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N 11998899--44771166
REFLEPSIONES
Revista de Psicología
Nº 11 Octubre 2009
DIRECTORA
Dª. Amelia Catalán Borja
Sumario Página
Psicóloga
INFORMACIÓN
10 de Octubre: Día Mundial de la Salud Mental
Esta revista pretende recoger
noticias, comentarios, artículos,
etc., relacionados con la psicología,
Beatriz Sarrión Soro 8
intentando informar tanto a
profesionales, como a pacientes y
público en general. La mayoría del Las demencias
contenido corresponde a entradas
publicadas en el blog Reflepsiones. Amelia Catalán Borja 11
Para cualquier tema relacionado
con esta publicación puede dirigirse
al siguiente correo electrónico: Factores que influyen en la eficacia de las
reflepsiones@gmail.com
psicoterapias
Los beneficios que se obtienen de la T.A.A. inciden en todas las dimensiones de la persona, a
nivel físico, psicológico, social y emocional. Las actividades a realizar deben ser aplicadas por
un terapeuta profesional. Este profesional debe fijar los objetivos, guiar la interacción entre el
Por lo que pudimos comprobar los que nos acercamos a las jornadas, el trabajo con los
animales ofrece un aliciente de motivación a los jóvenes que sería mucho más costoso de
conseguir por otra vía. De hecho, los padres confirmaban que para una niña con autismo esta
era una actividad que deseaba e incluso los terapeutas notaban que cuando estaba encima del
caballo su expresión cambiaba.
Este es un tipo de terapia que está iniciando su andadura. Todavía queda camino por recorrer
en el campo de la investigación para validar esta terapia, pero parece un camino que puede dar
resultados muy interesantes.
Citar como:
Sarrión, B. (2009). Terapia Asistida con Animales (T.A.A.). Reflepsiones [Revista electrónica],
(11), 4-5. Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA DE
CONSULTA].
Ahora ha surgido un nuevo indicio que puede dar un gran impulso a la investigación científica
para llegar a explicar ciertas vivencias de difícil clasificación que algunas personas relatan
cuando pasan por las denominadas “experiencias cercanas a la muerte”. En un reciente
estudio publicado en el Journal of Palliative Medicine, comentado en el blog Experientia
docet, el equipo médico dirigido por el Dr. Lakhmir S. Chawla ha comprobado que “las
lecturas eléctricas de siete pacientes que murieron en la unidad de cuidados intensivos del
Centro Médico de la Universidad George Washington (EE.UU.) sugieren que el cerebro sufre
un aumento acusado de actividad en el momento de la muerte”.
La explicación de lo que el Dr. Chawla y su equipo han verificado, según sugieren, sería que
dicho incremento repentino de actividad cerebral en el momento de la muerte “fue debido a una
despolarización anóxica: un proceso en el que la falta de oxígeno desestabiliza el equilibrio
químico a ambos lados de las membranas de las neuronas, lo que conlleva un último estallido
de actividad”.
Citar como:
Aparicio, L. (2009). “Experiencias cercanas a la muerte: explicación científica”. Reflepsiones
[Revista electrónica], (11), 6-7. Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta:
FECHA DE CONSULTA].
Blog: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/
Revista: http://stores.lulu.com/reflepsiones
En todos los países del mundo son frecuentes los trastornos mentales, neurológicos y de
conducta, que causan un inmenso sufrimiento y acarrean ingentes costos económicos y
sociales. Las personas con trastornos mentales, además, suelen ser objeto de aislamiento
social, tener una mala calidad de vida y presentar tasas de mortalidad más elevadas. La
estigmatización hace que a menudo sean aislados y no reciban los cuidados que necesitan y
que tengan que enfrentarse diariamente a la discriminación en la educación, el empleo y la
vivienda.
Ante estos datos que nos dan una idea de la incidencia de este problema y de sus
repercusiones para la vida de estas personas y de su entorno, plantean que es el momento de
pasar a la acción para conseguir una salud mental al alcance de todos. Y para ello se hace
necesario:
Aumentar los esfuerzos para implementar la Estrategia en Salud Mental del Sistema
Nacional de Salud presentada por el Ministerio de Sanidad y Política Social y aprobada
por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en 2006.
