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SEGURIDAD INTERNACIONAL Y PERCEPCIONES DE AMENAZA

Dra. Isabel Jaramillo E.


Junio 2003

"Diplomacy must be divested of the crusading spirit"


Hans J. Morgenthau(1)

Estados Unidos y Septiembre 11, 2001

Así como el ataque a Pearl Harbor dividió el ´tiempo´ estadounidense en un antes y


después(2), el atentado al WTC/Pentágono permite a la administración de G.W.Bush
delinear un nuevo paisaje internacional(3) y avanzar en la conformación de un Estados
Unidos incipiente, que será esencialmente diferente al que hemos conocido hasta
ahora.

Las transformaciones se han acelerado después de Septiembre 11, 2001 con el


consecuente incremento del poder hegemónico estadounidense. Desde el punto de
vista interno, la respuesta al terrorismo(4) - y el consenso en torno a la misma- implica
una reformulación del sistema que se traducirá en medidas draconianas, reducción de
libertades civiles, la autorización para el ejercicio de un gran control de los
ciudadanos, la detención de sospechosos y el recurso de la utilización de la fuerza
aniquiladora. De hecho, la administración estadounidense implementa un estado de
seguridad nacional en torno al eje de la guerra al terrorismo, que pasará a ser
elemento aglutinador en este nuevo ciclo de hegemonía estadounidense, tal como lo
fue la contención (containment) del comunismo durante mas de la mitad del siglo XX.

La combinación del enfoque geopolítico y geoeconómico y un marcado unilateralismo


caracterizan la política exterior de la Administración de G.W.Bush (5). Dicha perspectiva
está íntimamente relacionado con el acceso a recursos naturales(6) y tiene como centro
geográfico evidente el Asia Central, en este momento(7). En el terreno militar y
tecnológico, en el plano mas general, la administración se planteaba la substitución
eventual de la "destrucción mutua asegurada" que primó durante la guerra fría, por "
la propuesta del Sistema Nacional de Defensa Anticoheteril" (NMD) (8), como medio
disuasivo para las potencias nucleares(9). La idea es que "si se logra combinar la idea
de los misiles defensivos y la reducción de fuerzas nucleares ofensivas, será posible
construir una nueva relación estratégica con los rusos que reconozca que la política
de la guerra fría, que generaba situaciones de conflicto, ha dejado de existir" (10). Por
otra parte, se asume que el gran peligro que representa Rusia para los Estados Unidos
no es su fuerza, sino precisamente su debilidad; en el caso de China, "se trata de
afrontar su ascenso como una gran nación que está transformándose tanto a escala
interna como a escala internacional" y en esta perspectiva un conflicto con Taiwan
sería un elemento desestabilizador. (11) Los retos a la seguridad nacional de los Estados
Unidos se ubican en el plano mas general de la contención de China, el
enfrentamiento al terrorismo, la proliferación y la posibilidad de que la "nueva teoría
del dominó del siglo XXI sea nuclear", y la exclusión de grandes sectores de la
población global como resultado de la pobreza, el hambre y las enfermedades (12),
particularizándose regiones, países y temas especificos.

La percepción de que los "conflictos el futuro no estarán ya confinados a la región de


origen" (13) está presente en la multifacéticas proyecciones de la política exterior
estadounidense. Desde esta perspectiva, la priorización de la región de Asia Central se
relaciona con una perspectiva más amplia orientada al reordenamiento del área Asia-
Pacífico(14) y sus relaciones con los Estados Unidos y también, en el mas largo plazo,
con el reordenamiento y conformación de espacios geográficos a partir de los intereses
estadounidenses, desde la lógica de "conformar el mundo" (shaping the world).

Desde la perspectiva geopolítica y estratégica estadounidense subyacen los intereses


de las corporaciones petroleras y del llamado complejo militar industrial, que se
reformula adecuándose a la globalización y a las nuevas necesidades tecnológicas. El
eje de la ruta que pasa por Irak, el Medio Oriente, que atraviesa Irán, y se acerca al
Cáucaso(15), es básicamente el petróleo, en una combinación de intereses económicos y
políticos y de redistribución de áreas de influencia, en un entorno caracterizado por
lazos con el mundo islámico, sin ignorar el papel de Rusia en este contexto.

El retorno al tema de la seguridad como núcleo funcional de la hegemonía


estadounidense se acentuará en la política exterior a partir de septiembre 11, 2001. (16)
Al mismo tiempo, la lógica de la seguridad nacional reafirma el papel dominante del
Estado, creándose las bases para la reformulación del Estado fuerte con poder militar,
económico y político. Resurge así, en el centro del poder hegemónico, una tendencia al
neoautoritarismo(17) que podría tener proyecciones expansivas.

Agenda de Seguridad Internacional

La agenda de seguridad internacional -y los retos que esta implica - incluye temas
como la pobreza, el desarrollo sustentable, el medio ambiente y los retos relacionados
con el abastecimiento de agua y el cambio climático, los desastres naturales, el acceso
a energía, el HIV/SIDA y otras enfermedades infecciosas, y la seguridad alimentaria.
No menos importantes son la seguridad y el desarme nuclear, la no-proliferación de
armamento avanzado, el terrorismo, los derechos humanos en su sentido más amplio,
el narcotráfico, las migraciones, el tráfico de armas, y el crimen organizado
transnacional. Todos los temas mencionados requieren de la cooperación en el
espectro más amplio, y el enfoque de los mismos variará de acuerdo con la perspectiva
e intereses de cada uno de los componentes de la comunidad internacional.

