Está en la página 1de 12

2

EPIDEMIOLOGÍA DE LAS
CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS
Dr. Felipe Moreno Granado
Servicio de Cardiología Pediátrica
Hospital Universitario LA PAZ

PREVALENCIA de la población estudiada, habiéndose


estimado en un 8 por 1000 antes del
Los defectos cardiacos son las malfor- primer año de vida y en un 12 por 1000
maciones congénitas más frecuentes, antes de los 16 años (14). Hay un ligero
con una incidencia que se ha estimado predominio por el sexo masculino, más
entre 4 y 12 por 1000 recién nacidos acusado en las obstrucciones al tracto de
vivos, según distintos autores (1-7), salida del ventrículo izquierdo (5,15).
siendo mucho más alta en los nacidos Alrededor del 25-30 % de los niños con
muertos (8). Las diferencias en la tasa cardiopatía congénita se presentan en el
de los distintos estudios se deben, en contexto de síndromes malformativos
parte, a los diferentes criterios de regis- (tabla 1) o cromosomopatías. A su vez,
tro y de diagnóstico, así como a la épo- la tasa de cardiopatías congénitas en
ca de estudio (6,8,9). Se ha observado algunas cromosomopatías, como las
un aumento aparente de la incidencia de trisomías 21, 18, 13 o el síndrome de
las cardiopatías congénitas en los traba- Turner (45X) es muy elevada (16) (tabla
jos más recientes, especialmente de las 2).
cardiopatías más leves, como la comu- La mortalidad por cardiopatía congénita
nicación interauricular y, sobre todo, la en niños menores de 1 año supone algo
comunicación interventricular (CIV), más de 1/3 de las muertes por anomalías
permaneciendo constante la prevalencia congénitas y alrededor de 1/10 de todas
de las más severas, como la transposi- las muertes en ese periodo de la vida
ción de las grandes arterias (TGA) o el (17). La mortalidad por esta causa ha
síndrome de corazón izquerdo hioplási- caído considerablemente en los últimos
co (SVIH)(6,10,11). Esto induce a pen- años, debido a los avances en el dia-
sar que el incremento se deba, al menos gnóstico, tratamiento quirúrgico y cui-
en parte, a una mejora en las técnicas de dados postoperatorios (un descenso del
diagnóstico, fundamentalmente el Eco- 40 % en EEUU entre 1979 y 1997) (18),
Doppler, capaz de detectar comunica- aunque sigue siendo substancial, sobre
ciones interventriculares de muy peque- todo en las anomalías más severas, co-
ño tamaño(6,10,12,13), que con fre- mo el síndrome de corazón izquierdo
cuencia se cierran espontáneamente en hipoplásico. Al mismo tiempo la edad
los primeros meses. En el trabajo de de muerte de fallecimiento ha aumen-
Cloarec y cols (6), la prevalencia de las tado, lo que supone un incremento de la
cardiopatías congénitas disminuía de supervivencia.
9.8 a 5.3 por 1000 si se excluían las Si se tiene en cuenta que en el año 2003
CIVs musculares de diámetro inferior a se produjeron en España 438000 naci-
los 3 mm., que representaban el 70,2 % mientos, cabe suponer que alrededor de
de todas las CIVs. La prevalencia de las 4000 niños nacieron con una malforma-
cardiopatías también varía con la edad ción cardiaca. El incremento de la edad