Referencias:
http://www.who.int/topics/mental_health/es/index.html
http://www.feafes.com/NR/rdonlyres/77C626C4-665B-4390-BDEE-
C0DA0639697D/26890/3ManifiestoDMSM09.pdf
Citar como:
Sarrión, B. (2009). 10 de Octubre: Día Mundial de la Salud Mental. Reflepsiones [Revista
electrónica], (11), 8-10. Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA
DE CONSULTA].
Blog: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/
Revista: http://stores.lulu.com/reflepsiones
La intervención cognitiva abarca una serie de métodos y estrategias que pretenden optimizar
los rendimientos cognitivos y funcionales de los pacientes para mejorar su calidad de vida e
incrementar su autoestima.
Teniendo en cuenta los procesos que se van alterando como consecuencia del deterioro
neuronal del proceso del envejecimiento, se diseña el programa de estimulación cognitiva.
Dicha terapia requiere una evaluación neuropsicológica individual previa, que delimite en cada
función cognitiva el grado y tipo de procesos preservados. Se utilizarán fichas de evaluación
neuropsicológica individual que indique claramente para cada función dónde está el grado de
competencia del usuario/a.
Definición de demencia
Demencia
Los trastornos del apartado “demencia” se caracterizan por el desarrollo de múltiples déficits
cognoscitivos (que incluyen el deterioro de la memoria) que se deben a los efectos fisiológicos
directos de una enfermedad médica, a los efectos persistentes de una sustancia o a múltiples
etiologías (p.ej., efectos combinados de una enfermedad cerebrovascular y la enfermedad de
Alzheimer). Los trastornos de este apartado se caracterizan por un cuadro clínico con síntomas
comunes, pero se diferencian en base a su etiología. Los síntomas diagnósticos enumerados
en el siguiente apartado pertenecen a demencia tipo Alzheimer, demencia vascular, demencia
debida a enfermedad por VIH, demencia debida a traumatismo craneal, demencia debida a
enfermedad de Parkinson, demencia debida a enfermedad de Huntington, demencia debida a
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, demencia debida a otras enfermedades médicas, demencia
inducida por el consumo persistente de sustancias y demencia debida a etiologías múltiples.
Además la demencia no especificada se incluye en esta sección para aquellos cuadros clínicos
Características diagnósticas:
Los sujetos con demencia pueden presentar apraxia (p. ej., deterioro de la capacidad de
ejecución de las actividades motoras, a pesar de que las capacidades motoras, la función
sensorial y la comprensión de la tarea a realizar están intactas). Su capacidad en el uso de
objetos (p. ej., usar un cepillo para peinarse) podría estar deteriorada, así como la actividad
constructiva de actos motores conocidos (p. ej. Movimiento de la mano para decir adiós). La
apraxia puede conducir a déficit en cocinar, vestir y dibujar. Las alteraciones de las habilidades
motoras se examinan pidiendo al sujeto que ejecute funciones motoras (p.ej., mostrando cómo
se limpia los dientes, copiando figuras tridimensionales, que ensamble cubos).
Los sujetos con demencia pueden presentar agnosia (p. ej., fallos en el reconocimiento o
identificación de objetos, a pesar de que la función sensorial está intacta). Por ejemplo, el
sujeto puede tener agudeza visual normal, pero ha perdido la capacidad para reconocer
objetos como sillas o lápices. En ocasiones es incapaz de reconocer a sus familiares o incluso
su propia imagen en el espejo. De forma parecida, puede tener una sensación táctil normal,
pero ser incapaz de identificar por el tacto objetos colocados en sus manos (p. ej., llaves o
monedas).
