, no pueden
matarlos. No pueden callarlos. Seguirán con vida, dando "testimonio".
1314 El "fuego" que sale "de la boca" de los dos testigos acaso simbolice las
"plagas" u otros castigos traídos sobre los que intentan agredir o matar a los
siervos fieles del Señor.
1315 Es cierto que la Palabra de Dios es como "fuego," pero el "fuego" de la
Palabra por sí solo no detiene a los enemigos acérrimos de los dos testigos.
No los hace desistir de sus ataques. Al contrario, ¡los atormenta! No los hace
"morir." Más bien, los incita a más violencia contra el Reino.
1316 De no contar los dos testigos con esta protección divina, los enemigos
fieros de Dios acabarían enseguida con ellos. De no contar con ella, los
ministros fieles no podrían dar su "testimonio" en medio de un mundo tan hostil
a la verdad. Pero, ¡darán su "testimonio" a las multitudes incrédulas y esto
significa que tendrán la protección providencial de Dios!
1317 Intrínsicamente, los cristianos en la tierra no tenemos este "poder" para
detener físicamente o matar a los enemigos de Dios. Es cierto que mediante la
oración, podemos suplicar a Dios que intervenga. Pero, el "poder" para actuar

95
en cumplimiento de la petición no es nuestro sino corresponde solo a la
Deidad. He aquí otra razón de peso que nos lleva a concluir que los dos
testigos son Cristo y el Espíritu Santo. Ellos intervienen providencialmente,
devorando a los enemigos de Dios y de la iglesia.
1318 A nuestro entender, es inconcebible que este "fuego" que "devora a los
enemigos", salga directamente de la iglesia, controlado puramente por
voluntad de ella. Se trata de un "poder" violento y destructivo incompatible con
el carácter pacífico de la iglesia y sus ministros de reconciliación.
1319 Pero este "poder" destructivo no es incompatible con el carácter de la
Deidad, pues Dios mismo reclama el "poder" de castigar a sus enemigos.
1320 "Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los
días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en
sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran."
(Apocalipsis 11:6)
1321 "Elías... oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la
tierra por tres años y seis meses" (Santiago 5:17; 1 Reyes 17; 18:1). Dios obró
mediante Moisés para traer plagas devastadoras sobre Egipto (Éxodo 7 - 13).
A la luz de estos casos, ¿debemos deducir que los "dos testigos" de
Apocalipsis 11 serán Elías y Moisés?
1322 De modo alguno. La mención en Apocalipsis 11 de manifestaciones
similares a las que ocurrieron en los ministerios de Elías y Moisés no es razón
suficiente para concluir que los dos testigos serán referidos personajes ilustres
de los tiempos antiguos, resucitados y encargados de profetizar y dar
"testimonio".
1323 Elías y Moisés murieron hace miles de años. No hay por qué pensar que
Dios resucite solo a estos dos para que sean los "dos testigos" durante el
tiempo del fin. Ellos no conocieron a Cristo y la iglesia. ¿Qué saben ellos de las
profecías de Apocalipsis y de otros libros del Nuevo Testamento sobre las
señales del fin? No pertenecen a la Era Cristiana. Opinamos que su presencia
durante el tiempo del fin sería algo incongruente.
1324 ¿Serán los "dos testigos" dos cristianos particulares destacados de los
últimos días, semejantes en espíritu y ministerio a Moisés y Elías, por medio de
quienes Dios traería plagas sobre los incrédulos, matando a los que intentan
lastimar físicamente a los miembros de la iglesia fiel?
1325 Para Dios, todo es posible. Si quiere obrar por medio de cristianos
destacados por su fe y consagración, tal es su prerrogativa.
1326 Con todo, las consideraciones expresadas arriba en la partida (3), (b) de
esta sección nos hacen pensar que los "dos testigos" no serán dos individuos
sobresalientes de la iglesia. Véase también la partida (4), (d) más adelante en
este estudio.
1327 "Poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su
profecía."
1328 "Poder para cerrar el cielo." Es decir, poder para retener las bendiciones
del cielo, no solo la lluvia sino probablemente las demás bendiciones que Dios
suele derramar "sobre malos y buenos... sobre justos e injustos" (Mateo 5:45).
1329 Si lo disponen los dos testigos, ¡el cielo no dará sus bendiciones durante
los "mil doscientos sesenta días", que son "los días de su profecía"! Tienen
poder para "cerrar el cielo". Lo pueden hacer a su discreción, "cuantas veces
quieran" (Apocalipsis 11:6).
1330 La fraseología del pasaje implica que no es preciso que Cristo y el
Espíritu de Dios dispongan de este "poder" durante toda la Era Cristiana, por
ejemplo, durante el Milenio cuando la iglesia goza de paz y libertad. En

96
particular, a causa de la incredulidad, la dureza y la oposición abierta de los
gobernantes y de las naciones engañadas, hace falta este "poder" durante el
periodo de corta duración que precede el fin del tiempo para proteger a la
iglesia y sus ministros asegurando que continúen sus profecías y su testimonio
hasta el momento determinado por Dios.
1331 "Poder sobre las aguas para convertirlas en sangre."
1332 Quizás se trate de plagas que afecten el agua y que resulten en mucho
sufrimiento y muchas muertes.
1333 Al producirse la tercera plaga de las "siete plagas postreras"
(Apocalipsis 15:1), los "ríos" y las "fuentes de las aguas" se convierten "en
sangre" (Apocalipsis 16:4-6). Es posible que esta plaga sea una de las plagas
que los dos testigos traigan sobre la tierra.
1334 "Para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran."
1335 "Con toda plaga."
1336 Las "tres plagas" señalan el acercamiento del fin (Apocalipsis 9:18).
1337 Las "siete plagas postreras" ocurren en el tiempo cuando se consuma
"la ira de Dios" (Apocalipsis 15:1).
1338 Es del todo posible que la frase "toda plaga" en Apocalipsis 11:6
abarque las tres, las siete y aún otras.
1339 "Cuantas veces quieran."
1340 Qué tipo de plaga y cuántas veces se traigan las plagas sobre la tierra
son decisiones que toman los dos testigos.
1341 Razonamos que la iglesia en la tierra no está capacitada para tomar
decisiones de tanta envergadura por la sencilla razón de que se compone de
seres falibles. Pero, su cabeza, Cristo, y su Consolador, el Espíritu Santo, sí,
¡están capacitados!
1342 El significado y las implicaciones de esta frase "cuantas veces quieran"
nos convencen que el "poder" de los dos testigos pertenece a la Deidad y no a
los miembros de la iglesia en la tierra. También confirma la conclusión según la
cual los dos testigos representan, fundamentalmente, a Cristo y al Espíritu
Santo, aunque los representantes de estos dos seres en la tierra –la iglesia,
con sus ministros fieles- sufran las consecuencias materiales del gran conflicto
espiritual universal entre las fuerzas del bien y del mal.
1343 El fin del testimonio de los dos testigos, la guerra contra ellos y su
muerte. "Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo
hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará" (Apocalipsis 11:7).
1344 "Cuando hayan acabado su testimonio."
1345 Acaban su testimonio al concluirse el periodo señalado por los "mil
doscientos sesenta días".
1346 Referido periodo concluye antes de la "guerra" contra los testigos que
resulta en su muerte y antes de los tres días y medio cuando sus cadáveres
estarán expuestos en la "plaza de la grande ciudad".
1347 Todos estos eventos acontecen antes de la voz de la séptima trompeta
cuando el tiempo llega a su fin.
1348 Los dos testigos no profetizan ni testifican durante la "guerra", ni
tampoco, huelga decir, durante los tres días y medio cuando están muertos.
¿Se quiere decir que el evangelio no será proclamado a los inconversos
durante la "guerra"? Asímismo lo entendemos. ¿Por qué proclamárselo? Los
seres humanos inconversos que quedan en la tierra después de las plagas son
tan duros de corazón que el evangelio jamás haría mella en sus almas
rebeldes llenas de odio hacia Dios.
1349 "La bestia que sube del abismo."

97
1350 "La bestia."
1351 ¿Quién fue encerrado en el abismo al principio del Milenio? Satanás
(Apocalipsis 20:1-3).
1352 ¿Quién "sube del abismo"? ¡El mismo que fue encerrado! Satanás es la
"bestia" que "sube del abismo".
1353 ¿Por qué se presenta Satanás como una "bestia"? Porque la "bestia"
simboliza los reinos de la tierra que se oponen a Dios (tema que será
desarrollado ampliamente en la interpretación del capítulo 13 de Apocalipsis) y
Satanás es el responsable de haberlos engañado (Apocalipsis 16:12-14; 20:7-
8). Él es el "poder" que opera en los reinos engañados.
1354 "Sube del abismo."
1355 Este versículo no enseña cuándo la bestia sube del abismo.
1356 Mediante lo que enseña Apocalipsis 20:1-9, aprendemos que la
"bestia...sube del abismo" al finalizarse el Milenio. Durante la primera etapa del
"poco de tiempo", reúne las naciones preparándolas para la "batalla". Logradas
sus metas en cuanto a las naciones, desata la "guerra" contra los profetas (la
iglesia en la tierra, con sus ministros fieles y su Palabra infalible).
1357 "Hará guerra contra ellos."
1358 Sin duda, la "guerra" es la de Armagedón.
1359 Observación importante: Ciertamente, los acontecimientos revelados en
este versículo confirman la conclusión según la cual los dos testigos dan su
"testimonio" durante el "poco de tiempo" que antecede el fin, pues estos
eventos pertenecen a referido tiempo.
1360 El "poco de tiempo" es, precisamente, el mismo tiempo que transcurre
después de que Satanás haya subido del abismo.
1361 Es el tiempo que precede de inmediato la batalla de Armagedón.
1362 Por lo tanto, los dos testigos dan su testimonio durante el "poco de
tiempo" cuando Satanás estará suelto.
1363 Deducimos que la profecía de Apocalipsis 11:3-14 sobre los dos testigos
tiene su cumplimiento en el "poco de tiempo" después del Milenio y no durante
la época del Imperio Romano ni tampoco durante la Edad del Oscurantismo.
1364 "Y los vencerá y los matará."
1365 La "bestia", que simboliza a las naciones y a los gobernantes "de la
tierra en todo el mundo" (Apocalipsis 16:14) engañados por Satanás, se
arremete contra los dos testigos, matándolos.
1366 ¿A quiénes aplica la profecía "los vencerá y los matará"?
1367 Para el entendimiento de esta profecía, debemos tener presente el
hecho de que los dos profetas obran en la tierra mediante la iglesia con sus
ministros fieles y la Palabra inspirada.
1368 Hemos identificado los dos profetas como Cristo y el Espíritu Santo.
"Los vencerá y los matará" no quiere decir que Satanás vencerá y matará
literalmente a Cristo y al Espíritu Santo, pues los dos siguen en el cielo, más
allá del alcance de Satanás. Sin embargo, al ser derrotados y muertos los
ministros fieles del evangelio, Cristo y el Espíritu quedan sin representantes
activos en la tierra. Para las masas de incrédulos en la tierra, capitaneados por
Satanás mediante los gobernantes engañados, es como si realmente hubieran
derrotado y dado muerto a Cristo y al Espíritu Santo. ¡Ya no se escucha su voz
en la tierra! ¡Ya no se siente su presencia! ¡Ya no se escucha esa Palabra que
atormenta! Para los incrédulos, ¡Cristo y el Espíritu Santo han muerto! Es más:
¡Dios mismo ha muerto! Desde luego, esta fase de la "guerra" de "Armagedón"
es solo la primera. Cristo y el Espíritu Santo siguen en poder en el cielo. Pronto
vendrá el Señor con sus "ejércitos celestiales" para iniciar la segunda fase de

98
Armagedón donde Satanás y todos sus secuaces quedan derrotados
eternamente, siendo echados al lago de fuego y azufre.
1369 En la tierra, "los vencerá y los matará" se aplica literalmente a los
ministros fieles de la iglesia que proclamaron las profecías y dieron el
"testimonio" durante los "mil doscientos sesenta días". Estos siervos quedan
vencidos y muertos.
1370 ¿Qué es el significado de "vencerá... y matará"? ¿Qué los incrédulos
(los "gentiles", la "bestia") del tiempo del fin suprimirán forzosamente a la
iglesia, literalmente matando a los ministros que profetizaban y daban
testimonio durante los "mil doscientos sesenta días"? Tal parece ser la
interpretación más lógica.
1371 Concuerda perfectamente con el cuadro del "campamento de los santos
y la ciudad amada" de Apocalipsis 20:7-9, según el cual la iglesia es sitiada por
las naciones engañadas.
1372 Igualmente, concuerda con la profecía de Apocalipsis 6:9-11 según la
cual el número de los mártires habría de ser completado después del Milenio.
1373 Además, concuerda con la resurrección que se enseña en esta misma
serie de profecías sobre los dos testigos. (Apocalipsis 11:11-12)
1374 Pero, ¿no quiere decir "los vencerá y los matará" que la "bestia" (las
naciones engañadas) conquistará las almas de los ministros, matándolos
espiritualmente? Tal interpretación simplemente no armoniza con la vertiente
que lleva la serie de profecías del pasaje. Consideremos.
1375 El trasfondo.
1376 Los ministros "vestidos de cilicio" que proclaman las profecías y dan el
testimonio durante los "mil doscientos sesenta días", son fieles durante todo el
periodo. Atormentan a los incrédulos con sus profecías acertadas y su
testimonio claro. No ceden ante los incrédulos. No son engañados. Cumplen
valiente y responsablemente con su encomienda.
1377 Este trasfondo no debe obviarse en la interpretación de "los vencerá y
los matará". El trasfondo no admite la idea de una derrota moral para los
ministros que los hiciera cambiar al bando de Satanás, perdiendo sus almas.
Obviamente, son vencidos y muertos en contra de su voluntad. No vencidos y
muertos moral y espiritualmente sino material y corporalmente. En todo el
pasaje no hay ni una pizca de evidencia que nos lleve a cuestionar la
verticalidad moral y espiritual de los ministros. Pagan el sacrificio supremo: ¡el
martirio por la causa de Cristo!
1378 Su resurrección.
1379 Muertos, a los tres días y medio ¡resucitan! (Apocalipsis 11:11-12).
1380 Cabe preguntar: ¿Resucitan solo en sentido figurado de una "muerte"
espiritual? O, ¿realmente resucitan porque sufrieron la muerte física? ¿En que
consiste su resurrección? ¿Solo en que se arrepienten de haber abandonado
el Reino de Dios por un tiempo? ¿"Resucitan" porque vuelven a ser fieles
ministros? ¡Imposible! Según los versículos once y doce, al resucitar, ¡no
vuelven a profetizar y dar testimonio sino que suben al "cielo en una nube"! Por
lo tanto, su resurrección no es meramente figurativa o espiritual sino real. Si su
resurrección es literal, ¡también lo es su muerte!
1381 Muertos por tres días y medio (Apocalipsis 11:8-10).
1382 "Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en
sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue
crucificad." (Apocalipsis 11:8).
1383 "Sus cadáveres."

99
1384 Es decir, los cadáveres de los ministros fieles que sufren el martirio.
Estos ministros eran la voz y la presencia de Cristo y del Espíritu Santo en la
tierra. Por lo tanto, cuando los incrédulos contemplan sus cadáveres es como
si contemplaran las formas muertas, inertes y vencidas de Cristo y del Espíritu
Santo. Pero, Cristo y el Espíritu Santo viven y vengarán la sangre de estos
mártires, como también la de todos los demás mártires de todos los tiempos.
(Apocalipsis 6:9-11)
1385 ¿Se trata de verdaderos "cadáveres”, o sea, de cuerpos físicos
muertos? No hay por qué descartar esta posibilidad. Es notorio que los
hombres más depravados exponen los cadáveres de sus víctimas a la vista de
todos, ¡más aun cuando se trata de enemigos que los atormentaban!
1386 ¿Puede la palabra "cadáveres" interpretarse simbólicamente? Quizás.
En tal caso, los cadáveres de los mártires son sepultados, pero las "imágenes"
de sus personas quedan presentes en las mentes de los incrédulos que les
dieron muerte.

1387 "La plaza de la grande ciudad."


1388 Tal y como lo dice el texto mismo, en "sentido espiritual", esa "grande
ciudad" es Sodoma, Egipto y Jerusalén. O sea, representa toda ciudad
corrupta sobre toda la faz de la tierra y todos los países idolátricos, tales como
Egipto, que esclavizan al pueblo electo de Dios.
1389 "Sodoma" es símbolo de la más depravada inmoralidad.
1390 "Egipto" es símbolo de la idolatría y de los países que reprimen,
explotan y esclavizan al pueblo de Dios.
1391 "Jerusalén", la ciudad "donde nuestro Señor fue crucificado", simboliza
el engaño religioso, la hipocresía moral y espiritual, el fanatismo sectario y la
oposición obstinada a Dios, Cristo, el Espíritu Santo, la Palabra inspirada y la
iglesia.
1392 ¡Todas las ciudades grandes del mundo son focos de la corrupción
moral y semilleros de la rebeldía espiritual! La condición de tales ciudades será
peor en los últimos días que en el presente tiempo.
1393 Todos los países del "poco de tiempo" caerán bajo el engaño de
Satanás. Llenos del "humo del pozo del abismo", se opondrán a Dios y su
pueblo.
1394 Para el año 2020, ¡más de una tercera parte de los habitantes del
mundo estará viviendo en las grandes ciudades de la tierra! Todo indica que
este porcentaje seguirá en aumento.
1395 Sin duda, los ministros fieles del Señor que profetizan y dan testimonio
durante los "mil doscientos sesenta días" experimentarán la más feroz
oposición a su mensaje de parte de los incrédulos desalmados que moran en
las ciudades grandes del mundo. Estos incrédulos matarán a los ministros,
exponiendo sus cadáveres en las "plazas", es decir, en los lugares céntricos de
las ciudades de la tierra.
1396 "Y los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres
días y medio, y no permitirán que sean sepultados" (Apocalipsis 11:9).
1397 El hecho de que "los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus
cadáveres" significa que en "la tierra en todo el mundo" (Apocalipsis 16:14)
serán muertos los ministros fieles del Señor. La obra de los dos testigos se
lleva a cabo en todo el globo terráqueo. ¡Armagedón es global! Estos eventos
no se limitan solo a Palestina o a los territorios del antiguo Imperio Romano.
1398 "Tres días y medio." Al comparar los "tres días y medio" con los "mil
doscientos sesenta días," comprendemos que se trata de un periodo de muy

100
corta duración. La derrota que sufren los dos testigos a manos de los
incrédulos dura muy poco tiempo. Al poco rato, se levantan y Cristo aparece
con los "ejércitos celestiales" para acabar con los enemigos de Dios en todo el
universo.
1399 "No permitirán que sean sepultados."
1400 Habiendo sido atormentados por las profecías y el testimonio de los
ministros fieles del Señor, los incrédulos, no satisfechos con vencerlos y
matarlos, aumentan aún más sus pecados, cometiendo el sacrilegio de no
sepultar los cadáveres.
1401 Por medio de este acto impúdico y bárbaro, los incrédulos manifiestan la
profundidad de su ira contra Dios, sus ministros y su pueblo. Se levantan
"contra Jehová y contra su ungido, diciendo; Rompamos sus ligaduras, y
echemos de nosotros sus cuerdas" (Salmo 2:1-4). Tan fiera y cruel es su ira
que para ellos ¡ya no hay esperanza alguna!
1402 "Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y
se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían
atormentado a los moradores de la tierra" (Apocalipsis 11:10).
1403 "Los moradores de la tierra," o sea, los incrédulos que dominan la tierra
durante los "cuarenta y dos meses".
1404 "Se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a
otros."
1405 Los que triunfan sobre algún enemigo fuerte y odiado suelen
regocijarse, alegrarse, felicitarse, jactarse, fiestar, emborracharse, como
también enviarse regalos, algunos, quizás, de gran valor, los unos a los otros.
1406 Obviamente, los incrédulos que viven durante los "cuarenta y dos
meses" llegan a aborrecer con toda su alma corrupta a los ministros fieles de
Jesucristo. Escuchan día tras día las profecías y el testimonio que los ministros
traen para las naciones engañadas, pero en lugar de arrepentirse, ¡solo se
encolerizan más! ¡Se sienten atormentados en mente y alma! Al no poder
matarlos enseguida, atesoran en sus corazones depravados cada vez más
rencor, odio e ira. Cuando, por fin, logran matarlos, se regocijan sobremanera
por haberse librado de los odiados atormentadores que censuraban todos sus
actos viles y todas sus palabras vanas, profetizando el inminente fin de todo y
el castigo eterno para los rebeldes.
1407 La resurrección de los ministros que representan en la tierra a los dos
testigos (Apocalipsis 11:11-12).
1408 "Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida
enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los
que los vieron" (Apocalipsis 11:11).
1409 "Entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron
sobre sus pies." Es decir, ¡Dios los resucita!
1410 Son resucitados como Lázaro fue resucitado (Juan 11:38-44), como la
hija de Jairo fue resucitada (Mateo 9:18-26), y como fue resucitado el hijo de la
viuda de Naín (Lucas 7:11-17).
1411 No se trata de la resurrección de todos los justos cuando se escucha la
voz de Cristo desde el cielo (Juan 5:28-29). ¡Aún no ha llegado el fin! Está muy
cerca, pero aún no. Más bien, se trata de la resurrección corporal de los
ministros verdaderos del evangelio puro que habían sido muertos por los
incrédulos.
1412 "Y cayó gran temor sobre los que los vieron."
1413 Cuando Cristo resucitó al hijo de la viuda de Naín, "todos tuvieron
miedo, y glorificaban a Dios" (Lucas 7:16).

101
1414 El jubileo diabólico de los incrédulos que matan a los mensajeros de
Dios se ve interrumpido bruscamente cuando, de repente, los cadáveres de los
"dos testigos" recobran vida y los ministros "se levantan sobre sus pies". Esta
manifestación espectacular del poder divino llena de "gran temor" a los
incrédulos quienes festejaban prematuramente su triunfo sobre los ministros
del Señor, pensando haber acabado con ellos para siempre. Habían
rechazado a Dios, repudiando también a su "ungido", Cristo, y al Espíritu
Santo. Para ellos, los dos testigos, Cristo y el Espíritu Santo, estaban muertos.
Ahora los ven resucitados en las personas de los ministros fieles resucitados.
Se llenan de "gran temor".
1415 Su "gran temor" no los salva. Para ellos, ¡es demasiado tarde para
echar mano a la salvación! Ya los ministros acabaron su "testimonio". Estos
incrédulos llenos ahora de "gran temor", habían aborrecido aquel "testimonio"
sintiéndose atormentados por el mensaje de los siervos del Señor. El fin está
encima de ellos. La guerra (Armagedón) que comenzaron contra Dios y su
pueblo está para entrar en su segunda fase. Ellos ganaron el primer encuentro.
Pero, su celebración satánica se torna en luto y terror cuando Dios resucita a
los ministros muertos. Ya no hay remedio. Su fin doloroso y lamentable está
sellado.
1416 "Los vieron." Los incrédulos pudieron "verlos" porque se trata de la
resurrección corporal de los siervos fieles del Señor. Ven los cuerpos físicos
que recobran vida.
1417 "Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron
al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron" (Apocalipsis 11:12).
1418 "Subieron al cielo en una nube."
1419 ¡Son transformados y llevados al cielo!
1420 Son resucitados, no para morir físicamente de nuevo, sino para ser
transformados.
1421 Pensamos que se trata de la transformación no solo de los siervos
muertos y resucitados sino también de todos los cristianos vivos en la tierra en
aquel momento. Esta interpretación concuerda con la de Apocalipsis 14:14-16
(la primera siega de la tierra) y con la de Apocalipsis 20:9 (la iglesia no es
totalmente destruida por las naciones engañadas).
1422 El lenguaje es parecido al que usó Lucas en Hechos 1:9 para describir
la ascensión (transformación) de Cristo y concuerda perfectamente con el de 1
Tesalonicenses 4:17, donde se enseña que "los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes".
1423 "Y sus enemigos los vieron."
1424 Los ven, como los apóstoles vieron subir a Cristo (Hechos 1:9-11).
1425 Los ven, ¡pero no pueden acompañarlos! Hace tiempo, eligieron el
camino de la incredulidad. Nunca se arrepintieron de su decisión. Al contrario,
la siguieron hasta sus consecuencias más crueles y trágicas. Ahora, deben
pagar, y la "paga" de sus enormes pecados es la muerte eterna. (Romanos
6:23)
1426 Los últimos acontecimientos que preceden de inmediato el fin del
tiempo. "En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la
ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil
hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo"
(Apocalipsis 11:13).
1427 "En aquella hora." La misma "hora" de la resurrección de los dos
testigos y de la transformación de todos los cristianos vivos en la tierra.

102
1428 "Hubo en gran terremoto." Véase los comentarios sobre el "gran
terremoto" en el Capítulo Dos de esta obra.
1429 "La décima parte de la ciudad se derrumbó."
1430 "La ciudad" es "la grande ciudad" mencionada en el versículo ocho, la
cual en "sentido espiritual" simboliza todas las ciudades de la tierra.
1431 "La décima parte" parece ser simbólica de la porción derrumbada de
todas las ciudades de la tierra.
1432 "Murieron en número de siete mil hombres." En el lenguaje profético, el
"siete" es un número simbólico. En este pasaje, el número "siete mil" abarca a
todos los incrédulos en todo el mundo, en particular, en las ciudades, que
pierden su vida a causa del "gran terremoto".
1433 "Los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo."
1434 Esta escena es la misma presentada en Apocalipsis 6:12-17 (el sexto
sello).
1435 Se aterrorizan y dan gloria a Dios, pero es demasiado tarde para ellos.
Muy "pronto" (Apocalipsis 11:14) escucharán la voz de la séptima trompeta la
cual señala que el tiempo no será más (Apocalipsis 10:6.7).
1436 "El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto" (Apocalipsis
11:14).
1437 Estas palabras resaltan la secuencia en términos del tiempo que une los
tres ayes. No debemos obviar esta secuencia en la interpretación de las
profecías. El segundo ay "pasó"; el tercero "viene pronto".
1438 "El tercer ay viene pronto." Quiere decir que el lapso de tiempo entre los
dos ayes es poco.
1439 Tan pronto comience el séptimo ángel a sonar la trompeta, el tiempo ya
no será más (Apocalipsis 10:6-7). Este hecho significa que los últimos eventos
del segundo “ay” ocurren casi inmediatamente antes del fin del tiempo.

(El tercer ""ay", el cual es lo mismo que la séptima trompeta, lo estudiamos en


el Capítulo Dos.)
Apocalipsis
Capítulo Cinco de esta exposición
"La confrontación entre la mujer vestida del sol
y el gran dragón escarlata;
guerra en el cielo"
Capítulo doce de Apocalipsis

1440 La identidad de la "mujer vestida del sol".


1441 Ella representa al pueblo terrenal de Israel, es decir, a Israel "según la
carne" (Romanos 9:6). Hay tres evidencias principales que sostienen esta
conclusión.
1442 El "hijo varón" (Apocalipsis 12:5) que nace de esta mujer es Cristo. Se
sabe que es Cristo por las dos afirmaciones hechas sobre su persona.
1443 "Regirá con vara de hierro a todas las naciones" (Apocalipsis 12:5),
potestad conferida específicamente a Cristo por su Padre (Apocalipsis 2:26-27;
19:15).
1444 "Fue arrebatado para Dios y para su trono" (Apocalipsis 12:5).
1445 Cuarenta días después de su resurrección y solo diez días antes de
Pentecostés, Cristo "fue alzado, y le recibió una nube". Fue "tomado" de entre
los apóstoles (Hechos 1:6-11).
1446 Fue "exaltado por la diestra de Dios" (Hechos 2:33), recibiendo "trono" y
"cetro" (Hebreos 1:8).

103
1447 Podemos conocer quién es la "mujer vestida del sol" por medio de
identificar el "resto de la descendencia". Según el texto mismo de Apocalipsis,
el capítulo doce, se trata de "los que guardan los mandamientos de Dios y
tienen el testimonio de Jesucristo" (Apocalipsis 12:17), o sea, se trata de los
cristianos.
1448 Los cristianos guardan "los mandamientos de Dios" dados en el Nuevo
Testamento, constituyendo estos mandamientos la nueva "ley de Cristo" (1
Corintios 9:21).
1449 Los cristianos también "tienen el testimonio de Jesucristo" el cual se da
mediante la Palabra inspirada del Nuevo Testamento (1 Juan 5:6-8; Romanos
8:16).
1450 En el Nuevo Testamento, claramente los cristianos (la iglesia) son
identificados como la descendencia espiritual de Israel.
1451 "Porque no todos los que descienden de Israel son israelitas" (Romanos
9:6). ¿Quiénes son los descendientes de Israel que no son israelitas, es decir,
no lo son según la carne? "Los que son de la fe, éstos son los hijos de
Abraham" (Gálatas 3:7), a saber, los cristianos.
1452 "No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los
que son hijos según la promesa son contados como descendientes" (Romanos
9:8). Los cristianos son "hijos según la promesa". Son el "resto de la
descendencia" de la mujer. Por lo tanto, la "mujer vestida del sol" es Israel
según la carne.
1453 Los cristianos son el "Israel de Dios" (Gálatas 6:16).
1454 "No es judío el que lo es exteriormente... sino que es judío el que lo es
en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu" (Romanos 2:28-
29).
1455 Identificamos a la "mujer vestida del sol" mediante su apariencia.
1456 "Vestida del sol, con la luna debajo de sus pies" (Apocalipsis 12:1).
1457 El sol alumbra de día y la luna de noche.
1458 La vestimenta de la mujer es una luz brillante como la del sol que
alumbra todo en derredor suyo.
1459 A pesar de sus defectos espirituales (elements de hipocresía, legalismo,
fanatismo por tradiciones, inmoralidad. Mateo 23), Israel, el pueblo escogido
de Dios durante la Era Mosáica, brillaba entre los demás pueblos (romanos,
griegos, cretenses, cartagenses, españoles, egipcios, persas, árabes, galos)
que componían el Imperio Romano a principios del primer siglo de la Era
Cristiana, cuando "vino el cumplimiento del tiempo" y nació Jesús (Gálatas
4:4).
1460 Brillaba porque enaltecía el nombre de Jehová, "el único Dios
verdadero" (Juan 17:3). Mientras tanto, los demás pueblos rendían culto a
dioses falsos (Júpiter, Mercurio, Diana, Venus, Re, Zeus, Rea, Peseidón, como
también al emperador mismo).
1461 Brillaba porque en su imponente templo en Jerusalén y en sus
sinagogas establecidas en muchas ciudades, no solo de Palestina sino a
través del Imperio Romano, se enseñaba la ley de Dios, mientras que en los
demás pueblos se enseñaban las filosofías y las fábulas de origen humano.
(c) Brillaba tanto que muchos gentiles se convirtieron al judaísmo,
haciéndose prosélitos. El centurión Cornelio era prosélito (Hechos 10). En
Atioquía de Pisidia, “muchos... prosélitos piadosos siguieron a Pablo” (Hechos
13:43). Entre los que obedecieron el evangelio en Tesalónica se encontraba
“de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas” (Hechos
17:4).

104
(d) En algunas épocas de su historia cuando Israel seguía bien de cerca a
Dios, el pueblo escogido brillaba como el sol a medio día.
(e) Aun en sus noches más oscuras cuando se apartaba la mayoría de sus
líderes y ciudadanos de la ley dada en Sinaí, emanaba luz de Israel, aunque
fuera siquiera como la luz tenue de la luna.
1462 "Sobre su cabeza una corona de doce estrellas." Las doce estrellas
representan los doce patriarcas, o acaso las doce tribus de Israel.
1463 Definitivamente, la "mujer vestida del sol" no es María, la madre terrenal
de Jesús.
1464 Es cierto que ambas mujeres “huyen”. Pero, hay unas diferencias
evidentes referente a sus huídas. María y José huyeron, con el niño Jesús, de
Belén a Egipto. En cambio, la "mujer vestida del sol" huye al desierto. Las
circunstancias que rodean la huida de la "mujer vestida del sol" no se ajustan a
lo que la Biblia nos revela sobre la vida de María. Consideremos:
1465 La "mujer vestida del sol" huye al desierto después de la ascensión y la
coronación de su hijo.
1466 La secuencia de los eventos según Apocalipsis 12:5-6 es como sigue:
1467 La "mujer vestida del sol" da a luz un hijo varón (Cristo).
1468 El hijo (Cristo) es "arrebatado para Dios y su trono", es decir, Cristo
asciende y es coronado Rey del Reino espiritual.
1469 Entonces, la "mujer vestida del sol" huye al desierto, después de la
ascensión y de la coronación de su hijo, y no antes.
1470 María y José huyen de Belén para Egipto cuando Herodes maquina
matar al niño Jesús (Mateo 2:13-15). Lo hacen pocos días después del
nacimiento del niño. Por lo tanto, la huida de María, según Mateo 2, no es la
misma huída de la "mujer vestida del sol", según Apocalipsis 12.
Definitivamente, ¡las dos huidas no son la misma! La primera ocurre poco
después del nacimiento de Jesús; la segunda acontece después de su
exaltación.
1471 María no huye al desierto después de la exaltación de Cristo sino que se
encuentra entre los discípulos (aproximadamente ciento veinte) que esperan
en Jerusalén el cumplimiento de la promesa sobre el Espíritu Santo (Hechos
1:10-14). No se había huido sino que estaba con los discípulos. No estaba en
el desierto, ni literal ni figurativamente hablando, sino que se encontraba en
Jerusalén.
1472 La "mujer vestida del sol" que huye al desierto es sustentada por "mil
doscientos sesenta días" (Apocalipsis 12:6, 14). Es decir, sigue en el escenario
espiritual del mundo después de la exaltación de su hijo. En cambio, María
desaparece del escenario histórico después de la última mención de ella entre
los discípulos en los días previos a Pentecostés (Hechos 1:14). Se deduce que
las dos mujeres no son la misma. La "mujer vestida del sol" no es María.
1473 Tarde o temprano, María sufre el destino de todos los seres humanos:
muere y es sepultada. En cambio, la "mujer vestida del sol" huye al "lugar
preparado por Dios... donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad
de un tiempo" (Apocalipsis 12:6, 14).
1474 De haber muerto María "en el Señor" (Apocalipsis 14:13), es decir, de
haber perseverado en la fe hasta la muerte, su espíritu no fue directamente al
cielo sino al Paraíso (Lucas 16:19-31). En cambio, la "mujer vestida del sol" se
queda en la tierra donde es sustentada por mil doscientos sesenta días.
Definitivamente, la "mujer vestida del sol" no es María.

105
1475 La llamada "concepción inmaculada" de María y la supuesta ascensión
de María para fungir como la "Reina del cielo" son mitos de la fe católica
romana.
1476 La secuencia de los eventos relacionados con la "gran batalla en el
cielo" (Apocalipsis 12:7) nos proporciona más evidencia para comprobar que la
"mujer vestida del sol" huyó al desierto después de la coronación de su hijo..
Veamos la secuencia:
1477 Luchan Miguel y sus ángeles contra Satanás y sus ángeles;
1478 Satanás es lanzado fuera del cielo;
1479 "Una gran voz en el cielo" proclama el triunfo de Cristo y el
establecimiento de Su Reino;
1480 Arrojado a la tierra, Satanás persigue a la "mujer vestida del sol";
1481 La "mujer vestida del sol" huye al desierto después de la victoria de
Cristo y la derrota de Satanás. No huye antes de la victoria sino después.
Quiere decir que la "mujer vestida del sol" huye al desierto después de la
crucifixión y de la resurrección de Cristo.
1482 La "mujer vestida del sol" fue perseguida después de la exaltación de su
hijo. "Cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la
mujer que había dado a luz al hijo varón" (Apocalipsis 12:13). No hay ninguna
evidencia de que la mujer María fuese escogida por Satanás como blanco
particular de su "gran ira".
1483 No hay ninguna evidencia de que la mujer María fuese perseguida
durante la vida de Cristo en la tierra o después de exaltado el Hijo.
1484 ¿Por qué habría Satanás de perseguir a la mujer María? Ella no fue
dotada de grandes poderes divinos que la capacitaran para hacer milagros,
echar fuera los demonios o arrojar al dragón a la tierra. Ella no era, ni antes ni
después del nacimiento de Cristo, la "Madre de Dios", más sublime y más
poderosa que el Hijo. Desde Mateo hasta Apocalipsis, las Escrituras enseñan
que Cristo es quien tiene "toda postestad en los cielos y en la tierra" (Mateo
28:18) y absoluto poder sobre toda cosa y todo ser, exceptuándose el Padre (1
Corintios 15:27)..

1485 La "mujer vestida del sol" tiene una "descendencia" espiritual


(Apocalipsis 12:17). Pero, la mujer María no tiene ninguna descendencia
espiritual aprobada por Dios.
1486 La iglesia verdadera es la única "descendencia" espiritual legítima de la
"mujer vestida del sol", o sea, de Israel.
1487 La iglesia verdadera no es la descendencia espiritual de la mujer María.
En la Biblia, no hay ni la más mínima intimación de que Dios hiciese a María
"madre de la iglesia" o "Madre de Dios".
1488 La Iglesia Católica Romana, que inventó y promueve la veneración de
María, es la descendencia espiritual corrupta, no de la santa mujer María por
medio de quien se encarnó Cristo, sino del judaísmo y del paganismo unidos
en fornicación espiritual al cristianismo pervertido.
1489 Más conclusiones sobre la identidad de la "mujer vestida del sol".
1490 La terminología de Apocalipsis 12:2 no nos obliga a identificar a la
"mujer vestida del sol" como María. El lenguaje es aplicable, simbólicamente,
al pueblo de Israel. “Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la
angustia del alumbramiento.”
1491 En Miqueas 4:10, se utiliza una terminología retórica muy parecida en
referencia a Israel: "Duélete y gime, hija de Sión, como mujer que está de
parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás

106
hasta Babilonia". La “hija de Sión” es el pueblo de Israel, destinado a pasar
cautiverio en Babilonia. Al contemplar su castigo inminente Israel debía ser
“como mujer que está de parto”, doliéndose y gimiendo.
1492 El Mesías vendría mediante el pueblo de Israel. Cuando llegó "el
cumplimiento del tiempo” (Gálatas 4:4), como le llega el tiempo de
alumbramiento a la mujer encinta, Israel actuaba, precisamente, como una
mujer encinta. "Clamaba con dolores de parto, en la angustia del
alumbramiento." Anhelaba ver a su Mesías, a su Libertador. Sufría bajo el
dominio del Imperio Romano. Ansiaba la aparición del Mesías. Sufría casi todo
el pueblo de Israel grandes dolores de mente y espíritu en espera del
alumbramiento de su Mesías. Gemía, daba vueltas, gritaba, oraba, deseando
ardientemente la aparición del Mesías.
1493 Los pintores de la tradición católica han confeccionado cuadros donde
representan a María vestida del sol, con una corona de doce estrellas y la luna
debajo de sus pies. Los Católicos llaman a esta María la "Reina del cielo".
Tanto sus representaciones artísticas de María como sus dogmas acerca de
ella carecen de validez bíblica, pues, definitivamente, la "mujer vestida del sol"
no es María sino Israel, según el cuadro auténtico pintado en Apocalipsis 12.
1494 La "mujer vestida del sol" no es la iglesia.
1495 La "mujer vestida del sol... dio a luz un hijo varón", Cristo.
1496 Cristo vino al mundo por medio del pueblo de Israel.
1497 Cristo no vino al mundo por medio de la iglesia. La iglesia ni siquiera
había sido establecida cuando Cristo se encarnó. La iglesia no fue establecida
durante la vida de Cristo en la tierra. El Señor mismo anunció proféticamente:
"Edificaré mi iglesia" (Mateo 16:16). La edificaría en el día de Pentecostés, diez
días después de su ascensión (Hechos 2).
1498 Por lo tanto, esta mujer por medio de la cual Cristo se introduce en el
mundo ¡no puede ser la iglesia! La mujer es el pueblo terrenal de Israel.
1499 La "mujer vestida del sol" huye al desierto después de la exaltación del
Hijo.
1500 La iglesia no huye al desierto, ni literal ni simbólicamente, después de la
exaltación del Hijo. Todo lo contrario acontece: la iglesia recibe la encomienda
de ir a todo el mundo predicando denodadamente el evangelio, y comienza a
cumplir su misión después de la exaltación de Cristo. No se esconde; no huye.
Al contrario, los miembros de la iglesia empiezan a predicar valientemente el
evangelio en las casas y en las plazas, comenzando en Jerusalén, luego en
Judea y Samaria, entonces hasta los cuatro confines de la tierra. El libro de los
Hechos nos relata la historia de la marcha evangelística de la iglesia.
1501 Por lo tanto, es imposible que la "mujer vestida del sol" represente a la
iglesia verdadera de Jesucristo.
1502 El "resto de la descendencia" de la mujer es la iglesia verdadera.
1503 No es lógico afirmar que la mujer de la cual sale la descendencia sea
también esa misma descendencia.
1504 Una entidad particular es la de la cual sale la descendencia; otra entidad
diferente es la descendencia misma, la cual se llama el nuevo "Israel de Dios".
La iglesia es el nuevo "Israel de Dios".
1505 La mujer, y el "resto de la descendencia," no son una misma cosa. La
descendencia es la iglesia. Por lo tanto, la mujer de la cual sale la
descendencia no puede ser la iglesia. La mujer no representa a la iglesia sino
a una entidad distinta, a saber: al pueblo terrenal de Israel.
1506 Otras consideraciones:

107
1507 Durante la Era Cristiana, la iglesia verdadera es "sol y luna" para el
mundo perdido. Durante la Era Mosaica, Israel era "sol y luna" para las
naciones en derredor suyo. Las figuras retóricas “sol” y “luna” pueden aplicarse
tanto a Israel como a la iglesia. Por lo tanto, no es correcto razonar que la
"mujer" de Apocalipsis 12 ha de ser la iglesia simplemente porque ella está
"vestida del sol".
1508 La "mujer vestida del sol" representa al pueblo terrenal de Israel. En
términos literales, Israel "según la carne" (el pueblo nacional de Israel) no se
transmutó automáticamente en la iglesia cuando vino el "poder" en el día de
Pentecostés y fue establecida la iglesia. O sea, el pueblo de Israel no
experimentó una metamorfosis espiritual, cambiándose en su totalidad de
pueblo terrenal escogido a pueblo espiritual escogido, pasando en su totalidad
a ser la iglesia. Pues, ¡tampoco se transforma la "mujer vestida del sol" en su
propia descendencia, es decir, en la iglesia! No experimenta ninguna
metamorfosis. Ella no cambia de identidad ni de naturaleza. Siempre es Israel
según la carne.
1509 Antes de la exaltación de su Hijo, ella es Israel "según la carne".
1510 Después de la exaltación de su Hijo, cuando ella huye al desierto, sigue
siendo Israel "según la carne". Ya no es el pueblo elegido. Ya su vestido no
brilla como el sol. Sin embargo, sigue conservando su identidad física como el
pueblo terrenal de Israel.
1511 En el plano espiritual, "ya no hay judío ni griego" (Gálatas 3:28). Sin
embargo, en el plano material, Israel sigue siendo Israel, o sea, sigue siendo el
pueblo de Israel según la carne. Ya no es el pueblo electo, pero sigue siendo
una raza particular en la tierra, la raza de los judíos.
1512 La condición de la "mujer vestida del sol" después de la exaltación de su
hijo es la condición de Israel "según la carne", es decir, es la condición de los
judíos incrédulos después de la exaltación de Cristo a su trono en el cielo. O
sea, es la condición de los judíos incrédulos durante la Era Cristiana, hasta el
tiempo cuando "haya entrado la plenitud de los gentiles" (Romanos 11:25).
Apocalipsis contiene muchas profecías sobre el futuro de la iglesia verdadera,
sobre la gran "iglesia madre" apóstata y sobre reinos terrenales que se iban a
levantar. Pues, no es cosa extraña que también se presenten en el libro
algunas profecías sobre el estado de Israel como pueblo terrenal durante la
Era Cristiana.
1513 La "mujer vestida del sol" es perseguida. "Cuando vio el dragón que
había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo
varón" (Apocalipsis 12:13). Según esta visión apocalíptica, Israel "según la
carne" (los judíos inconversos) sería perseguido durante el tiempo
subsiguiente al día de Pentecostés del año 33 d.C., cuando el Señor se sentó
sobre su trono. La iglesia verdadera sufriría persecuciones. También los
judíos. La historia de los judíos inconversos durante la Era Cristiana confirma
ampliamente el cumplimiento de esta profecía.
1514 En el año 40 d.C., el emperador Calígula ordenó que una estatua de él
fuese colocada en el templo en Jerusalén. Agripa el Primero intercedió en
Roma por los judíos evitándose así un desenlace grave de la crisis que
provocó la orden de Calígula (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog , VI, 54).
1515 "La situación de los judíos se volvió más difícil bajo Félix y Festo,
todavía más dura bajo Albinio y desembocó en una rebelión durante la
gobernación de Gésio Floro. Los celotes se adueñaron del templo y fortificaron
su posición allí" (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog , VI, 54).

108
1516 En el tiempo de Pablo, el emperador Claudio mandó "que todos los
judíos saliesen de Roma" (Hechos 18:2).
1517 Respondiendo a los ataques de los rebeldes judíos, el general romano
Vespasio conquista Palestina y Jerusalén en los años de 68 a 70 d.C. Según el
historiador Josefo, un millón, ciento noventa y siete mil (1,197,000) judíos
fueron muertos en la guerra y muchos fueron vendidos en esclavitud. Para
aquellos tiempos, hubo aproximadamente siete millones (7,000,000) de judíos
en el Imperio Romano, o sea, los judíos constituían aproximadamente el 7% de
la población del Imperio (La historia de la civilización, Tomo III, César y Cristo,
546, Will Durant).
1518 "Desde la caída de Jerusalén, la nación judía perdió lo que quedaba de
su independencia y el control total de su destino político volviéndose
dependiente de las gentes entre las cuales vivía" (La nueva enciclopedia
Schaff-Herzog , VI, 55).
1519 Cincuenta años después de la destrucción de Jerusalén en el año 70
d.C., un judío llamado Bar-cochoba se proclamó el Mesías y reunió a
centenares de miles de los judíos esparcidos para pelear contra Roma y
reconquistar la "tierra prometida". En el año 132 d.C., Roma castigó
severamente la rebelión matando a quinientos ochenta mil (580,000) varones
judíos. Se suma a esta cifra un número aún mayor de judíos que murieron a
causa de hambre, enfermedades y fuego (La nueva enciclopedia Schaff-
Herzog , VI, 55).
1520 Después de tan terrible derrota, "el judaísmo se escondió atemorizado
en oscuridad, en tanto que su cría, el cristianismo, salió a conquistar al mundo"
(La historia de la civilización, Tomo III, César y Cristo, 549, Will Durant).
1521 Durante la Edad Medieval, los judíos fueron perseguidos una y otra vez
en muchos países distintos por los gobiernos "cristianos" bajo el dominio de la
gran "iglesia madre" apóstata y por la misma jerarquía de aquella iglesia a
través de la maquinaria eclesiástica llamada la "Santa Inquisición". (En el
Capítulo Ocho, Sección II - G - 2 - b) - (2) - (a) - (vII) se encuentra información
muy breve sobre las acciones de la inquisición española contra los judíos.)
1522 En el siglo veinte, Hitler y sus secuaces intentaron exterminar a los
judíos, matando bárbaramente a más de seis millones.
1523 También en el siglo veinte, el gobierno ateo de la Unión Soviética de
Estados Socialistas, bajo el dictador José Stalin, inició y sostuvo por décadas
los terribles "pogromos". Su meta era la exterminación de todos los enemigos
del estado. Los infortunados judíos fueron clasificados entre los "enemigos del
estado", muriendo millones en los campos de concentración.
k) Desde el establecimiento del nuevo estado de Israel en 1949 hasta el
presente (2002), los palestinos, los sirios, los libaneses y las demás naciones
árabes, movidos por odio fanático, se empeñan en destruir a los judíos.
1524 La "mujer vestida del sol" huye al desierto. "Y la mujer huyó al desierto,
donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil
doscientos sesenta días" (Apocalipsis 12:6). "Y se le dieron a la mujer las dos
alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a
su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un
tiempo" (Apocalipsis 12:14). Según esta profecía, llegaría el momento durante
la Era Cristiana cuando los judíos huirían de la presencia de su feroz
perseguidor, el gran dragón (Roma), encontrando un refugio preparado
providencialmente por Dios mismo. La historia del pueblo judío durante la Era
Cristiana demuestra ampliamente el cumplimiento de esta profecía.

109
1525 Repetimos la observación del renombrado historiador Will Durant sobre
lo que hicieron los judíos después de la derrota aplastante sufrida en el año
132 después de Cristo: "El judaísmo se escondió atemorizado en obscuridad,
en tanto que su cría el cristianismo salió a conquistar al mundo". Se desconoce
si el Sr. Durant tuviera conocimiento de la profecía apocalíptica sobre los
judíos, pero lo cierto es que su observación nos enseña que la profecía fue
cumplida al pie de la letra: ¡Israel huyó! Los judíos se escondieron del poderío
romano. ¡Ya no buscaban confrontaciones abiertas con el "gran dragón"! En
cambio, la iglesia no huyó sino que "salió a conquistar al mundo".
1526 Quizás represente el "desierto" de la profecía los lugares inhóspitos, de
pocos habitantes o de poca importancia política donde el "gran dragón" (los
gobernantes y los soldados romanos) no continuara persiguiendo con tanta
tenacidad a "la mujer". Por "desierto" entendemos: los lugares aislados o en la
periferia de la influencia romana, los pueblos chiquitos, las barriadas del vulgo,
las naciones que no estaban bajo el dominio de Roma. Lo cierto es que los
judíos fueron esparcidos entre las naciones donde, casi milagrosamente,
lograron conservar su raza, lengua, cultura y sobretodo su religión.
1527 El "lugar preparado por Dios".
1528 El "lugar": Cualquier lugar y todos los lugares donde los judíos lograron
preservar su raza.
1529 "Por Dios." Dios mismo interviene providencialmente para preservar a
los judíos como pueblo. ¿De qué manera interviene? Quizás por medio de
influir en las mentes de las personas de los lugares adonde huyeron los judíos
de tal manera que recibieran y protegieran a ellos.
1530 Volvemos a hacer hincapié en que estas profecías no son acordes con
otras profecías sobre la iglesia, ni tampoco con la comisión dada a la iglesia o
con la historia de la iglesia.
1531 La iglesia no huyó de Roma. Fue perseguida una y otra vez, pero se
levantaba y seguía en pie de lucha. Su lucha era espiritual, y no carnal como
en el caso de los judíos.
1532 La iglesia no se escondió en el "desierto". Muy al contrario, llevaba el
evangelio a los lugares más poblados e importantes, aun al mismo palacio del
emperador romano, como también a los lugares más remotos.
1533 El "lugar" para la iglesia es "todo el mundo", según la Gran Comisión:
"Id a todo el mundo" (Marcos 16:15). Aun en tiempos de persecución, la iglesia
ha de seguir proclamando el evangelio. Tiene que predicarlo "a tiempo y fuera
de tiempo" (2 Timoteo 4:2). Jamás debe esconderse en el "desierto".
1534 Según las profecías sobre la iglesia, el gran peligro para ella no lo
serían los gobernantes y los ejércitos de las naciones terrenales sino el
mortífero cáncer de la apostasía (2 Tesalonicenses 2).
1535 Ya que, a nuestro entender, la "mujer" que huye al desierto es Israel
"según la carne", cabe preguntar por qué Dios se interesa en preservar los
judíos como pueblo. ¿No eran incrédulos la gran mayoría los judíos? En
cuanto a Jesucristo, lo eran. Pero no lo eran ni lo son en cuanto al "único y
verdadero Dios", Jehová. Siguen confesándolo. Siguen creyendo en Él. Aun en
el "desierto", guardan su Nombre y muchos de sus preceptos. Pero rechazan
al Hijo, y el que rechaza al Hijo, rechaza también al Padre (1 Juan 2:23). Sin
duda, esto es así. Sin embargo, el Padre ama a los judíos deseando su
completa restauración espiritual; material no, sino espiritual. Consideremos:
1536 A pesar de su incredulidad, los judíos "en cuanto a la elección, son
amados por causa de los padres (Romanos 11:28). ¿Por qué? ¿Qué quiere
decir esto? ¿"Amados" a pesar de su incredulidad?

