fn el indio en forma evidente y en el mestizo en forma
encubierta, porque asi lo exige la inveterada cobardia de
éste de vivir su propia sangre. Y también esta en el blan-
co, claro esta que muy a espaldas de su méquina de
vapor o de su cohete.
Yésta es la leccidn de América, Como si vigramos a la
humanidad desde muy lejos, en ese azar primario de
haber llegado a ser hombres y preguntarnos todavia, por-
qué estamos y porqué seguimos estando y somos viday no
mas bien muerte. Por este lado nos topamos con el anti-
{guo camino de la humildad, la resignacién y el ayuno.
Asi Io exigen nuevamente la gravidez de antiguos
‘mandatos de un viejo mundo, en medio de la ra de dios
{que nos puede destruiry que se da.en el interior de nues-
{ras republicas. Todo como si viéramos al antiguo cami-
no dé la especie desde la Iejana prehistoria, que siempre
fue el antiguo camino de América, un camino que nunca
plerde de vista una humanidad integrada por machos y
hhembras que persiguen el fruto. ¥ todo eso dejando el
patio de los objetos, porque no es més que un simple
Aaccesorio, como un esfuerzo magnifico, pero que, sin
‘embargo, no ha sabido resolver ese problema antiquis\-
‘model hombre, que nos vuelve. plantear América. Qui-
24 sea nuestro destino el de volver a ser aqui hombres
sin sucedaneos, porque ese el el destino de América: 1a
comunidad y la reintegracion de la especie. Ast lo expre-
sa —aunque con otras palabras—, el mismo yamqut
Santa Cruz Pachacutl,
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EL PENSAMIENTO INDIGENA
Y POPULAR EN AMERICA
Wm &Fxg de Rodeo Kuch
PROLOGO ALA 2? EDICION
Esta segunda ediciOn responde a un motivo evidente. BI
ano 1978 marca una etapa importante en el pais. Argentina ha
‘puesto en marcha la posibilidad de su autenticidad, Entre to
das las propuestas econémicas y sociales de todo curio que
suelen adoptarficilmente como salucion, surge una clara pro
ppuesta cultural brotada de las raices mas profundas del pue
blo. Quisiera yo queestas paginas sirvan para ente
propuesta, afin de que no sea malversada tna ver ms,
RKUSCHPROLOGO
LA BUSQUEDA de un pensamiento indigena no se
debe sélo al deseo de exhumarlo cientifieamente, sino a
la necesidad de rescatar un estilo de pensar que. segiin
creo, se da en el fondo de América y que mantiene cierta
vigencia en las poblaciones criollas.
Esto responde a una antigua preocupacion, Ya en Ams
‘ica Profiunda analicé las ideas religiosas precolombinas,
en De ta mala vida portena traté de explorar la sobre~
vivencia de ese estilo de pensar en una gran etudad como
Buenos Aires, y ahora trato de poner en claro el pensar
{ndigena en si mismo, especialmente a raiz de mi labor
de Investigacion que realicé durante mi altima viaje al
altiplano en cl segundo semesire de 1967, en el cual
ude recoger un material significativo,
Bl rescate de un pensar indigena es importante por-
{que abre la comprension de esta América poblada uilti-
‘mamente por ideologias dispares. Juzgar nuestros pro-
blemas desde el punto de vista supuestamente cientifi-
co, como es el de los socidlogos, o economistas, como el
de ciertas ramas demasiad limitadas del marxismo, 0
presupontendo ideales democraticos donde no corres-
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