Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Podríamos incluir otros precursores de la ayuda social organizada. En los que hemos
mencionado existían algunas características comunes, ellas eran:
• Motivaciones fundamentalmente religiosas.
• Cierta organización en la forma de llevar a cabo la acción de asistencia.
• Aparición de cierta técnica operativa.
A estos elementos debemos agregar otros a los que nos referiremos posteriormente, luego
de analizar otros antecedentes que conllevan aporte gubernamental. Respecto de ellos, se
puede afirmar que recién 200 años después se tuvieron en cuenta las propuestas de Vives en
el Tratado de socorro a los pobres:
Sistema de Hamburgo: Se estableció en esta ciudad alemana en 1765. En este sistema se
prohibió la mendicidad y dar limosnas a los que la practicaban. Se preparó una oficina
central de asistencia al menesteroso y se dividió la ciudad en distritos. Cada uno de los
distritos era supervigilado por tres personas destinadas a esa función, en forma gratuita.
Cada una de estas comisiones entrevistaba a los pobres, investigaban sobre su salud, sus
ingresos, modo de vida, determinando así las necesidades individuales de cada familia.
También se creó una escuela industrial que permitiera aprender oficios a los desocupados;
los niños y adolescentes eran preparados en escuelas elementales. Los enfermos fueron
trasladados a los hospitales para su mejor atención. Se subvencionó a los desocupados hasta
que encontraran trabajo, si se observaba ociocidad, se los desterraba de la ciudad. Este
sistema se mantuvo durante 13 años, luego decayó especialmente porque los
supervigilantes estaban sobrecargados y no lograban eficiencia. Si bien este sistema
pretendía evitar la mendicidad, se lograba descentralizar la ayuda bajo la dirección de estos
curadores. Un sistema similar se aplicó en Munich.
Sistema de Elberfeld: Se llevó a cabo a partir de 1853, fue un programa de ayuda asumido
por el gobierno de la ciudad. Se sostenía con impuestos y donativos privados. Se
establecían los modos de conocer la situación de los pobres en forma permanente, método
que hoy llamaríamos “observación participante”. Los responsables vivían en el mismo
barrio que debían atender, se informaban así de sus condiciones a la vez que los
controlaban. Era un trabajo voluntario. La ciudad fue dividida en 564 sectores, con una
población aproximada de 300 personas en cada uno de ellos. El responsable de la ayuda o
“limosnero visitador” era elegido cada tres años, esta tarea era muy bien considerada como
status político y podían ser reelegidos. Entre las tareas del funcionario, se establecía la
prevención de la pobreza, la rehabilitación del indigente, proporcionar ayuda médica,
colaborar en la búsqueda de trabajo y sólo cuando era estrictamente necesario, proporcionar
ayuda material. Para cada 14 sectores se nombraba un “supervigilante de distrito” y,
centralizaba la tarea un comité central de nueve miembros. Dentro del programa también se
establecía la supervigilancia de las cárceles y de las instituciones de asistencia cerrada. Los
visitadores debían reunirse cada 15 días para discutir los casos y a su vez luego las
propuestas se llevaban al comité central; de este modo existía un fuerte control y
centralización del sistema. Este sistema se mantuvo durante 65 años, se lo consideró eficaz
y se puso en práctica en otros municipios de Alemania.
En los antecesores que mencionamos podemos hablar del esbozo de una técnica
operativa de asistencia, tales como:
• Conocimiento de las necesidades de cada persona o familia necesitada,
conocimiento de las causas de desamparo y de las posibilidades que tiene la persona
o grupo de sostenerse a sí mismo, sus propias potencialidades.
• Propiciar la ayuda mutua y dentro del grupo o sector, lo que hoy llamarían trabajo
de redes.
• Propiciar la ayuda económica en los casos en que sea necesario.
• La visita domiciliaria como recurso para un mejor conocimiento de las necesidades
y del trabajo de apoyo e incentivación hacia los necesitados. Lograr a través de ella
la confianza de las personas a quienes se va a ayudar.
• Prevención de situaciones de mayor necesidad o conflicto.
• Creación del sistema de encuestas y registros de pobres y de recursos.
• En algunos sistemas, supervisión del trabajo.
Leyes de pobres: La pobreza y la indigencia, incluyendo la mendicidad, han sido un
problema que, en mayor o menor grado, se ha manifestado a lo largo de las etapas
históricas. Durante la edad media, la acción de la iglesia, el régimen de servidumbre y las
instituciones hicieron que no apareciera la miseria colectiva, además se daba limosna como
medio para remediar la pobreza individual, muchas veces sin lograr el objetivo.
A partir del siglo XVI se trató de reglar el socorro y la prohibición de la mendicidad
y la vagancia. Algunas de las reglamentaciones:
• Ley de Pobres de Carlos I de España y V de Alemania: se promulgó en los Países
Bajos (Bélgica y Holanda) en 1531 y luego se amplió al imperio germánico. Estaba
inspirada en las ideas de Juan Luis Vives. La mendicidad estaba prohibida por llevar
a la vagancia y al vicio y se la penaba con prisión, salvo para los inválidos y
ancianos incapaces. El trabajo se hizo obligatorio para los mendigos sanos, aunque
hubo tolerancia en casos de guerras, incendios, epidemias.
