Lo que menos esperaron encontrar las autoridades en
aquél ducto de aguas lluvias, era una capilla en la que jóvenes estudiantes dedicaban noches enteras a adorar a Satanás. Un recinto oscuro, apenas visible por la tenue luz de velas que tenían calaveras por candelabros, y que resaltaban paredes pobladas de símbolos esotéricos.
“Santo Dios” se atrevió a decir el oficial a cargo, sin dar
crédito a los restos de alcohol, marihuana y objetos cortopunzantes que formaban parte de sus rituales, los que utilizaban con desenfreno en insólitas prácticas para alabar al príncipe de las tinieblas.
El oficial Eliécer Santos relataría después a la prensa,
que no podía concebir que en pleno siglo veintiuno ocurrieran hechos de este género. “Pensé que eran sólo novelas de terror o de misterio, pero no que se dieran en nuestro tiempo”, explicó.
El operativo realizado en La Paulina de Montes de Oca,
Costa Rica, puso en evidencia una creciente adoración de lo oculto por parte de una juventud rebelde, que encuentra en el satanismo una forma de expresar su inconformidad con los principios y reglas impuestos por la sociedad.
Asedio creciente del ocultismo
Hoy día muchos niegan la existencia de un mundo
oculto. Consideran que se trata de mera superstición en un siglo en el que los avances científicos sorprenden cada vez por su ingeniosidad. Y mientras cierran los ojos a la realidad, se abren a corrientes filosóficas y de pensamiento que encierran mucha maldad. Sutilmente la perversidad está tomando fuerza en nuestra sociedad.
Sin embargo los cristianos debemos permanecer alerta.
Tenemos claro que “... no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12).
¿Cómo hacerle frente? Con oración y una estrecha
relación con el Señor Jesucristo. La Biblia dice: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”(Santiago 4:7). Recuerde: Con el poder de Dios ¡Tenemos asegurada la victoria!
Tal vez le falta un paso importante
Es probable que usted sea consciente de la urgencia de
luchar contra la maldad. Pero siente que falta algo. Es un soldado sin armas enfrentando una dura batalla. ¿Qué necesita? Sin duda a Jesucristo en su corazón. Es fácil. Basta con hacer una sencilla oración. Dígale: “Señor Jesucristo, te pido que entres en mi corazón. Gracias por perdonar mis pecados en la cruz. Obra en mi ser y haz de mi la persona que tú quieres que yo sea. Amén”.
Si tomó esta decisión, que es trascendental para su
vida, no dude en escribirme ahora mismo.
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