ZONA XI

COMPETENCIAS PARA LA VIDA

Por Jorge Otero Chambean

Desde la propuesta de reforma curricular del 2006, se da énfasis al enfoque por competen-

Gaceta Zona XI
cias. Para un docente, un alumno, un padre de familia, un supervisor, un directivo, un jefe de
enseñanza, responder a las cuestiones: ¿Qué se enseña en secundaria? ¿Qué tipo de ciuda-
dano se espera formar? ¿Cuál es el Plan de Estudios? ¿Cuáles son los propósitos de cada
asignatura? Podría ser harto complejo. Sin embargo, existe una forma de hacer accesible
esta información y qué de alguna forma se pueda hacer converger las respuestas en un
ámbito común. Y es precisamente con la base del enfoque de competencias. Y es que enton-
ces si la pregunta se reduce a ¿Cuántas son las competencias cardinales a desarrollar en
educación básica? La respuesta es bastante simple: 5. Saber que son 5 (cinco) las compe-
tencias que como propósito educativo central tenemos que desarrollar, no resuelve aún el
problema. Pero quizá si recuperamos su enunciado tengamos un poco de más luz. Las com-
petencias que deberán desarrollarse desde todas las asignaturas son:

a) Competencias para el aprendizaje permanente.

b) Competencias para el manejo de la información.
c) Competencias para el manejo de situaciones.
d) Competencias para la convivencia.
e) Competencias para la vida en sociedad. Por una educación que
Con este puro planteamiento, sea el beneficiario del servicio educativo, o sea parte de la enaltezca el respeto, la
estructura léase como se señaló docente, jefe de enseñanza, etc. ya tenemos algún basamen-
to. Podremos coincidir en un acervo que permita a ese microuniverso pronunciarse sobre responsabilidad y el
el sustento jurídico, sobre currículum, sobre las intenciones expresas, sobre el perfil de
egreso, entre otros temas. Y es así que hablar de competencias adquiere relevancia porque compromiso en la
permite visualizar el horizonte ideal donde apuntarán, todos los esfuerzos educativos. Lo que
se haga en Preescolar, Primaria y Secundaria, por parte de todas las instancias, en el caso formación de seres
del último nivel, lo que se haga en cada asignatura debe tener un hilo conductor: El desarrollo
de esas cinco competencias. Alguien podrá decir con razón, es que no se les enseña a los
humanos de calidad.
alumnos a ver un amanecer, a apreciar una sinfonía. Y otros dirán que faltan temas de His-
toria de México, o de Geografía, o de otras asignaturas. Y es que el debate de qué enseñar
sigue vigente. La lista de contenidos a agregar o disminuir puede ser infinita, por eso la
socialización de ellos no es tan accesible como podría ser el cartabón de las competencias Órgano de comunicación de las Escuelas
que se nos ha marcado. Falta pues aproximarnos a la conceptualización de Competencias Secundarias Técnicas de la Zona XI
para el aprendizaje permanente, para el manejo de la información, para el manejo de situa-
SECTOR IV
ciones, etc. pero eso será para la próxima.
24 “La tarea por la calidad educativa” Núm.
“Hazla tuya, hazla 17– mayo- Año del 2009
bien”
ZONA XI
PROFRA. JUDITH PARDAVELL TÉLLEZ
Por: MarthaJEFE
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DIRECTORAS/ ES DE ESCUELA:
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2 “La tarea por la calidad educativa”
ejército ganar, a mis seguidores lanzando un gritó de victoria. Había-
mos ganado la batalla, sólo quedaba el último detalle… matar a nues-
SUPERVISORA DE LA tra madre.
ZONA ESCOLAR XI
del Carmen González Acosta
DE ENSEÑANZA La luz del crepúsculo se ocultaba. Ella se levantó sin esfuerzo
alguno. Abrió una ventana, exponiéndose a la luz del sol. Giré para
ocultarme detrás del escritorio, pero la mujer que permanecía parada
EST 80
ante la luz, no sufría ningún daño. La hermosa figura, soltó su cabello
EST 86
dejando que este volara ante el viento. Un aro de luz iluminó su alrede-
EST 103 dor, como si fuera un ángel. Qué curioso, pensar en un ángel cuando
EST 149 ella era todo lo contario. Me sonrió y dejó al descubierto sus blancos,
EST 150 relucientes y afilados colmillos. Se inclinó ante mí levantando mi rostro
EST 163 hasta la altura del suyo. Me miró a los ojos y su voz sonó dentro de mi
cabeza <<regresa a mi lado, querido hijo>>. La miré con incredulidad,
EST 164
con los ojos abiertos de par en par. <<¡Nunca!>> hice resonar en su
EST 165
cabeza y la arrojé hasta el otro lado de la habitación. Me levanté de un
EST 166 salto y la acorralé entre mis brazos. Abrí la boca y dejé que mi instinto
me guiara.
Bebí la sangre de mi creadora, mientras ella no se negaba. Me
dejó beber creyendo que regresaría a su lado, pero no fue así. Mien-
tras sus ojos se cerraban y su mano acariciaba mi cabello. Abrí los ojos
con brusquedad. Con una mano desgarré su espalda, introduciendo
mis dedos hasta tocar su corazón. Su expresión era de horror y sus
labios no dejaron escapar una sola palabra, jalé del débil músculo y lo
arrojé tan lejos como pude << lo siento madre>>. Una lágrima salió de
sus ojos y ella cedió a su inminente fin. Su rostro reflejaba el horror, la
humillación de ser la débil presa del cazador. Tomé su cuerpo y lo
acerqué hasta la ventana abierta, dejé caer el cuerpo ante mi ejército.
-¡Eh aquí nuestro premio!- grité desde las alturas, pero algo ines-
perado pasó, mis vampiros se abalanzaron sobre mi madre y bebieron
su sangre, y yo aún tenía sed. ¿Es qué acaso ella no era la creadora
de mi martirio? Esto sencillamente no tenía fin. Contemplé mis manos y
el resto de mi cuerpo frente al espejo de la habitación, entonces el azul
de mis ojos se volvía de color rojo, no rojo escarlata, sino rojo sangre…
<< Bebiste su sangre>>. Resonaron mis pensamientos << Ahora
tú debes morir>>.
“Hazla tuya, hazla bien” 23
ZONA XI