110
1537 Para entenderlo, los que somos gentiles (según la carne) y no judíos,
debemos tener presente el hecho de que Jehová realmente logró, mediante la
nación de Israel, su propósito de asegurar que no todos los hombres en la
tierra se olvidaran de su nombre. Además, a través de Israel logró también su
propósito de introducir al "Primogénito en el mundo" para que todos los seres
humanos pudieran ser salvos. Utilizó al pueblo de Israel. Se manifestó a través
de Israel. Obligó al pueblo. Disciplinó y castigó al pueblo. Preservó al pueblo.
Sojuzgó al pueblo a Su voluntad. Logró sus grandes propósitos en el pueblo.
Amó al pueblo. Entonces, ¿por qué abandonarlo del todo? ¿Por qué dejarlo
desaparecer de la faz de la tierra? ¿Por qué no preservarlo en el "desierto",
esperanzado en su eventual arrepentimiento y restauración espiritual?
Seguramente, no nos corresponde emitir juicios sobre las acciones de Dios.
Sin embargo, el que escribe aplaude, en mente y alma, la decisión de Dios de
preservar al pueblo judío. Piensa que es otra evidencia de su gran compasión,
amor y misericordia para con los pobres seres humanos, en este caso los
judíos, llenos de prejuicios y cegados por falsas doctrinas y falsas esperanzas.
"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos" (Romanos 11:33).
1538 De cierto, Israel fue "elegido" para los dos grandes propósitos señalados
y los dos fueron cumplidos, a pesar de la obstinación, la rebeldía y la
hipocresía de incontables integrantes del pueblo. Por tanto, Dios ama al
pueblo. Sigue amándolo a pesar de su incredulidad respecto al Mesías. Desde
luego, esto no significa que Dios salvará eternamente a los judíos que
permanecen obstinadamente en incredulidad. Solo significa que ellos aún
tienen, por la misericordia de Él, la oportunidad de reconocer a Jesucristo
como el Mesías prometido y obedecerlo para salvación. Su amor por el pueblo
judío se manifiesta mediante su intervención providencial para conservarlo
como pueblo entre los demás pueblos de la tierra.
1539 Consideremos la enseñanza y el contexto de Romanos 11:29 donde
dice: "Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios".
Precisamente, el contexto es el del destino de los judíos y de su posible
restauración espiritual. Hay que leer desde el versículo veintinueve hasta el
treinta y seis para ubicar correctamente el versículo veintinueve. No se trata de
los dones sobrenaturales dados a la iglesia, ni del llamamiento hecho por
medio de la iglesia, sino que se trata de los dones dados a Israel y del
llamamiento que Dios hizo al pueblo de Israel.
1540 Dios escogió a Israel dotándolo de "dones" y llamándolo al cumplimiento
de sus designios divinos.
1541 Entre los dones son "la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de
la ley, el culto y las promesas" (Romanos 9:4).
1542 Estos dones y el llamamiento son "Irrevocables". No le serán quitados a
Israel; no le serán anulados. Los "dones" eran válidos para el tiempo al cual
atañían, es decir, para el tiempo desde Abraham hasta Cristo. El llamamiento a
formar parte de los elegidos sigue en pie hasta el presente, tanto para Israel
como para los gentiles.
1543 Dios sigue llamando a Israel, no a que sea una nación terrenal con
derechos exclusivos, sino que lo llama a arrepentirse de sus pecados y a
recibir a Cristo como el verdadero Mesías y el Salvador del mundo. Quiere
tener misericordia de Israel.
1544 Pregunta Pablo: "¿Ha desechado Dios a su pueblo?" Responde: "En
ninguna manera" (Romanos 11:1).

111
1545 Referente a los judíos, Pablo explica que "aun en este tiempo ha
quedado un remanente escogido por gracia" (Romanos 11:5). El "remanente"
de judíos que se salvaba en el tiempo de Pablo, se salvaba no por la ley
mosaica, ni por ser israelitas "según la carne", sino que se salvaba "por
gracia".
1546 En el día de hoy (año 2002), la persistente incredulidad de los judíos,
gran número de los cuales aún sigue en el "desierto", se puede atribuir, en
parte, al rol que Israel tenía que desempeñar, hace dos mil años, para que
pudiera efectuarse el sacrificio de Cristo como Cordero para quitar el pecado
del mundo. Israel tenía que rechazar al Mesías para que este fuese sacrificado
en la cruz. Le aconteció "endurecimiento en parte" (Romanos 11:25) para que
pudiera realizarse el plan de Dios en Cristo. A pesar de las señales y de la
predicación del evangelio, la mayoría de los israelitas del primer siglo no
lograron vencer su incredulidad. No ablandaron sus corazones al oír el
evangelio. Lo mismo le sucede a la gran mayoría de sus descendientes. Dado
el hecho de que una parte de Israel tenía que endurecerse para que se
cumpliesen los designios de Dios en Cristo, ¿es de extrañarse que Dios
quisiera preservar al pueblo para que, una vez arrepentido de su incredulidad,
tenerle misericordia y salvarlo?
1547 Dios aún desea la salvación de todo Israel. "Ha acontecido a Israel
endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y
luego todo Israel será salvo" (Romanos 11:25).
1548 Efectivamente, mediante estas palabras se profetiza que antes del fin
del mundo muchos judíos aceptarán a Cristo como el Mesías y se salvarán.
1549 Ésta profecía no tiene nade que ver con la restauración de Israel a
Palestina.
1550 Ésta profecía no anuncia la futura restauración del templo en Jerusalén.
1551 Solo se trata de la salvación espiritual de cuantos israelitas acepten a
Cristo como el Mesías prometido, obedeciendo el evangelio puro para
salvación de sus almas.
1552 "Se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase
de delante de la serpiente al desierto a su lugar."
1553 "Las alas de la gran águila" simbolizan el poder de Dios para actuar con
gran agilidad y fuerza irresistible.
1554 ¿Quién da a la mujer las "alas de la gran águila"? Se implica que Dios
mismo es quien se las da. Significa que Dios mismo intervino para que Israel
no fuese destruido del todo por el gran dragón.
1555 Es evidente que Dios mismo facilita el escape de Israel dándole "las dos
alas de la gran águila". Contando con la intervención providencial de Dios,
Israel podía alejarse rápido de la presencia de los gobernantes y de las
legiones romanas utilizadas por Satanás en su empeño de hacer que los
judíos desaparecieran para siempre de la faz de la tierra.
1556 Muchos de los historiadores y de los sabios de esta Era Cristiana se
maravillan por la preservación del pueblo de Israel a través de los siglos, a
pesar de los repetidos intentos encaminados a exterminarlos. Disciernen en
esta anomalía intrigante de la historia la mano providencial de un Poder
superior que vela por la permanencia de Israel en la tierra.
1557 Dada la fuerte intolerancia manifestada de mil maneras por infinidad de
pueblos contra los judíos, hay por qué pensar que si Dios no hubiese
intervenido, Israel según la carne hubiese quedado como Sodoma y Gomorra:
¡sin descendencia! (Romanos 9:29).

112
1558 "Para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días", lo cual es
equivalente a "un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo".
1559 "La sustenten", es decir, que la mantengan con vida como pueblo.
1560 ¿Quiénes la sustentarían? Quizás algunos de los ángeles que Dios
ocupa para la realización de sus planes. En tal caso, los ángeles vendrían
actuando providencialmente, mediante las personas entre quienes vivieran los
judíos, para la preservación de la raza judía.
1561 Sustentados. Esto no significa que todo el pueblo judío gozaría
perennemente de las abundantes bendiciones materiales y de la protección
incondicional de Dios. Solo significa que Dios mentendría con vida al pueblo.
De hecho, Israel ha sufrido indeciblemente a través de los siglos siendo
perseguido ferozmente una y otra vez. Aun así, sobrevive, se repone y en no
pocos casos, prospera.
(2) "Mil doscientos sesenta días."
(a) Es decir, por el tiempo determinado por Dios, siendo simbólico el número y
no literal.
(b) Quizás hasta el tiempo cuando "haya entrado la plenitud de los gentiles"
y comiencen a convertirse los judíos a Cristo.
1562 Conforme a la interpretación que estamos desarrollando, el periodo de
los "mil doscientos sesenta días" para los judíos comenzó en el segundo siglo
de la Era Cristiana y sigue hasta el presente (2002), ya que todavía los judíos
resisten reconocer a Cristo como el Mesías. De haber acertado en esta
interpretación, se deduce que los mil doscientos sesenta días para los judíos
(Apocalipsis 12) no cubren el mismo tiempo que cubren los mil doscientos
sesenta días cuando profetizan los dos testigos "vestidos de cilicio"
(Apocalipsis 11).
1563 Los mil doscientos sesenta días durante los cuales son sustentados los
judíos comienzan en el segundo siglo.
1564 Los mil doscientos sesenta días cuando los dos testigos profetizan
"vestidos de cilicio" comienzan después del Milenio y terminan con la segunda
venida de Cristo.
1565 Los temas de los capítulos once y doce de Apocalipsis son totalmente
diferentes. Por lo tanto, no es cosa extraña que los dos periodos de mil
doscientos sesenta días no cubran el mismo tiempo o época de la Era
Cristiana. (Para la confirmación de esta conclusión, analizar el comentario en
el Capítulo Siete, la Sección II - C, sobre el "tiempo, y tiempos, y medio
tiempo" de Daniel 7:25 cuando el "cuerno pequeño" persigue a la iglesia
verdadera.)
1566 El "gran dragón" sigue tratando de destruir a la "mujer" que huye al
desierto. "Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río,
para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la
tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca"
(Apocalipsis 12:15-16).
1567 "Agua como un río." Quizás se trate de las medidas severas que tomó el
Imperio Romano después de las guerras contra Israel para privar a los judíos
de todo vestigio de su nacionalidad y hacer que se mezclaran con las demás
razas, perdiendo su propia identidad como raza particular y por ende, su
orgullo como pueblo. El "gran dragón" quería "arrastrar" a los judíos hasta
"ahogar" en el "río" de las persecuciones y de las represalias el nacionalismo
fiero de ese pueblo rebelde. Quería acabar con Israel como pueblo.
1568 Pero el "gran dragón" no logró destruir del todo a los judíos, pues "la
tierra abrió su boca y tragó el río".

113
1569 La "tierra" misma, o sea, el planeta Tierra, es ancha y grande
proporcionando en aquel tiempo del primer siglo muchos escondites y muchos
refugios más allá del alcance del "gran dragón".
1570 Aun en la "tierra" de Roma, había muchos súbditos, aparte de los judíos,
que no simpatizaban con el Imperio. Ellos, quizás influenciados
providencialmente por Dios mismo, quizás estuvieran predispuestos a dar
albergue a los judíos perseguidos. Las amenazas del gran dragón no los
asustaban demasiado. Al contrario, entre ellos sus amenazas se volverían
como "agua que traga la tierra".
1571 La ira del dragón contra la "mujer" no mengua. "Entonces el dragón se
llenó de ira contra la mujer" (Apocalipsis 12:17).
1572 Ya estaba airado al punto de querer ahogar a la "mujer" (a los judíos).
Su ira se inflama aún más cuando se ve frustrado en su propósito de eliminar a
los judíos.
1573 ¿Por qué esta ira tan grande contra los judíos? Ellos ya no eran el
pueblo escogido de Dios. Sin embargo, eran el pueblo por medio del cual vino
el Mesías, el Hijo de Dios que derrotó a Satanás logrando que fuese arrojado
del cielo. Por lo tanto, el odio que sentía para el pueblo se convirtió en un
rencor terrible, en una ira candente y consumidora que lo llevaba a perseguir y
querer matar a todos los judíos. Además, a pesar de sus desastrosas derrotas
y las persecuciones duras que sufrían, los judíos seguían creyendo en Jehová,
"el único Dios verdadero", lo cual era para Satanás como "ascuas de fuego"
sobre su orgullosa cabeza.
1574 La señal del "gran dragón".
1575 El "gran dragón" es identificado en Apocalipsis 12:9. El es:
1576 "La serpiente antigua";
1577 El "diablo";
1578 "Satanás, el cual engaña al mundo entero."
1579 La apariencia del "gran dragón".
1580 Su color: "escarlata" (Apocalipsis 12:3).
1581 Este color es el mismo de la bestia que "tenía siete cabezas y diez
cuernos". "Vi... una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia"
(Apocalipsis 17:3).
1582 Es uno de los colores de la vestimenta de la gran ramera. "Y la mujer
estaba vestida de púrpura y escarlata" (Apocalipsis 17:4).
1583 Se deduce que “escarlata” es el color particular asociado, espiritual o
simbólicamente, con Satanás, como también con todos los poderes políticos y
eclesiásticos bajo su dominio.
1584 "Tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas"
(Apocalipsis 12:3). Las "siete cabezas", los "diez cuernos" y las "siete
diademas" simbolizan los gobiernos dominados y utilizados por Satanás en la
ejecución de sus planes nefastos.
1585 Las acciones del "gran dragón".
1586 "Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó
sobre la tierra" (Apocalipsis 12:4).
1587 "La tercera parte." Una parte sustancial, pero no la mayor parte.
1588 "De las estrellas del cielo."
1589 Es posible que las "estrellas" simbolicen a los ángeles que siguieron a
Satanás cuando él se rebeló contra Dios.
1590 Cristo dice que el infierno mismo está "preparado para el diablo y sus
ángeles" (Mateo 25:41). Cuando Satanás es echado del cielo, "sus ángeles
fueron arrojados con él" (Apocalipsis 12:9).

114
1591 "Las arrojó sobre la tierra."
1592 Ejercitando la potestad que tiene sobre los ángeles caídos, Satanás los
envía a la tierra. Se implica que los enviara para causar gran daño y
sufrimiento.
1593 Los ángeles que sirven a Dios son "espíritus ministradores, enviados
para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación" (Hebreos
1:14). Actúan providencialmente a favor de los santos.
1594 Si bien los ángeles que sirven a Dios son "espíritus" buenos, se deduce
que los que sirven a Satanás son espíritus malos, o sea, son "demonios".
¿Quién duda que estos ángeles malos actúen providencialmente en contra de
los santos y a favor de todo lo malo, contrarrestando la obra de los ángeles
buenos?
1595 "El dragón... se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de
devorar a su hijo tan pronto como naciese" (Apocalipsis 12:4). "El gran dragón"
se personificó en el rey Herodes el Grande quien intentó matar al niño Jesús
(Mateo 2).
1596 Las acciones satánicas de perseguir a la mujer (Apocalipsis 12:13-17) y
de "hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella" (Apoc 12:17) ya
los hemos analizado.
1597 La "gran batalla en el cielo" (Apocalipsis 12:7-12).
1598 Los contrincantes en la "gran batalla".
1599 Por el lado del Bien: "Miguel y sus ángeles" (Apocalipsis 12:7).
1600 En Judas 9, Miguel es identificado como el "arcángel" que "contendía
con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés".
1601 Este mismo Miguel es mencionado también en Daniel 10:13, 21 y 12:1.
1602 "Arcángel" implica rango. La palabra "sus" (palabra que indica posesión)
en la frase "sus ángeles" indica que Miguel tenía autoridad sobre los ángeles
de Dios.
1603 Por el lado del Mal: El "dragón y sus ángeles" (Apocalipsis 12:7), es
decir, Satanás y los ángeles que le seguían.
1604 El lugar donde toma lugar la "gran batalla".
1605 "En el cielo" (Apocalipsis 12:7), o sea, en las regiones espirituales
donde moran Dios y los ángeles que le sirven.
1606 La batalla no toma lugar en la tierra.
1607 El texto inspirado no provee información sobre la naturaleza exacta de
la batalla.
1608 Podemos inferir:
1609 Que no fue una batalla carnal ya que se luchó en las regiones
espirituales entre seres espirituales;
1610 Que las armas utilizadas no fueron carnales o materiales;
1611 Que quizás la batalla consistiera principalmente de un violento
encontronazo entre fuertes voluntades contrarias y que se librara con las
armas de los argumentos y los contra argumentos, de las acusaciones y las
contra acusaciones. De hecho, tal es la naturaleza de la batalla espiritual que
se lucha en la tierra entre los santos y el diablo (2 Corintios 10:1-6).
1612 Sin duda, las palabras "luchaban", "fue lanzado fuera", "fue arrojado a la
tierra" y "fueron arrojados con él" (Apocalipsis 12:7-9) indican actos violentos.
1613 Se entiende que Dios tomó acción, literalmente, contra Satanás y sus
ángeles para excluirlos de una vez para siempre de su presencia y de sus
moradas. Literalmente, tomó acción contra ellos arrojándolos a la tierra.
1614 La paciencia y la tolerancia de Dios se manifiestan en su trato de
Satanás, pues permitía que ese "gran dragón" se presentara delante de Él

115
para acusar a los santos. Pero su paciencia y su tolerancia para con los malos
no son para siempre (2 Crónicas 36:16). Llega el momento cuando actúa con
violencia contra ellos (Hebreos 10:31). Llegó ese momento para Satanás y
Dios lo lanzó fuera del cielo.
1615 El tiempo cuando ocurre la "gran batalla".
1616 Según el versículo diez, cuatro gloriosos acontecimientos ocurren tan
pronto termina la "gran batalla en el cielo". Estos acontecimientos pueden
tomar lugar "porque ha sido lanzado fuera el acusador de los hermanos"
(Apocalipsis 12:10). No toman lugar hasta que no quede la morada de Dios
librada de una vez para siempre de la presencia de aquel usurpador.
1617 Mediante la palabra "porque" se establece una relación, en términos de
tiempo, de condiciones y de consecuencias, entre la "gran batalla" y los cuatro
acontecimientos señalados.
1618 La relación en términos de tiempo: Claramente se implica que la “gran
batalla” y los cuatro acontecimientos no son separados por miles de años sino
que los cuatro acontecimientos ocurren "porque" acaba de terminarse la "gran
batalla". La "gran batalla" no ocurrió antes de la creación del universo sino en
el tiempo inmediatamente previo a los cuatro acontecimientos.
1619 La relación en términos de condiciones y de consecuencias: Una de las
condiciones es que Satanás fue lanzado del cielo. Una de las consecuencias
de esa condición es que se abre paso para que se realicen los cuatro
acontecimientos.
1620 Los cuatro acontecimientos son:
1621 Viene "la salvación";
1622 Viene "el poder";
1623 Viene "el reino de nuestro Dios”; y
1624 Viene "la autoridad de su Cristo".
1625 Bien se sabe que estos cuatro acontecimientos tuvieron lugar en el día
de Pentecostés del año 33 d.C. cuando:
1626 "La salvación" fue proclamada para judíos y gentiles, convirtiéndose
como tres mil almas;
1627 "El poder" del Espíritu Santo se manifestó en los apóstoles mediante
señales, prodigios y la Palabra inspirada;
1628 "El reino de nuestro Dios" fue establecido conforme a las profecías de
Daniel 2:44 y Marcos 9:1;
1629 "La autoridad" de Cristo se dio a conocer declarándose que él se había
sentado a la diestra de Jehová como Rey sobre Su Reino espiritual (Hechos
2:22-35).
1630 Por lo tanto, se deduce que la "gran batalla" ocurrió durante los días que
precedieron Pentecostés, específicamente durante los días que comenzaron
con la crucifixión de Cristo.
1631 Otros pasajes y consideraciones sostienen esta conclusión.
1632 El gran conflicto en la tierra entre Cristo y Satanás que culminó con la
victoria sonante del Señor en la cruz, como también su triunfo sobre la muerte
y el Hades, parecen guardar una relación estrecha con la "gran batalla en el
cielo", probablemente provocándola.
1633 En la tierra, Cristo mismo luchó contra Satanás venciéndolo en la cruz.
El Espíritu Santo asimismo lo afirma: "Despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz"
(Colosenses 2:15).
1634 ¡Despojó "a los principados y a las potestades"!

116
1635 "Los principados y las potestades" son Satanás, sus ángeles caídos y
todos los seres humanos que obran con ellos, particularmente los que ocupan
posiciones de prominencia (Efesios 6:12).
1636 Los despojó de sus pretensiones y de sus supuestos poderes
sobrenaturales.
1637 "Los exhibió públicamente", es decir, ante todo el mundo, exhibió la
debilidad y la profunda maldad de Satanás y los suyos.
1638 Triunfó sobre ellos en cruz.
1639 Despojar, exhibir públicamente y triunfar son términos que pertenecen al
lenguaje de acciones bélicas. Cristo batalló contra Satanás y ganó.
Razonamos que su tremenda victoria en la tierra provocó la "gran batalla en el
cielo".
1640 Al bajar al Hades, Cristo arrebató a Satanás "las llaves de la muerte y
del Hades" (Apocalipsis 1:18); destruyó "por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo" (Hebreos 2:14). "Llevó cautiva la
cautividad" (Efesios 4:8). La rotunda victoria de Cristo sobre Satanás, no solo
en la tierra sino también sobre el Hades y la muerte, provoca la "gran batalla
en el cielo". Vencido en la tierra y en el Hades por Cristo, Satanás también es
vencido en el cielo y lanzado fuera del cielo para que suba al cielo el Cristo
victorioso, tome su trono, imponga su autoridad, inaugure su Reino y salve a
las almas obedientes, añadiéndolas a su iglesia.
1641 Durante su ministerio en la tierra, Cristo mismo previno y profetizó la
"gran batalla en el cielo". Dijo: "Ahora el príncipe de este mundo será echado
fuera" (Juan 12:31). La profecía no es que Satanás fuese echado del planeta
Tierra. Lejos de ser echado de la tierra, iba a seguir en el mundo como el "dios
de este siglo" (2 Corintios 4:4). Por lo tanto, se deduce que Cristo anunciaba
proféticamente que pronto Satanás sería "echado fuera" del cielo.
Recalcamos: no de la tierra sino del cielo.
1642 Las palabras de Cristo en Lucas 10:18 concuerdan con Juan 12:31.
Dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo".
1643 ¿Cuándo cayó Satanás "del cielo como un rayo"? Precisamente, en la
hora cuando fue lanzado del cielo al ser derrotado tanto en la tierra como en el
cielo por Cristo, Miguel, sus ángeles y Dios en los días cuando Cristo fue
crucificado, entró al Hades y resucitó de entre los muertos. Es cierto que el
verbo "veía" es el pretérito imperfecto del modo indicativo por medio del cual
se expresa una acción pasada. Pero, según la interpretación que estamos
desarrollando, Satanás aún no había caído del cielo cuando Cristo pronunció
las palabras de Lucas 10:18. ¿Hay alguna contradicción? Pensamos que no.
Entendemos que Cristo había visto en su mente, quizás por medio de una
visión, la caída de Satanás del cielo. Es como dijera: "Ya lo he visto como por
visión: Satanás caerá del Cielo".
1644 Caer "como un rayo" significa que Satanás fue arrojado con violencia a
la tierra donde causaría grandes estragos. Asombrosamente, esto es
exactamente lo que sucedió cuando Satanás, viendo "que había sido arrojado
a la tierra" (Apocalipsis 12:13-17) comenzó a perseguir tanto a los judíos como
también a la iglesia.
1645 Job 1:6-12; 2:1-6 y Zacarías 3:1-2 corroboran lo que enseña Apocalipsis
12:9-10 referente al acceso que tenía Satanás a la presencia de Dios durante
el tiempo antes de ser lanzado fuera del cielo. También corroboran lo que
hacía Satanás en el cielo: acusar a los santos.
1646 Según estos pasajes, Satanás se presentaba "delante de Jehová" en el
cielo para acusar a los siervos del Altísimo.

117
1647 Satanás no se presentaba "delante de Dios" en la tierra sino en el cielo.
1648 No se presentaba figurativamente sino literalmente. No se comunicaba
con Dios desde la tierra sino que tenía él mismo, personalmente, acceso a la
presencia de Dios en el cielo.
1649 Se deduce que Satanás no perdió antes de la creación el derecho de
presentarse "delante de Jehová" en el cielo sino que lo perdió a consecuencia
de la "gran batalla" en el cielo en el tiempo cuando Cristo triunfó en la cruz
sobre todas las fuerzas de maldad.
1650 Satanás acusaba a los santos. "El acusador de nuestros hermanos, el
que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido
por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte" (Apocalipsis 12:10-11).
1651 "Nuestros hermanos." Para los ángeles de Dios, los santos en la tierra
son sus hermanos (Apocalipsis 22:9).
1652 Estos "hermanos" incluyen a los santos de todas las eras desde la
creación hasta el tiempo presente.
1653 Tanto los santos de la Era Patriarcal y de la Era Mosaica, como también
los de la Era Cristiana, vencen a Satanás "por medio de la sangre del Cordero"
(Hebreos 9:15-17).
1654 No solo los mártires de Cristo sino también muchos santos de los
tiempos antes de la Era Cristiana "menospreciaron sus vidas hasta la muerte"
(Hebreos 11), siendo acusados en el cielo por Satanás.
1655 Con persistencia maliciosa, Satanás acusaba a los santos "delante de
nuestro Dios día y noche", pero desde el fin de la "gran batalla en el cielo" ya
no tiene acceso a la presencia de Dios.
1656 Las consecuencias de la "gran batalla en el cielo".
1657 "El gran dragón y sus ángeles" fueron derrotados para siempre. "No
prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo" (Apocalipsis 12:8).
1658 "Fue lanzado fuera el gran dragón" (Apocalipsis 12:9). Desde aquella
derrota decisiva en adelante, Satanás ya no tendría acceso a la presencia de
Jehová.
1659 "Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él"
(Apocalipsis 12:9).
1660 Antes de la "gran batalla", Satanás rodeaba la tierra andando por ella
para luego subir al cielo y acusar a los santos (Job 1:7-12; Apocalipsis 12:10).
1661 Derrotado en la "gran batalla", "fue arrojado a la tierra". Desde el
momento cuando "fue arrojado a la tierra", podría manifestarse solo en la tierra
y no en la presencia de Dios. Sus ángeles sufrieron el mismo castigo.
1662 Los cielos se alegran. "Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en
ellos" (Apocalipsis 12:12). Dios y sus ángeles tienen porque alegrarse porque
ya no tendrán que soportar la presencia y las acusaciones de Satanás.
1663 La tierra tiembla. "¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el
diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo"
(Apocalipsis 12:12).
1664 "El diablo ha descendido a vosotros con gran ira." Satanás siempre se
empeñaba en destruir al ser humano. Derrotado tanto en la tierra como en el
Hades y el cielo, su "ira" se vuelve más candente, explosiva e incontenible.
1665 "Tiene poco tiempo."
1666 El término adverbial "poco tiempo" es siempre relativo. Hay que
interpretarlo a la luz del contexto.
1667 Tiene desde Pentecostés hasta la segunda venida de Cristo.

118
1668 No se trata del tiempo desde la creación hasta la segunda venida de
Cristo, sino del tiempo desde cuando Satanás fue arrojado a la tierra hasta la
segunda venida de Cristo.

Apocalipsis

Capítulo Seis de esta exposición

“Las dos bestias,


la imagen de la bestia
y el número 666”

Capítulo trece de Apocalipsis


I. La primera bestia.
A. Esta primera bestia de Apocalipsis 13 sube del mar. “Vi subir del mar una
bestia” (Apocalipsis 13:1).
1. En las visiones que recibieron Daniel, también suben del mar las “cuatro
bestias grandes”. “Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro
vientos del cielo combatían en el gran mar. Y cuatro bestias grandes,
diferentes la una de la otra, subían del mar” (Daniel 7:2-3).
2. El “mar” (lo mismo que “muchas aguas”) simboliza, según el texto inspirado,
“pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas” (Apocalipsis 17:1, 15).
3. Los “cuatro vientos” que “combatían en el gran mar” simbolizan las luchas y
los conflictos ideológicos, políticos, sociales, religiosos y económicos que
surgen entre los gobernantes de las naciones, como además entre las masas
que los apoyan o los rechazan. Los “cuatro vientos” agitan fuertemente a las
gentes y de estas “muchas aguas” arremolinadas sale, en ocasiones, alguna
“bestia” (reino) grande.
B. Esta bestia “tenía siete cabezas” (Apocalipsis 13:1; 17:3). Al comparar esta
visión con las de Daniel, observamos que ninguna de las cuatro bestias vistas
por Daniel aparece con siete cabezas. No significa que ninguna de las cuatro
las tuviera, sino meramente que este detalle no se registra en Daniel.
1. Para el entendimiento de las “siete cabezas” pasamos a Apocalipsis 17:9,
donde se nos informa que “las siete cabezas son siete montes”.
a) Los “siete montes” no son las siete colinas sobre las cuales se edificó la
ciudad de Roma. Consideremos:
(1) Una de las “siete cabezas” que “son siete montes,” fue “herida de muerte”
(Apocalipsis 13:3).
(2) Si los “siete montes” son las siete colinas literales sobre las que fue
edificada Roma, “fue herida” significaría que uno de los montes fue herido,
interpretación que carece de sentido. ¿Herida solo una de las siete colinas,
pero no las restantes seis? ¿Cuál de las siete? ¿Cuándo? ¿Cómo?
(3) ¿Hay alguna diferencia entre “montes” y “colinas”? De cierto, los dos
vocablos no son sinónimos, pues “monte” identifica una masa más alta y de
más volumen que “colina”. Roma fue edificada sobre siete colinas y no sobre
siete montes, o sea, montañas.
(4) Sin duda, los “diez reyes” de Apocalipsis 17:12 son diez reinos, y no diez
colinas o montes literales. Aplicado el mismo simbolismo a Apocalipsis 13:1, es
lógico concluir que los “siete reyes” también son siete reinos, y no las siete
colinas donde radicaba Roma. (Ver la partida “B, 2” abajo.)

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b) En el lenguaje profético de la Biblia, “monte” puede significar “reino”, como,
por ejemplo, en Isaías 2:1-4. El contexto de Apocalipsis 17:9 indica que
asimismo debemos interpretar el vocablo. Esta interpretación concuerda con la
segunda explicación inspirada sobre las siete cabezas, la que se considera en
la siguiente partida, pues se nos presentan dos explicaciones y no una sola.
2. La segunda explicación inspirada, es decir, dada por el Espíritu Santo
mismo, sobre las siete cabezas es que “son siete reyes. Cinco de ellos han
caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que
dure breve tiempo” (Apocalipsis 17:10). Ya el Espíritu nos informó que las siete
cabezas son siete montes. Ahora, añade otra dimensión a su explicación
informándonos que simbolizan siete reyes.
a) Los “siete reyes” representan siete reinos.
b) No se trata de siete reyes particulares. Por ejemplo, no se alude a siete
emperadores romanos particulares.
(1) ¿Ocuparon el trono de Roma solo siete emperadores? Más bien, a través
de doce siglos decenas de hombres lo ocuparon. Luego, decenas más
reinaron en Constantinopla, la “nueva Roma”.
(2) Observamos que los “siete reyes” de este texto siguen el uno al otro. Cinco
habían caído, uno era y el séptimo aún no había venido cuando Juan recibió la
visión. La tesis de que todos fueran emperadores romanos envuelve ciertas
dificultades. De ser así, ¿de cuáles siete se trata? ¿De los cinco antes del
tiempo cuando Juan recibió las visiones de Apocalipsis, siendo el sexto el
emperador que estaba en poder cuando Juan escribió el libro y el séptimo el
que le siguió? Al continuar nosotros desarrollando estos temas, quedará claro
que esta interpretación de los “siete reyes” como “siete emperadores romanos”
sencillamente no armoniza con las demás profecías de Apocalipsis sobre
reyes, reinos, tiempos, etcétera.
c) Nuestra convicción es que tampoco se trata de siete formas distintas de
gobierno instituidas, consecutivamente, en el Imperio Romano. De hecho, la
historia confirma que la organización política de aquel Imperio de larga vida
evolucionó, pasando de un tipo de gobierno a otro. ¿Implementaron sus líderes
solo siete paradigmas de gobierno durante los dos Milenios y medio que
permaneció aquel reino? Pronto estudiaremos sobre cómo el Imperio Romano
fue sanado de una “herida mortal”, manteniéndose en pie durante muchos
siglos adicionales, adaptándose y sosteniéndose bajo todavía otras formas de
gobierno distintas a las que seguía antes de la “herida”. ¿Es lógico obviar las
formas de gobierno que tuvo el Imperio Romano después de sanado?
Opinamos que no. De todos modos, confirmaremos que esta interpretación,
conforme a la que los “siete reyes” representan siete formas distintas del
gobierno romano, no se corresponde con las profecías sobre los “diez
cuernos” y el “octavo rey”.
d) Referente a la identidad de las “siete cabezas”, favor de analizar el
siguiente argumento formulado en torno a los “diez cuernos”. Los “diez
cuernos” son “diez reyes” (Apocalipsis 17:12; Daniel 7:24). Los “diez reyes”
representan diez reinos (punto expuesto y comprobado en el Capítulo Siete).
Si los “diez reyes” son reinos, la sana lógica nos lleva a concluir que los “siete
reyes” también son reinos, y no las siete colinas donde radicaba Roma, siete
emperadores particulares o siete distintas formas de gobierno romano. A
nuestro entender, este argumento tiene mucho peso para la identificación
correcta de los “siete reyes”.
e) El significado de Apocalipsis 17:10 es que cinco reinos han caído, un reino
es y el otro reino “aún no ha venido”.

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f) Según Apocalipsis 17:10, los “siete reyes” no son contemporáneos sino que
el uno sigue al otro. Obsérvese la secuencia: cinco han caído, uno es y el otro
“aún no ha venido”. En definitiva, no son contemporáneos, y esto es
determinante para la interpretación de las profecías.
(1) Dado que los “siete reyes” son lo mismo que las “siete cabezas” de la
primera bestia, se deduce que las “siete cabezas” no coexisten literalmente
durante el tiempo de las manifestaciones palpables de la bestia en la tierra. Al
no ser coetáneos los “siete reyes”, se deduce que tampoco son coexistentes
en la tierra las “siete cabezas”.
(2) Juan vio una bestia con siete cabezas. Sin embargo, cuando la bestia
toma forma visible, manifestándose mediante algún reino terrenal, no se
presenta con siete cabezas todas desarrolladas y visibles a la misma vez, es
decir, no se manifiesta mediante siete grandes imperios idolátricos o ateos que
existieran en la tierra simultáneamente. En realidad, sucede lo siguiente: cada
vez que se manifiesta la bestia en la tierra, aparece con una cabeza distinta,
es decir, mediante un reino distinto.
(3) La identificación de las “siete cabezas” como siete reinos que no existen
simultáneamente rinde totalmente nula la identificación de las “siete cabezas”
como las siete colinas donde fue edificada Roma. ¿Cómo aplicar “cinco de
ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido” a las siete colinas? Las
siete colinas permanecen juntas desde tiempos remotos hasta el presente. No
se caen cinco, dejando en existencia solo una, con la esperanza de que se
levante otra.
(4) Los cinco reinos que se cayeron son:
(a) Caldea-Sumeria-Babilonia;
(b) Egipto;
(c) Asiria;
(d) Medo-persa;
(e) Grecia.
Respecto a su religiosidad, estos cinco reinos grandes y poderosos eran,
esencialmente, idolátricos. Muchos de sus faraones o reyes se consideraban
“dioses”, se proyectaban como tal y los súbditos los adoraban como tal.
Definitivamente, ¡estaban bajo el dominio de la “bestia”! ¿Quién lo cuestiona?
¡Aquellos reinos ni intentaban seguir al Dios verdadero!
g) ¿Cuál es el sexto reino representado por el rey que “es”, o sea, que estaba
en poder cuando Apocalipsis fue revelado? El sexto reino (el sexto monte, la
sexta cabeza) es el Imperio Romano. Solo podemos interpretar correctamente
el verbo “es”, colocándonos allá en el tiempo del apóstol Juan. “Es”, o sea, el
que existía cuando Juan vivía y escribía Apocalipsis. Para los efectos, el
apóstol Juan está diciendo: “El sexto reino existe en mi tiempo, en el tiempo
que vivo yo, a fines del primer siglo de la Era Cristiana”. Por consiguiente, el
verbo “es” no se refiere al tiempo (principios del Sigo XXI) que vivimos
nosotros, sino al tiempo que vivía el apóstol Juan.
h) ¿Qué reino es el séptimo? Lo identificaremos al estudiar el Capítulo 17 de
Apocalipsis, en el Capítulo Siete de esta exposición.
C. La primera bestia “tenía... diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas”
(Apocalipsis 13:1). La interpretación de los “diez cuernos” la presentamos en el
Capítulo Siete de esta obra.
D. La primera bestia es culpable de muchas blasfemias contra el Altísimo.
1. Tiene “sobre sus cabezas, un nombre blasfemo” (Apocalipsis 13:1).
a) “Un nombre blasfemo” aparece sobre las siete cabezas de la bestia. El
“nombre blasfemo”, singular, simboliza, pensamos, todos los nombres

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blasfemos tomados por los siete reinos a través de la historia, nombres llenos
de soberbia que glorifican el poder humano o el poder de los dioses falsos,
teniéndolo como superior al poder y a la majestad del único Dios verdadero.
De igual manera, la “bestia escarlata” está “llena de nombres de blasfemia”; de
“nombres”, es decir, de una pluralidad de nombres blasfemos. Se observa en
los pueblos, naciones e imperios la costumbre de identificarse por nombres,
apodos o lemas descriptivos que ensalzan a sus fundadores, héroes, leyendas
o la imagen que desean proyectar. Algunos se identifican abierta y
orgullosamente con dioses paganos, otros con osadas pretensiones de
poderío militar o comercial, y todavía otros con ideologías culturales, visiones
particulares del universo, códigos morales o estilos de vida puramente
humanos, proyectándose algunos como si fueran dueños de toda la tierra y no
sujetos a la autoridad del Dios Supremo por cuya voluntad existen, hacen y
deshacen (Romanos 13:1-7).
b) Los antiguos faraones de Egipto alegaban haber descendido de Ra, el “dios
del sol”. “Ra. Dios del Sol y divinidad suprema de los antiguos egipcios. Se le
representaba con cuerpo humano y cabeza de halcón, con el disco solar sobre
ella, y también en forma de escarabajo. Su culto, originario de Heliópolis, fue
hegemónico a partir de la V dinastía (III milenio a.C.). A partir de la XI dinastía
(II milenio a.C.) se fusionó con Amón (Amón-Ra), de origen tebano.” (© 1996
Editorial Norma, S.A. Reservados todos los derechos.) Los sacerdotes
egipcios glorificaban a Ra como el creador y padre de todo, el principal de las
deidades cósmicas. Aquel país de las pirámides se identificaba entre las
demás naciones como Egipto, el Imperio de Ra. Esta identificación constituía,
en efecto, una gran blasfemia, ya que se elevaba a un dios falso, vivo solo en
mentes supersticiosas, por encima del único Dios verdadero que vive para
siempre, y por cuya voluntad soberana todo gobierno se levanta, sigue o cae.
c) Nabucodonosor, rey de Babilonia durante más de cuarenta y tres años (605
– 562 a.C.), ejemplifica dramáticamente el espíritu soberbio característico de
los gobernantes paganos. Su nombre mismo encierra una blasfemia, pues
significa “Que Nebo defienda las fronteras” (Nuevo diccionario bíblico ilustrado,
CLIE, Página 797). “Nebo” era “una divinidad babilónica que presidía el saber
y las obras literarias” (Nuevo diccionario bíblico ilustrado, CLIE, Página 805).
No solo tenía Nabucodonosor un nombre blasfemo, sino que, vanidosamente,
se jactaba de su poder, autoridad y grandes obras, como si todo lo hubiese
logrado por su propia mano, sin ninguna aportación o intervención del único
Dios Todopoderoso (Daniel 4). “Al cabo de doce meses, paseando en el
palacio real de Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que
yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi
majestad?” ¡Blasfemaba ante Dios! El castigo divino no tardó. “Aun estaba la
palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey
Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de tí; y de entre los hombres te
arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación” (Daniel 4:29-32).
d) Los césares romanos se presentaban ante el pueblo como dioses y los
súbditos de Roma debían adorarlos ofreciéndoles sacrificios. En esto,
blasfemaban. “Era costumbre en el antiguo Oriente venerar a los reyes algo
así como a dioses. Ambas circunstancias juntas hacen comprensible que
pronto se empezara a tributar culto al emperador, vivo aún, bajo títulos como
salvador, liberador, redentor, portador de salvación.” (Nuevo diccionario bíblico
ilustrado, CLIE, Página 162)
e) Consideremos el ejemplo del blasfemo rey Herodes (Agripa) quien permitió
que la multitud le llamara “Dios”, no rechazando él la adulación ni reprendiendo

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a los idólatras que le vitoreaban. “Y un día señalado, Herodes, vestido de
ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba
gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le
hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos” (Hechos
12:21-23).
2. “También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias”
(Apocalipsis 13:5). Grandes cosas y blasfemias tales como:
a) Proclamaciones de ser la encarnación de la “deidad”.
b) Declaraciones de tener autoridad y atributos divinos.
c) Grandes jactancias acerca de su poder y hazañas.
3. Según Apocalipsis 17:3, la bestia estaba “llena de nombres de blasfemia”.
Esta bestia representa el poder secular y no el religioso. Por lo tanto, los
“nombres de blasfemia” no son los nombres con los que la iglesia apóstata (la
“gran ramera”) se identifica sino los que toman los gobernantes y los poderes
seculares que no siguen ni honran al Dios verdadero.
E. La apariencia de la bestia: “La bestia que vi era semejante a un leopardo, y
sus pies como de oso, y su boca como boca de león” (Apocalipsis 13:2).
1. El leopardo es una bestia feroz y sumamente ágil. Asimismo suelen ser los
reinos idolátricos o ateos: feroces y ágiles en sus acciones contra las demás
naciones, como también contra el verdadero Dios y su pueblo.
2. Por su gran tamaño, fuerza brutal, habilidad de erguirse sobre sus piernas
traseras y correr rápido, el oso es animal muy temido. Las uñas de sus pies
son largas y afiladas. Esta bestia arranca, desgarra y mata sin pena. Asimismo
acostumbran actuar los reinos idolátricos o ateos los unos contra los otros, y
todos contra Dios: pisotean el nombre del Dios verdadero, arrancan su obra y
desgarran con gran impudencia lo sagrado.
3. Al orgulloso y fuerte león ¿quién no le teme? Cabeza grande, boca grande,
colmillos afilados para desgarrar. Corre velozmente persiguiendo a la presa, se
lanza sobre ella, matándola, para luego devorar tanto carne como huesos. ¿No
enseñan estos mismos atributos algunos reinos idolátricos o ateos? ¿No tratan
así a los menos fuertes? Y todos los de esta categoría se lanzan a menudo
contra el Dios verdadero y su pueblo, en ocasiones, con gran violencia,
persiguiendo, aun matando, consumiendo, empeñados en acabar.
4. Se unen en la bestia que Juan vio ciertos atributos notables de las tres
bestias distintas: el leopardo, el oso y el león. O sea, esta primera bestia de
Apocalipsis, terrible y espantosa, tiene la agilidad del leopardo, la fuerza bruta
del oso y la agresividad del león hambriento. Asimismo suelen ser los grandes
reinos idolátricos o ateos: sumamente ágiles en sus campañas bélicas,
procediendo contra sus enemigos con una fuerza irresistible y devorando a
quienes resistan, ¡incluso a los escogidos de Dios cuando estos se niegan a
rendirle homenaje al rey o a los dioses paganos! Estos mismos atributos se
destacaban de manera sobresaliente en el Imperio Romano, hecho
circunstancial que confirma su identificación como la sexta manifestación de la
“bestia”.
F. “Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad” (Apocalipsis
13:2).
1. El “dragón” es Satanás.
2. Según Apocalipsis 12:3, ¡el “gran dragón” también tiene “siete cabezas y
diez cuernos”! Intrigante similitud, ¿no le parece? ¿Por qué tienen ambos,
tanto el dragón como la bestia, “siete cabezas y diez cuernos”? La razón es
evidente: ambos entes obran en contra del Dios verdadero y sus escogidos.
Los dos están ligados y compenetrados en su empresa malvada al extremo de

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compartir los mismos atributos y poderes. El “gran dragón”, con sus siete
cabezas, se manifiesta en la tierra mediante la “bestia” con sus “siete cabezas
y diez cuernos” (reinos seculares).
3. ¿Cómo es posible que Satanás aún tenga “poder... trono, y grande
autoridad” ya que fue echado fuera del cielo? La explicamos nos la da la Biblia:
aún puede tenerlos solo porque Jehová Dios permite que los tenga, y además
porque hay ángeles y seres humanos dispuestos a practicar la maldad.
a) “Se le dio boca que hablaba grandes cosas” (Apocalipsis 13:5).
b) “Se le dio autoridad” (Apocalipsis 13:5).
c) “Se le permitió hacer guerra contra los santos” (Apocalipsis 13:7).
d) ¿Se da cuenta de la implicación de las frases “se le dio” y “se le permitió”?
Claramente, se entiende que Dios es quien concede a Satanás la autoridad
para hablar y actuar de la manera en que viene haciéndolo, desde cuando
primero se rebelara contra el Todopoderoso hasta el presente. Sin duda, el
Todopoderoso pudiera haber eliminado totalmente a Satanás de los
escenarios celestiales y terrenales, pero lo deja con vida, concediéndole
autoridad y poder, con el propósito evidente de probar a los seres humanos,
como también a los ángeles.
e) En cuanto a quién tiene el dominio absoluto sobre los reinos de la tierra, no
cabe duda: Dios es quien lo tiene (Romanos 13:1-6). Sin embargo, para la
realización de sus propósitos entre las naciones, como también para probar a
sus siervos, Dios permite que Satanás otorgue su poder, trono y autoridad a
los gobiernos idolátricos o ateos. En virtud de tener tal potestad grandiosa,
Satanás tentó a Cristo mostrándole “todos los reinos del mundo y la gloria de
ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares” (Mateo 3:8-9). Su
oferta era válida, ya que, en realidad, Satanás era el verdadero señor y dueño
de aquellos reinos idolátricos que existían en el tiempo de Cristo. Con todo, en
ocasiones Dios suspende los derechos de Satanás sobre los “reinos del
mundo”, interviniendo él mismo para cumplir sus propios propósitos. Lo hizo en
el caso de los medo-persas, para que Israel pudiese ser restaurado a la tierra
prometida después del cautiverio babilónico. “En el primer año de Ciro rey de
Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías,
despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo pregonar de
palabra y también por escrito por todo su reino, diciendo: Así ha dicho Ciro rey
de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la
tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá”
(Esdras 1:1-2). ¿Se fija en la frase “despertó Jehová el espíritu de Ciro”? He
aquí un ejemplo clásico de cómo Dios obra en los reyes de la tierra, aun en
aquellos que adoran a dioses falsos.
G. “Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue
sanada” (Apocalipsis 13:3).
1. Una de las cabezas sufre una “herida mortal”. Pero, según el versículo
doce, la bestia misma recibió la “herida mortal”. El texto lee: “La primera
bestia, cuya herida mortal fue sanada” (Apocalipsis 13:12). “Cabeza herida”;
bestia herida. El significado es el mismo. Obviamente, “cabeza” es sinónima de
“bestia”, y esto confirma nuestra tesis: que las “siete cabezas” simbolizan siete
manifestaciones distintas de la bestia en la tierra. La misma bestia se
presencia en la tierra en siete ocasiones distintas mediante siete reinos
distintos. En una de sus presentaciones, sufre una “herida mortal”.
2. “Una de sus cabezas” significa uno de los siete reinos idolátricos, o sea,
uno de los “siete reyes” (reinos).

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3. “Como herida de muerte.” La herida era tan profunda y severa que, bajo
circunstancias normales, hubiese causado la muerte.
4. “Pero su herida mortal fue sanada.” El reino representado por esta
“cabeza”, sufre una herida terrible, a consecuencia de la que agoniza y está
para sucumbir, pero asombrosamente ¡se recupera!
5. ¿Cuál de los grandes “reinos del mundo” es representado por la cabeza
“herida de muerte” que “fue sanada”? Todas las evidencias señalan hacia el
Imperio Romano.
a) ¿Cuándo recibió el Imperio Romano la “herida mortal”? Al escudriñar los
abundantes datos históricos de aquel reino, encontramos en el Siglo III de la
Era Cristiana eventos y circunstancias que dejaron al Imperio gravemente
herido.
b) ¿Quiénes asestaron la herida?
(1) Los numerosos pretendientes al trono de Roma. Estos se enfrascaron en
tremendas guerras civiles, compitiendo por la corona.
(2) También los bárbaros que habitaban el norte de Europa, más allá del río
Danubio, y que en aquel siglo se arremetían contra el Imperio, o lo infiltraban
adueñándose de cada vez más territorio: francos, alemanes, sajones,
marcomanos, hérulos, lombardos, gépidos, visigodos, vándalos, etcétera.
(3) Colaboraron además las masas de esclavos y pordioseros que producían
poco, pero consumían mucho, agotando los recursos del Imperio.
(4) Se hicieron partícipes los gobernantes y los ciudadanos inmorales quienes
saquearon, espiritualmente, al Imperio mucho antes de que los bárbaros lo
hicieran literalmente.
c) ¿Cómo y cuándo fue sanada la “herida mortal”?
(1) Constantino venció en batalla a los demás pretendientes al trono romano
poniendo fin a las guerras civiles. Después de vencer Constantino a Maxentio
en la batalla decisiva del Puente Milviano, fue erigido un arco de triunfo donde
se proclamó que Constantino había “salvado” al Imperio Romano (Gibbon, El
debilitamiento y la caída del Imperio Romano, Tomo I, Página 295). Lo salvó
de la muerte inminente que hubiese sufrido al continuar las guerras civiles
hasta agotar por completo al Imperio.
(2) La “herida mortal” fue sanada al establecer Constantino una nueva capital
para el Imperio en Bizancio, cerca de la antigua Troas, consolidando las
fuerzas militares romanas e infundiéndole a la ciudadanía un nuevo espíritu de
confianza y poder.
La “Nueva Roma” fundada. Roma se salva y se sana, renaciendo.
(a) En noviembre del año 324 d.C., Constantino el Magno, acompañado por
sus consejeros, ingenieros y sacerdotes (de la iglesia apóstata), trazó los
límites de la nueva capital, llamándola la “Nueva Roma”. El nombre es muy
significante: “¡Nueva Roma!” Es decir, Roma renacida. Roma resucitada. ¡El
Imperio Romano salvado y sanado! He aquí el cumplimiento, al pie de la letra,
de lo que se profetizó en Apocalipsis 13:3. Aun antes de fallecer Constantino,
ya algunos romanos llamaban la nueva capital “Constantinopla”, pero, al
principio, se llamaba la “Nueva Roma”.
(b) La nueva capital fue inaugurada el 11 de mayo de 330 d.C.
(c) “En menos de dos siglos, Constantinopla llegó a ser la ciudad más rica,
hermosa y civilizada del mundo, continuando así por diez siglos. Para el año
337 d.C., tenía cincuenta mil habitantes; para el año 400, aproximadamente
cien mil; y para el año 500, casi un millón.”

