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ÍNDICE
1. ¿QUÉ ES EL CÁNCER?
2. ORIGEN DE LA ENFERMEDAD
a. POSIBLES CAUSAS
b. FASES DE LA ENFERMEDAD
3. ¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
a. PRUEBAS ANALÍTICAS
b. PRUEBAS DE IMAGEN
4. ¿CÓMO SE TRATA?
5. TIPOS DE CÁNCER
a. CÁNCER COLONRRECTAL
b. CÁNCER GÁSTRICO
c. CÁNCER DE HÍGADO
d. CÁNCER DE MAMA
e. CÁNCER DE OVARIO
f. CÁNCER DE PRÓSTATA
g. CÁNCER DE PULMÓN
h. CÁNCER DE RIÑÓN
i. CÁNCER DE ÚTERO
j. CÁNCER DE PIEL
6. NOTICIAS
1. ¿Qué es el cáncer?
La palabra cáncer es un término muy amplio que abarca más de 200 tipos de
enfermedades (tumores malignos). Cada uno de ellos posee unas características
particulares, que en algunos casos son completamente diferentes al resto de los otros
cánceres, pudiendo considerarse enfermedades independientes, con sus causas, su
evolución y su tratamiento específico.
1. Displasia: los mecanismos reguladores que mantienen el equilibrio de las células son
incapaces de controlar su división, produciendo un cúmulo de células. Normalmente da
lugar a un bulto o tumor.
2. Neoplasia: las células presentan variaciones en su forma, tamaño y función. Estas
células dejan de actuar como deben y adquieren nuevas propiedades que configuran el
carácter maligno (cáncer).
3. Capacidad de invasión: el cáncer puede extenderse por el organismo, utilizando
para ello diferentes vías. Las más comunes son:
• La propagación local. Las células tumorales invaden los tejidos vecinos,
infiltrándose en ellos.
• La propagación a distancia. Ocurre cuando algún grupo de células malignas se
desprende del tumor original donde se generó para trasladarse a otros lugares del
organismo. Fundamentalmente, se propagan por los vasos sanguíneos y
linfáticos, para después desarrollar tumores malignos secundarios.
2. Origen de la
enfermedad
El cáncer se origina cuando las células normales se transforman en
cancerígenas, es decir, adquieren la capacidad de multiplicarse
descontroladamente e invadir tejidos y otros órganos. Este proceso se
denomina carcinogénesis.
En los últimos, años los agentes biológicos están tomando cada vez
más protagonismo en la carcinogénesis humana. Hoy día sabemos
que el 18% de los cánceres son atribuibles a infecciones persistentes
provocadas por virus, bacterias o parásitos, entre los que destacan el
virus del papiloma humano (cáncer de cuello uterino), el virus de la
hepatitis B (cáncer de hígado), el helicobacter pylori (cáncer de
estómago).
TIPO DEAGENTE
¿CÓMO PREVENIRLO?
CÁNCER CARCINÓGENO
Tomar adecuadamente el
Cáncer de piel Radiaciones ultravioleta
sol
Cáncer de
pulmón, deCromo, níquel, cobalto,Seguir medidas de
riñón, asbesto, plomo,seguridad en el trabajo
mesotelioma, dearsénico (CEEC)
hígado, de piel
Hidrocarburos
Evitar el consumo de tabaco
Cáncer dearomáticos policíclicos
y seguir medidas de
pulmón y(humo de tabaco,
seguridad en el trabajo
testículo hollín, alquitrán,
(tabaco)
petróleo…)
Cáncer de Evitar el cosumo excesivo
hígado, Nitrosaminas de ahumados y embutidos
estómago (alimentación)
Cáncer de cuello Consultar con el ginecólogo
Papiloma virus -VPH-
uterino (diagnóstico precoz)
Cumplir el calendario de
vacunación y para
población de riesgo,
Cáncer deVirus de la hepatitis B
utilización de jeringuillas
hígado -VHB-
desechables y preservativo
en las relaciones sexuales
(CEEC)
Cáncer deHelicobacter pyloriTratamiento antibiótico
estómago (bacteria) (CEEC)
En el caso de los niños, todo este proceso se produce con mucha mayor rapidez, pudiendo
incluso durar sólo unos meses. Esto es debido a que las células que constituyen los tumores en
la infancia son células más inmaduras, que se dividen y multiplican con mayor rapidez que las
que constituyen los cánceres del adulto, por lo que el desarrollo y evolución de los tumores en
niños se produce en un periodo de tiempo menor.