-1-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

materna en los últimos años, junto con (10,23). La mayor parte (80-85 %),
el mencionado aumento en la supervi- tiene un origen genético, mendeliano o
vencia de los pacientes con cardiopatía multifactorial.
congénita, muchos de los cuales llega- Tradicionalmente se ha venido admi-
rán a la edad adulta y tendrán descen- tiendo que más del 90 % se debían a
dencia (con el consiguiente aumento herencia poligénica multifactorial. Se-
del riesgo de recurrencia), puede supo- gún este modelo, la causa de las mal-
ner un aumento de la prevalencia de las formaciones cardiacas se debe a la con-
cardiopatías congénitas. El impacto so- currencia de factores genéticos y am-
cioeconómico y el devastador efecto en bientales (16, 24). La malformación se
los familiares que supondría este incre- expresaría cuando el efecto aditivo de
mento, requieren un mayor esfuerzo en varios genes predisponentes (herencia
las medidas de prevención poligénica) excediera un umbral; a su
La distribución porcentual de las distin- vez, el umbral podría modificarse por el
tas malformaciones cardiacas también efecto de teratógenos ambientales. Este
varía según las distintas series y época modelo explicaría la existencia de ries-
de estudio, sobre todo en el caso de la gos menores que los de la herencia
CIV, que es la más común, habiéndose mendeliana, como ocurre en gran parte
encontrado menos variaciones en las de las cardiopatías congénitas. Sin em-
más severas (en algunos trabajos recien- bargo, trabajos recientes sobre las bases
tes la prevalencia de las cardiopatías moleculares de las cardiopatías congéni-
severas ha disminuido como consecuen- tas, en los que se ha observado que al-
cia del gran incremento en el diagnósti- gunas malformaciones específicas pre-
co fetal, que a su vez ha abocado a un sentaban un riesgo de recurrencia supe-
aumento en el número de interrupciónes rior al esperado según el modelo poli-
del embarazo) (19,20). En general, la génico (25), aportan cada día más casos
más frecuente es la CIV, que en algunas debidos a mutación de un solo gen o
series supera el 60 % (6), seguida por la una pareja de genes, bien asociadas a
CIA, EP, ductus, coartación de aorta, síndromes malformativos, como el
defectos del septo atrioventricular, tetra- Noonan, el Holt-Oram, el Marfan, el
logía de Fallot, estenosis aórtica , TGA Ellis van Creveld o el Alagille (Tabla
y SHVI (Tabla 3) 4), o bien aislados, como la miocardio-
patía hipertrófica o la forma familiar de
ETIOLOGÍA la dilatada, el QT largo, la estenosis
aórtica supravalvular o los trastornos de
Las CC se producen como resultado de lateralidad (22,25-33). En algunos casos
alteraciones en el desarrollo embriona- hay heterogeneidad genética ya que, la
rio del corazón, sobre todo entre la 3ª y malformación puede ser causada por la
10ª semanas de gestación. mutación de un gen, pero también por
La etiología se desconoce en la mayo- microdelecciones en distintos locus. En
ría de las ocasiones. Alrededor de un 10 la herencia mendeliana clásica el fenoti-
% de los casos se asocian a anomalías po se expresa como consecuencia de
cromosómicas visibles con técnicas mutaciones en uno (dominante) o am-
convencionales (21), aunque si se inclu- bos (recesiva) alelos de un gen. Aunque
yen las microdelecciones (como la la lista de síndromes con afectación
22q11), la proporción aumenta hasta cardiaca debidos a herencia mendeliana
casi un 25 % (22). Alrededor del 2-3 por mutación de un solo gen es muy
% pueden ser causadas por factores am- larga, la proporción de casos debidos a
bientales, bien sean enfermedades ma- este tipo de herencia se estima en 5-10
ternas o causadas por teratógenos %.

