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EDUARDO LÓPEZ-ARREGUI
JORGE PERPINÁ CANO
J. DOMINGO ÁLVAREZ GONZÁLEZ
JOSÉ LUIS DUEÑAS DÍEZ
INTRODUCCIÓN
CEFALEA / MIGRAÑA
La cefalea es uno de los síntomas más frecuentes que generan consulta Cefalea / Migraña
médica tanto en atención primaria como en neurología. La prevalencia
de la cefalea es muy alta. Entre el 41% y el 93% de la población general Alta prevalencia 5%
ha padecido algún dolor de cabeza en el último año (3). Una historia de de mujeres en edad
migraña regular es referida por el 5% de mujeres en edad reproductiva fértil
(1). Las cefaleas más frecuentes son las llamadas primarias: cefalea
tensional, migraña, y sus variantes. En el 95% de los pacientes que
consultan por cefalea, ésta rara vez tiene su origen en una enfermedad
orgánica intracraneal (3). La clasificación actual de la International
Headache Society (IHS) (4) ha proporcionado definiciones precisas de
todos los tipos de cefaleas, tanto primarias como secundarias. Los
resultados y conclusiones de artículos publicados con anterioridad a
esta clasificación (1988) deben ser interpretados con cautela cuando se
comparan con estudios posteriores, ya que a menudo existen sesgos de
inclusión.
La mayor parte de las oclusiones son trombóticas o embólicas. Las Ataques isquémicos
trombóticas se deben sobre todo a ateroesclerosis. Antes de que ocurra transitorios
una oclusión total puede haber síntomas y signos neurológicos
efímeros: ataques isquémicos transitorios, que apuntan a
enfermedad cerebrovascular aterosclerótica. Otra causa de oclusión
trombótica son las arteritis. Los émbolos pueden tener múltiples
orígenes y cuanto más pequeños son, tienden a afectar ramas más Infartos
distales de las arterias. Los infartos hemorrágicos resultan de la lisis hemarrógicos
del émbolo.
Los estudios publicados en los últimos 25 años muestran unos riesgos AHO y ACV
relativos en disminución, reflejo del efecto de la reducción en el con
tenido hormonal de los preparados, sobre la posibilidad de padecer
ictus.
El estudio danés de Lidegaard (2T) demuestra una relación dosis- Relación dosis-
respuesta según el contenido estrogénico: la píldora de progesterona no respuesta
se aso cia a un riesgo aumentado de ictus, los preparados de 30 ó 40 Según contenido
mcg. tienen un RR de 1.8, y aumenta a 2.9 en los de 50 mcg. Esta estrogénico
misma tendencia respecto al contenido estrogénico se describe en el
estudio colaborativo de la OMS (28,30) (salvo en países en vías de
desarrollo en los que el bajo nivel económico es un factor de riesgo tan
importante que enmascara otros), en el de Hannaford (24) (< 50 mcg.:
0.6; 50 mcg.: 2.9; > 50 mcg.: 5.8), y en el de Tzourio (2 3) (4.8 con 50
mcg., 2.7 con 30 mcg., 1.7 con 20 mcg.). La influencia de la dosis de
progesterona ha suscitado menos interés, y los resultados son dispares;
mientras Hannaford encuentra riesgos crecientes con dosis crecientes
de noretisterona (2.6 con 1 mg., 3.6 con 2 mg., y 6.7 con 4 mg.),
Lidegaard encuentra similares odds ratios (RR) para la noretisterona,
levonorgestrel y desogestrel.
Sólo el artículo de Petitti (29) describe el papel protector del uso pasado
de AHO frente al ictus, pero se debe a un sesgo de inclusión en el grupo
control (32) .
En varios artículos se han comunicado casos de ACV en usuarias de
AHO menores de 30 años a las que posteriormente se diagnosticó
deficiencia de proteína C (33), de antitrombina 111 (34), de proteína S • Proteína C activada
(35) , o resistencia a la proteína C activada. Todos coinciden en señalar
por una parte, que una correcta anamnesis hubiera detectado el
antecedente familiar y/o episodios previos de déficits neurológicos
transitorios, y por otra la conveniencia de determinar esas sustancias
antes de prescribir la píldora en pacientes con historia familiar positiva.
CONCLUSIONES
Existen varias fuentes de evidencia que indican que las hormonas • Papel protector de
sexuales tienen un impacto considerable en la excitabilidad neuronal. la progesterona
Mientras los gestágenos vía intravenosa disminuyen las ondas en el
ECG en humanos, los estrógenos tienen el efecto contrario. En
experimentación animal, estrógenos y gestágenos ejercen también
acciones contrarias (2). En un estudio se demostró una reducción
significativa de la media de crisis cuando se administró acetato de
medroxiprogesterona, vía intramuscular, a mujeres epilépticas (39). Se
ha visto que las crisis durante ciclos anovuladores son
significativamente más frecuentes que durante ciclos ovulatorios, lo que
sugiere de nuevo un papel protector de la progesterona (2).
Hay factores (sueño, hiperventilación, destellos luminosos) que pueden • Epilepsia refleja
provocar crisis en pacientes susceptibles. Se aplica el término de sexual
epilepsia refleja a las convulsiones que típicamente siguen una señal
específica (ruidos, música, olores...). El coito puede suponer el estímulo
sensorial necesario para desencadenar una convulsión, epilepsia
refleja sexual. Durante el orgasmo humano se desarrolla una intensa
actividad en la amígdala y regiones septales del sistema límbico; de
hecho cuando hay lesiones en estas zonas el orgasmo puede no
alcanzarse.