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(d) “Por espacio de mil años, aquí el Imperio Romano sobrevivía el diluvio de
bárbaros que inundaba a Roma (en el oeste). Por ocho siglos después de
Mahoma, resistió la ola musulmana que inundaba a Asia, África y España.”
(e) Constantinopla iba a “dominar el alma del oeste por mil años” (Citas e
información tomadas de: La historia de la civilización, Tomo IV, La era de la fe,
Páginas 3-5, por Will Durant).
(3) Las evidencias son, del todo, contundentes: la “herida mortal” que recibió
el Imperio Romano “fue sanada” durante la primera mitad del Siglo IV cuando
la nueva capital fue establecida, llamándose la “Nueva Roma”.
La duración del Imperio Romano:
Asunto clave para el entendimiento correcto de las profecías.
d) A continuación, apuntamos una conclusión sumamente importante,
apoyada en la cicatrización de la “herida mortal”, sobre a la duración del
Imperio Romano, una conclusión clave para el entendimiento de algunas
profecías apocalípticas.
(1) En el Oriente, el Imperio Romano permaneció hasta el año 1453 d.C., año
en que los musulmanes conquistaron a Constantinopla.
(2) En el Occidente, el Imperio se mantuvo, oficialmente, hasta el año 1806
d.C., cuando Francisco II renunció el título de “emperador” del Sacro Imperio
Romano.
(3) Por lo tanto, no es correcto afirmar que el Imperio Romano se acabara
para siempre en el año 476 d.C., falacia que ha dado por resultado no pocas
interpretaciones erróneas de las profecías de Apocalipsis sobre las bestias, los
cuernos y la “gran ramera”. Es notable que la magna obra histórica de Edward
Gibbon sobre “El debilitamiento y la caída del Imperio Romano” no termina con
los eventos del año 476 d.C. sino con los eventos del siglo dieciséis. ¿Por qué
abarca el libro del historiador Gibbon hasta el Siglo XVI? ¡Por la sencilla razón
de que el Imperio Romano permaneció sobre la faz de la tierra hasta el Siglo
XVI d.C.! Continuó, aunque fuera solo de nombre, aun hasta el año 1806 d.C.
Ningún comentarista que intente interpretar las profecías apocalípticas sobre
las bestias y los cuernos pasará por alto tan importante dato.
(4) Comprobaremos que estos hechos sobre la cicatrización de la “herida
mortal” que sufrió Roma, y la duración del Imperio Romano después de
sanado, tienen importancia vital para la interpretación correcta de los diez
cuernos.
_______________________________________
6. Aclaración: la cabeza que fue sanada era un reino fundamentalmente
político y no un reino esencialmente religioso o espiritual. Por lo tanto, es de
esperarse que la cabeza, después de sanada, se manifestara,
fundamentalmente, como un poder político, y no religioso. Asimismo sucedió.
El Imperio sanado era, esencial y efectivamente, político en naturaleza. Tal es
la realidad, a pesar de que la religión estuviera inextricablemente unida al
nuevo poder político creado. Se deduce que la cabeza sanada no es la iglesia
apóstata, o sea, que no es la Iglesia Católica Romana, ya que esta iglesia es
un poder intrínsicamente religioso y no político, aunque no es menos cierto que
se envuelve mucho en la política. La cabeza sanada es el Imperio Romano. La
cabeza sanada no es la Iglesia Católica Romana.
7. Todas las evidencias contextuales e históricas indican que la cabeza herida,
luego sanada, es el Imperio Romano, o sea, la sexta cabeza, monte o rey. Por
lo tanto, aplicamos lo que se dice de la bestia en la última parte del versículo
tres, y hasta el versículo ocho, al Imperio Romano, específicamente a su fase
de “sanado”.

126
a) ¿Por qué aplicarlo a su fase de “sanado”? Por la conexión que se establece
en los versículos tres y cuatro entre la recuperación asombrosa de la bestia y
la reacción, que no se hace esperar, de la gente.
(1) ¿Por qué “se maravilló toda la tierra en pos de la bestia”? Obviamente,
¡porque la bestia fue sanada!
(2) ¿Por qué “adoraron... a la bestia”? Claro, ¡porque la bestia fue sanada!
b) Es cierto que mucho de lo que se dice de la bestia en el texto señalado
puede aplicarse al Imperio Romano en sus manifestaciones antes de recibir la
“herida mortal”. Sin embargo, no debemos pasar por alto la conexión evidente
entre la herida sanada y la reacción de la gente.
H. “Se maravilló toda la tierra en pos de la bestia.”
1. “Se maravilló” significa que los habitantes de la tierra quedaron muy
impresionados al observar que la bestia (el Imperio Romano) fue sanada,
siguiéndola admirados y atónitos.
a) Ejemplo impactante de cómo la gente siguió a la bestia sanada lo tenemos
en el caso de la “Nueva Roma”. Durante los ciento y setenta años
subsiguientes al 330, año en que la “Nueva Roma” (Constantinopla) fue
dedicada, centenares de miles de personas se trasladaron a la nueva capital
del Imperio, donde la población alcanzó un millón para el año 500 d.C. De
cierto, “se maravilló toda la tierra (gente de muchos países distintos) en pos”
de la “Nueva Roma.”
b) En el Occidente, al seguir recuperándose la bestia sus poderes, ochenta
millones de personas se constituyeron en ciudadanos del “Sacro Imperio
Romano”, nuevo ente político que también formaba parte del sistema político
que representaba la cabeza sanada. Efectivamente, estos muchos millones de
Europa también se maravillaron “en pos” de la cabeza sanada.
I. “Toda la tierra” significa la gran mayoría de los habitantes de la tierra donde
la bestia sanada ejercitaba su poder e influencia.
J. “Adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la
bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?”
(Apocalipsis 13.4)
1. El versículo ocho identifica a estos adoradores de Satanás y del nuevo
poder político (la bestia sanada) como “los moradores de la tierra cuyos
nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue
inmolado desde el principio del mundo”. Sus nombres no están “escritos en el
libro de la vida” por la razón obvia de que estas multitudes que van en pos de
la bestia sanada son gente idólatra.
a) Idolatran al poderío político, bélico y económico de la bestia sanada,
exclamando con admiración exagerada: “¿Quién como la bestia, y quién podrá
luchar contra ella?” O sea, para ellos, ¡la bestia sanada era lo máximo, lo más
grande del mundo! Fue herida de muerte, pero para el asombro del mundo,
¡fue sanada y seguía adelante, airosamente triunfante, con gran pompa,
orgullo y poder!
b) Idolatran a los nuevos falsos dioses (al Papa, a María “la Madre de Dios”, al
falso Cristo de los “prodigios mentirosos”, a los “santos beatificados”, a las
imágenes de personajes bíblicos, a las de mártires, a las reliquias) que la
bestia presentaba al mundo, siguiendo a los sacerdotes “cristianos” en cultos,
ritos y doctrinas completamente pervertidos (2 Tesalonicenses 2:3-4).
2. “Adoraron al dragón.” Sin duda, muchos de aquellos habitantes que se
postraban, si bien no literalmente, por lo menos en espíritu y mente, ante la
bestia sanada (Roma sanada), no se daban cuenta de que estaban adorando
al diablo. Sin embargo, efectivamente, lo hacían, pues la bestia que ellos

127
seguían y admiraban había recibido su poder y autoridad del mismo Satanás.
Satanás moraba en la bestia, manifestándose tanto en organizaciones y
actividades políticas como en las religiosas.
3. Nos parece correcto y necesario hacer la siguiente aplicación general de las
acusaciones implícitas contra aquellos que “adoraron al dragón... y adoraron a
la bestia”: toda persona de toda época y de todo lugar que idolatre al poder
político o se someta a las falsas religiones sostenidas e impuestas por el
estado, ¡también es culpable de adorar a Satanás!
K. “Se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses” (Apocalipsis 13:5).
1. “Cuarenta y dos meses.” Es decir, por el tiempo determinado por Dios. El
número es simbólico. No es preciso interpretarlo literalmente como un periodo
exacto de cuarenta y dos meses literales, o de mil doscientos sesenta años
proféticos. A nuestro entender, cualquier número simbólico se interpreta
conforme al contexto del pasaje donde aparece.
a) ¿Cuándo comienza el periodo señalado por los “cuarenta y dos meses”?
Conforme a la interpretación que estamos desarrollando, comienza cuando
Roma es sanada de su “herida mortal”. O sea, comienza más o menos durante
la cuarta década del Siglo IV de la Época Cristiana (330 – 340 d.C.).
b) ¿Cuándo termina el periodo? Cuando la Roma sanada llega a su fin. En el
Oriente, esto ocurre para mediados del Siglo XV. En el Occidente, oficialmente
el Imperio llega a su fin en el año 1806. Sin embargo, para los efectos, terminó
en el año 1555 d.C.
c) A pesar de no ser necesario interpretar literalmente los “cuarenta y dos
meses” como mil doscientos sesenta años literales, curiosamente la duración
de la Roma sanada corresponde, más o menos, al periodo de mil doscientos
sesenta años (330 años d.C., fecha para la inauguración de la “Nueva Roma” +
1,260 años proféticos = la fecha de 1,590 años d.C. El Imperio Romano cayó
en el año 1555 d.C.).
2. “Para actuar.” La Roma sanada actúa. ¿Qué cosas hace la nueva Roma
durante los “cuarenta y dos meses”?
a) Blasfema. “Abre su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su
nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo” (Apocalipsis 13:6).
(1) Pero, ¿no es la Roma sanada la misma Roma que abrazó el cristianismo
en el Oriente al igual que en el Occidente? Positivo; es la misma. Entonces,
¿cómo puede la Roma “cristiana” ser culpable de tantas blasfemias? Era
culpable porque sus gobernantes, siendo corruptos moral y doctrinalmente
(confirmado ampliamente por los hechos históricos), se presentaban ante el
mundo como los ungidos del Dios verdadero, acto impúdico mediante el que
blasfemaban.
(2) En el Occidente, los reyes y los emperadores se confabularon con el Papa,
llamando su reino el “Sacro Imperio Romano”, nombre blasfemo, ya que de
“sacro” no tenía ni un asomo aquel Imperio bañado de sangre y apoyado por
una iglesia en plena apostasía.
(3) Se nos dice que la bestia sanada blasfemaba no solo del nombre de Dios y
de los seres celestiales sino también “de su tabernáculo”, es decir, del
tabernáculo de Dios. ¿Qué es este “tabernáculo”? No se trata del tabernáculo
judío, sino de la iglesia verdadera de Dios, de la misma que guarda la sana
doctrina, de la que no cae en apostasías, de la que no va en pos de evangelios
o dioses extraños, de la que siempre viste un traje espiritual blanco y sin
arrugas.
b) La cabeza sanada no es pasiva sino activa. Hace “guerra contra los santos”
venciéndolos (Apocalipsis 13:7).

128
(1) Antes de recibir la “herida mortal”, el Imperio Romano levantó varias
persecuciones contra la iglesia, ¡pero no logró vencerla! Herida de muerte, es
sanada, y de nuevo hace “guerra contra los santos” logrando, en esta ocasión,
vencerlos.
(2) Pero, ¿no es la Roma sanada un imperio “cristiano”? A la verdad,
pretendió ser un imperio “cristiano”. ¿No rechazó la Roma sanada el
paganismo practicado por los gentiles, instalando en su lugar “el cristianismo”?
Pues, la historia confirma que lo hizo en buena medida (Gibbon. El
debilitamiento y la caída del Imperio Romano. Tomo I. Capítulo 20). Entonces,
si la Roma sanada es “cristiana”, ¿por qué se dice de ella que hace “guerra
contra los santos” hasta vencerlos?
(a) He aquí la razón escalofriante: ¡la Roma sanada no es realmente
“cristiana” sino todavía “pagana”! No cabe duda: ¡es pagana, disfrazada
hábilmente de “cristiana”! Solo podremos entender correctamente la serie de
profecías que estamos analizando teniendo presente este hecho innegable
sobre la verdadera naturaleza del Imperio Romano sanado. Reiteramos: la
Roma sanada no es “cristiana” de verdad, sino pagana, pues el “cristianismo”
que instala como religión del estado es corrupto, siendo, en realidad, un nuevo
tipo de paganismo, el “paganismo cristiano”.
(b) El “cristianismo” que Constantino conoció no era puro sino ya corrupto en
organización, culto y vida moral. Constantino, y los emperadores subsiguientes
del Imperio Romano en el Oriente, corrompieron aún más al cristianismo,
creando una complicada jerarquía eclesiástica contraria a la organización
sencilla establecida por Dios, jerarquía que se ponía cada vez más celosa de
las tradiciones religiosas humanas. Esta misma “jerarquía cristiana”, unida en
fornicación espiritual al estado político, es la que resiste, reprime y vence a los
verdaderos “santos” de Dios.
(c) El mismo tipo de jerarquía eclesiástica, con su sede en la ciudad de Roma,
fue creado en el Imperio Romano del Occidente. Después de la caída del
gobierno secular de Roma en Occidente, se levantaron en Europa algunos
reinos políticos (francos, lombardos, etcétera) que abrazaron aquel
cristianismo corrupto, formándose, eventualmente, el “Sacro Imperio Romano”.
En el Occidente, ambos poderes (el secular y el eclesiástico) reprimen y
persiguen a los verdaderos “santos” de Dios con tesón maléfico, venciéndolos.
(3) ¿Qué tipo de “guerra contra los santos” hace la bestia sanada?
(a) “Guerra” librada mediante persecuciones carnales, incluso guerras
religiosas cuya meta era la exterminación de los cristianos verdaderos y de
todo disidente.
(b) “Guerra” mediante leyes o edictos que privaban a los santos de la libertad
de culto y del derecho de evangelizar.
(4) ¿Durante qué tiempo se lleva a cabo esta “guerra contra los santos”?
Durante la Edad Medieval cuando la bestia sanada estaba en poder. O sea,
desde principios del Siglo IV hasta el tiempo cuando los “diez cuernos”
(naciones) dejan “desolada y desnuda” a la “gran ramera” (Apocalipsis 17:16).
(5) ¿Cómo vence la bestia sanada a los santos?
(a) Matándolos. En el Oriente, como también en el Occidente, los oficiales del
Imperio Romano funcionan como el brazo derecho de la iglesia apóstata,
persiguiendo o matando a cuantos creyentes no estén de acuerdo con la
religión estatal (la “madre iglesia”). La “bestia” sanada sigue reprimiendo y
matando hasta perder el poder. Se calcula que cincuenta millones de seres
humanos fueron muertos durante la Edad Oscura y el tiempo de La Reforma,

129
siendo la causa de tan terrible tragedia su oposición a la religión del estado (al
“cristianismo” apóstata).
(b) También contribuye a la derrota de la colectividad de los santos
verdaderos la táctica de proscribir poseer o leer un ejemplar de la Biblia, como
además la de prohibir la promulgación de la “sana doctrina” por el medio que
fuese. Trabados los cristianos verdaderos en su obra, mengua la colectividad
hasta quedarse vencida.
(6) ¿Qué quiere decir “vencerlos”? ¿Significa que la bestia sanada (Roma)
realmente erradica del todo a la iglesia verdadera de la faz de la tierra durante
la Edad Medieval? Posiblemente, pero no necesariamente.
(a) Lo cierto es que el dominio de las fuerzas satánicas de la ignorancia,
superstición, engaño religioso y maldad crece y se infla durante la Edad
Medieval hasta opacar, para los efectos, la luz de Dios. Tanto es así que la
referida Edad también se conoce como la “Edad Oscura”, nombre que
despierta visiones espantosas de “densas tinieblas”, “de tiempos sin sol”, “de
esferas sin luz”. Asimismo fue la Edad Oscura: ¡sin la luz de la “sana
enseñanza” de Cristo y sin la luz de la iglesia verdadera que proclama y
practica la buena y perfecta voluntad de Dios!
(b) Esta victoria de las tinieblas sobre la luz, de la iglesia apóstata sobre la
iglesia verdadera, de la falsa doctrina sobre la “sana doctrina”, no se logra de
la noche a la mañana. Sin embargo, durante la Edad Medieval, las fuerzas de
la luz ceden poco a poco ante las fuerzas de las tinieblas hasta que se impone
por completo la noche larga del oscurantismo espiritual, moral e intelectual.
(c) ¿Dónde se encuentran los verdaderos “santos” de Dios durante la Edad
Oscura? ¡Están vencidos! Lucharon y fueron derrotados, no en espíritu sino
corporalmente. La profecía de Apocalipsis 13:7 fue cumplida. Debemos
aceptar su cumplimiento como evidencia de la inspiración divina de las
revelaciones dadas en el libro de Apocalipsis. Durante una porción del tiempo
cuando domina la bestia sanada, los verdaderos “santos” de Dios desaparecen
de las páginas de la historia. ¿Fueron vencidos todos hasta el último? ¿Hubo
épocas durante la Edad Oscura cuando no quedara vivo sobre la tierra ni
siquiera un solo verdadero “santo” de Dios? Es posible. Pero, ¿no reservó Dios
para sí mismo siquiera un pequeño remanente que no cediera ante la bestia?
Quizás. Para Dios, todo es posible. Aun así, lo cierto es que carecemos de
evidencias concretas para probar la continuidad ininterrumpida de la iglesia
verdadera en la tierra durante la Edad Oscura.
(i) Pero, ¿no promete Cristo en Mateo 16:18 que “las puertas del Hades no
prevalecerán contra” la iglesia verdadera? De hecho, tal es su promesa. Sin
embargo, el estudioso que “usa bien la palabra de Dios” (2 Timoteo 2:15) toma
nota de que la promesa tiene que ver con el “Hades”. En realidad, ¿qué verdad
está afirmando Cristo? Efectivamente, que la muerte no puede vencer a la
iglesia, es decir, que los santos que mueren en el Señor resucitarán, y, que
Satanás no podrá impedirlo. ¿Por qué Satanás no podrá impedirlo jamás? ¡Por
la sencilla razón de que Cristo le quitó las “llaves de la muerte y del Hades”!
(Apocalipsis 1:18) La promesa que proclama el Señor no es la de la
permanencia física de la iglesia en la tierra durante toda la Edad Cristiana. Más
bien, proclama que la muerte y el Hades no pueden impedir la glorificación de
la iglesia, promesa portentosa de fuerte consuelo para los cristianos.
(ii) Pero, ¿no promete Cristo, en Mateo 28:18, que estaría con su iglesia
“todos los días, hasta el fin del mundo”? De cierto, lo promete, pero ¿qué
quería decir? ¿Qué implican sus palabras? ¿Qué jamás dejaría que su iglesia
fuese perseguida? ¿Qué jamás permitiría que ningún miembro de su iglesia

130
fuese muerto por la fe? ¿Qué jamás soportaría que las “bestias” se levantasen
contra su iglesia? Muchos mártires y perseguidos atestiguan la violencia contra
la iglesia durante quince siglos de su historia. ¿Falló el Señor en su promesa
de estar con su iglesia “todos los días”? Entendemos que su promesa no era
siempre librar a la iglesia universal de toda violencia, sino fortalecer y consolar
a sus discípulos individualmente. En cualquier lugar y en cualquier tiempo que
hubiere discípulos verdaderos, ¡allí estaría el Señor para fortalecerlos y
consolarlos! Estaría a su lado, como estuvo con Pablo, aun cuando este
valiente soldado de la cruz tuvo que presentar defensa en la misma capital del
Imperio Romano. “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado… Pero el
Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas” (2 Timoteo 4:16-18). El Señor
fortaleció al espíritu de Pablo, librándole en su primera defensa “de la boca del
león”. Pero, no seguía librando al apóstol de todo peligro, pues,
eventualmente, fue aprehendido de nuevo, muriendo decapitado, conforme a
tradiciones antiguas.
Lo que no puede hacer la bestia es eliminar de la tierra la simiente espiritual
pura de Dios. Puede vencer a los santos, pero no puede acabar con la Biblia.
Lo ha intentado una y otra vez, pero no puede porque “la palabra de Dios...
vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23-25). Sembrada de
nuevo en cualquier época y en cualquier lugar, ¡la simiente produce nuevos
cristianos!
El triunfo de la bestia sobre los santos durante la Edad Oscura fue
contundente. Sin embargo, la “simiente... incorruptible” permanecía en la tierra.
Cuando la bestia perdió su poder, aquella simiente comenzó a brotar de
nuevo, resultando, eventualmente, en la aparición en el escenario del mundo
de nuevos “santos” de Dios y la restauración de la iglesia verdadera.
La primera bestia ejerce “autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación”
(Apocalipsis 13:7). Se trata de los vastos territorios y de la gran influencia del
Imperio Bizantino (la nueva Roma del oriente) y del “Sacro Imperio Romano”
en el occidente. A pesar de que los territorios y la influencia de estos dos entes
políticos fluctuaran a través de los siglos, los dos seguían dominando grandes
multitudes de personas hasta el tiempo cuando se debilitaron y se cayeron.
Conclusión sobre la identidad de la primera “bestia”: En su esencia
fundamental, la primera bestia es la representación de todos los reinos
terrenales (seculares, materiales, políticos) basados en la idolatría y
violentamente opuestos al único Dios verdadero, sus designios y su Reino
Espiritual. En su manifestación como la sexta cabeza, la bestia es el Imperio
Romano.
La primera “bestia” es de muy larga vida. Ha existido por miles de años. Si le
cortan su cabeza, tarde o temprano ¡le nace otra! Así es que sigue con vida a
través de los siglos luchando contra Dios y su pueblo.
La primera “bestia” es la misma bestia que es “apresada” y lanzada “dentro de
un lago de fuego que arde con azufre” al intervenir Cristo para poner fin al
conflicto entre el bien y el mal (Apocalipsis 19:20; 20:10). Roma es herida de
muerte, se sana y sigue por muchos siglos más, pero no permanece en la
tierra hasta el retorno del Señor. Sin embargo, se levanta la séptima bestia,
luego la octava, estando esta octava bestia en el poder al regresar Cristo.
Todas estas bestias son manifestaciones de la gran bestia universal que
simboliza a todo reino opuesto a Dios y su pueblo verdadero.
En cada una de sus manifestaciones, la primera bestia es identificada como
una bestia particular. Por ejemplo, Daniel vio “cuatro bestias grandes”. En
realidad, las cuatro bestias que él vio eran la misma bestia con cuatro

131
“cabezas” distintas, no coexistentes sino consecutivas. Daniel vio cuatro
manifestaciones de la misma “bestia” simbólica que representa, en todo
tiempo, a los reinos terrenales fundados sobre la idolatría o el ateísmo, y,
decididamente, opuestos al único Dios verdadero.
“Si alguno tiene oído, oiga. Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si
alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la
fe de los santos” (Apocalipsis 13:9-10). Mediante estas palabras, Dios orienta y
anima a los santos verdaderos.
Los imperios malos, representados por la “bestia”, pueden perseguir,
esclavizar y aun matar a los verdaderos santos de Dios, pero tarde o temprano
recibirán su merecido. ¡También irán “en cautividad”, o serán muertos! Se
quiere decir que serán castigados. Caerán. ¡Ningún imperio terrenal
permanece para siempre! Solo el Reino de Dios es “inconmovible” (Hebreos
12:28).
Cuando la bestia persigue a la iglesia, los santos debemos tener paciencia y
fe, confiados en el eventual triunfo total de Cristo. Este mensaje es uno de los
más importantes de Apocalipsis.
La segunda bestia.
La segunda bestia sube “de la tierra.” “Después vi otra bestia que subía de la
tierra.” (Apocalipsis 13:11)
La primera bestia sube “del mar.” En cambio, la segunda sube “de la tierra.”
“De la tierra” significa “terrenal, material, carnal.” La segunda bestia no procede
del cielo sino que sube de la “tierra.” No es celestial sino terrenal. Su
naturaleza es “terrenal” y, por lo tanto, su naturaleza es corrupta. Las manchas
y el olor de la tierra, de lo terrenal, marcan la segunda bestia. Ya que es
concebida en la tierra, nace en la tierra y sube “de la tierra,” no es de
esperarse que diga o haga cosas buenas
La identidad de la segunda bestia. ¿Qué representa esta bestia? Representa
la iglesia apóstata, o sea, el reino espiritual corrupto que nació y creció en los
territorios del Imperio Romano sanado. Enfatizamos: la segunda bestia es la
iglesia apóstata.
En el contexto de Apocalipsis, la segunda bestia no representa las religiones
paganas del oriente (la India, la China, el Japón), de África o de otros lugares
sino la iglesia “cristiana” en plena apostasía. Esta conclusión descansa en el
versículo doce donde se explica que la segunda bestia “ejerce toda la
autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los
moradores de ella adoren a la primera bestia.”
La frase clave “en presencia de ella” enseña:
Que las dos bestias son contemporáneas;
Que las dos bestias se manifiestan más o menos en la misma área geográfica
del mundo.
También observamos entre las dos bestias una relación muy íntima de mutuo
apoyo. La segunda bestia hace que “los moradores de la tierra adoren a la
primera bestia”. La segunda respalda a la primera.
Conclusión: la segunda bestia no simboliza la agrupación de religiones
paganas que existían más allá de las fronteras del Imperio Romano durante la
Edad Oscura, sino al cristianismo corrupto elevado a “religión del estado”
dentro de la esfera del poder de la primera bestia que fue sanada.
Otras razones que nos llevan a identificar la segunda bestia como el
cristianismo corrupto, o sea, la iglesia en plena apostasía, son las siguientes:
La segunda bestia “tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero
hablaba como dragón” (Apocalipsis 13:11).

132
En contraste con el leopardo, el oso o el león, el “cordero” es un animal manso
que simboliza, espiritualmente, a las personas mansas de espíritu que siguen
a Dios.
Cristo mismo es presentado como el Cordero de Dios (Apocalipsis 5).
Los discípulos del Señor se describen como ovejas que siguen al “buen
pastor” (Juan 10).
¿Qué representan los “dos cuernos”?
Uno de los cuernos es la iglesia apóstata en el occidente del Imperio Romano,
conocida hoy día como la Iglesia Católica Romana.
El otro cuerno es la iglesia apóstata en el oriente del Imperio Romano,
conocida hoy día como la Iglesia Ortodoxa Griega.
Estas dos iglesias nacieron en los territorios ocupados por la Roma sanada: la
Católica Romana con su sede en Roma, y la Ortodoxa Griega, con la suya en
Constantinopla (Estambul).
¿Qué significa “hablaba como dragón”? (Apocalipsis 13:11)
Que lo de “cordero” ¡es puro disfraz!
Que esta segunda bestia aparenta ser mansa y humilde pero su tono de voz y
sus palabras la delatan.
Es como un lobo rapaz disfrazado de oveja (Mateo 7:15; Hechos 20:29).
Es como Satanás disfrazado de “ángel de luz” (2 Corintios 11:13-15).
Es el “dragón” vestido de “cordero”.
Es el mismo Satanás vestido de “cristiano”.
Lo que habla es de Satanás y no de Dios.
La segunda bestia se identifica a sí misma ante el mundo como una criatura de
Dios y afirma decir la verdad de Dios, pero la realidad es todo lo contrario de lo
que dice sobre su identidad.
Habla mentira, pues es el portavoz de Satanás quien es el padre de toda
mentira.
Enseña “doctrinas de demonios”, en cumplimiento de 1 Timoteo 4:1-5.
La segunda bestia “hace grandes señales” (Apocalipsis 13:13).
Entre sus señales figura la siguiente: “Hace descender fuego del cielo a la
tierra delante de los hombres” (Apocalipsis 13:13). En el escrito Las pequeñas
flores de San Francisco (Fioretti), se encuentra un ejemplo vivo de tal “señal”
grande y engañoso. San Francisco de Assisi invita a Santa Clara, su
compañera, y los compañeros de él, a una comida. Durante el evento, San
Francisco empieza a hablar de Dios de manera persuasiva y maravillosa.
Fioretti escribe: “La gracia de Dios descendió sobre toda la compañía y, de
repente, todos estaban extasiados en la contemplación de Dios. Entretanto
que estaban tan extasiados, con sus ojos clavados en el cielo y sus manos
levantadas, los ciudadanos de Assisi y Bettona (en Italia) y la gente de la
cercanía de San María de los Ángeles, vieron a la iglesia, la tierra y el bosque
envueltos en fuego. Los ciudadanos de Assisi corrieron al lugar para apagar el
fuego, convencidos de que todo se perdiera en un holocausto. Al llegar, no
encontraron cosa alguna en llamas” (La historia cristiana (Christian History),
Edición 42, Tomo XII, No. 2, Pág. 13)
“Se le ha permitido hacer” estas señales “en presencia de la bestia”
(Apocalipsis 13:14).
¿Quién se lo permite? Pues, Dios mismo.
¿Por qué se lo permite Dios?
Para que reciban “un poder engañoso” y “crean la mentira” los que no aman la
verdad (2 Tesalonicenses 2:9-12; Romanos 1:24-28).
Para poner a prueba a los santos (Deuteronomio 13:1-5).

133
“En presencia de la bestia” significa que la segunda bestia, es decir, la iglesia
apóstata, hace prodigios en presencia de los gobernantes y de los ciudadanos
que componen el Imperio Romano sanado.
Los prodigios que hace la segunda bestia son “mentirosos” (2 Tesalonicenses
2:9). Engañan solo “a los moradores de la tierra” que adoran a las dos bestias,
no amando la verdad (Apocalipsis 13:14). Entre las “grandes señales”
mentirosas que hace la segunda bestia figuran: apariciones de la “Virgen”,
estatuas que lloran o sangran, sanidades, manos que sangran, manos con la
señal de la cruz, etcétera.
La segunda bestia “ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia
de ella” (Apocalipsis 13:12).
La “autoridad” de la segunda bestia.
Ya hemos aprendido que la “autoridad” que tiene la primera bestia es la que
Satanás le otorga. ¡Es una “autoridad” satánica!
La “autoridad” que ejerce la segunda bestia es “de la primera bestia”, es decir,
es de la misma fuente o categoría. Por lo tanto, la “autoridad” que ejerce la
segunda bestia es “satánica”.
La segunda bestia es la iglesia apóstata. Por lo tanto, la “autoridad” que ejerce
la “madre iglesia” apóstata es satánica.
“Toda la autoridad” significa que la autoridad de la segunda bestia sería tan
abarcadora y absoluta como la de la primera bestia. Los abundantes datos
históricos confirman el pleno cumplimiento de esta profecía. La autoridad de
los prelados (gobernantes religiosos) de las dos ramas (los “dos cuernos”) de
la gran iglesia apóstata se hacía sentir en todos los contornos del Imperio
Romano sanado. Los Papas, con sus cardenales, arzobispos, obispos,
etcétera, hasta el sacerdote o monje de rango más inferior en la jerarquía
eclesiástica de la iglesia latina, reclamaban autoridad absoluta sobre las almas
de todos los seres humanos.
Durante el tiempo de Constantino, la Iglesia Católica fue administrada por mil
ochocientos obispos: mil en las provincias orientales y ochocientos en las
provincias occidentales. Todo obispo nombrado debía contar con la aprobación
de la membresía (Gibbon, El debilitamiento y la caída del Imperio Romano,
Tomo I, 299-300).
Los prelados eclesiásticos de Roma, Antioquía, Cartago, Alejandría y
Constantinopla convocaban a los obispos en la primavera y el otoño de cada
año. Mediante estos “sínodos” se imponía la disciplina eclesiástica en las
ciento veinte provincias del Imperio Romano. Solo el emperador, en su
capacidad de “cabeza” de la iglesia, podía convocar los sínodos denominados
“grandes” o “extraordinarios” (Gibbon, El debilitamiento y la caída del Imperio
Romano, Tomo I, 304). Constantino, el primer emperador “cristiano”,
“disputaba con los obispos y... predicaba sobre los temas más sublimes y
complicados de la teología” (Gibbon, El debilitamiento y la caída del Imperio
Romano, Tomo I, 297). Según una máxima de la constitución romana que
estaba en vigor mucho antes de la conversión de Constantino, el emperador
tenía el derecho y el deber de supervisar y cuidar de la religión. Al convertirse
Constantino y sus sucesores al cristianismo, continuaban reclamando este
poder, aplicándoselo a la iglesia, efectivamente haciéndose “cabeza” de la
iglesia (Gibbon, El debilitamiento y la caída del Imperio Romano, Tomo I, 299).
Los prelados de las ciudades principales del Imperio contaban con el poder de
controlar, estrictamente, los mensajes predicados en todas las iglesias
(Gibbon, El debilitamiento y la caída del Imperio Romano, Tomo I, 303).

134
En una ocasión, cuando Constantino aún reinaba, el presidente de la corte
bizantino invocó la merced de la iglesia, reconociendo, efectivamente, la
superioridad del prelado de la iglesia en Constantinopla sobre los oficiales
seculares. “Tales principios y ejemplos prepararon, imperceptiblemente, (el
ambiente) para el triunfo de los pontífices romanos, quienes han pisoteado el
cuello de reyes” (Gibbon, El debilitamiento y la caída del Imperio Romano,
Tomo I, 303).
La segunda bestia “hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la
primera bestia” (Apocalipsis 13:12).
¿Por qué quiere la “madre iglesia” apóstata (la segunda bestia) obligar a los
moradores de la tierra a adorar a la primera bestia (el Imperio Romano
sanado)? Discernimos cuatro razones:
Porque la “madre iglesia” latina (apóstata) de la Edad Oscura ocupa el lugar de
“religión del estado”. Como tal, goza de la protección del estado, de muchos
favores y de incalculables beneficios materiales que el estado le confiere.
El estado respalda a la iglesia apóstata; la iglesia apóstata reciproca
gustosamente, respaldando al estado.
El estado obliga a los ciudadanos a someterse a la religión estatal (la iglesia
apóstata); en cambio, la iglesia apóstata enseña y ordena a su feligresía a
someterse al estado.
Mediante tal confabulación, los dos grandes entes malévolos de la Edad
Oscura (las dos bestias: el estado y la “madre iglesia” apóstata) hunden a las
masas en la más profunda y abyecta ignorancia espiritual.
Porque el Papa, juntamente con los demás oficiales corruptos de la iglesia
apóstata, desea utilizar al estado secular (los poderes seculares) para
ensanchar y enriquecer a la iglesia (apóstata), la cual él gobierna y explota
para su propio beneficio y engrandecimiento personal.
Porque a los líderes de la iglesia apóstata le hace falta una potencia militar que
proteja los territorios eclesiásticos (“los estados papales”).
Porque los líderes de la iglesia apóstata pretenden hacer uso del “brazo
secular” (los gobiernos seculares con sus cortes, policía y soldados) para
combatir a los “herejes”.
Esta profecía fue cumplida al pie de la letra durante la Edad Oscura cuando los
nexos entre la iglesia apóstata y los gobiernos seculares fueron forjados tal
cual unas cadenas muy fuertes.
En ocasiones, el Papa ejercía dominio, tanto secular como espiritual, sobre los
gobernantes.
Sin embargo, hubo tiempos cuando los gobernantes ejercían dominio sobre el
Papa y la iglesia apóstata manipulándolos y explotándoles para sus propósitos
políticos.
Como quiera que procedieran, los dos entes estaban vinculados
inextricablemente el uno con el otro en convenio diabólico.
La segunda bestia manda “a los moradores de la tierra que le hagan imagen a
la bestia que tiene la herida de espada, y vivió” (Apocalipsis 13:14).
¿Quiénes iban a hacer la “imagen” a la primera bestia? La respuesta bíblica:
“los moradores de la tierra”. Durante la Edad Oscura, tan grande y completa es
la autoridad de la segunda bestia (en particular, la jerarquía de la iglesia
apóstata) sobre los ciudadanos del Imperio Romano sanado que puede
ordenarlos a forjar la imagen, obligándolos a obedecer.
¿A quién se le haría la “imagen”? Se hace “a la bestia que tiene la herida de
espada, y vivió”, o sea, se hace al Imperio Romano.

135
¿Qué es la “imagen”? ¿Fue hecha conforme a la orden de la segunda bestia?
¿Apareció la imagen en el escenario de los territorios ocupados por la primera
bestia? Las evidencias históricas indican que se trata del “Sacro Imperio
Romano”.
De hecho, las características sobresalientes del Sacro Imperio Romano la
convertían en verdadera “imagen” de aquel Imperio Romano del tiempo antes
de la conversión de Constantino. Consideremos las siguientes similitudes:
Ambos reinos llegaron a dominar a varias naciones las cuales unieron bajo un
solo estandarte;
El líder máximo de ambos reinos tomaba el título de “emperador”;
Ambos reinos persiguieron a los verdaderos hijos de Dios.
Con todo, el “Sacro Imperio Romano”, en términos de territorio, de riquezas y
de poder, no era sino una mera “imagen” de la grandeza y del poderío de
aquel original Imperio Romano cuando este estaba en el apogeo de su dominio
y gloria.
Que conste que la Iglesia Católica Romana no era la “imagen” sino la entidad
que ordenó la fabricación de la “imagen”.
La “Santa Inquisición” tampoco era la “imagen”. Considere: los “moradores de
la tierra” se oponían a la formación de la “Santa Inquisición”. En cambio,
gustosamente cooperaron para el establecimiento del Sacro Imperio Romano.
¿Qué quiere decir: “Se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia”?
“Se le permitió” significa que Dios mismo permitió que la iglesia apóstata
infundiera aliento a la imagen.
“Infundir aliento” significa “dar vida”, “animar”. Aplicada la profecía al Sacro
Imperio Romano (también identificado como “Latino”, porque el latín era su
idioma oficial), surge la interrogante: ¿sostienen los hechos históricos que
existiera una relación tan estrecha entre la iglesia apóstata y el Sacro Imperio
Romano? ¿Realmente infundió la “madre iglesia” apóstata (la Católica
Romana) aliento al Sacro Imperio Romano? ¿Le daba vida? ¿Lo mantenía en
pie? Sin duda, todo esto y mucho más lo hacía la Iglesia Católica Romana a
favor del Sacro Imperio Romano. La prueba histórica sobreabunda.
Por ejemplo, la historia nos enseña que el Papa, y los demás líderes de la
iglesia apóstata, participaron directamente en la formación del Sacro Imperio
Romano. Verdaderamente, ¡le infundieron vida!
En el año 800 d.C., el Papa León III coronó emperador a Carlomagno en la
basílica de San Pedro en Roma, y todos los presentes le aclamaron diciendo:
“¡Larga vida y victoria a Carlos, el Augusto más pío, coronado por Dios, como
el gran emperador pacífico de los romanos”! El Papa Católico corona al
emperador del Sacro Imperio Romano. El Papa ejerce autoridad; el Papa
infunde vida al nuevo Imperio Romano.
Los Papas que siguieron a Leo III coronaron a unos cuantos de los
“emperadores” o “reyes” del Sacro Imperio Romano.
El juramento que hacían los “emperadores” al ser coronados por los Papas era
como sigue: “Yo, el emperador, me comprometo y prometo, en el nombre de
Cristo, delante de Dios y del bendito apóstol Pedro, que seré el protector y
defensor de la Santa Iglesia de Roma, en todo cuanto me sea posible serle
útil, hasta donde me permita la asistencia divina y hasta donde mi
conocimiento y poder alcancen” (Gibbon, El debilitamiento y la caída del
Imperio Romano, Tomo I, 303).
También la iglesia apóstata infundió aliento al estado secular (el gobierno del
Sacro Imperio Romano) al “animarlo” a perseguir y matar a los “herejes”. Para
la iglesia apóstata, “hereje” era todo aquel que no se sometiera a la doctrina

136
inventada e impuesta por la jerarquía eclesiástica. Desde luego, en esta
categoría de “hereje” caería cualquier alma valiente que intentara guardar la
“sana doctrina” del Nuevo Testamento.
¿Por qué quería la iglesia apóstata crear la “imagen” a la primera bestia e
infundirle aliento? La explicación se encuentra en el versículo quince: “Para
que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase”.
“Hablase”, es decir: para que el gobierno secular hablase a favor de la Iglesia
Católica Romana y en contra de todas las personas que la jerarquía de la
iglesia apóstata identificara como “herejes,” denunciándolas la “imagen” (el
estado) públicamente, enjuiciándolas en las cortes y, al no lograr que
renunciaran sus creencias, condenándolas a castigos o a muerte.
“Hiciese matar a todo el que no la adorase”, es decir: para que el gobierno
secular matase a todas las personas que no adorasen a la segunda bestia, o
sea, que no veneraran al Papa ni se sometieran a la voluntad de la corte papal.
Estas profecías fueron cumplidas con certeza asombrosa durante la Edad
Oscura cuando los gobiernos seculares, animados, instigados o amenazados
por la jerarquía de la iglesia apóstata, denunciaban, castigaban o mataban a
centenares de miles de personas estigmatizadas como “herejes”.
La segunda bestia “hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres,
libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el
nombre de la bestia, o el número de su nombre” (Apocalipsis 13:16-
17).
Para la interpretación de esta profecía, tengamos presente en todo momento
que la segunda bestia ejerce su poder en presencia del Imperio Romano
sanado. Recalcamos y subrayamos: ¡en presencia del Imperio Romano
sanado! No perdamos de vista el contexto de la profecía sobre “la marca... el
nombre... o el número” de la bestia. Ubicar correctamente esta profecía en la
línea del tiempo es vital para una interpretación libre de errores.
El Imperio Romano sanado llegó a su fin en el siglo dieciséis de nuestra época.
Por lo tanto, las profecías sobre lo que haría la segunda bestia en presencia de
la primera ¡no son para el siglo veintiuno!
La profecía sobre la “marca o el nombre... o el número” de la bestia ¡fue
cumplida durante la Edad Oscura (Medieval)! Fue cumplida durante la
existencia del Imperio Romano sanado.
El Imperio Romano no existe en el siglo veintiuno. No hay razón lógica alguna
para identificar al Mercado Común Europeo como una manifestación o
aparición nueva del antiguo Imperio Romano.
Definitivamente, esta profecía sobre la “marca” y el “número” de la bestia no es
para el siglo veintiuno.
¡Tampoco es para el futuro! El Imperio Romano no volverá a levantarse de
nuevo. Se sanó una sola vez de su herida mortal. No hay profecía que
predijera otras sanidades para aquel Imperio.
“Hacía que a todos... se les pusiese una marca”. Es decir: A toda persona, sin
tomar en cuenta su estado social, material o político.
Durante la Edad Oscura, las dos bestias (la primera: el poder secular; la
segunda: el poder eclesiástico) tenían autoridad “sobre toda tribu, pueblo,
lengua y nación” (Apocalipsis 13:7).
Por consiguiente, disponían de la potestad para “marcar” a toda persona.
“Una marca en la mano derecha, o en la frente.” ¿Qué era la “marca”?
¿Era literal? Es decir, ¿se trata de una marca material, visible, palpable, hecha
específicamente en la mano derecha y no en la izquierda, o en la frente y no

137
en la mejilla, de todas los habitantes del mundo donde dominaba la segunda
bestia?
Quizás la iglesia apóstata hiciera que se impusiese alguna “marca” literal en
sus feligreses durante algún tiempo de la Edad Oscura. De haberlo hecho,
desconocemos las evidencias.
Con todo, el contexto de la profecía no nos obliga a interpretar la “marca” como
literal.
¿Es la “marca” el código en forma de rayas (CUP, o sea, Código Universal de
Productos) que aparece en la mayoría de los productos vendidos hoy día?
Definitivamente, ¡no lo es! Hemos establecido ya que la profecía sobre la
“marca” no es para el siglo veintiuno, ni tampoco para el futuro. Considere:
La segunda bestia exigía la “marca” durante el tiempo cuando actuaba en
presencia de la primera bestia sanada.
La bestia sanada (el Imperio Romano sanado) existía durante la Edad Oscura,
muriendo a mediados del siglo dieciséis.
Se deduce que la “marca” era para aquel tiempo de la Edad Oscura cuando la
iglesia apóstata tenía el poder de controlar el comercio y de exigir, a pena de
castigo y muerte corporal, que todo ciudadano se identificara con una “marca”.
En el tiempo presente, la iglesia apóstata (la Católica Romana) no tiene el
poder de controlar el comercio del mundo, ni de exigir, a pena de castigo o
muerte corporal, que todo habitante del globo tenga una “marca” para tener el
derecho de comprar y vender. La iglesia apóstata del tiempo presente tiene
grandes riquezas pero no controla el comercio de los países más productivos y
ricos del mundo. Curiosamente, los países más productivos y ricos del mundo
actual ¡no son “católicos”! Algunas de estas potencias económicas actuales
son: Estados Unidos de América (los católicos componen solo el veintidós por
ciento de la población del país), Japón, Alemania, Inglaterra, Indonesia,
Taiwán, China y Arabia Saudita. Es notable que ¡ningún país
predominantemente “católico” (por ejemplo, Italia, España, Colombia,
Argentina, Perú) figura entre los países más productivos y ricos del mundo
actual!
¿Es la “marca” alguna codificación visible o invisible en las tarjetas de crédito?
¡Absolutamente, que no! La profecía sobre la “marca” se cumplió durante la
Edad Oscura. La profecía no es para nuestros días.
¿Será la “marca” alguna señal invisible grabada en la frente o en la mano
derecha mediante el uso del láser? De cierto, que no. Tales ideas
sensacionalistas solo nacen en la mente de personas que aplican las profecías
de Apocalipsis al presente o al futuro, ignorando los casi dos mil años de la Era
Cristiana que ya pasaron. Durante estos dos mil años, se cumplieron muchas
profecías apocalípticas, inclusive la profecía sobre la “marca” de la bestia.
¿Puede interpretarse simbólicamente aquella “marca” que todo habitante de
las tierras donde dominaba la segunda bestia tendría que recibir para
satisfacer la voluntad imperiosa de la jerarquía “cristiana” apóstata? Sin duda
alguna. En tal caso, la “marca” sería: cualquier objeto, frase, jerga, contraseña
o ademán que la persona utilizara para identificarse política o religiosamente.
Por ejemplo:
La “señal de la cruz”;
El acto de persignarse;
Una cruz cosida o dibujada en la ropa;
Un crucifijo;
Una imagen de María o de algún santo;
El rosario;

138
El uso del escapulario;
Una bandera;
Las insignias de las distintas y múltiples organizaciones de la iglesia apóstata;
Las insignias de los gremios industriales y comerciales aprobados por la iglesia
apóstata;
Ciertos colores tales como el amarrillo o la escarlata;
En fin, cualquier doctrina, práctica o símbolo de la iglesia apóstata o del poder
secular que la apoyaba.
“Que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca.”
Esta profecía fue cumplida durante la Edad Oscura.
Las dos bestias dominaban completamente a todos los ciudadanos. Imponían
la ley secular y también la espiritual. Lógicamente, controlaban también el
comercio. (Estudiar el Capítulo Siete, la Sección I – F – 2 – d, para apreciar el
tremendo dominio económico que ejercía la “madre iglesia” apóstata durante la
Edad Medieval).
Ejemplos de las restricciones económicas impuestas por la jerarquía de la
iglesia apóstata referente al comercio:
Alejandro III era el Papa de la iglesia apóstata desde el año 1159 hasta el año
1181 d.C. El Concilio Lateranense (año 1179) convocado por él, ordenó que
ninguna persona traficara con los “herejes”, es decir, con las personas que no
tuvieran la “marca” de la bestia, o sea, la aprobación de la iglesia apóstata.
El Sínodo de Tours, también convocado por Alejandro III, emitió un edicto
según el cual ningún hombre debiera comprarle nada o venderle cosa alguna a
los “herejes”.
Martín V era Papa desde el año 1417 hasta el año 1431 d.C. Este prelado
convocó el Concilio de Constancia, el cual impuso el mismo tipo de ley.
“El número de su nombre” es “número de hombre. Y su número es seiscientos
sesenta y seis” (Apocalipsis 13:18). Muchos comentaristas opinan que el
“nombre” de la bestia es “Lateinos”. Concurrimos. De hecho, esta
interpretación data desde el segundo siglo d.C. Por ejemplo, referente a
“lateinos” Ireneo escribió: Esta interpretación “me parece muy acertada, ya que
este es el nombre del último de los cuatro reinos vistos por Daniel, siendo
lateinos los que reinan en el presente”. Para Ireneo, “el presente” era el tiempo
del segundo siglo cuando el Imperio Romano estaba en su apogeo. (Ireneo.
Asia Menor, 130 – Lyon, 208. Padre de la Iglesia. Obispo de Lyon desde 177.
Combatió a los gnósticos en su Tratado contra las herejías. (© 1996 Editorial
Norma, S.A. Reservados todos los derechos.) Las siguientes consideraciones
sostienen la interpretación según la cual “lateinos” es el nombre de la bestia.
El libro de Apocalipsis fue escrito en griego. “Lateinos” es un nombre griego.
El valor numérico del nombre “Lateinos” es precisamente “seiscientos sesenta
y seis”.
L - 30
A-1
T - 300
E-5
I - 10
N - 50
O - 70
S - 200
“Lateinos” es “nombre de hombre”. En el lenguaje latín, el nombre del hombre
que fundó Roma era “Latino”. Traducido al griego, su nombre es “Lateinos”.
“Latino. Rey legendario del Lacio. Según otra leyenda, fue el Júpiter de los

139
latinos”. “Latino, latina. Adjetivo y nombre. Del Lacio y de las regiones que se
fueron incorporando al Imperio romano. 2 Perteneciente al Imperio romano. 3
Perteneciente al grupo de lenguas derivadas del latín. 4 adj. Perteneciente o
relativo al latín.” (© 1996 Editorial Norma, S.A. Reservados todos los derechos)
Según la interpretación de las dos bestias que hemos dado, el “nombre” de la
bestia debe corresponder contextualmente al Imperio Romano sanado, a la
iglesia apóstata o a ambas entidades. No es correcto buscar el nombre entre
las naciones o los líderes del tiempo actual porque el contexto no es el del
tiempo presente sino del tiempo cuando el Imperio Romano sanado existía y la
segunda bestia actuaba en su presencia. El nombre “Lateinos” llena
perfectamente la exigencia contextual del pasaje.
En el caso del Imperio Romano:
El fundador de Roma se llamaba “Latino” (“Lateinos” en el griego).
El idioma del Imperio Romano era el “latín”. En el occidente, el latín seguía
siendo el idioma del Imperio hasta su debilitamiento a fines de la Edad Oscura.
Referente al Imperio Romano sanado, desde que ocurriera la separación de la
parte oriental de la parte occidental del Imperio, la parte oriental se conocía
como el Imperio “Griego” porque el griego era el idioma oficial. En cambio, la
parte occidental se conocía como el Imperio “Latino” porque el latín era su
idioma oficial. Cuando ocurrió la separación, el Imperio oriental tomó el nombre
“Romano” asignando al Imperio occidental el nombre “Latino”. La separación
ocurrió a fines del siglo siete después de Cristo.
En el caso de la iglesia apóstata del occidente (uno de los dos cuernos de la
segunda bestia), ¡ella misma se denominaba “latina”!
Se leía la Biblia solo en latín;
La misa, las oraciones, los himnos, las letanías, los cánones, los decretos, en
fin, todo se hacía en latín.
El clérigo se identificaba como “latino”.
Los concilios se identificaban como “latinos”.
Durante la Edad Oscura, el adjetivo “latino” se aplicaba a todo, ¡hasta al
mundo mismo!
Conclusiones: “Lateinos” es el nombre más indicado para la segunda bestia.
¿Cuál otro “nombre” más apropiado pudiera haberse concebido para la
segunda bestia, la cual es la iglesia apóstata? Se ajusta perfectamente al
contexto apocalíptico de las dos bestias, particularmente al de la segunda
bestia.
La profecía sobre el “nombre” de la bestia y el “número de su nombre” ¡se
cumplió amplia y acertadamente cuando la iglesia apóstata comenzó a
identificarse como la iglesia “latina”, a celebrar su culto pervertido en latín, a
aliarse estrechamente con el Imperio “Latino” y a imitar en su organización
eclesiástica al Imperio Romano. Debemos considerar lo acertado de esta
profecía como otra prueba de peso a favor de la inspiración divina del libro de
Apocalipsis.
Reiteramos: esta profecía sobre el tan discutido número “seiscientos sesenta y
seis” ya se cumplió. La profecía no es para el siglo veintiuno, ni es para el
futuro. Se cumplió durante la Edad Oscura.

Apocalipsis

Capítulo Siete de esta exposición

“Los diez cuernos, el cuerno pequeño, el séptimo rey y el octavo rey”

140
Capítulo 17 de Apocalipsis
Capítulo 7 de Daniel

Los “diez cuernos”.