NO ERA ELLA, SINO YO

CUENTOS DE VAMPIROS

Por: Martha del Carmen González Acosta Temática página

Alumna de la EST 103
EDITORIAL 4
La noche era fría. Sólo recordaba el día en que me convertí en esto. En
6
alguna clase de… monstruo. Mi garganta quemaba. Era como sentir el Escuela y salud.
fierro derretido y ardiente deslizándose lentamente por mi cuello, sin
dejarme respirar. Me detuve ante la puerta. Miré de pies a cabeza la ¿QUÉ HACER CONTRA LA INFLUENCIA? 8
perfecta pieza de arte. Forjada de hierro negro, incrustada alrededor
con gemas preciosa. Sentí el fierro ardiendo de nuevo. Tenía los ojos
desorbitados y una sombra se movía en la habitación, ante mí. Estaba La Princesa que olvidó su nombre 10
solamente la oscuridad. Recordé cada segundo de mi vida. Sólo mi
estadía inmortal. Mis recuerdos humanos ya no existían más. Recuer- 15
do el despertar de una mañana. El sol contra mi pálida piel y algo que
se quemaba. Era mi brazo, mi nuevo cuerpo trémulo ante la luz, como 16
LA DIMENSIÓN DE AYER EN EDUCACIÓN
un recién nacido sin lugar de procedencia ni un camino que seguir.
Tanteé las paredes y caminé de nuevo, di torpes pasos ante la inmen- MOISÉS SÁENZ Y LAS ESCUELAS SECUNDARIAS
sa oscuridad. La sombra seguía con sus rápidos y hábiles movimien-
tos, no dejó que me acercara << Debí haber bebido su sangre cuando
pude>>. Me lamenté y seguí caminando a ciegas. Medidas contra la influenza 18

Sé que ella tenía más miedo que yo. No cualquier inmortal posee mi

HABLANDO DE MODA…
20
fortaleza, la sangre humana era la que me mantenía fuerte, hábil y rápi-
do. Era la sangre humana la que tenía la vitalidad que todo vampiro
necesita, la que desarrollaba a la perfección cada uno de nuestros sen-
tidos, pero cuando ella me hirió perdí tanta sangre como la herida per- 22
NO ERA ELLA, SINO YO
mitió. La sed me invadía. Sentí la furia de mil soles quemando dentro
de mí. De haber sido humano hubiese rezado, hubiese pedido clemen-
CUENTOS DE VAMPIROS
cia y encomendado mi alma, pero ahora no tenía que encomendar a
24
nadie. Dejé a un lado mis lamentos, me abalancé hacía la sombra, COMPETENCIAS PARA LA VIDA
rodamos hasta chocar contra el escritorio, recibí golpes y rasgu-
ños. La fuerza de mi cuerpo desaparecía lentamente. La única
Escribe tus opiniones a:
manera de liberarnos de este martirio, era matando a nuestro
creador, aquel que tiene la sangre pura sin gota alguna de san- supzx1@prodigy.net.mx
gre animal, la suya se constituía de humanos, de matanzas y
zonaescolar11@gmail.com
sacrificios macabros y tétricos. Creí haber escuchado a mi