-2-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

Algunas miocardiopatías se deben as sexos, con un riesgo del 50 % de hijos


mutaciones en el ADN mitocondrial, afectados. Cuando dos progenitores
heredándose exclusivamente de la ma- sanos tienen un hijo con una enferme-
dre (34) dad autosómica dominante la causa
Es muy difícil determinar con seguridad puede ser: 1) una mutación “de novo”,
la relación causa-efecto entre los facto- siendo entonces el riesgo de transmisión
res ambientales y las malformaciones. a un hijo del afectado muy bajo, pero
La identificación de teratógenos cardia- más alto que el de la población general,
cos es complicada, debido a la variabi- o 2) la existencia del trastorno con pe-
lidad del riesgo (que depende del mo- netración incompleta, que no se mani-
mento y dosis de la exposición), así fiesta en el progenitor, como puede ocu-
como a la certeza de la exposición, a las rrir en algunos casos de síndrome de QT
limitaciones en el diseño del estudio y a largo (35), en los que solo se podría
la heterogeneidad etiológica de anoma- determinar mediante estudios molecula-
lías fenotípicamente similares (10). En res. Otro problema que puede presen-
el momento actual hay evidencia o sos- tarse en la determinación del riesgo de
pecha importante respecto a la asocia- recurrencia consiste en que alguna de
ción causal de algunos factores ambien- las enfermedades autosómicas dominan-
tales, entre los que se encuentran: 1) tes tienen una expresividad fenotípica
algunas enfermedades maternas, como variable, que cuando es muy pequeña
la diabetes,el lupus eritematoso o la dificulta su reconocimiento, como ocu-
fenilcetonuria; 2) agentes físicos, como rre en el síndrome de Marfan o de Ala-
las radiaciones y la hipoxia, o químicos, gille. En estas situaciones es necesario
como el litio o los disolventes, coloran- estudiar con gran atención a los familia-
tes y lacas para el cabello; 3) fármacos o res. Para complicar más las cosas, las
drogas, como el ácido retinoico, la tali- mutaciones de un mismo gen pueden
domida, las hidantoínas, trimetadiona, causar cardiopatías diferentes y, por el
hormonas sexuales, anfetaminas o alco- contrario, la misma cardiopatía puede
hol; 4) agentes infecciosos, como la tener su origen en diferentes genes (25).
rubeola y probablemente otros virus El riesgo de recurrencia en las cardiopa-
(Tabla 5). tías asociadas a cromosomopatías varía
en dependencia del tipo de anomalía
FACTORES DE RIESGO DE cromosómica. En las parejas con un hijo
RECURRENCIA con una cromosomopatía por no dis-
yunción, el riesgo de recurrencia es del
El riesgo de recurrencia en cardiopatías 1 %, riesgo que aumenta cuando alguno
con herencia de tipo monogénico es del de los progenitores presenta trasloca-
50 % en los casos de herencia autosó- ción, sobre todo si se trata de la madre
mica dominante con penetrancia com- (hasta el 10 % en el S. de Down)(8). En
pleta. Si la herencia es autosómica rece- los raros casos en los que la madre con
siva, cuando existe un hermano afecta- S. de Down es fértil, el riesgo de recu-
do, el riesgo de recurrencia para otro rrencia es del 30-40 % (8). Muchos de
hermano es del 25 %, mientras que si el los síndromes por microdelección son
afectado es uno de los progenitores el esporádicos, pero en algunos, como el
riesgo es considerablemente inferior. síndrome de DiGeorge y el velocardio-
Cuando se trata de herencia recesiva facial puede haber transmisión familiar.
ligada al sexo, el riesgo para la descen- Si alguno de los progenitores presenta la
dencia masculina de una portadora fe- delección el riesgo de recurrencia en sus
menina sería del 50 %; si es dominante descendientes se incrementa hasta el 50
pueden padecer la enfermedad ambos % (33).