A. En la Biblia, encontramos a tres seres que tienen “diez cuernos”.
1. El “gran dragón” tiene “diez cuernos” (Apocalipsis 12:3).
La primera bestia de Apocalipsis 13 “tenía... diez cuernos; y en sus cuernos
diez diademas”.
La cuarta bestia que vio Daniel en sus visiones “tenía diez cuernos” (Daniel
7:7).
Algunas deducciones preliminares sobre la identidad y la naturaleza de los diez
cuernos:
Los “diez cuernos” representan a poderes (reinos) políticos (seculares)
opuestos a Dios, aunque sea siquiera por un tiempo limitado y no durante toda
su existencia. ¿Por qué hacemos esta deducción? Porque observamos que los
diez cuernos salen de la cabeza de la bestia y sabemos que la bestia
representa a los reinos seculares opuestos a Dios. ¡Cabeza dura y mala
implica cuernos duros y malos!
Encontrarse en la cabeza de la bestia significa que provienen de la bestia, o
sea, tienen su origen en la bestia, en las entrañas de la bestia. Nacen de la
bestia. Se deduce que traen los mismos rasgos que tiene la bestia. “Tal palo;
¡tal astilla!”
Ya que la naturaleza fundamental de la primera bestia de Apocalipsis 13
(siendo ella la cuarta bestia de Daniel 7) es de índole política, secular e
idolátrica, también es, esencialmente, política y secular la naturaleza de los
diez cuernos que nacen de la cabeza de la bestia. Además, su naturaleza es,
por esencia, contraria al verdadero Reino de Dios, hasta el tiempo cuando son
conquistados por Cristo.
Los “diez cuernos” representan a poderes seculares aliados a Satanás por un
tiempo determinado (“una hora”, según Apocalipsis 17). ¿Por qué clasificarlos
entre las legiones de Satanás?
Porque los diez cuernos se encuentran no solo en la cabeza de la bestia sino
también en las siete cabezas del “gran dragón” (Apocalipsis 12:3). El “gran
dragón” es Satanás.
De la manera que pertenecen las siete cabezas a Satanás, asimismo le
pertenecen los diez cuernos por el tiempo necesario para que se cumpla en
ellos la voluntad de Dios (Apocalipsis 17:17). Los diez cuernos en las siete
cabezas de Satanás simbolizan a diez reinos seculares aliados a él por el
tiempo señalado en la profecía.
Sostiene estas deducciones la explicación dada tanto en Daniel como en
Apocalipsis sobre lo que significan los diez cuernos. Según ambos textos, los
diez cuernos son “diez reyes”.
“Son diez reyes” (Apocalipsis 17:12).
“Los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes”
(Daniel 7:24).
En el lenguaje profético, “reyes” simbolizan “reinos”.
También observamos que hay “diez diademas” en los diez cuernos de la
primera bestia (Apocalipsis 13:1). Quiere decir que los diez cuernos llevan
coronas. Como tal, representan a reyes y, por ende, a reinos.
¿De cuál reino idolátrico, en particular, nacen los diez cuernos? La respuesta
bíblica se encuentra en Daniel 7:24, donde claramente se dice que se levantan

141
de “aquel reino”, es decir, del cuarto reino. El cuarto reino es el Imperio
Romano. Los diez cuernos (reinos) nacen del Imperio Romano.
¿En qué época se levantan estos diez reinos?
No se habían levantado para fines del primer siglo después de Cristo, cuando
el apóstol Juan recibió las revelaciones apocalípticas, porque Apocalipsis
17:12 dice claramente: “Aún no han recibido reino”. Para cuando Apocalipsis
fue revelado en el año 96 d.C., los diez cuernos aún no existían.
Se levantan antes de la desaparición del Imperio Romano. Esta deducción
descansa en el hecho de que los diez reyes actúan “juntamente con la bestia”
(Apocalipsis 17:12), entregando “su poder y su autoridad a la bestia”, según el
versículo trece. Si entregan “su poder y su autoridad a la bestia”,
manifestándose “juntamente” con ella, quiere decir que existen durante el
tiempo cuando la cuarta bestia está viva.
La cuarta “bestia” es el Imperio Romano.
Por lo tanto, los diez reinos habrían de levantarse y manifestarse durante el
tiempo del Imperio Romano y no después.
El Imperio Romano, en su condición de “cabeza sanada”, iba debilitándose
notablemente durante el siglo quince.
De hecho, la parte oriental del Imperio (el Imperio Bizantino) cayó en el año
1453.
En el occidente, para el año 1519 los territorios del Sacro Imperio Romano se
limitaban solo al centro de Europa. No incluían Francia, España o Inglaterra;
tampoco gran parte de Italia. A pesar de su debilitamiento, oficialmente el
Sacro Imperio Romano permaneció hasta el año 1806 d.C. Sin embargo, dice
el historiador Will Durant: “Efectivamente, el Sacro Imperio Romano murió en
el año 1555 y no en 1806” (La reforma, Página 457).
Se concluye que los diez cuernos (reinos) debían levantarse antes del año
1806. Con más precisión histórica, ¡debían levantarse antes de 1555 d.C.!
Deducciones adicionales:
Dadas las consideraciones que acabamos de examinar, definitivamente la
profecía sobre los diez cuernos no es para el siglo veintiuno.
Obviamente, tampoco es para el tiempo futuro después del siglo veintiuno.
La profecía sobre los diez cuernos no tiene su cumplimiento en los países que
componen el Mercado Común Europeo. Se cumplió durante el tiempo cuando
existía la primera bestia, el Imperio Romano sanado.
Aquellos intérpretes de la “escuela futurista” quienes afirman que los diez
cuernos aún no se han levantado sino que se levantarán poco antes de la
segunda venida de Cristo, obviamente no toman en cuenta los vínculos
estrechos entre los diez cuernos y la cuarta bestia. Tanto esta bestia como los
diez cuernos existen contemporáneamente por un tiempo.
¿Qué cosas hacen los diez cuernos? ¿En qué se ocupan?
Se ponen de acuerdo para el cumplimiento de su propósito. “Tienen un mismo
propósito” (Apocalipsis 17:13). Los diez reinos comparten la misma naturaleza
y, por consiguiente, concuerdan en cuanto a su “propósito”, o sea, su misión
en el mundo. Su naturaleza durante el tiempo de “una hora”, cuando entregan
su potestad a la bestia, es satánica y, por lo tanto, su “propósito” es,
esencialmente, malo, a pesar de que sus acciones resultasen, con el tiempo,
en favor de la causa de Dios en la tierra.
“Entregarán su poder y su autoridad a la bestia” (Apocalipsis 17:13). Actúan
“juntamente con la bestia” (Apocalipsis 17:12).
El verbo “entregarán” implica que los diez reinos son organismos políticos
autónomos, o casi autónomos, que actúan por cuenta propia. Se trata de

142
naciones nacientes que empiezan a manifestarse individual e
independientemente.
Entregar “su poder y su autoridad a la bestia” implica que lo hacen
voluntariamente.
El contexto de esta profecía no nos obliga a concluir que los diez reinos se
sometan literalmente, en todo aspecto, a un solo gobierno central representado
por la bestia (por ejemplo, al Sacro Imperio Romano), cediendo totalmente su
autonomía y fundiéndose con la bestia hasta perder sus rasgos particulares.
Más bien, lo que se entiende por “entregar” es que “prestan” su potestad y su
autoridad a la bestia. O sea, las ponen a su disposición. Permiten que la bestia
las haga suyas por el tiempo determinado por la profecía (“una hora”).
Actúan “juntamente con la bestia” para lograr, específicamente, el “propósito”
que los mueve a unirse. Quizás no se unieran del todo a la bestia sino solo
para la misión a cumplirse en compañía con la bestia. ¿Entregarían todas sus
riquezas, toda su economía, todo su poderío militar a la bestia? Tal vez no,
reservando para sí lo que no fuera necesario para el cumplimiento de la
misión, o sea, el “propósito”.
¿A cuál bestia entregan los diez cuernos “su poder y su autoridad”?
A la “bestia” que, en términos generales, simboliza todo poder secular
engañado y utilizado por Satanás, sin tomar en consideración los tiempos o las
épocas. O sea, a la “bestia” como símbolo universal de los imperios, de las
naciones y de los pueblos bajo el dominio de Satanás.
Específicamente, entregan “su poder y autoridad” a la sexta cabeza que fue
sanada, es decir, al Imperio Romano sanado.
Sin embargo, a nuestro entender, la idea central es que los diez cuernos
(reinos) entregan su poder y su autoridad al conjunto de todas las fuerzas
seculares del mundo que se oponen a Dios, conjunto representado por la
simbólica “bestia” universal. Unen su poder y su autoridad al poder y a la
autoridad de los demás gobernantes bajo el dominio satánico. Es evidente que
los diez cuernos (reinos) quieren hacer sentir el peso de su poder y de su
autoridad a favor del dogma según el cual las entidades políticas deben
controlar a las entidades eclesiásticas o religiosas, y no viceversa.
Lo cierto es que los diez cuernos NO entregan “su poder y su autoridad” a la
segunda bestia de Apocalipsis 13, o sea, no se lo entregan a la religión
apóstata, con sus dos cuernos, la Iglesia Católica Romana y la Iglesia
Ortodoxa Griega. ¿Cuáles consideraciones conducen a esta deducción?
Considere: los diez cuernos aborrecen a la iglesia apóstata, dejándola
“desolada y desnuda”, devorando “sus carnes” y quemándola “con fuego”
(Apocalipsis 17:16). ¡Los diez cuernos odian a la iglesia apóstata! ¿Con qué
lógica entregarían su poder y su potestad a ella? (Ver la partida número cuatro
abajo para una explicación más amplia.)
Los diez cuernos pelean contra Cristo. “Pelearán contra el Cordero”
(Apocalipsis 17:14). Tal cual las bestias, estos diez cuernos (reinos) son,
esencialmente, terrenales y, por ende, materialistas, carnales y corruptos.
Aunque pretendan honrar al Cordero, son bélicos y sanguinarios, siendo
motivados por la avaricia y el poder político. Por lo tanto, también pelean
“contra el Cordero” y su reino, un reino espiritual, santo y pacífico. (Al
identificar los reinos representados por los diez cuernos y analizar sus
acciones, presentaremos muchas pruebas para sostener esta interpretación.)
Pelean contra la “madre iglesia” apóstata. Esta acción de los diez cuernos es
sumamente importante como evidencia para identificarlos. “Aborrecerán a la

143
ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la
quemarán con fuego” (Apocalipsis 17:16).
¿Quién es “la ramera”? Para el tiempo de los diez cuernos, la “ramera” es la
gran “madre iglesia” apóstata.
Por lo tanto, la profecía es que los diez cuernos se levantarían en contra de la
gran “madre iglesia” apóstata persiguiéndola y dejándola desolada. (En el
Capítulo Ocho se encuentra un análisis amplio de la “gran ramera”.)
Los “diez cuernos” identificados. Debidamente orientados por todos los datos
recopilados de Apocalipsis 17 y Daniel 7, quizás podamos identificar con más
certeza los diez cuernos.
Algunos comentaristas (por ejemplo, Alberto Barnes, Comentario sobre
Apocalipsis, Página 393) dicen que los diez cuernos son diez reinos que se
levantaron en Europa durante los primeros siglos de la Edad Medieval (400 a
800 d.C.). También dicen que la “bestia” a la cual los diez cuernos entregan su
autoridad y poder era la “madre iglesia” apóstata (la Católica Romana).
Identifican los diez cuernos (reinos, naciones) como sigue:
El reino de los vándalos y álanos, establecido en el área de España y África del
norte;
El reino de los suevianos, establecido en España;
El reino de los visigodos;
El reino de los álanos, establecido en Galia;
El reino de los burgandinos;
El reino de los francos;
El reino de los unos, establecido en el centro de Asia;
El reino de los lombardos;
El reino de los britanos;
El reino de Ravena.
Al escudriñar cuidadosamente esta interpretación, la encontramos deficiente
por las razones siguientes:
Según Apocalipsis 17, los diez cuernos (naciones) pelearían contra la iglesia
apóstata (la ramera), dejándola desolada y desnuda. Pero, históricamente, los
diez reinos nombrados por el Sr. Albert Barnes NO devastaron a la Iglesia
Católica Romana. Sucedió todo lo contrario: ¡Se convirtieron al catolicismo
enriqueciendo y ensalzando a la Iglesia Católica Romana! A esta iglesia la
elevaron a la posición de “iglesia del estado”, forzando a multitudes de
personas a convertirse a ella y persiguiendo o matando a quienes se negaran.
Definitivamente, estos diez reinos nombrados por el autor Barnes NO llenan
los requisitos para ser los “diez cuernos”.
En su exposición sobre Apocalipsis 17:16, el comentarista Albert Barnes
reconoce que el versículo no concuerda con su interpretación según la cual la
“bestia” es la Iglesia Católica Romana y los diez cuernos son los diez reinos
nombrados por él. Intenta salir del impasse especulando que en el “futuro”, o
sea, después del siglo diecinueve (cuando escribió su comentario), los diez
reinos señalados por él cambiarían de parecer referente a la Iglesia Católica
Romana, atacándola en lugar de socorrerla.
La interpretación del comentarista Barnes no se ajusta, de modo alguno, al
contexto de la profecía por las razones siguientes:
Sabemos que los diez cuernos actúan “juntamente con la bestia”. Pues bien, la
“bestia”, o sea, el Imperio Romano sanado, ya había dejado de existir cuando
Albert Barnes escribió su comentario. No se levantaría de nuevo después del
siglo diecinueve. Por lo tanto, es del todo imposible que los diez cuernos
actuaran después del siglo diecinueve en cumplimiento de Apocalipsis 17:16.

144
Además, los diez cuernos actúan “juntamente con la bestia” por solo “una
hora”, y no durante muchos siglos de la Era Cristiana. Según el comentarista
Albert Barnes, los diez cuernos pudieran demorar siglos en levantarse contra
la ramera. En cambio, Apocalipsis 17 enseña que iban a levantarse y
manifestarse durante el tiempo del Imperio Romano sanado y que su acción no
iba a durar mucho tiempo (solo “una hora”), conquistándolos prontamente
Cristo mismo.
En el gran panorama de la historia de la Era Cristiana, los diez “reinos”
identificados por el escritor Barnes son relativamente insignificantes, apenas
reuniendo las condiciones necesarias para la categoría de “reinos”. Al estudiar
la historia de nuestra era, descubriremos a otros diez reinos que, sí, reúnen los
requisitos para ser los “diez cuernos”.
También es preciso tomar en cuenta el hecho de que Cristo no conquistó a
estos reinos nombrados por Albert Barnes sino que fueron conquistados por la
“madre iglesia” apóstata. Los “diez cuernos” de Apocalipsis son conquistados
por Cristo y no por la Iglesia Católica Romana.
El comentarista Barnes dice que la bestia a la cual los diez cuernos entregan
su autoridad y poder es la iglesia apóstata. Su interpretación no concuerda con
el contexto de Apocalipsis 17. Consideremos:
En el cuadro profético que pinta el capítulo, la iglesia apóstata la simboliza la
“gran ramera” y no la bestia.
Note bien el siguiente detalle: la iglesia apóstata viene sentada sobre la
“bestia”. Por lo tanto, la “bestia” no puede ser la misma iglesia apóstata. Si la
“bestia” es la iglesia apóstata, entonces ¡la iglesia apóstata viene sentada
sobre sí misma! La iglesia apóstata, representada por la “gran ramera”, ¡no
viene montada sobre sí misma!, sino sobre otra criatura, a saber, la “bestia”, la
cual representa al poder secular, político y económico. O sea, la iglesia
apóstata viene montada sobre el Imperio Romano sanado.
La entidad a la cual los diez cuernos entregan su poder no puede ser la iglesia
apóstata, como interpreta Barnes, porque los diez cuernos aborrecen a la
iglesia apóstata (la ramera) dejándola desolada, según Apocalipsis 17:16.
La ramera es la iglesia apóstata.
Por lo tanto, los diez cuernos aborrecen a la iglesia apóstata.
Si la aborrecen, lógicamente no entregan su poder y su autoridad a ella.
Se arremeten contra ella con gran violencia devorándola, precisamente porque
la aborrecen.
Al analizar detenidamente los datos bíblicos sobre los diez cuernos y estudiar
la historia de la Era Cristiana, concluimos que los diez cuernos son diez reinos
(países) que se formaron durante los siglos del catorce al diecisiete después
de Cristo (de 1300 a 1700). Durante este periodo, el Imperio Romano sanado
aún existía pero se debilitaba cada vez más, así abriéndose paso para la
formación de nuevos reinos (países). ¿Cuáles son los reinos que se forjaron a
fines de la Edad Oscura que llenan las tres condiciones de: actuar “juntamente
con la bestia” por “una hora”, aborrecer a la “gran ramera” y pelear “contra el
Cordero”? A nuestro entender, el número “diez” no tiene que interpretarse
literalmente. Sin embargo, encontramos a lo menos diez candidatos, y aun
más, entre ellos los siguientes: Inglaterra, Bohemia, Alemania, Francia, Italia,
España, Suecia, Dinamarca, Escocia y Holanda.
Todos estos países (cuernos) se definieron políticamente durante la existencia
del Imperio Romano sanado.
“Las monarquías nacientes, enriquecidas mediante los ingresos obtenidos del
comercio y de la industria, día a día iban librándose del dominio de la iglesia”

145
(La reforma, Will Durant, Página 15). Nótese la palabra “nacientes”. Los “diez
cuernos” nacieron del Imperio Romano sanado.
“La creación del estado nacional” preparó el camino para La Reforma (La
reforma, Will Durant, Página 8). El “estado nacional” era un nuevo tipo de
organismo político sobre la tierra. Se trata de nuevos países que nacían de la
bestia sanada. Entre estos nuevos estados nacionales se encuentran los “diez
cuernos”.
Desde 1500 d.C. en adelante, “ningún gobernante de Europa podía seguir
visualizando al Papado como un soberano gobierno moral que uniera a todas
las naciones en una mancomunidad cristiana. El Papado mismo, convertido en
estado secular, era nacionalista. Al decaer la vieja fe, toda Europa se
despedazó en fragmentos los cuales no reconocían ninguna ley supranacional
o ley moral internacional” (La reforma, Will Durant, Página 14).
En todos los países nombrados se levantaron multitudes de personas en
oposición abierta a la iglesia apóstata (la “gran ramera”), odiándola,
despojándola de sus riquezas y quitándole su poder.
En su mayoría, estas mismas multitudes también actuaron “contra el Cordero”,
ya que implementaron sus “reformas” con gran violencia y matanza.
Las sectas protestantes fundadas por Lutero, Calvino, Zwingli, Knox, etcétera,
se valían de las armas carnales en defensa de sus credos. En cambio, las
“armas” de la iglesia verdadera son espirituales y no carnales (2 Corintios 10:4-
6).
Siglo 16. La “Liga Protestante de Schmalkald” se formó para la defensa
armada del luteranismo. O sea, ¡los “protestantes” defienden su fe derramando
sangre! Ciertamente, tal proceder no agrada a Dios. Los cristianos verdaderos
no derramamos la sangre de nuestros enemigos en defensa de nuestra fe.
Definitivamente, los “protestantes” de los “diez cuernos” peleaban no solo
contra la “gran ramera” sino también contra “el Cordero”.
En la Guerra Schmalkald, el ejército protestante ganó (Datos de La nueva
enciclopedia religiosa Shaff-Herzóg, Tomo IX, Página 420). ¿Un “ejército
protestante” de cristianos verdaderos? Los verdaderos soldados de Cristo
formamos un “ejército” espiritual, y no carnal como el de los “protestantes” de
las naciones representadas por los “diez cuernos”.
Octubre, 1531. Los Católicos atacaron y derrotaron al pequeño ejército
protestante de Zurich en la batalla de Cappel. “Zwingli, quien había
acompañado a su rebaño como capellán y patriota, murió heroicamente en el
campo de batalla” (La nueva enciclopedia religiosa Shaff-Herzóg, Tomo IX,
Página 421). El renombrado líder protestante Zwingli ¡pierde su vida en una
batalla carnal! Peleaba contra la “gran ramera”, pero también peleaba contra el
Cordero.
En algunos países, las nuevas sectas protestantes estaban ligadas
intrínsicamente al poder político, siendo, en efecto, “iglesias del estado”,
protegidas y sostenidas por el estado (La reforma, Will Durant, Páginas 438-
458). Los líderes políticos de estos países destronaron a la Iglesia Católica,
entronando en su lugar a la Iglesia Protestante. De esta manera, el mal de
“iglesia de estado” se perpetuaba, haciéndose copartícipes las nuevas Iglesias
Protestantes y sufriendo las consecuencias dañinas de tan innoble unión.
Conforme al Acuerdo de Westphalia en el año 1648, las únicas iglesias que
fueron dotadas de derechos iguales a la Católica eran la Luterana y la
Alemania Reformada (La nueva enciclopedia religiosa Shaff-Herzóg, Tomo IX,
Página 420). Las demás iglesias fueron excluidas. En este arreglo, la Luterana

146
y la Alemania Reformada ocuparon, juntamente con la Católica, la posición de
“iglesias del estado”, sostenidas y controladas por el estado.
La iglesia protestante establecida en Suecia “retuvo la forma episcopal de
gobierno en unión estrecha con el estado” (La nueva enciclopedia religiosa
Schaff-Herzog, Tomo IX, Página 423).
¿Cuáles fueron las causas principales que motivaron a estos países a
aborrecer a la Iglesia Católica Romana (la “gran ramera”)? Se disciernen tres
causas principales:
La primera causa: Las enormes riquezas materiales de la iglesia apóstata.
A través de la Edad Medieval, la Iglesia Católica Romana se hizo dueña de
aproximadamente la MITAD, quizás más, de los territorios y de toda la riqueza
de toda Europa. ¡LA MITAD! Constantino, al convertirse al cristianismo, dio a la
Iglesia Católica riquezas y honores (Gibbon, El debilitamiento y la caída del
Imperio Romano, Tomo I, Página 302, 305). Sin embargo, la Iglesia Católica
de aquel tiempo era pobre comparada con la del siglo quince. ¡La MITAD de
Europa en manos de la Iglesia Católica! ¡Más de la MITAD! No solo de terreno
sino de todas las riquezas. Para apreciarlo mejor, supongamos que la Iglesia
Católica del presente fuera dueña de más de la mitad de los terrenos de toda
Europa, teniendo además en su haber más de la mitad de los negocios, de las
fábricas y de todo el dinero. Así era su poderío económico en el siglo quince.
Además, imponía impuestos altos y controlaba una parte sustancial de la
producción y del comercio en todo el continente. ¡Imponía su “marca”! ¡La
“marca” y el “número” de la segunda bestia! (La “madre iglesia” apóstata es la
segunda bestia).
Hacía que sus multitudes de siervos (desde cardenales hasta monjas) en cada
país remitieran a Roma grandes sumas de dinero.
Ejemplo de la riqueza eclesiástica. En el siglo 15, “el Papa Paulo II llevaba
puesto una tiara (diadema) que, en cuanto a su valor, pesaba más que un
palacio” (La reforma, Will Durant, Página 13).
La segunda causa: Las pretensiones políticas y seculares de la iglesia
apóstata, más sus intervenciones militares.
La jerarquía eclesiástica gobernaba con dureza los extensos territorios suyos
en toda Europa.
Enseñaba que todos los gobernantes del mundo tenían que someterse a la
Iglesia Católica. Reclamaba el derecho divino de ponerlos y quitarlos a su
discreción y voluntad.
El Papa Gregorio VII formuló la doctrina de la “República Cristiana de Europa”
(La reforma, Will Durant, Página 6).
“En medio de todas las quejas y las sublevaciones, los Papas seguían
aseverando que tenían señorío absoluto sobre los reyes de la tierra” (La
reforma, Will Durant, Página 7).
El año 1324. Patrocinado por el Papa Juan XXII, Agustino Trionfo escribió una
defensa del Papado según la cual:
Hay que obedecer al Papa aunque este sea un gran pecador;
La autoridad del Papa trasciende la de todo gobernante secular;
El Papa puede destronar a reyes y emperadores a su antojo, desechando las
protestas de la gente o de los electores;
Ningún decreto secular es válido a menos que cuente con la aprobación del
Papa;
El Papa ocupa un lugar más alto que los ángeles y es merecedor de la misma
reverencia que rinden a la Virgen y a los santos (La reforma, Will Durant,
Página 8). El Papa Juan XXII aprobó todas estas enseñanzas.

147
La misma Iglesia Católica se hizo de ejércitos y hacía guerra carnal tal cual
otras entidades seculares.
El siglo 15. El Papa Sixto IV financió sus batallas vendiendo los puestos de la
iglesia a la persona que más ofrecía.
El Papa Julio II guerreó contra Venecia y Francia, capitaneando él mismo su
ejército. Le encantaba la vida y el lenguaje rudo de los campamentos militares.
“Toda Europa se escandalizó al observar que el Papado no solo se había
secularizado sino que también se había militarizado” (La reforma, Will Durant,
Página 13).
En el año 1526, el Papa Clemente VII organizó un ejército de siete mil tropas
para atacar al pueblo Colona (El renacimiento, Will Durant, Página 628).
La tercera causa: la más terrible corrupción moral de los miles de sacerdotes,
monjes, monjas, obispos, arzobispos, cardenales y Papas de la Iglesia
Católica. En ellos, se cumplió al pie de la letra la profecía espantosa: “Tenía en
la mano un cáliz de oro (riquezas) lleno de abominaciones (ídolos, reliquias,
supersticiones paganas) y de la inmundicia (inmoralidad) de su fornicación
(infidelidad espiritual)” (Apocalipsis 17:4).
La inmoralidad del clero.
Casi todos adulteraban, teniendo concubinas. Erasmo escribió: “Muchos de los
conventos tanto de mujeres como de hombres difieren en poco de los
prostíbulos públicos” (Epístola 94 en Groude, citada en La reforma, Will
Durant, Página 20).
“En Roma, se daba por hecho que los sacerdotes tenían concubinas. Según
algunos informes, el número de prostitutas era de seis mil, siendo la población
entera no más de cien mil” (La reforma, Will Durant, Página 21).
Se divertían y se emborrachaban. El año 1503. El comisario Papal Guy
Jouenneaux fue enviado a Francia con la encomienda de reformar los
monasterios de los Benedictinos. Informó que muchos monjes apostaban,
maldecían, frecuentaban tabernas, portaban espadas, acumulaban riquezas,
fornicaban, vivían la vida de Bacus y que “eran más mundanos que el
meramente mundano” (La reforma, Will Durant, Página 20).
La mercadería rampante.
Se vendían los puestos altos en la iglesia por grandes sumas de dinero. Se
practicaba la simonía en gran escala.
El año 1450. Referente a los que vendían indulgencias, Tomás Gascoigne,
Canciller de la Universidad de Oxford, escribió: “Estos buscones de
indulgencias vagan por todo el país dando una Carta de Perdón, a veces, por
dos peniques, a veces por un trago de vino o cerveza... o aun por los amores
de una prostituta o por el amor carnal” (Los siete ríos de Babilonia, citado en
La reforma, Will Durant, Página 23). “La queja que por fin encendió la Reforma
fue la venta de indulgencias” (La reforma, Will Durant, Página 22).
“Casi tan mercenario que la venta de indulgencias fue la aceptación o
solicitación de parte del clero de dinero, subvenciones y legatos por oficiar
misas” por los muertos (La reforma, Will Durant, Página 24).
Observaciones adicionales.
Cuatro años antes de que Lutero clavara las Noventa y Cinco Tesis a la puerta
de la iglesia de Witimburgo en Alemania, Machiavelli predijo el castigo de la
Iglesia Católica Romana, castigo ya profetizado como “sentencia contra la gran
ramera” en Apocalipsis 17:1. Escribió: “No puede haber mayor prueba para la
decadencia (de la Iglesia Católica) que el hecho de que cuánto más cerca la
gente esté a la Iglesia Romana, la cabeza de su religión, cuánto más irreligiosa
es. Quienquiera que examine los fundamentos sobre los cuales está fundada

148
esa religión (la cristiana) y se dé cuenta de cuán lejos de esos principios son la
práctica y la aplicación en el presente, juzgará que su ruina o castigo está
cerca” (Michiavelli, Discursos, iii, 1, citado en La reforma, Will Durant, Páginas
16-17).
“El desdén y el odio de los laicos hacia el clero degenerado fue un factor de no
poca importancia” que llevó a muchos a abandonar a la Iglesia Católica
(Pastor, citado en La reforma, Will Durant, Página 24).
“Las denuncias de los fallos de la Iglesia... inquietaban las escuelas,
disturbaban los púlpitos, inundaban la literatura, se acumulaban día tras día,
año tras año, en la memoria y en el resentimiento de los hombres, hasta que
se rompió la represa de la reverencia y de la tradición, y Europa fue barrida
por una revolución religiosa de más envergadura y de más profundidad que
todas las transformaciones políticas de los tiempos modernos” (La reforma,
Will Durant, Página 25).
Las acciones de los diez cuernos (reinos, países) contra la “gran ramera” y
contra el Cordero, según la historia secular y religiosa.
INGLATERRA.
La riqueza de la iglesia apóstata en Inglaterra.
Siglo catorce. “Se calculó que el Papa recibía más dinero de Inglaterra que el
mismo gobierno o rey del país” (La reforma, Will Durant, Página 30).
“En muchos pueblos, la iglesia arrendó propiedades, reclamando jurisdicción
civil sobre los arrendatarios” (La reforma, Will Durant, Página 30).
©En 1212, el rey Juan de Inglaterra se comprometió a pagar tributo a los
Papas. En el año 1333, el rey Eduardo III rehusó seguir pagándoselo (La
reforma, Will Durant, Página 30).
“Aborrecerán a la ramera.”
Año 1377. “El parlamento que se reunió en octubre se manifestó fuertemente
en contra del clero” (La reforma, Will Durant, Página 32).
Año 1378. En Lambeth, una turba de gente irrumpió en la sala donde el
arzobispo estaba para enjuiciar a Juan Wíclif exclamando que no tolerarían
ninguna clase de Inquisición en Inglaterra (La reforma, Will Durant, Página
33).
©Juan Wíclif era un sacerdote ordenado, graduado de Oxford y profesor de
teología en la Universidad de Oxford. Este mismo sacerdote sugirió que el
Papa era el Anticristo (La reforma, Will Durant, Página 34).
Año 1515. En Londres, un obispo se quejó diciendo que la gente estaba “para
condenar a cualquier oficial de la iglesia, aunque fuera tan inocente como
Abel” (La reforma, Will Durant, Página 24).
“La dejarán desolada y desnuda.”
Año 1377. En el Parlamento, se presentaron argumentos a favor de despojar a
la iglesia de sus propiedades y demás riquezas (La reforma, Will Durant,
Página 33).
Mediante un panfleto que él mismo escribió, Juan Wíclif (1320 - 1384) propuso,
efectivamente, la separación de la iglesia en Inglaterra de la iglesia romana
(La reforma, Will Durant, Página 33). Dijo que el estado debería tomar los
pasos para confiscar las propiedades eclesiásticas (La reforma, Will Durant,
Página 35).
©Lo que le pasó a la iglesia apóstata en Inglaterra en el siglo catorce era poca
cosa comparado con lo que le iba a pasar en el siglo dieciséis cuando casi
todo el país se volvería “protestante”, perdiendo la Iglesia Romana gran parte
de sus posesiones.

149
Años 1527-1547. La autoridad del Papa fue abolida. El rey Enrique VIII
destruyó el poder del Papa y de los monasterios en Inglaterra (La nueva
enciclopedia religiosa Schaff-Herzog, Tomo IX, Página 423).
Años 1558-1603. “La jerarquía católica romana fue cambiada por la
protestante” (La nueva enciclopedia religiosa Schaff-Herzog, Tomo IX, Página
423).
“Devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego.”
10 de junio de 1381. Una multitud turbulenta, armados con arcos y flechas,
garrotes, hachas y espadas, saqueó el palacio del arzobispo Sudbury (La
reforma, Will Durant, Página 42).
En Bury St. Edmund, la gente decapitó al prior de la abadía (La reforma, Will
Durant, Página 42).
©En Waltham, “todo documento en los archivos de la abadía fue echado en
las llamas” (La reforma, Will Durant, Página 42).
14 de junio de 1381. En Londres, encuentran al arzobispo Sudbury cantando
misa en la capilla de la Torre. Lo arrastran a la calle donde lo decapitaron con
un hacha. Pasan el resto del día matando (La reforma, Will Durant, Página
43).
BOHEMIA.
Bohemia cualifica para ser uno de los diez cuernos.
Localización: en el centro de Europa, en las tierras del moderno
Checoslovaquia. Formaba parte del Santo Imperio Romano.
Tiempo cuando ejercía poder: desde el año 1310 al año 1471 d. C.
©Comenzando en el año 1310, este país (cuerno) cobró mucha importancia.
Su influencia y su poder se hacían tan grandes que se inventó un adagio
popular que decía: “No puede hacerse nada sin la ayuda de Dios y la del rey
de Bohemia.”
Oposición a la Iglesia Católica Romana.
En el año 1388, Adalberto Ranconis legó un fundo para becas, haciendo
factible que estudiantes de Bohemia se matricularan en la Universidad de
Oxford en Inglaterra. En Oxford, algunos de los estudiantes de Bohemia
obtuvieron copias de los escritos de Juan Wiclif enviándolas a Bohemia. En
Bohemia, Milic de Kromerize, Conrad Waldhouser, Matías de Janov y Tomás
de Stitny, influenciados por los escritos de Juan Wiclif, comenzaron a
denunciar la inmoralidad del clero y de los laicos católicos, respaldándolos el
mismo emperador de Bohemia.
En el año 1391, los reformistas fundaron la Capilla de Belén, en la ciudad de
Praga, para promover su causa.
En el año 1401, Juan Hus fue ordenado sacerdote de la Iglesia Católica
Romana.
En el año 1402, Juan Hus fue nombrado al púlpito de la Capilla de Belén.
En el año 1409, la Iglesia Católica Romana excomulgó a Juan Hus por
oponerse a la veneración de imágenes, la confesión auricular y la
multiplicación de ritos religiosos adornados.
Juan Hus fue juzgado por el Concilio de Constancia, rehusó renegar sus
creencias y fue quemado en el año 1415.
La muerte de Juan Hus provocó una revolución en Bohemia y Moravia (la
revolución “Utraquist”). Quinientos líderes firmaron un documento por medio
del cual se comprometieron a defender la doctrina de Cristo contra los
decretos de los hombres.
El Concilio de Constancia (Católico) ordenó el cierre de la Universidad de
Praga donde Juan Hus había fungido de profesor y donde muchos lo

150
ensalzaban como “mártir”. Los oficiales de la Universidad rehusaron obedecer
el decreto del Concilio.
En el año 1420, el rey católico Segismundo organizó un gran ejército con el
propósito de atacar la ciudad de Praga y sojuzgar a los reformistas. Enseguida,
los seguidores de Juan Hus organizaron un ejército y derrotaron al rey católico.
Bohemia aborrece a la ramera, la deja desolada y la quema con fuego.
Triunfantes en el campo de batallas, los seguidores de Juan Hus comenzaron
“a asolar todo Bohemia, Moravia y Silesia como una tormenta devastadora,
saqueando los monasterios, masacrando a los monjes y obligando a los
habitantes a aceptar “Los Cuatro Artículos de Praga.” (Éstos eran: que todos
los creyentes podían tomar el vino como también comer la hostia al celebrarse
la eucaristía; que la simonía eclesiástica debía ser castigada de inmediato; que
la Palabra de Dios debía predicarse sin trabas como la única regla de fe y
práctica; que los sacerdotes y los monjes no podían ser los dueños de grandes
posesiones materiales).
“Los alemanes en Bohemia quienes deseaban seguir siendo católicos fueron
las víctimas predilectas de los husitas que portaban armas. Las tropas husitas
destronaron al poder de la iglesia (católica) en casi todo Bohemia” (La reforma,
Will Durant, Páginas 161 - 172. Citas tomadas de la Página 169).
©Bohemia pelea contra Cristo. A pesar de las reformas iniciadas, los husitas
formaron un ejército carnal, peleando con armas carnales, saqueando,
matando y quemando. Al hacerlo, obraban en contra de los principios de Cristo
y de su Reino verdadero de paz y de santidad. Peleaban no solo en contra de
la “gran ramera” sino también en contra de Cristo.
ALEMANIA.
La riqueza de la iglesia apóstata en Alemania.
“La iglesia alemana era la más rica del cristianismo. Se calculó que
aproximadamente la tercera parte de todo el terreno poblado del país estaba
en manos de la iglesia. En muchos pueblos, los edificios de la iglesia y sus
instituciones ocupaban la mayor parte de los confines” (Johannes Janssen,
prelado e historiador de la Iglesia Católica, citado en La reforma, Will Durant,
Página 329).
Año 1522. Según los “Centum Gravamina” (“Cien motivos de queja”)
señalados por el Diet de Nuremberg, la Iglesia Católica era dueña de la MITAD
de Alemania (La reforma, Will Durant, Página 17).
La corrupción de la iglesia.
Casi todos los sacerdotes en Alemania tenían concubinas (La reforma, Will
Durant, Página 21).
Año 1490. El abad de Sponheim, Johannes Trithemius, denunció a los monjes
diciendo: “Pasan todo el día hablando obscenidades; pasan todo el tiempo en
juegos y glotonerías. No temen ni aman a Dios; no piensan en la vida del más
allá, prefiriendo sus pasiones carnales por encima de las necesidades del
alma. Desprecian el voto de pobreza, no conocen el de la castidad, denigran el
de la obediencia. Por todos los lugares asciende el humo de su asquerosidad”
(Citado en La reforma, Will Durant, Página 20).
“Aborrecerán a la ramera.”
Los prelados de las órdenes católicas desplegaban descaradamente sus
riquezas “provocando la indignación de la gente, la envidia de las clases altas
y el desprecio de toda mente seria. Poco a poco, se desarrolló un sentimiento
amargo de ODIO hacia los italianos” (La reforma, Will Durant, Página 330).
“En muchas partes de Alemania, un espíritu revolucionario de ODIO hacia la
iglesia y su clero se adueñó de las masas. Por mucho tiempo, se había

151
susurrado en secreto: ¡Muerte a los sacerdotes! Ahora este sentimiento se
expresó a gritos todos los días” (Pastor, citado por Will Durant, La reforma,
Página 332).
©Muchos alemanes juraron que quebrantarían la tiranía de la Iglesia Romana
tal como sus antepasados habían quebrantado el poder de Roma en el año
476 (Will Durant, La reforma, Página 332).
“La dejarán desolada y desnuda.” Año 1372. Los miembros del clero de
Cologne, Bonn, Xanten y Mainz hacen el mutuo juramento de no pagar el
diezmo impuesto por el Papa Gregorio XI (La reforma, Will Durant, Página 7).
“Devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego.” Los colectores enviados por
los Papas fueron cazados, encarcelados, mutilados y estrangulados (La
reforma, Will Durant, Página 7).
FRANCIA.
La riqueza de la iglesia apóstata en Francia.
Año 1502. Un procurador general del Parlement calculó que la Iglesia Católica
era la dueña del 75% de las riquezas del país (La reforma, Will Durant, Página
332).
Año 1789. “Parecía justo y natural hacer uso de las riquezas de la Iglesia para
salvar al Estado de la bancarrota” (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog de
conocimientos religiosos, Tomo IV, Página 384).
“Aborrecerán a la ramera.”
Año 1789. La Revolución francesa “satisfaría su odio (hacia la Iglesia Católica)
apropiándose de todas las posesiones de la Iglesia”. El populacho ridiculizaba
e insultaba al clero (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog de conocimientos
religiosos, Tomo IV, Página 384).
Año 1791. Los sacerdotes que rehusaron jurar lealtad al gobierno “fueron
maltratados y echados en prisión. El odio dirigido primero hacia los sacerdotes
fue dirigido luego contra la Iglesia Católica Romana y contra toda religión” (La
nueva enciclopedia Schaff-Herzog de conocimientos religiosos, Tomo IV,
Página 386).
“La dejarán desolada y desnuda.”
Siglo 14. “Durante 68 años, los Papas eran tan patentemente los peones y
prisioneros de Francia que la reverencia y las contribuciones dadas por las
demás naciones (para la Iglesia Romana) menguaban vertiginosamente” (La
reforma, Will Durant, Página 6).
Año 1438. Mediante la Sanción Pragmática de Bourges, los gobernantes de
Francia tomaron control de la Iglesia Católica en su país, efectivamente
estableciéndose la Iglesia Gálica Independiente (La reforma, Will Durant,
Página 11).
©Año 1789. Se aprobó la resolución según la cual el Estado tomaría posesión
de toda la propiedad eclesiástica (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog de
conocimientos religiosos, Tomo IV, Página 387).
Año 1793. Durante la celebración de los Festivales a la Razón, “a menudo las
iglesias fueron saqueadas y sus tesoros apropiados para el Estado. ... En el
caso de los sacerdotes que se sometieron (al gobierno), se tomó nota de este
hecho celebrándose el triunfo de la filosofía sobre el prejuicio y el error, y
quedándose las iglesias (de referidos sacerdotes) desnudadas de sus adornos
y convertidas en templos de la razón o entregadas a usos aún más
ignominiosos. Los libros de oración o de himnos fueron quemados y se le
prohibió a los ciudadanos guardar el domingo...” (La nueva enciclopedia
Schaff-Herzog de conocimientos religiosos, Tomo IV, Página 387).
“Devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego.”

152
Años 1789 y 1790. “Agredieron físicamente a los dignatarios de la Iglesia
(Católica), siendo los monasterios los blancos señalados en particular para ser
asaltados.” El día 13 de febrero de 1790, el gobierno aprobó la abolición de los
monasterios y de los votos monásticos (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog
de conocimientos religiosos, Tomo IV, Página 384).
Años 1789 a 1792. “Mientras lamentaba el clero Católico Romano la disolución
de su iglesia, los protestantes estaban gozando de la nueva libertad recién
otorgada por la constitución civil” (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog de
conocimientos religiosos, Tomo IV, Página 385).
El Papa rechazó con vehemencia la constitución civil. Este acto “despertó de
nuevo el odio hacia el clero, la Iglesia y la religión. El Papa se convirtió en el
objeto de insultos, y el día 4 de mayo (de 1792) quemaron su efigie ante el
palacio, aplaudiendo el populacho”. Obligaron a los obispos a abandonar sus
diócesis. Las iglesias de los obispos que resistieron fueron cerradas o
utilizadas para propósitos no religiosos” (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog
de conocimientos religiosos, Tomo IV, Página 385).
Septiembre del año 1792. “Muchos sacerdotes fueron asesinados. Muchos
fueron llevados a París donde serían deportados, pero camino al lugar de
detención dieciocho de ellos fueron muertos por una turba y sesenta más en la
plaza. Luego, doscientos fueron muertos en el monasterio de los Carmelitos.
Cuarenta mil sacerdotes fueron expatriados” (La nueva enciclopedia Schaff-
Herzog de conocimientos religiosos, Tomo IV, Página 386).
“Pelearán contra el Cordero.”
21 de septiembre de 1792. “La Convención Nacional que sucedió a la
Asamblea Nacional asumió una actitud aún más antagónica hacia el
cristianismo” (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog de conocimientos
religiosos, Tomo IV, Página 386). Es decir, el nuevo gobierno no solo peleaba
contra la Iglesia Católica sino contra toda manifestación del cristianismo.
“La Convención recibió informes de varios lugares que informaban la sepultura
del cristianismo y la abolición del culto a Dios” (La nueva enciclopedia Schaff-
Herzog de conocimientos religiosos, Tomo IV, Página 386).
©Noviembre de 1793. Se celebró el “Festival a la Razón”. El “Templo a la
filosofía” fue erigido en la catedral de Notre Dame y una cantante de óperas,
Mademoiselle Maillard, fue declarada “diosa de la fiesta, de la Libertad y de la
Razón”. “Cantaron himnos a la Razón” (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog
de conocimientos religiosos, Tomo IV, Página 386).
ITALIA.
La riqueza de la iglesia apóstata en Italia.
Los “Estados Papales”, cubriendo la tercera parte de la península, pertenecían
a la Iglesia Católica la cual también era dueña de propiedades ricas en el resto
de la península (La reforma, Will Durant, Página 332).
El ingreso anual del cardenal Rodrigo Borgia (el futuro Papa Alejando VI) era
de $1,700,000.00 (dólares). (Información tomada del libro La reforma, Will
Durant, Página 19), una suma astronómica en aquellos tiempos.
“La dejarán desolada y desnuda.”
Año 1376. “La ciudad de Florencia pleiteaba con el Papa Gregorio XI. Confiscó
toda la propiedad eclesiástica en su territorio, abolió las cortes eclesiásticas y
demolió los edificios de la Inquisición” (La reforma, Will Durant, Página 8).
Año 1526. El día 20 de septiembre, cinco mil hombres del pueblo Colona que
residía en los alrededores de Roma saquearon el Vaticano, la iglesia de San
Pedro y la vecindad de Borgo Vecchio.
Limpiaron el palacio Papal, llevándose hasta la tiara Papal.

153
Se robaron los utensilios sagrados, las reliquias valiosas y las vestimentas
carísimas del Papa.
Uno de los soldados se puso la túnica blanca y la gorra roja del Papa y
comenzó a impartir bendiciones papales con solemnidad burlona (El
renacimiento, Will Durant, Página 628).
©“Devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego.” Año 1376. Florencia.
“Encarcelaron o colgaron a los sacerdotes que se opusieron” a las medidas
tomadas por el gobierno (La reforma, Will Durant, Página 8).
ESPAÑA. Año 1527.
Siglo 16. Las riquezas de la Iglesia Católica en España. “Era dueña de
grandes extensiones de tierra, cultivada por peones. Recibía la décima parte
de la producción de otras propiedades, pagando una tercera parte al tesorero
público pero estando exenta de todas las demás contribuciones. Comparada
con el estado, era, probablemente, más rica que en los demás países,
exceptuándose Italia” (La reforma, Will Durant, Página 199).
El saqueo de Roma y del Vaticano instigado por el rey Carlos V, de España.
¡Todas las profecías de Apocalipsis 17:14-16 cumplidas literalmente!
El rey Carlos V de España, quien también fue coronado Emperador del Santo
Imperio Romano, instigó la agresión contra la ciudad de Roma.
Los agentes del rey Carlos hicieron un acercamiento a Georg von Frundsberg,
caudillo de los Landsknechte, o sea, los mercenarios alemanes. Carlos no
podía ofrecerle mucho dinero pero sus agentes le prometieron que el botín que
les esperaba en Italia era riquísimo. Frundsberg, nominalmente católico pero a
la vez simpatizante de Lutero, odiaba al Papa Clemente VII, teniéndolo como
traidor del Imperio. Empeñando su castillo, sus demás posesiones y aun las
prendas de su esposa, levantó treinta y ocho mil gulden con el cual consiguió
diez mil hombres deseosos de aventura y pillaje. ¡Se decía que algunos de
ellos llevaban un lazo corredizo para ahorcar al Papa!
Otro Carlos, el duque de Milán, aliado del Emperador Carlos V, organizó otro
ejército y se unió con Frundsberg. Esta horda, aglomerada consistente ahora
de veintidós mil hombres, se movía hacia Roma saqueando y devastando las
áreas por donde pasaba.
Habiendo llegado la horda cerca de Roma, el Papa Clemente VII trató de
sobornar a Frundsberg y el duque Carlos ofreciéndoles sesenta mil ducats.
Pero el tropel que seguía al duque Carlos puso el grito en el cielo rechazando
la oferta, pues sabían que lo que le tocaría a cada uno sería una miseria. Ya la
mayoría de ellos vestían harapos, muchos andaban descalzos y todos tenían
hambre. Frundsberg y el duque Carlos no podían detenerlos. Se enfilaron
hacia Roma.
El día 6 de mayo de 1527. La horda de veinte mil hombres llegó a la muralla de
Roma y se lanzó contra los cuatro mil soldados que el Papa Clemente VII
había contratado para defender la ciudad. Los defensores quedaron
prontamente vencidos. La horda, “al precipitarse por las calles...
mataban indiscriminadamente a todo hombre, mujer o niño que encontraran.
Despertada su sed de sangre, entraron en el hospital y el orfanato de Santo
Spirito, matando atrozmente a casi todos los pacientes.
Entraron a la iglesia de San Pedro masacrando a las personas que habían
buscado refugio allí.
Saquearon a toda iglesia y monasterio que pudieran hallar, convirtiendo
algunos en establos.
Centenares de sacerdotes, monjes, obispos y arzobispos fueron muertos.
Saquearon de arriba para abajo la iglesia de San Pedro y el Vaticano.

154
Sometieron a pillaje toda casa de Roma, quemando muchas.
Extorsionaron a los ricos, exigiéndoles grandes sumas a cambio de su vida.
Torturaron y mataron a quienes no pagaran.
Algunas calles se llenaron de muertos.
La horda victoriosa se adueñó de todos los objetos eclesiásticos de valor,
incluso los utensilios sagrados y las obras de arte.
Uno de los soldados se vistió de “Papa”; otros se pusieron la gorra de
“cardenal” besando con reverencia burlona los pies del nuevo “Papa”.
Una agrupación proclamó a Lutero “Papa”.
Entre los invasores había muchos “luteranos”. Estos se deleitaban
particularmente en robar a los cardenales, exigiéndoles enormes rescates y
enseñándoles nuevos ritos. Los que no pudieron pagar fueron torturados hasta
morir. Al proceder así, los “luteranos” no solo peleaban contra la “gran ramera”
sino también violaban las normas del “Cordero”.
Las monjas y las mujeres respetables fueron violadas en el momento o
llevadas a los albergues de los soldados donde fueron abusadas con
brutalidad promiscua.
Fue inmensa la destrucción de libros, archivos y arte. Filiberto, príncipe de
Orange, el nuevo comandante de la horda indisciplinada, salvó la Biblioteca
Vaticana haciéndola su cuartel, pero muchas bibliotecas privadas y monásticas
fueron quemadas y se destruyeron muchos manuscritos valiosísimos.
El número de muertos no se puede calcular. Desde el lado vaticano de Roma,
dos mil cadáveres fueron echados al río Tiber; nueve mil fueron sepultados.
Sin duda, el número de fatalidades era mucho mayor.
En cuanto a pérdidas materiales, el Papa Clemente VII las calculó en el
equivalente de $125,000,000.00 (ciento veinticinco millones de dólares EE
UU).
El saqueo duró ocho días.
El día 6 de junio de 1527, los representantes del Emperador Carlos V obligaron
al Papa Clemente VII a aceptar condiciones de paz según las cuales el Papa
tendría que pagarles a ellos y al ejército imperial la suma de cuatrocientos mil
ducats y entregar al Emperador Carlos V las ciudades de Piacenza, Parma y
Modena, más los castillos de Ostia, Civita Vecchia, Civita Castellana y San
Ángelo. El Papa mismo tendría que quedarse prisionero en el castillo de San
Ángelo hasta que no hicieran el primer pago de ciento cincuenta mil ducats.
El día 21 de junio de 1527, Guicciardino escribió: “No le han dejado (al Papa)
diez scudi de propiedad. Toda la plata y el oro que había podido llevar consigo
en su huida la tuvo que entregar a sus apresadores como parte del rescate”.
Referente al saqueo de Roma, Erasmo escribió: “Roma no fue tan solo el lugar
sagrado de la fe cristiana, la niñera de almas nobles y la morada de las musas
sino también la madre de naciones. Para muchos, ¡ella era más amada, dulce
y preciosa que su propia tierra natal! A decir la verdad, esto no es tan solo la
ruina de una ciudad sino de todo el mundo”.
Después del saqueo, la población de Roma se calculó en aproximadamente
cuarenta mil habitantes (Todos los datos sobre el saqueo de Roma fueron
tomados de: El renacimiento, por Will Durant, Páginas 628 - 635).
SUECIA.
Año 1523. Gustavus Vasa y los revolucionarios suecos triunfan sobre las
fuerzas de Dinamarca. Suecia se independiza, formándose otro “cuerno
pequeño”.
Riquezas de la Iglesia Católica Romana en Suecia.