22 “La tarea por la calidad educativa” “Hazla tuya, hazla bien” 3

ZONA XI
“Eppur si muove" - Y sin embargo se mueve- es la frase que se
atribuye haber dicho a Galileo, en el momento de abjurar ante la
Inquisición, su visión heliocéntrica del mundo. Dando a entender
que si bien (para salvar la vida) él asumía la posición de la Igle-
sia, en esencia su posición científica le llevaba a firmar que la
Tierra giraba alrededor del Sol y no permanecía estática, ni era
el centro del universo como predicaba la doctrina católica en ese
entonces (siglo XVII). Llega al caso porque en momentos críti-
cos como los que vivimos, donde la contingencia sanitaria obligó
a suspender clases en las escuelas, como una medida preventi-
va, para que el distanciamiento social contuviera la epidemia de
influenza. Hoy ese "universo" que constituye la estructura huma-
na para atender el servicio educativo cerca de treinta millones de
educandos en todos los niveles, está ya casi funcionando por
completo (quedan algunos estados por reanudar sus labores).
Podríamos decir que a pesar de las adversidades: Y sin embar-
go se mueve. Y es que como nación, tendremos que transcurrir
a otra fase de nuestro desarrollo, para solventar los estragos
causados por la emergencia del virus A H1N1. Con esta epide-
mia salieron a relucir y se hicieron más evidentes, carencias de
muchos tipos que tendremos subsanar para dar paso a un Méxi-
co más fuerte, más justo. Que ofrezca a su población, el sustrato
esencial para una vida digna con salud, seguridad y educación,
amén de las posibilidades de crecimiento en todos los órdenes
para estar acordes a los tiempos actuales. Un México del siglo
XXI, tiene que pensar en consolidar nuevas formas de higiene,
de alimentación, nuevas formas de comportamiento, sustentado
en criterios científicos, pero con el respaldo de la ética. Hacernos
corresponsables del acontecer es participar de todos los proce-
sos sociales. No podemos seguir siendo ajenos al compromiso
social. Seguir pensando en el yo sin considerar el "nosotros",
seguir pensando que lo que le suceda a los demás no es de
nuestra incumbencia, nos aleja cada vez más del espíritu huma-
4 “La tarea por la calidad educativa”
alimento antes, es como si nos presentáramos desnudos a hacer-
lo, exponiéndonos con la pruebita, las ofertas y promociones,
con los artículos estratégicamente acomodados para vender lo
más caro. ¡Cuidado! … podríamos seguir enumerando ejemplos
para comprobar que si no estamos fashion estamos out, sin dar-
nos cuenta la manera tan sutil en que la “moda” nos atrapa a
través de: la vista, oído, olfato, tacto y gusto, estos cinco sentidos
que si no somos lo suficientemente cuidadosos nos engañarán
llevándonos hasta caer en sus redes, volviéndonos “víctimas de
la moda”.
Siendo realistas, es casi imposible mantenerse al borde de este
remolino que sin querer nos envuelve y nos hace muchas veces
cometer errores extremos como la infidelidad, vicios y el endeu-
damiento, por mencionar algunos; de ahí, que el mantener nues-
tra atención en “valores” que pueden formar parte de nuestra
esencia como seres humanos y llevarnos a trascender en un
mundo donde la temporalidad (la moda) no existe ya que
superan a nuestros sentidos.
Permíteme presentarte algunos de los que a mi parecer son los
más importantes:
EL AMOR… LA FE… EL GOZO… Y LA PAZ…
En la medida en que busquemos identificar y alimentar los valo-
res que deseamos sean parte de nuestra esencia, entonces lo-
graremos enfocar nuestros sentidos en aquello que realmente
vale la pena y al mirar un atardecer, sentir la paz que este evo-
ca, oler una flor y relajarnos al disfrutar sus exquisitos aromas,
abrazar tocando así a un ser querido y compartir su amor, escu-
char el canto de las aves y gozarnos a su lado por la bendición
de disfrutar de un nuevo día y por último ir a la cama y después
de dar gracias por el día que termina, tener fe en que el día de
mañana será mejor.
¡¡¡ QUÉ TU VIDA DE FRUTO!!!
*Esta columna invitada es escrita por Tanya Rodríguez
Mendoza, ella es Lic. en Administración de Empresas y
estudiosa de temas sobre la familia y la sociedad.
“Hazla tuya, hazla bien” 21
ZONA XI
HABLANDO DE
MODA…
Por Tanya Rodríguez Mendoza*
Para hablar de “moda” no hace falta ser un diseñador famoso,
acudir a desfiles de “moda”, ni ser un experto en el tema, sólo
basta entender el concepto (En el diccionario se acota: moda
del francés mode. Uso, modo o costumbre que está en boga
durante algún tiempo, o en determinado país, con especialidad
en los trajes, telas y adornos, principalmente los recién introduci-
dos) y detenerse a mirar un aparador de alguna tienda departa-
mental donde los maniquíes muestran a individuos con cuerpos
perfectamente esqueléticos y por esa razón las tallas se mantie-
nen en función de éstos. Ya si nos animamos a entrar a la tienda
tal, pues peor aún porque para todos encontramos algo in sea
para las pequeñas “princesas” o el mundo de car´s para los ni-
ños, pero nadie se escapa de salir con el mejor atuendo de
“moda”. Y qué me dicen al ver un comercial de tv, donde se
presentan actrices con los cuerpos más simétricos y dotados de
hermosura que pueden haber con un tipo de ropa que sería casi
imposible usar en un día normal en la calle, donde el morbo se
mantiene a flor de piel. O qué tal el acudir a comer a un restau-
rante chino o japonés; o el tener cinco o más tarjetas de crédito,
¿por qué no? sólo basta dar un “sí” para comenzar a gastar y
gastar hasta sobregirarlas para después quedar comprometidos
(por no decir embarcados) a falta de capacidad para cubrir los
pagos. Si nos seguimos adentrando en este mundo de la
“moda”, al acudir a solicitar orientación en alguna agencia para
la adquisición de un auto, en donde los expertos en mercado-
tecnia se encargan de atrapar nuestra atención en aquellos ve-
hículos de reciente lanzamiento y muchas veces terminamos
comprando el que menos pensábamos y claro, con los ya muy
conocidos autofinanciamientos. Cualquiera que elijamos está al
alcance de nuestro bolsillo. Ah!!!, ir a comprar la despensa es
una aventura y peor si lo hacemos sin haber comido algún sen-
20 “La tarea por la calidad educativa”
no. Si seguimos estornudando en la cara del otro, tirando basura
en las calles, estacionándonos en lugares prohibidos, compran-
do piratería, saltándonos la ley de muchas formas, seguiremos
labrando el camino de la degradación social. Si no cambiamos
estos hábitos, y muchas formas de actuar conexas, seguiremos
sedimentando la apatía, la impunidad, la corrupción, como sellos
característicos de la vida nacional.
La esperanza de un futuro mejor posible, está pues en el intento
de un cambio. Si seguimos como sociedad haciendo lo mismo
de siempre, pues obtendremos los mismos resultados. Si quere-
mos un México diferente, tenemos que asumir una postura dife-
rente.
Los arquitectos, los ingenieros, los licenciados, maestros, médi-
cos, y otros artífices de ese México por venir, están ahora proba-
blemente quizá en Preescolar, en la Primaria o en la Secundaria,
por eso en las familias, en el trabajo en las escuelas, es esencial
que se refuerce lo bueno y que se erradique lo malo. Qué la si-
mulación le abra paso a la certeza. Qué la honestidad, la respon-
sabilidad se entronicen en nuestras formas de relacionarnos.
Lo bueno de la vida, es que siempre tenemos la oportunidad de
un pensar y un actuar diferentes si nosotros queremos. Ante la
crisis económica, ante la epidemia de influenza, ante la crisis
social; podemos levantar la voz, asumir que todo ese maravillo-
so conjunto de seres humanos que conforman padres de familia,
alumnos, docentes, directivos, personal de servicios, podemos
MIRAR de otra forma al MUNDO; y actuar para que en conse-
cuencia pese a todas las adversidades, obstáculos y calamida-
des apocalípticas, levantemos reitero la voz, para gritar: ¡Y sin
embargo se mueve!
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“Hazla tuya, hazla bien” 5
ZONA XI