• Inglaterra: Tomás Moro (amigo de Juan Luis Vives), en su libro Utopia, puso de
manifiesto la situación de los pobres indigentes. La reina, Catalina de Aragón,
organizó las tareas del “limosnero oficial” aumentando los fondos para la caridad y
organizando las visitas a los domicilios. Luego de la confiscación de los bienes de
los monasterios decretada por Enrique VIII, la situación de los pobres se vio
agravada. Por ello se legisló para proteger a las insituciones laicas de beneficencia y
se reglamentó el trabajo.
• En la misma Inglaterra, se dictó en 1563 un reglamento referido a los aprendices y
hacía una distribución de trabajadores en distintas ramas de producción. Este
reglamento regulaba a la vez salarios y efectividad del trabajo. En cuanto a la
asistencia a los necesitados, la beneficencia se entregó a los órganos de
administración autónoma de modo que se ajustaran a las necesidades y
características de cada condado. Este sistema de beneficencia duró varios siglos.
• En 1601, Isabel I de Inglaterra, dictó otra ley, denominada Ley de Pobres, en que se
reconocía el deber del estado hacia los necesitados, ordenaba la clasificación del
trabajo para los capaces, creaba casas para mendigos y de aprendizaje para niños.
En esta ley también se establecían las penalidades para los que se resistían a trabajar
siendo enviados a las galeras o al destierro. Con esta ley se disminuyó el número de
mendigos.
• En 1834 se reformó la Ley de pobres, lo que permitió una evolución en la
organización de la beneficencia. Se establece el principio de subsidiariedad al fijar
que los montos con que se ayude a los necesitados debe ser menor que los del
trabajador de inferior rango y debe alcanzar sólo para cubrir las necesidad básicas.
La ayuda sólo debía darse en los hospicios dejando de lado la ayuda parcial que se
daba a quien permaneciera en su domicilio.
• En Francia, en el s.XVI, Francisco II de Francia extendió a todo el país la
organización del Consejo de Pobres que había creado Francisco I para París.
En la mayoría de los países europeos se dictaron leyes que tendían a establecer la
obligación del estado hacia los necesitados y a evitar la mendicidad. En la mayoría de los
casos la aplicación fue deficiente por falta de voluntad de los funcionarios, por falta de
organización y de personas que pudieran realizar la tarea.
Avances hacia la política social:
A partir del siglo XVIII, los problemas derivados de la industrialización y del
trabajo aparecen con mayor virulencia. La utilización de la máquina reemplaza al obrero y
surgen nuevos problemas laborales y de pobreza y marginación. Esta situación es
coincidente con la revolución ideológica que proclama los derechos del hombre, la libertad
de trabajo y la abolición definitiva de las corporaciones y gremios. Apareció una nueva
clase social: el proletariado que dejaba las anteriores actividades o tierras que habían
trabajado por generaciones. En esta situación, quienes aceptaban trabajar en las fábricas
debían hacerlo en las condiciones que imponían los patrones cuyo interés estaba centrado
en el negocio y la ganancia, en la producción de más capital para la expansión de su
industria. Era lícito ocupar a mujeres y niños por jornadas extensísimas, pagar salario en
especies o vales para que compraran en determinadas tiendas asociadas o relacionadas con
el patrón. No había disposiciones que permitieran a los niños concurrir a escuelas. En
Inglaterra muchos pueblos se transformaron en minas de carbón e industria del acero
contratando a los obreros en condiciones infrahumanas.
En este tiempo y en esa situación, Robert Owen (1771-1858), fue un reformador en
beneficio de los obreros. Hijo de un trabajador, no pudo estudiar, trabajó en una tienda y
siendo muy joven llegó a ser director de una importante hilandería de Manchester. En 1800
adquirió una fábrica de hilados de algodón en New Lanark en la que trabajaban más de
2000 obreros quienes en un principio debido al nivel tan bajo en que se encontraban, no
pudieron comprender que Owen trataba de mejorar sus condiciones hasta que en ocasión de
verse obligado a suspender los trabajos, siguió pagando los salarios. Limitó el trabajo de los
niños, disminuyó las horas de trabajo de los adultos suprimiendo las tareas nocturnas,
estableció la instrucción escolar, organizó el cuidado de los enfermos e inválidos, instituyó
la primera escuela maternal en Inglaterra y construyó viviendas para obreros. Limitó la
venta de bebidas alcohólicas, abrió cursos para adultos, creó servicios médicos y una
sociedad de socorros mutuos. Estas medidas adoptadas por Owen para la zona en que
estaba su empresa no hizo disminuir los beneficios de la misma. Su sistema fue imitado en
otros países.
En ese tiempo las clases trabajadoras empezaron a actuar mancomunadas frente a
sus patrones. Estas uniones de trabajadores fueron aprobadas por el parlamento inglés en
1824.