155
“Para el año 1500 d.C., la piedad de la gente llevó a la Iglesia a ser el amo
económico de escandinava” (La reforma, Will Durante, Página 621).
“La Iglesia exigía el diezmo anual de todos los productos o ingresos no
eclesiásticos, exigía una pequeña paga por cada edificio erigido, por todo niño
nacido, por toda pareja casada y por todo cadáver enterrado; reclamaba que
cada labrador trabajara un día de cada año gratis (para la iglesia) y nadie
podía recibir una herencia sin hacer una contribución a la iglesia” (La reforma,
Will Durante, Página 621).
©“Los obispos vivían en “esplendor real” (La reforma, Will Durante, Página
621).
Año 1523. “Solo un grupo en Suecia era aún rico: el clero. Gustavus (el nuevo
rey) se recurrió a ellos, teniendo por justo que la riqueza de la Iglesia fuese
utilizada para aliviar la pobreza de la gente y del gobierno” (La reforma, Will
Durante, Página 624).
“La dejarán desolada y desnuda.”
Años 1525 a 1528. El rey Gustavus apropió las tierras monásticas,
compartiendo el botín con sus nobles (La reforma, Will Durante, Página 625).
“Los monasterios fueron hechos feudos del rey; ... toda propiedad entregada
por los nobles a la Iglesia desde el año 1454 en adelante fue devuelta al
heredero del donante; los obispos tenían que entregar sus castillos a la
Corona; ningún obispo debía solicitar confirmación de parte del Papa; el clero
tenía que entregar al Estado todos los ingresos no necesarios para los
servicios; la confesión auricular fue prohibida y todo sermón tenía que ser
basado exclusivamente en la Biblia” (La reforma, Will Durante, Página 626).
©Suecia triunfó sobre la Iglesia Católica Romana (La reforma, Will Durante,
Página 626).
DINAMARCA se levanta contra la “gran ramera”.
“La dejarán desolada y desnuda” (a la iglesia Católica Romana).
Año 1536. “Todos los obispos fueron arrestados y solo los que prometieron
obedecer al régimen protestante fueron puestos en libertad” (La reforma, Will
Durante, Página 628).
“Todas las propiedades episcopales y monásticas fueron confiscadas para el
rey, y los obispos perdieron el derecho a voz y voto en el gobierno” (La
reforma, Will Durante, Página 628).
©Año 1536. “El régimen de Copenhague... destruyó el poder político del clero
romano, y dividieron las dos terceras partes de la propiedad de la Iglesia entre
la corona y la nobleza” (La nueva enciclopedia religiosa Schaff-Herzog, Tomo
IX, Página 423).
La Iglesia Luterana del Estado fue establecida en Dinamarca en octubre del
año 1536 por la Asamblea Nacional (La reforma, Will Durante, Página 628).
ESCOCIA se levanta contra la “gran ramera”.
“La dejarán desolada y desnuda.”
Año 1559. “Las multitudes se arremetieron contra tres monasterios,
saqueándolos y haciendo pedazos las imágenes.” Solo quedaron las paredes
de aquellos tres grandes edificios (La reforma, Will Durante, Página 616).
Año 1560. El parlamento de Escocia repudia la jurisdicción del Papa, hace
compulsorio el credo y el rito reformado, prohíbe la celebración de la misa a
pena del castigo corporal y de la confiscación de bienes por la primera ofensa,
del destierro por la segunda y de la muerte por la tercera (La reforma, Will
Durante, Página 619).
©Los nobles de Escocia apropiaran las propiedades eclesiásticas. La mayoría
de los monasterios fueron cerrados y sus riquezas confiscadas por los nobles.

156
Muchos obispos huyeron. Las cruces desaparecieron. Los lugares sagrados se
quedaron desertados (La reforma, Will Durante, Página 619).
“La quemarán con fuego.”
Mayo 29, 1559. Juan Knox predicó en la iglesia parroquiana de San Andrews.
“Movidos por su fervor, sus oyentes sacaron todos los monumentos a la
idolatría de las iglesias de la ciudad quemando estas imágenes ante los ojos
del clero Católico” (La reforma, Will Durante, Página 617).
El día 28 de junio de 1559, la abadía de Scone fue saqueada y quemada.
Según Juan Knox, una mujer de edad, al presenciar el gran incendio, dijo:
“Ahora comprendo que los juicios de Dios son justos. Desde que tengo
memoria, este lugar siempre ha sido una cueva de busca prostitutas. Es
increíble... cuantas esposas han sido adulteradas y cuantas vírgenes han
perdido su virginidad a causa de las bestias asquerosas nutridas en esta
cueva, particularmente aquel hombre inicuo... el obispo” (La reforma, Will
Durant, Página 617).
“Pelearán contra el Cordero.” Juan Knox (protestante) creía que estaba en
vigor Deuteronomio 13 y que todo hereje (por ejemplo, los católicos) debía ser
muerto y que las ciudades donde predominaba la herejía (por ejemplo, la
idolatría de la Iglesia Católica) debían ser totalmente destruidas (La reforma,
Will Durant, Página 614).
HOLANDA se levanta contra la “gran ramera”.
Los siglos 14 y 15. La riqueza de la Iglesia Católica en Holanda. “Los obispos
que gobernaban Liege ocupaban, juntamente con su cuerpo administrativo, el
palacio más grande y elegante de las Tierras Bajas” (La reforma, Will Durant,
Página 130).
“La dejarán desolada y desnuda.”
Una parte sustancial de la población de Holanda abandonó a la Iglesia
Católica, convirtiéndose en Anabautistas, Luteranos o Calvinistas (La reforma,
Will Durant, Páginas 632-635).
El rey católico Carlos V se opuso violentamente al protestantismo, haciendo de
Holanda uno de los campos de batalla más importantes entre el catolicismo y
el protestantismo (La reforma, Will Durant, Página 635).
“Pelearán contra el Cordero.”
Año 1535. Un grupo de Anabautistas (protestantes) capturaron y fortificaron un
monasterio en West Friesland. El gobernador los atacó con artillería pesada
matando a ocho cientos (La reforma, Will Durant, Página 633).
Año 1535. 11 de mayo. Algunos Anabautistas armados asaltaron y capturaron
la alcaldía de Amsterdam (La reforma, Will Durant, Página 633).
¿Por cuánto tiempo actúan los diez cuernos “juntamente con la bestia”, en
contra de Cristo y en contra de la “gran ramera” (la iglesia apóstata)?
Por una hora. “Por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la
bestia” (Apocalipsis 17:12).
Actúan hasta que se cumpla en ellos la voluntad de Dios. “Porque Dios ha
puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar
su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios” (Apocalipsis
17:17).
El tiempo de solo “una hora”, comparado con los mil doscientos sesenta días
(años), el Milenio (mil años) y el “poco de tiempo”, parece indicar un periodo
relativamente corto. De hecho, conforme a la historia, la agresividad física de
cada uno de los “diez cuernos” contra la “gran ramera” y también contra el
Cordero duró, comparativamente, poco tiempo.

157
Después de “una hora” durante la cual pelean contra el Cordero y devoran a la
“gran ramera”, ¿qué le pasa a los diez reinos? La respuesta bíblica es: “El
Cordero los vencerá” (Apocalipsis 17:14).
¿Cómo vence Cristo a los diez cuernos? Lo hace por medio de la Biblia.
Wiclif, Hus, Lutero, Calvino y otros tradujeron la Biblia a las lenguas vernáculas
de sus respectivos países.
Muchos ciudadanos, incluso algunos de los líderes políticos, comenzaron a
estudiar las Sagradas Escrituras. Algunos líderes religiosos empezaron a
predicar mensajes basados solo en la Biblia.
El conocimiento de las Sagradas Escrituras actuó como levadura entre
multitudes de creyentes transformando su forma de pensar y de actuar. En el
caso de los gobernantes de los “diez cuernos”, los llevó, bien sea de pronto o
paulatinamente, a legislar para sus súbitos la inestimable “libertad de culto”.
Al garantizar la libertad de culto, efectivamente quedaron vencidas por el
Cordero aquellas naciones que antes actuaban en contra de Dios. Ya no
perseguían a los no Católicos o a los herejes, ni detenían la predicación de la
Verdad.
“Vencidas por Cristo” no significa...
Que de repente todo ciudadano de las naciones, desde el rey hasta el más
humilde peón, dejara toda maldad convirtiéndose en santo;
La eliminación de todo pecado, falsa religión, falsa doctrina, vana tradición
religiosa, rito pagano o superstición en todos los territorios de los “diez
cuernos”;
La purificación absoluta de todos los gobernantes y de toda la ciudadanía de
los “diez cuernos”;
El inicio de un “Milenio” de santidad absoluta y de paz perfecta en toda la
tierra, con Cristo sentado sobre un trono literal en Jerusalén.
“Vencidas por Cristo” significa...
Que los gobernantes de cada nación empezaban a garantizar libertad de culto
y que no seguían con sus persecuciones;
Que comenzaba en la tierra el verdadero Milenio el cual no es un tiempo de
perfección terrenal sino de paz y libertad para la iglesia verdadera.
“Vencidas por Cristo”. De tal magnitud fue el cambio operado en estas
naciones que aun en sus constituciones y códigos legales se ve claramente el
impacto de muchas leyes y normas morales bíblicas, las cuales han sido
incorporadas en la jurisprudencia de estos pueblos dichosos librados del yugo
de la gran “iglesia madre” apóstata.
Estas naciones “vencidas por el Cordero” ya no defienden o imponen la
religión idolátrica de la Iglesia Católica. Ya ni siquiera hacen “Concordatos” con
dicha Iglesia. Ella ya no es la privilegiada y protegida “Iglesia del Estado” de
estas naciones. Estos “diez cuernos” no están sometidos a ella. No son el
“brazo secular” de la “madre iglesia” apóstata. ¡Cristo las ha vencido para sus
propósitos! Ya no honran al Papa por encima de Cristo. Ya no hacen guerra
contra el Cordero y su pueblo verdadero.
Conviene tener presente el hecho de que esta profecía de “vencidos por el
Cordero” aplica específicamente a los “diez cuernos”, y no necesariamente a
todas las naciones del tiempo de La Reforma y del Renacimiento. ni a todas
las naciones del tiempo presente.
Aclaración referente al conflicto entre los “diez cuernos” y el Cordero:
definitivamente, este conflicto no es el Armagedón ni tampoco es una señal del
inminente fin del mundo. Consideremos:

158
Entre el tiempo cuando Cristo conquista los “diez cuernos” y el tiempo cuando
llega el fin del mundo, es preciso que otro suceso importante ocurra, a saber:
¡el “cuerno pequeño” tiene que salir de entre los diez, derribando a tres,
haciéndose más grande que los demás y reanudando la persecución de los
santos! Obviamente, un lapso de tiempo separa el evento cuando Cristo vence
a los “diez cuernos” y el tiempo del fin del mundo. De hecho, el referido “lapso”
abarca tanto el Milenio como el “poco de tiempo”.
Además, este conflicto es limitado, ya que se trata solo de los “diez cuernos” y
no de todas las naciones del mundo. En cambio, Armagedón es el conflicto
global final entre el Cordero y todas las naciones de todo el mundo engañadas
por Satanás.
¿Por cuánto tiempo permanecen en la tierra los “diez cuernos” después de
haber sido conquistados por el Cordero mediante la Biblia? Este punto no lo
trata directamente el libro de Apocalipsis. Sin embargo, Daniel 7 y la historia
misma transcurrida desde La Reforma hasta el presente arrojan alguna luz
sobre el particular.
Conquistados por Cristo, estas naciones (“cuernos”) no desaparecen de la
tierra. Al contrario, habiendo evolucionado en su desarrollo al extremo de
deshacerse del dominio de la “gran ramera” y garantizar para sus ciudadanos
muchas libertades, incluso la libertad de culto, hacen posible el inicio del
Milenio en la Tierra.
Las diez naciones identificadas en este estudio como los “diez cuernos” siguen
en la tierra hasta el presente (2002): Inglaterra, Alemania, Francia, Italia,
España, Suecia, Dinamarca, Escocia, Holanda y Bohemia (Checoslovaquia y
Hungría ocupan los territorios del reino conocido como Bohemia).
Las diez han sufrido altibajos políticos, sociales y económicos.
Quizás no hayan garantizado libertad de culto en todo momento desde que
repudiaran el dominio de la “gran ramera”.
Las diez no fueron conquistadas por Cristo en el mismo instante (día y año) de
la historia.
En particular, Italia y España demoraron mucho en implementar plena libertad
religiosa.
Con todo, las diez siguen en la tierra. ¿Hasta cuándo? ¿Durante todo el
Milenio? Se deduce que al menos siete de ellas permanecerán durante todo el
Milenio, pues de entre las diez sale el “cuerno pequeño”, derribando a tres,
haciéndose más grande y renovando la persecución contra los santos de Dios.
Veremos que este “cuerno pequeño” se manifiesta a principios del “poco de
tiempo”. Ya que el “cuerno pequeño” sale de entre los “diez cuernos”,
lógicamente, las naciones representadas por los “diez cuernos” permanecen al
menos hasta principios del “poco de tiempo”.
El “CUERNO PEQUEÑO”. “Otro cuerno pequeño salía entre ellos” (Daniel 7:8,
20-22, 24-28). En los textos proféticos de Apocalipsis y Daniel, hay un total de
once cuernos. El “cuerno pequeño” aparece solo en Daniel 7.
¿Cuándo sale el “cuerno pequeño”?
Sale después del año 1700 d.C. Consideremos:
Sale “entre” los “diez cuernos” (Daniel 7:8), o “tras ellos” (Daniel 7:24).
Identificamos los “diez cuernos” como diez estados nacionales que se
levantaron durante los años de 1300 a 1700 d.C. Por lo tanto, el “cuerno
pequeño” sale de entre estas naciones en particular.
“Tras ellos” significa, a nuestro entender, “después de la formación de estas
naciones durante el tiempo indicado” (1300 a 1700 d.C.).

159
Deducción: el “cuerno pequeño” no se manifiesta antes de 1300 d.C. sino
después de 1700 d.C.
Sale, razonamos conforme a todos los datos proféticos e históricos, durante el
tiempo difícil de transición cuando el Milenio vaya llegando a su fin y esté
entrando el temible “poco de tiempo”. Consideremos:
“Este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía” (Daniel 7:21). “A los
santos del Altísimo quebrantará” (Daniel 7:25). De acuerdo con estas
profecías, el “cuerno pequeño” persigue a la iglesia. ¿Cuándo?
No durante el tiempo del Imperio Romano antes de la “conversión” de
Constantino, ni durante la Edad Medieval. ¿Por qué no? Porque el “cuerno
pequeño” no existía durante aquellos tiempos, ya que se manifiesta después
de 1700 d.C. saliendo de entre las diez naciones (cuernos) ya señaladas.
No durante el tiempo cuando el Cordero conquista a los diez cuernos, ya que
el Señor los conquista precisamente para poner fin a las persecuciones.
No durante el Milenio, ya que las naciones no están engañadas durante el
Milenio y, por consiguiente, no persiguen a la iglesia.
Pues, ¿cuándo? Lógicamente, durante el “poco de tiempo” entre el fin del
Milenio y el fin del mundo. Esta conclusión concuerda perfectamente con lo
que ya sabemos sobre las condiciones durante el “poco de tiempo”: que las
naciones (los gobiernos) estarán engañadas de nuevo y volverán a perseguir a
la iglesia verdadera (Apocalipsis 20:1-3, 7-9; 16:13-14).
Ya que el único tiempo de persecución que queda para el pueblo de Dios es el
del “poco de tiempo”, y dado que el “cuerno pequeño” se hace el instrumento
de esa persecución venidera, concluimos que el “cuerno pequeño” se
manifestará durante el “poco de tiempo”.
¿Hasta cuándo permanece el “cuerno pequeño”? Hasta el fin del mundo.
Consideremos:
El “cuerno pequeño” hace guerra contra los santos “hasta que vino el Anciano
de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los
santos recibieron el reino” (Daniel 7:22).
O sea, hace guerra hasta la segunda venida de Cristo. Permanece hasta el
retorno de Cristo.
El “cuerno pequeño” permanece hasta que llega el fin. “Llegó el tiempo”, es
decir, el fin del mundo, del juicio y de la vindicación y de la coronación de los
santos.
El “cuerno pequeño” permanece hasta que los santos reciben el reino. A los
santos se les otorgará “amplia y generosa entrada en el reino eterno” cuando
venga Jesús y se celebre el juicio final (2 Pedro 1:11). Por lo tanto, el “cuerno
pequeño” permanece hasta la segunda venida de Cristo. Aclaración: en virtud
de haber obedecido el evangelio puro, los cristianos verdaderos somos
ciudadanos del reino celestial en el presente, habiendo sido trasladados del
reino de las tinieblas al “reino de su amado Hijo” (Colosenses 1:13). Sin
embargo, no tendremos la ciudadanía permanente hasta no haber triunfado
hasta la muerte, siendo coronados por Cristo en el Juicio.
El “cuerno pequeño” pierde su “dominio” cuando se sienta el Juez. “Pero se
sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado
hasta el fin” (Daniel 7:26). Dura “hasta el fin”.
Conclusión sobre la duración del “cuerno pequeño”: aparece ya finalizándose
el Milenio, permanece durante el “poco de tiempo” y llega a su fin al venir
Cristo, quien lo destruye.

160
¿Por cuánto tiempo hace guerra el “cuerno pequeño” contra los santos? La
respuesta bíblica: “Serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y
medio tiempo” (Daniel 7:25).
“Tiempo, y tiempos, y medio tiempo” es lo mismo que los “mil doscientos
sesenta días” de Apocalipsis 11:3.
De hecho, Daniel 7:25 y Apocalipsis 11:3 tratan del mismo periodo de tiempo.
El periodo enfocado en ambos pasajes es el “poco de tiempo” cuando los
cristianos serán perseguidos de nuevo y algunos morirán por la fe.
Según Daniel 7:21, el “cuerno pequeño” hace guerra contra los santos, “y los
vence”. Según Apocalipsis 11:7, “la bestia que sube del abismo hará guerra
contra ellos (los dos testigos), y los vencerá y los matará”. Se trata del mismo
acontecimiento. Se trata del mismo periodo de tiempo.
Al estudiar Apocalipsis 11, concluimos que los “mil doscientos sesenta días”
del versículo tres no cubren el mismo periodo de tiempo que cubren “un
tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” cuando la “mujer vestida del sol” es
sustentada en el desierto (Apocalipsis 12:14). Dijimos que el periodo de tiempo
para la “mujer” (Israel, según la carne) comenzó en el segundo siglo de la Era
Cristiana y que el periodo para los dos testigos comenzó después del Milenio
durante el “poco de tiempo”. La referencia al periodo de “tiempo, y tiempos, y
medio tiempo” en Daniel 7:25 sostiene, de una forma admirable, nuestra
conclusión.
El “tiempo, y tiempo, y medio tiempo” de Daniel 7:25 no comienza a principios
de la Era Cristiana, ni tampoco con el inicio de la Edad Medieval, sino con la
aparición del “cuerno pequeño”.
El “cuerno pequeño” aparece en el escenario del mundo después del Milenio y
el Milenio no comienza hasta que no sean vencidas las naciones que devoran
y queman a la “gran ramera”.
Por lo tanto, el “tiempo, y tiempos, y medio tiempo” de Daniel 7:25, tal cual los
“mil doscientos sesentas días” de Apocalipsis 11:3, pertenece al futuro. Es
imposible que sea paralelo con el tiempo cuando la “mujer” es sustentada en el
desierto. Efectivamente, en las profecías bíblicas, hay dos periodos distintos de
“mil doscientos sesenta días” (lo mismo que “cuarenta y dos meses” o “tiempo,
y tiempos, y medio tiempo”). De nuevo, observamos que los tiempos
simbólicos se interpretan de acuerdo al contexto donde aparecen. La mera
mención en dos o más ocasiones de un tiempo simbólico, por ejemplo, el de
los “mil doscientos sesenta días”, no significa que se trate de tiempos
concurrentes y de la misma duración.
Otros rasgos y acciones del “cuerno pequeño” que lo distinguen.
“Delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros” (Daniel 7:8).
¿Qué quiere decir esto? Que “a tres reyes derribará” (Daniel 7:24).
El “cuerno pequeño” es fuerte.
Para establecer su “dominio”, derriba a otros reinos (países). Quizás los
derribe guerreando contra ellos, pero parece más probable que lo haga
imponiendo su voluntad y su poder mediante sanciones económicas e
imposiciones culturales y religiosas.
“Tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas” (Daniel
7:8, 11).
El “cuerno pequeño” es humano; tiene “ojos” y “boca”. Es decir, se trata de un
reino futuro establecido y gobernado por seres humanos. No se trata de algún
reino totalmente extraño establecido por extraterrestres. El hecho de tener
“ojos” también puede indicar que esté al tanto de todo lo que pasa en derredor
suyo o que tenga espías en todo el mundo que le mantengan bien informado.

161
El “cuerno pequeño” se jacta de “grandes cosas”. Habla “grandes palabras”
(Daniel 7:11). Sin duda, se trata de maldiciones contra Dios y blasfemias. Su
naturaleza es la misma que tiene la primera bestia de Apocalipsis 13. Por lo
tanto, no nos extraña que se manifieste de la misma manera (Apocalipsis
13:5). Pero, entendámoslo correctamente: el “cuerno pequeño” de Daniel 7 no
simboliza la misma entidad que la primera bestia de Apocalipsis 13.
“Parecía más grande que sus compañeros” (Daniel 7:20).
Se destaca más.
Se fortalece y se hace más importante.
“Sus compañeros” son los diez cuernos de en medio de los cuales sale el
“cuerno pequeño”. Pero, este “cuerno pequeño” se distingue de ellos. Ellos se
habían dejado conquistar por el Cordero. Este nuevo “cuerno pequeño” no
arrastra tal historial. Definitivamente, ¡él es “diferente de los primeros”! (Daniel
7:24). Se ha levantado para trastornar a los otros derribando a algunos de
ellos. Se ha levantado con el propósito de hacer “guerra contra los santos” y
contra Dios. Satanás lo ha engañado y él, a su vez, engaña a sus
“compañeros”.
“Pensará en cambiar los tiempos y la ley” (Daniel 7:25).
No que lo logre, pero lo “pensará”. La implicación es que lo hará o intentará
hacerlo.
“Cambiar los tiempos” significa cambiar el calendario, cambiar los nombres de
los días y de los meses, contar el tiempo no “antes de Cristo” y “después de
Cristo” sino partiendo de otra fecha, de otro evento, de otro personaje. Los
líderes extremistas de la Revolución Francesa hicieron esto mismo en el año
1792, pero su “nuevo calendario” duró muy poco tiempo (La nueva
enciclopedia religiosa Schaff-Herzog, Tomo IV, Página 386). La profecía de
Daniel 7:25 no fue cumplida mediante lo que hicieron los franceses
revolucionarios. La profecía es para el “poco de tiempo” después del Milenio.
“Cambiar la ley.” La ley civil. La ley religiosa. La ley internacional que regula las
relaciones entre las naciones. La ley en todo sentido. La cambiaría imponiendo
su propia ley la cual permitiría la persecución de la iglesia verdadera y la
oposición abierta y violenta contra Dios.
¿Quién es el “cuerno pequeño”?
Él es la octava bestia, la cual “va a la perdición” (Apocalipsis 17:11). Tal cual la
octava bestia que “va a la perdición”, el “cuerno pequeño” es “destruido y
arruinado hasta el fin” (Daniel 7:26).
Él es la “bestia que sube del abismo” (Apocalipsis 11:7). Ejecutará lo mismo
que hará la “bestia que sube del abismo”: ¡persigue, mata y vence a los
santos! Se deduce que los dos seres son la representación profética del poder
perseguidor que se levantará durante el “poco de tiempo” matando a los “dos
testigos” y venciendo a los santos.
De acuerdo con todo lo analizado, tanto el “cuerno pequeño” como la “bestia
que sube del abismo” y la octava bestia que “va a la perdición” pertenecen al
“poco de tiempo” cuando el número de los mártires será completado.
Pensamos que los tres son representaciones proféticas del poder secular
engañado que se impondrá durante el “poco de tiempo”. Ya hemos aprendido
que dicho “poder global secular” se compone de todas las naciones del mundo
que los “tres espíritus inmundos a manera de ranas” engañan (Apocalipsis
16:13-14). Es el conjunto de las naciones que Satanás, suelto de nuevo,
engaña durante el “poco de tiempo” incitándolas a pelear contra el Cordero en
la batalla de Armagedón.

162
¿Dónde se levantará el “cuerno pequeño”? Dado que sale de entre los “diez
cuernos” y sabiendo que los “diez cuernos” pertenecen a Europa, se deduce
que el “cuerno pequeño” se levantará en el continente europeo.
El séptimo rey. “Las siete cabezas... son siete reyes. Cinco de ellos han caído;
uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure
breve tiempo” (Apocalipsis 17:9-10).
“Cinco de ellos han caído.” Los cinco son:
Caldea-Sumeria-Babilonia;
Egipto;
Siria;
Medo-persa;
Grecia.
“Uno es.” Roma, el que estaba en poder cuando las profecías de Apocalipsis
fueron reveladas.
“El otro aún no ha venido.” Este que no había venido es el “séptimo rey”.
El séptimo rey aún no había venido cuando el apóstol Juan recibió las visiones
de Apocalipsis al fin del primer siglo de la Era Cristiana.
El sexto rey, Roma, permanecería hasta 1555 d.C., quizás hasta 1806 d.C.
El séptimo rey se levantaría después de Roma. O sea, se levantaría después
de 1555 d.C. (quizás después de 1806 d.C.)
El séptimo rey pertenece a los siete. Los siete pertenecen a la bestia. La bestia
simboliza el poder secular-político engañado, opuesto a Dios, idolátrico o ateo
y perseguidor de los santos. Por lo tanto, el séptimo rey (reino) sería un reino
opuesto a Dios.
El séptimo rey (reino) dura “breve tiempo”.
¿Cuál reino de la tierra responde a estos datos sobre el “séptimo rey”?
Opinamos que quizás la UNIÓN SOVIÉTICA de REPÚBLICAS SOCIALISTAS,
con todos sus aliados.
La Unión Soviética de Repúblicas Socialistas sucedió al Imperio Ruso.
Efectivamente, se trata de un nuevo “reino” (“rey”).
Fue establecida en 1920 d.C. y cayó en 1991 d.C. Se hizo grandísima y
poderosísima entre las naciones del mundo, pero, asombrosamente, ¡duró
“breve tiempo”! ¡Duró solo setenta y un años! En contraste, el Imperio Romano
duró más de dos mil años (desde el año 753 antes de Cristo hasta el año 1555
después de Cristo). (Estos datos sobre la Unión Soviética fueron tomados de la
Enciclopedia de Microsoft, CD-ROM, 1994).
Establecido sobre las enseñanzas del ateo Carlos Marx, quien decía que la
religión es el “opio” del pueblo, el gobierno de la Unión Soviética de Repúblicas
Socialistas se oponía a Dios y perseguía la religión en todas sus
manifestaciones. Sin duda, ¡participaba de la misma naturaleza de la “bestia” a
la cual pertenecen los “siete reyes”!
Conclusión: la Unión Soviética de Repúblicas Socialistas cualifica para ser el
“séptimo rey” de Apocalipsis 17.
El octavo rey. “La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del
abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres
no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se
asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será. ... La bestia que era, y no
es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición”
(Apocalipsis 17:8, 11).
“Era y no es, y será.”
“Era.” Es decir, existía desde Caldea, la cuna de la idolatría y el primer reino
opuesto a Dios, hasta el comienzo del Milenio. Durante todos los siglos de este

163
periodo larguísimo de la historia humana, la “bestia”, o sea, el poder secular-
político engañado por Satanás, se manifestaba repetidas veces y dominaba en
casi toda la tierra.
“No es.” No domina durante el Milenio. Durante el Milenio, Satanás no engaña
a las naciones (Apocalipsis 20:1-3).
“Está para subir del abismo.” “Será.” Se levantará de nuevo durante el “poco
de tiempo” después del Milenio, manifestándose como el “cuerno pequeño”.
“Era y no es, y será” no es aplicable al Imperio Romano ya que referido reino
mantuvo su existencia ininterrumpida a través de los siglos. Sufrió la herida “de
muerte”, pero no murió. Fue sanado. No dejó de existir por un tiempo para
luego levantarse de nuevo. Herido el Imperio Romano en el occidente
(Europa), su capital fue trasladada a Constantinopla desde donde se fortaleció
de nuevo el Imperio. Durante su larga historia, no hubo una época cuando
pudiera aplicarse la frase “no es”.
“Era y no es, y será” no es aplicable a la gran “iglesia madre” apóstata (la
Católica Romana). La “bestia” no cambia de naturaleza; no cambia de “poder
secular-político” a “poder religioso”. Sigue siendo la misma “bestia”, o sea,
siempre es el “poder secular-político” engañado por Satanás. No se transmuta
en la segunda bestia de Apocalipsis 13.
“Está para subir del abismo.”
Después del Milenio, Satanás, suelto de nuevo, sube del abismo y engaña a
las naciones de la tierra.
Cuando los dos testigos “hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del
abismo hará guerra contra ellos” (Apocalipsis 11:7).
Conclusión: el octavo rey (reino), que es la “bestia que era, y no es”, es el
conjunto de las naciones del mundo engañadas por Satanás durante el “poco
de tiempo” cuando este sube “del abismo”. El octavo rey es lo mismo que el
“cuerno pequeño”.
“Va a la perdición.” El octavo rey (“bestia”, reino) es el gran poder secular-
político engañado (la totalidad de las naciones unidas y engañadas por
Satanás) que estará en existencia cuando Cristo regrese. “Va” directamente “a
la perdición” porque es el poder que se subleva con gran violencia contra el
Cordero en la batalla de Armagedón, quedándose totalmente destruido y
arrojado al “lago de fuego que arde con azufre”. La “bestia” que queda
“apresada” (Apocalipsis 19:20), juntamente con el “falso profeta”, al salir
triunfante Cristo en la última gran batalla espiritual (Armagedón); la “bestia”
que es lanzada al “lago de fuego”, ¡es esta misma “bestia” que “será”, o sea,
es el octavo rey!
“Es de entre los siete.”
No es uno de los siete sino “de entre” ellos.
No hace el número seis o siete sino el ocho. “Es también el octavo”
(Apocalipsis 17:11).
Es el último rey de la categoría a la cual pertenece, a saber: los reyes (reinos)
opuestos a Dios.
“De entre los siete” significa que comparte la misma naturaleza rebelde,
perseguidora e idolátrica de las naciones (reinos, reyes) que no honran a Dios
sino que siguen a Satanás quien las engaña. “Será” como Caldea, Egipto,
Roma y la Unión Soviética. ¡Quizás peor!
“Los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos... en el
libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.”
Aquellos que no leen la Biblia, aquellos que no conocen las profecías de
Apocalipsis, aquellos carnales cuya naturaleza proviene, aunque sea en parte,

164
de la “bestia”, estos millones de hombres, mujeres y jóvenes de nuestra época
(2002) que disfrutan, en perfecta ignorancia del plan de Dios, las bendiciones
del Milenio (libertades, derechos y, en muchos países, no poca prosperidad
material), ¡estos son los que “se asombrarán” al ver subir e imponerse de
nuevo el poder (gobierno) engañado, duro, satánico, perseguidor! En estos
tiempos deleitosos de libertad, derechos personales y prosperidad, advertirle al
“morador de la tierra” sumido en placeres e indiferente a Dios que todo esto va
a cambiar, que las naciones del presente están evolucionando, que un día los
gobiernos del mundo caerán de nuevo bajo el engaño satánico, que los
agentes de los gobiernos engañados saldrán como “langostas sobre la tierra”
hiriendo “a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes”
(Apocalipsis 9:3-4), recalcamos: advertirle a tal “morador de la tierra”
semejante peligro es exponerse a sus risas y burlas de incredulidad, pues a él
le parece del todo imposible que su “mundo moderno, libre, progresista,
sostenido y enriquecido por las ciencias avanzadas en pleno desarrollo, rico,
lleno de infinidad de atracciones placenteras y con muchos gobiernos
poderosos democráticos”, sufra una terrible recaída, arropándose de nuevo en
las tinieblas, porque vuelven a imponerse condiciones parecidas a las de la
Edad Medieval. “Se asombrarán” los incrédulos porque desconocen las
Sagradas Escrituras, las profecías inspiradas y el desenlace final del gran
conflicto entre el bien y el mal, entre los justos y los malos, entre Dios y
Satanás.
En cambio, los cristianos bien informados no se asombrarán. Ya estamos
advertidos. Sabemos que la “bestia” era; sabemos que en nuestros días (del
Milenio para muchos países) la “bestia... no es”, pero también sabemos que
esta misma “bestia... será”. Está escrito en las profecías de Apocalipsis, y las
profecías de Dios no fallan.
Apocalipsis

Capítulo Ocho del Comentario

“La gran ramera”


Capítulos diecisiete y dieciocho de Apocalipsis

(Nota: en este estudio, algunas fuentes de información se identifican con una


letra, seguida por un número. La letra indica el libro citado y el número indica la
página del libro donde se encuentra la cita. Al final de la lección hay una lista
de los libros que corresponden a las letras.)
¿Quién es la “gran ramera”? Entre las distintas opiniones sobre su identidad
señalamos las siguientes:
Que la “gran ramera” es la ciudad de Roma, la capital del Imperio Romano en
el occidente hasta el año 476 d.C.
Que ella es el Vaticano, sede física de la Iglesia Católica Romana.
Que ella es la misma Iglesia Católica Romana, particularmente, su jerarquía
eclesiástica.
Que ella es la diosa madre pagana universal, es decir, el paganismo (la
idolatría) en todas sus manifestaciones, incluso la del cristianismo corrompido,
el cual se reviste también del paganismo, fabricando ídolos y venerando a la
“diosa madre María”, oponiéndose y levantándose “contra todo lo que se llama
Dios o es objeto de culto” (2 Tesalonicenses 2:4).
Se descubre la identidad de la “gran ramera” por medio de analizar sus rasgos
y acciones, como también las comparaciones que de ella se hacen.

165
Seleccionamos primero los factores más determinantes para su identificación
correcta, luego apuntamos los de importancia secundaria.
Una comparación que hace el Espíritu Santo: “La mujer... es la gran ciudad”
(Apocalipsis 17:18).
¿Cómo debemos interpretar la “gran ciudad”? El mismo libro de Apocalipsis
nos enseña a entenderla “en sentido espiritual”. “En sentido espiritual” la
“grande ciudad... se llama...” (Apocalipsis 11:8). La frase “en sentido espiritual”
es de Dios, pues aparece en el texto inspirado de Apocalipsis 11:8.
Si debemos interpretar el término “la gran ciudad” en “sentido espiritual”, se
deduce que no debemos interpretarlo literalmente. Por consiguiente, no
debemos aplicarlo a la ciudad literal llamada “Roma”.
La “gran ramera” no es la ciudad literal de Roma.
Ella no es la Roma literal, capital del Imperio Romano en el occidente, ni
tampoco es la Roma literal de la Edad Medieval.
Si debemos interpretar en “sentido espiritual” la “gran ciudad”, se deduce que
se trata de una entidad espiritual. ¿Cuál es esta entidad espiritual
representada por la “gran ciudad”?
Para la Edad Cristiana, es la gran iglesia apóstata, la “Católica Romana”, con
su sede en el Vaticano.
En términos universales, es la diosa madre pagana en todas sus
manifestaciones a través de la historia, o sea, es la religión falsa e idolátrica en
todas sus manifestaciones.
Según Apocalipsis 11:8, “en sentido espiritual” la “grande ciudad” es:
Sodoma, infame por sus abominaciones sensuales;
Egipto, notorio por haber esclavizado al pueblo escogido de Dios (Israel) por
cuatrocientos años;
Jerusalén (“donde también nuestro Señor fue crucificado”), foco de tradiciones
humanas, rebeldía, hipocresía e incredulidad;
También es Babilonia (Apocalipsis 14:8), cuna del culto a la diosa madre
pagana.
En el mundo espiritual, hay dos “ciudades”: La “ciudad de... Dios” (Apocalipsis
3:12) y la “gran ciudad” corrupta de Satanás.
Dado que la “ciudad de Dios” no es una ciudad literal material, ¡tampoco lo es
la “gran ciudad” de Satanás!
Las dos “ciudades” se manifiestan en la tierra por medio de organizaciones
religiosas.
La “ciudad de Dios” se manifiesta en la tierra por medio de la iglesia, un
organismo espiritual.
“Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre”
(Gálatas 4:26).
“Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios” (Hebreos 11:10).
“Por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha
preparado una ciudad” (Hebreos 11:16).
“Os habéis acercado... a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial”
(Hebreos 12:22).
“Al que venciere... escribiré sobre él... el nombre de la ciudad de mi Dios, la
nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo” (Apocalipsis 3:12).
“Yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada para su marido” (Apocalipsis 21:2).
Tanto la frase “ciudad de Dios” como la frase “gran ciudad” son figuras
retóricas. Por lo tanto, nos parece lógico concluir que la “gran ciudad” de

166
Satanás también se manifiesta en la tierra de forma esencialmente espiritual.
De hecho, lo hace a través de la religión idolátrica basada en el culto a la diosa
madre pagana universal en sus distintas manifestaciones a través de los siglos
en los reinos engañados por Satanás.
Acción de la “gran ramera” que la identifica: está “sentada sobre una bestia
escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez
cuernos” (Apocalipsis 17:3).
Las “siete cabezas son siete montes” (Apocalipsis 17:9). Por lo tanto, se puede
afirmar que la mujer está sentada sobre siete montes (Apocalipsis 17:9).
Los “siete montes” no son las siete colinas sobre las cuales fue edificada la
ciudad terrenal de Roma sino que son siete reinos (“siete reyes”). (Para una
exposición más amplia sobre los “siete montes”, ver el Capítulo Seis, Sección I
– B.)
Por lo tanto, la “gran ramera” se sienta sobre siete reinos.
Estos siete reinos, representados simbólicamente también como “siete reyes”
(Apocalipsis 17:10), no son contemporáneos sino que “cinco de ellos han
caído; uno es, y el otro aún no ha venido” (Apocalipsis 17:10).
Por lo tanto, la “gran ramera” no se sienta sobre los siete reinos
simultáneamente, es decir, durante el mismo periodo de tiempo, sino que se
sienta sobre ellos uno tras el otro, según la aparición de cada uno en el
escenario histórico del mundo. A continuación, se presentan los datos
históricos que confirman esta conclusión. Identificamos las distintas
manifestaciones idolátricas de la “gran ramera”, con evidencias de cómo ella
dominaba a las naciones engañadas.
La “gran ramera” se sienta sobre:
CALDEA (SUMERIA), en la llanura de Sinar, en el área de los ríos Tigris y
Éufrates, la misma área donde siglos más tarde se levantara Babilonia.
Caldea es el primer reino del mundo. Fue establecido por Nimrod y su esposa
Semiramis (Génesis 10:6-11; Jeremías 51:7; Miquéas 5:6) quienes vivieron
después del Gran Diluvio. (El nombre “Semiramis” no aparece en la Biblia.)
Nimrod era biznieto de Noé. El linaje de Nimrod es como sigue: Noé engendró
a Cam, Cam a Cus, Cus a Nimrod.
“Fue vigoroso cazador delante de Jehová” (Génesis 10:9). A Nimrod le
comparamos el rey sirio Tiglath-Pileser I, quien también era gran cazador,
matando a ciento veinte leones en combate cuerpo a cuerpo y ocho cientos
desde su carreta (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página
266).
Nimrod “llegó a ser el primer poderoso en la tierra” (Génesis. 10:8).
Su nombre es del hebreo “Gibor” el cual significa “tirano” o “rebelde” (B-8). Se
deduce que se trata de un hombre poderoso que no se sometió a la voluntad
de Dios.
Estableció muchas ciudades, incluso Babel “en la tierra de Sinar” y Nínive, en
Asiria. El nombre “Nínive” se deriva de “Nina”, nombre de una diosa que luego
fue llamada “Ishtar”.
En su primera aparición en el mundo, la “gran ramera” se sienta sobre Caldea,
a través de Semiramis, la esposa de Nimrod, es decir, se personifica en
Semiramis.
El hombre griego Diodorus, de Cecilia, cuenta la historia de Semiramis (La
historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página 267).
Al morir Nimrod, Semiramis se proclamó a sí misma “Rhea”, es decir “Madre
de los dioses”. Tome nota, estimado lector: “Madre de los dioses” es un
distintivo muy notable y común en los anales de la raza humana.

167
Nimrod se conoció después como “Baal”. También como “Kronos”, el cual los
romanos conocían como el falso dios “Saturno” (A-31).
Siendo Semiramis la esposa de “Baal”, su título hubiese sido “Baalti”.
Traducido al latín, este título significa “Mea Domina”, y traducido al italiano,
quiere decir “Madonna”.
Siguiendo la tradición idolátrica originada en Caldea, la Iglesia Católica
Romana llama a María “la Madona”, título que jamás se le confiere en la Biblia.
Mediante el título “la Madona”, se sigue propagando entre los seres humanos
el concepto antiguo idolátrico de la “diosa madre pagana”, “Madre de los
dioses” (B-19). El estudiante perspicaz de la historia y de Apocalipsis no pasa
por alto este enlace fuerte entre el paganismo de la antigua Caldea con la
Iglesia Católica Romana de la Era Cristiana.
Semiramis aseguró que su hijo Tammuz había nacido de forma milagrosa y
que era la reencarnación de Nimrod. Los escritores clásicos identifican a
Tammuz como “Bacus”, nombre que significa “Hijo lamentado” (A-21). El “Hijo
lamentado” se asocia con la profecía de Génesis 3:15. La semejanza entre
Tammuz y Cristo es evidente: de ambos se dice que su nacimiento era
milagroso; “hijo lamentado” o “hijo de sufrimiento” es aplicado a ambos.
Tammuz era un falso mesías; Cristo es el verdadero Mesías en quien se
cumple Génesis 3:15.
Se cree que Semiramis desempeñara un papel importante en el desarrollo de
los “Misterios caldeanos” por medio de los cuales se propagaba la idolatría que
ella fomentaba.
La infame “torre de Babel” fue edificada en “la tierra de Sinar” donde Nimrod y
Semiramis comenzaron su reino. Según algunas leyendas antiguas, esta
pareja tomó la iniciativa en la construcción de la torre, la cual se convirtió en
señal inconfundible de la idolatría.
A Dios no le agradó el osado intento de los hombres de edificar “una ciudad y
una torre, cuya cúspide llegue al cielo”. Para detenerlos, “confundió... el
lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la
tierra” (Génesis. 11:9).
Esparcidos estos idólatras “sobre la faz de toda la tierra”, llevaron en sus
corazones pervertidos los “Misterios caldeanos” por medio de los cuales se
estableció el culto a la “diosa madre” dondequiera que se formasen pueblos,
ciudades y naciones.
Mil años antes de Cristo, ya se encontraban en los lugares más remotos de la
tierra tribus y aun civilizaciones desarrolladas. Por ejemplo:
Los imperios de los Olmos, de los Mayas y de los Aztecas en México y la
América Central;
El imperio de los Incas en Sur América;
Las tribus de indios por todo el hemisferio occidental desde Alaska hasta Tierra
del Fuego.
¿Cómo se explica la presencia de tantas personas en dichos lugares de la
tierra siglos antes de Cristo? La respuesta se encuentra, no en el cuento fatulo
del Libro de Mormón, sino en Génesis 11:9. Dios mismo “esparció” a los seres
humanos “sobre la faz de toda la tierra”.
¿Cómo se explica la similitud entre las pirámides (Conocidas también como
“zigurets”: estructuras en forma de pirámides, pero no todas con fachadas
lisas. Vistas desde afuera, algunas enseñaban distintos niveles, siendo el nivel
del suelo el más grande, proporcionalmente reduciéndose en anchura cada
nivel hacia arriba hasta el más alto.) de Babilonia, las pirámides de Egipto y las
pirámides de los Olmos, los Mayas y los Aztecas? La respuesta es que los

168
seres humanos, esparcidos desde Babel sobre “la faz de toda la tierra”,
llevaban en sus mentes la forma y el propósito de la “torre de Babel”. La “torre
de Babel” no era una estructura cilíndrica o cuadrangular del mismo ancho en
el suelo como en la cúspide sino que era un “ziguret”, es decir, una
construcción piramidal. En las pirámides de Egipto y en las de las Américas,
sencillamente se imita la arquitectura de la “torre de Babel”, hecho asombroso
que confirma la veracidad de Génesis 11:9.
En Sumeria, se adoraba a la diosa “Ninkarsag”, a quien le decían la “Madre
Dolorosa” y quien intercedía entre los hombres y los “dioses duros” quienes
tendían a tratar a los hombres con asperaza. (La historia de la civilización,
Tomo I, Will Durant, Página 267) Es evidente el parecido entre “Ninkarsag” y la
“Madre Dolorosa María”. La teología de los Católicos Romanos es también la
misma de los antiguos idólatras de Sumeria: que la diosa madre María es más
tierna, comprensiva y compasiva que el “fuerte” Jehová, aún más que el hijo
Jesús, y que, por lo tanto, con razón el creyente la prefiere como “intercesora”.
La “gran ramera” viene “sentada” sobre los reinos idolátricos. De hecho, se
sentó sobre Sumeria, dominándola, gobernándola, corrompiéndola.
En Sumeria, “los sacerdotes llegaron a ser la clase más rica y poderosa en las
ciudades. En cuanto a la mayoría de los asuntos, ellos eran el gobierno.
Resulta difícil determinar hasta qué medida el ´patesí´ (líder) era sacerdote o
hasta que medida era rey.” (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant,
Página 128)
Las grandes ciudades de Sumeria “fueron organizadas alrededor de templos y
burocracias sacerdotales” (Microsoft CD-ROM, Bookshelf, 1994).
Paralelamente, en Italia, España, México, Colombia, Perú y dondequiera que
haya alcanzado poder la Iglesia Católica Romana, al centro de las aldeas, los
pueblos y las ciudades se encuentra la catedral o la capilla católica romana, o
sea, el “templo” de la madre diosa María, desde donde los sacerdotes católicos
pretenden gobernar no solo almas sino también la política y la economía,
logrando ampliamente sus propósitos al poder imponer su voluntad.
EGIPTO.
Algunos de los descendientes de Noé fueron a parar en el valle del río Nilo
donde establecieron el reino de Egipto.
Allí instituyeron el culto a la “diosa madre pagana”. Llamaron a su diosa “Isis”
dándole el título “Madre de Dios”.
La “gran ramera”, manifestándose como “Isis”, se sentó en Egipto haciendo
sentir su poder mediante los sacerdotes que la servían en los palacios y en los
templos.
Las pirámides, las enormes esculturas de dioses y faraones, el arte y los
escritos del antiguo Egipto todos evidencian la gran influencia que tuvo la
religión pagana sobre los gobernantes y el populacho del Imperio. Sin duda, la
“gran ramera” estaba sentada sobre el reino de los Egipcios. Confrontado por
Moisés y Aarón, el Faraón se recurre a los representantes de la religión
pagana en Egipto, o sea, a los “sabios” y a los “hechiceros” (Éxodo 7:8-13),
acto que ilustra el enlace estrecho entre el poder secular y el poder religioso en
Egipto.
Más de tres mil años después de instituirse el culto a Isis en Egipto, los
teólogos católicos de Alejandría (Egipto) dieron el título “Madre de Dios” a la
mítica “María” inventada por ellos. Al hacerlo, no seguían ninguna indicación
bíblica sino la antigua tradición de la “diosa madre pagana del universo”.
Dieron a María el mismo título pagano que los descendientes de Noé en Egipto
habían dado a su diosa Isis (B-20).

169
Según los egipcios, la diosa Isis tuvo un hijo llamado “Horus” (“Osiris”). Isis,
con su hijo Horus; María, con su hijo Jesús. El paralelismo es evidente; la
teología también es la misma. La mítica “diosa madre María” creada por los
sacerdotes y los teólogos católicos es una reproducción o una imitación de la
“diosa madre pagana” del pasado. La visten de ropas “cristianas”, pero ella
sigue siendo del linaje de las falsas diosas paganas, linaje ficticio que solo
existe en la mente de seres humanos que no conocen al “único Dios
verdadero y a Jesucristo”, su hijo (Juan 17:3).
ASIRIA. La “diosa madre” (la “gran ramera”) es Cibele, y su “hijo” se llama
Deoius.
BABILONIA. La “diosa madre” (la “gran ramera”) es Ishtar. Esta fue asimilada
por los griegos quienes la nombraron “Astarte”, prototipo de “Afrodita,” y por los
romanos quienes la llamaban “Venus”.
Ishtar, diosa de la fecundidad en los seres humanos, los animales y las
plantas, hacía que todo se procreara y creciera (La historia de la civilización,
Tomo I, Will Durant, Página 235).
Algunos títulos que los babilonios dieron a Ishtar eran: “La Virgen”, la “Santa
Virgen” y la “Virgen Madre” (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant,
Página 235). Asombrosamente, ¡estos títulos son los mismos dados a “María”,
la mítica “diosa madre” creada por los Católicos Romanos!
Una letanía babilónica a Ishtar rezaba: “Señora de las señoras, diosa de las
diosas... exaltada por encima de todos los dioses” (La historia de la civilización,
Tomo I, Will Durant, Página 235-236).
Ishtar “se sentó” sobre Babilonia. “Ningún rey emprendería una campaña ni
avanzaría hacia una batalla, ningún babilonio arriesgaría alguna decisión
crucial ni iniciaría empresa importante sin ocupar a un sacerdote o mago para
que le leyera las señales” (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant,
Página 244).
GRECIA. La “diosa madre pagana” (la “gran ramera”) es Astarte, o Afrodita,
con su infante. O es Irene, la diosa de la paz, con su hijo Plutón.

ROMA. La “diosa madre pagana” (la “gran ramera”) es Fortuna (“Venus”), con
su hijo Júpiter.
ÉFESO. La “diosa madre pagana” (la “gran ramera”) es “Diana”. La estatua de
Diana enseña todos los atributos de la diosa madre. Curiosamente, también la
presentan con una corona diseñada a estilo de una torre, lo cual recuerda la
infame torre de Babel, símbolo de la idolatría (A, 29-30).
CHINA. La “diosa madre pagana” (la “gran ramera”) es “Shing Moo”, nombre
que significa “Santa Madre”. La representaban con un arco de gloria alrededor
de su cabeza y un infante en sus brazos, ¡asombroso parecido a la
representación de María, con Jesús en sus brazos!
ALEMANIA. La “diosa madre pagana” (la “gran ramera”) es la virgen “Herta”.
DINAMARCA, FINLANDIA y SUECIA. La “diosa madre pagana” (la “gran
ramera”) es “Disa”, con su infante al hombro.
INDIA. La “diosa madre pagana” (la “gran ramera”) es “Indrini”, con su niño.
También se conocía como “Isi”, la “gran diosa”, con su hijo “Iswara” (B-14; A-
20).
Conclusión:
Las evidencias abundan para probar que la gran “diosa madre pagana” se ha
sentado sobre los grandes reinos idolátricos de la historia humana.
Ella es la “gran ramera” que ha hechizado a los gobernantes de muchos reinos
y naciones, influyendo directamente en sus decisiones y acciones.

