La silueta que estaba en la puerta era la del anciano Mafrá -¿Dónde estaba anciano? – Pregunto Duner -Disculpen muchachos, pero habia olvidado que estaban ahí adentro. – Respondio con algo de vergüenza el anciano. -¿Se le olvido?- Dijo Duner exaltado - ¿Cómo se le puede olvidar algo asi? -Tranquilizate Duner, no es para tanto- Dijo Lian -Lo siento- Dijo Duner -Señor... ¿Ocurrio algo mientras estabamos dentro de la recamara? – Pregunto Lian. -Nada- Respondio el anciano. Lian sonrio y dijo: -Estupendo. Pyro, Duner , vamonos, no hay tiempo que perder.- -¿Tan pronto?- Reprochó Duner. –Pero es que tengo hambre- Lian lo miró fijamente a los ojos y al cabo de un rato dijo: - Esta bien, comamos algo, pensándolo bien, yo tambien tengo algo de hambre, y estoy segura de que Pyro tambien. -Disculpe que lo molestemos anciano Mafra, pero...- -No digas mas- Interrumpió Mafrá. –Acomodense mientras les preparo algo.- Luego de unas horas los tres entraron al comedor y se sorprendieron al ver en la mesa un inmenso banquete. -Oiga anciano, ¿vendrá alguien mas a comer?- Pregunto Duner. -En lo absoluto, esto es solo para ustedes, varias de las mujeres de la aldea fueron preparando esto durante la semana, les encomende preparar algo para ustedes, supuse que estarian con hambre después del entrenamiento.– Respondio el anciano. Todos tomaron asiento y comenzaron a servirse. -¡Gracias por la comida!- Dijeron Lian y Duner al mismo tiempo. Luego de comer se prepararon para irse, en eso el anciano les dijo: -Ha sido un honor atenderles en mi hogar, cuando deseen venir seran bienvenidos.- -¡Muchas gracias señor!.- Dijo Lian -Gracias por soportarnos- Dijo Duner. Salieron de la casa y emprendieron su camino hacia la montaña. Luego de unas horas de caminar llegaron al pie de la montaña, Pyro los elevo hasta la cueva. Lian comenzo a trazar el circulo en el suelo mientras Duner y Pyro observaban fijamente. -Listo, podemos irnos. – Dijo la maga. Realizaron el mismo procedimiento que hicieron en el viaje anterior, Lian pronunció el hechizo silencioso, esta vez se levanto una niebla roja del suelo y luego desaparecieron. Aparecieron en la misma cueva, su interior era el mismo, era como si nunca hubiesen dejado el lugar. -¿Qué hacemos ahora?- Pregunto Duner. -Iremos a la aldea de los hechieros para saber si ya conocen la ubicación de Doki.- Respondio Lian. Llegaron a la entrada de la cueva, Pyro los bajo al pie de la montaña, caminaron por un rato hasta que Lian dijo: -Necesito que cierren sus ojos, abrire el portal hacia la aldea, esta protegida para que los no hechiceros se mantengan alejados, si pasas libremente por este lugar apareceras en el otro extremo del bosque, esta prohibidos que los no hechiceros vean como se hace.- Pyro se coloco en el hombro de Duner y luego ambos cerraron sus ojos, Lian tambien hizo lo mismo, y comenzo a recitar el hechizo silencioso que partio en dos el aire pudiendo verse adentro una especie de reino. Tomó a Duner de la mano y dijo: -Por nada del mundo abran sus ojos, solo sigueme Duner, Pyro tu no te alejes de nosotros.- -Esta bien.- Dijo Duner. Pyro manteniendo sus ojos cerrados extendio sus alas tapando los ojos del Duner para mayor seguridad. -Gracias Pyro.- Dijo Lian. La hechicera los condujo por el portal y cuando lo atravesaron por completo este se cerró. -Ya pueden abrir los ojos.- Dijo Lian. Ambos lo hicieron al mismo tiempo y se sorprendieron mucho al ver un lugar reluciente, su aspecto era medieval, y todos vestían largas tunicas, los mas ancianos usaban sombreros largos puntiagudos, mientras que los jóvenes usaban zarcillos de diversos tamaños con piedras preciosas de colores variados. Habian lugares llenos de libros por todos lados, y de estos lugares entraban y salian hechiceros y hechiceras sin parar. Lian cayo de rodillas y comenzo a llorar. -¿Qué te sucede Lian?- Pregunto Duner - ¿Por qué lloras? -Es increíble.- Dijo Lian. – Todo esto fue destruido en un instante por Doki.- -¿Qué?- Dijo Duner. - ¿Quieres decir que Doki destruira la aldea en el futuro? -Si- Respondio Lian. –Solo yo pude sobrevivir al ataque, mi familia, amigos, y todos los habitantes de este lugar murieron a manos de Doki.