Lo primero que ocurre son los cambios celulares que dotan a las células de las características de
malignidad, es decir, de multiplicación descontrolada y capacidad de invasión. Es la etapa más
larga de la enfermedad y se denomina fase de inducción. En ningún caso es diagnosticable ni
produce sintomatología. Esta fase puede durar hasta 30 años.
La segunda etapa se denomina fase “in situ”. Se caracteriza por la existencia de la lesión
cancerosa microscópica localizada en el tejido donde se ha originado. En los adultos suele durar
entre 5 y 10 años dependiendo del tipo de cáncer. En ella, tampoco aparecen síntomas o
molestias en el paciente. En determinados casos como en el cáncer de mama, cuello uterino o
colon, la enfermedad se puede diagnosticar en esta fase mediante técnicas que permiten su
detección precoz.
3. ¿Cómo se diagnostica?
• Análisis de orina
• Análisis del líquido cefalorraquídeo (líquido que baña las estructuras nerviosas)
• Análisis del líquido pleural (líquido contenido entre las dos capas de la pleura
(membrana que envuelve los pulmones))
• Análisis de heces
En este caso, la fuente que emite las radiaciones y el detector que permite formar la imagen,
giran alrededor del cuerpo de la persona. Mediante un aparato conectado a un sistema
informático, se obtienen imágenes en forma de cortes transversales de la zona del cuerpo a
estudiar.
• Resonancia Magnética Nuclear (RNM): Se trata de una prueba muy similar al escáner
pero no emplea rayos X. La obtención de las imágenes se consigue empleando campos
magnéticos. Permite ver con mayor claridad, precisión y contraste cualquier alteración
existente, sobre todo en algunos órganos o tejidos de densidad similar (por ejemplo,
tendones y músculos).
Cuando los resultados de las distintas pruebas analíticas y por imagen indican la existencia de
una lesión sospechosa de malignidad, es necesario confirmar o descartar que se trate de un
cáncer.
Tan importante como conocer el órgano donde está asentado el tumor, es conocer el tipo de
célula que lo forma. Para ello, es necesario tomar una muestra o bien de las células o del tejido.
• Si se toma una muestra de células se denomina citología: se puede obtener por raspado
de la lesión sospechosa, como en el caso de la citología de cérvix o cuello de útero, o
bien obtenerla por medio de la punción de la lesión (PAAF- punción aspiración con
aguja fina de quiste ovárico, por ejemplo).
• Si se toma una muestra de tejido se llama biopsia. Puede quitarse una pequeña parte del
tumor o, si la lesión es muy pequeña o superficial, puede extirparse en su totalidad.
4. ¿Cómo se trata?
• La localización y el tamaño.
La cirugía suele ser el principal tratamiento para determinados tumores. Hace unas
décadas era un tratamiento agresivo, ya que su finalidad era eliminar el tumor con la
mayor cantidad de tejido sano de alrededor para eliminar todas las células tumorales.
Radioterapia
La mayor parte de las veces las sesiones se administran durante cinco días a la semana,
descansando dos. Este descanso, generalmente coincide con el fin de semana.
Puede apreciarse una ligera molestia en la zona del implante, aunque, generalmente,
desaparece a los pocos días de finalizar el tratamiento.
Una vez que se extraen los materiales radiactivos el paciente no emite ningún tipo de
radiación.
