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La Pintura al Óleo.

(Este es un esbozo del capítulo introductorio del curso Como Pintar al Oleo que tenemos en la
sección de Educacion.)

En términos artísticos se le ha conocido como óleo a los aceites utilizados para mezclar con diferentes
sustancias y de esta forma obtener un material ideal para la pintura. En consecuencia se le comenzó a
llamar óleos a la misma técnica pictórica en sí.
Según datos revelados recientemente, un grupo de científicos descubrió la utilización del óleo en los
murales de algunas de las cuevas de Bamiyan, ubicadas en Afganistán, estos murales fueron pintados con
esta técnica a mediados del siglo VII, cientos de años antes de que fuera utilizada en Europa, por lo que
queda totalmente descartada la falsa afirmación de que fueran los hermanos Hubert van Eyck y Jan Van
Eyck los que la inventaran, sin embargo, cabe destacar que fueron ellos, sobre todo Jan, pintor flamenco,
nacido en el año 1370 y fallecido en Brujas en el año 1440 (siglo XV); los que contribuyeron a su
difusión y explotaron sus grandes posibilidades ya que anteriormente a sus investigaciones, los pintores
utilizaban tablas de álamo blanco o tela, sin otros colores que los del temple, utilizando como aglutinante
y medio el huevo; según el método introducido por Cimabue, en 1250; las obras realizadas mediante este
procedimiento, carecían de cierta gracia y vital colorido, que habrían conseguido si hubieran conocido
una técnica que les facilitara la fusión de los colores; pero aunque muchos intentaron descubrir algún
método semejante, nunca dieron con la clave, por mucho que utilizaran barniz líquido y otras clases de
colores mezclados con el temple; y que fuese posible lavarlas sin sacarles el color; este mismo deseo lo
tenían los pintores fuera de Italia.

El Hombre del Turbante Rojo La Virgen en la Iglesia Retrato de Jan de Leeuw

En ese entonces trabajaba en Flandes, Juan de Brujas (Van Eyck), quien se puso a experimentar con
diversas clases de colores y como le apasionaba dedicarse a la alquimia, preparó muchos aceites para
hacer barnices, poniendo una tabla a secar al sol, la cual cuarteó, y viendo el daño producido por el calor,
resolvió encontrar el medio de solucionarlo, secando a la sombra y luego de realizar muchos ensayos con
sustancias puras o mezcladas entre sí, encontró finalmente que el aceite de linaza y el de nuez, eran los
más secantes. Estos, pues, hervidos con otras de sus mezclas, produjeron el barniz que él y todos los
pintores habían deseado largamente. Luego vio que si se aglutinaban los colores con esta clase de aceite,
les daba una gran solidez y que, secos, no sólo resistian al agua, sino que se volvían muy intensos y
brillantes de por sí; sin necesidad de barnizarlos. Y lo más maravillosos era que se mezclaban
infinitamente mejor que al temple. Durante algún tiempo, Juan no quiso que nadie lo viera trabajando, ni
tampoco le quiso enseñar a ninguno su secreto; pero al envejecer lo confió a su discípulo Rogelio Van Der
Weyden. Mas aunque los mercaderes compraban sus obras y el invento se había difundido no sólo en
Flandes, sino en Italia, no se conocía el método de ejecutarlas, y el misterio fuera de Flandes nunca fue
descubierto durante largos años. Antonello da Messina (nació a principios del siglo XV en Mesina y
falleció en 1479), muy diestro en su oficio de pintor y habiendo sabido que al rey Alfonso I de Nápoles, le
había llegado una tabla pintada a óleo por Juan, él como muchos otros pintores, fue a verla y alabarla,
pues se podía lavar y resistía cualquier golpe; así es que cuando consiguió verla, tuvieron tanta influencia
en él la vivacidad de los colores y la belleza y armonía de aquella pintura, que olvidando cualquier otro
asunto o pensamiento, se fue a Flandes; y llegando a Brujas, con obsequios de dibujos italianos se hizo
muy amigo de Juan, a tal punto que por consideración a Antonello, ya anciano, consistió en que éste viera
como procedía para pintar al óleo; y no salió el italiano de dicha ciudad, antes de haber aprendido muy
bien el método que tanto deseaba conocer. Habiendo muerto Juan poco después, Antonello volvió a su
patria y dio al mundo participación en tan útil, bello y cómodo secreto.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA PINTURA AL ÓLEO:
La escuela flamenca del siglo XV, desde Van Eyck, se caracterizo por la aplicación sistemática de pastas
coloreadas que tenían como base el aceite y la resina. Los colores se disolvían en aceite de linaza o de
nueces; en caliente se le añadían resinas duras (ámbar o copal) y por medio de los aglutinantes—en
cantidades y calidades diversas—se podía regular la velocidad de secado de la pintura, permitiendo de
esta manera un trabajo lento o rápido, según interesase. La distinta dosificación de disolvente
proporcionaba, por un lado, la utilización de tintas fluidas y transparentes, aplicadas por medio de
veladuras para obtener las luces (mediante la transparencia del yeso del fondo), para sombrear
delicadamente, o para matizar el color del fondo; por otro lado, con escasas dosis de disolvente se podían
obtener pastas densas que servían de fondo o acentuaban resaltes . (...)
Los venecianos, por su parte, utilizaron durante los siglos XV y XVI unas resinas más suaves, en lugar de
las duras empleadas por los flamencos, y unos aceites más depurados. Llegaron así a evitar la necesidad
de la tabla, que como soporte de la pintura resultaba más pesado y rígido que la tela. De este modo se
producía una liberación de los condicionamientos técnicos artesanos, la facilidad con que el pintor podía
disponer de los colores y de la tela, es decir, de los materiales para pintar, favoreció no sólo la difusión y
traslado de la pintura, sino la propia promoción social del artista: en efecto, arrinconados los
procedimientos artesanales, adquiría una mayor importancia el magisterio personal de la mente (idea) y
de la mano (toque). La obra dejaba ya de ser preciosa por si misma, es decir, por su consistencia material,
y se apreciaba únicamente por su autor. De otro lado, el nuevo soporte, la tela, por su ligereza de peso y
comodidad de embalaje, hizo posible un mayor número de encargos artísticos lo que genero un mayor
número de consumo de obras.
Sin embargo la innovación veneciana no se detiene en la sustitución del soporte y perfeccionamiento de la
técnica al óleo (con el consiguiente abandono de la técnica mixta de temple para la capa inferior y de óleo
para la superior de la escuela flamenca), sino que cambia también el sistema de aplicación del color. La
pintura flamenca había buscado, como hemos visto, la transparencia y la luminosidad mediante el sistema
de finas veladuras. Los venecianos, en cambio, introducen una ejecución más directa, de mayor rapidez;
frente a las superficies pulidas y permeables a la luz de la. pintura flamenca, comienzan a interesarse por
aplicación de colores rugosos y pastosos y pinceladas fuertes y densas, lo que permite apreciar ya el toque
personal del artista. Más que la transparencia se busca la reflexión del color. Con el Tiziano se renueva la
grafía pictórica; las pinceladas aparecen nítidas y la luz coincide incluso con el relieve del toque. Esta
técnica va a ser ya la que se utilice en el periodo barroco.

Aprende Pintura al Oleo

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