Escuela y salud.
Por Judith Pardavell Téllez

E n relación con las medidas y acciones realizadas para el

regreso seguro al trabajo escolar en las escuelas se comenta
que el día 7 de mayo se llevó a cabo una Reunión Extraordinaria
del Consejo Técnico de la Zona XI, con la asistencia de los di-
rectivos de las 10 escuelas que integran esta circunscripción. En
ella se dio difusión al “Manual para directivos escolares con
orientaciones para superar la contingencia sanitaria”, la “Guía
Este letrero pensado
estratégica- ¿Qué puede hacer la escuela para evitar la influen-
para el picaporte nos
za?” además de diversos materiales, recopilados tanto en el por-
recuerda la importancia
tal de la SEP; de la SSA y SEIEM. del lavado de manos y
de que la toser o
En tal reunión se hizo énfasis en la elaboración del Plan Escolar
estornudar lo hagamos
de Acción Emergente, donde se incluyeran las acciones desple-
cubriendo nuestra boca
gadas desde las que incluyan la jornada de limpieza previas al
con un pañuelo.
reinicio de labores, hasta las acciones remediales que se lleva- Las competencias para
rán a cabo en el aspecto académico para el abordaje de los la convivencia implican
contenidos que no se desarrollaron por los días de suspensión el que seamos por un
de clases. lado responsables de
nuestras enfermedades
Se destacó así mismo la relevancia de la conformación del filtro y que cuidemos también
escolar, ya que la detección de alumnos con síntomas de enfer- la salud de los otros.
medad respiratoria, es indispensable para evitar el contagio. Se
sugirió la elaboración de una bitácora diaria donde se llevará el Ligado al hábito de la-
recuento puntual de los alumnos con probables afecciones y las varse adecuada y frecuentemente las manos, está la
acciones concomitantes, misma que servirá de sustento para el posibilidad de disminuir las enfermedades diarreicas que
envío también diario del informe de las acciones realizadas en afectan principalmente a niños menores de cinco años
este sentido. (Según la Encuesta Nacional de salud 2006), y de las
que no están exentos ni jóvenes ni adultos.
Cada reunión es un espacio para compartir experiencias, con-
sensar información, llegar acuerdos, pero en ésta en especial,
fue alentador constatar que las directoras y directoras de la

