Está en la página 1de 5

Desafiar nue stra debilidad es la lla ve p ara creer en nosotros

mis mos

Por Linda C. Johnso n, SGI – USA V ice General D irector, Los


Ángeles (publicado en “ Liv ing Buddhism”, Enero 2 00 3)
“Tuve que preguntarme a mí misma si verdaderamente creía en el poder
de mi oración para romper con mis propios miedos e inseguridades”.

Deseo quererme a mí misma incondicionalmente. Deseo abrazar cada


parte de mí. Deseo creer sin reservas que mi vida es Nam-Myoho-
Renge-Kyo en sí misma. Mi desafío es creer esto frente a las realidades
de mi vida diaria. Es un esfuerzo que, creo, todos enfrentamos cada día.

Cuando me disponía a escribir este artículo, emergieron mis más


profundos miedos e inseguridades. “¿Qué podría decir que pueda inspirar
a alguien?”. Estos sentimientos se fueron apoderando de mí, y en
consecuencia no pude escribir ni una palabra. Volví a orar, para ser
capaz de escribir un artículo que pudiera dar coraje a otros y ayudarlos a
romper con los puntos muertos en sus vidas. Pero mis dudas persistían.
Batallé contra ellas continuamente, durante todo el día, y cada vez
surgían apenas me sentaba a cantar daimoku frente al Gohonzon. A pesar
de lo que estaba sintiendo, puse toda mi vida en alentar a otros durante
las reuniones y las sesiones de orientación. Les dije que, con fe, ellos
tenían el poder de lograr cualquier cosa. Mientras tanto, yo permanecía
estancada. Como una respuesta a mi ferviente oración, comprobé que
nunca hubiera sido capaz de escribir nada mientras me permitiera
sostener la duda sobre mi habilidad para escribir un artículo alentador.
Me remití a “Respuesta a Kyo´o”, uno de mis escritos favoritos de
Nichiren Daishonin, en el cual nos dice : “Crea en este mandala con todo
su corazón. Nam-Myoho-Renge-Kyo es como el rugido de un león.
Entonces, ¿qué enfermedad puede ser un obstáculo?” (The Writings of
Nichiren Daishonin, pág . 412).

Tuve que preguntarme a mí misma si verdaderamente creía en el poder


de mi oración para romper con mis propios miedos e inseguridades. Oré
sinceramente para confiar en lo que Nichiren Daishonin me estaba
diciendo. También oré para tener una confianza inamovible de que
basándome en la fe podría superar mis dudas y escribir un artículo
inspirador. Mis temores, como siempre, no desaparecieron
instantáneamente. Hubo momentos mientras invocaba en los cuales sentí
que cada célula de mi cuerpo deseaba huir. La televisión me llamaba,
sonaba el teléfono, tenía cosas que hacer. Volví a “Respuesta a Kyo´o”:
“Una espada es inútil en manos de un cobarde. La poderosa espada del

1
Sutra del Loto debe ser empuñada por un valiente en la fe. Éste será
fuerte como un demonio armado con una barra de hierro. Yo, Nichiren,
inscribí mi vida en tinta sumi, así que crea en el Gohonzon con todo su
corazón”.(WND, pág. 412).

Ésta era mi respuesta. Debía reunir el coraje para enfrentar mi temor. No


importa cuán penosa fuera mi situación actual, no debería retroceder.
Durante días continué desafiando mi inseguridad a través de la oración
mientras me iba sumergiendo en actividades para ayudar a los demás a
superar sus problemas. Entonces, el día anterior al estipulado para la
entrega del artículo, tuve mi revelación. Comprendí finalmente por qué
había estado atravesando esta agonía. La cuestión en sí no era el
artículo. Necesitaba enfrentarme con mi propia duda y la carencia de
creer en el poder inherente en mí para desafiar y vencer mis temores e
inseguridades.

Así sea que estemos escribiendo un artículo, enfrentando una


enfermedad, estando al final de un trabajo o buscando una pareja, el
proceso es el mismo. Debemos transformar nuestras debilidades en
fortaleza. Debemos enfrentar nuestros sufrimientos y triunfar sobre
ellos. Esta experiencia se convirtió para mí en el catalizador respecto a
cómo explicar que a través de la fe uno puede transformar los desafíos
de las situaciones de la vida diaria en oportunidades para el crecimiento.
Esto, yo creo, es la esencia del concepto de la unidad del bien y el mal.