Los efectos secundarios de la radioterapia son cada vez menos frecuentes y más
tolerables debido, fundamentalmente, a la mejora de las técnicas empleadas.
Dependerán, en gran medida, de la zona donde se administre el tratamiento.
La duración total del tratamiento y sus efectos secundarios dependen de una serie de
factores como son el tipo de tumor, la respuesta del tumor al tratamiento y el tipo de
quimioterapia empleada.
Otros tratamientos
• Hormonoterapia: Se emplea en aquellos tumores que crecen por el estímulo de
alguna hormona. A estos cánceres se las denomina hormono-dependientes y los
más representativos son el de mama y el de próstata.
Esta modalidad consiste en el empleo de determinadas hormonas para detener o
disminuir el crecimiento del tumor.
• Inmunoterapia: Es un tratamiento que consiste en utilizar el sistema de defensa
(sistema inmune) para destruir las células tumorales. Esto se consigue bien
estimulando el propio sistema inmune o bien introduciendo en el organismo
sustancias elaboradas en un laboratorio, semejantes a las del sistema inmune,
capaces de controlar la enfermedad.
5. TIPOS DE CANCER
5.1. Cáncer colonrrectal
¿Qué es el cáncer colorrectal?
Nuestro organismo está constituido por órganos y estos a su vez por un conjunto de
células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o
muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos
órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula
cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.
Si estas células, además de crecer sin control, adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el colon o recto,
hablamos de cáncer colorrectal.
Diseminación linfática: El colon posee una rica red de vasos linfáticos que permiten el
drenaje de la linfa a múltiples regiones ganglionares. La diseminación por esta vía se
realiza de forma ordenada, afectando primero a los ganglios más próximos y,
posteriormente, a los más alejados.
El cáncer colorrectal produce una serie de síntomas, que pueden variar en función de su
localización dentro del intestino grueso:
• Sangre en las heces: es uno de los síntomas más frecuentes del cáncer
colorrectal. Puede tratarse de sangre roja, más frecuente en tumores de recto,
sigma y colon descendente, o de sangre negra, que se mezcla con las heces
dando lugar a deposiciones de color negro llamadas melenas. Las melenas
aparecen con más frecuencia cuando el tumor está situado en el colon
ascendente.
Tras cierto tiempo de sangrado y cuando la hemorragia no es detectada o no se
acude al médico para su diagnóstico y tratamiento, suele aparecer una anemia
que puede producir, en mayor o menor medida, una serie de síntomas como la
sensación de falta de aire, cansancio, palpitaciones o mareo…
• Cambio en el ritmo de las deposiciones: aparece diarrea o estreñimiento en
personas con ritmo intestinal previo normal, aunque, lo más frecuente es que se
intercalen periodos de estreñimiento con periodos de diarrea.
• Heces más estrechas: generalmente esto se produce porque el tumor está
estrechando el intestino y no permite el paso normal de las heces.
• Tenesmo o sensación de evacuación incompleta: suele aparecer en tumores
localizados en el recto o en el colon izquierdo.
• Dolor abdominal: suele ser un síntoma frecuente, aunque generalmente, se trata
de un dolor inespecífico. Cuando el tumor cierra parcialmente el calibre del tubo
intestinal se produce un cuadro de dolor abdominal tipo cólico. Cuando el cierre
es completo se acompaña de estreñimiento y vómitos.
• El cansancio extremo o la pérdida de peso sin causa aparente: son síntomas
generales e inespecíficos que ocurren con frecuencia en determinadas
enfermedades, entre las que se encuentran los tumores.
5.2. Cáncer gástrico
¿Qué es el cáncer gástrico?
Nuestro organismo está constituido por un conjunto de células, que se dividen de forma
regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas y mantener así la
integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos. Este proceso está
regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a
dividirse y cuándo permanecer estable.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.
Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración), y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el estómago
hablamos de cáncer gástrico o cáncer de estómago.
Crecimiento local: el crecimiento local se puede producir de dos maneras bien por
contigüidad dentro del estómago hacia el esófago y hacia el duodeno o en profundidad.
Una vez que ha atravesado todo el espesor de la pared del estómago, el tumor puede
invadir otros órganos próximos como el hígado, vesícula, páncreas, colon, riñón
derecho, etc.
Diseminación linfática: el estómago posee una rica red de vasos linfáticos que
permiten el drenaje de la linfa a múltiples regiones ganglionares. La diseminación por
esta vía se realiza de forma ordenada, afectando primero a los ganglios más próximos y
posteriormente a los más alejados.
Estas células crecen sobre el peritoneo hasta formar nódulos que pueden tener distintos
tamaños (desde milímetros a varios centímetros).
Síntomas
• Dolor en la parte alta del abdomen (boca del estómago).
•
Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir
tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras
partes del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que
llamamos cáncer.
• Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos
de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están
ubicadas en el hígado, hablamos de cáncer de hígado o hepatocarcinoma.
• El carcinoma hepatocelular es un tumor relativamente importante en
España: se diagnostican más de 3.000 casos anuales en nuestro país (14 por cada
100.000 hombres y 4 por cada 100.000 mujeres, anualmente). Además, es el
cáncer más frecuente en otros países, particularmente en aquellos que tienen
mayor incidencia de infección por el virus de la hepatitis C.
• En el resto del mundo, el cáncer de hígado representa un problema de
salud, con más de un millón de casos diagnosticados cada año en todo el mundo
Síntomas
No hay una sintomatología específica del cáncer de hígado, dado que muchos de sus
síntomas pueden aparecer en enfermedades del aparato digestivo, como hepatitis,
cálculos en la vesícula biliar, pancreatitis, etc
5.4. Cáncer de mama
¿ Qué es el Cáncer de Mama ?
Nuestro organismo está formado por un conjunto de órganos, formado por células, que
se dividen de forma regular para reemplazar a las envejecidas o muertas; y así mantener
la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos.
Este proceso está regulado por unos mecanismos que indican a la célula cuándo
comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una
división incontrolada que dará lugar a un tumor.
Si estas células además de crecer sin control, adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo se
denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
-Tratamientos:
Un riesgo de padecer cáncer de mama puede reducirse cambiando los factores de riesgo:
llevar una vida saludable, con ejercicio físico regular, dieta equilibrada, evitando el
alcohol y no fumando.
Para las enfermedades mamarias premalignas se ha mostrado útil un tratamiento para
prevenir el desarrollo de cáncer de mama.
Si existe una historia familiar de cáncer de mama es conveniente que se pida un Consejo
genético.
-Factores de riesgo:
Se han identificado una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar
un cáncer de mama a lo largo de la vida. Algunos factores son más importantes que
otros y pueden variar con el tiempo.
Nuestro organismo está constituido por un conjunto de órganos, los cuales a su vez
están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a
las ya envejecidas o muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento
de los distintos órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que
indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor.
Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el ovario,
hablamos de cáncer de ovario.
Crecimiento local: el cáncer de ovario crece por invasión directa a todas las estructuras
vecinas como las trompas de Falopio, útero, vejiga y recto. Este crecimiento por
contigüidad se produce al romperse la cápsula del ovario.
Diseminación linfática: los ganglios que se afectan con más frecuencia son los situados
en la pelvis y alrededor de la arteria aorta.
Síntomas
Nuestro organismo está constituido por tejidos y estos a su vez por un conjunto de
células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o
muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento. Este proceso está
regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a
dividirse y cuándo permanecer estable.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.
Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en la próstata,
hablamos de cáncer de próstata.
Diseminación linfática: existe una clara relación entre el tamaño del tumor primitivo y
la probabilidad de afectación ganglionar.
