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II.

ARTE BIZANTINO
En el 330 Constantino trasladó la
capital del imperio a Bizancio,
nombrándola Constantinopla. A la
muerte de Teodosio, 395, quedó
como capital del Imperio Romano
de Oriente. Centro de la cultura y
del cristianismo en Oriente.
Máximo esplendor con Justiniano:
527-565, intenta revivir el antiguo
Imperio Romano, conquista
península Itálica, norte de África y
parte de Hispania. También
aspiraba a dominar Roma, papa
incluido. Quería el poder político y
religioso: concepción cesaropapista.
Construye en Constantinopla y Rávena,
capital del exarcado occidental.
Arte romano cristiano orientalizado
ARQUITECTURA

Durante los siglos que se extiende el arte bizantino (s V a XV)


experimenta una evolución que no diferencia las características
básicas.
Aportación fundamental los soportes de las cúpulas, recogen y
superan la tradición romana. Panteón cúpula descansaba sobre un
cilindro macizo. El difícil obstáculo de los empujes lo solucionan
con las pechinas (triángulos esféricos), medias cúpulas y otros
elementos de sujeción y contrarresto más divulgados:
contrafuertes, muros más gruesos. Se multiplican las cúpulas
sobre pechinas.
Las trompas
La técnica constructiva se pone al servicio de la nueva concepción
del espacio: dilatado, dinámico, que no puede quedar limitado por
los muros y que se expresa con más holgura en los templos de
planta central, pero también en las cúpulas de las iglesias de
planta basilical.

La cúpula se abre y
dilata hacia el
espacio celeste y
ambos (cúpula y cielo)
se convierten en el
trono del creador
que desde allí preside
en ademán de
bendecir.
El capitel bizantino tiene dos cuerpos:
Superior: forma de pirámide invertida, llamado cimacio, puede ser liso o
decorado con temas bíblicos o simbólicos. Los arcos cargan directamente
sobre las columnas, y el dintel sólo se utiliza en los edificios primitivos.

Inferior: decoración vegetal reducida a tallos


revueltos y estilizados, casi geométricos, o
evolución del capitel corintio.
Catedral de Monreale, Sicilia

Los materiales constructivos: piedra y ladrillo se cubren


ricamente en el interior (con mosaicos), no así en el exterior en los
primeros siglos, lo harán en los finales (S. Marcos de Venecia).
El lujo ornamental se extiende en todos los ámbitos. El espacio
celeste no permite una delimitación de los fondos, por eso el oro
los recubre completamente. Los murales representan el cielo, la
tierra, es decir el cosmos.
La basílica bizantina aporta elementos nuevos a la paleocristiana:
Iconostasis: una especie de cancela con espacios abiertos y repleta
de iconos que separa a los fieles del presbiterio (lugar que
ocupan los sacerdotes)
Tribuna

S. Vital, Rávena, lugar del piso


superior para las mujeres,
antecedente del triforio de
las iglesias medievales.
San Vital, Rávena

538-547, planta que imitará la capilla palatina de


Carlomagno en Aquisgrán.
Interior. Gran variedad de soportes y pilares que ofrecen un
maravilloso conjunto de unidad y de variedad en la perspectiva.
No puede ser vista en conjunto desde un solo punto, lo que obliga
a deambular por ella y ensimismarse en la contemplación de sus
bellezas.
Santa Sofía

Construida entre 532-537, reconstruida en 562,


herencia helenística y romana por un lado:
arquitectónica y decorativa, y por otro, de Asia
Menor y paleocristiana: uso y dominio de la cúpula.

Quería Justiniano hacer el templo


más importante de la
cristiandad, y el más grande y
bello jamás construido (leyenda
rusa). Arte fastuoso,
deslumbrante, lujo de oriente
sirve muy bien a sus intereses.
La luz era elemento esencial
en Santa Sofía. Esa luz
penetraba a través de
centenares de ventanas
hasta encontrarse con los
mosaicos dorados que
recubrían todo el interior
(hoy desaparecidos en su
mayoría y sustituidos por
pinturas de escasa calidad).
La luz produciría unos
destellos mágicos al
impactar contra los
mosaicos, haciendo de este
interior una especie de
prefiguración de la Gloria
celestial.
Justiniano quiso hacer de la cúpula "el Cielo de los Cielos donde mora el Señor"
haciendo que reluciera de mosaicos "como el cielo estrellado". Nunca en la historia
se había visto mayor riqueza en orden a lo decorativo. En su base abren cuarenta
ventanas por donde entra una luz que realza la riqueza del espacio interior. [La
cúpula es una reconstrucción de la primitiva, que se hundió en el terremoto del
558]
CONSTANTINOPLA: importancia estratégica, la convierte en
capital del imperio.
Edificios adecuados a la importancia de la ciudad más prestigiosa
durante la Edad Media de todo el Mediterráneo: avenidas, foros,
hipódromos, palacio imperial (no queda nada)
Santos Sergio y Baco, 523, planta octogonal irregularmente
inscrita en un cuadrado, se cubre con cúpula central apoyada en
8 pilares. El contrarresto se consigue, como en Sta Sofía, con
bóvedas secundarias de cuarto de esfera.
RÁVENA, antes capital ostrogoda

San Vital, S Apolinar in Classe, 549, localidad a


10 km. exterior, tiene nártex. Ábside adosado,
circular interior y poligonal al exterior, parece
derivar de modelos bizantinos. Decoración
externa muy simple (paleocristiano milanés).
Planta basilical (nave central), Presbiterio.
S Apolinar Nuevo, 558, planta basilical.
Interior, nave central y lateral con mosaicos
bajo las ventanas.
S Francisco, exterior y cripta inundada.
San Apolinar in Classe

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