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Ya no puedo soportarlo, cada vez siento que me alejo más de la realidad, q me acerco
a la locura, a la demencia, no sé si es un sueño o si poco a poco caigo en una alucinación de
la que no puedo salir. Siento que me estoy separando de las personas que me rodean; quisiera
devolverme como en una máquina del tiempo y no vivir esta agonía o amor, o quizás
confusión.
Todo comenzó cuando decidí irme del lado de mis padres, en definitiva ser
independiente; creía que ya era tiempo de organizar toda mi vida, con cosas propias e iba a
empezar por una casa, sin leyes, ni nadie que me dijera lo que tengo que hacer, lo bueno o lo
malo. Como era lógico los iba a extrañar, pues vivir toda la vida con las mismas personas y
alejarse de ellas de repente era difícil; pero me acostumbraría.
En uno de los espejos del cuarto q era bastante grande, fijé mi mirada y para mi
espanto o sorpresa, vi reflejados los ojos mas hermosos y profundos que en mi vida había
visto, eran rojos sangre, quedé cautivado, además que la persona dueña de esos ojos
desprendía un olor tan fresco, eran flores, inmediatamente fui bajando mi mirada y esa
persona que en ese momento me cautivó era una mujer, hermosa por cierto; su piel era tan
blanca como la nieve, su cabello era tan negro como la oscuridad, su cuerpo era tan perfecto,
que quedé simplemente anonadado, era una adolescente.
Después de tres horas aproximadamente, me escapé del hospital hacia mi casa donde
podría realmente averiguar que pasaba, llegue agitado y muy nervioso por lo que pudiera
pasarme cuando viera a luang, una vez más llegó la noche y luang apareció entre la oscuridad
de la casa, la reacción de Jonás no fue la mejor, se exalto mucho y le pidió que saliera de la
vida, él le dijo: ¡estás loca! y Con una voz segura esta mujer le respondió: no serás tu el loco,
y no seré yo una simple alucinación de tu mente… ¡ya! Déjame en paz no quiero tenerte en
mi vida.
Yo en mi afán por huir de la persona que creía loca, traté de romper una ventana para
poder salir puesto que ella me había cerrado las puertas, me lastime el brazo y cuando estaba
decidido a saltar por aquella ventana se me vino a la cabeza que si saltaba me creerían
demente y pensarían que me estaba tratando de suicidar; pero tenia tanto miedo, espanto, y
confusión por una persona o bueno no sabia si lo era, q podría ser un demonio, un ángel, o
solo una alucinación que me hacia falta, sin más cabeza salté y caí muy fuerte, quedé en el
piso inmóvil, me dolía todo, sentía la sangre correr por mi cuerpo, no sé como pero la siento
al lado mío, al menos tengo la certeza que si muero terminará mi sufrimiento, solo quiero
dormir, mis ojos se cierran, pero… ¿Moriré así de fácil?...