Síntomas
El cáncer de próstata, como una gran parte de los tumores malignos, no va a causar
ninguna alteración perceptible por el paciente en las fases iniciales de la enfermedad.
Son tumores que evolucionan lentamente y normalmente la sintomatología va a
presentarse en etapas más avanzadas del proceso.
Los síntomas locales que pueden presentarse en el cáncer de próstata son los siguientes:
Existen algunos síntomas generales como son la pérdida de peso o apetito, dolor óseo en
la pelvis y/o espalda, anemia, edemas (hinchazón) en los miembros inferiores e
insuficiencia renal que suelen aparecer en los estadios avanzados de la enfermedad.
Nuestro organismo está constituido por órganos y estos a su vez por un conjunto de
células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o
muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos
órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula
cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.
Si estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.
Cuando estas células, además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir
tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes
del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos
cáncer.
Cuando las células tumorales con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el pulmón,
hablamos de cáncer de pulmón.
Síntomas
En fases precoces de la enfermedad, el cáncer de pulmón, no produce ningún tipo de
síntomas o son muy inespecíficos. El diagnóstico en esta fase es generalmente
accidental, es decir se diagnostica por pruebas que se realizan para descubrir otros
problemas de salud.
Los síntomas dependen de la localización y extensión del tumor. Los más frecuentes
son:
Nuestro organismo está constituido por un conjunto de órganos, los cuales a su vez
están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a
las ya envejecidas o muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento
de los distintos órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que
indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor.
Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el riñón,
hablamos de cáncer de riñón o Hipernefroma.
El cáncer de riñón, también llamado hipernefroma, puede curarse con una operación
quirúrgica cuando está localizado. Sin embargo cuando el tumor se ha extendido a otros
lugares (metástasis), el pronóstico en general es muy desfavorable, aunque un pequeño
porcentaje de pacientes pueden tener una lenta evolución durante varios años.
El cáncer de riñón es uno de los pocos tumores, en los que se han descrito, de forma
excepcional, regresiones espontáneas.
Síntomas
Nuestro organismo está constituido por un conjunto de células, que se dividen de forma
regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas y mantener así la
integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos.
Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo
comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una
división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.
Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y
órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y
de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el útero hablamos
de cáncer del útero o endometrio.
Este tumor maligno, puede crecer de tres maneras:
Crecimiento local: se puede producir de dos maneras: por extensión directa al cuello
del útero, o desde el endometrio (capa más interna del útero) hacia el miometrio que se
encuentra por fuera.
Diseminación linfática: el útero posee una rica red de vasos linfáticos que permiten el
drenaje de la linfa a múltiples regiones ganglionares. Si el cuello del útero está afectado
se incrementa el riesgo de invasión de los ganglios de la pelvis.
Síntomas
A diferencia de otros tumores, el cáncer de útero puede comenzar a dar síntomas cuando
aún está en fases precoces. En las etapas tempranas de la enfermedad los tratamientos
que se aplican son más eficaces lográndose porcentajes de curación elevados.
En fases más avanzadas de la enfermedad pueden aparecer otros síntomas como pueden
ser la pérdida de peso o dolor en la zona de la pelvis.
Estos síntomas también pueden ser debidos a enfermedades benignas. Sin embargo, si
usted aprecia cualquiera de ellos es importante que acuda al especialista para el
diagnóstico y tratamiento de su causa.
Este cáncer es uno de los más frecuentes de todos los tipos de cáncer, y se calcula que se
diagnostican dos millones de casos nuevos al año en el mundo.
SÍNTOMAS
El cáncer de piel no melanoma puede tener el aspecto de diversas marcas en la piel. En
general, hay que consultar por cualquier mancha que crezca, cambie de forma o de
color, sobre todo si se oscurece. También si se abulta, pica o sangra.