Los sujetos con demencia pueden llegar a estar desorientados espacialmente y tener
dificultades en relación con tareas espaciales. El funcionamiento visuoespacial se examina
pidiendo al sujeto que copie dibujos como un círculo, pentágonos entrelazados y un cubo. Son
frecuentes en la demencia la pobreza de introspección y de juicio crítico. Los sujetos pueden
tener o no conciencia de la pérdida de memoria o de otras anomalías cognoscitivas; pueden
hacer valoraciones poco realistas de su capacidad y hacer planes sin tener en cuenta su déficit
o desestimar los riesgos implicados en algunas actividades (p. ej., conducir). En ocasiones
llegan a ser violentos y a herir a otros. El comportamiento suicida se presenta en particular en
estados iniciales, cuando el sujeto es más capaz de llevar a cabo una acción planificada. La
demencia se acompaña a veces de alteraciones de la marcha que provoca caídas. Algunos
sujetos con demencia muestran un comportamiento desinhibido, que incluye bromas
inapropiadas, descuido del aspecto personal y de la higiene, mostrando una indebida
familiaridad con extraños o despreciando las normas convencionales que regulan el
comportamiento social. Si la demencia se asocia con Patología subcortical, puede presentarse
un lenguaje farfullante, como sucede en la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de
Huntington y algunos casos de demencia vascular. Los múltiples deterioros cognoscitivos de la
demencia se suelen asociar a ansiedad, depresión y trastornos del sueño. Las ideas delirantes
son frecuentes, sobre todo las que implican temas de persecución. Las alucinaciones se
presentan en todas las modalidades sensoriales, pero son más frecuentes las alucinaciones
visuales. El delirium está frecuentemente sobreañadido a la demencia, puesto que la
enfermedad cerebral subyacente puede aumentar la susceptibilidad a los estados
confusionales producidos por medicamentos u otras enfermedades médicas. Los individuos
con demencia son especialmente vulnerables a los factores estresantes, tanto físicos (p. ej.,
una enfermedad o una intervención quirúrgica menor), como psicosociales (p. ej., ingreso en un
hospital, pérdida de un ser querido), lo que puede agravar sus déficits intelectuales y los
problemas que se asocian a ello.
Bibliografía:
Citar como:
Catalán, A. (2009). Las demencias. Reflepsiones [Revista electrónica], (11), 11-16. Disponible
en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA DE CONSULTA].
Blog: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/
Revista: http://stores.lulu.com/reflepsiones
Las psicoterapias deben demostrar que son superiores al no tratamiento, al azar y al efecto
placebo y, aunque hay menos evidencia de la que suele pensarse sobre el real poder
terapéutico, existe apoyo empírico de que ciertas psicoterapias sí muestran evidencia en esta
línea (Abarca, Chacón, Espinosa y Vera-Villarroel, 2004).
Si bien es cierto que para Labrador, Vallejo, Matellanes, Echeburúa, Bados y Fernández-
Montalvo (2003) “el concepto de eficacia terapéutica es complejo”, también señalan que, de
acuerdo con las investigaciones de los últimos años, en general las características de los
tratamientos psicológicos más efectivos serían las siguientes:
Son más bien de corta duración (de 2 a 6 meses, aunque es mayor en problemas
graves o cuando hay varios problemas).
Por lo tanto, concluyen aconsejando desconfiar de un tratamiento si “no tiene unos objetivos
claros, se dilata en el tiempo y no se obtienen resultados apreciables (cuando menos parciales)
en un período de tiempo razonable”.
Para estos autores, un tratamiento psicológico eficaz sería aquel que “ha pasado los controles
y pruebas científicas adecuadas de tal modo que sabemos que funciona respecto a no aplicar
ningún tratamiento o a otro que no muestra tener efectos o a otro menos eficaz”.
Las investigaciones en psicoterapia indican que los factores que influyen en su efectividad
pueden ser de dos tipos (Santibáñez, Román, Lucero, Espinoza, Irribarra y Müller, 2008):
Safran, según recogen Santibáñez et al. (2008), realizó un análisis respecto a la investigación
en psicoterapia concluyendo que sólo el 15% del cambio psicológico en terapia es atribuible a
factores específicos, mientras que un 45% se atribuiría a factores de la relación terapéutica.
Según Alcaráz (2009), como puede leerse en el blog Círculo de escritores; Textos
completos, la mejoría que experimenta la gente con la psicoterapia se debe a cuatro factores
principales, cada uno de los cuales sería responsable de un determinado porcentaje de dicha
mejoría (el gráfico incluido en este post lo hemos realizado tomando estos datos):
Edad: existe una débil evidencia respecto a que, en igualdad de circunstancias, los
consultantes más jóvenes sean mejores candidatos para la terapia, puesto que se supone que
son más flexibles o tienen menos costumbres arraigadas.
b) Tipo de perturbación: la variable más consistentemente relacionada con los resultados del
tratamiento es el nivel inicial de perturbación psicológica. En términos diagnósticos, los
consultantes con perturbaciones afectivas y conductuales leves muestran mayor mejoría que
consultantes con otro tipo de patología. Consultantes con puntuaciones altas en paranoia y
esquizofrenia presentan escasos índices de mejoría; consultantes diagnosticados como
psicóticos o de personalidad limítrofe tienden a sufrir un deterioro en el proceso terapéutico, en
términos de una disminución en la madurez del comportamiento y una peor adaptación social.
