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Batallando en un mundo de tinieblas...

Ps. Fernando Alexis Jiménez

Lo que menos esperaron encontrar las autoridades en


aquél ducto de aguas lluvias, era una capilla en la que
jóvenes estudiantes dedicaban noches enteras a adorar a
Satanás. Un recinto oscuro, apenas visible por la tenue luz de
velas que tenían calaveras por candelabros, y que resaltaban
paredes pobladas de símbolos esotéricos.

“Santo Dios” se atrevió a decir el oficial a cargo, sin dar


crédito a los restos de alcohol, marihuana y objetos
cortopunzantes que formaban parte de sus rituales, los que
utilizaban con desenfreno en insólitas prácticas para alabar
al príncipe de las tinieblas.

El oficial Eliécer Santos relataría después a la prensa,


que no podía concebir que en pleno siglo veintiuno ocurrieran
hechos de este género. “Pensé que eran sólo novelas de terror
o de misterio, pero no que se dieran en nuestro tiempo”,
explicó.

El operativo realizado en La Paulina de Montes de Oca,


Costa Rica, puso en evidencia una creciente adoración de lo
oculto por parte de una juventud rebelde, que encuentra en
el satanismo una forma de expresar su inconformidad con los
principios y reglas impuestos por la sociedad.

Asedio creciente del ocultismo

Hoy día muchos niegan la existencia de un mundo


oculto. Consideran que se trata de mera superstición en un
siglo en el que los avances científicos sorprenden cada vez
por su ingeniosidad. Y mientras cierran los ojos a la realidad,
se abren a corrientes filosóficas y de pensamiento que
encierran mucha maldad. Sutilmente la perversidad está
tomando fuerza en nuestra sociedad.

Sin embargo los cristianos debemos permanecer alerta.


Tenemos claro que “... no tenemos lucha contra sangre y
carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes.” (Efesios 6:12).

¿Cómo hacerle frente? Con oración y una estrecha


relación con el Señor Jesucristo. La Biblia dice: “Someteos,
pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros”(Santiago 4:7). Recuerde: Con el poder de Dios
¡Tenemos asegurada la victoria!

Tal vez le falta un paso importante

Es probable que usted sea consciente de la urgencia de


luchar contra la maldad. Pero siente que falta algo. Es un
soldado sin armas enfrentando una dura batalla. ¿Qué
necesita? Sin duda a Jesucristo en su corazón. Es fácil. Basta
con hacer una sencilla oración. Dígale: “Señor Jesucristo, te
pido que entres en mi corazón. Gracias por perdonar mis
pecados en la cruz. Obra en mi ser y haz de mi la
persona que tú quieres que yo sea. Amén”.

Si tomó esta decisión, que es trascendental para su


vida, no dude en escribirme ahora mismo.

Correo electrónico: Correo electrónico:


fernando@redministerial.com
Página en Internet www.heraldosdelapalabra.com y
meditaciones diarias en
www.adorador.com/meditaciones

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