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No Me Usen El Agua
No Me Usen El Agua
¿Has estado en la ducha, tomando un reparador baño, con agua calientita y de pronto
alguien, usa el agua y te sale un chorro de agua helada o sencillamente se corta por falta
de presión?
En casa, cuando esto ocurre, se escucha algo parecido al rugido de un león enjaulado:
¡¡EL AGUA!!, ¡¡ No me usen el agua !!
El agua es algo espectacular, más allá de poder usarla para un rico baño, su valor es
muchísimo mayor. Es sinónimo de vida, sin agua estamos fritos…
En mi última visita a México, pude ver con preocupación cómo éste recurso vital se hace
cada vez más escaso y provoca a diario, serios problemas. No hay suficiente agua, para
el “titipuchal”, (entiéndase montón), de gente que vive en mi amado país… ¡¡se les está
acabando el agua!!
La Biblia nos habla de un hombre llamado Isaac, casado con “Rebe”. El fue
tremendamente bendecido y prosperado por Dios. Obviamente que esto no era “de a
gratis”, así que tenía más de un enemigo. Le tenían mucha envidia, entre ellos estaban
unos “compadres” conocidos como los filisteos.
Ellos no eran muchos, pero eran bastante buenos para la pelea y para colmo, al ver todo
lo que tenía Isaac, le tenían gran envidia.
Buscaron la forma para deshacerse de él y se les ocurrió la brillante idea de “tapar sus
pozos de agua”. Sin agua, él, su familia y sus animales se morirían, ¿qué brillante, no?
Tomemos en cuenta que en el tiempo de Isaac, quedar sin agua era realmente una
tragedia. No había camiones repartidores de agua ni nada parecido. Tener un pozo de
agua, era equivalente a tener lingotes de oro guardados en una bóveda del banco.
Cuando alguien cavaba un pozo en una región, equivalía a ser dueño de esa tierra. Se
cuidaban celosamente, en ocasiones hasta tenían cerraduras para que nadie robara el
agua. Y cuando alguien tapaba un pozo ajeno, era igual a declararle la guerra.
Sin embargo Isaac no les declaró la guerra, su paciencia fue mayor. El confió en Dios,
confió en Sus planes, tenía claro que Sus promesas eran mayores a lo que la gente o
circunstancias podían hacerle y… tomó sus maletas y se trasladó a otro territorio, cavó
otros pozos y nuevamente encontró agua. (lee Gén. 26:12-19)
En el mes de Septiembre NO es usual que caiga nieve en la Cordillera de los Andes, sin
embargo “casualmente” cayeron unas tremendas nevazones que cerraron el camino e
impidieron el paso de nuestro bus. Tuvimos que contratar otro bus y tomar un “atajo” ,
por otro paso fronterizo.
En la travesía, hubo enfermos, incomodidad, cansancio, pero gracias a Dios llegamos,
encontramos los pozos y llenamos nuestras “cantimploras”, casi hasta reventarse.
Nuestra estadía allá no fue en un resort de 5 estrellitas,¡¡ pero cómo lo disfrutamos!!.
Entre medio, uno de los nuestros se fracturó un tobillo… (¿qué raro, no?...)
De regreso a casa… nuestro “camello” (entiéndase bus), venía sin aguita (gasolina),
nosotros tuvimos que pagar por ella. Además sufrió la avería en una de sus pezuñas
(reventón de un neumático)… Y ´pa colmo, sus conductores los habían dejado sin
“provisiones” así que hubo que ¡¡alimentarlos!! ...
Pasamos los controles policiales sin problemas, aunque lo único que faltó por revisar fue
nuestra conciencia… jejeje “Lástima” que la policía no opinó lo mismo de nuestro
“camello” el cual fue multado por tener una de sus pezuñas (neumático) un poco
gastada…
Queridos amigos… NO IMPORTA lo que te hagan, lo que te digan, por lo que tengas
que pasar; ¡¡NO le eches, ni permitas que nadie le eche tierra a tu pozo!!
Recuerda que el diablo busca cerrarlo, para que te vayas, pero no a buscar agua fresca,
sino que el quiere apagar tu fuego ¡¡para que te alejes de Dios!!
Quizás tu pozo está seco, cerrado, pero te digo: ¡¡VUELVE A ABRIRLO!! No te quedes
mirando lo que ha pasado o peor aún envidiando lo que otros tienen.
Dios tiene territorio suficiente y agua en ABUNDANCIA para que todo aquel que lo desea
sea saciado ¡¡ y no vuelva a tener sed jamás !! (Jn. 4:14), y también está echando el ojo
para ver tu carácter, tus reacciones… ¿qué tanto confías en Él?