Las expectativas de los consultantes, sin importar su clase social, afectan a una serie de
aspectos del proceso terapéutico, entre los cuales se incluyen duración del tratamiento,
deserción del consultante y resultados del tratamiento. Las expectativas que posee el
consultante al inicio de la psicoterapia no sólo se refieren al tratamiento (técnicas, duración,
etc.), sino que también involucran expectativas acerca del terapeuta y creencias en relación a
los logros o beneficios que éste pueda obtener de la atención.
En los consultantes de todos los niveles socioeconómicos, se observa una mala información y
expectativas erradas en relación al proceso y objetivos de la psicoterapia, pero ello es más
agudo en las personas de bajo nivel socioeconómico, donde las actitudes se manifiestan en un
sentimiento de vergüenza ante la necesidad de tratamiento, y en cuestionar la psicoterapia
como solución para problemas personales.
Los consultantes que tienen una disposición negativa a la situación de tratamiento y que se
encuentran relativamente intransigentes a los esfuerzos del terapeuta por establecer la alianza
terapéutica, obtienen resultados pobres. La disposición positiva al tratamiento y al cambio
favorecería el logro de resultados exitosos.
La motivación, las expectativas y las necesidades del consultante, son variables relevantes
para el logro de una adecuada complementación y compromiso entre los involucrados en el
proceso terapéutico.
Cuando las personas son forzadas a consultar, ya sea en forma abierta o sutil, rara vez se
benefician de la experiencia o bien abandonan su tratamiento.
Las características del terapeuta interactúan de forma compleja con las características del
consultante, lo que dificulta la discriminación acerca de lo que realmente aporta cada uno de
estos actores al proceso psicoterapéutico.
2.1. Actitud
El terapeuta debe tener una actitud que favorezca un clima terapéutico facilitador del cambio,
que debe incentivar la autoexploración del consultante, estar basada en respeto, aceptación
incondicional, comprensión, calidez, autenticidad, empatía y ayuda. Implica hacer esfuerzos
deliberados por no criticar, no juzgar, ni reaccionar emocionalmente frente a las provocaciones,
lo que crea un marco y una atmósfera positiva. La actitud de respeto por el consultante
constituye la actitud básica que el terapeuta debe mantener. Esta actitud básica de respeto se
relaciona con las posibilidades que tenga el terapeuta de fuentes de satisfacción y seguridad
personal extra-terapéuticas.
Los consultantes valoran la actitud del terapeuta como un factor que propicia la permanencia
de las personas en psicoterapia y como obstaculizadores del proceso psicoterapéutico la falta
de contacto visual, poca capacidad de escucha, la falta de comprensión y la relación fría y
distante, y la relación asimétrica. La interacción mutua no implica necesariamente simetría, hay
una asimetría en los roles del paciente y el terapeuta que se debe mantener. Por tanto, la tarea
del terapeuta sería mantener un equilibrio entre actuar de acuerdo con su rol y actuar de una
manera expresiva y espontánea que permita el desarrollo de un vínculo de mutua
identificación.
2.2. Habilidades
Las habilidades terapéuticas son las distintas aptitudes y actitudes que debe tener en cuenta
un terapeuta para dedicarse a la práctica clínica; que están centradas en su persona y son
independientes de su postura teórica. Además, los requisitos previos necesarios para llevar a
cabo esta práctica serían:
Compromiso ético.
La personalidad del terapeuta puede contribuir en gran medida al cambio, cuando poseen una
personalidad sana obtienen mejores resultados terapéuticos.
Se ha encontrado una relación directa entre edad y experiencia del terapeuta con su estilo
comportamental. A mayor edad y experiencia, los terapeutas tenderían a actuar con más
empatía y exploración; conductas que se han encontrado altamente relacionadas con cambios
positivos en los consultantes. La diferencia entre terapeutas inexpertos y terapeutas
experimentados está en que los primeros adoptan sólo esporádicamente actitudes
confrontacionales e interpretativas, y además en que los segundos presentan mayor tolerancia
hacia las expresiones de emociones negativas que los principiantes.