La recuperación de la efectividad de los organismos multilaterales y el esfuerzo


mancomunado, como respuesta a los innumerables retos a la seguridad internacional
derivados de los temas de la agenda se ve, sin embargo, prácticamente mediatizado
por el unilateralismo estadounidense. La resultante es una disgregación de iniciativas
constructivas, ruptura de alianzas, y priorización de temas que pueden -incluso- ser
irrelevantes para la mayoría del mundo subdesarrollado, en un contexto caracterizado
por el desequilibrio y la inestabilidad. En este sentido, cabe señalar que "los atentados
terroristas al WTC/Pentágono marcan un punto de inflexión en el sistema
internacional y resulta en una recomposición de las alianzas en el ámbito global,
donde lo que primará serán los intereses particulares y específicos de cada uno y la
construcción de un entramado de múltiples alianzas y coaliciones ad hoc".(18)
Consecuentemente, y unido a los efectos de la globalización en los términos en que se
está dando, el orden de las prioridades en el marco global no será aquel que
favorecería la cooperación y la recuperación del multilateralismo - que podría asumir
las características de un multilateralismo cooperativo(19) - no excluyente, cuestión
especialmente relevante para el mundo en desarrollo.

Desde los Estados Unidos se percibe que los retos son de orden regional y global. En
el plano externo, la región de Asia Central- donde el control de la economía informal
tradicional que se había reestructurado de acuerdo con las nuevas condiciones de la
globalización(20) y del mercado informal alterno resultante de la recomposición regional
juega un papel(21) - puede transformarse en un laboratorio de meta-control social
global. Tiene la ventaja de estar lejos de los Estados Unidos(22) y de presentar grandes
dificultades, cuestión que puede generar un amplio marco de experiencias aplicables a
lo largo del siglo XXI para el control social en cualquier región del mundo.

El ataque a Afganistán - como respuesta a Septiembre 11, 2001 e inicio de la guerra


contra el terrorismo- cumple con los parámetros establecidos por la lógica preventiva,
impulsa la coalición ad-hoc creada a los efectos que al mismo tiempo cumple con
fomentar la división del trabajo en el marco de las alianzas - temporales u otras - que
surjan en el entorno global y regional. Sin embargo, la llamada reconstrucción de
Afganistán - como parte del "paquete" preventivo- no logra despegar y los problemas
endémicos que afectan al país siguen estando presentes, e incluso algunos se han
agudizado(23).

El sentar el precedente del uso de la fuerza en la lógica de la guerra preventiva, tiende


a crear las condiciones que brindan, no solo a Washington, una libertad sin paralelos
para el uso de la fuerza fuera de sus fronteras, sino que también involucra al resto del
mundo en una espiral potencialmente belicista.

Las estrategias preventivas son de antigua data. En el caso de la Administración de W.


Clinton, la primera experiencia de la última década del siglo XX-- en la lógica de la
prevención, en este caso orientada a evitar la ola migratoria hacia EEUU-fue Haití.

La política exterior de G.W. Bush se sustenta en la doctrina de la acción militar


preventiva contra los regímenes que percibe como "amenazantes", cuestión que de
hecho desemboca en una propuesta de clara "interferencia en los asuntos internos de
otros estados para proteger los intereses estadounidenses". (24)

En la nueva Estrategia de Seguridad Nacional(25), los Estados Unidos, por primera vez,
se reserva la opción (derecho) de hacer una guerra preventiva y abre la posibilidad
para el uso -por parte de los Estados Unidos- de las armas nucleares en contra de
estados que no poseen dichas armas. De esta manera, la Administración se aleja de la
disuasión, que fue la política militar aplicada durante la guerra fría, en el marco de la
"destrucción mutua asegurada", que se estimo como suficiente para evitar una
conflagración nuclear. Desde el punto de vista de la Administración de G.W. Bush, el
cambio de estrategia se debe al incremento de las posibilidades del uso de armas de
destrucción masiva por parte de terroristas y/o estados considerados terroristas, que
no pueden ser fácilmente disuadidos e implica que Estados Unidos debe contar con
"todas las posibilidades y capacidades operativas para contrarrestar la amenaza y el
uso de armas de destrucción masiva". La Administración GW Bush ha
-paulatinamente- suprimido la barrera de separación entre las armas convencionales
y nucleares. (26)

En otro nivel y en el marco de la guerra "asimétrica" y el posible salto hacia la "otra


fase de la guerra"- en el caso de Afganistán - resurge también el tema de los intereses,
distinguiendo aquellos que son transitorios de los que son permanentes y - más
importante aún- los riesgos de la inestabilidad e ingobernabilidad. (27) La guerra
"asimétrica" incrementa la violencia entre ocupantes y ocupados y al mismo tiempo
aumenta, aunque de manera oscilante, la presión internacional en trono a la
negociación y a favor de la paz. Ante la perspectiva de una guerra prolongada y la
ambigüedad de los términos de lo que puede ser una victoria en este caso(28), surgen
propuestas para la creación de una fuerza de mantenimiento de la paz en la que los
aliados europeos son percibidos como los actores fundamentales. Todo indica que la
guerra contra el terrorismo no termina en Afganistán, sino que se hace extensiva al
resto del mundo.

En la articulación entre guerra contra el terrorismo y acción preventiva, se inscriben


candidatos potenciales de la lógica expansiva de posibles represalias, entre ellos Irán,
Libia, Corea del Norte, Cuba, Sudan y Siria que han sido oficialmente designados
como "estados que auspician el terrorismo" y otros potenciales como Somalia y Yemen,
entre otros. Algunos son incluidos en la lista de países que "auspician el terrorismo" y
otros, entre los que componen el llamado "eje del mal" (donde todavía están Irán y
Corea del Norte, una vez que Irak fuera "eliminado").