170
En cada país donde la han endiosado, se ha presentado con un nombre
diferente, pero es la misma mujer engañosa que lleva a las naciones a la
perdición sometiéndolas a sus supersticiones, explotándolas y llenándolas de
sus abominables idolatrías e inmoralidades.
En el continente europeo de la Edad Medieval, ella se introdujo muy sutil y
engañosamente como la “madre iglesia”, soberbiamente reclamando ser “la
única iglesia verdadera”. Se sentó imperiosamente sobre la bestia sanada, es
decir, sobre el Imperio Romano sanado permaneciendo en esa posición hasta
que se levantaron los diez cuernos los cuales se sublevaron contra ella
aborreciéndola, dejándola despojada y quemándola.
Acción de algunos reinos contra la “gran ramera”: los “diez cuernos” la odian.
En lo concerniente a la Edad Cristiana, podemos identificar a la “gran ramera”
por medio de verificar cuáles reinos los diez cuernos representaban, pues
estos la aborrecen, la dejan “desolada y desnuda”, devoran “sus carnes” y la
queman “con fuego” (Apocalipsis 17:16).
Ya hemos identificado los reinos representados por los diez cuernos. Se trata
de las naciones de Europa que se levantaron del moribundo Imperio Romano a
fines de la Edad Medieval y durante el Renacimiento: España, Francia,
Alemania, Bohemia, Inglaterra, Italia, Suecia, Dinamarca, Escocia y Holanda.
Ya vimos cómo estos “diez cuernos” (naciones) se armaron contra la gran
“madre iglesia” (la Católica Romana) estallando su ira y odio en actos
sumamente violentos que diezmaron a aquella iglesia, destituyéndola de la
mayor parte de sus bienes.
Conclusión: si los diez cuernos son los países señalados, entonces la entidad
que atacan es la “gran ramera”. ¿Cuál es la entidad que atacan? La entidad
atacada es la Iglesia Católica Romana. Por lo tanto, la Iglesia Católica Romana
es la “gran ramera”. No cabe duda: para la Era Cristiana, ¡la “gran ramera” es
la “Iglesia Católica Romana”, la gran “iglesia madre” apóstata! Para la Era
Cristiana, la “gran ramera” no es la ciudad literal de Roma, tampoco el
Vaticano, sede de la “madre iglesia”, sino dicha “iglesia” apóstata dondequiera
que manifieste su presencia, poder y corrupción mediante sus oficiales
pomposos, catedrales ornatos, monasterios, conventos, misiones; ritos,
imágenes y “sacramentos”, los cuales también llaman “misterios”, en perfecto
cumplimiento del “misterio” que envuelve a la Iglesia Católica como una manta
pagana (Apocalipsis 17:5).
Acción y poder de la “gran ramera”: “Reina sobre los reyes de la tierra”
(Apocalipsis 17:18).
Desde Babel hasta la “conversión” de Constantino, ella “reina sobre los reyes
de la tierra”. En la partida “B” (arriba), vimos cómo la gran “madre diosa
pagana” se sentaba sobre los distintos reinos idolátricos del antiguo mundo
(Caldea, Egipto, Asiria, Babilonia, Grecia, Roma, etcétera), efectivamente
“reinando” sobre ellos por medio de influir decisivamente en las deliberaciones,
los edictos y las campañas bélicas de los gobernantes.
Desde la “conversión” de Constantino y la elevación del “cristianismo” a la
posición de “religión del estado” hasta el tiempo de los diez cuernos, ella “reina
sobre los reyes de la tierra.” En su manifestación de “madre iglesia” apóstata
durante la Era Cristiana, la “gran ramera” seguía reinando “sobre los reyes de
la tierra,” coronando y destronando a los príncipes, reyes y emperadores de
Europa hasta que los “diez cuernos” le quitaron el poder.
Durante el “Milenio”, la “gran ramera” NO “reina sobre los reyes de la tierra”.
Habiendo humillado y despojado a la “iglesia madre” apóstata, los “diez
cuernos” son, a su vez, conquistados por Cristo y se inicia el tiempo del

171
“Milenio”, una época de paz y libertad para la iglesia verdadera de Jesucristo.
La “madre iglesia” apóstata, “madre de las rameras” y de toda abominación,
sigue en la tierra durante el “Milenio” pero carece del poder político, militar y
económico para hacer efectiva en las grandes naciones de la tierra (Estados
Unidos, Japón, Rusia, India, China, Inglaterra, Francia, etcétera) su doctrina
según la cual el Papa tiene el derecho de poner y quitar gobiernos.
Durante el tiempo del Milenio, los Papas viajan por el mundo reuniéndose en
ocasiones con algunos líderes políticos de las naciones. Quizás influyan un
poco en la política de algunas naciones. Sin embargo, simplemente carecen
del poder para nombrar y despedir a los gobernantes de las naciones.
Bien sea que puedan imponer o no su doctrina de “potestad” sobre los
gobernantes del mundo, la “madre iglesia” apóstata siempre enseña que los
gobernantes de toda la tierra deben someterse al Papa. Por medio de sus
teólogos y portavoces dice:
“Temed, pues, nuestra ira y los truenos de nuestra venganza; porque con su
propia boca Jesucristo nos ha nombrado (a los Papas) jueces absolutos de
todos los hombres, sometiendo a los reyes mismos a nuestra autoridad” (Papa
Nicolás I, Años 858-867; C, 228).
“Poner debajo de sus pies (pisotear) a reyes y emperadores es el oficio del
papado.” (J. H. Ignaz von Dolinger,” C, 228)
“El Señor encomendó a Pedro el gobernar no solo a la iglesia sino a todo el
mundo” (Papa Inocencia III. C, 500). Esta posición la Iglesia Católica Romana
NO la ha renunciado NUNCA.
Ejemplo del poder y de los derechos que la Iglesia Católica Romana reclama
exclusivamente para sí misma: el Concordato entre el Papa Pío IX y la
República de Ecuador, Septiembre 26, 1862. “La Religión Católica Apostólica
Romana seguirá siendo la única religión de la República de Ecuador, y...
ninguna otra forma de culto disidente ni cualquier sociedad condenada por la
Iglesia será jamás admitida en la República de Ecuador” (C-494). A pesar de
tales “concordatos” logrados en el pasado, la Iglesia Católica viene perdiendo
cada vez más de sus “privilegios, derechos y poderes”, imponiéndose la
preciosa “libertad religiosa” en los países donde antes reinaba imperiosamente
la “gran ramera”. En la actualidad, hay muchas congregaciones de la iglesia de
Cristo en Ecuador, incluso, en Quito opera una escuela para el adiestramiento
de obreros legítimos del verdadero Reino de Dios. Las demás iglesias también
gozan de “libertad”. Este es el panorama alentador desde México hasta Tierra
del Fuego. Los evangelistas, predicadores, maestros, maestras, ancianos,
diáconos y todos los miembros de la iglesia verdadera del Señor debemos
aprovechar al máximo estos tiempos de libertad para llevar el evangelio puro a
toda criatura antes de que vuelvan las tinieblas de la opresión y de la
persecución.
Referente a la ciudad literal de Roma en Italia, esta reinaba sobre algunos
reyes de la tierra solo durante el apogeo del Imperio Romano. En cambio, la
“gran ramera”, la “madre diosa pagana”, en sus distintas manifestaciones a
través de la larga historia humana, inclusive, a través de su manifestación
notoria de “madre iglesia” apóstata, ha reinado por miles de años sobre
incontables faraones, emperadores, reinas, reyes y príncipes quienes se han
dejado hechizar por sus encantos diabólicos. Por esta razón, pensamos que el
simbolismo profético de la “gran ramera” encierra mucho más de lo que
representa la ciudad literal de Roma durante el apogeo del Imperio Romano.

172
Interacción entre los gobernantes de la tierra y la “gran ramera”: con ella “han
fornicado los reyes de la tierra” (Apocalipsis 17:2). “Todas las naciones han
bebido del furor de su fornicación” (Apocalipsis 18:3; 14:8).
Se trata de la “infidelidad” espiritual de los gobernantes de la tierra quienes
rechazaron al único Dios verdadero, yéndose en pos de los dioses falsos.
Dejaron al Dios verdadero, fornicando con los ídolos (Jeremías 3:1-3, 6-9). La
“gran ramera” simboliza a todos los dioses falsos, particularmente a la gran
“diosa madre pagana”, “madre de todos los dioses”, con la cual han fornicado
los gobernantes de la tierra.
¿Cómo “fornicaban” los gobernantes de la tierra con la “gran ramera”?
Edificando templos para los ídolos y sosteniendo a los sacerdotes de los
dioses falsos. Los templos para los ídolos se encontraban entre los edificios
más imponentes de los imperios pasados.
Hincándose delante de los ídolos, llamándolos “dioses”.
Procurando el consejo de los sacerdotes, magos y astrólogos que servían a los
ídolos. Dos ejemplos bíblicos son:
Nabucodonosor llama a los “magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para
que le explicasen sus sueños” (Daniel 2:2).
El procónsul Sergio Paulo, de Chipre, tenía a su lado “a cierto mago, falso
profeta, judío, llamado Barjesús” (Hechos 13:6-7).
Creyendo la propaganda y los “misterios” inventados y propagados por los
sacerdotes que servían a los ídolos.
Acostándose, literalmente, con las sacerdotisas y las demás mujeres que
servían a los ídolos. En Babilonia, toda mujer de todo rango social tenía que
presentarse al menos una vez durante su vida en el templo de los ídolos
dándose sexualmente al primer extraño que la invitara a acostarse con él.
Referente a la “gran ramera” de la Era Cristiana (la “madre iglesia” apóstata),
muchos “reyes” de Europa y del Asia occidental “fornicaron” con ella de la
misma manera que los reyes, faraones y emperadores de Caldea, Egipto,
Babilonia, etcétera fornicaron con los dioses falsos de su época.
Accedieron venerar a la “madre de Dios” que los Católicos Romanos llaman
“María”, como también a los demás “ídolos” (imágenes, esculturas, reliquias,
etcétera) de la “iglesia madre” apóstata.
Respaldaron económica y políticamente la expansión de la “madre iglesia” por
toda la tierra proveyendo enormes sumas de dinero, dotándola de grandes
expansiones de tierra, edificándole catedrales, capillas, monasterios,
conventos, escuelas, etcétera y pagando sueldos y pensiones al clero.
Firmaron “concordatos” con los Papas.
Estando ligados estrechamente con la “iglesia madre” apóstata, permitieron la
disipación inmoral de su clero, tácitamente aprobando muchos de los
gobernantes la corrupción sexual y la simonía rampante en aquella “iglesia” y
“fornicando” con ella al participar de sus pecados.
Por sus “hechicerías fueron engañadas todas las naciones” (Apocalipsis
18:23). La “gran ramera” hechiza a las naciones; las engaña. Tal cual la
palabra “fornicar,” las palabras “hechizar” y “engañar” en el contexto
apocalíptico resaltan las relaciones espirituales entre las naciones y la “gran
ramera”. Espiritualmente, ella las hechiza; las engaña. Las pone “bobas”
manipulándolas para sus propósitos malos. ¿Cómo engaña? “Con las señales
que se le ha permitido hacer” (Apocalipsis 13:13-14). La segunda bestia de
Apocalipsis 13 y la “gran ramera” de Apocalipsis 17, representan la misma
entidad religiosa corrupta, o sea, para la Era Cristiana, representan a la “madre
iglesia” apóstata. Esta no cesa de presentar al mundo “señales y prodigios”

173
engañosos (“apariciones de la Virgen,” imágenes que lloran o sangran,
sanidades, etcétera).
“Todas las naciones” hechizadas y engañadas. “Todas las naciones” desde
Caldea hasta el tiempo cuando los “diez cuernos” repudian a la “gran ramera”,
quitándosela de encima.
Para casi todos los gobernantes del mundo desde Babel hasta el inicio del
“Milenio,” la “gran ramera” era una mujer hermosa, deseable e irresistible.
Los “hechizaba” con sus encantos (templos lujosos, sacerdotes astutos,
sacerdotisas hermosas, señales y “misterios”).
Se echaban con ella en la “cama” de la superstición, de la idolatría y de la
mercadería. Obedientemente, se hincaban delante de sus imágenes de oro,
plata, piedra o madera.
Participaban de sus abominaciones, aun respaldándola y obedeciéndola
cuando pedía la sangre de los santos y de los mártires de Jesús.
Durante el Milenio, algunos gobernantes siguen coqueteando con la “gran
ramera” enviando embajadores y “observadores” o “representantes”, también
presentes, a la “madre iglesia” en el Vaticano. Quizás no falten quienes estén
bajo la influencia de sus hechizos. Pero la realidad es que la gran mayoría de
los gobernantes de los países que existen durante el Milenio NO están
totalmente hechizados o engañados por la Iglesia Católica Romana. ¡Ella no
tiene potestad absoluta sobre ninguno de ellos!
Referente a la ciudad literal llamada “Roma”, capital del Imperio Romano en el
occidente hasta el año 476, cabe preguntar que si las naciones que
“fornicaban” con esta, fueron “hechizadas” o “engañadas”.
En términos espirituales, aquellas naciones conquistadas por el Imperio
Romano ya “fornicaban” espiritualmente antes de pertenecer a Roma, pues
servían a dioses falsos, incluso a la “diosa madre pagana” en sus distintas
manifestaciones, ANTES de caer bajo el dominio de Roma. Conquistadas por
Roma, seguían fornicando de la misma manera que antes. Es cierto que en
ocasiones aclamaban y adoraban al Emperador como “dios”, pero “endiosar” al
rey era común entre aquellas naciones sumidas en la idolatría mucho antes de
que Roma las sojuzgara.
Cabe preguntar: ¿cuál “nueva religión” enseñó Roma a las naciones que
conquistó? ¡Ninguna! Al contrario, Roma fornicó con aquellas naciones
descaradamente asimilando a sus dioses falsos, incluso a la “diosa madre
pagana” (Venus, Diana, etcétera).
¿De qué manera “hechizó” o “engañó” Roma a aquellas naciones? ¡Ya
estaban hechizadas y engañadas! La misma Roma estaba bajo el mismo
“hechizo”, engañada también de la misma manera.
Dadas estas consideraciones, deducimos que la acusación de “fornicarias”,
“hechizadas” y “engañadas” no debe aplicarse solo a las naciones
conquistadas por Roma. Resulta más lógico aplicársela a todas las naciones
del pasado que han “fornicado” con la “diosa madre pagana”, y a todas las
naciones de la Era Cristiana que han fornicado con ella en su manifestación de
“madre iglesia” apóstata, quedándose “hechizadas” y “engañadas” por sus
encantos y venenos.
“Los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación”
(Apocalipsis 17:2).
No solo los reyes y demás gobernantes fueron hechizados por la “gran
ramera” sino también la gran mayoría de la gente.

174
Durante la Edad Medieval, casi todos los “moradores de la tierra” de Europa
pertenecían a la Iglesia Católica Romana. Siguiendo el ejemplo del clero
romano, también “fornicaban” con todo lo malo.
Estaba “ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de
Jesús” (Apocalipsis 17:6).
“Ebria de la sangre de los santos.” Quizás se aluda a los mártires de Dios del
tiempo antes de Cristo.
Las dos frases “la sangre de los santos” y “la sangre de los mártires” puede
que formen un paralelismo. En tal caso, “santos” y “mártires” identifican el
mismo grupo de creyentes muertos por su fe.
De no ser un paralelismo, con razón podríamos entender por “santos” los
mártires del tiempo antes de Cristo.
“Ebria... de la sangre de los mártires de Jesús.” Entre los “mártires de Jesús”
se identifican tres grupos, a saber: los del tiempo del Imperio Romano hasta la
conversión de Constantino, los de la Edad Medieval hasta el Milenio y los del
“poco de tiempo” antes del fin. En esta exposición sobre el versículo seis, nos
limitamos a los primeros dos grupos.
Los cristianos que fueron perseguidos y muertos por la “gran ramera” (la
religión pagana) durante el tiempo del Imperio Romano hasta la conversión de
Constantino. Los emperadores romanos, instigados por los representantes de
la religión idolátrica que predominaba en el Imperio, efectuaron algunas
persecuciones contra los cristianos. No pocos cristianos fueron muertos
alcanzando el rango de “mártir de Jesús”.
Los creyentes que fueron perseguidos y muertos por la “gran ramera” (la
“madre iglesia” apóstata, o sea, la Iglesia Católica Romana) durante la Edad
Medieval, la Reforma, la Contra Reforma y hasta el inicio del Milenio en los
países representados por los “diez cuernos”. El total de mártires para el tiempo
indicado se calcula en ¡cincuanta millones! ¡CINCUENTA MILLONES DE
MÁRTIRES! (D, 91) Los defensores de la Iglesia Católica intentan esquivar su
culpa en esta tragedia sin paralelo señalando que el “brazo secular”
(entiéndase: los reyes, los soldados, la policía y los demás funcionarios
seculares) llevó a cabo las persecuciones y las ejecuciones. Pero, la realidad
innegable es que el “brazo secular” lo hizo instigado y mandado por la
jerarquía de la Iglesia Católica.
La posición doctrinal de la Iglesia Católica Romana sobre el trato de los
“herejes” (todo creyente que no sea Católico Romano, o que, llamándose
“católico”, crea o enseñe doctrinas contrarias a la doctrina “católica”).
Según el padre Alexius M. Lepicier, profesor de la Teología Sagrada en el
Colegio Pontifical de Propaganda Fide, en un libro publicado en 1910:
“¿Deberíamos tolerar a los herejes? Nadie puede dudar que no solo merecen
ser cortados de la iglesia mediante la excomunicación sino que también deben
ser eliminados de en medio de los vivos mediante la muerte. Por consiguiente,
tan pronto confiese públicamente alguna persona su herejía y procure pervertir
a otros por palabra o ejemplo, no solo debe sufrir la mayor excomunicación
sino que también debe ser muerta, lo cual es justo para que no destruya a
muchos mediante su contagio pestilente” (De stabilitate et progressu dogmati,
Librería Pontífica, Roma, Página 104; Citado en D, Introducción, Páginas x-xi).
En el prefacio del libro escrito por Lepicier, el secretario del Papa escribió: “El
Supremo Pontífice estaba inmensamente complacido con la producción”.
3 de abril de 1948. El padre jesuita Cavalli escribió en la revista La Civitta
Cattolica: “La Iglesia Católica, convencida por sus prerrogativas divinas que es
la única iglesia verdadera, reclama única y exclusivamente para sí misma el

175
derecho a la libertad, pues este derecho puede pertenecer solo a la verdad y
nunca al error. En lo concerniente a otras religiones, ella no utilizará la espada
en contra de ellas. Sin embargo, solicitará por los medios dignos de la criatura
humana que no se les permita propagar sus falsas doctrinas” (Citado en D,
Introducción, Página xiv). Cavalli dice que la Iglesia Católica “no utilizará la
espada” contra otras religiones. No lo hará en el presente porque no se lo
permiten los países librados de su yugo. Sin embargo, lo ha hecho libre y
maliciosamente en el pasado, matando o haciendo matar a millones de seres
humanos.
Algunos ejemplos de las persecuciones y de las matanzas ejecutadas por la
“madre iglesia” Católica hasta el tiempo cuando los “diez cuernos” le
despojaron de su poder perseguidor. (¿Cuántos “cristianos verdaderos” fueron
perseguidos y muertos por la “madre iglesia” durante los largos siglos de su
dominio? Solo Dios mismo sabe. Ese “dominio” empezó cuando Constantino
elevó al cristianismo a “religión del estado” en el año 306 d.C. Enseguida,
estallaron conflictos no solo verbales sino también físicos entre algunas
facciones “cristianas”, por ejemplo, entre los arianos y los atanesianos sobre la
doctrina de la Deidad, tomando parte el propio Constantino. Hubo
persecuciones y muertes. En el tiempo de Constantino, “las sectas que
estaban en desacuerdo con la Iglesia Católica fueron afligidas y oprimidas”.
Sus ministros fueron excluidos de las inmunidades concedidas solo a la Iglesia
Católica. Se dictó su destrucción total. Sus reuniones fueron prohibidas y sus
propiedades confiscadas (Gibbons, El debilitamiento y la caída del Imperio
Romano, Tomo I, Página 305-314). Siempre intolerante, celosa y secularizada,
la Iglesia Católica siguió oponiéndose físicamente a todo disidente hasta el
tiempo cuando los diez cuernos quebrantaron su dominio. Entre las víctimas
figuran los judíos que adoraban abiertamente según el Antiguo Testamento,
como también los judíos supuestamente “convertidos” al catolicismo pero que
seguían guardando secretamente los ritos de Israel. Además, los millones de
moros que moraban en España. Ni estos ni aquellos eran “cristianos
verdaderos”. Entre las víctimas también figuran millones de personas que
pertenecían a grupos y movimientos “cristianos”. Éstos rehusaban recibir la
“marca” de la bestia pero, de acuerdo con lo que la historia revela sobre sus
doctrinas y prácticas, no llegaron a entender toda la sana doctrina del Nuevo
Testamento. ¿Cuántos de estos últimos eran “cristianos verdaderos”?
Reiteramos: solo Dios conoce a los suyos (2 Timoteo 2:19). Con todo, lo cierto
es que ser “mártir” no es sinónimo de ser “santo”, o sea, “cristiano verdadero”,
ni garantiza la salvación eterna. A través de la historia, muchas personas han
dado su vida por sus creencias religiosas. Si la “fe” por la cual se da la vida en
martirio es “vana”, lamentablemente ¡también es vano el sacrificio máximo de
ser muerto por esa fe! Durante la Era Cristiana muchos judíos y musulmanes
han sido muertos por su fe en Dios. ¿Son “mártires” de Dios? ¿Los salvará
Dios eternamente? Los ejemplos siguientes ilustran el intolerante y sanguinario
espíritu perseguidor de la Iglesia Católica contra toda clase de persona que no
se sometiera a ella, sin que pretendamos nosotros identificar entre las víctimas
a los verdaderos “mártires de Jesús”.)
ESPAÑA.
“La conducta hórrida del Santo Oficio (la Santa Inquisición) debilitó el poder y
redujo la población de España, pues obstaculizaba el progreso de las artes, las
ciencias, la industria y el comercio; también porque obligó a multitudes de
familias a salir del Imperio ya que instigaba la expulsión de los judíos y de los
moros; también por inmolar en sus hogueras candentes a más de 300,000

176
víctimas” (Jean Antonine Llorente, Secretario de la Inquisición española, 1790-
92, Historia de la Inquisición, citado en R. W. Thompson, El papado y el poder
civil, Página 82). Nota: algunos historiadores consideran exagerada la cifra de
“300,000 víctimas quemadas”.
Zurita, uno de los secretarios de la Inquisición, se jactó de que habían
incendiado a cuatro mil herejes solo en Sevilla (La reforma, Will Durant, Página
215-216). El inquisidor Páramo confirma este dato. Los cuatro mil fueron
quemados en los años de 1480 a 1520, y treinta mil personas fueron
sentenciadas y condenadas a sufrir distintas penalidades durante el mismo
periodo (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog, Tomo VI, Página 3).
Año 1483. El infame inquisidor Tomás de Torquemada fue nombrado cabeza
de la Inquisición en España.
Año 1492. Se ordenó que todos los judíos salieran de España.
Año 1499. El inquisidor general Francisco Jiménez intentó forzar la conversión
de los moros en España. Estos se rebelaron. (Datos de las últimas tres
partidas tomados de Microsoft Booksheft, Cronología, CD-ROM, 1994.)
Francisco de San Román fue quemado a la estaca en el año 1542. Mientras
ardía, algunos espectadores fanáticos metieron sus espadas en su cuerpo. En
Sevilla, el canónigo Juan Gil fue encarcelado por un año por haber predicado
en contra de la veneración de imágenes, oraciones a los santos y la eficacia de
obras meritorias para ganar la salvación. Murió y después de muerto,
exhumaron y quemaron sus huesos. El canónigo Constantino Ponce de la
Fuente, convertido, murió en las mazmorras de la Inquisición. Catorce
seguidores de Constantino fueron quemados, incluso cuatro frailes y tres
mujeres convertidas (La reforma, Will Durant, Página 640).
Valladolid. Año 1559. El “domingo de la Trinidad”, día 21 de mayo, “catorce
fueron ejecutados en presencia de una multitud que aplaudía”. El día 8 de
octubre, dos fueron quemados vivos y diez estrangulados ante una multitud de
doscientos mil presidida por Felipe II (La reforma, Will Durant, Página 640).
Miles de judíos fueron masacrados por la Iglesia Católica en España. (Datos
tomados de La reforma, Will Durant, Páginas 200-201.)
Año 1328. Navarre. Cinco mil judíos masacrados y sus casas quemadas.
Año 1391. Fernán Martínez avivó al populacho en todos los centros
importantes de España a masacrar a todo judío que rehusara convertirse.
Año 1355. Toledo. Mil doscientos judíos asesinados.
La Inquisición aún “florecía en todo el país hasta 1700”. De 1700 a 1746, se
quemaron otros setecientos ochenta y dos “herejes” y catorce mil fueron
sometidos a distintos castigos (La nueva enciclopedia de Schaff-Herzog, Tomo
VI, Página 4).
FRANCIA.
En cuanto a los albigenses y otros grupos parecidos, “para el año 1179, los
seguidores de la nueva doctrina eran tan numerosos, especialmente en el sur
de Francia, que Alejandro III propuso el plan de aplastarlos físicamente.
Inocente III organizó una guerra religiosa sistemática contra ellos, utilizándose
universalmente las inquisiciones episcopales” (La nueva enciclopedia Schaff-
Herzog, Tomo VI, Página 2).
Año 1209. Sesenta mil personas fueron ultimadas por mandato de la Iglesia
Católica Romana en Beziers, Francia (B, 124; C, 256).
Año 1211. Cien mil albigenses (protestantes) fueron muertos en un solo día in
Layaur, Francia y los pueblos aledaños. El gobernador del área fue ahorcado.
Muchos ciudadanos fueron quemados vivos. Tantos fueron traspasados por
espada que la sangre corría por las calles. Los católicos que perpetraron esta

177
masacre celebraban misas solemnes en medio de la carnicería y glorificaban a
Dios por la “victoria de la iglesia”, aun componiendo un himno en honor del
evento (B, 124).
En Merindol, Francia quinientas mujeres valdenses fueron quemadas en un
establo donde se habían refugiado de los católicos. Muchas mujeres fueron
ultrajadas a la mira de todos. Los hijos de los valdenses fueron asesinados en
presencia de sus padres. Algunos fueron tirados desde peñascos. Otros fueron
arrastrados desnudos por las calles (B, 124).
Año 1487. El Papa Inocente VIII (1484-1492) levantó una cruzada contra los
valdenses (vaudois) en Francia prometiendo “la remisión de todos sus
pecados a todo aquel que matara a un hereje” (C, 257).
Año 1562. En la ciudad de Orange, Francia los católicos mataron a muchos
protestantes (B, 124).
Diez mil (10,000) hugonotes fueron masacrados en París en el “día de San
Bartolomé” del año 1572. El Papa Gregorio XIII hizo una moneda
conmemorativa en celebración del evento. Asombrosamente, ¡en un lado de la
moneda aparece una mujer con una copa de oro en la mano! Es la misma
“gran ramera” de Apocalipsis 17, “ebria con la sangre de los mártires”, ¡con el
“cáliz de oro” en su mano, lleno de sus “abominaciones” e “inmundicias”! (B,
124-125)
BOHEMIA y POLONIA.
El Papa Martín V (1417-1431) ordenó al rey de Polonia a que exterminara a los
husitas. Escribió: “Sepa que conforme a los intereses de la Santa Sede, como
también a los de su corona, es su deber exterminar a los husitas. Pues,
mientras aún haya oportunidad, despliegue sus fuerzas (militares) contra
Bohemia: Queme, masacre, haga de todo un desierto, ya que no habrá nada
que agrade más a Dios o que sea más útil para la causa de los reyes que la
exterminación de los husitas” (Cormenin, Historia de los Papas, Páginas 116-
117, citado en El papado y el poder civil, Página 553, R. W. Thompson).
Año 1637. “El jesuita Anton Koniasch se jactó de haber quemado más de
sesenta mil libros en Bohemia, casi todos Biblias” (La nueva enciclopedia
religiosa Schaff-Herzog, Tomo IX, Página 422).
INGLATERRA. Años 1553-1558. A principios del siglo dieciséis, los
“protestantes” se impusieron en Inglaterra. Luego subió al trono la reina
católica María (conocida en la historia como “la sanguinaria María”). Esta se
empeñó en restaurar el catolicismo en su país. A consecuencia de sus
acciones, “centenares (de protestantes) fueron martirizados durante su reinado
corto” (La nueva enciclopedia religiosa Schaff-Herzog, Tomo IX, Página 423).
HOLANDA. “En la persecución de la herejía en Flanders y Holanda, el rey
Carlos V respaldó el cien por ciento a la Iglesia (Católica)”. Instaló la
Inquisición en Holanda (La reforma, Will Durant, Páginas 632-635).
1 de julio de 1523. Henry Voes y Johann Eck, dos frailes agustinianos
convertidos, fueron quemados.
Año 1524. El prior Henry de Zutphen, convertido, fue quemado.
Carlos V montó un pogromo (intensa campaña de extirpación) prolongado para
acabar con los “disidentes” religiosos. “El embajador veneciano a la corte de
Carlos V calculó en el 1546 que treinta mil personas, casi todas Anabautistas,
fueron muertas” (La reforma, Will Durant, Páginas 633-635).
“En crueldad, el duque de Alva sobrepasó a los emperadores paganos de
Roma, destruyendo, según Grotius, las vidas de cien mil protestantes
holandeses durante sus seis años como regente” (La nueva enciclopedia
religiosa Schaff-Herzog, Tomo IX, Página 422).

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SUECIA. La Iglesia Católica responsable por una masacre. Año 1512 d.C. Los
suecos proclamaron a Sten Sture regente, independizándose de Dinamarca. El
Arzobispo Gustav Trolle se opuso. Sture lo destronó. El Papa Leo X ordenó
que restauraran a Trolle a su puesto. Sture se negó. El Papa comisionó a
Cristián II, rey de Dinamarca, a invadir a Suecia. Estalló una guerra. Cristián II
triunfó y el día 4 de noviembre de 1520 fue coronado rey de Suecia. Cristián II
restauró a Trolle. Un representante de Trolle acusó a algunos líderes suecos,
quienes habían apoyado a Sture, de crímenes mayores contra el Arzobispo. “A
pesar de la amnistía, setenta líderes suecos fueron condenados a morir. Estos
fueron decapitados en la Gran Plaza el día 8 de noviembre. El día 9, otros
fueron arrestados y ejecutados. Algunos espectadores que expresaron
simpatía para ellos también cayeron en la carnicería. Las propiedades de los
ejecutados fueron confiscadas para el rey. Todo Suecia gritó con horror. Entre
el público, la Iglesia (Católica Romana) perdió estima en gran manera por
haber iniciado la masacre” (La reforma, Will Durant, Página 621 - 622).
ITALIA.
Año 1207. La Inquisición procedió “con severidad sin paralelo” contra los
Paterenenses. Esta acción causó una revolución en Viterbo en el 1265 y en
Parma en el 1277, resultando en la expulsión de los inquisidores y el asesinato
de algunos (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog, Tomo VI, Páginas
2-3).
En el 1542, el cardenal Caraffa, reorganizó la Inquisición italiana al estilo de la
española. Con el respaldo de toda la Curia Romana, extirpó La Reforma del
país. Los proponentes de La Reforma en Italia “fueron encarcelados o
muertos” (La nueva enciclopedia Schaff-Herzog, Tomo VI, Páginas 3-4).
ALEMANIA.
La Inquisición en Alemania “montó una guerra terrible de exterminación... en el
año 1233, contra los Stedingi”.
“De acuerdo con la información en la obra de Federico, tal parece que las
acciones sanguinarias en Antwerp, Bruselas, Ghent, Utrecht y otras ciudades
eran peores de lo que se había pensado” (La nueva enciclopedia Schaff-
Herzog, Tomo VI, Página 3).
Ejemplos de persecuciones llevadas a cabo por la Iglesia Católica Romana en
el Nuevo Mundo.
CUBA. Año 1519 (?). El gran cacique Hatuey fue quemado vivo cuando
rehusó convertirse al catolicismo. Amarraron a Hatuey a una estaca. Se le
acercó un padre Católico hablándole del “cielo”. Hatuey le pregunta: “Si voy al
cielo, ¿encontraré a los cristianos allí”? El padre le dice que sí. Hatuey replica:
“Entonces, prefiero sufrir en el infierno más bien que ir al cielo donde estaría
en la compañía de ustedes los cristianos que son tan crueles y brutales” (D, 9).
PERÚ.
El padre dominicano Vicente Valverde financió la expedición de Francisco
Pizarro a Perú. Encontrando a Atahualpa, rey del gran Imperio Inca, con su
capital en Cusco, el padre Valverde le exigió que renunciara su corona y su
religión entregándose al rey de España y convirtiéndose a la fe Católica.
Atahualpa reprendió a Valverde por su osadía. Al instante, este exclamó a sus
compañeros españoles: “¡Venganza, hermanos, ha llegado el momento. Les
absuelvo”! Entonces, los españoles mataron a miles de los Incas. Apresando a
Atahualpa, lo instaron a convertirse. Renegando este, lo estrangularon y lo
quemaron (D, 11-24).
La “Santa Inquisición” fue instalada en Perú donde persiguió a muchos
“herejes” encarcelando o matando a no pocos. El evangelista y autor peruano

179
Hipólito Triveños, ha recopilado en un libro escrito por él muchísima
información detallada sobre la obra nefasta del “Santo Oficio” en su país.
Persecuciones llevadas a cabo por la Iglesia Católica Romana en el SIGLO
VEINTE.
El “Estado Católico Independiente de CROACIA.” (Datos tomados de C, 296-
307.)
Este estado fue establecido a principios de la Segunda Guerra Mundial.
La población del nuevo estado: tres millones (3,000,000) de Católicos
Romanos; dos millones (2,000,000) de serbios, miembros de la Iglesia
Ortodoxa Griega; un millón (1,000,000) de musulmanes y aproximadamente
cincuenta mil (50,000) judíos.
Los nazis nombraron al Sr. Ante Pavelic cabeza del nuevo estado. Pavelic era
católico romano. Encabezaba el partido político llamado “Ustashi” por medio
del cual había logrado la separación violenta del nuevo estado de Yugoslavia.
Pavelic definió a un “buen ustashi” de la manera siguiente: “Un buen ustashi es
aquel capaz de cortar con un cuchillo el feto de la matriz de su madre”. ¡Este
buen Pavelic era católico practicante!
Como Fuehrer (“padre”) del nuevo país, Pavelic procedió a liquidar o enviar a
los campos de concentración a los cincuenta mil judíos.
Ordenó la aniquilación o deportación de toda persona no católica romana. Se
calcula que aproximadamente un millón de personas no católicas fueron
torturadas y ultimadas. Aun los nazis fueron horrorizados por la crueldad y los
excesos de los ustashis.
La Iglesia Católica Romana respaldó las acciones criminales de Pavelic y su
partido contra los no católicos.
El arzobispo Aloysius Stepinac emitió una Carta Pastoral según la cual todo el
clero croata debía respaldar al nuevo estado. Después de la guerra, el
arzobispo Stepinac fue arrestado por el gobierno de Yugoslavia y sentenciado
a diecisiete años por sus crímenes. Paradójicamente, el Vaticano premió los
crímenes de Stepinac nombrándolo “cardenal.”
Los crímenes de Pavelic eran del común conocimiento. Sin embargo, este
hombre desalmado fue recibido en el Vaticano y bendecido por el Papa Pío XII.
Quiere decir que el Papa, aún sabiendo los crímenes de Pavelic, lo recibió y lo
bendijo. ¿Por qué? Obviamente, ¡porque Pavelic encabezaba un “estado
católico” y porque lo que hizo Pavelic al matar a los “herejes”, tenía la
aprobación tácita de la “Santa Sede”!
El monje franciscano Miroslav Filipovic fungió por dos años como encargado
del campo de concentración “Jasenovac.” En ese “campo” cien mil personas,
casi todas serbios de la Iglesia Ortodoxa, fueron exterminadas.
El padre Vilim Cecelja servía como el Diputado Militar Vicar, con el rango de
teniente coronel, para la milicia Ustashi.
El padre Iván Saric, de Sarajevo, fue conocido como el “verdugo de los
serbios”.
El infame “Estado Católico Independiente de Croacia” ejemplifica las cosas
horrendas que pueden pasar en los tiempos modernos cuando la jerarquía
Católica se une a gobiernos engañados y utilizados por Satanás.
PERÚ. 4 de enero de 1945. Decreto emitido por el presidente Prado: “Ya que
se declara en la Constitución que la nación protege la religión Católica
Romana... y ya que la nación invierte una suma considerable de dinero en el
desarrollo de las Misiones Católicas, las acciones de las cuales no deben ser
desnaturalizadas o contradichas por propaganda religiosa contraria, y ya que

180
la propaganda pública lastima el sentimiento nacional produciendo divisiones
religiosas:
Los servicios de todas las religiones, exceptuándose la Iglesia Católica
Romana, la cual el Estado protege, serán llevados a cabo exclusivamente
dentro de sus respectivos templos;
Se prohíbe llevar a cabo reuniones o actividades propagandistas religiosas no
Católicas en los parques, las plazas y otros lugares públicos;
Quienes no observen estas disposiciones serán denunciados como autores de
crímenes, de acuerdo con las indicaciones del Artículo 393 del Código Penal.”
(D, 126)
MÉXICO.
“En los años 1921, 1923, 1925, 1926 y 1928, pastores y miembros de iglesias
evangélicas fueron asesinados” (D, 92).
“Un violento ataque Católico contra los protestantes estalló en el pueblo de
San Felipe de Santiago el día 9 de julio de 1946.” Dos agentes de la Policía
Federal Judicial, Marcos Fernández Ocaña y Leopoldo Arenas Díaz, y dos
evangelistas, Francisco Vázquez y Cesáreo Antonio, fueron a investigar el
incidente. A instigación del alcalde Pedro Juárez, los cuatro fueron atados y
torturados. A Marcos Fernández le sacaron los ojos con un clavo, lo
despellejaron con un machete, le esquilaron los oídos, aflojaron sus dientes a
pedradas y garrotearon su cuerpo hasta romperle los huesos. Muerto, echaron
su carne a los perros. Leopoldo Arenas dio su caballo y su arma a cambio de
su vida. Aun así, fue garroteado. Esquilaron los oídos de los dos evangelistas y
rompieron sus huesos, pero se salvaron cuando llegaron las tropas federales.
El reportaje sobre estos acontecimientos apareció en la revista Tiempo,
publicada en México. (D, 93-94)
ITALIA. Año 1947. Sonnino en Lazio, cerca de Roma.
Un misionero católico de la Más Preciosa Sangre incitó a la gente a la violencia
contra los protestantes. Algunos protestantes fueron arrestados y
encarcelados. Un hombre fue muerto en la balacera.
Los sacerdotes gritaban: “¡Maten a todos”! Uno de los sacerdotes instaba al
pueblo “a tomar armas en defensa de la religión Católica” (D, Introducción,
Página xiii).
Según La nueva enciclopedia Schaff-Herzog, Tomo VI, Página 4, en cuanto a
la Inquisición de la Iglesia Católica, “no ha sido anulada ninguna de las leyes
que definen sus acciones y determinan sus metas”.
Los métodos de tortura que inventaron y utilizaron los católicos romanos. En
los artefactos confeccionados para la tortura se inscribían las palabras: “Soli
Deo Gloria” (“Gloria solo a Dios”). Rociaban los instrumentos de tortura con
“agua bendita” (B, 122).
La “hoguera”. “Llegando al lugar preparado para las ejecuciones, los que
habían confesado (su herejía), fueron estrangulados, luego incendiados; los
recalcitrantes (tercos, obstinados) fueron incendiados vivos. Alimentaron las
llamas hasta que nada quedara sino las cenizas de los muertos las cuales
fueron regadas por los campos y los ríos. Los sacerdotes y los espectadores
retornaron a sus altares y hogares convencidos de haber hecho una ofrenda
propiciatoria al Dios insultado por la herejía. El sacrificio humano había sido
restaurado” (La reforma, Will Durant, Página 213).
El “estante”, un cajón en el cual la víctima fue acostada y atada de las manos y
de los pies. Entonces, los verdugos estiraban las cuerdas hasta descoyuntar
los brazos y las piernas del acusado (B, 121).

181
Las pinzas grandes utilizadas para arrancar las uñas de las manos y de los
pies (B, 122).
Las “botas españolas”, utilizadas para aplastar las piernas y los pies (B, 122).
La “Virgen de hierro”, un cajón hecho a semejanza de una mujer, con cuchillos
afilados fijados por dentro en ambos lados. Obligada la víctima a entrar en el
cajón, los verdugos le cerraban la tapa encima, desgarrando los cuchillos la
carne del infortunado y matándolo (B, 122).
La horca.
El “hierro candente” echado en los ojos o los oídos (B, 123).
Sacaron los ojos de algunos acusados.
El “látigo”.
Ahogaron con orina o excremento a algunos (B, 123).
Algunos acusados fueron amarrados a estacas y lanzados por peñascos (B,
123).
“Las propiedades de los herejes fueron confiscadas y divididas entre los
inquisidores y los Papas” (C, 253).
“La tortura principal fue el encarcelamiento prolongado” (La reforma, Will
Durant, Página 211).
Las manos de la víctima fueron atadas a espaldas; luego la víctima fue
suspendida en el aire por una soga atada a sus manos, haciendo fuerza en
sus manos y muñecas todo el peso del cuerpo (La reforma, Will Durant, Página
211).
La víctima fue inmovilizada y luego dejaban gotear agua por su garganta hasta
casi ahogarla (La reforma, Will Durant, Página 211).
Algunas observaciones y conclusiones referente a la Inquisición Católica.
“Mejor ser ateísta que creer en el Dios de la Inquisición” (Católico anónimo).
Cabe aclarar que el “Dios de la Inquisición” no es el verdadero Dios de la Biblia
sino el monstruo creado por los Católicos.
“La persecución contra los cristianos por los romanos durante los primeros tres
siglos después de Cristo era un procedimiento moderado y humano
comparada con la persecución contra la herejía en Europa de 1227 a 1492”
(La historia de la civilización, Tomo IV, W. Durant, Página 784).
“Los católicos romanos creen en el Purgatorio y que allí las almas sufren más
dolor que en el Infierno. Mas yo creo que la Inquisición es el único Purgatorio
en la tierra y que los santos padres (sacerdotes, Papas) son los jueces y
verdugos. La barbaridad de ese tribunal... sobrepasa todo entendimiento” (La
llave maestra del papado, Edición tres, Página 253, D. Antonio Gavin. Gavin
era sacerdote católico y testigo ocular de la Inquisición española).
La “gran ramera” está “vestida de púrpura y escarlata” (Apocalipsis 17:4). Es
notable que los colores “púrpura” y “escarlata” son los que más identifican al
clero de la Iglesia Católica Romana. “Escarlata” es el color de los sombreros,
las túnicas y las medias de los cardenales. Es el color del forro interno de la
túnica del Papa. El mismo color se destaca en los uniformes de la guarda en el
Vaticano. También en la alfombra que pisa el Papa. (Comentario sobre
Apocalipsis, Alberto Barnes, Página 383)
La “gran ramera” está “adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas”
(Apocalipsis 17:4). Se trata de las enormes riquezas que tenía la Iglesia
Católica antes de que los “diez cuernos” la despojaran. ¡Era dueña de más de
la mitad de toda Europa! Desde el año 1929, la “madre iglesia” ha podido
enriquecerse de nuevo, gracias en parte a una donación cuantiosa hecha por
el dictador Mussolini (C, 218-219). Con todo, las riquezas que tiene en el

182
presente son pocas comparadas con las que ella tenía cuando estaba en el
apogeo de su poder.
“Tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia
de su fornicación” (Apocalipsis 17:4). Asombrosamente, el “cáliz de oro” no
falta en las catedrales de la Iglesia Romana, identificándola acertadamente
como la “gran ramera”. La idolatría practicada por la Iglesia Católica, la
vanagloria de puestos y de títulos, la mercadería en gran escala, las
pretensiones políticas y la inmoralidad del clero, todas estas cosas son
“abominables” en extremo para Dios. En los libros consultados para el
desarrollo de este estudio hay muchísima información sobre las
“abominaciones” y la “inmundicia” de la gran “madre iglesia” apóstata. El
mismo tipo de información se encuentra en muchos otros libros de la misma
categoría. Se le recomienda al estudiante interesado en estos temas la lectura
de referidas fuentes de información.
La mujer “está sentada sobre muchas aguas” (Apocalipsis 17:1).
La interpretación de “muchas aguas” se encuentra en el versículo quince. “Las
aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres,
naciones y lenguas” (Apocalipsis 17:15).
Durante la Edad Medieval, la Iglesia Romana estaba “sentada” sobre casi
todos los “pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas” de Europa y la Asia
occidental.
En el hemisferio occidental, la Iglesia Romana se sentó sobre los indígenas,
luego sobre los países que se formaron en la América del Sur, la América
Central y el Caribe, incluyéndose en la lista el país de México.
En la actualidad, la misma Iglesia está “sentada” sobre casi un billón de almas.
(Nota: ciertas evidencias indican que es bastante exagerada esta cifra de “casi
un billón de almas” que reclama la Iglesia Católica. Al parecer, la Iglesia
Romana sigue contando como “católicos” la gran mayoría de las personas que
la han abandonado por completo, convirtiéndose a la iglesia verdadera, a las
sectas protestantes o internándose en el mundo. Por ejemplo, al fallecer una
hermana que había sido fiel miembro de la Iglesia de Cristo en Bayamón,
Puerto Rico por veinte años, los familiares católicos le celebraron una misa. El
sacerdote que ofició la misa ¡la ensalzó como “fiel católica”! Según la revista
“Christianity Today” (El cristianismo del presente), edición del 3 de febrero de
1997, Página 87, aproximadamente cincuenta y un millones, o sea, el 25% de
los habitantes de la América Latina son “evangélicos”, calculándose la
población total del área en cuatrocientos cincuenta millones. Es bien sabido
que la mayoría de los “católicos” lo son solo de nombre y que un porcentaje
notable son infantes o niños “bautizados” a lo “católico” sin tener capacidad
intelectual o espiritual alguna para declararse “católicos” de convicción.)
Tiene “en su frente un nombre escrito, un misterio: Babilonia la grande, la
madre de las rameras” (Apocalipsis 17:5).
El nombre “Babilonia la grande” enlaza a la mujer con la Babilonia de la
antigüedad, cuna de la idolatría. La Iglesia Romana abrazó aquella idolatría,
adornándola e imponiéndola con gran éxito. Ella se califica “la grande” porque
a través de muchos siglos se ha sentado sobre muchos “pueblos,
muchedumbres, naciones y lenguas” doblegándolos a la idolatría practicada en
el nombre del Dios verdadero y con matices del “cristianismo”. Comparada con
la Iglesia Romana, la antigua Babilonia era un reino comparativamente
pequeño.
“Madre de las rameras.” Toda iglesia que imita a la “gran ramera” es su “hija”
espiritual.

183
Toda iglesia que salió del seno de la “gran ramera” sin purificarse de las
“abominaciones” y de las “inmundicias” de la “madre iglesia”, es “hija” espiritual
de ella. Por ejemplo: la Iglesia de Inglaterra (la Anglicana), la Iglesia Episcopal,
aun la Iglesia Luterana, más otras de la misma categoría, salieron del seno del
catolicismo romano, pero conservaron muchos o casi todos los rasgos de la
“gran ramera”: jerarquías eclesiásticas, ritos, mercaderías, bautismo de
infantes, doctrinas tales como el pecado original, etcétera.
De hecho, todas las “sectas cristianas” tienen la mancha de la “madre iglesia”.
Puestos y títulos que el Nuevo Testamento condena;
Vestimentas especiales para el “clero”;
Instrumentos musicales en los cultos;
Mercaderías (los diezmos; la venta de artículos religiosos, etcétera);
Credos y manuales de fe escritos por hombres;
Tradiciones y fiestas religiosas (casi todas guardan la “semana santa”).
En contraste, la iglesia bíblica fundada por Cristo no enseña ninguno de estos
rasgos. La iglesia fundada por Cristo no es una “secta cristiana”. La iglesia
fundada por Cristo se rige solo por el Nuevo Testamento, repudiando
tradiciones y credos de hombres. Definitivamente, ¡esta iglesia bíblica NO es
hija de la “gran ramera”!
El propósito, según la Biblia, de presentar a Juan el cuadro de “la gran
ramera”: mostrar “la sentencia contra ella” (Apocalipsis 17:1).
Esta “sentencia” fue ejecutada en parte cuando los diez cuernos atacaron a la
Iglesia Romana, dejándola “desolada y desnuda”, devorando sus carnes y
quemándola. El castigo divino que cayó sobre la Iglesia Romana se describe
en Apocalipsis 18:1-20.
La “sentencia” será ejecutada en su plenitud cuando venga el fin del mundo.
Entonces, la “gran Babilonia” quedará del todo destruida (Apocalipsis
18:21-24). El “falso profeta” (lo mismo que la “gran ramera”) será lanzado,
juntamente con la “bestia”, “al lago de fuego que arde con azufre” (Apocalipsis
19:20). El “hombre de pecado” (lo mismo que la “gran ramera” y el “falso
profeta”) “el Señor lo matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el
resplandor de su venida” (2 Tesalonicenses 2:8).
Ya que Dios ha “sentenciado” a la “gran ramera” (la “madre iglesia” apóstata) a
sufrir un castigo tan terrible, ¡urge que su pueblo salga de ella lo más pronto
posible! Por lo tanto, dice la Escritura: “SALID de ella, pueblo mío, para que no
seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas” (Apocalipsis
18:4).

A continuación, identificamos algunas de las fuentes de información


consultadas para el desarrollo de este capítulo.
La “A” corresponde al libro en inglés: “The Two Babylons” (Las dos
Babilonias). Subtitulado: “El culto papal”. Autor: Alexander Hislop. Segunda
edición americana, 1959. Publicado por Loizeaux Brothers, Neptune, New
Jersey.
La “B” corresponde al libro traducido al español: “Babilonia, Misterio religioso”.
Autor: Ralph Woodrow, P. O. Box 124, Riverside, California 92502.
La “C” corresponde al libro en inglés: “A Woman Rides the Beast” (“Una mujer
viene sentada sobre la bestia”). Autor: Dave Hunt. Publicado por: Harvest
House Publishers, Eugene, Oregon 97402.
“La historia de la civilización” (“The History of Civilization”), una obra en inglés
que se compone de ocho tomos grandes, contiene muchísima información

184
histórica que respalda la interpretación de Apocalipsis, presentada en este
estudio. Los autores son: Will y Ariel Durant. La obra fue publicada por Simon
and Schuster, New York.
“La nueva enciclopedia Schaff-Herzog de conocimientos religiosos.” Esta obra
en inglés consta de unos cuantos tomos. Publicada por Baker Book House,
Grand Rapids, Michigan, Estados Unidos.
“El debilitamiento y la caída del Imperio Romano.” Dos tomos. Por Edward
Gibbons. Obra publicada por William Benton. Enciclopedia Britannica, Inc.,
Chicago, London, Toronto. 1952. Esta obra figura en la serie de: “Los libros
más importantes del mundo occidental”.
Apocalipsis

Capítulo Nueve de esta exposición

“Las siete plagas postreras,”


las cuales son también
“las siete copas de la ira de Dios.”

Los capítulos quince y dieciséis de Apocalipsis


Introducción.
“Las siete plagas” son lo mismo que “las siete copas de oro, llenas de la ira de
Dios”.
Los mismos siete ángeles que tienen “las siete plagas” también reciben “las
siete copas de oro” (Apocalipsis 15:7), las cuales se identifican en el versículo
ocho como “las siete plagas”.
En Apocalipsis 16:9, las catástrofes que resultan cuando los ángeles derraman
las copas de la ira de Dios se describen como “estas plagas”.
Estas plagas son las “postreras”.
Son las últimas.
Después de estas, no habrá otras porque después de estas ¡viene el fin del
universo y del tiempo!
“Postreras” implica que hay otras “anteriores”, o “primeras”.
Quizás las “primeras” sean las “tres plagas... el fuego, el humo y el azufre que
salían” de la boca de los caballos, según las visiones de la sexta trompeta
(Apocalipsis 9:17-21).
Los “dos testigos” también tenían “poder... para herir la tierra con toda plaga,
cuantas veces quieran” (Apocalipsis 11:6).
Después de aquellas primeras vienen las “siete... postreras”, ¡las últimas y las
peores!
¿Por qué identificarlas como las “postreras”? “Porque en ellas se consumaba
la ira de Dios” (Apocalipsis 15:1).
“Consumar” quiere decir: “Realizar completamente”. “Consumado” significa:
“Acabado” (Diccionario de uso del español, Tomo I. Página 740)
Al “realizar completamente” su obra de redención en la cruz, Cristo exclamó:
“Consumado es” (Juan 19:30). No se consumó su sacrificio expiatorio a lo
largo de su ministerio sino en la cruz.
Mediante “las siete plagas postreras”, Dios acabará con los pecadores
intransigentes de los últimos días de la tierra. Consumará en ellos su ira.
Los términos “postreras” y “se consuma” claramente implican periodos de
tiempo que deben, lógicamente, distinguirse de los tiempos que los preceden.
Una y otra vez encontramos en el libro de Apocalipsis la “línea del tiempo” a lo
largo de la cual ocurre el cumplimiento de las distintas profecías.