En Alemania, los miembros de la Liga de los Comunistas encargaron a Federico
Engels y Carlos Marx la redacción de un programa que apareció en 1847 con el nombre de
“Manifiesto comunista”. Allí se exponen las ides fundamentales del comunismo: la historia
divida en dos clases, una explotada y sojuzgada y la otra explotadora y dominante. Lanzan
la idea del humanismo ateo que realizará el proletariado.
También en Alemania, durante el siglo XIX surgieron otras tendencias sociales. Una
de ellas abogaba por el regreso a los gremios de la Edad Media como defensa contra el
estado socialista, basada enlas ideas cristianas. Estas ideas tenían como documentos
fundamentales las encíclicas papales “Rerum Novarum” de León XIII considerada la carta
magna de los trabajadores cristianos y más adelante la “Quadragesimo Anno” de Pío XI
promulgada en conmemoración de la anterior. Según ellas, el estado tiene derecho a
intervenir para proteger a los más débiles sin llegar al extremo de tomar atribuciones
propias de la familia. El salario justo no puede estar sujeto a la oferta y demanda que lleva a
la explotación del trabajador. La propiedad individual debe tener una función social
haciendo de ella un uso justo.
En ese mismo país, el Canciller Bismark logra que el parlamento vote
favorablemente leyes de protección al obrero y reglamentación del trabajo, dentro de una
política liberal en cuanto a lo económico. De este modo a fines del siglo XIX se dictan
leyes sobre seguros de enfermedad, de accidentes de trabajo, de seguro de invalidez y de
vejez.
Sociedad de Organización de la Caridad (C.O.S.) de Londres
A mediados del siglo XIX, más precisamente en el ñao 1869 se fundó en Londres la
Charity Organization Society) con el propósito de centralizar la ayuda y evitar que la
misma fuera indiscriminada y de este modo favoreciera la permanencia en la situación de
miseria y mendicidad de quienes recibían limosnas.
Fue el pastor Henry Solly quien recomendó crear un organismo coordinador de las
actividades de beneficencia tanto de acción pública como privada. La primera
denominación de este ente coordinador se llamó “Sociedad para la organización del socorro
caritativo y la represión de la mendicidad”. Pronto cambió de nombre gracias a la
intervención de Octavia Hill, quien jugó un papel muy importante en la concepción y
coordinación de las prácticas asistenciales. Esta sociedad tuvo gran repercusión en los
países sajones y se crearon otras en varios países protestantes.
Se pusieron en práctica métodos que incluían encuesta con informes escritos y
discusiones para descubrir las causas de la necesidad y de este modo plantear la solución.
De este modo se avanzó en la investigación de las causas de la pobreza y en lo que luego
sería método de “caso social individual”, pero permitió a su vez comenzar a vislumbrar las
causas sociales de la pobreza.
En esta sociedad se acentuó por primera vez la necesidad de formar a quienes se
dedicarían a este trabajo social. En ella se encuentra la inspiración de Juan Luis Vives, de
San Vicente, de Tomás Chalmers y otros. Se establecieron ocho puntos básicos para el
ejercicio de la asistencia a los necesitados:
1.- Cada caso será objeto de una encuesta escrita.
2.- Esta encuesta será presentada a una comisión que decidirá las medidas que deban
tomarse.
3.- No se darán socorros temporales sino una ayuda metódica y prolongada hasta que el
individuo o la familia vuelvan a sus condiciones normales.
4.- El asistido será el agente de su propia readaptación, como también sus parientes,
vecinos y amigos.
5.- Se solicitará ayuda de instituciones adecuadas en favor del asistido.
6.- Los agentes de estas obras recibirán instruciones generales escritas y se formarán por
medio de lecturas y estadas prácticas.
7.- Las instituciones de caridad enviarán la lista de sus asistidos para formar un fichero
central con objeto de evitar abusos y repeticiones de encuestas.
8.- Se formará un repertorio de obras de beneficencia que permita organizarlas
convenientemente.
Si nos detenemos a analizar estos puntos, observamos que se dio importancia a la
investigación, a la encuesta escrita, a la discusión del caso permitiendo evaluar y preparar la
acción posterior, es decir permitiendo planificar de acuerdo a cada caso en particular. Una
cuestión importante a tener en cuenta es que se incluía al interesado en la intervención
como así también a quienes lo rodeaban y otras redes institucionales.
La C.O.S. no prestaba ayuda directa sino que era la coordinadora y organizadora de
las actividades de ayuda. El personal de la misma era voluntario y el mismo era instruído a
través de cursos teóricos y prácticos.
Esta institución se extendió a todo el mundo anglosajón permitiendo la
indivualización del pobre, tendiendo a abolir el pauperismo y la mendicidad. Ello favoreció
la promoción de reformas sociales.
Todos los acontecimientos históricos, el modo de pensar de cada época, la necesidad
de incluir al menesteroso, son los antecedentes de la asistencia social organizada.