6 “La tarea por la calidad educativa” “Hazla tuya, hazla bien” 19

ZONA XI
Medidas contra la influenza
EN LA ESCUELA PARA TU CUIDADO
Prever la disponibilidad de
agua y jabón en los
planteles.
Asegurar la correcta
ventilación e ilumina-
ción con luz solar de
aulas, oficinas y otros
espacios cerrados.
Desinfectar tinacos,
baños, lavabos, mani-
jas y pasamanos.
Lavar con agua y jabón las
instalaciones y
mobiliario con los que
se tiene contacto
manual.
Mantener limpias las
cubiertas de escrito-
rios, mesabancos y
equipos de computo
Reforzar las medidas de Si estás enfermo:
higiene de los espa-
cios y utensilios para
la preparación y
consumo de alimen-
tos.
Colocar botes de basura
protegidos por bolsas
de plástico.
18 “La tarea por la calidad educativa”
Zona XI, estaban todos conscientes del papel fundamental que
el directivo jugaría en específico en este proceso que va más
allá de la elaboración de un Plan o una Jornada de limpieza Ini-
Evitar estar en contacto cial, sino en el de fortificar el liderazgo para ir enraizando en
con personas cada comunidad educativa una nueva cultura de hábitos de
enfermas. higiene y cuidado de la salud que nos permita estar mejor
preparados ante el advenimiento de otra probable contingencia
Lávate las manos
frecuentemente con
sanitaria.
agua y jabón.
No compartas alimentos,
vasos ó cubiertos.
Come frutas y verduras, y
toma por lo menos
ocho vasos de agua
potable diariamente.
Al toser o estornudar cu-
bre tu boca con el
antebrazo ó un
pañuelo desechable.
No saludes de beso ni de
mano.
Quédate en casa y guarda
reposo para no conta-
giar a otros.
Frase del mes de MAYO:
No tomes medicamento
por tu cuenta, sigue “Educar no es dar carrera para vivir, sino templar
las recomendaciones el lama para las dificultades de la vida”.
de tu médico.
Pitágoras
No acudas a sitios concu-
rridos.
“Hazla tuya, hazla bien” 7
ZONA XI
¿QUÉ HACER CONTRA LA INFLUENCIA?
RELATO DE UNA EXPERIENCIA
Por Luz Ma. Soni Lárraga
Directora de la EST 103
Ante el problema enfrentado por toda la población mexicana so-
bre el virus de la influenza AH1N1 las autoridades educativas y
de salud elaboraron un Manual para directivos y una Guía, que
esencialmente incluía orientaciones y medidas preventivas para
posibilitar el regreso seguro a la actividad escolar, después de la
contingencia sanitaria. Esos aportes y los que surgieron en la
propia comunidad educativa de nuestra escuela nos permitieron
retornar a clases venturosamente, por lo que aquí compartimos
con ustedes algunas de esas acciones que se desplegaron en
su oportunidad y otras que se siguen desarrollando en el marco
de atención del alumnado en nuestra institución la Secundaria
Técnica #103, “Simón Ramírez Rodríguez”
1) Trabajo previos. Desde el 5 de mayo del año en curso se
coordinaron las tareas para que se realizara la jornada de
limpieza los días 7 y 8 de mayo.
2) Organización. Tuvimos una Reunión General con todo el
personal para analizar y acordar las medidas preventivas,
las estrategias para el filtro escolar, así como para entregar
la papelería a utilizar como los cuestionarios para alumnos.
3) Regreso a clases. El 11 de mayo se realizó una breve Ce-
remonia Cívica en el primer módulo de cada turno, donde
se dieron indicaciones generales sobre las medidas imple-
mentadas para el cuidado de la salud.
4) Filtro escolar. Todo el personal fue considerado ya que se
planeó la actividad en primera instancia para 15 días. Los
docentes responsables de procesar la información del
cuestionario diseñado para contestar diariamente en la pri-
mera hora de clase en cada turno, tienen que canalizar
cualquier situación importante a Orientación o Trabajo So-
8 “La tarea por la calidad educativa”
importancia imprescindible, puesto que tiene el gran reto de preparar a
los estudiantes para la transición a estudios posteriores, o en su caso,
prepararlos para que se integren al mundo de trabajo. Enrique Pieck
Gochicoa en una de sus tantas investigaciones afirma que:
La secundaria constituye un espacio clave para reforzar las com-
petencias básicas y para adquirir la cultura común que promueve
la ciudadanía: a su vez, contribuye a conocer a través de la ex-
periencia y a estar en contacto con temáticas como la salud, la
ciencia y la tecnología. Es en este nivel cuando se adquieren
competencias importantes para la vida, tales como: el trabajo en
equipo, el vivir juntos, la resolución de los problemas, la adapta-
bilidad, etc. Son tres funciones importantes pues las que cumple
este nivel: preparar a los estudiantes para la transición a los es-
tudios superiores, formar buenos ciudadanos y brindar una for-
mación para aquellos que llegarán solamente a este nivel de
educación.
Finalizaré este ensayo diciendo que nosotros los profesores del nivel
básico de educación, debemos rescatar y fortalecer todos los princi-
pios; filosóficos, pedagógicos e instrumentales, para que nuestras se-
cundarias sigan teniendo la finalidad que perseguía Moisés Sáenz, un
lugar propio y exclusivo para el desarrollo de nuestros adolescentes en
toda la extensión de la palabra.
1
Fernando Solana, et. al., Historia de la educación pú-
blica en México, México, Fondo de Cultura Económica – Se-
cretaría de Educación Pública, 2ª edición, 2001, p. 225.
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“Hazla tuya, hazla bien” 17
ZONA XI