El estímulo de una epilepsia refleja no debe confundirse con el aura de • Crisis sexuales del
la epilepsia del lóbulo temporal experimentada por la paciente. En estos lóbulo temporal
casos las pacientes, a veces, pueden experimentar actos complejos,
estereotipados y encontrarse de repente en un lugar diferente al último
que recuerdan. En casos raros -crisis sexuales del lóbulo temporal-
(38) las mujeres afectadas pueden notar un aura de hormigueo perineal,
sensaciones vaginales placenteras, que pueden seguirse (según relatan
las personas cercanas) de separación de piernas, caricias en pecho y
periné, y verbalización de sus deseos sexuales a menudo de forma
vulgar. La mayor parte de los casos descritos han ocurrido en el
domicilio, pero podrían suponer situaciones sociales comprometidas.
Epilepsia catamenial. Se conoce y acepta como tal, a los ataques Epilepsia Catamenial
epilépticos que ocurren dentro de los dos primeros días de la • Ataques epilépticos
menstruación. durante la
menstruación
La tabla n° 2 muestra los FAE según su interacción con la píldora, y los • Anticonceptivos y
medicamentos actualmente comercializados en este país (41). La base antiepilépticos (FAE)
molecular de los fármacos que interaccionan, es su capacidad para
inducir enzimas específicas responsables del metabolismo esteroide. La
ruta predominante de dicho metabolismo es la hidroxilación-2
dependiente del citocromo P450, para formar el 2-hidroxietinilestradiol.
El isoenzima más importante que cataliza esta hidroxilación es el
CYP3A4 (40). Cuando se utilizan FAE inductores del metabolismo
hepático una solución es utilizar preparados contraceptivos que
contengan mayor cantidad de estrógeno (35 o 50 mcg.) para evitar el
riesgo aumentado (4:1) de fallo anticonceptivo con las dosis habituales.
En otro estudio (43) que evalúa los conocimientos (edad, peso, tabaco,
hipertensión, diabetes, cardiopatía, varices, y epilepsia) de 5.317
usuarias habituales de AHO y 8.863 controles en Sao Paulo, se
comprueba que la mitad de las usuarias tenían algún factor de riesgo y
17.4% un riesgo elevado. Los resultados de ambos trabajos demuestran
una falta de información de usuarias y proveedores, sobre los factores
asociados al fallo anticonceptivo y los problemas de salud durante el
uso de la píldora.
Hay varios trabajos publicados (44,45) que describen la interacción o no FAE clásicos
de los FAE clásicos. Un aspecto importante es que algunas drogas de múltiples
uso común (macrólidos, cimetidina, isoniacida, sulfonamidas) pueden interacciones
actuar inhibiendo el metabolismo de estos FAE, produciendo toxicidad.
Si además toman AHO las interacciones son múltiples.
• No todas las crisis son de naturaleza epiléptica. Por tanto cuando una • Correcto
mujer con convulsiones requiere contracepción, lo primero es diagnóstico
diagnosticar si se trata de una epilepsia recurrente y si precisa FAE (2). • Elección del FAE
• Utilizar 50 mcg.
• Folatos
• Si es posible, usar o cambiar a un FAE que no produzca inducción
enzimática. En este caso no es necesario ajustar la dosis del AHO.
OÍDO
VISTA
Respecto a la retinitis pigmentosa no hay datos que evidencien una • Retinitis pigmentosa
asociación. Sin embargo como en el embarazo suele haber una pérdida
de visión acelerada, los oftalmólogas suelen desaconsejar el consumo
de AHO (54).
En gestantes y en usuarias de AHO puede haber dificultad para llevar • Lentes de contacto
lentes de contacto. Un estudio prospectivo de Parsons en 1967
demostró que no había diferencias estadísticamente significativas entre
tomadoras o no tomadoras de AHO como para desaconsejar el uso de
las lentes.(54) Se cree que dicha dificultad se debe al edema corneal,
edema palpebral, y cambios en la composición de las lágrimas
observados en las mujeres afectadas. Además los AHO pueden producir
sequedad de ojos, lo que agravaría el problema.
Varios artículos antiguos (Arbernz 1965, Davidson 1971, Mumenthaler Dudosa relación con
1970) la han relacionado con la toma de AHO, la menarquia y la AHO idiopática
menstruación. Sin embargo la relación causaefecto no fue firmemente
establecida, ya que la aparición puede ser espontánea en mujeres
jóvenes, y también porque no se excluyó del diagnóstico la trombosis
del seno longitudinal superior (58) . En un artículo más reciente Giusef
(59) no encuentra asociación entre HII y toma de AHO tras analizar 50
casos y 100 controles.
COREA Corea
Sólo hemos encontrado un artículo japonés que relaciona los AHO con
parkinsonismo, y tal asociación no tiene demasiada consistencia. Martí
Massó en su libro sobre Alteraciones neu rológicas inducidas por No cambios en la
fármacos (58) , no cita los AHO como causantes de parkinsonismo, ni aparición o
como agravantes de la clínica de un parkinsonismo producido por otras frecuencia por los
drogas. AHO
El síndrome Gilles de la Tourette consiste en múltiples tics asociados a
resoplidos, resuellos, bufidos, olfateos y vocalizaciones involuntarias. En
la revisión de Schwabe (61), en 47 mujeres, el 26% sufren aumento
premenstrual de los tics (p < 0.001). Un aumento de los tics en la
menarquia predice esta exacerbación antes de la regla. Sin embargo
otras condiciones hormonales como el síndrome premenstrual, el
embarazo, la menopausia o la toma de AHO no se asocian a cambios
en la frecuencia de los tics, ni empeoran la enfermedad.
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