Creatividad

CRISTINA LEMUS
asterisco 2007

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INSOMNIA ella...siempre viene, pero ninguno de ellos sabe

cuánto tiempo disfrutará de su presencia.
Llega siempre con las campanadas de
medianoche...y se acomoda con el hombre de
turno entre sábanas revueltas. Cuando los
primeros rayos de sol entran por la ventana, ya
se ha marchado...dejando un leve rastro de olor
a perfume que ninguna otra mujer utiliza. Y
cuando por fin se marcha, con un sucinto
"Volveré"...aunque sin decir cuándo, deja a su
enamorado tendido en la cama, víctima del
cansancio; maldiciendo el día que conoció a esa
mujer.

Insomnia es una mujer fatal, de las que SUEÑO

poblaban los sueños de los directores de cine de
los años 50.
Insomnia vive de noche. Cuando las farolas
comienzan a encenderse...las sombras pueblan
los zaguanes y los gatos se pasean con caminar
flexible por los tejados de la ciudad, Insomnia
se materializa cuando menos se la espera.
Y aunque la soledad es su mejor amiga,
atormenta a los hombres y los enamora, sin llegar
nunca a darles un momento de paz o de
descanso. No confía en nadie, y aparece y
desaparece igual que la niebla que inunda la
ciudad por la noche; que es su único territorio.
Insomnia viste siempre de negro, y cuando
camina castiga el suelo a taconazos, como si
fuera el culpable de su caminar por el mundo.
Lleva los labios pintados de un rojo rabioso...el
mismo color rojo que inunda la duermevela de
sus víctimas.
Con un cigarrillo en la mano, envuelta en
humo azul, se apoya en el quicio de la puerta,
y con voz un poco ronca dice "Ya estoy aquí,
cariño". Y así tortura a los que se enamoran de
Creatividad

Una niebla espesa cubre todos los edificios.
Se cuela por la ventana y se mete en mi mente.
Caigo en un sueño profundo y cuando me
despierto me he convertido en un punto
insignificante en mitad de la arena del desierto.
El cielo es naranja y negro. A mi lado pasan las
El otoño se ha quedado a vivir en mi corazón.
Las hojas caen despacio, en espirales, y aterrizan
en el suelo con suavidad.
El frío se adueña de mi espíritu y las sombras
se aposentan en los recovecos de mi pecho.
Los pájaros dejan de revolotear. Las golondrinas

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caravanas cargadas de silencio, tiempo y sueños. se marchan, vuelan a territorios más cálidos,
Pero yo me quedo varada en el camino, hacia el sur.
hundiéndome cada vez más deprisa en la arena. Los troncos de los árboles se quedan
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Cuando despierto no recuerdo nada. Los desnudos. La savia, la sangre verde, sigue

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sueños así vuelven a mí en cualquier momento. recorriéndolos. Pero los latidos se hacen más
Saltan desde el lugar oculto donde viven y se pausados. Se acompasan con el ritmo de mi
meten en mi pensamiento. Entonces tengo que corazón. Late más lentamente. Espera la
coger un cuaderno y escribirlos. El lápiz avanza primavera.
deprisa por el papel, sin dudar. Buceo por mi
subconsciente buscando una llave, un porqué
de ese sueño. Y lo hago sola. Nadie va a venir POEMAS
conmigo a bucear buscando llaves imaginarias.
Solo me acompaña la criatura que llevo dentro, La niebla tapa el camino
amadrigada en mi interior, arañándome las Existente entre nosotros
paredes del pecho. Otro sueño recurrente. Necesito ver la carretera
Busco en mi interior una razón para salir Que me conduce a ti
cada día a la calle. Caminando a empujones por Las brumas y la oscuridad
una ciudad sin sentido, en tierra de nadie. Una Imprimen a esta noche
delgada línea fronteriza entre la existencia y la Un halo de muerte
nada. Y no la encuentro. Que ni la luna rompe
Por ello busco en otra parte, en algo que me
lleve a olvidarme de mí. Aunque sea brevemente. “Veintitantos”
A veces lo encuentro. Escribir sueños en un
cuaderno, la dulzura del alcohol corriendo por Sombras que vienen igual
mi garganta, una canción que aunque no me Que se marchan
exprese a mí expresa algo parecido a lo que yo Junto con destellos de luz
siento. Compañía. Se acerca. Pero no llega. Que de vez en cuando
Generalmente el regreso es un alivio. Porque es Iluminan el pensamiento
como un bofetón en la cara. Una vuelta a la Y dotan a la vida
realidad más fría y cruda. La de siempre. De un extraño realismo

VIAJE DE OTOÑO Quisiera fundirme en un abrazo con la noche

Quisiera ver mi alma
Esparcida con el viento
Que la luna me llevara
Para ver el cielo con sus ojos
Mido el mundo con mis manos
Observo las posibilidades infinitas
De mis ilusiones
Si muero
Quiero que sea con él

Cristina Lemus