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Capitulo VIII

“La Aldea de los Hechiceros”


La silueta que estaba en la puerta era la del anciano Mafrá
-¿Dónde estaba anciano? – Pregunto Duner
-Disculpen muchachos, pero habia olvidado que estaban ahí
adentro. – Respondio con algo de vergüenza el anciano.
-¿Se le olvido?- Dijo Duner exaltado - ¿Cómo se le puede olvidar
algo asi?
-Tranquilizate Duner, no es para tanto- Dijo Lian
-Lo siento- Dijo Duner
-Señor... ¿Ocurrio algo mientras estabamos dentro de la
recamara? – Pregunto Lian.
-Nada- Respondio el anciano.
Lian sonrio y dijo:
-Estupendo. Pyro, Duner , vamonos, no hay tiempo que perder.-
-¿Tan pronto?- Reprochó Duner. –Pero es que tengo hambre-
Lian lo miró fijamente a los ojos y al cabo de un rato dijo: - Esta
bien, comamos algo, pensándolo bien, yo tambien tengo algo de
hambre, y estoy segura de que Pyro tambien.
-Disculpe que lo molestemos anciano Mafra, pero...-
-No digas mas- Interrumpió Mafrá. –Acomodense mientras les
preparo algo.-
Luego de unas horas los tres entraron al comedor y se
sorprendieron al ver en la mesa un inmenso banquete.
-Oiga anciano, ¿vendrá alguien mas a comer?- Pregunto Duner.
-En lo absoluto, esto es solo para ustedes, varias de las mujeres
de la aldea fueron preparando esto durante la semana, les
encomende preparar algo para ustedes, supuse que estarian con
hambre después del entrenamiento.– Respondio el anciano.
Todos tomaron asiento y comenzaron a servirse.
-¡Gracias por la comida!- Dijeron Lian y Duner al mismo tiempo.
Luego de comer se prepararon para irse, en eso el anciano les
dijo:
-Ha sido un honor atenderles en mi hogar, cuando deseen venir
seran bienvenidos.-
-¡Muchas gracias señor!.- Dijo Lian
-Gracias por soportarnos- Dijo Duner.
Salieron de la casa y emprendieron su camino hacia la montaña.
Luego de unas horas de caminar llegaron al pie de la montaña,
Pyro los elevo hasta la cueva. Lian comenzo a trazar el circulo en
el suelo mientras Duner y Pyro observaban fijamente.
-Listo, podemos irnos. – Dijo la maga.
Realizaron el mismo procedimiento que hicieron en el viaje
anterior, Lian pronunció el hechizo silencioso, esta vez se levanto
una niebla roja del suelo y luego desaparecieron.
Aparecieron en la misma cueva, su interior era el mismo, era
como si nunca hubiesen dejado el lugar.
-¿Qué hacemos ahora?- Pregunto Duner.
-Iremos a la aldea de los hechieros para saber si ya conocen la
ubicación de Doki.- Respondio Lian.
Llegaron a la entrada de la cueva, Pyro los bajo al pie de la
montaña, caminaron por un rato hasta que Lian dijo:
-Necesito que cierren sus ojos, abrire el portal hacia la aldea, esta
protegida para que los no hechiceros se mantengan alejados, si
pasas libremente por este lugar apareceras en el otro extremo del
bosque, esta prohibidos que los no hechiceros vean como se
hace.-
Pyro se coloco en el hombro de Duner y luego ambos cerraron
sus ojos, Lian tambien hizo lo mismo, y comenzo a recitar el
hechizo silencioso que partio en dos el aire pudiendo verse
adentro una especie de reino. Tomó a Duner de la mano y dijo:
-Por nada del mundo abran sus ojos, solo sigueme Duner, Pyro tu
no te alejes de nosotros.-
-Esta bien.- Dijo Duner.
Pyro manteniendo sus ojos cerrados extendio sus alas tapando
los ojos del Duner para mayor seguridad.
-Gracias Pyro.- Dijo Lian.
La hechicera los condujo por el portal y cuando lo atravesaron por
completo este se cerró.
-Ya pueden abrir los ojos.- Dijo Lian.
Ambos lo hicieron al mismo tiempo y se sorprendieron mucho al
ver un lugar reluciente, su aspecto era medieval, y todos vestían
largas tunicas, los mas ancianos usaban sombreros largos
puntiagudos, mientras que los jóvenes usaban zarcillos de
diversos tamaños con piedras preciosas de colores variados.
Habian lugares llenos de libros por todos lados, y de estos lugares
entraban y salian hechiceros y hechiceras sin parar.
Lian cayo de rodillas y comenzo a llorar.
-¿Qué te sucede Lian?- Pregunto Duner - ¿Por qué lloras?
-Es increíble.- Dijo Lian. – Todo esto fue destruido en un instante
por Doki.-
-¿Qué?- Dijo Duner. - ¿Quieres decir que Doki destruira la aldea
en el futuro?
-Si- Respondio Lian. –Solo yo pude sobrevivir al ataque, mi
familia, amigos, y todos los habitantes de este lugar murieron a