185
Las “siete plagas postreras” no ocurren a través de toda la Era Cristiana. ¡Son
las “postreras”! No caen continuamente sobre la tierra y la humanidad sino que
se derraman solo durante los últimos días.
La ira de Dios no “se consuma” a través de toda la Era Cristiana. ¡”Se
consuma” al final de esta Era! Alcanza su punto fulminante durante los últimos
días de esta Era y se desborda.
Precisamente, porque son las “postreras” y porque en ellas se consuma la ira
de Dios, estas siete plagas pertenecen a los últimos tiempos agónicos de la
tierra. Las proyectamos para el final del “poco de tiempo”.
Es evidente que Dios desea estar a solas durante la ejecución de las siete
plagas. “Uno de los cuatro seres vivientes” entrega “a los siete ángeles siete
copas de oro, llenas de la ira de Dios”, y al hacerlo, “el templo se llenó de
humo... y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las
siete plagas de los siete ángeles” (Apocalipsis 15:8). “Nadie podía entrar en el
templo.” Ni los cuatro seres vivientes, ni los veinticuatro ancianos, ni Gabriel, ni
los demás ángeles, ¡ni nadie! Tan difícil, triste y terrible para el Padre amoroso
y paciente se torna la situación cuando ya no hay remedio y es necesario
destruir totalmente la creación que se ha dañado a causa del pecado. Prefiere
él estar a solas mientras se efectúa la destrucción.
Antes del tiempo de las “siete plagas postreras”, los seres celestiales tienen
acceso a la presencia de Dios.
Durante la ejecución de las plagas, no lo tienen. La “línea de tiempo” también
es palpable en estas circunstancias.
La visión del “mar de vidrio mezclado con fuego” y de los que vencieron a la
bestia y su imagen (Apocalipsis 15:2-4) también apoya la deducción según la
cual estas “siete plagas postreras” se cumplen al final del “poco de tiempo”.
Estas almas lucharon en la tierra contra la bestia y su imagen, resistiéndolas y
triunfando.
Para el tiempo del inicio de las siete plagas, están “en pie sobre el mar de
vidrio” el cual se encuentra “delante del trono” de Dios (Apocalipsis 4:1-6), es
decir, están en el cielo. No están en la tierra. No están en el Hades. ¡Están en
el cielo!
Sin duda, se trata de los mártires resucitados en la “primera resurrección”. (La
explicación analítica de la “primera resurrección” se halla en el Capítulo Diez
de esta exposición.)
No están reinando con Cristo de la manera que lo hacen durante el Milenio.
(Ver el Capítulo Diez de esta exposición.)
Están “en pie sobre el mar de vidrio”, cantando “victoria”, “el cántico de
Moisés... y del Cordero”, porque ya está a la vista el triunfo final de Dios sobre
las fuerzas satánicas.
Todos estos factores prueban, con toda certidumbre, que antes de iniciarse
“las siete plagas postreras”, ya ha transcurrido mucho tiempo de la Era
Cristiana. La segunda bestia se hizo poderosa, mandó a hacer una imagen de
la primera bestia, mató a los que no la adorasen, estos santos que se
convirtieron en mártires resucitan en la “primera resurrección” y ahora están
“en pie sobre el mar de vidrio”.
“Las siete plagas postreras” (“las siete copas de la ira de Dios”).
La primera copa de ira (la primera plaga): “Vino una úlcera maligna y pestilente
sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su
imagen” (Apocalipsis 16:2).
Se profetizan para los pecadores endurecidos del final del “poco de tiempo”,
terribles enfermedades a manera de epidemias.

186
“Una úlcera maligna”, es decir, cancerosa. “Maligno”: “Se aplica a las
enfermedades peligrosas o graves. Específicamente, a los tumores
cancerosos” (Diccionario de uso del español, Tomo II, Página 318).
“Pestilente”, o sea, que pudre la carne haciéndola apestar. “Se aplica a lo que
huele muy mal.” “Pestilente” se deriva del vocablo “pestilencia”, la cual significa
“peste”, o sea, una “epidemia” (Diccionario de uso del español, Tomo II, Página
723).
Esta plaga es similar a la que Jehová trajo sobre los egipcios (Éxodo 9:8-12).
Si castigó con tal plaga a aquel pueblo endurecido, ¿por qué no habría de
afligir de la misma manera a los pecadores impenitentes del final del “poco de
tiempo”?
Las víctimas de esta plaga se identifican, en particular, como “los hombres que
tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen”.
La “madre iglesia apóstata” (la segunda bestia), permanece en la tierra hasta
el fin (2 Tesalonicenses 2:9).
Los diez cuernos la dejan “desolada y desnuda” (Apocalipsis 17:16).
Sin embargo, ella se las arregla para seguir adelante. Sigue en la tierra
durante el Milenio.
Simbolizada por el “falso profeta” (Apocalipsis 16:13), entra en alianza con el
dragón y con la bestia que tiene siete cabezas para engañar a las naciones
durante el “poco de tiempo”.
Por lo tanto, desde el nacimiento de la segunda bestia hasta el fin del mundo
nunca faltan en la tierra seres humanos que tienen “la marca de la bestia”. En
la actualidad, centenares de millones la tienen.
La “imagen”.
No se trata de la misma “imagen” que la segunda bestia (la iglesia apóstata)
hizo crear durante la Edad Medieval. O sea, no se trata del Sacro Imperio
Romano, pues este llegó a su fin en el año 1555 d.C.
Evidentemente, se alude a otra “imagen” que la “madre iglesia apóstata”
levante en los tiempos que preceden al fin del mundo.
En sentido general, la “bestia” (la segunda) simboliza todo tipo de religión falsa
e idolátrica. De igual manera, la “imagen” simboliza cualquier poder secular
vinculado a tal religión. El mismo “Convenio Diabólico” entre la religión falsa y
el poder político engañado que rigió durante la Edad Oscura, volverá a
tramarse durante el “poco de tiempo”, quizás imponiéndose con aún más
violencia, pero durará “poco tiempo”.
La segunda copa de ira (la segunda plaga): el mar “se convirtió en sangre
como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar” (Apocalipsis 16:3).
Esta plaga no es paralela con la segunda trompeta.
Al sonar la segunda trompeta, “la tercera parte del mar se convirtió en sangre
y murió la tercera parte de los seres vivientes” (Apocalipsis 8:8-9). En cambio,
al cumplirse la segunda plaga, ¡todo el mar se convierte en sangre “como de
muerto” (oscura, coagulada) y muere “todo ser vivo” que hay en él!
Además, la profecía de la segunda trompeta tiene su cumplimiento, conforme a
la interpretación desarrollada, a lo menos en parte antes del “poco de tiempo”.
En cambio, la segunda plaga pertenece a las “postreras”.
El cumplimiento de la profecía.
En el tiempo de Moisés, Dios azotó a la tierra de Egipto con una plaga de
sangre. Dijo al Faraón: “Golpearé... el agua que está en el río, y se convertirá
en sangre. Y los peces que hay en el río morirán, y hederá el río, y los egipcios
tendrán asco de beber el agua del río” (Éxodo 7:14-25). La plaga duró siete
días. Si Jehová trajo tal plaga sobre los egipcios que rehusaban hacer su

187
voluntad, ¿por qué no habría de hacer lo mismo en el caso de los pecadores
de los últimos días que le resisten tenazmente? El texto apocalíptico no nos
obliga a postular algún cumplimiento meramente simbólico para esta plaga de
“sangre como de muerto”.
¿Es posible que el color de la “sangre como de muerto” (rojo oscuro, con
matices de negro) y la peste de la sangre, tengan su cumplimiento, aunque
sea en parte, en la contaminación universal de los mares? En la actualidad,
¿no es la contaminación de los mares un asunto de preocupación global?
¿Acaso indican el color y el hedor de la sangre la matanza de todos los seres
marinos cuya sangre tiñe las aguas de los mares? En la actualidad, a causa de
la explotación de los recursos marinos escasean muchas especies y hay gran
competencia y pugnas entre las naciones que extraen las riquezas de los
mares hasta agotarlas.
¿Acaso indican que alguna “plaga” aún no prevista resulte en la muerte de
todos los seres marinos?
Solo podemos especular, pues esta “plaga” es para el final del “poco de
tiempo” cuando se consume la ira de Dios.
Seguramente, la pérdida total del alimento que provee el mar sería un desastre
indecible para la raza humana, ¡una verdadera “plaga” terrible!
Aplicar esta plaga solo al ámbito social, político y espiritual disminuye, a
nuestro entender, el impacto que debe tener para los pecadores empedernidos
que piensan seguir oponiéndose a Dios. Estos entienden mejor el lenguaje de
lo material: de las pérdidas globales de los recursos vitales para la
alimentación de la humanidad, de las pestilencias insoportables, de escenas
repugnantes, tales como el agua de color a “sangre de muerto”. Pues, ¡qué
entiendan de una vez que su mentalidad carnal, egoísta y belicosa de “rebelde
contra Dios” traerá, a la larga, tales plagas!
La tercera copa de ira (la tercera plaga): “Los ríos... y las fuentes de las
aguas... se convirtieron en sangre” (Apocalipsis 16:4). Aplican más o menos
los mismos comentarios que acabamos de hacer sobre la segunda copa de ira.
Observamos que esta plaga ocurre después del martirio de algunos cristianos.
“Por cuanto derramaron (tiempo pasado) la sangre de los santos y de los
profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen”
(Apocalipsis 16:6).
Durante el “poco de tiempo”, el número de los mártires será completado
(Apocalipsis 6:11).
Los malvados recalcitrantes que matan a los cristianos durante el “poco de
tiempo” experimentarán en carne viva el castigo de Dios mediante las “siete
plagas” antes de ser finalmente ultimados por el jinete del caballo blanco
(Apocalipsis 19:21).
La cuarta copa de ira (la cuarta plaga): al sol le “fue dado quemar a los
hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor”
(Apocalipsis 16:8-9).
Favor de considerar el comentario traído en la partida B, 2, d, (2).
Esta cuarta plaga no es paralela con la cuarta trompeta.
Al sonar la cuarta trompeta, se oscurece la tercera parte del sol, de la luna y de
las estrelles. Opacados en una tercera parte, estos cuerpos celestiales
alumbran menos. Opacado el sol en una tercera parte, su calor es menos.
En cambio, el sol de la cuarta plaga es más caliente.
¿Cómo será implementada esta plaga?

188
En la actualidad, ¿no es discutido mucho el tema del supuesto “calentamiento
global”, o sea, que el promedio de la temperatura de la tierra en todo el mundo
está incrementando poco a poco?
En la actualidad, ¿no están lamentando muchos seres humanos la disminución
de la capa de ozono? Esta condición expone al ser humano a los rayos solares
que lo queman causando cánceres de la piel, las “úlceras malignas” de la
primera plaga.
Si estas condiciones empeoran considerablemente, de cierto, ¡los hombres se
quemarán con el fuego del sol!
¿No aseguran los científicos que el sol mismo siempre está fluctuando en
intensidad? ¿Qué tal si aumenta notablemente su calor? ¡El resultado para la
tierra sería sumamente desastroso!
La quinta copa de ira (la quinta plaga): “El quinto ángel derramó su copa sobre
el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas” (Apocalipsis 16:10).
“Sobre el trono de la bestia.”
“El trono.” El centro de mando. Quizás la capital del reino de la bestia. El lugar
donde se concentra el poder del reino de la bestia; donde la mayoría de los
poderosos del reino ejercen su función.
“La bestia.”
Se trata de “la bestia” que, en términos generales, simboliza a todo gobierno
engañado y ligado a la religión falsa.
Conforme al contexto de estas “plagas postreras” y la consumación de la ira de
Dios, se trata, específicamente, del octavo rey, que es lo mismo que el “cuerno
pequeño”, es decir, el conjunto de los poderes seculares que se levantan
durante el “poco de tiempo” en oposición acérrima a Dios y su pueblo.
“Su reino se cubrió de tinieblas.”
¿Se trata de “tinieblas” literales? ¿Por qué no?
Jehová trajo sobre el obstinado pueblo de Egipto una plaga de “densas
tinieblas”, tan densas que “ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su
lugar en tres días” (Éxodo 10:21-25).
Por el espacio de tres horas, “hubo tinieblas sobre toda la tierra” de los judíos
incrédulos cuando crucificaron al Mesías (Lucas 23:44-45).
Pues, ¿ha de considerarse cosa extraña que Dios, al consumar su ira en los
grandes pecadores impenitentes de los últimos días, traiga sobre ellos una
plaga literal de “tinieblas”?
Inherentemente, el reino de la bestia es un reino de tinieblas espirituales y
morales. Por naturaleza, ese reino está cubierto día y noche de ese tipo de
“tinieblas”. Vive en “tinieblas” espirituales y morales. Ama “más las tinieblas
que la luz” (Juan 3:19). Durante los últimos días del “poco de tiempo”, esas
tinieblas alcanzan una densidad espantosa. No es preciso que Dios traiga una
plaga de tinieblas espirituales y morales sobre aquella generación, pues ¡se la
traen sobre sí misma siempre! Son de la noche y pertenecen a las tinieblas
espirituales y morales de afuera (1 Tesalonicenses 5:4-8). Se deduce que la
plaga de “tinieblas” que trae Dios ¡es literal! No es la misma condición que es
rasgo perenne del reino de la bestia. Por lo tanto, ¡es literal!
Observación sobre la duración de estas cinco plagas. No hay por qué asumir
que estas cinco plagas, una vez iniciadas, duraran hasta el momento de la
destrucción total de la tierra. Las plagas traídas sobre Egipto duraron unos
días, nada más. Opinamos que lo mismo sucederá en el caso de “las plagas
postreras”: durarán poco tiempo, quizás unos pocos días, nada más.
La sexta copa de ira (la sexta plaga). Apocalipsis 16:12-16. Para una
explicación sobre esta plaga, ver la interpretación dada en el Capítulo Dos.

189
La séptima copa de ira (la séptima plaga). Apocalipsis 16:17-21. Para la
interpretación de esta plaga, favor de leer la sección del Capítulo Dos que la
trata.
La reacción de los pecadores empedernidos a las plagas de los últimos días:
“Mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus
dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras” (Apocalipsis
16:10-11). “Blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas
plagas, y no se arrepintieron para darle gloria” (Apocalipsis 16:9).
Dios es el que “tiene poder sobre estas plagas”, y no Satanás. (Apocalipsis
16:9). El Todopoderoso trae las plagas sobre los pecadores para que se
arrepientan y le den “gloria” a su Creador, pero ¡no se arrepienten ni glorifican
al Todopoderoso!
Blasfeman. No se arrepienten. Este es el mismo cuadro de ellos que se
presenta en otros textos apocalípticos donde se describe la contumaz rebeldía,
la obstinación recalcitrante, de los pecadores de los últimos días del mundo
(Apocalipsis 9:20-21; 16:21). Pero, en el momento culminante de la
consumación de la ira de Dios, cuando se manifiesta su poder irresistible
mediante “un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los
hombres han estado sobre la tierra” (Apocalipsis 16:18), etcétera, y cuando
aparece el jinete del caballo blanco con los ejércitos celestiales (Apocalipsis
19:11-21), estos grandes pecadores se llenan de terror y ¡confiesan el nombre
de Dios, dándole gloria! (Apocalipsis 6:15-17; 11:13) Tristemente, para ellos la
gracia y la misericordia de Dios se acabaron. Tardaron demasiado en
reconocer su grandeza y poder. Lo incitaron a derramar las siete copas de ira y
“no hubo ya remedio” (2 Crónicas 36:16) para ellos, ni para la tierra dañada
por sus obras.
Muerden “de dolor sus lenguas”.
Tan intensa es la angustia causada por la podredumbre de las aguas y la
densidad de las “tinieblas”, tan intenso el dolor causado por las úlceras
malignas y el calor del sol, que estos pecadores pierden el dominio de su
mente y de su cuerpo, mordiendo sus lenguas. Sufren un choque emocional
tan impactante que muerden sus lenguas.
Las plagas literales pueden causar esta reacción tan triste y escalofriante. En
cambio, las “plagas” de la maldad, de la superstición y de la ignorancia moral y
espiritual no surten el mismo efecto en los pecadores impenitentes. Al
contrario, ellos se deleitan en sus perversiones, no teniéndolas como “plagas”.
Apocalipsis

Capítulo Nueve de esta exposición

“Las siete plagas postreras,”


las cuales son también
“las siete copas de la ira de Dios.”

Los capítulos quince y dieciséis de Apocalipsis


Introducción.
“Las siete plagas” son lo mismo que “las siete copas de oro, llenas de la ira de
Dios”.
Los mismos siete ángeles que tienen “las siete plagas” también reciben “las
siete copas de oro” (Apocalipsis 15:7), las cuales se identifican en el versículo
ocho como “las siete plagas”.

190
En Apocalipsis 16:9, las catástrofes que resultan cuando los ángeles derraman
las copas de la ira de Dios se describen como “estas plagas”.
Estas plagas son las “postreras”.
Son las últimas.
Después de estas, no habrá otras porque después de estas ¡viene el fin del
universo y del tiempo!
“Postreras” implica que hay otras “anteriores”, o “primeras”.
Quizás las “primeras” sean las “tres plagas... el fuego, el humo y el azufre que
salían” de la boca de los caballos, según las visiones de la sexta trompeta
(Apocalipsis 9:17-21).
Los “dos testigos” también tenían “poder... para herir la tierra con toda plaga,
cuantas veces quieran” (Apocalipsis 11:6).
Después de aquellas primeras vienen las “siete... postreras”, ¡las últimas y las
peores!
¿Por qué identificarlas como las “postreras”? “Porque en ellas se consumaba
la ira de Dios” (Apocalipsis 15:1).
“Consumar” quiere decir: “Realizar completamente”. “Consumado” significa:
“Acabado” (Diccionario de uso del español, Tomo I. Página 740)
Al “realizar completamente” su obra de redención en la cruz, Cristo exclamó:
“Consumado es” (Juan 19:30). No se consumó su sacrificio expiatorio a lo
largo de su ministerio sino en la cruz.
Mediante “las siete plagas postreras”, Dios acabará con los pecadores
intransigentes de los últimos días de la tierra. Consumará en ellos su ira.
Los términos “postreras” y “se consuma” claramente implican periodos de
tiempo que deben, lógicamente, distinguirse de los tiempos que los preceden.
Una y otra vez encontramos en el libro de Apocalipsis la “línea del tiempo” a lo
largo de la cual ocurre el cumplimiento de las distintas profecías.
Las “siete plagas postreras” no ocurren a través de toda la Era Cristiana. ¡Son
las “postreras”! No caen continuamente sobre la tierra y la humanidad sino que
se derraman solo durante los últimos días.
La ira de Dios no “se consuma” a través de toda la Era Cristiana. ¡”Se
consuma” al final de esta Era! Alcanza su punto fulminante durante los últimos
días de esta Era y se desborda.
Precisamente, porque son las “postreras” y porque en ellas se consuma la ira
de Dios, estas siete plagas pertenecen a los últimos tiempos agónicos de la
tierra. Las proyectamos para el final del “poco de tiempo”.
Es evidente que Dios desea estar a solas durante la ejecución de las siete
plagas. “Uno de los cuatro seres vivientes” entrega “a los siete ángeles siete
copas de oro, llenas de la ira de Dios”, y al hacerlo, “el templo se llenó de
humo... y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las
siete plagas de los siete ángeles” (Apocalipsis 15:8). “Nadie podía entrar en el
templo.” Ni los cuatro seres vivientes, ni los veinticuatro ancianos, ni Gabriel, ni
los demás ángeles, ¡ni nadie! Tan difícil, triste y terrible para el Padre amoroso
y paciente se torna la situación cuando ya no hay remedio y es necesario
destruir totalmente la creación que se ha dañado a causa del pecado. Prefiere
él estar a solas mientras se efectúa la destrucción.
Antes del tiempo de las “siete plagas postreras”, los seres celestiales tienen
acceso a la presencia de Dios.
Durante la ejecución de las plagas, no lo tienen. La “línea de tiempo” también
es palpable en estas circunstancias.

191
La visión del “mar de vidrio mezclado con fuego” y de los que vencieron a la
bestia y su imagen (Apocalipsis 15:2-4) también apoya la deducción según la
cual estas “siete plagas postreras” se cumplen al final del “poco de tiempo”.
Estas almas lucharon en la tierra contra la bestia y su imagen, resistiéndolas y
triunfando.
Para el tiempo del inicio de las siete plagas, están “en pie sobre el mar de
vidrio” el cual se encuentra “delante del trono” de Dios (Apocalipsis 4:1-6), es
decir, están en el cielo. No están en la tierra. No están en el Hades. ¡Están en
el cielo!
Sin duda, se trata de los mártires resucitados en la “primera resurrección”. (La
explicación analítica de la “primera resurrección” se halla en el Capítulo Diez
de esta exposición.)
No están reinando con Cristo de la manera que lo hacen durante el Milenio.
(Ver el Capítulo Diez de esta exposición.)
Están “en pie sobre el mar de vidrio”, cantando “victoria”, “el cántico de
Moisés... y del Cordero”, porque ya está a la vista el triunfo final de Dios sobre
las fuerzas satánicas.
Todos estos factores prueban, con toda certidumbre, que antes de iniciarse
“las siete plagas postreras”, ya ha transcurrido mucho tiempo de la Era
Cristiana. La segunda bestia se hizo poderosa, mandó a hacer una imagen de
la primera bestia, mató a los que no la adorasen, estos santos que se
convirtieron en mártires resucitan en la “primera resurrección” y ahora están
“en pie sobre el mar de vidrio”.
“Las siete plagas postreras” (“las siete copas de la ira de Dios”).
La primera copa de ira (la primera plaga): “Vino una úlcera maligna y pestilente
sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su
imagen” (Apocalipsis 16:2).
Se profetizan para los pecadores endurecidos del final del “poco de tiempo”,
terribles enfermedades a manera de epidemias.
“Una úlcera maligna”, es decir, cancerosa. “Maligno”: “Se aplica a las
enfermedades peligrosas o graves. Específicamente, a los tumores
cancerosos” (Diccionario de uso del español, Tomo II, Página 318).
“Pestilente”, o sea, que pudre la carne haciéndola apestar. “Se aplica a lo que
huele muy mal.” “Pestilente” se deriva del vocablo “pestilencia”, la cual significa
“peste”, o sea, una “epidemia” (Diccionario de uso del español, Tomo II, Página
723).
Esta plaga es similar a la que Jehová trajo sobre los egipcios (Éxodo 9:8-12).
Si castigó con tal plaga a aquel pueblo endurecido, ¿por qué no habría de
afligir de la misma manera a los pecadores impenitentes del final del “poco de
tiempo”?
Las víctimas de esta plaga se identifican, en particular, como “los hombres que
tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen”.
La “madre iglesia apóstata” (la segunda bestia), permanece en la tierra hasta
el fin (2 Tesalonicenses 2:9).
Los diez cuernos la dejan “desolada y desnuda” (Apocalipsis 17:16).
Sin embargo, ella se las arregla para seguir adelante. Sigue en la tierra
durante el Milenio.
Simbolizada por el “falso profeta” (Apocalipsis 16:13), entra en alianza con el
dragón y con la bestia que tiene siete cabezas para engañar a las naciones
durante el “poco de tiempo”.

192
Por lo tanto, desde el nacimiento de la segunda bestia hasta el fin del mundo
nunca faltan en la tierra seres humanos que tienen “la marca de la bestia”. En
la actualidad, centenares de millones la tienen.
La “imagen”.
No se trata de la misma “imagen” que la segunda bestia (la iglesia apóstata)
hizo crear durante la Edad Medieval. O sea, no se trata del Sacro Imperio
Romano, pues este llegó a su fin en el año 1555 d.C.
Evidentemente, se alude a otra “imagen” que la “madre iglesia apóstata”
levante en los tiempos que preceden al fin del mundo.
En sentido general, la “bestia” (la segunda) simboliza todo tipo de religión falsa
e idolátrica. De igual manera, la “imagen” simboliza cualquier poder secular
vinculado a tal religión. El mismo “Convenio Diabólico” entre la religión falsa y
el poder político engañado que rigió durante la Edad Oscura, volverá a
tramarse durante el “poco de tiempo”, quizás imponiéndose con aún más
violencia, pero durará “poco tiempo”.

La segunda copa de ira (la segunda plaga): el mar “se convirtió en sangre
como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar” (Apocalipsis 16:3).
Esta plaga no es paralela con la segunda trompeta.
Al sonar la segunda trompeta, “la tercera parte del mar se convirtió en sangre
y murió la tercera parte de los seres vivientes” (Apocalipsis 8:8-9). En cambio,
al cumplirse la segunda plaga, ¡todo el mar se convierte en sangre “como de
muerto” (oscura, coagulada) y muere “todo ser vivo” que hay en él!
Además, la profecía de la segunda trompeta tiene su cumplimiento, conforme a
la interpretación desarrollada, a lo menos en parte antes del “poco de tiempo”.
En cambio, la segunda plaga pertenece a las “postreras”.
El cumplimiento de la profecía.
En el tiempo de Moisés, Dios azotó a la tierra de Egipto con una plaga de
sangre. Dijo al Faraón: “Golpearé... el agua que está en el río, y se convertirá
en sangre. Y los peces que hay en el río morirán, y hederá el río, y los egipcios
tendrán asco de beber el agua del río” (Éxodo 7:14-25). La plaga duró siete
días. Si Jehová trajo tal plaga sobre los egipcios que rehusaban hacer su
voluntad, ¿por qué no habría de hacer lo mismo en el caso de los pecadores
de los últimos días que le resisten tenazmente? El texto apocalíptico no nos
obliga a postular algún cumplimiento meramente simbólico para esta plaga de
“sangre como de muerto”.
¿Es posible que el color de la “sangre como de muerto” (rojo oscuro, con
matices de negro) y la peste de la sangre, tengan su cumplimiento, aunque
sea en parte, en la contaminación universal de los mares? En la actualidad,
¿no es la contaminación de los mares un asunto de preocupación global?
¿Acaso indican el color y el hedor de la sangre la matanza de todos los seres
marinos cuya sangre tiñe las aguas de los mares? En la actualidad, a causa de
la explotación de los recursos marinos escasean muchas especies y hay gran
competencia y pugnas entre las naciones que extraen las riquezas de los
mares hasta agotarlas.
¿Acaso indican que alguna “plaga” aún no prevista resulte en la muerte de
todos los seres marinos?
Solo podemos especular, pues esta “plaga” es para el final del “poco de
tiempo” cuando se consume la ira de Dios.
Seguramente, la pérdida total del alimento que provee el mar sería un desastre
indecible para la raza humana, ¡una verdadera “plaga” terrible!

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Aplicar esta plaga solo al ámbito social, político y espiritual disminuye, a
nuestro entender, el impacto que debe tener para los pecadores empedernidos
que piensan seguir oponiéndose a Dios. Estos entienden mejor el lenguaje de
lo material: de las pérdidas globales de los recursos vitales para la
alimentación de la humanidad, de las pestilencias insoportables, de escenas
repugnantes, tales como el agua de color a “sangre de muerto”. Pues, ¡qué
entiendan de una vez que su mentalidad carnal, egoísta y belicosa de “rebelde
contra Dios” traerá, a la larga, tales plagas!

La tercera copa de ira (la tercera plaga): “Los ríos... y las fuentes de las
aguas... se convirtieron en sangre” (Apocalipsis 16:4). Aplican más o menos
los mismos comentarios que acabamos de hacer sobre la segunda copa de ira.
Observamos que esta plaga ocurre después del martirio de algunos cristianos.
“Por cuanto derramaron (tiempo pasado) la sangre de los santos y de los
profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen”
(Apocalipsis 16:6).
Durante el “poco de tiempo”, el número de los mártires será completado
(Apocalipsis 6:11).
Los malvados recalcitrantes que matan a los cristianos durante el “poco de
tiempo” experimentarán en carne viva el castigo de Dios mediante las “siete
plagas” antes de ser finalmente ultimados por el jinete del caballo blanco
(Apocalipsis 19:21).
La cuarta copa de ira (la cuarta plaga): al sol le “fue dado quemar a los
hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor”
(Apocalipsis 16:8-9).
Favor de considerar el comentario traído en la partida B, 2, d, (2).
Esta cuarta plaga no es paralela con la cuarta trompeta.
Al sonar la cuarta trompeta, se oscurece la tercera parte del sol, de la luna y de
las estrelles. Opacados en una tercera parte, estos cuerpos celestiales
alumbran menos. Opacado el sol en una tercera parte, su calor es menos.
En cambio, el sol de la cuarta plaga es más caliente.
¿Cómo será implementada esta plaga?
En la actualidad, ¿no es discutido mucho el tema del supuesto “calentamiento
global”, o sea, que el promedio de la temperatura de la tierra en todo el mundo
está incrementando poco a poco?
En la actualidad, ¿no están lamentando muchos seres humanos la disminución
de la capa de ozono? Esta condición expone al ser humano a los rayos solares
que lo queman causando cánceres de la piel, las “úlceras malignas” de la
primera plaga.
Si estas condiciones empeoran considerablemente, de cierto, ¡los hombres se
quemarán con el fuego del sol!
¿No aseguran los científicos que el sol mismo siempre está fluctuando en
intensidad? ¿Qué tal si aumenta notablemente su calor? ¡El resultado para la
tierra sería sumamente desastroso!
La quinta copa de ira (la quinta plaga): “El quinto ángel derramó su copa sobre
el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas” (Apocalipsis 16:10).
“Sobre el trono de la bestia.”
“El trono.” El centro de mando. Quizás la capital del reino de la bestia. El lugar
donde se concentra el poder del reino de la bestia; donde la mayoría de los
poderosos del reino ejercen su función.
“La bestia.”

194
Se trata de “la bestia” que, en términos generales, simboliza a todo gobierno
engañado y ligado a la religión falsa.
Conforme al contexto de estas “plagas postreras” y la consumación de la ira de
Dios, se trata, específicamente, del octavo rey, que es lo mismo que el “cuerno
pequeño”, es decir, el conjunto de los poderes seculares que se levantan
durante el “poco de tiempo” en oposición acérrima a Dios y su pueblo.
“Su reino se cubrió de tinieblas.”
¿Se trata de “tinieblas” literales? ¿Por qué no?
Jehová trajo sobre el obstinado pueblo de Egipto una plaga de “densas
tinieblas”, tan densas que “ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su
lugar en tres días” (Éxodo 10:21-25).
Por el espacio de tres horas, “hubo tinieblas sobre toda la tierra” de los judíos
incrédulos cuando crucificaron al Mesías (Lucas 23:44-45).
Pues, ¿ha de considerarse cosa extraña que Dios, al consumar su ira en los
grandes pecadores impenitentes de los últimos días, traiga sobre ellos una
plaga literal de “tinieblas”?
Inherentemente, el reino de la bestia es un reino de tinieblas espirituales y
morales. Por naturaleza, ese reino está cubierto día y noche de ese tipo de
“tinieblas”. Vive en “tinieblas” espirituales y morales. Ama “más las tinieblas
que la luz” (Juan 3:19). Durante los últimos días del “poco de tiempo”, esas
tinieblas alcanzan una densidad espantosa. No es preciso que Dios traiga una
plaga de tinieblas espirituales y morales sobre aquella generación, pues ¡se la
traen sobre sí misma siempre! Son de la noche y pertenecen a las tinieblas
espirituales y morales de afuera (1 Tesalonicenses 5:4-8). Se deduce que la
plaga de “tinieblas” que trae Dios ¡es literal! No es la misma condición que es
rasgo perenne del reino de la bestia. Por lo tanto, ¡es literal!
Observación sobre la duración de estas cinco plagas. No hay por qué asumir
que estas cinco plagas, una vez iniciadas, duraran hasta el momento de la
destrucción total de la tierra. Las plagas traídas sobre Egipto duraron unos
días, nada más. Opinamos que lo mismo sucederá en el caso de “las plagas
postreras”: durarán poco tiempo, quizás unos pocos días, nada más.
La sexta copa de ira (la sexta plaga). Apocalipsis 16:12-16. Para una
explicación sobre esta plaga, ver la interpretación dada en el Capítulo Dos.
La séptima copa de ira (la séptima plaga). Apocalipsis 16:17-21. Para la
interpretación de esta plaga, favor de leer la sección del Capítulo Dos que la
trata.
La reacción de los pecadores empedernidos a las plagas de los últimos días:
“Mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus
dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras” (Apocalipsis
16:10-11). “Blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas
plagas, y no se arrepintieron para darle gloria” (Apocalipsis 16:9).
Dios es el que “tiene poder sobre estas plagas”, y no Satanás. (Apocalipsis
16:9). El Todopoderoso trae las plagas sobre los pecadores para que se
arrepientan y le den “gloria” a su Creador, pero ¡no se arrepienten ni glorifican
al Todopoderoso!
Blasfeman. No se arrepienten. Este es el mismo cuadro de ellos que se
presenta en otros textos apocalípticos donde se describe la contumaz rebeldía,
la obstinación recalcitrante, de los pecadores de los últimos días del mundo
(Apocalipsis 9:20-21; 16:21). Pero, en el momento culminante de la
consumación de la ira de Dios, cuando se manifiesta su poder irresistible
mediante “un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los
hombres han estado sobre la tierra” (Apocalipsis 16:18), etcétera, y cuando

195
aparece el jinete del caballo blanco con los ejércitos celestiales (Apocalipsis
19:11-21), estos grandes pecadores se llenan de terror y ¡confiesan el nombre
de Dios, dándole gloria! (Apocalipsis 6:15-17; 11:13) Tristemente, para ellos la
gracia y la misericordia de Dios se acabaron. Tardaron demasiado en
reconocer su grandeza y poder. Lo incitaron a derramar las siete copas de ira y
“no hubo ya remedio” (2 Crónicas 36:16) para ellos, ni para la tierra dañada
por sus obras.
Muerden “de dolor sus lenguas”.
Tan intensa es la angustia causada por la podredumbre de las aguas y la
densidad de las “tinieblas”, tan intenso el dolor causado por las úlceras
malignas y el calor del sol, que estos pecadores pierden el dominio de su
mente y de su cuerpo, mordiendo sus lenguas. Sufren un choque emocional
tan impactante que muerden sus lenguas.
Las plagas literales pueden causar esta reacción tan triste y escalofriante. En
cambio, las “plagas” de la maldad, de la superstición y de la ignorancia moral y
espiritual no surten el mismo efecto en los pecadores impenitentes. Al
contrario, ellos se deleitan en sus perversiones, no teniéndolas como “plagas”.
Apocalipsis

Capítulo Diez de esta exposición

“El MILENIO y la
Primera resurrección”
Apocalipsis 20:1-10

A continuación, el texto de Apocalipsis 20:1-10.


(1) “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una
gran cadena en la mano.
(2) Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y
lo ató por mil años;
(3) y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no
engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos los mil años; y
después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
(4) Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de
juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y
por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y
que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y
reinaron con Cristo mil años.
(5) Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil
años. Esta es la primera resurrección.
(6) Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la
segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de
Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
(7) Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,
(8) y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la
tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los
cuales es como la arena del mar.
(9) Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de
los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los
consumió.

196
(10) Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre,
donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche
por los siglos de los siglos.”

Observaciones preliminares.
Estimado lector, si usted es de las personas que aman la Verdad sobre
todas las cosas, estará dispuesto a escudriñar esta exposición con toda
objetividad y paciencia. Sin prejuicio sectario, analizará cada punto, cada
argumento. De cierto, hay muchas interpretaciones distintas y contradictorias
sobre el Milenio y la Primera Resurrección. Las más populares las
encontramos deficientes pues no resisten el análisis lógico ni se ajustan a la
sana exégesis bíblica. En este estudio, afirmamos lo siguiente:

-Que el Milenio precede la segunda venida de Cristo;


-Que muchos países están viviendo el tiempo del Milenio;
-Que la "primera resurrección" es literal;
-Que participan en la "primera resurrección" solo los mártires;
-Que la "primera resurrección" ya ocurrió;
-Que el llamado “rapto de la iglesia”, tal y como enseñado por los
pentecostales y otros grupos, es una falsa doctrina.

El entendimiento perfecto de estos temas no es esencial para la


salvación. Por lo tanto, no nos conviene pasar demasiado tiempo
estudiándolos o debatiéndolos. Sin embargo, se trata de temas encontrados en
la Biblia y, por consiguiente, merecen nuestra sabia consideración. Las
interpretaciones erróneas y sensacionalistas sobre el “Milenio” y el “Rapto” las
catalogamos como muy perjudiciales para muchas almas ingenuas las cuales
se alimentan con falsas esperanzas de “más oportunidades para salvación”
después de la segunda venida de Cristo. La realidad es que no habrá para
ellas, ni para nadie, la menor posibilidad de salvarse después del segundo
regreso del Señor. “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de
salvación” (2 Corintios 6:2).

Exposición de los temas.


Introducción:
“Vi a un ángel que descendía del cielo” (Apocalipsis 20:1).
“Un ángel.” Este mensajero de Dios desciende del cielo con una misión
específica: atar a Satanás por mil años (Apocalipsis 20:2).
Desciende del cielo a la tierra porque Satanás se encuentra en la tierra desde
que fue echado del cielo al triunfar Cristo sobre él en la cruz (Apocalipsis 12:7-
13). Esta “visita” del ángel a la tierra no es visible al ojo humano, pues los
ángeles son seres espirituales invisibles para nosotros, a menos que se
encarnen como en el caso de los ángeles que aparecieron a Abraham. De
todos modos, se trata de un encuentro entre seres espirituales, es decir, entre
“un ángel” y Satanás.
“La llave del abismo.”
“La llave”, o sea, el poder para abrir y cerrar.
“El abismo” es el lugar donde fueron echados “los ángeles que pecaron”; es el
“infierno” o son las “prisiones de oscuridad” (2 Pedro 2:4).
“Una gran cadena en la mano.”
No es pequeña o débil la “cadena” sino grande y fuerte.

197
Desde luego, no se trata de una “gran cadena” literal sino del gran poder que
tiene Dios para sujetar inmóvil a Satanás o restringir su radio de acción en la
tierra.
“Lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre
él.” Mediante estas acciones Dios demuestra que tiene plena potestad sobre
Satanás. Este ser está a la merced del único Dios verdadero, el
Todopoderoso. Si a Jehová le place encerrar a Satanás por un tiempo, lo
puede hacer sin dificultad alguna. ¿Quién es capaz de romper el “sello” que
Dios pone sobre Satanás? ¡Ni Satanás mismo!
El ángel realiza exitosamente su misión, “atando” a Satanás. No solo lo ata
sino también lo arroja al abismo, lo encierra y pone su sello sobre él.
No se trata de meras palabras figurativas sin significado sino de acciones
realizadas por Dios, mediante su ángel, contra el gran enemigo Satanás.
Efectivamente, estas medidas limitan a Satanás en sus movimientos; lo traban.
Conclusión: a Satanás no se le concede la misma medida de poder durante
toda la Era Cristiana. Hay un tiempo cuando su poder es limitado. Se trata del
Milenio (“mil años”) cuando está encerrado en el abismo.
“Por mil años”, o sea, el MILENIO.
La duración del Milenio.
Tal cual los demás “tiempos” de Apocalipsis, este periodo de “mil años” es
simbólico. No hay por qué interpretarlo literalmente como si se tratara de mil
años exactos, ni un segundo más, ni un segundo menos. Los tiempos
simbólicos de Apocalipsis se interpretan en armonía con el contexto donde
aparecen.
Si comparamos los “mil años” con el tiempo de “mil doscientos sesenta días”
(los mil doscientos años “años proféticos” de Apocalipsis 11:3), con el tiempo
de “una hora” cuando los “diez cuernos” entregan su poder a la bestia
(Apocalipsis 17:12) y también con el “poco de tiempo” antes del fin (Apocalipsis
20:3), hay razón para concluir que quizás se trate de un periodo
comparativamente largo. Con todo, jamás debemos perder de vista el hecho
de que “para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día” (2
Pedro 3:8). O sea, cabe la posibilidad de que el Milenio sea una época
relativamente corta.
El Milenio no abarca toda la Era Cristiana.
Antes del Milenio, Satanás está suelto; durante el Milenio, él está atado;
después del Milenio, será suelto de nuevo. Todo esto ocurre durante la Era
Cristiana. Por lo tanto, es del todo imposible que el Milenio abarque toda la Era
Cristiana. Conforme al texto, el Milenio es la segunda de tres épocas distintas
que componen nuestra Era.
La “Primera Época” de la Era Cristiana: Satanás suelto; las “naciones”
engañadas; la iglesia verdadera perseguida.
La “Segunda Época” de la Era Cristiana (el Milenio): Satanás atado; las
“naciones” no son engañadas; la iglesia verdadera no es perseguida.
La “Tercera Época” de la Era Cristiana: Satanás suelto; las “naciones” serán
engañadas; la iglesia verdadera será perseguida de nuevo.
Después del Milenio, viene el “poco de tiempo”. (Apocalipsis 20:3) Por lo tanto,
se deduce que el Milenio NO abarca toda la Era Cristiana. De cierto, ¡no
abarca el “poco de tiempo”!
Estos argumentos son contundentes e irrefutables. Definitivamente el Milenio
no abarca toda la Era Cristiana. Afirmar lo contrario es obviar la clara
enseñanza del pasaje y seguir una tangente que culmina en la falsa
interpretación del Milenio y de otros temas relacionados.

198
Contra estos argumentos, se afirma que Cristo ató a Satanás cuando no cedió
a las tres fuertes tentaciones a las cuales fue sometido al final de los cuarenta
días que pasó en el desierto al principio de su ministerio. Se cita Mateo 12:29
para sostener esta tesis. “Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del
hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá
saquear su casa.” Cristo hizo muchos milagros, entre ellos, echó fuera los
demonios. Se deduce que Cristo había entrado “en la casa” de Satanás
atándolo, y se observa que el verbo “ata” en Mateo 12:29 es el mismo utilizado
en Apocalipsis 20:2. Se concluye que Satanás fue atado al principio del
ministerio de Cristo y que está atado durante toda la Era Cristiana. También se
asevera que el poder que lo ata es el Evangelio de Cristo.
Encontramos defectuosos estos argumentos y estas conclusiones por las
siguientes razones:
Durante su ministerio terrenal, Cristo probó, mediante los milagros que hizo y
al resucitar él mismo de entre los muertos, que tenía poder sobre Satanás,
pero no lo ató de una vez en aquel tiempo para la duración de la Era Mosaica
o para la duración de toda la Era Cristiana. Al contrario, lo dejó suelto para que
se efectuara la crucifixión, para que el pueblo incrédulo de Israel fuese
castigado mediante la destrucción de su templo y la muerte de millones de
judíos, para que engañara a las naciones hasta el inicio del Milenio, para que
las naciones engañadas hicieran alianza con la “gran ramera,” etcétera. Fíjese:
Cristo venció al Hades (Hechos 2:31); sin embargo, el Hades sigue hasta el fin
del tiempo (Apocalipsis 1:18; 6:8; 20:13). Cristo venció la muerte (Apocalipsis
1:18; Hebreos 2:14-15; 1 Corintios 15:55); sin embargo, la muerte sigue
segando la vida de los seres humanos, siendo la muerte el “postrer enemigo
que será destruido” (1 Corintios 15:26). De la misma manera, Cristo “ató” a
Satanás; sin embargo, Satanás sigue suelto, con la excepción del periodo del
Milenio, hasta el fin cuando es echado en el infierno. De manera convincente y
terminante, Cristo demostró su potestad sobre el pecado, el Hades, la muerte y
Satanás, asegurando su eventual triunfo total sobre todas las fuerzas de
maldad. Sin embargo, para el cumplimiento de los designios de Dios, estas
fuerzas siguen manifestándose en la tierra hasta el fin.
La realidad es que Satanás sigue suelto en la tierra aun durante el ministerio
de Cristo. Engaña a casi todos los judíos, ¡aun a los seguidores del Señor!
Engaña a los romanos. El resultado es la crucifixión del Mesías.
Al triunfar Cristo en la cruz sobre “los principados y las potestades”
(Colosenses 2:15), Satanás es echado del cielo (Apocalipsis 12:7-13) a la
tierra y “una gran voz en el cielo” exclama: “¡Ay de los moradores de la tierra y
del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que
tiene poco tiempo” (Apocalipsis 12:12). Según este evento y estas palabras,
Satanás no es atado sino suelto en la tierra donde persigue a Israel según la
carne, como también a “la descendencia” de la mujer vestida del sol, o sea,
persigue a la iglesia verdadera.
Satanás entrega su poder a la primera bestia, a la segunda bestia y a la
imagen de la bestia (Apocalipsis 13). Anda suelto durante los primeros tres
siglos de la Era Cristiana instigando al Imperio Romano a perseguir a la iglesia
verdadera. Anda suelto durante la Edad Medieval, manifestándose libre y
ferozmente a través de la gran “iglesia madre apóstata” y la “imagen” que ella
mandó a crear (Apocalipsis 13). Anda suelto durante el “poco de tiempo”
engañando a las naciones (Apocalipsis 16:12-16; 20:1-3, 7-8). Pero, ¡no anda
suelto durante el Milenio!

199
El “evangelio eterno” (Apocalipsis 14:6) “ata”, en sentido figurado, a Satanás
solo en los corazones de quienes lo obedecen. Los demás seres humanos son
presas de él. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8; 1
Timoteo 2:24-26). ¡”Anda” suelto! A través de la Era Cristiana, los hombres y
las mujeres que obedecen el evangelio puro siempre son un “remanente”. Los
pecadores son la mayoría abrumadora. La Verdad de Dios nunca triunfa en la
mayoría de los corazones. Según las visiones de Daniel y de Apocalipsis, hay
épocas durante la Era Cristiana cuando los santos son vencidos (Daniel 7:21-
22; Apocalipsis 11:7; 12:7). Durante referidas épocas, ciertamente el Evangelio
no ata a Satanás. ¡Este malvado anda suelto!
El Milenio precede la segunda venida de Cristo.
El Milenio transcurre durante el tiempo de la existencia de la tierra y durante el
tiempo cuando las naciones seculares siguen en la tierra.
Al venir Cristo la segunda vez, la tierra y el cielo se huyen de delante de él y no
se encuentra ningún lugar para ellos (Apocalipsis 20:11). Se consumen en
fuego (2 Pedro 3:9-14). “Perecerán... serán mudados” (Hebreos 1:10-12).
Ya que nuestro planeta no existirá después de la segunda venida de Cristo,
¡es del todo imposible que el Milenio tome lugar en la tierra después de la
segunda venida de Cristo! Tiene que transcurrir antes de la segunda venida.
Cristo no regresa antes del Milenio sino después.
Cristo no viene antes del Milenio para “raptar” a su iglesia sino que regresa
para llevar a los santos a la gloria y poner fin al mundo..
Nadie se queda en la tierra después de la segunda venida de Cristo, pues la
tierra misma no permanece después de la segunda venida.
Cristo no regresa una tercera vez después del Milenio para poner fin al mundo,
ni regresa por “fases”. La Biblia no enseña “dos retornos” del Señor sino uno,
nada más.
Dado que el Milenio precede la segunda venida de Cristo, están equivocados
todos los teólogos y todos los pastores pentecostales que lo colocan después
de la segunda venida de Cristo o después del supuesto “rapto” de la iglesia.
Consideremos las condiciones en la tierra antes, durante y después del
Milenio.
Antes, durante y después del Milenio.
Las condiciones en la tierra antes del Milenio: Satanás engaña a las naciones.
La frase “para que no engañase más a las naciones” (Apocalipsis 20:3)
claramente implica que antes de quedar atado, Satanás engañaba a las
naciones.
Las condiciones en la tierra durante el Milenio: Satanás no engaña a las
naciones. “Lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su
sello sobre él, para que no engañase más a las naciones” (Apocalipsis 20:2-3).
Las condiciones en la tierra después del Milenio: Satanás engaña a las
naciones. “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,
y saldrá a engañar a las naciones” (Apocalipsis 20:7-8)
Los datos bíblicos sobre el Milenio no nos obligan a concluir que estas
“condiciones” prevalezcan simultáneamente en todos los países durante el
mismo periodo exacto de tiempo. Es evidente que el Milenio comienza en
algunos países antes que en otros. De igual manera, puede terminar en
algunos países antes que en otros. Sin embargo, para todas las naciones que
lo experimentan, el Milenio cae, en términos generales, entre la primera época
de persecución y la segunda época de persecución, la cual ocurre durante el
“poco de tiempo” que precede la segunda venida de Cristo.

200
Referente al poder y la obra de Satanás en la tierra antes y después del
Milenio, ¿qué significa “engañar a las naciones”?
A nuestro entender, por “naciones” se quiere decir en particular: los
gobernantes y la mayoría de los ciudadanos que componen los distintos
países o reinos de la tierra.
“Engañar a las naciones” significa influir en los gobernantes de tal modo
(mediante señales, filosofías huecas y religiones falsas) que ellos no sigan a
Dios sino a Satanás.
“Engañar a las naciones” no significa que Satanás logre corromper a todos y
cada uno de los ciudadanos de todas las naciones en la tierra. De hecho, no
logra conquistar a las personas que siguen fielmente a Dios. Estos cristianos
verdaderos resisten tenazmente a Satanás, aun dando sus vidas en martirio
por la causa de Cristo. Son miembros fieles de la iglesia verdadera de Cristo.
Acuérdese: la iglesia verdadera sigue en la tierra durante el “poco de tiempo”
hasta los últimos días agónicos del planeta. (Apocalipsis 11:3-7; 20:9)
Durante el Milenio, Satanás no engaña a las naciones. ¿Qué significa “no
engañase más a las naciones.” (Apocalipsis 20:3)?
Que los gobernantes no protegen ni promueven la falsa religión idolátrica;
Que los sacerdotes de la falsa religión no dominan a los gobernantes;
Que los gobernantes no establecen una “religión del estado,” vetando a todas
las demás religiones, iglesias, cultos, etcétera;
Que los gobernantes garantizan libertad de culto;
Que los gobernantes no persiguen o matan a los creyentes, ni permiten que
otros lo hagan.
El pecado sigue en la tierra durante el Milenio.
Satanás está atado, ¡pero no están atados sus “agentes”! Sus “agentes” son
todos aquellos seres humanos que viven durante el Milenio disfrutando y
abusando de las libertades y de los derechos personales concedidos por los
gobiernos no engañados. Impulsados por el materialismo y los deseos
carnales, estos pecadores siguen fomentando la maldad en la tierra. Lo que no
pueden hacer es matar a los cristianos. Los gobernantes no engañados no se
lo permiten. De la manera que hubo cristianos verdaderos en la tierra durante
el tiempo cuando Satanás engañaba a las naciones antes del Milenio,
asimismo hay personas malas en la tierra durante el tiempo (el Milenio) cuando
Satanás no engaña a las naciones.
Además, dondequiera que existan la “madre iglesia” apóstata, las “sectas
cristianas” y las demás religiones no fundadas por Dios, también afloran, por
inferencia necesaria, el error, el engaño y el pecado. Referidas religiones
falsas permanecen en la tierra durante el Milenio (Ver la partida “E” abajo). Por
lo tanto, el error, el engaño y el pecado también se hallan en la tierra durante el
Milenio.
Las personas que nacen y viven durante el Milenio tienen el mismo libre
albedrío que tienen todos los seres humanos de todos los tiempos. No se trata
de una generación o de generaciones de personas incapaces de pecar,
perfectamente santas y salvas eternamente sencillamente en virtud de haber
nacido durante el Milenio. Dios no hace acepción de personas. Las personas
que nacen y viven durante el Milenio han de ser probabas tal cual las de otros
tiempos. Tienen que escoger entre el bien y el mal. No lo pueden hacer si el
mal no está presente. Por lo tanto, el mal está presente durante el Milenio.
Pero, hay un mal que no está presente en las naciones que decretan la libertad
religiosa, a saber: ¡el de perseguir y matar a los cristianos verdaderos!

201
Debido a que sigue el pecado en la tierra durante el Milenio, siempre
permanece en el corazón de los impíos la semilla de maldad la cual, una vez
creadas las condiciones favorables, germina y brota trayendo el fin del Milenio
y el inicio del temible “poco de tiempo”. Para el entendimiento correcto del
tema, nos conviene tener presente:
Que el Milenio no termina de repente, por ejemplo, en el lapso de unos
segundos, como cuando bajan el telón en un teatro.
Que el “poco de tiempo” no comienza casi en el mismo instante, como si
levantaran de nuevo el telón y “¡He aquí: una Nueva obra para el mundo,
completamente distinta al que acabamos de presenciar!”
Que lo que sucede, más bien, es que muchos cambios de índole política,
cultural, moral y espiritual no saludables para nuestra raza, se fraguan poco a
poco, desembocando, eventualmente, en el fin del Milenio. Estos “cambios”
portentosos pueden tomar lugar porque el pecado sigue en la tierra durante el
Milenio. (Ver la Sección IV para un análisis de algunos factores que pueden
resultar en la terminación del Milenio.)
Suelto de nuevo después de los mil años, Satanás engaña fácilmente a las
naciones ¡precisamente porque el pecado ha seguido en la tierra durante el
Milenio! Satanás no comienza su nueva obra después del Milenio en un mundo
completamente libre de pecado y de maldad, en un mundo moralmente
esterilizado, en un mundo que no conoce ninguna clase de corrupción, en un
mundo habitado solo por personas perfectamente santas.
¿Cuáles son las entidades que existen en la tierra durante el Milenio?
La “madre iglesia” apóstata (la Católica Romana) permanece en la tierra
durante el Milenio, beneficiándose de la libertad de culto para reponerse
(después de haber sido despojada en siglos anteriores por los “diez cuernos”,
Apocalipsis 17:16) y seguir promoviendo el viejo paganismo, aunque
disfrazado con aún más astucia como “cristianismo.” Sabemos que la “madre
iglesia” apóstata existe en la tierra durante el Milenio porque ella no es
destruida hasta la segunda venida de Cristo (2 Tesalonicenses 2:8). Lo
sabemos también por el testimonio de la historia según la cual la iglesia
apóstata ha tenida una existencia ininterrumpida en la tierra desde su inicio
hasta el presente. Cristo viene después del Milenio. Por lo tanto, la “madre
iglesia” apóstata permanece en la tierra durante el Milenio.
Las “sectas cristianas” y las demás religiones erradas permanecen en la tierra
durante el Milenio, acogiéndose a la preciada libertad de culto para
multiplicarse y extenderse.
La iglesia verdadera permanece en la tierra durante el Milenio gozando de
libertad de culto. Las entidades políticas (estados, países, naciones, reinos,
instituciones y organizaciones gubernamentales) no la persiguen. Puede
evangelizar libremente, proclamando el evangelio puro sin temer la
persecución o el martirio de algunos miembros. Sabemos que la iglesia
verdadera permanece en la tierra durante el Milenio:
Porque el pecado existe en la tierra durante el Milenio. La única entidad divina
con la encomienda de predicar el evangelio puro y hacerle guerra al mal (al
pecado) es la iglesia verdadera fundada por Cristo. Por lo tanto, la iglesia
verdadera permanece en la tierra durante el Milenio y sigue cumpliendo su
santa misión de presentar a los seres humanos las únicas dos alternativas: la
vida o la muerte.
Porque si la “madre iglesia” apóstata permanece en la tierra durante el Milenio,
lógicamente permanece también su contraparte, o sea, la iglesia verdadera.