Un segundo nivel de propuesta es la que se refiere al llamado "cambio de régimen". (29)


La amenaza más grande proviene de los Estados que no comparten los valores
(estadounidenses) de la democracia(30). Cambiar esos regímenes y hacer progresar los
valores democráticos constituye la mejor medio de "reforzar la seguridad (de los
Estados Unidos) y la paz". (31) Este argumento, entre otros delineados ad-hoc en
muchos casos, estará en la base de la proyección de la política hacia Irak, diseñada
-en parte- por Paul Wolfowitz, Subsecretario de Defensa. (32) Impulsar la modernización
y el cambio - "cambio de régimen" en regiones y/o países - consideradas atrasadas y
amenazantes por medio de la guerra y de la tecno-barbarie, no contribuye
precisamente a lograr adeptos para las formulas impulsadas por la administración
estadounidense, sino más bien incrementar los niveles de violencia existentes. La
comunidad internacional y países específicos, incluyendo los Estados Unidos -
conocían - desde la primera guerra del Golfo, las armas que estaban en poder de Irak.
Proceder militarmente con argumentos y evidencias difícilmente comprobables solo
contribuirá a incrementar desestabilizar al Medio Oriente y degradará la lucha contra
el terrorismo. (33)

No están ausentes iniciativas destinadas a la ´construcción de casos´, en la lógica de


fundamentar iniciativas bélicas en la lógica preventiva. Los precedentes históricos en
cuanto a pretextos para desatar una guerra son varios, entre ellos la explosión del
USS Maine en La Habana en el s.XIX y el incidente del Golfo de Tonkin en 1964, que
fue utilizado por el presidente Lyndon Johnson para una escalada en la guerra de
Vietnam, y la magnificación de la capacidad de la URSS para un primer golpe. (34) En el
caso de Irak, estamos frente a la continuación de un proceso de escalada iniciado por
George H.W. Bush en 1991, la cual incluye actualmente los argumentos siguientes: (a)
la amenaza de armas destrucción masiva(35), de manera de crear una crisis con el
proceso de Inspección de Armas desarrollado por Naciones Unidas(36) ( b) argumento
en torno al supuesto vínculo con al Quaida. Ambas cuestiones no han podido ser
comprobadas a pesar de los ingentes esfuerzos de la administración. En este sentido,
es relevante mencionar el debate actual, que ha llegado al Congreso de los Estados
Unidos y al Parlamento Británico, en torno a la argumentada existencia de armas de
destrucción masiva y la posible manipulación de la información suministrada por
parte de las agencias de inteligencia a la administración de GW Bush(37). Los efectos de
este debate afecta seriamente la credibilidad de la administración(38) en cuanto los
argumentos utilizados para la guerra y ocupación de Irak. Los costos - no solo para
los Estados Unidos - que podrían derivarse de la situación creada son difícilmente
calculables en este momento, pero es indudable que los habrá, tanto para la potencia
hegemónica, como para Gran Bretaña.

Irán - que es parte subyacente del razonamiento de la administración GW Bush para


la guerra en Irak y aparece como el próximo candidato para un ataque estadounidense
de algún tipo - como potencia "integrista islámica", que se percibía ya como potencial
"villano", adolece de ser la primera potencia del Golfo y se "sospecha" que alimenta
"ambiciones nucleares, cuestión que la hace amenazadora. (39) Un segundo aspecto,
esencial, es su ubicación geográfica, los intereses petroleros y su relación con Rusia.
Si el argumento a partir del cual se desplegará una guerra preventiva es la posesión
y/o posible posesión y/o posible capacidad de construcción de armas de destrucción
masiva, la lista de potenciales candidatos se amplio considerablemente: Además de
Irán, están India, Pakistán, Corea del Norte y China, por mencionar solo algunos
posibles blancos. Un análisis más profundo en lo que a la capacidad nuclear se
refiere, podría indicarnos que nos encontramos frente a un Estados Unidos que aspira
a ser el hegemón por excelencia(40), y administrar el escalón nuclear(41) cuestión que
haría casi irrelevante el balance de fuerzas en el orden convencional.

En un nivel alternativo, tenemos el segundo argumento para la guerra preventiva: el


"cambio de régimen". En este plano, la lista de potenciales candidatos es larga, hay
muchos que no califican dentro del rango de regímenes aceptables para Washington, y
no solo están ubicados en el Medio Oriente o en Asia Central. Cabe considerar que
muchos de ellos ni siquiera están en la lista de países considerados terroristas, ni
poseen armas de destrucción masiva, ni tienen los medios ni las intenciones de
crearlas, a menos que - entre los aspectos no-considerados por la Administración
G.W. Bush - estén las posibles consecuencias de su doctrina de intervención militar.
En este sentido, la agudización de la percepción de amenaza sobre innumerables
estados se incrementa con consecuencias que podrían ser impredecibles, como
reacción defensiva. (42)
En esta lógica, la pregunta es quien será el próximo país que será invadido y ocupado
para implantar un orden postbélico que solo contribuirá a incrementar las
contradicciones locales y regionales y en un plano internacional aumentará la
fragilidad de un sistema fuertemente golpeado por el unilateralismo estadounidense.
En este plano, no sería ocioso considerar, por razones diferentes, los casos de
Colombia y Cuba.