LA DIMENSIÓN DE AYER EN EDUCACIÓN cial para comunicarse de inmediato con los padres de fa-
milia.
MOISÉS SÁENZ Y LAS ESCUELAS SECUNDARIAS
5) Carteles. La Academia de Español convocó a un concurso
Por el Profr. Joel Negrete Hernández
de elaboración de carteles con el tema de la Influenza.

Docente de Historia en la EST 103

En el año de 1926, durante el periodo presidencial de Plutarco Elías
Calles (1924-1928). Se originó la secundaria como una modalidad edu-
cativa. El fundador fue Moisés Sáenz, uno de los hombres que impul-
saron la educación pública en México. La secundaria, nació por imita-
ción de los modelos pedagógicos de la escuela secundaria alemana e
intentó copiar los postulados de la escuela estadounidense, todo esto
adaptado a los requerimientos y necesidades del pueblo mexicano.
Cabe recordar que diferentes transformaciones educativas se estuvie-
ron llevando a cabo en el contexto mundial y México no podía salirse
de ese mismo contexto, crear una modalidad para los jóvenes adoles-
centes de aquella época posrevolucionaria.
Desde 1917, cuando fue elaborado el Artículo 3º Constitucional no
existía una escuela propiamente para los adolescentes, que respondie-
ra a sus intereses y necesidades. No estaban dadas aún las condicio-
nes para que el joven estudiante mexicano pudiera acceder a un tipo
de educación propia. Fue entonces cuando Moisés Sáenz inició la ta-
rea de la creación de los estudios de nivel secundaria.
La escuela secundaria nace, pues, acorde con el sentido demo-
crático, popular y nacionalista de la Revolución cuya doctrina
expresa y difunde en todo el territorio nacional la escuela rural de
México, el más transparente de sus productos. Así, separada de
los patrones universales, obedeciendo de manera natural a la
corriente inevitable de la educación que en casi todos los países
tiene lugar […] 1
En la actualidad la modalidad de las escuelas secundarias tienen una
6) Periódico mural. La Academia de Ciencias realizó un pe-
riódico mural alusivo a la contingencia sanitaria.
7) Gel. Se proporcionó a cada profesor responsable de aula
un gel antibacterial para la higiene de manos de los alum-
nos.
8) Sanitarios. Se instalaron en los baños despachadores de
jabón líquido y portarrollos de papel.
9) Comunicación. Se mantiene informados a los padres de
familia a través de circulares y trípticos.
10) Producción. En el Taller de Industria del Vestido se dieron
a la tarea de elaborar cubrebocas para aquellos alumnos
que se presenten sin tal aditamento.
11) Pancartas. La Academia de Ciencias Sociales promovió la
elaboración de pancartas para orientar al alumnado sobre
el problema vivido.
No cabe duda que cuando hay disposición y colaboración de to-
da la comunidad escolar podemos hacer frente a algunos proble-
mas, que como el de la influenza aquejan a la sociedad. Juntos
podemos prevenir, adquirir mejores hábitos de higiene y mejorar
en el cuidado del salud, y al seguir creciendo en estos aspectos
en beneficio de nuestros alumnos, también damos paso a conso-
lidar una educación de mejor calidad.
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16 “La tarea por la calidad educativa” “Hazla tuya, hazla bien” 9