-3-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

Cuando no se conoce el tipo de heren- cidos. Cuando la causa de la malforma-


cia, el riesgo se establece empíricamen- ción se debe a una alteración monogéni-
te en base al modelo aditivo multifacto- ca conocida o a una anomalía cromo-
rial, cuantificándose en el 2-4 % para sómica el riesgo de recurrencia es va-
los hermanos de un hijo afectado, valor riable en función del tipo de herencia o
que se triplica cuando los afectados son de la alteración cromosómica. Cuando
2 hijos. El riesgo es mayor cuando los la causa es desconocida es aún más difí-
afectados son los progenitores que cil establecer con precisión el riesgo de
cuando hay un hermano afectado, ad- recurrencia, como ya hemos menciona-
mitiéndose por la mayoría de los autores do en el apartado anterior. En estos ca-
que el riesgo de transmisión es superior sos se debe hacer una historia familiar
cuando la afectada es la madre. El ries- detallada y un examen minucioso de los
go de recurrencia varía según la cardio- familiares del paciente (33). Es probable
patía (tabla 6). A pesar de la elevada que en un futuro no muy lejano, una vez
tasa de concordancia exacta o de grupo hayan sido reconocidos los genes cau-
en las recurrencias encontrada en algu- santes de algunas CC , sea posible des-
nos estudios, el hallazgo de una cardio- arrollar tests diagnósticos para identifi-
patía leve, no excluye una más severa car familias de riesgo y desarrollar la
en las recurrencias y, por el contrario, la terapia génica adecuada.
existencia de una cardiopatía severa no En los casos con riesgo aumentado se
implica necesariamente otra cardiopatía puede recurrir al diagnóstico prenatal.
severa en caso de recurrencia (36) La amniocentesis, la biopsia de las ve-
llosidades coriónicas y las muestras de
PREVENCIÓN sangre del cordón umbilical permiten el
estudio citogenético en madres con
Aunque todavía no es mucho lo que se riesgo para anomalías cromosómicas,
puede conseguir respecto a la preven- aunque son procedimientos invasivos
ción primaria, pueden tomarse una serie con riesgo de aborto (41). El “scree-
de medidas, como el control de la diabe- ning” de sangre materna al final del
tes materna, la vacuna de la rubeola y primer trimestre o durante el segundo
evitar la exposición a teratógenos du- trimestre de la gestación, para el estudio
rante el embarazo. Un buen control de de la alfa-fetoproteína (AFP), la gona-
la glucemia antes de la concepción y dotropina coriónica (beta-hCG) y el
durante el embarazo reduce el riesgo de estriol no conjugado (uE3) también
anomalías congénitas (37); estudios constituyen un procedimiento eficiente,
recientes en ratas con diabetes inducida sobre todo si se combina con la ultraso-
han mostrado una reducción del riesgo nografía, con la ventaja adicional de que
de embriopatía diabética con la admi- no son invasivos (42,43).
nistración de antioxidantes (vitamina E) Actualmente las indicaciones para la
a las madres gestantes (38). Otros traba- práctica de la Ecocardiografía fetal es-
jos han sugerido un efecto protector de tán bien establecidas, de acuerdo con
los suplementos vitamínicos contenien- los factores de riesgo familiares, mater-
do ácido fólico (39,40). Si en ulteriores nos o fetales (6,19,20,44,45) (tabla 7).
investigaciones se confirmaran estos El diagnóstico prenatal permite el tra-
resultados, se abriría un panorama más tamiento precoz de la malformación,
esperanzador en la prevención primaria. con el consiguiente beneficio para el
Las medidas de prevención secundaria, paciente.
mediante el consejo genético y el dia- Una somera aproximación respecto a la
gnóstico prenatal, son importantes en conducta a seguir en la prevención se
las parejas con factores de riesgo cono-

-4-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

esquematiza en el diagrama: 5. Samánek M, Voriskova F. Con-


PREVENCIÓN. genital heart disease among
Una vez establecido el diagnóstico fetal, 815569 children born between
es responsabilidad del médico informar 1980 and 1990 and their 15-year
de forma fidedigna, comprensible y survival: a prospective Bohemia
exhaustiva acerca del pronóstico de la study. Pediatr Cardiol,
malformación; la decisión de continuar 1990;20:411-7
o interrumpir el embarazo en las mal-
formaciones severas les corresponde a 6. Cloarec S, Magontier N, Vail-
los progenitores. lant MC, Paillet C, Chantepie A.
Por último, en los pacientes con cardio- Prévalence et répartion des car-
patía congénita se pueden evitar com- diopathies congénitales en In-
plicaciones y secuelas, como el síndro- dre-et-Loire. Évaluation du di-
me de Eissenmenger o algunas compli- agnostic anténatal (1991-1994).
caciones neurológicas gracias al dia- Arch Pediart, 1999;6:1059-65
gnóstico y tratamiento precoces.
7. Diaz Tomás JJ, Borreiro J, Ra-
BIBLIOGRAFÍA mos A, Solis G, Crespo M. Car-
diopatías congénitas en una serie
1. Ferenz C, Rubin JD, McCarter de 53578 niños nacidos en Ovie-
RJ, Boughman JA, Wilson PD, do (1976-1985). An Esp Pediatr,
Brenner, JI, Neil CA, Perry, 1989;31:229-32
LW, Hepner SI, Downing JW.
Cardiac and noncardiac malfor- 8. Hoffman JIE. Congenital heart
mations: observations in a popu- disease: Incidence and inheri-
lation-based study. Teratology, tance. Pediatr Clin North Am,
1987;35:367-78 1990;37:25-42