Los posibles costos, efectos, y la dialéctica misma de la ocupación de Irak - en la


lógica de una nueva era de protectorados iniciada a partir del conflicto en los Balcanes
durante la Administración de W. Clinton - pueden ser innumerables. Las percepciones
erradas de las características sociopolíticas y culturales del pueblo iraquí, y por
extensión del mundo árabe, una victoria decretada y definida formalmente, y la
persistencia de una resistencia a todas luces inesperada para los ocupantes, sitúan a
los Estados Unidos en el camino de la contrainsurgencia, donde las ´estrategias de
salida´ son reducidas y generalmente se ubican en el plano negociador. La
reconstrucción en un entorno extremadamente complejo y caracterizado por la tensión
y la violencia, no es exactamente el mas propicio, sobre todo considerando que se
trata de una política - tanto el nation building como el peacekeeping- que es solo
asumida a regañadientes por la Administración de G.W.Bush, que privilegia
soluciones a partir de aliados, algunos no del todo convencidos pero necesarios, para
la redistribución del trabajo, o a través de la subcontratación (ousourcing) en una
amplia gama de niveles. (43)

La nueva dinámica de seguridad nacional estadounidense, el unipolarismo y la


reformulación del multipolarismo en sus propios términos, el desgaste de la
diplomacia tradicional y la aplicación diplomacia de fuerza por la parte
estadounidense, las alianzas, la hegemonía, la conducta imperial y la ilegitimidad de
iniciativas bélicas(44) desarrolladas al margen de los criterios jurídicos internacionales,
entre otros los consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, y la amplia oposición
internacional a la guerra que traslucía el rechazo a la hegemonía y exhibición de
poderío de los Estados Unidos, son temas que no desaparecerán fácilmente del marco
del debate internacional ni dentro de los propios Estados Unidos. En el plano mas
general, el impacto de los temas mencionados, se refleja en el estudio de la opinión
internacional realizado por el Pew Research Center, donde se evidencia que "la guerra
ha ampliado la brecha entre los estadounidenses y los europeo-occidentales, ha
encendido aun más al mundo Musulmán, ha debilitado el apoyo a la guerra al
terrorismo y ha debilitado significativamente el apoyo público global a los pilares de la
era post-II Guerra Mundial-las Naciones Unidas y la OTAN".(45)

En el marco de la nueva arquitectura global que se perfila, el debate transcurre entre


la institucionalización de la unipolaridad y la preservación de la primacía
estadounidense(46) impulsada por los sectores neo-conservadores de la Administración
de GW Bush interesados en impulsar los márgenes logrados a partir de la guerra de
Irak en la perspectiva de concretar la Pax Americana de este siglo y la necesidad de
promover un multilateralismo cooperativo, no excluyente y constructivo. En este
sentido, la construcción de nuevas instituciones internacionales, o la reformulación de
las existentes, debería transcurrir a partir de una lógica que genere estabilidad y
gobernabilidad y considere equilibradamente los legítimos intereses de cada uno de
forma de crear un ambiente de confianza que propicie la seguridad global.

Reflexiones Puntuales

• La nueva cartografía global incluirá elementos como la vulnerabilidad del


sistema internacional; la recomposición de la hegemonía; la desigualdad y las
asimetrías y la acentuación del unilateralismo estadounidense y un relativo y
temporal desdibujamiento del multilateralismo que se había desarrollado
durante la última década tanto en el plano global como regional. La
reformulación del sistema internacional y la construcción de una nueva
arquitectura global se desarrolla en un contexto donde la hegemonía y el
unilateralismo tienen un peso específico.

• La necesidad de enfrentar al terrorismo es fundamental. El nudo medular


problema está en las respuestas y los implícitos de la misma. En este sentido,
cabe preguntarse si lo que parece ser la "guerra total" solucionará el problema.

• Todo indica que la guerra contra el terrorismo no termina en Afganistán ni en


Irak - donde se adujeron razones diferentes - sino que se hace extensiva al
resto del mundo.

• El calibre de las próximas reacciones de orden bélico de los Estados Unidos,


parecería impredecible, a pesar de los múltiples países mencionados como
posibles objetivos, tanto entre aquellos que "apoyan" el terrorismo como
aquellos que se incluyen en el "eje del mal". La conformación del entorno´
global por la vía de las armas, no propicia un entorno internacional estable.

• La Estrategia de Seguridad Nacional post-Septiembre 11, 2001, de los Estados


Unidos, por primera vez, se reserva la opción (derecho) de hacer una guerra
preventiva y abre la posibilidad para el uso -por parte de los Estados Unidos-
de las armas nucleares en contra de estados que no poseen dichas armas. Esta
medida que abre la posibilidad del uso de armas nucleares aumenta la
percepción de amenaza en el ámbito global. Las consecuencias del uso del
arma nuclear serían catastróficas.

• Las justificaciones para la guerra preventiva pueden ser múltiples, sin


embargo, una decisión de la trascendencia como es la de desencadenar una
guerra preventiva, supone un nivel de conocimiento acabado - o al menos con
un grado significativo de solidez - del grado y tipo de amenaza que se enfrenta,
para lo cual es necesario contar información adecuada, precisa y comprobable,
que constate que la guerra es algo ineludible, luego de haber agotado todas las
alternativas para una solución pacífica. La lógica de la ´construcción de casos´
- a partir del empleo casuístico y manipulado de información selectiva -
extremadamente peligrosa para la seguridad internacional, incrementa la
inestabilidad e inseguridad.