ZONA XI

La Princesa que olvidó su nombre

Por Jorge Leonel Otero Chambean

La niña se despertó y como todas las mañanas, abrió un ojo, después

el otro, pero ese día se sentía como inquieta, algo le preocupaba. Se Poema de Mario Benedetti
miró en el espejo, su pelito corto enmarcaba su rostro de tez morena. (1920– mayo 2009)
Sus ojos negros y profundos, parecían escudriñar la superficie platea-
da. Presentía que algo pasaba.
Piedritas en la ventana
Cuando bajó al gran salón, todos se alistaban a disfrutar el desayuno.
Al tenerla cerca, su padre, el Rey, le dio un beso en la frente y la acom-
pañó y ayudó a sentarse en la silla. De pronto la princesa le preguntó:
De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
-¿Cómo me llamo?
quiere avisarme que está ahí esperando
El Rey asombrado, quiso contestar pero no pudo. pero me siento calmo
-Tú eres… la princesa. casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
-Sí, pero cómo me llamo.
y luego a tenderme cara al techo
El Rey buscaba en su memoria y no salía de entre los recuerdos el que es una posición gallarda y cómoda
nombre de su hija. Llamó a la Reina con urgencia y él mismo hizo tam-
bién la pregunta:
para filtrar noticias y creerlas
-¿Cómo se llama la princesa?
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
La Reina se sorprendió con la pregunta, pero lo que más le alarmó era ni cuándo mi historia va a ser computada
que por más que trató no pudo recordar cuál era el nombre de su hija.
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
-¡Todos a mí! ¡Todos a mí! y qué atajo hallaré para no seguirlos
El Canciller, varios ministros, condes, duques, embajadores y otros
miembros de la Corte, acudieron al llamado del monarca. está bien no jugaré al desahucio
-Os he reunido porque necesito saber el nombre de mi hija, la princesa.
no tatuaré el recuerdo con olvidos
¡De inmediato! mucho queda por decir y callar
Hubo mucha agitación, nerviosismo. Una fuerte tensión se sentía en
y también quedan uvas para llenar la boca
todo el Palacio. Todos se miraban entre sí como buscando la respues-
ta, pero nadie la tenía. Temerosos de la ira del Rey, no ataba nadie a está bien me doy por persuadido
enfrentarlo.
que la alegría no tire más piedritas
-¿Qué pasa? Tronó después de unos minutos. abriré la ventana
Un pesado silencio fue envolviéndolos. Nadie quería tomar la palabra. abriré la ventana
10 “La tarea por la calidad educativa” “Hazla tuya, hazla bien” 15
ZONA XI
intercambiar a manera de trueque por otros productos alimenticios. A la
princesita, que como sabes, trabaja de incógnito, le pareció delicioso
probar el pan y contribuir para que otros se alimentaran.
Al recorrer toda un ala del castillo, no encontró ninguna pista pero algo
le incitó a voltear hacia una ventana, desde ahí se apreciaba como al
arbusto con hábiles cortes y podando aquí y allá le dieron una forma
inconfundible: era una R.
Al cuarto y al quinto día, se combinaron faenas como ordeñar algunas
cabras, dar de comer a las gallinas y ayudar a asear su corral. Regre-
sando siempre agotada, poco tiempo le quedaba para asearse y comer
algún alimento. Le esperaba su cama. Quería dormir, despertar y hallar
las letras. Ahí aparecieron. Adentro de un cofre, en los establos: una I y
una A.
Para ella que ya sabía leer y escribir con fluidez, engarzar las letras fue
sencillo:
M I R I A
Ya para el sexto día la princesita había resuelto el enigma, y fue con
gusto a la aldea, para lo cual pidió a su sabio acompañante que le ayu-
dará guiando una carreta, donde transportarían los víveres que quería
regalarles. Había pedido al Rey un cargamento de arroz, harina, frijol, y
muchos otros alimentos porque quería agradecerles lo que la habían
ayudado a aprender en esos días.
Cuando a la mañana siguiente, se asomó desde un balcón para apre-
ciar la última M, ella ya sabía que era la princesa MIRIAM, lo sentía en
su interior, y además de haberlo recordado, ella supo que para enfren-
tar los problemas, las tristezas y las penas, el mejor camino es abrir las
puertas del corazón para ayudarles a los demás. Aprendió que ser
generoso, DAR a los demás, es más gratificante que recibir, y desde
entonces no siempre en el reino brilla la alegría, pero luchan porque se
mantenga el ánimo, porque saben que después del anochecer siempre
AMANECE, y es posible que traiga alguna sorpresa.
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14 “La tarea por la calidad educativa”
Y como todos empezaron a voltear a ver al Canciller, éste no tuvo más
remedio que asumir su papel.
-No lo sabemos su excelentísima alteza.
-¡No saben qué!
-El nombre de la princesa.
Del azoro al terror fueron oscilando las emociones de todos los presen-
tes. Cuando de reojo alcanzaban a observar los tonos que adquiría la
piel de la cara del Rey, que pasaba del verde al morado y después al
rojo alternativamente; temían lo peor. Algunos, dominados por el mie-
do, intentaron discretamente escurrirse por alguna puerta, pero la acti-
tud que asumieron los soldados, los hizo desistir.
-Tenemos que hacer algo. Se escuchó una voz enérgica.
Ante la reacción del rey, disminuyó gradualmente el pánico y se dio
lugar al deseo de colaboración. Daban sugerencias, señalaban hipóte-
sis. Por alguna extraña razón, un misterioso hechizo había borrado de
la memoria de todos los habitantes del reino el nombre de la princesa.
Más aún, todo vestigio donde había estado escrito su nombre había
desaparecido.