El Budismo de Nichiren dice claramente que cada cosa y cada persona


tienen simultáneamente un lado bueno y un aspecto demoníaco. Sé que
algunas personas tienen inmediatamente una negación ante la palabra
demonio. Que es también sinónimo de las palabras egoísmo y
egocentrismo. La vida es una constante batalla entre estas dos fuerzas
opuestas del bien y el mal. En otras palabras, cuando manifestamos
nuestra Budeidad, esto no significa que nuestro lado egocéntrico
desaparece. Al contrario, nuestra habilidad para descubrir más de
nuestro potencial está directamente relacionada con nuestra habilidad
para crear valor utilizando ese mismo lado egocéntrico antes que permitir
que éste nos afecte negativamente. En otras palabras, el impacto que el
egocentrismo, ya sea el propio o el de los demás, tenga sobre nosotros,
está basado en nuestra respuesta al mismo.

En “Webster´s New World Dictionary” una de las definiciones de


responder es “tener una reacción positiva o favorable”. Esta definición
concuerda con el Budismo de la Verdadera Causa. No podemos cambiar
el pasado. En este momento, como siempre, con nuestros pensamientos,
palabras y acciones, estamos creando nuestro futuro. En este momento,

2
a través de nuestros actos, tenemos la oportunidad de cambiar cualquier
cosa. ¿No es éste el significado de la Verdadera Causa? Producimos
cambios según cómo respondemos a nuestras circunstancias. Por
ejemplo, en vez de tener una respuesta automáticamente negativa ante
una difícil situación, debemos, como dice la definición “tener una
reacción positiva o favorable” para así crear aquello que estamos
buscando.

Muchos de nosotros pensamos que si no hacemos nada, el problema


desaparecerá por sí solo. No es el caso. Aún si pareciera alejarse por un
tiempo, regresará más grande y más fuerte.
El Presidente Ikeda explica que: “La fortaleza de nuestra fe transforma
el sufrimiento en alegría, como un viento de cola que impulsa nuestro
más amplio avance. Esto es lo que enseña el capítulo ´Devadatta´.
Nichiren Daishonin dice: ´Devadatta era el mejor amigo de El Que Así
Llega Shakyamuni. En esta época, los más poderosos enemigos, más que
los aliados, son los que nos ayudan a progresar´ (WND, pág. 770).”

Para obtener la Budeidad, debemos conquistar a nuestro propio demonio


interior. Los medios para hacerlo son luchar y derrotar al demonio
externo.
Esto nos permite pulir y purificar nuestras vidas y alcanzar la Budeidad.
Porque nos esforzamos por contrarrestar el demonio fundamental,
obtenemos el bien fundamental. (“La Sabiduría del Sutra del Loto”, vol.
III, pág. 84).
En otras palabras, la unidad del bien y el mal significa que donde el
demonio existe, hay un potencial para el bien, y donde el bien existe, hay
un potencial para el demonio. Que el mal se transforme en bien es
totalmente dependiente de nuestra reacción ante ello. ¿Usamos nuestras
circunstancias como una justificación para nuestras fallas, o usamos
nuestras circunstancias como una oportunidad para desarrollar nuestra
fortaleza? Así es que desafiamos al aspecto demoníaco con el espíritu de
crear valor a través de ello, y la función demoníaca entonces nos impulsa
hacia delante. Se convierte en catalizador de nuestro crecimiento. “Si las
funciones demoníacas nos revelan el bien, entonces el demonio se
transforma en algo bueno. Esto es verdaderamente la unidad del bien y el
mal. Pero si permitimos simplemente que el demonio siga su curso,
entonces no se convertirá en bien. Solamente cuando es desafiado y
conquistado se convierte en la entidad de la unidad del bien y el mal”
(“La Sabiduría del Sutra del Loto”, vol. III, pág. 83).

En nuestras vidas individuales, este principio se aplica incluso a la


situación que enfrentamos con la Nichiren Shoshu. Vivimos un tiempo
histórico, en el cual tenemos la oportunidad de probar la corrección del

3
Budismo de Nichiren a través de nuestra respuesta. Nikken está
cambiando las enseñanzas de Nichiren proclamando, por ejemplo, que la
gente sólo puede alcanzar la iluminación a través de él. ¿Vamos a
permitir que Nikken cambie las enseñanzas? ¿O vamos a asegurar, a
través de nuestros esfuerzos, que cada uno tenga la posibilidad de
practicar el Budismo correctamente, como enseñó Nichiren?¿Vamos a
probar que Nikken está equivocado, mostrando el innegable crecimiento
de las vidas de los miembros de la SGI a través del mundo?