• El debate interno en la Administración estadounidense, las posturas


encontradas entre el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado,
entre otras, tiene reminiscencias de debates anteriores, como los de la guerra
de Viet Nam. (47) Salvando las diferencias - que son muchas - las posturas
encontradas en la época, entre el estamento político y el militar (48) - que no solo
fueron importantes, sino que determinaron ajustes en las instancias
correspondientes que marcaron un hito en la historia de los Estados Unidos -
tienen un elemento de reproducción hoy, en cuanto la similitud de los
problemas y la argumentación. En el caso actual, el asunto se enfoca desde
una perspectiva comparativa entre aquellos que tienen una experiencia militar
y cultural diferente, por haber participado en guerras, y aquellos que se
mueven - y han movido- en el terreno de la política y/o intelectual. (49)

• Las presiones sobre Irak desde la guerra del Golfo fueron múltiples, entre ellas
las relacionadas con la Comisión de Indemnizaciones de Naciones Unidas para
Irak, que "orientada" por los Estados Unidos, impuso condiciones de pago
draconianas - creándose un precedente en ONU después de la invasión a
Kuwait para un "nuevo orden" global - a un país que carecía de las condiciones
de pago adecuadas. (50) Esta temprana iniciativa y su adopción -y muchas otras
- reconfirma que el poder de decisión sobre el asunto Irak siempre estuvo en
manos de Estados Unidos. La extensión de prácticas similares por parte de
Estados Unidos con respecto a otros países - una vez efectuadas las necesarias
manipulaciones - es no solo posible, sino probable.

• Una vez ocupado Irak, persisten condiciones que podrían derivar en una
guerra contrainsurgente de carácter prolongado. Esta posibilidad se
transforma en una interrogante abierta, dado que los estimados
estadounidenses parecen indicar que la creación de un gobierno iraki estable
está lejos de concretarse y todo parece indicar que las tropas estadounidense
permanecerán en Irak por un tiempo prolongado.

• La contradicción entre la declaración formal de victoria choca con la situación


real en el terreno en Irak. Al mismo tiempo, la posible prolongación de la
ocupación del territorio iraki, complica la llamada estrategia de salida´ (exit
strategy). Cabe recordar que las victorias militares no siempre son una victoria
política.

• La expansión de estrategias preventivas a otros actores del entorno


internacional, tiende a complejizar las relaciones interestatales. En este marco,
la cooperación - como elemento fundamental - se enrarece a partir de medidas
de fuerza y la relativa ausencia de incentivos, a pesar de que la lógica
competitiva en el terreno de la seguridad es difícilmente eliminable. Sin
embargo, un enfoque a partir de intereses y de responsabilidades compartidas
contribuiría a fomentar una cooperación efectiva.

• La estrategia de prevención es expansiva y al mismo tiempo provoca una


tendencia hacia el incremento de la capacidad disuasiva especialmente en los
países pequeños. Al mismo tiempo, esto abre nuevas rutas a escaladas en el
terreno del armamentismo en detrimento del desarrollo y - en el plano interno
de las sociedades- a tendencia neo-autoritaristas.

• La prevención a través de la guerra y ocupación transluce - en un marco de


competencia entre estados en el ámbito internacional - una reformulación del
sistema internacional por la fuerza que va en detrimento de la diplomacia, el
multilateralismo y la disuasión en los términos en que había sido aplicada
hasta ahora.

• Cabe recordar que el compromiso de Estados Unidos para "expandir la


democracia" en el mundo resultó en el derrocamiento de gobiernos electos
democráticamente y el apoyo a regímenes autoritarios durante la guerra fría.
Esto desembocó en los más grandes atropellos a los derechos humanos, ya sea
por las agencias estadounidenses en otros países o por los mismos cuerpos
judiciales y de inteligencia de las naciones latinoamericanas, en la época de las
´guerras sucias´.

• El segundo argumento para la guerra preventiva en Irak ha sido el "cambio de


régimen". Dos temas fundamentales se derivan de este nuevo impulso
democratizador: el primero se relaciona con la imposición de la democracia por
la fuerza, y el segundo se relaciona con el derecho que los Estados Unidos
asumiría como propio, de desmantelar cualquier gobierno autoritario -o con
características no aceptables desde su perspectiva- por la vía militar.

• En el plano mas general, el impacto negativo de la guerra en Irak en a opinión


pública global es significativo. El desgaste del apoyo a la guerra contra el
terrorismo y el deterioro de la relación transatlántica que se ha evidenciado
durante el transcurso del debate en torno a Irak. Incluso Gran Bretaña
-tímidamente - apuntaba a un enfoque diferente en cuanto a la participación
de Naciones Unidas en la fase de reconstrucción. El mundo musulmán y en
general el mundo árabe reaccionaba airado, incrementándose el nivel
conflictual del Medio Oriente, suficientemente enrarecido ya por la situación
existente previo a la guerra en Irak. La transmutación creciente de instancias
internacionales, especialmente Naciones Unidas, se incrementa
aceleradamente, en un momento en que rescatar el multilateralismo es un
imperativo. Por último, la percepción sobre los Estados Unidos es cada vez mas
negativa en el ámbito internacional. La cristalización de una imagen negativa
como la existente, tendería a adquirir carácter iconográfico en la medida en
que la potencia hegemónica continúe con su proyección belicista.