A partir de ese día, a todas horas entraban y salían del Palacio, conse-
jeros, magos, doctores, que buscaban en la niña princesa datos acerca
de su nombre. Ella se abrumaba porque veía en sus padres la preocu-
pación y en todos el deseo de acabar con este maleficio. Querían vol-
ver a verla reír, cantar y bailar por los jardines y por todas las habitacio-
nes. Extrañaban esa alegría que contagiaba y hacia vibrar a toda la
comarca.
Una tarde, cuando parecían haberse agotado todos los esfuerzos, llegó
a las puertas del palacio un anciano al que nadie conocía como habi-
tante de Ecataflurnia. Convocado por uno de los muchos avisos que
colocaron para solicitar apoyo para el caso, quiso ayudar a la princesa
niña y enfiló sus pasos hasta el reino.
Al instante de iniciar la plática con la princesita, se percató de la enor-
me tristeza que la invadía. Con sus escasos siete añitos, algo había
enturbiado su felicidad y había trocado ese brillo hermoso de sus ojos,
por una expresión sombría que delataba lo mucho que sufría.
El anciano, con su voz pausada, le indicaba a la niña, que él no
“Hazla tuya, hazla bien” 11
ZONA XI
conocía las razones de su tristeza, pero que si ella quería, se empeña-
ba y tenía fe, podrían cambiar las cosas. Que todas las cosas en el
Universo se mueven constantemente, y que esa es una señal para sa-
ber que si hay obscuridad es porque antes hubo la luz del día, que si
hoy una pena nos aflige, es porque mañana vendrá la alegría.
Habiendo captado su interés, continuó la charla:
-Lo primero que vamos a hacer es encontrar tu nombre.
-Pero cómo.
-Un gran sabio señaló hace siglos: “el corazón tiene sus razones que la
razón no conoce”.
-¿Qué quiere decir?
-Bueno muchas cosas podemos entender de esto, pero fíjate que cuan-
do el corazón de alguien se abate por algún sufrimiento, se puede dar
el caso que se olvide hasta de su nombre, y que la nube de tristeza se
extienda por todo el territorio tocando todas las almas a su paso.
-Y es que el nombre de uno, significa mucho de lo que se es, de lo que
uno aspira en la vida, cuando uno vive y vive con tristeza, a veces olvi-
da lo que ES, y en lugar de apreciar lo bello que es la vida, porque po-
demos ver los colores del cielo, oler la lluvia cuando moja la tierra, gus-
tar del sabor de la miel o de lo agrio de un limón, y muchas cosas más,
a veces preferimos enojarnos y acaso abandonarnos por padecer una
enfermedad o alguna pena.
-Por eso vamos a encontrar tu nombre.
-¿Qué tengo que hacer?
El anciano le fue explicando que para encontrar las razones de su co-
razón, durante los próximos seis días, tendría que abandonar la como-
didad del palacio. Vestida con ropas sencillas, sin el boato de ser prin-
cesa sino una simple niña, iría buscando por las zonas más pobres del
reino donde habita la mayoría de la población, a alguien a quién ayu-
dar, alguien a quién consolar y brindarle afecto. Acabada la tarea al
terminar el día, en alguna parte del Palacio aparecerá una letra de tu
nombre.
-Tendrás que anotarlas e irlas uniendo para que al final con ellas for-
mes tu nombre.
12 “La tarea por la calidad educativa”
Al día siguiente la princesita se levantó. Como pudo se proveyó de las
prendas adecuadas, convenciendo a la hija de una de las cocineras de
cambiar ropajes. Pero salir del palacio no fue tan fácil. Tuvo que burlar
la escolta habitual y con buen juicio le solicitó al anciano que la acom-
pañara, porque ella estaba muy chica para andar sola y no tenía idea
hacia dónde dirigirse.
Esa parte del reino nunca la había visitado, el conjunto de casas tan
abigarrado ofrecía un panorama tan desolador contrastando con la
opulencia en que se vivía en el Palacio. Se prometió a si misma que
platicaría con su padre para alertarle sobre las condiciones de esta
gente.
Caminaron y caminaron hasta que ya no pudo más y ella tuvo que de-
tenerse a descansar. El anciano inmutable tenía una postura de que
podía seguir la marcha sin tomarse un respiro. Ella sentía que no había
ayudado a nadie, y se empezó a sentir un tanto frustrada, porque al
retornar al hogar, ni siquiera había podido hablar con su padre, porque
estuvo muy ocupado.
Se durmió agotada por la caminata. Al despertar lo primero que vio fue
una letra pintada en la puerta. Era una M, se sintió emocionada, al en-
contrar también una nota, con un mensaje que decía: “por abrir tu
corazón”.
Hasta que conversó otra vez con el anciano, cuando se dirigían a la
aldea, pudo comprender que sin una acción concreta, había sido sen-
sible a las condiciones de pobreza de los lugareños y que por eso
había recuperado la primera letra de su nombre.
Con entusiasmo vio una oportunidad de ayudar, al ver unos niños que
cargaban unos recipientes de barro con agua para llevarles agua de
fruta a los campesinos que cosechaban el trigo. Se ofreció a acompa-
ñarles y gustosa servía la bebida en las jícaras para apaciguar la sed a
aquellos trabajadores.
Al otro día buscó y buscó, hasta que colgada en una lámpara del pasi-
llo a la cocina mayor, encontró un pedazo de tela dorada en cuyo cen-
tro bordada en escarlata se destacaba un signo: era una I.
Quiso la fortuna, que el tercer día la misión se centrara en hacer pan.
Al pasar por una casa se toparon con una señora muy atenta que les
convidó un trozo de suculento pan de centeno. En ese lugar un horno
rudimentario, una cantidad de harina y sobre todo unas manos delica-
das y amorosas elaboraban unas ricas hogazas para la familia y para
“Hazla tuya, hazla bien” 13