Felicidad, desde la perspectiva del Budismo de Nichiren, no es un estado


de vida en el cual no hay problemas. Por el contrario, encontramos la
felicidad en desafiar y vencer nuestros problemas. Creo que la felicidad
que buscamos es el sentimiento que aparece cuando cruzamos la línea de
llegada, aunque nuestro corazón esté latiendo desaforadamente, nuestros
pies lastimados y los pulmones sientan que están a punto de explotar.
Ese sentimiento de triunfo contra toda desigualdad es un estado de
alegría que nadie puede darnos, no importa lo mucho que nos amen. Es
un estado al que sólo podemos acceder a través de nuestro propio
esfuerzo.
Este estado de felicidad es también alcanzado a través de nuestros
esfuerzos por ayudar a los demás. Continuamente encuentro que en
cualquier parte, cuando doy lo mejor de mí para alentar a otra persona en
la fe, no importa cómo yo misma me sienta, mi estado de vida se
transforma positivamente. Dar a los demás expande nuestras vidas en
maravillosos y a veces inimaginables caminos.

Debemos, entonces, perfeccionar nuestra práctica para nosotros y para


los demás. Ambos aspectos son partes esenciales de nuestra práctica. No
sólo debemos desafiar nuestras propias debilidades, debemos usar
nuestras vidas para ayudar a otros a vencer. Por ejemplo: ¿tomamos la
responsabilidad de ayudar a nuestros amigos en la fe a lograr una
victoria? ¿ oramos para que esto ocurra? El máximo crecimiento requiere
que perfeccionemos ambos aspectos de nuestra práctica.
Al respecto, debo mencionar que últimamente he encontrado varios
miembros que están estancados en lo que yo llamo una práctica de
mantenimiento. Están cómodos, aún si esto significa que prácticamente
les da lo mismo estar cómodos o incómodos. Ellos perdieron su espíritu
de búsqueda, la voluntad de enfrentar nuevos retos. No tienen objetivos
personales. Esta es una peligrosa condición porque, según mi propia
experiencia, nos priva de la pasión y el entusiasmo por la vida. Al
comienzo no nos damos cuenta de lo que está sucediendo, y para el
momento en que tomamos conciencia de que nuestras vidas están
perdiéndose de algo, nuestra apatía está tan desarrollada que parece casi
imposible el cambio.

4
No hay neutralidad en la vida. En cada momento estamos avanzando o
retrocediendo. Necesitamos metas, objetivos. Ellos son lo que nos
mantiene vivos y profundizan nuestra comprensión de este Budismo.
Después de todo, ¿cómo podemos ver el cambio si no tenemos un
referente para medir el crecimiento? Desafiarnos y concretar los
objetivos son los medios a través de los cuales nos probamos ante
nosotros mismos y ante los demás el poder de la Ley Mística.

Creo que el desafío ante cada ser humano es la habilidad de demostrar


amor verdaderamente, y creer en uno mismo. Lo que aprendí al enfrentar
mis inseguridades y temores durante el proceso de escribir este artículo,
es que no necesito quitarme de encima mi debilidad. En cambio, debo
entrenarme para aprender a usarla como motivación para crear un
cambio positivo en mi vida. El poder para hacerlo posible es una oración
sincera basada en una poderosa determinación. La oración hace que
consideremos posible algo que normalmente parecía imposible.

Estoy segura de que conocen la canción “Wind Beneath My Wings” (“El


viento en mis alas”). La negatividad y los obstáculos pueden ser el viento
en nuestras alas que nos impulsa a elevarnos cada vez más alto. Ver a
los desafíos de esta manera, puede hacer que repensemos nuestro modo
de vivir. Estoy convencida, como siempre, que vivir de esta forma es la
llave para experimentar una existencia plena y llena de alegría; una
existencia en la cual lleguemos a conocer y creer que Nam-Myoho-
Renge-Kyo es la vida misma.

El éxito es triunfar sobre los desafíos. Debemos desafiarnos a nosotros


mismos a hacer cada cosa que pensemos que no podemos hacer.
Solamente entonces estaremos en camino de entender que no hay nada a
lo que debamos temer, porque con la Ley Mística como base podemos
transformar toda debilidad en fortaleza. Siendo así, pienso que tanto
ustedes como yo estamos en el camino correcto.

Traduc ido gentilme nte por: El izabeth R yske (SGI Arge ntina)

También podría gustarte