2. Hoffman JIE. Incidence of con- 9. Pradat P, Francannet C, Harris


genital heart disease: I. Postnatal JA, Robert E. The epidemiology
incidence. Pedatr Cardiol, of cardiovascular defects, part I:
1995;16:103-13 a study based on data from three
large registries of congenital
3. Manetti A, Pollini I, Cecchi F, malformations. Pediart Cardiol
De Simone L, Cianciulli D, Car- 2003;24:195-221
bone C, Romanelli A, Bianchi F,
Dolara A. Epidemiologia delle 10. Botto LD, Correa A. Decreasing
malformazioni cardiovascolari. the burden of congenital heart
III. Prevalenza e decorso in anomalies: an epidemiologic
46895 nati vivi alla maternita di evaluation of risk factors and
Careggi, Firenze nel periodo survival. Progress in Pediatric
1975-1984. G Ital Cardiol Cardiology, 2003;18:111-121
1993;23:145-52
11. Ferenz C, Rubin JD, McCarter
4. Botto LD, Correa A, Erickson RJ, Brenner JI, Neill CA, Perry
JD. Racial and temporal varia- LW, Hepner SI, Downing JW.
tions in the prevalence of heart Congenital heart disease: preva-
defects. Pediatrics, lence at livebirth. The Balti-
2001;107(3):E2. more-Washington Infant Study,
Am J Epidemiol, l985;121:31-6

-5-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

cial disparities, 1979-1997. Cir-


12. Meberg A, Otterstad JF, Froland culation 2001;103:2376-81
G, Sorland S, Nitter-Hauge S.
Increasing incidence of ventricu- 19. Buskens E, Steyerberg EW,
lar septal defect caused by im- Hess J, Wladimiroff JW, Grob-
proved detection rate. Acta Pe- bee DE. Routine prenatal
diatr, 1994;83:653-7 screening for congenital heart
disease: what can be expected?
13. Martin GR, Perry LW, Ferenz C. A decision-analytic approach.
Increased prevalence of ven- Am J Publ Health, 1997;87:962-
tricular septal defect: epidemic 7
or improved diagnosis. Pediar-
tics, 1989;83:200-3 20. Allan LD, Sharland GK, Mil-
14. Roy DL, McIntyre L, Human burn A, Lockhart SM, Groves
DG, Nanton MA, Sherman GJ, AM, Anderson RH, Cook AC,
Allen LM, Finley JP. Trends in Fagg NL. Prospective diagnosis
the prevalence of congenital of 1006 consecutive cases of
heart disease: comprehensive congenital heart disease in the
observations over a 24-year pe- fetus. J Am Coll Cardiol,
riod in a difined region of Ca- 1994;23:1452-8
nad. Can J Cardiol,
1994;10:821-6 21. Ferenz C, Neill CA, Boughman
JA, Rubin JD, Brenner JI, Perry
15. Guia JM, Téllez C, Castro FJ, LW. Congenital cardiovascular
Garnica B, Bosch V, Gracián M. malformations associated with
Aspectos epidemiológicos de las cromosomal abnormalities: an
cardiopatías congénitas: estudio epidemiologic study. J Pediatr,
sobre 1216 niños de Murcia. Ac- 1998;114:79-86
ta Pediart Esp, 2002;60:250-8
22. Goddship J, Cross I, LiLing J
16. Nora JJ, Wolf RR. Recurrence Wren C. A population study of
risk in the family. In: “The child chromosome 22q11 deletions in
with congenital heart disease af- infancy. Arch Dis Child,
ter surgery surgery”. ed by Kidd 1998;79:348-51
BSL, Rowe RR. Futura. Mount
Kisko, 1976:451-60 23. Wilson PD, Loffredo CA,
Correa-Villaseñor A, Ferenz C.
17. Rosano A, Botto LD, Botting B, Attributable fraction for cardiac
Mastroiacovo P. Infant mortality malformations. Am J Epidemiol,
and congenital anomalies from 1998;148:414:23
1950 to 1994: an international
perspective. J Epidemiol Com- 24. Sanchez Cascos A. The recur-
munity Health, 2000;54:660-6 rence risk in congenital heart
disease. Eur J Cardiol,
18. Boneva RS, Botto LD, Moore 1978;7:197-210
CA, Yang Q, Correa A, Erick-
son JD. Mortality associated 25. Payne RM, Johnson MC, Grant
with congenital heart defects in JW, Strauss AW. Toward a mo-
the United States: trends and ra- lecular understanding of con-