• En el Hemisferio Occidental, los potenciales blancos de iniciativas preventivas


serían Colombia y Cuba(51). En el caso de Colombia, se trata de un conflicto
interno de larga data, en el que Estados Unidos ha tenido un rol desde los
1950s. Cabe considerar en qué medida la reanudación de la negociación - en
términos aceptables para las partes- para lograr una salida política negociada,
pudiera desplazar y/o detener una escalada en la regionalización del conflicto,
aunque todo apunta a la internacionalización del mismo. En este sentido, la
justificación de la intervención militar se relacionaría con la presencia de
amenazas derivadas de "adversarios globalizados" (52). Sin embargo, en
ausencia de una solución política negociada, la guerra podría ganarse
militarmente, al tiempo que se pierde políticamente en el plano
internacional.(53) En le caso de Cuba, debería priorizarse un análisis
costo/beneficio, ajeno a una ´construcción de caso´.

• El fortalecimiento del papel del estado -en la potencia hegemónica- requiere de


especial atención ya que se incrementa su capacidad para asumir posturas
autoritarias e intervencionistas. Desde la perspectiva del resto de la comunidad
internacional, es necesario subrayar que cada estado soberano, responde a sus
intereses y protege su autodeterminación.

• Una de las alternativas es que la administración GW Bush siga la ruta


señalada en su retórica amenazante y desate guerras sucesivas, en los
momentos que considere adecuados. La segunda posibilidad es que la guerra
en Afganistán y que la guerra y ocupación de Irak, tenga por objetivo fungir
como un disuasivo de nuevo tipo para enemigos posibles, regímenes "no
aceptables", competidores potencialmente peligrosos y posibles adversarios,
entre muchos otros.