- -Debemos impedir que suceda eso. – Dijo Duner. -No- le dijo Lian. –Si lo impedimos yo nunca escaparé de aquí, ni iria en tu búsqueda, eso crearia un desorden en la linea del tiempo, lo unico que quedó en pie fue la habiatacion en la que estaba el Libro de las Artes Prohibidas. Ese lugar se encontraba en mi casa, mis padres me ocultaron ahí cuando todo comenzo.- -¿Qué podemos hacer? – Pregunto Duner. -Nada.- Respondio Lian con la voz entrecortada. -Esto no se quedara asi.- Dijo Duner. – Acabaré con Doki y vengare a toda esta aldea.- -Vamos chicos- Dijo Lian. –Recolectemos información, trataremos de encontrar a Doki, y buscaremos las paginas que contienen el hechizo, debe haber algo ahí para anularlo, aunque sea por un momento.- Añadio secando sus ojos. -Esta bien.- Dijo Duner. Se dirigieron al castillo, era una estructura impresionante, al igual que en las bibliotecas el ajetreo de personas entrando y saliendo era enorme. Lian disfrazó a Duner como un hechicero, le coloco una tunica azul que le quedaba a la perfeccion y unos zarcillos de color negro con unas piedras en forma de un ave, eran de color rojo, simbolizaban al fénix. Los tres entraron al castillo y se dirigían a la recamara principal, en las paredes habian retratos de magos muy viejos, Lian le explico a Duner que miles de años atrás existio un Oráculo de Sabios que era regido por 7 grandes hechiceros, pero que fueron asesinados por Doki cuando era un joven y adquirio sus poderes malignos, solamente un hechicero logro sobrevivir a ese ataque, y por increíble que pareciera, él era el que estaba al frente de todo aquel impresionante lugar. Entraron a la recamara principal en donde se encontraba un mago muy viejo pero que se mostraba aun lleno de vida. Portaba una tunica de color marron y un sombrero enorme y con forma puntiaguda del mismo color, su cabellera era blanca y llegaba hasta el suelo su barba tambien era blanca y llegaba a la altura de las rodillas. Los tres se acercaron a él. -Bienvenidos.- Dijo el anciano hechicero. – Mi nombre es Feidimer- -Nosotros somos Lian, Duner y Pyro.- Dijo Lian. -Yo se quienes son ustedes.- Dijo el anciano con una voz suave y llena de paz.- Se que este joven no es un hechicero sino un guerrero, y que vienen de otra epoca, lo se todo, he leido sus mentes.- -¿Puede leer las mentes?- Preguntó Duner -Guarda silencio Duner, dejalo hablar- Dijo la Maga. -Dejalo que pregunte lo que desee, su mente esta sedienta de conocimientos, tal y como lo esta la mente de un niño, puedes quitarte esa tunica si tanto te incomoda, no tendras problema alguno con las personas de la aldea, yo me encargare de hacerles saber a todos que he invitado a un guerrero a este lugar para ayudarme con una misión muy importante que requiere tanto de magia como de fuerza física. Hace poco un grupo conformado por mis mejores hechiceros partió hacia el bosque espectral en busca del escondite de Doki, mi mascota Ligomer con muchísimo gusto les llevara hacia ellos.- Dijo Feidimer Ligomer era un gato color blanco como la nieve. Se miraba que habia vivido unos 6 años ya, sus ojos eran azules como el cielo, sin perder tiempo el gato se dirigó hacia la salida. -No pierdan tiempo y procuren no alterar la linea del tiempo, no sabemos que podría suceder, no se preocupen por nuestras vidas, si debemos morir en el futuro para que ustedes salven al mundo, estaremos dispuestos a hacer ese sacrificio, no solo existe esta aldea de hechiceros, hay pequeñas poblaciones alrededor de todo el mundo que seran capaces de restaurar este lugar con el paso del tiempo, no traten de cambiar nuestro destino ya que eso alterara el suyo.- Dijo el anciano hechicero. Lian inclinó su rostro y las lagrimas comenzaron a salir de sus ojos. Duner colocó una mano sobre su hombro -Esta bien señor, haremos lo que nos esta pidiendo aunque no sea nuestra voluntad, y le juro que venceremos a Doki.- Dijo Duner- Los viajeros siguieron al gato hacia las afueras del castillo, Duner en la entrada del castillo le dijo a Lian: -Venceré a Doki, para hacerle pagar a todas las vidas que tomo en su maldita ambicion.- Lian comenzó a llorar y abrazo a Duner con todas sus fuerzas mientras Ligomer y Pyro los observaban.