Ayer, mientras esperábamos que la dirección general nos remitiera su respuesta al
documento‐propuesta de negociación que le hemos enviado los sindicatos, nos encontramos con que empezaban a llegar a algunos de los nueve responsables sindicales expedientados en La Línea una propuesta de quince días de sanción. Lo primero que hay que destacar es que estos compañeros expedientados exigen que sus expedientes no sean cerrados ignominiosamente, dejándolos caducar como si se les hiciera un favor. Exigen, o un sobreseimiento y archivo que ratifique su inocencia de los cargos que se les imputan o una sanción ante la que poder defenderse en los tribunales de justicia. Lo segundo que hay que destacar es la oportunidad de esta comunicación. 48 horas antes de que la dirección general nos remita su propuesta nos da la bienvenida a la posible mesa de negociación con una propuesta de sanción por hechos que no se cometieron. Si la idea del director es que con eso “ablanda” la posición sindical lo lleva claro. Los sindicatos tenemos seguros de sanción que cubren no 15, sino 365 días de sanción, y no para 9 responsables sindicales, sino para miles. Así que, director, otra vez te has equivocado. Hoy nos hemos reunido las organizaciones sindicales y hemos acordado remitir escrito al Consejo de Policía, pidiendo que se remitan los expedientes con las propuestas de sanción de los responsables sindicales de la Línea al Consejo de Policía, donde podamos defender con argumentos y pruebas su inocencia y dejar en evidencia la intención que existe tras dichos expedientes. Ese mismo trámite exigiremos cuando se anuncien las propuestas de sanción a los expedientes de Barcelona. La comunicación de propuesta de sanción realizada sobre los expedientados no cambiará ni una coma del documento propuesta de los sindicatos, ni con quince días ni con quince meses. Tal vez solo sirva para extremar nuestras posiciones en la mesa de negociación, si se crea, porque hasta que no veamos la propuesta que realiza la dirección no sabremos si existe posibilidad o no de negociar. Es apasionante comprobar el celo y gallardía empleada en sancionar a policías por protestar contra la gestión política de Interior. Tan apasionante como el empleado en explicar ante la opinión pública que pasó con la investigación del chivatazo del bar “Faisán”, o en la autoría de la desaparición de los más de un centenar de kilos de cocaína “volados” de una dependencia policial hace nueve meses. O ya, entrando en temas más prosaicos, preguntar sin acritud; ¿Dónde están nuestros seis millones de euros que, casualmente, también han volado? Evidentemente esta postura tendrá su reflejo en las negociaciones. Tenemos razón y a pesar de las muestras de “voluntad” negociadora de su equipo, seguiremos reclamando lo que en justicia nos pertenece, sentados en una mesa o mediante manifestaciones y otras medidas de presión. Esta mañana los sindicatos hemos ratificado y reforzado la unidad de acción, esa que algunos mandos policiales dicen haber recibido instrucciones de romper. No lo conseguirán ni con expedientes ni con lisonjas. Solo haciendo justicia al Cuerpo Nacional de Policía se podrá acabar con el conflicto colectivo declarado, reconociendo el agravio salarial existente y negociando la equiparación.