El nivel de ajuste emocional del terapeuta se relaciona con el éxito terapéutico. Un terapeuta
perturbado puede no sólo impedir el crecimiento de su paciente, sino también inducir cambios
negativos en él. No obstante, un cierto grado de conflicto psicológico en el terapeuta resultaría
positivo para el desarrollo de la terapia.
Tanto las variables del consultante como las del terapeuta no pueden ser comprendidas sino
en función de la interacción que entre ellas se produce. Es por esto que en la actualidad todas
las corrientes psicoterapéuticas confieren a la alianza terapéutica una importancia especial en
la determinación de los cambios que se producen con la psicoterapia.
Según Castro Solano (2001), “en términos generales los clínicos no son buenos usuarios de los
datos de investigaciones, ya que las decisiones parecen basarse más en ciertas
representaciones subjetivas acerca de cómo funciona la psicoterapia en los pacientes a tratar.
Sin embargo, existe un creciente consenso en que un clínico bien formado debe conocer las
intervenciones básicas de varios modelos teóricos y debería usarlos en función del paciente
particular a tratar. Havens (1994, citado por Castro Solano, 2001) afirma que los datos de la
eficacia de determinados programas de intervención psicológica son muy difíciles de aplicar
por los terapeutas en la clínica concreta”, por las siguientes razones:
No está clara la relación entre la sintomatología clínica de los pacientes y los trastornos
de personalidad subyacentes que moderan completamente el pronóstico.
Castro Solano (2001), concluye que “si bien la valoración de las intervenciones resulta útil para
saber si las psicoterapias funcionan o no, tiene serias dificultades en la implementación clínica
concreta”.
Referencias bibliográficas:
Abarca, O., Chacón, A., Espinosa, F. y Vera-Villarroel (2004). Placebo y Psicología Clínica:
Aspectos Conceptuales, Teóricos e Implicancias. Terapia Psicológica, 23 (1), 73-82. Disponible
en internet (consultado el 24 de octubre de 2009).
Alcázar, R.J. (2009). ¿A qué se debe que la gente puede cambiar con la psicoterapia? Extraído
el 24 de octubre de 2009 desde http://textoscirculo.blogspot.com/2009/04/que-se-debe-que-la-
gente-puede-cambiar.html
Labrador, F.J., Vallejo, M.A., Matellanes, M., Echeburúa, E., Bados, A. y Fernández-Montalvo,
J. (2003). La eficacia de los tratamientos psicológicos. Infocop, (84). Disponible en internet
(consultado el 24 de octubre de 2009).
Santibáñez, P.M., Román, M.F., Lucero, C., Espinoza, A.E., Irribarra, D.E. y Müller, A. (2008).
Variables inespecíficas en psicoterapia. Terapia Psicológica, 26 (1), 89-98. Disponible en
internet (consultado el 24 de octubre de 2009).
Citar como:
Aparicio, L. (2009). Factores que influyen en la eficacia de las psicoterapias. Reflepsiones
[Revista electrónica], (11), 17-26. Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta:
FECHA DE CONSULTA].
Blog: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/
Revista: http://stores.lulu.com/reflepsiones
Un estudio del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia, dependiente del Ministerio
de Trabajo y elaborado por Mª Ángeles Cea D’Ancona, profesora titular de Metodología de la
Investigación Social en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de
Madrid que analiza los resultados de este sondeo. El porcentaje de españoles que responde
afirmativamente a ese tipo de preguntas crece de forma imparable, poniendo de relieve que la
crisis económica está disparando el grado de xenofobia y rechazo a los inmigrantes, a quienes
muchos ven como rivales para acceder a las prestaciones y servicios sociales.
Existen distintas razones que pueden llevar a un conflicto intergrupal que podemos
clasificar en 3 grupos principalmente:
Racismo: Doctrina según la cual ciertas razas humanas son superiores a las demás y
tienen derecho a prevalecer sobre ellas, que se manifiesta a través de movimientos
políticos o sociales que buscan predominio de una raza sobre las demás.