-6-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

genital heart disease. Circula- Analysis of the elastin gene in


tion, 1995;91:494-504 60 patients with clinical diagno-
sis of Williams syndrome.
26. Vincent GM, Timothy K, Fox J, Human Genet, 1995;96:444-8
Zhang L. The inherited long QT
syndrome: from ion channel to 33. Moreno Garcia M, Gomez Ro-
bedside. Cardiol Rev, driguez MJ, Barreiro Miranda E.
1999;7:44-5 Genética de las cardiopatías con-
génitas. An Esp Pediatr,
27. Li QY, Newbury-Ecob RA, Ter- 2000;53:30-9
rett JA, Wilson DI, Curtis ARJ,
Yi CH . Holt-Oram syn- 34. Marín Garcia J, Goldenthal MJ,
drome is caused by mutations in Anantakrishnan R, Pierpont ME,
TBX5, a member of Brachyury Fricker FJ, Lipshultz SE, Perez
(T) gene family. Nat Genet, Atayde A. Specific mitochon-
1997;15:21-29 drial DNA deletions in idiopat-
hic dilated cardiomyopathy.
28. Grosnier C, Driancourt C, Ray- Cardiovasc Res, 1996;31:306-13
naud N, Dhorne-Pollet S, Pollet
N, Bernard O . Mutations in 35. Priori SG, Napolitano C,
JAGGED 1 gene are predomi- Scwartz PJ. Low penetrance in
nantly sporadic in Alagille syn- the long-QT syndrome: clinical
drome. Gastroenterology, impact. Circulation,
1999;116:1141-8 1999;99:529-33

29. Jamieson CR, Van der Burgt I, 36. Gill HK, Splitt M, Sharland GK,
Brady AF, van Reen M, Elsawi Simpson JM. Patterns of recur-
MM, Hol F, Jeffery S, Patton rence of congenital heart dis-
MA, Mariman E Mapping a gen ease. An analyssis of 6640 con-
for Noonan syndrome to the secutive pregnancies evaluated
long arm of chromosome 12. by detailed fetal echocardiogra-
Nat Genet, 1994;8:357-60 phy. J Am Coll Cardiol,
30. Hayward c, Brock DJ. Fibrillin- 2003;42;923-9
1 mutations in Marfan syndrome
and other type-1 fibrilli- 37. Freinkel N, Dooley SL,
nopathies. Hum Mutat, Metzger BE. Care of the preg-
1997;10:415-23 nant woman with insulin-
dependent diabetes mellitus. N
31. Polymeropoulos MH, Ide SE, Engl J Med, 1985;313:96-101
Wright M, Goodship J, Weis-
senbach J, Pyeritz RE, DaSilva 38. Siman CM, Erikson UJ. Vitamin
EO, Ortiz de Luna RI, Franco- E decreases the occurrence of
mano CA. The gene for the malformations in the offspring
Ellis-van Creveled syndrome is of diabetic rats. Diabetes,
located on chromosoma 4p16. 1997;46:1054-61
Genomics, 1996;35:1-5
39. Czeicel AE. Periconceptional fo-
32. Mari A, Amati F, Mingarelli R, lic acid containing multivitamin
Gainotti A, Sebastio G, Colloridi supplementation. Eur J Obstet
V, Novelli G, Dallapiccola B.