manos de Doki.-
-Debemos impedir que suceda eso. – Dijo Duner.
-No- le dijo Lian. –Si lo impedimos yo nunca escaparé de aquí, ni
iria en tu búsqueda, eso crearia un desorden en la linea del
tiempo, lo unico que quedó en pie fue la habiatacion en la que
estaba el Libro de las Artes Prohibidas. Ese lugar se encontraba
en mi casa, mis padres me ocultaron ahí cuando todo comenzo.-
-¿Qué podemos hacer? – Pregunto Duner.
-Nada.- Respondio Lian con la voz entrecortada.
-Esto no se quedara asi.- Dijo Duner. – Acabaré con Doki y
vengare a toda esta aldea.-
-Vamos chicos- Dijo Lian. –Recolectemos información, trataremos
de encontrar a Doki, y buscaremos las paginas que contienen el
hechizo, debe haber algo ahí para anularlo, aunque sea por un
momento.- Añadio secando sus ojos.
-Esta bien.- Dijo Duner.
Se dirigieron al castillo, era una estructura impresionante, al igual
que en las bibliotecas el ajetreo de personas entrando y saliendo
era enorme. Lian disfrazó a Duner como un hechicero, le coloco
una tunica azul que le quedaba a la perfeccion y unos zarcillos de
color negro con unas piedras en forma de un ave, eran de color
rojo, simbolizaban al fénix. Los tres entraron al castillo y se
dirigían a la recamara principal, en las paredes habian retratos de
magos muy viejos, Lian le explico a Duner que miles de años atrás
existio un Oráculo de Sabios que era regido por 7 grandes
hechiceros, pero que fueron asesinados por Doki cuando era un
joven y adquirio sus poderes malignos, solamente un hechicero
logro sobrevivir a ese ataque, y por increíble que pareciera, él era
el que estaba al frente de todo aquel impresionante lugar. Entraron
a la recamara principal en donde se encontraba un mago muy
viejo pero que se mostraba aun lleno de vida. Portaba una tunica
de color marron y un sombrero enorme y con forma puntiaguda
del mismo color, su cabellera era blanca y llegaba hasta el suelo
su barba tambien era blanca y llegaba a la altura de las rodillas.
Los tres se acercaron a él.
-Bienvenidos.- Dijo el anciano hechicero. – Mi nombre es
Feidimer-
-Nosotros somos Lian, Duner y Pyro.- Dijo Lian.
-Yo se quienes son ustedes.- Dijo el anciano con una voz suave y
llena de paz.- Se que este joven no es un hechicero sino un
guerrero, y que vienen de otra epoca, lo se todo, he leido sus
mentes.-
-¿Puede leer las mentes?- Preguntó Duner
-Guarda silencio Duner, dejalo hablar- Dijo la Maga.
-Dejalo que pregunte lo que desee, su mente esta sedienta de
conocimientos, tal y como lo esta la mente de un niño, puedes
quitarte esa tunica si tanto te incomoda, no tendras problema
alguno con las personas de la aldea, yo me encargare de hacerles
saber a todos que he invitado a un guerrero a este lugar para
ayudarme con una misión muy importante que requiere tanto de
magia como de fuerza física. Hace poco un grupo conformado por
mis mejores hechiceros partió hacia el bosque espectral en busca
del escondite de Doki, mi mascota Ligomer con muchísimo gusto
les llevara hacia ellos.- Dijo Feidimer
Ligomer era un gato color blanco como la nieve. Se miraba que
habia vivido unos 6 años ya, sus ojos eran azules como el cielo,
sin perder tiempo el gato se dirigó hacia la salida.
-No pierdan tiempo y procuren no alterar la linea del tiempo, no
sabemos que podría suceder, no se preocupen por nuestras vidas,
si debemos morir en el futuro para que ustedes salven al mundo,
estaremos dispuestos a hacer ese sacrificio, no solo existe esta
aldea de hechiceros, hay pequeñas poblaciones alrededor de todo
el mundo que seran capaces de restaurar este lugar con el paso
del tiempo, no traten de cambiar nuestro destino ya que eso
alterara el suyo.- Dijo el anciano hechicero.
Lian inclinó su rostro y las lagrimas comenzaron a salir de sus
ojos. Duner colocó una mano sobre su hombro
-Esta bien señor, haremos lo que nos esta pidiendo aunque no
sea nuestra voluntad, y le juro que venceremos a Doki.- Dijo
Duner-
Los viajeros siguieron al gato hacia las afueras del castillo, Duner
en la entrada del castillo le dijo a Lian:
-Venceré a Doki, para hacerle pagar a todas las vidas que tomo en
su maldita ambicion.-
Lian comenzó a llorar y abrazo a Duner con todas sus fuerzas
mientras Ligomer y Pyro los observaban.

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