(1) Hans J. Morgenthau,and Kenneth W. Thompson, Politics Among Nations: The


Struggle for Power and Peace, 6th Edition, Oxford University Press, New York, 1985.
(2) Ver: Ashton Carter, John Deutch ad Philip Zelikow, "Catastrophic Terrorism-
tackling the New Danger", en Foreign Affairs Vol. 77, No. 6, Nov/Dic, 1998.
(3) Para algunas perspectivas, ver: "Geopolítica", Time, 28 de noviembre 2001.
También: "Geopolitical Agenda Turned on Its Head", Enero 3, 2002, en:
http://www.Stratfor.com
(4) "La Administración Bush tiene una oportunidad única para crear estructuras
efectivas domesticas e internacionales para tratar no solo con el terrorismo sino con
las otras amenazas a la seguridad nacional e internacional en el siglo XXI". En una
lógica multilateral, el autor sugiere que Estados Unidos debe llamar al Consejo de
Seguridad de ONU. Ver: Morton H. Halperin, Dodging Security, American Prospect,
Septiembre 20, 2001, en: http://www.prospect.org
(5) Ver: "The Bush Doctrine", Economist, Diciembre 18, 2000; desde otro enfoque:
Charles Krauthammer, "The Bush Doctrine", Time, March 5, 2001, pg. 42.
(6) Para una perspectiva en este sentido: The Geopolitics of Energy into the 21st.
Century, A Report of the CSIS Strategic Energy Initiative, Project Cochairs: Sam Nunn
y James R. Schlesinger, CSIS Panel Report (Vol.1,2 y 3), CSIS, November 2000.
(7) Para dos perspectivas diferentes, ver: Adrian W. Burke, A US Regional Strategy for
the Caspian Sea Basin, Naval War College, Newport, R.I. Mayo 17, 1999 y Michael T.
Klare, US Aid to Colombia´s Military: The Oil Connection, NACLA Vol XXXIV, No. 4,
January/February 2001, pg. 20-24.
(8) Sobre este tema, ver: William Schneider, "Weapons Proliferation and Missile
Defense: The Strategic Case", en Present Dangers, Crisis and Opportunity in American
Foreign and Defense Policy, Robert Kagan and William Kristol, Editors, Encounter
Books, San Francisco California, 2000, pg. 267-285. También: Hearing of the House
Armed Services Committee. Subject: US National Security, 2118 Rayburn House Office
Building, March 21, 2001, Federal News Service y G Jean Michel Valantin, "Repenser
la dissuasion: du "nucléaire" au 'space power'" Le Débat Stratégique, No. 55, Mars
2001, pg. 5.
(9) Para una perspectiva sobre el déficit estratégico de los Estados Unidos: S. Bédar, "L
´asymétrie, de l´intifada a NMD", Le débat stratégique No. 53, Novembre 2000, pg. 5.
(10) "El Peligro de Rusia no es su Fuerza, sino su Debilidad", Condoleeza Rice, El País,
España, 17-12-00, pg. 4 y también Fareed Zakaria, "New Dangers Amid the Ruins",
Newsweek, Marzo 5, 2001, pg. 29.
(11) Condoleeza Rice, op cit.
(12) Ver: Current and Projected National Security Threats to the United States, Vice
Admiral Lowell E. Jacoby, USN, Director Defense Intelligence Agency, Statement for the
Record, Senate Select Committee on Intelligence, 11 February 2003. También: DCI´s
Worldwide Threat Briefing, The Worldwide Threat in 2003: Evolving Dangers in a
Complex World, 10 February 2003.
(13) Ver: M. E. O`Hanlon, "Rethinking Two War Strategies", Joint Forces Quarterly,
Spring 2000.
(14) La atención estadounidense se centra básicamente en Rusia, Chechenia (debido a
oleoducto para llevar a occidente recursos del Mar Caspio y que pasará por Georgia, y
Azerbaijan, hacia Turquía), el Medio Oriente, los Balcanes, China, el Este de Asia,
India y Pakistán, Indonesia, Africa, dada su desconexión con casi todo el resto del
mundo de alguna manera (en lo que se refiere a desarrollo). Ver: Prepared Testimony
George J. Tenet, Director CIA, Before Armed Services Committee. Subject: The Worlwide
Threat in 2000. February 3, 2000.
(15) En el marco del conflicto por petróleo, una nueva zona de producción se hace
especialmente preciada, de ahí que la CIA haya presentado el informe67t5 mas
optimista sobre las reservas de la zona del mar Caspio, que los expertos evalúan como
completamente falto de realismo. Ver: Radvanyi, "Pulseada ruso-estadounidense", Le
Monde Diplomatique, No. 3, Edición Chile, Noviembre 2000, pg. 18-19.
(16) Isabel Jaramillo Edwards, "Estados Unidos y la Conformación de un Nuevo
Entorno Global", Cuadernos de Nuestra América Vol XV, No. 29, enero-junio 2002, pg.
29-48.
(17) Ver editorial con respecto a la vulneración de las libertades individuales, uno de
los pilares del sistema política estadounidense, hasta ahora: "National Security
Trumps Individual Rights", The Miami Herald, Junio 19, 2003, pg B06.
(18) Ver: Isabel Jaramillo Edwards, "Los Atentados Terroristas al WTC y el Pentágono:
Punto de Inflexión en las Relaciones Interamericanas", Fuerzas Armadas y Sociedad,
Año 16, No. 3 y 4, julio-diciembre 2001, Flacso-Chile, pg. 14-29.
(19) Sobre el multilateralismo cooperativo, que asume "miradas comunes y
convergencia", ver; Francisco Rojas Aravena, "Respuestas Latinoamericanas al
Terrorismo Global", en Terrorismo de Alcance Global: Impacto y Mecanismos de
Prevención en América Latina y el Caribe, Francisco Rojas Aravena, Editor, Flacso
Chile, enero 2003, pg. 9-39.
(20) Ver como referente: Fareed Zakaria, "How to Save the Arab World", Newsweek,
Diciembre 24, 2001 pg. 23-28.
(21) La desarticulación de la economía soviética y la posterior descomposición de la
economía rusa y su incapacidad para controlar el sector informal en su entorno (las
mafias rusas, tadjikas, chechenas, etc.), se hizo extensiva.
(22) Colombia está demasiado cerca geográficamente, aunque no exenta de ser un
"laboratorio" en el plano regional.
(23) Ver: Paul Krugman, "Dereliction of Duty", The New York Times, Junio 17, 2003, pg
A27, [Florida Edition]
(24) David S. Cloud and Greg Jaffe, "Conflict Over Iraq", The Wall Street Journal, -
September 3, 2002, pg. 1., y desde otro punto de vista: D. Robert Worley, Waging
Ancient War: The Limits on Preemptive Force, Strategic Studies Institute (SSI), US Army
War College, Febrero 2003.
(25) The National Security Strategy of the United States, The White House, September
2002, también: Directiva de Seguridad Nacional No. 17, Mayo 2002.
(26) William M. Arkin, "The Nuclear Option in Iraq: The US has lowered the bar for
using the ultimate weapon", Los Angeles Times, Enero, 26, 2003. Ver: Servicio
Informativo del Centro de Investigación para la Paz (CIP-FUHEM), donde el director de
CIP, Mariano Aguirre, ha trabajado sistemáticamente el tema de la guerra en Irak y el
Medio Oriente. Ver sus textos y otros relacionados, en: http://www.fuhem.es
(27) Ver, en el caso de Afganistán: Milton Bearden, "Afganistan, Graveyard of
Empires", Foreign Affairs, Vol.80, No.6, November/December 2001, pg. 17-30.
(28) Kenneth Allard, "The War´s next phase", MSNBC, 18 de febrero de 2002.