-7-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

Gynecol Repord Biol, 43. Smith-Bindman R, Chu P, Bac-


1998;78:151-61 chetti P, Waters JJ, Mutton D,
Alberman E. Prenatal screening
40. Botto LD, Mulinare J, Erickson for Down syndrome in England
JD. Occurrence of congenital and Wales and population-based
heart defects in relation to ma- birth outcomes. Am J Obstet
ternal multivitamin use. Am J Gynecol, 2003;189:980-5
Epidemiol, 2000;151:878-84
41. Alfirevic Z, Sundberg K, Brig- 44. Queisser-Luft A, Stopfkuchen
ham S. Amniocentesis and H, Stolz G, Schlaefer K, Merz E.
chorionic villus sampling for Prenatal diagnosis of major mal-
prenatal diagnosis. Cochrane formations: quality control of
Database Syst Rev, routine ultrasound examination
2003;(3):CD003252 based on a five-year study of
20248 newborn fetuses and in-
42. Alvarez-Nava F, Soto M, Padron fants. Prenat Dia-
T, Morales A, Villalobos D, Ro- gn,1998;18:567-76
jas de Atencio A, Prieto M, Mar-
tinez MC. Prenatal maternal 45. Rubio MD, Castro MC, Garcia-
blood screening for the detection Guereta L, del Cerro MJ, Bur-
of fetal chromosomal abnormali- gueros M, Charines E, Herrero
ties: clinical importance of the F, Gonzalez A. Ecocardiografía
rate of false positives. Invest fetal, indicaciones y resultados.
Clin, 2003;44:195-207 Gior Ital Cardiol, 1999, 29 (Supl
I):4 (C-11).

-8-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

TABLAS
TABLA 1. SINDROMES MALFORMATIVOS CON AFECTACIÓN CARDIACA FRECUENTE

Hernia diafragmática
Atresia duodenal
Atresia de esófago y Fístula traqueo-esofágica
Ano imperforado
Asociación VACTERL
Asociación CHARGE
S. de Ivemark (Heterotaxia)
Onfalocele
Pentalogía de Cantrell y Ectopia Cordis
Agenesia renal (S. de Potter)
S. de Goldenhar
Agenesia del cuerpo calloso

TABLA 2. CROMOSOMOPATÍAS MAS COMUNESCON AFECTACIÓN CARDIACA

Cromosomopatía Incidencia de C. Congénita Lesiones más comunes


Visibles con técnicas convencionales

Trisomía 21 (S. de Down) 50 % CA-VC, CIV, CIA


Trisomía 13 (S. de Pattau) > 90% CIV, DAP, Valvulopatías
Trisomía 18 (S. de Edwards) > 90 % CIV, DAP, Valvulopatías
45 X0 (S. de Turner) 25 % CoAo, EP, EA, Otras
4p- ((S. de Wolff) 40 % CIV, CIA, DAP
13q- 50 % CIV
18q- 50 % CIV, CIA
5p- (Cri du chat) 25 % DAP

Síndromes de microdelección

22q11 (CATCH-22) 75 % Malformaciones Troncoconales


12q22 (Noonan) > 50 EP, Miocard. Hipertrófica
7q11.23 (Villiams-Beuren) 75% EA Supra., EP Perif.
12q (Holt-Oram) 75 % CIA, CIV, Trastornos conducción
20p (Alagille) 85 % EP, TF

Abreviaturas: CIA: Comunicación interauricular. CIV: Comunicación interventricular. DAP: Ductus


arterioso permeable.EA: Estenosis aórtica. EP: Estenosis pulmonar. TF: Tetralogía de Fallot

-9-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

TABLA 3. DISTRIBUCIÓN DE LAS CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS MÁS COMUNES

Cardiopatía Distribución (%)

(Intervalo) (Mediana)
Comunicación interventricular 16-50 (31)(*)
Comunicación interauricular 3-14 (7.5)(*)
Ductus arterioso permeable 2-16 (7.1)
Estenosis pulmonar 2-13 (7.0)
Coartación de aorta 2-20 (5.6)
Tetralogía de Fallot 2-10 (5.5)
Estenosis aórtica 1-20 (4.9)
Transposición de grandes arterias 2-8 (4.5)
Defectos del septo atrio-ventricular 2-8 (4.4)
Síndrome del corazón izquierdo hipoplásico 0-6 (3.1)
Modificada de Hoffman JIE (2). (*) La tasa actual es más alta, sobre todo en la CIV