Los carcinomas de células basales aparecen en forma de áreas de color rojo, planas o
escamosas, o de pequeñas áreas cerosas, brillantes y traslúcidas al relieve que pueden
sangrar. Puede haber algún vaso sanguíneo irregular visible, o mostrar áreas de color
azul, café o negro.
Se puede dar un melanoma a partir de un lunar, que cambie de aspecto, o textura. Por lo
general, un lunar es una mancha de color uniforme, de color café, canela o negro en la
piel. Tienen menos de seis milímetros de diámetro y puede estar presente desde el
nacimiento o puede aparecer en la infancia o juventud.
La mayoría de las personas tienen lunares que son benignos. Es importante reconocer
sus cambios.
Color: el color del lunar no es uniforme, sus tonalidades varían desde un marrón a un
rojo, o azul.
Aunque esta regla es útil para la mayoría de los melanomas, no todos se ajustan a estas
características.
6. NOTICIAS
Cáncer de colon: el más frecuente y mortífero de los tumores entre los españoles
Sólo tres CCAA disponen de programas para detectar
precozmente esta enfermedad
Por sexos, el de próstata es el más habitual en varones y el de
mama en mujeres
La supervivencia cinco años tras el diagnóstico ha mejorado un
5% en una década
MARÍA VALEIRO
MADRID.- Más de un millón y medio de personas tiene o ha tenido cáncer en España
en estos momentos. Éste es "uno de los problemas de tener éxito", como ha reconocido
el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, Ramón Colomer, en la
presentación de las últimas cifras de la enfermedad tumoral en nuestro país. Los
tumores cada vez se diagnostican antes y se tratan mejor, lo que ha permitido que ese
'ejército' de supervivientes sea hoy un 5% más numeroso que hace sólo una década.
"Eso nos obliga a cambiar nuestros mensajes", explica Colomer a elmundo.es. "Hemos
de dirigirnos no sólo a la población sana sino también a las personas que han superado
la enfermedad, porque tienen necesidades distintas". Estos años de vida ganados al
cáncer obligarán a los sistemas sanitarios a facilitar la organización para atender a estas
personas, "y ése ha de ser nuestro reto para los próximos cinco años. Es una cuestión
importante porque cada vez habrá más gente en esta situación".
Según las cifras del cáncer en España presentadas hoy por la SEOM, con motivo del
Día Mundial contra el Cáncer que se celebra el próximo 4 de febrero, cada año se
diagnostican en España 200.000 nuevos casos (de los que el 57% se da en hombres).
Aunque el diagnóstico precoz y la llegada de nuevos tratamientos han permitido que la
cifra de supervivencia (cinco años después del diagnóstico) alcance el 55%: un 60% en
mujeres y un 50% entre los varones.
Por tumores, el cáncer colorrectal es el más frecuente cuando se cuentan ambos
sexos conjuntamente; seguido de los tumores de mama y pulmón. En total, se
diagnostican al año 38.000 nuevos tumores de colon, una enfermedad para la que hoy
en día sólo tres de las 17 comunidades autónomas cuentan con programas piloto de
cribado poblacional (bien mediante colonoscopia o análisis de sangre en heces).
A pesar de las carencias del sistema sanitario para prevenirlo, el de colon no sólo es el
cáncer más habitual entre los españoles, sino también el más mortífero (por delante
incluso del cáncer de pulmón). En 2006, según la SEOM, el cáncer colorrectal se cobró
la vida de 98.046 personas. Separando esta estadística por sexos, el que más muertes
causa en hombres es el de pulmón (61.184) y en mujeres el de mama (36.860).
ANGELA BOTO
El español, Carlos Cordón-Cardo, en colaboración con
otros científicos del Memorial Sloan-Kettering Cancer
Center de Nueva York, ha descubierto una prueba genética que permite determinar qué
tumores tienen más probabilidades de progresar. Un hallazgo que incluso aporta una
opción que serviría para detener su avance.
