con lupa Roberto Ramos
comentarios
1
pregunta Sorprendentemente llegan
a nuestra redacción con-
sultas relativas a esta pre-
gunta, en las que se sos-
tiene que sí es correcto
realizar este adelantamien-
to. Sin embargo, el planteamiento es senci-
llo, desde el punto de vista normativo; no
tenemos más que acudir al artículo 88.1
del Reglamento General de Circulación:
“[…] Con idénticos requisitos se podrá ade-
lantar a conductores de bicicletas, ciclos,
ciclomotores, peatones, animales y vehícu-
los de tracción animal, cuando por la velo-
cidad a que circulen puedan ser adelanta-
dos sin riesgo para ellos ni para la circula-
ción en general”.
A destacar que NO aparece la motocicleta
de dos ruedas. Asimismo, indicamos lo
recogido en el artículo 85.4 del citado
Reglamento de Circulación:
“Cuando se adelante fuera de poblado a
peatones, animales o a vehículos de dos
ruedas o de tracción animal, se deberá
realizar la maniobra ocupando parte o la
totalidad del carril contiguo de la calzada,
siempre y cuando existan las condiciones
precisas para realizar el adelantamiento en
las condiciones previstas en este regla-
mento; en todo caso, la separación lateral
no será inferior a 1,50 metros. […]”
Donde subrayamos algo que consideramos
que es de vital importancia porque no se
puede aplicar en vías donde está prohibido
el adelantamiento (caso planteado en la
consulta), donde deberá aplicarse lo reco-
gido en la señal R-305:
“R-305 Adelantamiento prohibido. Por aña-
didura a los principios generales sobre
adelantamiento, indica la prohibición a
todos los vehículos de adelantar a los vehí-
culos de motor que circulen por la calzada,
salvo que éstos sean motocicletas de dos
ruedas y siempre que no se invada la zona
reservada al sentido contrario, a partir del
lugar en que esté situada […]”
Es decir, en lugares donde está prohibido
el adelantamiento, solamente podremos
adelantar a una motocicleta de dos ruedas
(única excepción recogida en la R-305) si
no invadimos el carril reservado al sentido
contrario.
5
pregunta Tocar el cristal de una
lámpara halógena signifi-
ca dejar grasa, sudor,
suciedad, etc., deposita-
dos en el cristal de la
lámpara. Estos depósitos que quedan
adheridos poseen cierta masa que, si bien
en una balanza resultan inapreciables, no
lo son tanto a la hora de ser atravesados
por la onda de calor que genera la lámpara
al estar en funcionamiento.
El calor que soporta la lámpara debe ser
homogéneo en todos los puntos de su
superficie de cristal y, de existir suciedad,
sudor, etc., en el cristal, supondrá que en
ese punto el calor es sensiblemente mayor
y puede hacer que, por diferencia de calor
entre un punto de la lámpara y otro ésta se
rompa…algo parecido a echar líquido muy
caliente en un vaso frío (el vaso se rompe).
Este aumento de calor, debido a la masa
sobre
algunas
de las
preguntas
del test
de lo depositado (pegado) a la lámpara se
calcula mediante la siguiente expresión ter-
modinámica.
Q = m ce ∆t
Por lo que, leyendo la ecuación, ante un
mismo incremento de temperatura ∆t, el
calor Q no es el mismo en todos los puntos
del cristal porque la masa ha variado al
haber algo pegado a la lámpara.
Tocar la lámpara no significa, automática-
mente, que debamos tirarla, simplemente
deberemos limpiarla, preferiblemente, con
un papel para eliminar por completo la
materia adherida a la superficie de cristal.
17
pregunta Mantener 1,5 m, como
mínimo, cuando se ade-
lante a una bicicleta tiene
un carácter protector para
los usuarios de estos
vehículos. La línea que
separa la calzada del arcén no es ninguna
barrera que los proteja, por lo que, aunque
circulen por el arcén, los conductores que
los adelanten deberán dejar una separa-
ción lateral de, al menos, 1,5 metros. La
Dirección General de Tráfico así lo consi-
dera y, sinceramente, creemos que es una
medida totalmente acertada, ya que el
ciclista recibe el mismo golpe de viento, y
con la misma peligrosidad, al ser adelanta-
do, circule por el arcén o por la calzada.