TABLA 4. SINDROMES CON HERENCIA MONOGÉNICA CON FRECUENTE ASOCIACIÓN CON


CARDIOPATÍA

Autosómica dominante Autosómica recesiva

S. de Apert S. de Ellis van Creveled


S. de Ehler-Danlos S. de Jervell-Langer-Nielsen
S. de Holt-Oram Glucogenosis IIa, IIIa, IV
S. de Marfan Mucopolisacaridosis I, IV
S. de Romano-Ward Ataxia de Friedreich
S. de Alagille Pseudoxantoma elástico
S. de Noonan S. de Beckwith_Wiederman
Leopard S. de Mulibrey
S. de Williams-Beuren
S. de Bourneville (Esclerosis tuberosa) Ligada al cromosoma X
S. de Steinert (Distrofia miotónica
S. de Watsos (cardiocutáneo S. Hunter (Mucopolisacaridosis II)
Distrofia muscular de Duchene

Modificada de Nora JJ (16)

TABLA 5. AGENTES AMBIENTALES EN LA CAUSACION DE LAS CARDIOPATIAS


CONGENITAS

Fármacos/Drogas Agentesi infecciosos Agentes maternos

- Trimetadiona - Rubeola - Diabetes


- Acido retinoico - Otros ¿? - Enfermedades del colágeno
- Talidomida - Fenilcetonuria
- Litio Agentes físicos
- Alcohol Otros
- Hidantoínas ¿? - Radiaciones
- Hormonas sexuales ¿? - Hipóxia - Disolventes ¿?
- Simpatico miméticos ¿? - Pinturas ¿?
- Lacas y colorantes ¿?
- Pesticidas ¿?
¿?: Menor grado de evidencia

- 10 -
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

TABLA 6. RIESGO DE RECURRENCIA

Malformación Riesgo cuando un Riesgo cuando un


cardiaca hermano está afectado (%) progenitor está afectado (%)
Comunicación Interevntricular 6 4
Comunicación interauricular 3 4
Defecto del septo atrio-ventricular 2 5-10
Ductus arterioso permeable 2,5 3
Estenosis aórtica valvular 3 5-10
Estenosis pulnmonar valvular 2 6
Coartación de Aorta 2 3
Transposición de grandes arterias 2 5
Tetralogía de Fallot 2 4
S. del Corazón izquierdo hipolpásico 1-2 5
Modificada de Hoffman JIE (8)

TABLA 7. INDICACIONES DE ECOCARDIOGRAFÍA FETAL

A) Riesgo por historia familiar

- Padres, algún hijo o familiar con cardiopatía congénita.

A) Riesgo por factores maternos

B.1.- Enfermedades

- Diabetes
- Enfermedad del colágeno
- Fenilcetonuria

B.2.- Exposición a teratógenos cardiacos conocidos

B.3.- Edad materna avanzada

B) Riesgo por factores fetales

- Ecografía obstétrica con sospecha de anomalía cardiaca


- Malformación extracardiaca frecuentemente asociada a cardiopatía
- Arritmia fetal
- “Hydrops fetalis” no inmune
- Anomalía cromosómica diagnósticada por amniocentesis
- Bioquímica anormal en suero materno (AFP, hCG, uE·)

- 11 -
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 2

DIAGRAMA

PREVENCIÓN

PROGENITORES

SIN FACTORES DE CON FACTORES DE


RIESGO CONOCIDOS RIESGO

EVITAR SUPLEMEN. VITAMIN. FACTORES HISTORIA


TERATÓGENOS CON ACIDO FÓLICO ? MATERNOS FAMILIAR

DIABETES EDAD AVANZADA TERATÓGENOS ESTUDIO GENÉTICO


CONSEJO GENÉTICO
ECO FETAL

TATAMIENTO AFP, hCG, uE3 INFORMAR/


AMNIOCENTESIS EVITAR
ECO FETAL

- 12 -

También podría gustarte