Se trata de un gen denominado Pten cuyo grado de inactivación, algo que se puede
medir mediante las técnicas que ya están disponibles, es proporcional al nivel de
agresividad de la enfermedad. El proceso es tan sencillo y tan complejo como que
cuánto menos trabaje el gen Pten peor es el pronóstico para el paciente.
Los investigadores sugieren que se debería incluir de forma rutinaria una prueba
diagnóstica que sirva medir el grado de funcionalidad del Pten, tanto en los tumores
como en las lesiones precancerosas. De este modo se podría saber quienes son los
pacientes que están más amenazados por esta enfermedad y decidir el tipo de
tratamiento que debe recibir cada individuo lo antes posible.
Otros tumores
El estudio del español Cordón-Cardo y sus colegas estadounidenses se ha centrado en
este tumor, pero los investigadores aseguran que el descubrimiento es igualmente
aplicable a otros tumores en los que el mismo gen Pten tiene un importante papel, como
es el caso de los de endometrio, cerebro y mama.
El mencionado gen se cuenta entre los denominados supresores de tumores y es el que
con más frecuencia se encuentra mutado en todos los tipos de cáncer. Los humanos
tenemos dos copias de cada uno de estas piezas de ADN, de modo que cuando una de
ellas deja de funcionar es la otra la que hace todo el trabajo. En general, en el
momento en el que un paciente muestra síntomas de la enfermedad sólo se ha perdido
una de las dos versiones del Pten.
Los estudios, cuyos resultados se han dado a conocer ahora, indican que ambas copias
del gen están completamente inactivas en el 40% de los casos de cáncer de próstata con
metástasis.
Con estos datos en la mano los autores del trabajo, que se ha publicado en 'PLoS
Biology', una revista especialiada on-line cuyos contenidos son gratuitos, plantearon
la hipótesis de que la cantidad de actividad del mencionado gen debía controlar la
evolución de la enfermedad. La pérdida de una de las copias sería la que iniciaría la
enfermedad y la reducción sucesiva de su función marcaría el ritmo de su propagación e
incluso la aparición de metástasis.
La forma de resolver la cuestión fue crear varias familias de ratones mutantes
(transgénicos) que tuvieran distintos grados de actividad del Pten. De este modo, los
investigadores pudieron constatar que la proliferación de las células malignas se
correspondía proporcionalmente con la pérdida de actividad de este gen. El cáncer de
próstata de los ratones se expandía más deprisa a medida que era menor era la
funcionalidad del gen.
Tratamientos
Teniendo en cuenta que entre una hiperplasia benigna de próstata y el cáncer avanzado
existen numerosos estadíos intermedios, este hallazgo permite relacionar una fase
concreta de la enfermedad con un nivel de funcionalidad del gen. Los autores relacionan
la inactivación completa del Pten con la forma más agresiva de la enfermedad. Sus
aplicaciones para el tratamiento son también extraordinariamente interesantes puesto
que, teniendo en cuenta que más del 80% de los pacientes con cáncer de próstata sólo
han perdido una de las dos copias del Pten y que la pérdida sucesiva de la funcionalidad
es la que marca el mal pronóstico, los científicos proponen realizar intervenciones que
impidan que se produzca esta reducción del gen y, de este modo, se pueda evitar el
avance de la enfermedad.
Actualmente, la tasa de supervivencia a los cinco años del diagnóstico es de 85% para
los pacientes con cánceres descubiertos de forma precoz. La mayoría de los varones que
sufren la enfermedad, que va en aumento en las últimas décadas, tiene 65 años o más.
Por su parte, la ministra de Sanidad, Ana Pastor, ha felicitadi al investigador español y
ha puesto su trabajo como ejemplo para la investigación en todo el mundo. Pastor ha
destacado su satisfacción como amiga personal del científico y ha explicado que
protagoniza la esencia de lo que se quiere promover en España: médicos-científicos que
hacen tanto práctica clínica como investigadora.
1 BAHA G3 CANCER