(29) El texto que citamos, originado en el sector neoconservador, funcionó como
propuesta de política exterior de la administración de G.W. Bush, de ahí su vigencia.
Ver: Present Dangers, Crisis and Opportunity in American Foreign and Defense Policy,
Robert Kagan y William Kristol, Encounter Books, San Francisco, California, 2000, pg.
17- 22.
(30) Es importante subrayar que difícilmente el régimen Irakí contaba con simpatías
en la comunidad internacional.
(31) Le Monde del 16 de Abril de 2003, publica un artículo que analiza la filosofía
política de 'The President's Men', escrita por Alain Frachon y Daniel Vernet. Por su
parte, André Noel analiza en La Presse del 26 de Abril 2003, la influencia de la
derecha cristiana en el Ejecutivo del gobierno estadounidense.
(32) Ver: "Deputy Secretary Wolfowitz Interview with Sam Tannenhaus", Vanity Fair,
May 9 and 10, 2003, DoD News
(33) Entre los escépticos, los que se ponían y los que alertaban en contra de la guerra
estaban el ex-asesor de seguridad nacional Brent Scowcoft, Henry Kissinger y
Lawrence Eagleburger, entre otros. Ver: "Cheney fires back at Iraq critics", Vice
President Cheney Addresses Veterans of Foreign Wars convention in Nashville, NBC
News and News Services, 26 de agosto, 2002. http://www.msnbc.com
(34) Ver sobre este tema, biografía de Richard Helms: J. Persico, "A Look over
myshoulder´: Secrets of the Spymaster", The New York Times Book Review, Mayo 4,
2003, pg. 9.
(35) Jim Miklaszewski, "Assessing Iraq's nuclear progress", NBC News, Washington,
Aug. 27, 2002.
(36) "Blix Says U.N. Weapons Inspections 'Produced Little' Prior to War", (Chief
weapons inspector submits final report to the Security Council), (650) en The
Washington File, 4 Junio 2003, http://usinfo.state.gov
(37) Ver: Philip Gourevitch, "Might and Right, Questions about missing weapons", The
New Yorker, Edición de Junio 16 al 23, 2003, pg. 69-70, que abarca gran parte de la
problemática relacionada con los pretextos utilizados para la guerra en Irak; también
Walter Pincus, "Tenet Defends Iraq Intelligence", The Washington Post, Mayo 31, 2002.
(38) En el caso de Cuba y en cuanto a las presiones ejercidas sobre los especialistas
de inteligencia, ver: James Risen and Douglas Jehl, "Expert Said to Tell Legislators He
Was Pressed to Distort Some Evidence", The New York Times, Junio 25, 2003.
También: Cuba's Pursuit of Biological Weapons: Fact or Fiction?, Hearing of the Western
Hemisphere, Peace Corps, and Narcotics Affairs Subcommittee of the Senate Foreign
relations Committee of the Foreign Relations Committee Chaired by: Senator
Chistopher J. Dodd (D-CT) Witnesses: Carl Ford, Jr, Assistant Secretary for
Intelligence and Researh, United States Department of State Location: 419 Dirksen
Senate Office Building, Washington, D.C. Time: 10:00 A.M., EDT Date: Wednesday,
June 5, 2002.
(39) Ver: Alain Joxe, "Humanismo e Imperios", Cuatro Semanas y Le Monde
Diplomatique, España, 1 de Febrero 1993. Para un enfoque desde la Administración
GW Bush: Text: "Bolton Says Iran Is Developing a Clandestine Nuclear Program", en
John R. Bolton, Testimony of Under Secretary for Arms Control and International
Security, U.S. Department of State, Committee on International Relations U.S. House of
Representatives, Washington, D.C., June 4, 2003, http//usinfo.state.gov
(40) Cabe recordar que al finalizar la II Guerra Mundial, Estados Unidos era la
economía mas poderosa y tenía el monopolio del arma nuclear.
(41) De otra manera, sería difícil explicar la tolerancia estadounidense con respecto a
Israel en el tema nuclear.
(42) William Leo Grande and Kenneth E. Sharpe, "Small Nation´s Last Defense", Los
Angeles Times, Febrero 9, 2003.
(43) David, Shearer, "Outsorcing War", Foreign Policy, No, 112, Fall 1998, pg. 68-81.
Desde otra perspectiva: Dan Baum, "Nation Builders for Hire", The New York Times,
Junio 22, 2003.
(44) Transcript: Powell Convinced Iraq's Weapons of Mass Destruction Will Be Found,
U.S. Department of State, Secretary Colin L. Powell, Interview on BBC's Iraq
Documentary, Washington, DC, April 23, 2003, también: Byliner: "Iraqi Chemical,
Biological Weapons Will be Found, Perle Says" (Richard Perle op-ed article in USA
Today, May 2, 2003) (520) http//usinfo.state.gov. Desde el punto de vista del debate
sobre qué se manipuló y quién lo manipuló: James Risen and Douglas Jehl, "Expert
Said to Tell Legislators He Was Pressed to Distort Some Evidence", The New York
Times, Junio 25, 2003.
(45) Ver: Views of a Changing World, June, 2003, The Pew Research Center For The
People & The Press, Washington, D.C., http://www.people-press.org
(46) Ver: Thomas Conally, What Next? Preserving American Primacy, Institutionalizing
Unipolarity, American Enterprise Institute, Mayo 1, 2003.
(47) Para diferentes perspectivas sobre Viet Nam: M.T. Klare, La Guerra sin Fin,
Noguer, Barcelona, 1974; R. E. Osgood, The Reappraisal of Limited War, Adelphi
Papers No. 54, Londres, Febrero de 1974. En la década de los 80: H.G. Summers, On
Strategy: A Critical Analysis of the Viet Nam War, Presidio Press, Novato, CA, 1982, Gen
B. Palmer, The 25 Year War -America´s Military Role in Viet Nam, Unversity Press of
Kentucky, 1984.
(48) Decía, en la época, el Gral. Weyand: "Como militares profesionales debemos
hablar, debemos aconsejar a nuestros líderes políticos y alertar al público
norteamericano de que no hay tal cosa como una 'pequeña y espléndida guerra'. No
hay tal cosa como una guerra barata. El ejército debe dejar claro cuál es el precio del
involucramiento antes de involucrarnos..." Citado por: H.G. Summers, On Strategy: A
Critical Analysis of the Viet Nam War, Presidio Press, Novato, CA, 1982. Ver también:
John J. Mearsheimer y Stephen M. Walt, "An Unnecessary War", Foreign Policy,
January/February 2003, pg. 50-59.
(49) Michael Hirsh, "Hawks, Doves and Dubya", Newsweek, Sept. 2, 2002,
http://www.msnbc.com
(50) Alain Gresh, "¡Irak Pagará!", Le Monde Diplomatique No. 3, Edición Chile,
Noviembre 2000, pg. 12-14.
(51) Desde algunos enfoques, en ambos casos, la ubicación geográfica podría actuar
como disuasivo; sin embargo, desde otros puntos de vista se sostiene exactamente lo
contrario.
(52) Ver: Linda Robinson, "Next Stop, Colombia, President Bush´s war on terror could
soon be fought on a new front-in America´s backyard", US News & World Report,
Febrero 15, 2003.
(53) Isabel Jaramillo Edwards, Estados Unidos y Colombia: El Ejercicio de la Guerra
Asimétrica, 30 de Mayo 2003, en fase de publicación.

Fuente:
Artículo publicado en Revista Seguridad y Defensa, Nº 2, La Habana, Agosto 2003

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