Asimismo, cabe recordar también, que si el
ciclista adelantado circulara por la calzada,
además de los citados 1,5 metros de sepa-
ración, como mínimo, los conductores
deberían invadir, total o parcialmente, el
carril contiguo (art. 85.4 Reglamento
General de Circulación).
19
pregunta “Art. 72 Reglamento
General de Circulación.
Obligaciones de los con-
ductores que se incorpo-
ren a la circulación.
(continúa en la pág. 40)
7
con lupa
4. En vías dotadas de un carril de acelera-
ción, el conductor de un vehículo que pre-
tenda utilizarlo para incorporarse a la cal-
zada deberá cerciorarse, al principio de
dicho carril, de que puede hacerlo sin peli-
gro para los demás usuarios que transiten
por dicha calzada, teniendo en cuenta la
posición, trayectoria y velocidad de éstos,
e incluso deteniéndose, en caso necesario.
[…]”
La pregunta entonces es: ¿dónde está el
inicio de un carril de aceleración? La res-
puesta, desde el punto de vista descriptivo
y de diseño del carril es clara pero, para
que el conductor pueda adaptar su com-
portamiento de manera segura, debe ase-
gurarse de que dispone de visibilidad del
carril hacia el que se incorpora.
Si desea que nuestra redacción comente alguna pregunta en concreto, aparecida en examen, envíenosla al e-mail testcnae@cnae.com o al
fax 91- 715 00 19. (Y recuerde que la solución de este test la encontrará en la plantilla de correcciones que publicamos en noviembre. Es la
misma solución que la del test número 1.)
los errores más comunes del conductor
El exceso de calor en el interior del vehículo, ¿aumenta el riesgo en la
conducción?
Sí, la temperatura alta es un factor impor-
tante en el aumento de la probabilidad de
que se produzca un accidente de tráfico.
¿Estaríamos dispuestos a realizar un exa-
Es decir, a pesar de que Instrucción de
Carreteras describe con nitidez dónde
comienza el carril de incorporación, el con-
ductor no puede creer a ciencia cierta, y
aplicarlo en todos los carriles de incorpora-
ción que utilice, que el inicio de dicho carril
está en un punto fijo de la vía ya que, para
poder dar una respuesta de comportamien-
men en un aula donde la temperatura
ronda los 40º C? ¿Realizaríamos una acti-
vidad deportiva a una temperatura de 35º -
40º C? ¿Trabajaríamos con maquinaria
pesada a 40º C?
Las respuestas a estas preguntas, cla-
ramente, son no. No podríamos realizar
con la suficiente concentración un exa-
men, tendríamos problemas muscula-
res y de hidratación realizando la activi-
dad deportiva y sería muy peligroso
que trabajásemos con maquinaria
pesada a esa temperatura… Entonces,
¿por qué conducimos un vehículo en
tales condiciones de calor?
Según estudios realizados, la tempera-
tura excesiva afecta negativamente a la
conducción de modo similar a como lo
to seguro en la conducción, el conductor
deberá preguntarse, cuando considere que
está en el inicio de un carril de incorpora-
ción, si además existe visibilidad suficiente
desde el lugar elegido para poder cumplir
con el artículo 72.4 del Reglamento
General de Circulación. Posteriormente,
realizará el desplazamiento lateral en un
punto u otro de dicho carril.
En otras palabras, es vital disponer de visi-
bilidad porque habrá carriles donde tenga-
mos mucho espacio y visibilidad y otros,
en los que por su configuración, necesite-
mos invertir algo más de tiempo en asegu-
rarnos de que no ponemos en peligro a
ningún usuario de la vía con nuestra
maniobra de desplazamiento lateral y
podamos decidir con seguridad si acelera-
mos, nos detenemos, etc.
Roberto Ramos
podría hacer el alcohol; es decir: con una
temperatura de 35º C a 40º C en el interior
del vehículo, el conductor estaría afectado
para la tarea de conducir como si tuviese
una tasa de alcoholemia de 0,8 g/l; asimis-
mo, no se percibe el 15% de las señales
de tráfico, se incrementan entre un 25% y
un 35% los errores del conductor y, por
supuesto, el tiempo de reacción de éste
aumenta notablemente.
Por todo ello, tenemos que aclarar que el
aire acondicionado en los vehículos, ade-
más de proporcionar confort y comodidad,
es un claro elemento de seguridad activa,
ya que permite que las actitudes y capaci-
dades del conductor no se deterioren a
causa del aumento excesivo de la tempe-
ratura.