El racismo moderno alberga valores contradictorios entre sí, manifestándose bajo múltiples
formas disfrazadas. Así, por ejemplo, si bien las actitudes de racismo y discriminación son
fuertemente rechazadas con refinadas justificaciones, se rechazan políticas gubernamentales
de apoyo a las minorías.
Es importante darse cuenta de que estas formas “camufladas” de manifestar el racismo están
presentes en nuestra sociedad, y combatirlas. Estas expresiones de racismo son un caldo de
cultivo que generan conflictos, discriminación y dificultan la integración en la sociedad de
diversos colectivos. No se trata sólo de no señalar la diferencia, también es importante
conseguir la igualdad.
Referencias:
S.O.S. Racismo (2009). Informe anual 2009 sobre el racismo en el estado español. Extraído el
26 de octubre de 2009 desde http://www.mugak.eu/gunea/sosracismo/Informes/inf09
Citar como:
Sarrión, B. (2009). La nueva cara del racismo. Reflepsiones [Revista electrónica], (11), 27-29.
Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA DE CONSULTA].
Lo esperable es que más allá de los 6 años de edad, los celos disminuyan
convirtiéndose en una rivalidad sana o incluso desaparezcan. Si no se produce una
resolución adecuada de los celos, se pueden cronificar y entonces dejan de tener una
función adaptativa para convertirse en un problema.
Cuando los celos afectan a distintas áreas de la vida del niño y de sus familiares como
el rendimiento académico, las relaciones con los iguales, la convivencia familiar,
debemos concluir que con toda probabilidad nos encontramos ante unos celos
patológicos.
Si el niño presenta otros trastornos psicológicos debidos a los celos como enuresis,
encopresis, depresión, ansiedad de separación, etc.
No existen unos criterios claros y consensuados para poder concluir que nos encontramos con
una conducta celotípica, pero existen indicadores fiables que nos pueden guiar en el
diagnóstico:
Citar como:
Puig, A. (2009). Celos ante la llegada de un nuevo hermano. Reflepsiones [Revista
electrónica], (11), 30-31. Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA
DE CONSULTA].
Blog: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/
Revista: http://stores.lulu.com/reflepsiones
Licenciada en Psicología.
Máster en Psicología Clínica y Jurídica.
Máster en Psicología Clínica y de la Salud.
Especialista Universitario en Hipnosis Clínica.
Experta en Técnicas Gerontológicas.
Postgrado en Intervención Psicopedagógica en Contextos Escolares.
Postgrado en Intervención Social con Menores (Reconocido por la Conselleria de Benestar
Social de la Generalitat Valenciana).
Ponente del personal sanitario del Servei Valencià de Salut en la Comunidad Valenciana.
Directora del Centre de Psicologia Clínica i Formativa de Valencia (CPCiF).
Tutora externa del módulo “Practicum en Personalidad, Evaluación y Tratamiento
Psicológico” de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.
Colaboradora activa del Centro de Psicología Especializada (C.P.E.).
Miembro investigador en la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.
Licenciada en Psicología.
Máster en Psicología Clínica y Jurídica.
Máster en Psicología Clínica.
Psicóloga del Centre de Psicologia Clínica i Formativa (CPCiF).
Profesora del Máster de Psicología Clínica del área infanto-juvenil (CPCiF).
Profesora del Máster de Psicología Clínica del área de trastornos de ansiedad (CPCiF).
Licenciada en Psicología.
Máster en Psicología Clínica.
Colaboradora del Centre de Psicologia Clínica i Formativa (CPCiF).
ISSN 1989-4716
https://www.safecreative.org/work/0903202794046
https://www.safecreative.org/work/0910314802330
Parte de una propuesta realizada por el Centre de Psicologia Clínica i Formativa (Valencia-
España) a los profesionales que, de una u otra forma, colaboran con dicho centro, para que
aporten información y reflexiones sobre los temas psicológicos que consideren oportunos,
siendo todos sus autores profesionales del ámbito sanitario o de la psicología.
Los artículos y opiniones escritas en esta revista, y sus derechos, pertenecen a los autores
que las han publicado.
Para cualquier tema relacionado con esta publicación puede dirigirse al responsable
escribiendo al siguiente correo electrónico:
AVISO
http://stores.lulu.com/reflepsiones
ISSN 1989-4716