202
Porque, obviamente, el plan de Dios para su iglesia era que ella permaneciera
en la tierra hasta la segunda venida de Cristo. El Milenio precede la segunda
venida de Cristo. Por lo tanto, la iglesia verdadera permanece en la tierra
durante el Milenio. (Estos tres argumentos no son contundentes sino
circunstanciales. Sin embargo, el próximo argumento lo consideramos
convincente.)
Porque durante el “poco de tiempo” después del Milenio, la iglesia verdadera
se encuentra en la tierra. Esto lo sabemos porque las naciones engañadas se
arremeten contra ella, siendo representada ella simbólicamente por el
“campamento de los santos” y la “ciudad amada” (Apocalipsis 20:9).
Lógicamente, la iglesia verdadera no es quitada de la tierra durante el Milenio
para luego ser establecida de nuevo en la tierra durante el “poco de tiempo.”
Por lo tanto, se deduce que la iglesia verdadera existe en la tierra durante el
Milenio. La existencia de la iglesia verdadera en la tierra durante el “poco de
tiempo” presupone su existencia en la tierra durante el Milenio, o, al menos,
durante parte del Milenio.
Las “naciones” (las entidades políticas) siguen en la tierra durante el Milenio.
Sabemos que siguen en la tierra porque Satanás no puede engañarlas. Si no
las puede engañar, se infiere que existen en la tierra. Esta deducción es
necesaria e irrefutable. Definitivamente, las naciones siguen en la tierra
durante el Milenio.
¿Cuáles “naciones” siguen en la tierra durante el Milenio? Las seculares,
incluso los “diez cuernos” (naciones) conquistados por Cristo (Apocalipsis
17:14).
Sabemos que se trata de naciones seculares porque las que siguen en la tierra
durante el Milenio son las mismas que fueron engañadas antes del Milenio, o
proceden de ellas, siendo también las que serán engañadas después del
Milenio. Tanto aquellas como estas son seculares. Por lo tanto, las que existen
en la tierra durante el Milenio también son seculares.
El concepto de una “Teocracia Santa” en la tierra durante el Milenio carece
completamente de apoyo bíblico. No hay ninguna profecía o enseñanza en la
Biblia que indique que los gobiernos seculares (“las naciones”) existentes
durante el Milenio se unan para formar todos una sola “Teocracia Santa”.
Tampoco se enseña que Cristo baje del cielo para sentarse sobre un trono
literal en Jerusalén desde donde ejerciera dominio sobre las naciones
seculares de la tierra durante el Milenio. Estas teorías carecen de respaldo
bíblico, habiéndolas inventado los pastores y los “teólogos” sensacionalistas
quienes venden millones de libros, videos y casetes, haciéndose ricos a
expensas de los ingenuos y de los que no aman la Verdad sino que van en pos
de las “profecías”,de las señales, de los “misterios” y del emocionalismo
religioso.
Conclusión: según todas estas consideraciones, en la actualidad ¡muchos
países están viviendo el tiempo del Milenio! Hay libertad de culto en casi todo
el globo terráqueo. La iglesia verdadera no es perseguida en la gran mayoría
de los países. ¡Jamás ha habido tiempos de libertad como los que vivimos!
Hay quienes ponen en tela de juicio esta conclusión alegando que nuestros
días son como los tiempos de Noé antes del diluvio o como los de Sodoma y
Gomorra. En apoyo de su conclusión, citan las estadísticas alarmantes sobre
la criminalidad, los vicios (alcoholismo, drogadicción, prostitución), la violencia
doméstica, el número elevado de homosexuales y lesbianas, la perversión de
los valores morales, etcétera. Dicen que estos tiempos son los más malos de
la historia y que Cristo está para venir en cualquier momento. No faltan líderes

203
religiosos que, osadamente, fijan fechas exactas para la segunda venida. Para
los que piensan así, es inconcebible que estemos viviendo el tiempo del
Milenio.
Pero, encontramos deficiente y equivocada esta evaluación de los días que
vivimos en la actualidad. Es cierto que hay mucha maldad en nuestros días,
pero esta maldad que tanto nos aflige ciertamente no alcanza los niveles
elevados de depravación que ha habido en otras épocas de la historia
humana.
En nuestros días, a pesar de la mucha maldad, hay millones y millones de
almas sinceras que repudian a Satanás y viven en santidad. En cambio, en las
épocas anteriores de suma maldad, el número de los fieles del Señor se vio
reducido a un remanente minúsculo.
Aun en San Francisco y Los Ángeles, California, focos de la perversión sexual,
hay miles de creyentes que ponen en alto el nombre del Señor denunciando
con coraje el pecado. En cambio, ¡no se hallaban en Sodoma y Gomorra ni
siquiera diez almas sanas! (Génesis 18:32)
Durante la Era Medieval, no solo la perversión moral, sino también la
superstición más profunda, la ignorancia más intensa, la intolerancia más fiera
y la idolatría más prolífica arropaban a casi todos los seres humanos. En
cambio, hoy día el número de personas libradas de esas condiciones terribles
es muchísimo mayor.
Para colmo, en las épocas anteriores al Milenio, los verdaderos hijos de Dios
fueron perseguidos, torturados y aun muertos. Con rarísimas excepciones,
esto no sucede en el presente. Definitivamente, el tiempo que vivimos es mejor
que las épocas anteriores. Quien piense que no, quizás carezca de
perspectiva histórica. Desarrollamos una perspectiva histórica correcta por
medio del estudio asiduo de la historia. No podemos evaluar correctamente
nuestros tiempos si desconocemos lo que ha pasado en épocas anteriores.
También se alega que muchos “cristianos” son perseguidos fuertemente en
este tiempo y que, por lo tanto, no estamos viviendo el Milenio. (In the Lion´s
Den -”En el foso de los leones”-, por Nina Shea, Broadman and Holman
Publishers, Nashville, Tennessee, EE. UU. 1997)
Que quede claro: no afirmamos que todo país del tiempo presente esté
viviendo el Milenio. Algunos, sí, lo han iniciado garantizando libertad de culto;
otros no, por ejemplo, algunos países árabes.
Quizás el Milenio haya terminado ya en algunos países, por ejemplo, en la
China donde en el siglo diez y nueve había libertad de culto y más “misioneros”
del “cristianismo” que en cualquier otro país del mundo. (Christian History -”La
historia cristiana”- Issue 52 (Vol. XV, No. 4)
En los países del presente donde no hay libertad religiosa, tal vez en el futuro
no muy lejano se legisle a favor de ella. De sucederse, el Milenio comenzará
también en referidos países.
Referente a los presuntos “mártires cristianos” del presente, para que
cualifiquen como verdaderos “mártires de Jesús” (Apocalipsis 17:6), es
necesario que hayan sido cristianos de verdad, según el Nuevo Testamento, y
que hayan sido muertos “por causa de la palabra de Dios y por el testimonio
que tenían” (Apocalipsis 6:9). En el caso de los supuestos “mártires” del
presente, preguntamos:
¿Se trata de “cristianos verdaderos”? ¿O se trata de personas que se han
hecho miembros de una iglesia o de un movimiento corrupto del cristianismo,
quizás porque su tribu, clan o cultura lo ha aceptado como la religión oficial de
la colectividad? Por ejemplo, se dan los casos de agrupaciones sociales

204
(tribus, villas) que abrazan el catolicismo. Luego, estos nuevos católicos se
enfrascan en trifulcas, motines y guerras con la población musulmán o pagano.
Caen muertos algunos de los nuevos católicos. ¿Debemos tenerlos como
“mártires de Jesús”? De modo alguno. Tal cual los musulmanes que mueren
por su fe, se hacen mártires de una religión no establecida o aprobada por
Dios. Tristemente, su martirio no vale nade ante Dios. En Irlanda, hace
décadas los católicos y los protestantes se matan los unos a los otros. Los
muertos de ambos bandos ¿son “mártires de Jesús”? Negativo. Más bien, son
las víctimas de conflictos entre religiones equivocadas y partidos políticos
encontrados.
Los supuestos mártires del presente ¿son cristianos muertos, única y
exclusivamente, por su fe sincera y su conversión genuina al verdadero
evangelio de Cristo, o son “cristianos” muertos a causa de los conflictos
políticos y culturales entre tribus y razas? Aunque profese ser “cristiano”, no es
“mártir de Jesús” aquel que matan sencilla y llanamente porque integra una
tribu, una casta o una raza metida en riñas políticas-económicas-culturales-
religiosas con otra tribu, casta o raza.
Los supuestos mártires del presente ¿son “cristianos” que desafían y
provocan innecesariamente a las autoridades políticas, militares o policiacas?
¿O se trata de cristianos que obedecen a las autoridades seculares, siempre y
cuando ellas no impongan leyes que conflijan con los fundamentos bíblicos de
la fe cristiana?
Observación: La “iglesia madre” apóstata, algunas “sectas cristianas” (por
ejemplo, los Testigos de Jehová, los Pentecostales, los Mormones, los
Adventistas, los Bautistas, etcétera) y otras religiones (los musulmanes, los
Hari Krishna, etcétera) están beneficiándose grandemente durante el “Milenio”
de la “libertad de culto” concedida en el presente por la mayoría de los países
en la tierra. ¿Está aprovechándola al máximo el verdadero pueblo de Dios? Si
no la aprovechamos más que nadie, ¡hay de nosotros! ¿Estamos siendo
diligentes? O, ¿estamos ofuscados con los placeres y las riquezas del mundo,
ocupados más en la construcción de planteles que en la evangelización,
aprovechando toda oportunidad para entretenernos a nosotros mismos en vez
de servir a la humanidad sufrida y desamparada? ¿Estamos gastando
enormes recursos en debates estériles sobre “palabras,” controversias
interminables y agotadoras sobre opiniones de hombres y conflictos
personales entre “líderes”? El tiempo no detiene su marcha. El Milenio de
libertad para la iglesia llegará a su fin. Y, ¿qué habremos hecho durante el
Milenio? ¡El tiempo oportuno para la iglesia del Señor es ahora! Se trata de
este tiempo precioso de libertad religiosa. ¡Que sepamos aprovecharlo al
máximo!
El gran evento que acontece al principio del Milenio: ¡los mártires resucitan
literalmente para reinar literalmente con Cristo durante el Milenio! Este evento
se llama: la “primera resurrección” (Apocalipsis 20:5-6).
Seis razones para interpretar la "primera resurrección" como LITERAL.
Porque Juan vio las “ALMAS” de los creyentes físicamente MUERTOS
(Apocalipsis 20:4) y no los cuerpos carnales de los cristianos vivos en la tierra.
“Vi las almas de los decapitados.”
Juan vio a seres que habían vivido en la tierra pero que habían sufrido el
martirio por seguir la Verdad de Dios. Muertos, estos mártires volvieron a vivir
glorificados al ser resucitados por Dios en la "primera resurrección".
Juan vio a seres que habían sido resucitados literalmente de entre los que
habían muerto físicamente.

205
Porque estas “almas” de los mártires se encuentran en el CIELO y no en la
tierra.
Viven y reinan “con Cristo” (Apocalipsis 20:4 y 6).
Cristo reina en el cielo a la diestra de Jehová.
Por lo tanto, estas almas, estando “con Cristo”, viven y reinan en el cielo donde
está Cristo a la diestra de Jehová.
No viven y reinan en la tierra porque han sido muertos sus cuerpos físicos “por
causa del testimonio de Jesús” (Apocalipsis 20:4).
¿Cómo llegan estas “almas” al cielo? Se sobreentiende que Dios las saca del
Paraíso, adonde va el alma de todo justo que muere en el Señor (Lucas 16:19-
31), vistiéndolas de sus nuevos cuerpos resucitados, llevándolas al cielo y
sentándolas con Cristo.
El cuerpo que reciben los mártires resucitados no es el de carne y sangre sino
el cuerpo “espiritual”, poderoso y glorioso, o sea, es el mismo cuerpo que
recibirán los demás muertos en Cristo cuando resuciten al venir el Señor (1
Corintios 15:42-44).
El “alma” no muere literalmente al morir el cuerpo físico. Por lo tanto, tampoco
“resucita” literalmente. No tiene necesitad de ser resucitada literalmente ya que
no pierde su vida. Lo que resucita literalmente es el cuerpo, pero no el mismo
cuerpo que va a la tumba sino el cuerpo transformado (1 Corintios 15:42-44;
Filipenses 3:20-21).
Juan vio “almas”. El uso del vocablo “almas” no quiere decir, necesariamente,
que Juan viera en la visión “almas” desnudas, es decir, sin cuerpo. (2
Corintios 5:1-10). De hecho, se sobreentiende que estas “almas” de los
mártires estaban “vestidas” de su nuevo cuerpo porque se trata de personas
resucitadas. Entre nosotros que vivimos en la tierra, hay la costumbre de
utilizar la palabra “alma” en referencia a los seres humanos que habitan
cuerpos de carne y sangre. Podemos decir a una multitud de personas vivas
en la tierra: “Ustedes son almas”, y lo son, pero no son almas sin cuerpo.
Asimismo, las “almas” que vio Juan no son almas sin cuerpo sino que están
revestidas de su nuevo y perfecto “cuerpo espiritual”.

La "primera resurrección" debe interpretarse como literal porque los santos que
participan en ella resucitan no para volver a vivir en la carne (como Lázaro)
sino para permanecer eternamente con Dios. Sabemos que esto es así porque
“la segunda muerte no tiene potestad sobre” ellos (Apocalipsis 20:6).
La “segunda muerte” es el infierno, o sea, “el lago que arde con fuego y
azufre” (Apocalipsis 20:14; 21:8).
“No tiene potestad sobre ellas” significa que no será nunca más una amenaza
para ellas. ¿Por qué “nunca más”? Porque estas almas jamás volverán a la
tierra para vivir en cuerpos de carne y sangre. Las tentaciones y el pecado no
las atacarán jamás.
Si la “segunda muerte” jamás puede ser ni siquiera una amenaza para los que
participan en la "primera resurrección", se deduce que ellos no están en la
tierra sino en un lugar totalmente seguro, más allá del alcance de la terrible
“segunda muerte”. Ese lugar es el cielo de Dios, y llegan allá al ser levantados
en la "primera resurrección". La "primera resurrección" es literal y final. Los que
en ella participan no volverán a morir.
La "primera resurrección" debe interpretarse como literal porque el evento
ocurre en determinado tiempo de la Era Cristiana, a saber: al principio del
Milenio.

206
No ocurre en infinitas ocasiones a lo largo de la Era Cristiana, desde
Pentecostés hasta el fin del mundo, sino en un tiempo determinado,
específicamente, al principio del Milenio.
No ocurre ANTES del Milenio durante la época cuando Satanás engañaba a
las naciones sino al principio del Milenio cuando Satanás queda atado.
No ocurre durante el tiempo cuando la iglesia verdadera estaba siendo
perseguida y algunos miembros estaban sufriendo el martirio sino después de
la primera época de mártires.
La primera época de mártires duró desde casi el comienzo de la iglesia hasta
el tiempo cuando Cristo conquistó a los diez cuernos, es decir, hasta el tiempo
cuando las naciones representadas por los diez cuernos desechan el yugo de
Satanás dejando de perseguir a la iglesia verdadera y de matar a los santos.
La segunda época de mártires es el “poco de tiempo” cuando el número de los
mártires será completado (Apocalipsis 6:11).
Lógicamente, la "primera resurrección" no podía ocurrir ANTES de la muerte
de los mártires ¡porque estos tenían que morir para que se efectuara la
"primera resurrección"! ¿Quiénes participan en la "primera resurrección"? Los
mártires. No habiendo mártires, la "primera resurrección" ¡jamás se efectuaría!
¿Cómo puede el maestro de escuela premiar a los discípulos que se destacan
si no cuenta con tales discípulos? Para premiarlos, ¡primero es necesario que
los haya, es decir, que haya discípulos que se hayan destacado! Asimismo, era
preciso que hubiera mártires para que se efectuara la resurrección de los
mártires, o sea, para que transcurriera la "primera resurrección", y Cristo
premiara a los mártires concediéndoles el privilegio y el honor de compartir su
trono durante el Milenio.
La "primera resurrección" debe interpretarse como literal porque la segunda
resurrección es literal.
Siendo literal la segunda resurrección, también lo es la primera, ya que,
gramaticalmente, las dos pertenecen a la misma categoría.
Sabemos que las dos resurrecciones de Apocalipsis 20 pertenecen a la misma
categoría por el uso de la frase “los otros muertos” en el versículo cinco. “Los
otros muertos” significa “el resto de los muertos.” “Otros” o “resto” implica “de
la misma categoría”. ¿Quiénes son los “otros muertos”, o sea, “el resto de los
muertos”? Son los demás “muertos en Cristo”, es decir, son los cristianos que
se mantienen fieles hasta la muerte pero que no figuran como mártires porque
mueren de causas naturales. Estos “otros muertos” resucitarán literalmente
cuando llegue el fin, acompañando a Cristo en su segunda venida (1
Tesalonicenses 4:16-17). Si los “otros muertos” resucitan literalmente en la
segunda resurrección, entonces lógicamente los que resucitan en la "primera
resurrección" también resucitan literalmente. Interpretar la "primera
resurrección" como figurativa y la segunda como literal hace violencia a la
gramática y a la sintaxis del pasaje.
La "primera resurrección" debe interpretarse como literal porque la palabra
“resurrección” debe entenderse literalmente, a menos que el contexto indique
el uso figurativo.
Esta misma regla aplica a todo vocablo. Por ejemplo, la palabra “bautismo”
debe entenderse literalmente como “inmersión en agua” a menos que el
contexto indique el uso figurativo, como, por ejemplo, en Lucas 3:16, donde
dice Juan el Bautista que Cristo “bautizará en Espíritu y en fuego”. Se bautiza
(se sumerge, se zambulle) figurativamente en el fuego, es decir, en las
pruebas, y no literalmente.

207
En el contexto de Apocalipsis 20, no hay factor o circunstancia alguna que nos
obligue a interpretar figurativamente la palabra “resurrección”, en la frase
"primera resurrección". Por lo tanto, la interpretación literal es la más natural,
siendo a la vez la que mejor armoniza con la gramática y el contexto. Tampoco
contradice ninguna otra doctrina bíblica.
Ocho razones para concluir que la “primera resurrección” NO puede ser una
“resurrección figurativa”, realizada cuando la persona arrepentida se bautiza y
“resucita” para andar “en vida nueva”. Identificamos como “figurativa” esta
“resurrección” que presenta Romanos 6:3-9, cuando se convierte la persona al
Señor, porque NO es “literal”. Ni el cuerpo ni el alma de la persona muerta “en
sus delitos y pecados” ha dejado de tener vida. Por consiguiente, ni el uno ni el
otro resucita literalmente cuando la persona obedece el evangelio.
Porque la "resurrección figurativa" ocurre dondequiera y cuandoquiera un ser
humano se convierta, comenzando desde el día de Pentecostés hasta el fin del
mundo. En cambio, la "primera resurrección" ocurre en un tiempo específico de
la Era Cristiana, a saber, al principio del Milenio.
Porque la “segunda muerte” aún puede tener “potestad” sobre los que
“resucitan” de las aguas bautismales, ya que los tales pueden caer de la
gracia. La amenaza es real.
Si el que “resucita” de las aguas bautismales vuelve a vivir en el pecado, la
“segunda muerte” tiene potestad sobre él, a menos que se arrepienta (2 Pedro
2:20-22).
En cambio, la “segunda muerte” nunca puede tener “potestad” sobre los que
participan en la "primera resurrección" ya que ellos no viven en la tierra, ni
jamás volverán a vivir en este planeta, ni serán tentados, ni pecarán.
Porque los que “resucitan” de las aguas bautismales siguen viviendo en la
tierra. En cambio, los que son contados dignos de participar en la "primera
resurrección" se encuentran en el cielo “con Cristo”.
Porque los que “resucitan” de las aguas bautismales “resucitan” para luchar su
salvación hasta la muerte en la tierra. En cambio, los que participan en la
"primera resurrección" ya ganaron su salvación y tienen la dicha de reinar con
Cristo “mil años” en el cielo.
Los cristianos en la tierra somos “reyes y sacerdotes” (Apocalipsis 1:6),
siempre y cuando no caigamos de la gracia. Nuestro cuerpo carnal y nuestras
pasiones carnales limitan y, con frecuencia, perjudican nuestra función
espiritual de “rey” y “sacerdote” espiritual en la tierra. Aún no hemos sido
coronados; aún no hemos sido glorificados.
En cambio, los mártires resucitados en la "primera resurrección" han sido
glorificados y son verdaderos “sacerdotes de Dios y de Cristo” (Apocalipsis
20:6), perfeccionados en su vida y ministerios espirituales (Hebreos 12:23),
habiendo sido hechos por Dios inmunes al pecado y a la muerte.
Porque solo una porción pequeña de los que “resucitan” de las aguas
bautismales sufre el martirio. En cambio, TODOS los que participan en la
"primera resurrección" son mártires. (Apocalipsis 20:4)
Porque Juan no vio los cuerpos carnales de los que “resucitan” de las aguas
bautismales en la tierra sino las “ALMAS de los decapitados” (Apocalipsis
20:4). Él no vio a personas vivas en la tierra sino las almas de personas que
habían sido muertas físicamente.
Porque los que “resucitan” de las aguas bautismales “resucitan” de la muerte
espiritual causada por el pecado (Efesios 2:1-2). En cambio, los que participan
en la "primera resurrección" resucitan de entre los que han sufrido la muerte
física. En el contexto de “muerte espiritual”, la “muerte” es figurativa, ya que ni

208
el cuerpo ni el alma queda literalmente “sin vida” a causa del pecado. “Muerte”
figurativa, “sepultura” figurativa, “resurrección” figurativa: esto es lo que hay en
el caso de los que se arrepienten para luego “sepultarse” en las aguas y
“resucitar” para andar “en vida nueva”. Todo el cuadro del pecador muerto en
el pecado, sepultado en las aguas bautismales y resucitado para vida nueva se
pinta en matices retóricas que representan gráficamente la gloriosa realidad
del nuevo nacimiento de entre los muertos espirituales.
Porque “los otros muertos” de Apocalipsis 20:5 no son “el resto” de los que
están “muertos en sus delitos y pecados” sino los que mueren físicamente en
Cristo.
Si los que participan en la "primera resurrección" son los que “resucitan” de
entre los que están espiritualmente “muertos en sus delitos y pecados”,
entonces hemos de concluir, lógicamente, que “los otros muertos” son “el
resto” de los que están “muertos en sus delitos y pecados”. El contexto, la
gramática y la sintaxis del pasaje combinan para probar que los dos grupos
(los participantes en la "primera resurrección" y “los otros muertos”) pertenecen
a la misma categoría.
Tengamos presente el hecho de que “los otros muertos” resucitan después del
Milenio. Si “los otros muertos” son “el resto” de los que están “muertos en sus
delitos y pecados”, quiere decir ¡que el resto de los que están “muertos en sus
delitos y pecados” resucitarán después del Milenio! Pero, los pecadores que no
se arrepienten, obedeciendo el evangelio antes de morir, nunca resucitarán
para vida eterna. Y bien se sabe que después de morir no pueden arrepentirse
para salvación. Por lo tanto, se desmorona completamente el argumento
según el cual la "primera resurrección" debe aplicarse a los que “resucitan
espiritualmente”. No le encontramos sentido o lógica alguna.
Analicemos algunas objeciones a la interpretación de la “primera resurrección”
como literal. Se argumenta:
Que la Biblia enseña una sola resurrección literal.
Pero, claramente, la Biblia enseña dos resurrecciones literales en Apocalipsis
20.
Los textos tales como Juan 5:28-29 y Hebreos 6:2 no contradicen Apocalipsis
20.
Juan 5:28-29 enseña que todos los que están en los sepulcros cuando venga
el Señor, oirán su voz.
En este pasaje, Cristo no dice que todos los muertos, desde Adán hasta el
último muerto en la tierra, estarán en las tumbas cuando llegue el fin y que
todos los muertos, desde Adán hasta el último muerto en la tierra, oirán la voz
del Señor. Sencillamente dice: “Los que están en los sepulcros oirán su voz”.
De cierto, los mártires resucitados al principio del Milenio no estarán en los
sepulcros cuando venga Cristo, ¡pues ya habrán resucitado para reinar con él
“mil años”! El resto de los muertos son los que estarán en la tumba y ellos son
los que oirán la voz del Señor.
Que Dios no hace acepción de personas y que, por lo tanto, los mártires no
forman una clase privilegiada de santos. Según esta opinión, los mártires
jamás reciben ninguna recompensa especial. Todos los santos, tanto los
mártires como los que mueren de causas naturales, son iguales ante los ojos
de Dios y reciben la misma recompensa.
Sin embargo, el Espíritu Santo enseña: “Cada uno recibirá su recompensa
conforme a su labor” (1 Corintios 3:8). “Si permaneciere la obra de alguno que
sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, el sufrirá
pérdida” (1 Corintios 3:14-15).

209
Todo santo que persevera hasta el fin recibirá la misma recompensa básica: la
vida eterna. Y, sin duda alguna, toda persona salva pasará toda la eternidad
llena de gozo y de agradecimiento. Los premios (las recompensas) adicionales
que otorgue Dios a los mártires, a los más sacrificados y a los obreros más
dedicados y eficaces, ¿quién se los envidiará? En el cielo, ¡no seremos
capaces de envidiar!
Quien reste importancia a los “mártires”, catalogándolos con los cristianos
“cómodos” que nunca hemos sentido el terror de los gobiernos perseguidores
o la furia fanática de los verdugos de la “Santa Inquisición”, tal vez debiera
reevaluar su opinión de los mártires. Quizás cambie de opinión al visualizarse
atado a una estaca para ser quemado vivo, con el cuello bajo la guillotina
afilada, en el coliseo con leones hambrientos o echado en una oscura
mazmorra malsana y húmeda donde pasan los años sin que ningún ser
querido le visite jamás.
Hay quienes afirman que los cristianos del presente también son “mártires”
porque tienen que soportar la “oposición sicológica” de los que no comparten
su fe. ¿Mártires los tales? Entonces, ¿debemos concluir que todo cristiano fiel
es un “mártir” de Jesús? ¡Gran diferencia hay entre la “tribulación mental” que
sufren algunos creyentes y las torturas bárbaras que sufren los verdaderos
mártires! ¡Gran diferencia hay entre la “angustia emocional” causada por los
que solo lanzan palabras contra nosotros y la “muerte violenta” a manos de
perseguidores malvados llenos de rabia sectaria y venganza!
Para este escritor, es causa de inmensa alegría saber que los verdaderos
mártires tengan la muy merecida recompensa y dicha de reinar con Cristo “mil
años”. ¡Se lo merecen con creces! Los visualiza este servidor allá con Cristo
ahora mismo y mi alma se regocija contemplando esa escena celestial.
De cierto, la resurrección literal de los “mártires” puede tomarse como la
garantía de que Dios resucitará también a los demás muertos en Cristo
después del Milenio, cuando llegue el fin.
Se pregunta: si la "primera resurrección" es literal, ¿por qué nadie vio a los
mártires salir de las tumbas? La respuesta es sencillísima: porque el cuerpo
resucitado es “espiritual” y, por lo tanto, ¡invisible para el ojo del ser humano en
la tierra! (Al resucitar Cristo, por espacio de cuarenta días tomó un cuerpo
visible. Al ascender, se sobreentiende que recibió su cuerpo espiritual, pues el
cuerpo literal o visible no puede entrar en el reino de los cielos, según 1
Corintios 15:50. Lo que se ve es temporal, según 2 Corintios 4:18. Por lo tanto,
se deduce que el cuerpo visible que Cristo habitó por cuarenta días era
temporal.)
El fin del Milenio. Durante el Milenio, los cristianos verdaderos gozan de una
bendición gloriosa: la libertad de culto. Los gobiernos no están engañados. No
obstaculizan a las congregaciones en su trabajo. No las persiguen. Pero, el
pecado sigue en la tierra. El ser humano promedio, lejos de acogerse
gozosamente a la libertad personal para vivir en armonía con la voluntad del
Creador, se aprovecha de los “derechos personales” otorgados por los
gobiernos para vivir a su antojo o en puro libertinaje. Los gobiernos y las
cortes, evolucionando paulatinamente, se confabulan para emitir leyes (por
ejemplo, a favor del aborto) y establecer nuevos parámetros sociales (por
ejemplo, apoyo para los “hogares no tradicionales”) que, poco a poco, socavan
las instituciones divinas (el matrimonio, el hogar, la iglesia) y los valores
morales. Apelando a los famosos “derechos a la privacidad” y el derecho a la
“libre expresión”, se vuelven demasiado tolerantes hacia los elementos
(amanerados, lesbianas, hedonistas, astrólogos, ateos) que se burlan de las

210
normas morales bíblicas, implantando filosofías puramente carnales e
introduciendo prácticas sumamente inmorales. De esta manera, el escenario
del mundo se prepara para el tiempo cuando “los tres espíritus a manera de
ranas” (Apocalipsis 16:12-14) saldrán donde “los reyes de la tierra en todo el
mundo” para engañarlos y, eventualmente, “reunirlos a la batalla de aquel gran
día”, o sea, para Armagedón (Apocalipsis 16:14-16). Algunas circunstancias y
causas que pueden traer el fin del Milenio son las que analizamos a
continuación.
La decadencia moral y espiritual. Esta misma causa figura entre las principales
que debilitaron al Imperio Romano, según el renombrado historiador Edward
Gibbon, autor de “El debilitamiento y la caída del Imperio Romano” (Dos tomos
publicados por la Enciclopedia Británica. 1952).
Una sociedad decadente produce líderes inescrupulosos y moralmente torpes,
es decir, sin valores sanos y principios fuertes que les sirvan de guía. En el
presente, ¿hay tales líderes en el poder?
Los líderes inescrupulosos no son sabios, no razonan lógicamente, no analizan
objetivamente ni son capaces de tomar las decisiones importantes necesarias
para refrenar la decadencia ni cambiar el derrotero hacia la autodestrucción
que tiende a seguir una sociedad decadente. Sus mentes enfermas con el
cáncer de la decadencia sencillamente no funcionan normalmente.
Los líderes moralmente torpes están motivados más por su propio egoísmo, el
poder personal, el materialismo y el placer sensual, y menos por causas
nobles que favorezcan al pueblo. Dan la espalda a los valores sanos y los
principios rectos necesarios para la conservación de la sociedad y, por ende,
de la nación. Algunos, en su empeño de consolidar su poder o enriquecerse,
quebrantan la ley. Otros se envuelven en escándalos sexuales.
En una sociedad decadente, el crimen y la violencia aumentan de forma
alarmante. En el presente, ¿van en aumento en su nación el crimen y la
violencia?
En una sociedad decadente, gangas de maleantes merodean por las calles y
los campos destrozando y matando, aun adueñándose de algunas áreas.
En una sociedad decadente, la violencia doméstica aumenta notablemente.
Este tipo de violencia se manifiesta mediante:
Muchos divorcios;
El maltrato hacia el cónyuge;
El maltrato de menores;
Crímenes pasionales.
Violaciones a la mujer y/o a los menores.
Incesto;
Pornografía;
Explotación.
En una sociedad decadente, la inmoralidad y la violencia son promovidas y
glorificadas mediante la música, el cine, los videos, los juegos electrónicos, las
revistas dedicadas a la farándula, la pornografía, la chabacanería, el bufonear,
etcétera. Acaso, ¿está sucediendo esto mismo en nuestros días?
La música “rap”, con su mensaje de fornicación, abuso sexual, hostilidad hacia
la policía, glorificación de las drogas, glorificación de los “gangstas” (la mafia o
los criminales de fama) y de las mujeres depravadas, ejemplifica el tipo de
música aludida.
La música “hard rock” participa del mismo espíritu. En la revista World, Página
23, Noviembre de 1996, se publicó la siguiente noticia: Durante la primera
semana de su presentación, el disco Antichrist Superstar (La superestrella

211
Anticristo) ocupó el tercer lugar en toda la nación de los discos compactos de
más venta. Si llegó al tercer lugar, significa que gran número de personas lo
compraron. De hecho, según la revista Time (Febrero 24, 1997), desde
Noviembre de 1996 hasta Febrero de 1997, se habían vendido más de un
millón de copias del disco. ¿Quiénes compran el disco Antichrist Superstar?
Mayormente, los varones jóvenes enajenados. La revista Rolling Stone nombró
a “Marilyn” el “Mejor artista nuevo de 1996”. El mismo padre de “Marilyn” se
declara muy contento con los logros de su hijo “porque sus canciones ponen a
los jóvenes a pensar”. Cabe preguntar: ¿pensar en qué? ¿En todo lo
diabólico? Según el artículo en la revista Time, el álbum de Marilyn “describe la
ascendencia de un demagogo sobrenatural quien toma el poder y lleva al
mundo a la destrucción”. ¡Opinamos que individuos tales como Marilyn son los
que están llevando al mundo a la destrucción! Están preparando el escenario
del mundo para el inicio de la gran tragedia llamada: “El poco de tiempo”.
El cantante del álbum AntiChrist Superstar se llama Marilyn Manson: ”Marilyn”,
del símbolo sexual y suicida Marilyn Monroe; “Manson”, apellido del infame
asesino en serie. Toma el nombre de una mujer (“Marilyn”), pero es hombre,
siendo su nombre verdadero Brian Warner.
“Vistiendo camisetas con las palabras Mata a Dios, mata a su madre y a su
padre, mátate a tí mismo; este conjunto celebra el odio, el racismo, la
depravación sexual, la violencia y la blasfemia. Uno de sus temas predilectos
es la religión, pues se mofan de Dios y se hartan de denuncias delirantes
llenas de odio contra Jesús. Marilyn predica el evangelio del infierno, el cual,
inexplicablemente, sus fanáticos jóvenes adoradores escuchan encantados”
(World, Pág. 23, Noviembre de 1996). “¡Inexplicablemente!” ¿Se están
engendrando unas nuevas generaciones de “jóvenes sin alma”? ¿Sin
conciencia? ¿Sin la capacidad para discernir entre el bien y el mal?
¿Generaciones que se nutren de la depravación en todas sus formas más
horrorosas y detestables? Para los inconversos, el comportamiento de los
jóvenes es “inexplicable”, pero no lo es para la persona que tiene
discernimiento espiritual.
Al menos, Marilyn dijo algo de valor cuando advirtió a los padres: “Críen mejor
a sus hijos, ¡o yo los criaré por ustedes”!
! Padres, ¡estamos advertidos! ¿Qué haremos? ¿Seguiremos aprobando todo
tipo de música? ¿Jamás intervendremos con nuestros hijos, no importa cuán
depravada sea la música que ellos escuchen?
¿Se está volviendo blasfemadora y desalmada la nueva generación de
jóvenes? ¿No respetan a nadie? ¿Glorifican la violencia y la muerte, el
sadismo y el suicidio, la rebeldía y los vicios? Esta generación es la que estará
al mando del mundo del mañana. ¿Qué mundo será el suyo? ¿Cambiarán de
mente y de proceder antes de tomar las riendas del poder? ¿Cambiarán su
actitud hacia Dios, lo espiritual y las normas morales? Si no cambian, ¿será
esta generación la que abra paso para la introducción del “poco de tiempo”
cuando los gobiernos serán engañados y se volverán en contra de Dios,
anulando derechos y persiguiendo a los cristianos? De cierto, las escenas que
están montando las nuevas generaciones y los papeles que están
desempeñando nos causan fuertes preocupaciones. ¿Vendrá pronto el fin del
Milenio? ¿Perderemos pronto la preciosa “libertad de culto”? Esta “libertad”
costó cara: la sangre no solo de políticos sino también de algunos “mártires de
Jesús”.
Sin duda, allanan el camino para el advenimiento del temible “poco de tiempo”
cuatro filosofías populares del presente: el secularismo, el humanismo, el

212
hedonismo y el individualismo radical. Las cuatro son ampliamente inculcadas
en las instituciones educativas (escuelas, colegios, universidades),
siguiéndolas una gran parte de la población.
El secularismo, apoyado fuertemente por la industrialización, está ganando
terreno en casi todo el mundo. El mundo del ser humano se llena de “objetos”
fascinantes: satélites que transmiten al instante infinidad de programas para
televisión, antenas sofisticadas que captan la señal del satélite, teléfonos
celulares, computadoras conectadas al Internet, enseres y vehículos de toda
clase. Entretenidos con sus nuevos “juguetes”, los seres humanos se vuelven
indiferentes hacia Dios, la religión, la Verdad, los valores morales y aun los
modales. Para ellos, la tierra llena de “juguetes” es el único “cielo” que desean
conocer.
En Europa, para el año 1996, solo el 4% de los protestantes y solo el 20% de
los católicos asistían regularmente a los servicios de sus iglesias.
En todo el occidente, el número de personas que asisten a las iglesias está
menguando.
La incredulidad, el escepticismo y el ateísmo aumentan.
Hay brotes de hostilidad hacia la religión en general.
La incineración de los lugares de reunión de algunas iglesias en los Estados
Unidos de América durante los años 1995-1996 sirve de ejemplo.
El sacrilegio (robo, vandalismo) cometido contra los lugares de culto es común
en algunas partes.
Aún más seria es la hostilidad que manifiestan las cortes de algunos países.
Por ejemplo, prohíben oraciones en las escuelas.
El espíritu de hostilidad hacia la religión se detecta a menudo en los programas
de televisión y radio, particularmente del tipo “talk-show”, donde los creyentes
son ridiculizados y sus valores burlados.
Según la filosofía del humanismo, el ser humano es lo más importante en el
universo. No hay nadie por encima de él. Por lo tanto, cada cual debe procurar
al máximo satisfacer su ego, sus ambiciones, sus placeres, etcétera. Guiado
por tal máxima, el ser humano promedio se torna bien egoísta y materialista.
En una sociedad gobernada por el humanismo, el materialismo se adueña de
la gran mayoría y el consumismo se convierte en vicio. El pueblo pierde su
espiritualidad y, por ende, su capacidad para discernir entre el bien y el mal.
No es nada difícil engañar y manipular al pueblo entregado al humanismo. Las
fuerzas de maldad utilizarán a tales pueblos para introducir las creencias y las
leyes pervertidas que estarán en vigor durante el terrible “poco de tiempo”.
La filosofía del “hedonismo” también encuentra terreno fértil en una sociedad
decadente. Según el “hedonismo”, la satisfacción de los deseos carnales,
particularmente del sexo, es lo más importante para el ser humano. El
“hedonismo” es el gran semillero fértil donde nacen los vicios que corrompen al
ser humano preparando su mente y su espíritu para el fácil engaño.
El “hedonismo” manifiesta su poder sobre la mente humana mediante el alto
contenido pornográfico de muchas películas, programas de televisión, videos,
revistas y aun de la Internet.
El baile, las bebidas embriagantes y las drogas también figuran entre las
manifestaciones del “hedonismo”. Además, las apuestas. “Varias compañías
esperan realizar ganancias cuantiosas al explotar la fiebre americana de
apostar mediante una empresa pionera llamada World Wide Web Casinos. El
presidente de la empresa, el Sr. Peter Demos, dijo - La Internet es el futuro, y
el mundo es nuestro casino.- Un analista predice que las apuestas hechas a

213
través de la Internet y las compañías “on-line” podrán alcanzar los diez billones
anual para el año 2000” (La revista World, Noviembre, 1996, Página 23).
Según la filosofía del “individualismo radical”, el “individuo” es más importante
que la “colectividad”. El “individuo” debe dar prioridad a sus propios deseos,
ilusiones, planes, etcétera, relegando a un plano inferior el bien de la
“colectividad”.
El “individuo radical” se ocupa de saciar sus propios deseos sin preocuparse
por el efecto de sus acciones en la sociedad (la “colectividad”).
El “individuo radical” se ocupa de saciar sus propios deseos sin preocuparse
por el efecto de sus acciones en su familia (la “colectividad”).
Para el “individuo radical”, la sociedad y la familia tienen poca o ninguna
importancia.
El “individuo radical” desprecia a las autoridades (la policía, las cortes, las
iglesias y aun a sus propios padres).
El “individuo radical” es indiferente a los demás seres humanos. No los ama.
No los respeta. No busca su bien o su felicidad. Los utiliza fríamente solo para
satisfacer sus propios deseos.
Las personas entregadas al secularismo, al materialismo, al hedonismo y al
individualismo radical abren paso a la iniciación del angustioso “poco de
tiempo”, pero no escaparán de las plagas de aquel tiempo, a pesar de haber
sido los cómplices en la preparación del escenario para su comienzo. Cuando
se abra el pozo del abismo al principio del “poco de tiempo”, del humo del pozo
salen “langostas sobre la tierra”. “Y se les dio poder, como tienen poder los
escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la
tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres
que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. Y les fue dado, no que los
matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como
tormento de escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días los
hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la
muerte huirá de ellos” (Apocalipsis 9:1-6). ¿Ve usted? Los seres humanos
que no tengan “el sello de Dios en sus frentes” sufrirán el “tormento” infligido
por las “langostas” (los líderes políticos engañados por Satanás durante el
“poco de tiempo”). Los que siguen las filosofías del secularismo, del
materialismo, del hedonismo y del individualismo radical no tienen “el sello de
Dios en sus frentes”. ¡El único sello que tienen es el de Satanás! ¡Ay de ellos!,
si no se arrepienten.
Sin duda, la superstición también obra para poner fin al Milenio.
La superstición tuvo que ver con la caída del antiguo Imperio Romano. “Todo
principio que una vez había mantenido el vigor y la pureza de Roma y de
Esparta, hacía mucho tiempo se había extinguido en el decadente Imperio
despótico. La filosofía aún ejercía su influencia templada sobre la mente
humana, mas la causa de la virtud derivaba muy poco apoyo de la influencia
de la superstición pagana” (Gibbon, El debilitamiento y la caída del Imperio
Romano, Tomo I, Páginas. 291-292).
La profunda superstición de la Edad Medieval tiene su contraparte en el
presente.
Referente a la Edad Medieval, el historiador Will Durant escribe: “En medio de
las hambrunas, las plagas, las guerras y del caos del papado fugitivo o
dividido, los hombres y las mujeres buscaban en las fuerzas ocultas alguna
explicación para las miserias incomprensibles de la humanidad, algún poder
mágico para controlar los eventos, alguna escapatoria mística de la realidad
dura; y la vida de la razón se manifestaba precariamente en un medio

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ambiente lleno de hechicería, brujería, magia negra, quiromancia, frenología,
numerología, adivinación, portentos, profecías, interpretación de sueños,
conjunciones proféticas de las estrellas, transmutaciones químicas, sanidades
milagrosas y poderes ocultos en los animales, los minerales y las plantas.
Todas estas maravillas están con nosotros hasta el presente, y bien sea la una
o la otra gana la lealtad abierta o secreta de casi todos nosotros” (La reforma,
Will Durant, Página 230).
Estas “maravillas” (supersticiones) que “están con nosotros hasta el presente”
y aumentan, preparan la mente para la obra de los “tres espíritus a manera de
ranas”. Estos tres son “espíritus de demonios, que hacen señales” para
engañar y preparar el ambiente para el medroso “poco de tiempo”.
El ateo Carl Sagan, autor popular de muchos libros, escribió un tomo de
cuatrocientos treinta páginas titulado “El mundo poseído por los demonios”. La
tesis del libro, expresada en el subtítulo, es que la misma ciencia moderna, en
la cual creía el Sr. Sagan (fallecido a principios del año 1997), es nada más
que una velita en medio de las densas tinieblas de la superstición que sigue
arropando, aun en el tiempo presente, a la mayoría de los habitantes del
mundo (“The Demon-Haunted World, por Carl Sagan. Random House. New
York. 1996.).
¿Cuál es otra causa que traerá el fin del Milenio? Posiblemente, los severos
conflictos entre el elemento “liberal” y el elemento “conservador” que
desembocan en confrontaciones violentas y aun revolución. Se contempla este
posible escenario en el editorial titulado “One Nation, over God” (“Una nación,
por encima de Dios”) de la revista World. (Noviembre, 1996, Página 5)
Ampliamos algunas de las ideas presentadas, añadiendo otras.
Los “liberales” siguen originando y apoyando filosofías y prácticas que cambian
la naturaleza y el derrotero moral y espiritual de la sociedad: la “familia no
tradicional”; la aceptación de los estilos de vida alternativos (homosexualismo,
lesbianismo, etcétera); el uso de drogas; el aborto; la producción de
cinematografía, videos, libros, revistas, arte, etcétera, sin ley alguna que
restrinja su contenido (el cual puede ser pornográfico, blasfemador, sadista,
extremadamente violento, etcétera); currículos “liberales” en las escuelas y las
universidades, entre otros.
Los “conservadores” montan un contraataque. Frustrados porque las cortes
“liberales” suelen fallar a favor de los “liberales”, los “conservadores” llenos de
resentimiento, rencor y coraje, recurren a la “desobediencia civil” y a la
violencia. Se niegan a pronunciar el juramento de lealtad. Rehúsan reconocer
como legítimo al gobierno que apruebe el aborto, la eutanasia, el matrimonio
de homosexuales, etcétera. Primero, protestan pacíficamente. Su protesta es
ignorada. Montan manifestaciones cada vez más agresivas, rehusando
someterse a las directrices de índole moral emitidas por el gobierno,
considerándolas diabólicas. No se le hace caso. Poco a poco, montan una
revolución violenta para derrocar a los “liberales”. Hay huelgas y destrucción
de propiedad. (Ejemplo: Atlanta, Georgia, Estados Unidos de América. Año
1997. Una organización que se identifica como el “Ejército de Dios” se
responsabilizó de haber colocado bombas en una clínica de abortos y un
restaurante donde se congregan los homosexuales y las lesbianas.) Grupos
paramilitares de extrema derecha empiezan a asesinar a los “liberales” más
odiados. Todo esto resulta en el caos y la anarquía, tanto moral como política,
de la nación. Las gangas, los criminales, los drogadictos y todos los maleantes
de todo el país se aprovechan de la situación para sembrar la destrucción y el
terror. Sus números crecen alarmantemente. Bajo estas circunstancias, la

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producción tanto industrial como agrícola se afecta drásticamente en toda la
nación. De repente, la bolsa de valores cae precipitadamente. Este evento
causa verdadero pánico en todo el mundo. El gobierno pierde control de la
situación. Ya no puede funcionar.
Para salvar a la nación, se levantan unos líderes militares quienes imponen
una dictadura fuerte. Estos dictadores responsabilizan a los “conservadores”,
particularmente a los “cristianos de extrema derecha”, por haber causado la
crisis, y anulan sus derechos, vetando la libertad de culto y prohibiendo
reuniones en los locales de las iglesias. ¡Ha comenzado el desastroso “poco
de tiempo”!
Internacionalmente, se puede prever otra causa que posiblemente prepare al
planeta para el fin del Milenio y la introducción del “poco de tiempo”. Se trata
de severos conflictos económicos y culturales que sacuden a los países de
todo el mundo.
Uno de los posibles escenarios es el siguiente: los países orientales se hacen
aún más poderosos económicamente, superando al Mercado Común de las
Américas y al Mercado Común de Europa, imponiéndose no solo económica
sino también cultural y religiosamente.
China (más de un billón de habitantes), India (casi un billón de habitantes),
Corea, Vietnam y Tailandia alcanzan el desarrollo económico que tienen
Japón, Indonesia, Hong Kong y Taiwán en la actualidad. ¿Cómo puede
suceder esto? Sencillo.
Los líderes políticos y la mayoría de los ciudadanos de los países de Europa y
del hemisferio occidental, ofuscados con el deseo de enriquecerse cada vez
más, cegados por el dinero y habituados a la abundancia material y al placer,
explotan al mercado oriental al máximo.
Al hacerlo, capacitan a los países orientales para su propia explosión
económica. Les enseñan las leyes y las técnicas del capitalismo. Establecen
muchas fábricas en los territorios orientales, compartiendo los “secretos” de la
tecnología y, de paso, invirtiendo enormes sumas de dinero en las economías
orientales. No solo esto, sino que también animan a los países orientales a
armarse para su propia protección, a la vez retirando sus propias fuerzas
militares de los territorios orientales.
Nota: esta explicación de cómo la China puede convertirse en una “super
potencia” económica y militar fue desarrollada por el autor de este estudio en
el 1995. Meses después, apareció un análisis casi paralelo en el periódico
“Human Events”, Tomo 53, Número 20, del 23 de mayo de 1997, en la página
471. Dice: “El plan chino es atraer inversiones capitales y tecnología del Oeste
con el propósito de desarrollar el poderío industrial necesario para construir las
fuerzas aéreas, navales y de misiles que le hace falta para disuadir, mediante
una fuerza nuclear verosímil de ataque, a los Estados Unidos, en tanto que se
adueña de nuevo de Taiwán y se posiciona para controlar primero todo el
archipiélago de las islas asiáticas, luego el Océano Pacífico”.
El nuevo poderío económico de todos los países orientales hace posible su
desarrollo militar.
Los países de occidente no pueden impedir el desarrollo militar de los países
del oriente sin arriesgar caer en la bancarrota. Llega el momento cuando el
poderío militar del oriente supera al poderío militar del occidente.
Cuando el poderío económico y militar del oriente supere al del occidente, ¿no
estará “preparado el camino a los reyes del oriente”? (Apocalipsis 16:12) El
acercamiento de “los reyes del oriente” señala el tiempo cuando los tres

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espíritus “a manera de ranas” saldrán para engañar a todos los reyes de toda
la tierra introduciéndose el “poco de tiempo” antes del fin.
Conclusión: referente a los países de habla hispana, muchas evidencias
indican que estamos viviendo el tiempo del Milenio. Recalcamos:
¡aprovechémoslo al máximo! También hay evidencias según las cuales se está
preparando el escenario del mundo para que llegue a su fin el Milenio y
comience el “poco de tiempo”. Los cristianos ignorantes, dormidos,
inconstantes, necios, tolerantes, incompetentes, cobardes, tibios, fríos o
inmorales ayudan a preparar el escenario. En cambio, los cristianos aptos,
idóneos, entendidos, preparados, alertas, valientes, calientes, fieles y santos
retrasan la preparación del escenario. ¿A cuál grupo pertenece usted? ¿A cuál
de estos dos grupos pertenece su congregación?

Apocalipsis
Exposiciones sobre las profecías
Contenido

Capítulo Página

-Capítulo Uno: “La naturaleza y el trasfondo del libro” 1


-Capítulo Dos: “Las siete profecías sobre el fin del universo y del tiempo” 21
-Capítulo Tres: “Los siete sellos” 49
-Capítulo Cuatro: “Las siete trompetas” 69
-Capítulo Cinco: “La confrontación entre la mujer vestida del sol
y el gran dragón escarlata; guerra en el cielo” 123
-Ejercicios: Capítulo Cinco (6 páginas)
-Capítulo Seis: “Las dos bestias, la imagen de la bestia y
el número 666” 135
-Ejercicios: Capítulo Seis (8 páginas)
-Capítulo Siete: “Los diez cuernos, el cuerno pequeño, el séptimo
rey y el octavo rey” 167
-Capítulo Ocho: “La gran ramera” 199
-Capítulo Nueve: “Las siete plagas postreras” las cuales son también
“las siete copas de la ira de Dios” 231
-Capítulo Diez: “El Milenio y la Primera resurrección” 239

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